- *bostezo* Q- ¿Qué hora es? - me pregunto mientras abría mis ojos un poco -. Las cinco de la madrugada... *suspiro* Ya mismo comienza mi turno - suspiro mientras me comenzaba a estirar -.

Desde hace un par de meses llevo remplazando a una compañera del hospital, por lo cual además de mi trabajo en el turno matutino también pasaba un buen rato en el turno nocturno, así que casi siempre terminaba regresando a mi hogar a las 10 u 11 de la noche.

- A- augh... - reacciono al malestar de mi espalda luego de levantarme del sofá -. Va- vaya que el sofá sigue siendo tan duro como siempre... augh...

Lo cierto es que en verdad dormía casi siempre en el sofá, una muy mala costumbre mía debo decir. Además no iba a dejar que Nico durmiese aquí, aunque no me caiga del todo bien ¿Qué clase de persona sería al dejar a una invitada en el sofá? Era un dilema muy grande, por un lado no me desagradaba la idea de molestar un poco a Nico, pero por otro tampoco quiero ser una mala anfitriona. Vaya discusión interna en la que estoy por la educación de mis padres, aún así se que son buenos modales.

- Las seis, muy bien... - digo revisando que llevase todo para el trabajo en el hospital -. Supongo que a las once estaré libre un poco y tendré que volver a trabajar a las siete de la noche, bueno... *suspiro* Es un día como cualquier otro Maki... ¿Hmm? - reacciono al escuchar como la puerta del cuarto donde dormía Nico sonó un poco, así que me acerqué con curiosidad -. Que raro, creí que ella estaba durmiendo con la puerta cerrada, supongo que la cerradura ya está un poco vieja...

Al estar allí pude ver en el interior de la habitación. Allí estaba en mi cama, una chica de cabello negro durmiendo plácidamente, tanto que al verla incluso a mi me dio un poco de sueño.

- Vaya que luce distinta cuando duerme... *risita* - digo con una mezcla de curiosidad y un poco de sarcasmo -. Bueno, por un lado me alegra que puedas descansar un poco más que yo, descansa pequeña molesta - digo en voz baja mientras cerraba la puerta de nuevo -.

Luego de ello me fui directo al hospital, esperando sin mucho más que hacer a que el turno matutino empezase. Como ya era costumbre el trabajo en la mañana no era demasiado ajetreado, pasaba más tiempo ayudando a los nuevos practicantes que atendiendo a algún paciente. Aún así, era bastante cansado pasar recorriendo por todo el hospital.

- *suspiro* Por lo menos ahora tengo un poco de tiempo libre... - decía mientras me sentaba un rato en mi pequeña oficina -. Al menos hasta que el turno nocturno comience...

La verdad es que usualmente en este tiempo tenía un par de horas, sin embargo ya que mi casa no estaba demasiado cerca usualmente terminaba quedándome en el hospital o paseando por las manzanas cercanas, era casi una rutina.

- Doctora Nishikino... - me dice una de las enfermeras mientras entraba a mi oficina -.

- ¿Eh? Ah si ¿Qué ocurre?

- El paciente del accidente de auto ya se encuentra en el quirófano... ¿Necesitamos algo en especial para realizarle la extracción de los trozos de metralla?

- Si, no olviden de pedir en la sala 3 de radiografías los registros que tomé en la mañana... La traumatóloga estará allí en un par de horas así que no se preocupen por el tiempo, si necesitan algo más de ayuda no duden en llamarme

- Claro, como diga doctora *sonrisa* Muchas gracias - dice para luego retirarse -.

- De seguro lo harán bien *risita* Ahora, supongo que esperaré a que el próximo turno empie- *gruñido* Bueno, supongo que comer algo no me hará mal... - digo mientras me levantaba y me dirigía a la cafetería del hospital -.

Como ya era usual, casi siempre terminaba pidiendo solo una botella de agua y un par de panes. Lo peor de ser doctora es que estaba consciente de lo mal que he estado comiendo estos últimos meses, de seguro eso es parte también del porque me he estado sintiendo tan cansada estas últimas semanas.

- *suspiro* ¿Pero qué más puedo hacer? Salgo tan temprano de casa que nunca tengo tiempo de preparar algo y aunque quisiese hacerlo no se cocinar prácticamente nada, por ello casi solo ceno sopas instantáneas o alguna cosa que pido a domicilio - me digo a mi misma, como si me estuviese regañando, al mismo tiempo que veía el techo -. Lo peor de ser doctora es que estoy consciente de lo malo que es todo esto... *suspiro*

- ¿Maki? ¿Puedo entrar? - me pregunta una voz muy educada, estaba muy segura de quien era -.

- Do- ¡Doctora Sonoda! - digo acomodándome y tratando inútilmente de esconder mi pobre almuerzo -.

- *risita* Vamos Maki, el profesionalismo es para afuera...

- L- lo siento - no estaba muy acostumbrada a tratar tan amigablemente con la dueña del hospital -. Q- ¿Qué pasa Umi?

- Mira, te he estado viendo estos últimos días y la verdad es que luces demasiado agota- - al momento que vio el almuerzo que no pude esconder, solo suspiró -. ¿Sigues comiendo solo eso? *suspiro* Maki, si sigues así tus defensas bajaran drásticamente...

- L- lo se, es solo que... Aún no he podido organizarme, pero no te preocupes, solo necesito un par de-

- No - dice parándose frente a mi -. Mira, puedo notar claramente cuando alguien se está exigiendo de más y tu ya pasaste ese límite hace mucho tiempo... Mira Makí, eres mi amiga y no quiero que algo malo te pase por estar trabajando tanto... Por ello ya no vendrás a los turnos nocturnos

- ¿¡Eh!? Pe- pero Umi, no hay nadie para que remplace ese puesto ¿Qué pasará con los pacientes que lleguen a esas horas?

- *risita* Como siempre tu preocupándote de los demás antes que de ti misma... No te preocupes, hablé con mi esposa y ella me ayudará a cubrir ese turno, al menos hasta que encontremos a alguien más...

- ¿Kotori ayudará? Pe- pero... y su trabajo ¿Qué hay del estudio de diseño? No quisiera que por mi culpa usted-

- Maki, todo ya esta planeado - me dice amistosamente -. Deja de preocuparte un poco por los demás y empieza a pensar un poco en ti ¿Ok?... ¿Lo harías por una amiga?

- E- está bien... - digo aún poco convencida de esto, pero no podía hacer mucho puesto que de hecho lo hacía porque estaba preocupada por mi salud -.

- Genial, hoy será tu último turno nocturno ¿Ok? A partir de mañana solo trabajaras el turno matutino - dice mientras salía de mi oficina -. Cuídate Maki, nos vemos

- No- nos vemos...

Sin más, luego de ello el tiempo pasó relativamente lento, por lo que cuando vi que ya era hora de regresar a casa solo tomé mis cosas, me despedí de Umi y del personal y regresé sin más. El autobús tardó menos en regresarme, era entendible, el tráfico a las 11 de la noche no era muy considerable.

- *suspiro* De seguro Nico ya debe estar durmiendo otra vez... Supongo que al final casi no interactuaré con ella este mes - digo abriendo la puerta solo para encontrarme con una sorpresa que no esperaba -. *huele* ¿Hmm? Q- ¿Qué es...

- ¡Al fin regresas! Vaya que no mentías con eso del horario nocturno... - me dice Nico desde la cocina -. Además tu cocina es un desastre ¿Sabías? *suspiro* Casi no tenías ingredientes así que tuve que salir a comprar algunos...

- Q- ¿Qué?

En efecto, casi como nunca la cocina ahora estaba llena de especias, verduras frescas, enlatados y demás. ¿Aún estaba en mi casa? Por que no la recordaba así.

- Co- ¿Cómo? lo hicis-

- No te preocupes, use mi propio dinero para esto... No eres la única con un trabajo ¿Ok?

- E- entiendo... - digo aún tratando de asimilar todo a la vez que seguía perdida en el olor de la comida que estaba preparando -.

- ¿Y qué esperas? La comida ya está lista, siéntate...

- E- esta bien - digo haciendo lo que me pidió -.

- Usualmente preparaba comida solo para mi, así que lamento si ahora me salió un poco de más... Aún debo acostumbrarme a cocinar para dos - dice dándome un plato y poniendo el suyo al otro lado de la mesa -.

- ...

- ¿Qué pasa? ¿No te gusta? *suspiro* Mira que ser una chica escogida es algo muy ma-

- N- no, no es eso... *sollozo* E- es solo qué... - sin poder contener mis sentimientos comencé a llorar un poco -.

- ¿Eh? Mi- mira pelirroja, no quería lastimarte ¿Ok? Si- siento si dije algo malo - dice preocupada mientras trataba torpemente de disculparse -.

- No... *sollozo* E- es solo que... N- no recordaba la última vez que comía algo hecho en casa - dije con una mezcla de nostalgia y felicidad -. He comido sola por años... a- así que me puse un poco sensible, lo siento - digo secándome un poco los ojos -.

- ¿Eh? *rubor* Mi- mira que al final había una chica sensible debajo de esa cara amargada... *risita* Pues, espero te guste la comida, no cocino para cualquiera ¿Ok?

- A- ¿A quién llamas amargada? - digo aún con una conmoción de sentimientos dentro de mi -. I- igual gracias, quizás no seas tan molesta

Cuando terminé de comer, una gran sonrisa seguía en mi rostro. No me había sentido tan llena en mucho tiempo y además hace años que no comía algo bien balanceado. Al terminar de lavar los platos me iba a disponer a acostarme en el sofá para dormir, pero para mi sorpresa Nico se hallaba acostada allí.

- ¿Hmm? Q- ¿Qué crees que haces? - le pregunto confundida -.

- ¿Yo? Pues quiero probar el sofá esta noche... T- tu cama, es demasiado incómoda, mejor te dejo el sufrimiento a ti

- Pe- pero si es una cama de muy buena calida-

- Solo duerme allí ¿Ok? - dice algo nerviosa -.

- E- espera... - digo recordando como la puerta de la habitación estaba abierta antes de irme -. ¿Me escuchaste cuando hablaba conmigo misma?

- ¿¡Qué!? Pa- para nada... es solo que no me gusta esa cama y ya... ¿Ok? No te hagas ideas raras, solo lo hago por mi ¿Está bien?

- Cla- claro, como digas... Pero mañana vuelvo al sofá ¿Ok? No quiero que duermas en el sofá, es de mala educa-

- De hecho, quizás pida el sofá saltando un día ¿Está bien? - dice ocultando su mirada viendo el suelo -. N- no eres la única que tiene el privilegio de dormir aquí...

- Ni- Nico...

- Bu- ¡Bueno! ¡Buenas noches o lo que sea! - dice acurrucándose -.

- ... *risita* Bu- buenas noches... *y gracias por preocuparte y ayudarme Nico* - pensé, puesto que mi orgullo no me iba a permitir decírselo, pero en el fondo le estaba muy agradecida -.

Quizás en el fondo la juzgué mal, tal vez no sea tan malo vivir con ella un poco de tiempo.