Naruto se despertó e intentó estirarse, palabra clave intentó.

Suspiró con un poco de fastidio. Hinata y Fu casi siempre se enganchaban a sus brazos, lo cual era un poco engorroso por las mañanas.

Un kawarimi rápido hizo el truco y empezó a prepararse para el día. La tarde anterior se la había pasado reflexionando y no había hecho nada. Agradecía infinitamente al nidaime hokage por crear la técnica de los clones de sombra. No quería ni imaginar todo el papeleo con el que tendría que lidiar si no fuera por ese jutsu.

Se preparó un desayuno sencillo y dejó un par de kage bunshin para preparar el desayuno de las chicas una vez se despertaran. No era el mejor cocinero de la casa, ese honor lo tenía Hinata, pero su comida estaba buena y sus esposas agradecían el gesto.

Llegó a su oficina y se puso a trabajar. Además del papeleo típico que tenía que revisar diariamente, semanalmente o mensualmente, tenía un par de proyectos en marcha que le generaba más documentos para leer.

El primero era el programa médico de Tsunade. A pesar de que la sannin se encargaba de la mayoría del trabajo y el papeleo junto a su aprendiz, él también tenía documentos que revisar y trámites que resolver. Después de todo, cualquier recurso, cambio o nuevos integrantes tenían que ser aprobados por él mismo.

Luego estaba la reforma de la academia. El antiguo plan de estudios estaba siendo completamente cambiado. Se mantendrían algunas clases, pero se cambiarían muchas otras y se añadirían algunas nuevas. Quiero decir, vamos, ¿para qué demonios necesitan las chicas aprender sobre arreglos florales?

Entendía que el género femenino era mejor para la infiltración y la seducción, pero había cosas que no tenían sentido ni valor. Es por eso que lo estaba cambiando. En lugar de arreglos florales, aprenderían botánica, haciendo énfasis en plantas usadas para crear venenos.

También estaba cambiando a la mayoría del personal, o más bien estaba despidiendo a unos pocos y añadiendo a muchos. Consideraba que no había que recortar gastos cuando se trataba de los futuros miembros de las fuerzas shinobis.

Sabía que en ese momento no podía prescindir de ningún shinobi. Después del ataque, la aldea había estado haciendo muchas misiones para demostrar que no habían perdido fuerza cuando sí lo habían hecho. Por suerte, había encontrado una solución a ese problema.

Un número considerable de shinobis y kunoichis habían sido dados de baja del servicio activo después del ataque del kyubi y otros tantos después de la invitación Oto-Suna. Muchos de ellos no estaban felices de ser dados de baja y un porcentaje alto de ellos se debía a la economía familiar. Estaba bastante seguro de que esas personas apreciarían la oportunidad de seguir sirviendo a la aldea como maestros de la academia.

El mayor problema que había encontrado en ese proyecto particular era la escasez de maestros adecuados para las clases de fuinjutsu. Muchos sabían cómo crear etiquetas explosivas, pergaminos de almacenamiento y otros sellos simples, pero su conocimiento no superaba lo básico.

Era una pena en su opinión. Desde que su padrino le inició en el mundo del fuinjutsu, se había quedado cautivado por esa rama de las artes shinobi. Su versatilidad superaba con creces cualquier otra rama shinobi. Creía firmemente que la generación futura debería exponerse a ella y dejar que los interesados indagaran.

Fuinjutsu básico era una de las nuevas clases obligatorias del programa de la academia junto a: primeros auxilios, identificación y disipación de genjutsus, trampas básicas, bases del interrogatorio, bases del rastreo, estrategias y contraestrategias, control de emociones y botánica orientada al campo.

La mayoría de esas clases tenían una versión más avanzada que se proponía como lecciones extracurriculares. Todos eran libres de ir a esas clases, alumnos de la academia o shinobis activos. Después de todo, nunca era tarde para aprender y ayudaría a aquellos que en el pasado no pudieron acercarse a dicho conocimiento porque su sensei no sabía mucho sobre el tema.

Cuando expuso su proyecto al consejo, todos estuvieron bastante de acuerdo con los cambios. Los civiles habían sido los más dudosos hasta que se dieron cuenta que sus hijos tendrían una mejor educación incluso si no eran de clanes con las lecciones extracurriculares. El hecho de que también estuvieran disponibles para los shinobis activos lo hizo todo más atractivo.

Danzo fue, sorprendentemente o tal vez no tanto, el mayor partidario de ese proyecto. Como hombre obsesionado con que Konoha fuera la más fuerte, ese programa para la academia aseguraría eso junto a las otras lecciones. El hecho de que él fuera el principal encargado de la clase de control de emociones tampoco dolió.

Muchos cuestionaron si era sabio poner al halcón de guerra cerca de la futura generación. El godaime había asegurado que todo estaba bien. No era tonto y había sido informado muy bien sobre las formas del Shimura. Fue por eso que había dejado muy en claro lo que se esperaba de esa clase. Aprender a controlar las emociones era algo necesario, pero borrar las emociones era un error. Igual que las emociones podrían hacerte perder el juicio, también podrían motivarte a dar el 120% si fuera necesario. Danzo entendió eso y acató.

Recogió uno de los pocos archivos en su escritorio. Por lo general eran papeles sueltos o un puñado pequeño enganchados con un clip. Abrió la carpeta y se puso a leer. Rápidamente se dió cuenta que era un informe sobre el estado del País de la Primavera.

Aunque mandaba un clon con Koyuki todas las semanas, de vez en cuando recibía un archivo detallado de la situación.

En general todo eran buenas noticias. Lo único destacable fue la página final. Al parecer habría un festival en poco menos de un mes y la daimio lo estaba invitando junto a sus esposas y a cualquiera que quisiera traer.

Tomó nota de notificarle a su prometida su asistencia. El próximo clon que mandaría a su país sería en dos días. Aprovecharía eso en lugar de mandarle un halcón mensajero.

Meditó un poco sobre a quién llevaría consigo. A Hinata, Temari y Fu estaba claro. También llevaría la misma guardia con la que fue a Taki. Kakashi sensei podría ser una opción si su castigo había terminado para entonces. ¿Tal vez invitar a Kurotsuchi también?

Dejó esos pensamientos a un lado por el momento y se centró en los demás papeles que había en su escritorio.

Parpadeó cuando se dió cuenta que sus kage bunshin prácticamente se habían encargado de todo lo demás que quedaba. Solo quedaban dos documentos que ya estaban revisando.

Con un suspiro, disipó sus duplicados y recibió sus recuerdos. Al principio tenía un enorme dolor de cabeza después de disiparlos. Ahora era solo una leve molestia que duraba menos de diez segundos. La práctica hace al maestro, como dicen algunos.

Miró el reloj que había en la pared. Faltaba más de una hora antes de la comida. Se levantó de la silla y salió de la oficina rumbo a las celdas anbu. Haría una visita a Sakura aprovechando que tenía tiempo. Estaba seguro que su antigua compañera de equipo estaría feliz por la compañía. Se preguntó internamente si no sería mejor trasladarla a la prisión normal. Aunque sería un poco más peligroso para ella, podría recibir visitas de sus seres queridos.

Lo consultaría con ero sennin cuando entrenase con él esa tarde. Habría empezado el entrenamiento el día anterior si no fuera por su confusión emocional en ese entonces. Lo que le recordaba que tendría que preguntar cuándo estarían listos los resultados de las pruebas de sangre. Quería resolver ese asunto cuanto antes.

Suspiró, otra vez. Lo había estado haciendo mucho últimamente. Nunca pensó que ser hokage sería tan pesado. ¿Todos los hokages habían tenido que pasar por tantas dificultades al principio de su mandato o solo él?

-Vuelve aquí, pequeño demonio.

Esas palabras le hicieron parpadear y darse la vuelta.

Al parecer Torá se había escapado, otra vez, y un equipo genin la estaba cazando.

-¡Te tengo! - exclamó triunfalmente uno, solo para ser completamente arañado en la cara.

El pobre genin gritó y soltó al gato mientras llevaba sus manos a su cara adolorida.

-Bueno, al menos no tengo que lidiar con la misión de recuperación de Torá - se consoló un poco Naruto.


Hola, espero que os haya gustado el capítulo. Sé que no ha habido nada emocionante, pero hace un tiempo leí un comentario sobre que esperaba que mostrase el trabajo de Naruto en la oficina, por lo que en eso se basó principalmente el capítulo.

Comentarios de las reseñas:

dark of enigma: gracias, me alegra que te haya gustado. Lo siento, pero no se me ocurre cómo fue por lo que no aparecerá. Tengo la intención de que lo haga, pero llevará un tiempo. ¿Lees mentes?, porque esa es más o menos mi idea para Karin. No lo había pensado, pero sí me lo puedo imaginar.

Guest: Naruto es un chico, obviamente.

Votaciones:

1º. Chica de Konoha:

Yakumo Kurama: 7

Yugao Uzuki: 5

Hana Inuzuka: 4

Kurenai Yuhi: 1

Tenten: 0

Shizune: 0

Shion: 0

Tsubuki: 0

2º. Shizuka:

Sí: 4

No: 3