Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia.
Parte III
Todo el mundo se equivoca, por eso le pusieron borrador a los lápices. —Anónimo.
Alice y Rosalie me agobiaron los siguientes días. No sabia ha que prestarle atención, si al vestido que me hacían probar cada dos por tres y al que le hacían arreglos cada vez más escandalosos, o a los consejos sobre ser una experta en bodas; mi cabeza giraba en un torbellino de emociones, un torbellino que no tenía ni pies ni cabeza.
Lo único reconfortante de estos días locos, era ser conejillo de indias para Edward Cullen; no solo por que recordaba con precisión las horas que debía alimentarme, sino por que cada día hacia una comida más deliciosa, aunque alguna veces se rehusaba a que le ayudase, pero yo me daba mis mañas por aprender un poco y tener algunas recetas con que sorprendería a Charles, cuando estuviéramos casados.
Emmett y Jasper parecía que estuvieran estrenando un juguete nuevo, a veces tenía que esconderme detrás de Edward o Alice, para que no me arrastraran a jugar y humillarme con los videojuegos, se reían con estruendo y eso provocaba que me enojara, consiguiendo que se aprovecharan de mi mal carácter que los divertía más aun.
Aun no había planeado cuando visitaría a Charlie, y la verdad me daba un poco de miedo tenerlo frente a frente, tenia mis sospechas de que estuviera enojado conmigo y mi forma particular de marcharme, estaba segura que durante mi ausencia Billy Black debió alimentarle todo esos pensamientos negativos acerca de mi, casi podía escuchar sus duras palabras para que no pusiera un pie en su casa.
Esme y Alice dejaban que les ayudara con la decoración para la boda, en parte las dos vampiras me alentaban a que aprendiera todo cuanto pudiera ayudarme a la mía, desde como podía organizar los invitados (Alice me sugirió que la tía de Charles podía estar en la ultima mesa), hasta un boceto de un hermoso vestido de novia, aunque el vestido ya estaba colgado secretamente en el armario de mi madre.
Edward se mostraba cada vez más feliz, a medida que los días para la boda se acortaban; cuando no estaba en casa de Bella aprendiendo ciertas escenas, entonces lo encontraba en la cocina preparando comida para un batallón, o sino practicando en su piano la nana de Bella, casi podía sentir el amor pululando por la casa de los Cullen, un amor que a todos se le estaba contagiando.
Ahora me encontraba haciendo mala cara al reflejo que me devolvía el espejo, casi me veía saltando al cuello de Alice, quien osadamente entraba al cuarto de Edward cuando me encontraba más grogui, al parecer tenia mi propia diseñadora de imagen y ahora me había casi obligado utilizar un atuendo digno de estar en Wisconsin.
Lance una mirada hacia el cielo que había al otro lado de la ventana, para ser Forks estaba haciendo un día magnifico, así que la vestimenta no estaba acorde, al menos que Alice estuviera planeando llevarme a la cima del monte Olympic y entonces justificaría las botas de gamuza café, que me llegaban a la mitad de la pierna.
— Alice —masculle con cierto resentimiento.
— ¿Me llamabas? —pregunto Alice recargada contra el umbral de la habitación.
Alice tenia una sonrisita de suficiencia marcada en el rostro, realmente le divertía verme de malas pulgas cuando me vestía de esta forma, solté un suspiro y conté mentalmente hasta diez, de nada servía que me pusiera como una energúmena contra mi única aliada en este mundo de locos, así que dejaría que me vistiera como si fuera su maniquí de tamaño personal.
— ¿Vamos algún sitio? —pregunte enarcando una ceja sobre el reflejo—; tengo la ligera sospecha, de que tengo que estar bien presentada para alguien.
— Acertaste —dijo Alice caminando despacio para ser un vampiro—. Hoy visitaremos a Charlie, es su última prueba de vestido.
— ¡Que! —exclame formando un gesto de horror que se materializo en el espejo—. ¿Cuándo pensabas decírmelo? ¡¿Durante el camino?!
— Vamos, cálmate Hannah —dijo Alice sin perder su humor—. A Charlie le dará gusto verte de nuevo.
— ¿Le mencionaste que voy a estar en su casa hoy? —volví a indagar mientras entornaba los ojos en su dirección.
— Bueno —vacilo Alice guiñando un ojo—. Le daremos una sorpresa.
— Si se muere de un infarto, tu serás la responsable —dije cruzándome de brazos.
— Esta bien —acepto Alice—. Te espero abajo, aun hay que hacer unos arreglos al altar, si fuera humana ya estaría agotada.
Alice se alejo de la habitación danzando, dejándome en un estado de rumiar aun más mi poco gusto por ponerme atuendos tan complicados, al final me decidí por recoger mis rizos en una trenza sencilla, no creo que Alice fuera a desencantarse por mi escasa experiencia en materia de peinados, yo tampoco era un salón de belleza andante.
Tome los platos que Edward había dejado para mi, salí de la habitación no sin antes espiar el pasillo que conducía a las escaleras, Emmett me había echo unas cuantas bromas en la madrugada anterior, yo no deseaba que Esme se quedara con otra pieza menos en su vajilla, aunque a ella no le importara comprar una nueva, de todos modos me hacia sentir culpable.
Baje las escaleras con cuidado, aunque las botas fueran de suela baja, siempre tenia cierta reticencia de que el suelo fuera hacerme caer de improviso; ningún vampiro estaba a la vista, Edward había partido para cazar en compañía de Carlisle y según lo que había escuchado el resto había salido la noche anterior, por que Esme los colocaría a trabajar duro en lo faltante de la decoración.
Cuando por fin llegue al primer piso, Rosalie apareció de la nada frente a mí, estuve a punto de tirar los platos por los aires, si la beldad rubia no hubiera sostenido mis brazos a tiempo la vajilla hubiera sido historia; desde mi llegada Rosalie guardaba distancia, aunque se mostraba feliz por mi regreso, parecía recelosa y aunque no lo expresara en voz alta, estaba segura que estaría encantada en hacer un extenso interrogatorio.
— Hola —salude tratando de mostrarme amigable.
— No te preocupes, yo llevo los platos a la cocina —dijo Rosalie tomando los platos de mis manos—. Siento haberte asustado, mi intención no era seguir los pasos de Emmett.
— Supongo que anoche, todos escucharon mi grito —musite avergonzada.
— No lo dudes —dijo Rosalie esbozando una sonrisa—. No te preocupes por cobrársela, Jasper ya se encargo de eso.
— ¿Y no te molesta? —pregunte observándola asombrada.
Rosalie negó con la cabeza y comenzó andar en dirección a la cocina, la seguí esperando tener una conversación más larga, no quería tener roces con nadie en la casa, aunque yo no durara una eternidad, me interesaba saber si Rosalie no me guardaba resentimiento por mi abrupta partida.
— ¿Necesitas algo Hannah? —pregunto Rosalie lanzándome una mirada a través de la cocina.
— Si —conteste con vacilación—. Bueno… Mmm, la verdad me pregunto, si tienes algo contra mi, no me mal interpretes, pero siento algo de distancia entre nosotras y yo se que estas contenta por mi regreso… es solo que…
— ¿Hannah? —dijo Rosalie mirándome con seriedad.
— ¿Aun me guardas inquina por el comportamiento de Emmett conmigo en el pasado? —inquirí con el temor mezclándose con las palabras.
Rosalie soltó una carcajada musical y me hizo sentir mas estúpida e insegura, opte por observar el suelo de la cocina, sabia que era una pésima idea plantearle estos temas a la esposa de Emmett, pero en verdad no quería meterme en líos, si algo me había dejado de enseñanza mi estadía anterior, era que meterse en problemas era un disparate.
— Que cosas dices —dijo Rosalie con un dejo de humor en su voz—. No te guardo ningún rencor, digamos que antes estaba un poco celosa de ver a Emmett comportándose como un niño de cinco años contigo, pero fue una tontería, simplemente me gusta observarte y prefiero quedarme callada, no sabia que te molestara eso.
— De ninguna manera —aclare la equivocación—. Solo estaba preocupada de que no te cayera bien, eso es todo.
— No tienes de que preocuparte —dijo Rosalie regalándome una enorme sonrisa—. Estoy contenta que hayas vuelto, aun con tus metidas de pata y todo, para mi es como si el tiempo no hubiera pasado, de alguna manera traes más alegría a nuestra casa y estoy orgullosa de que no quieras convertirte en vampiro, algo que lamentablemente Bella ha tirado por la borda.
— ¿Ahora se llevaban mejor? —pregunte mientras alzaba las cejas con asombro.
— Podemos decir que si —contesto Rosalie apoyándose en el mesón del lavaplatos—. Ella le salvo la vida a Edward en una ocasión, no me hubiera perdonado si por mi culpa le hubiese ocurrido algo. Pero no se te ocurra decirlo, lo negare todo hasta el fin.
— Mi boca es una tumba —dije cerrando mi boca con un cierre imaginario—. ¿Qué esta haciendo Jasper para torturar a Emmett?
— Te recomendaría que vayas donde están armando el altar —comento Rosalie sonriendo—. Creo que Alice terminara por arrancarles la cabeza.
— Gracias por escucharme —musite mordiéndome el inferior.
— Bienvenida Hannah —dijo Rosalie visiblemente alegre—. Espero que esta vez, le partas algo más que el corazón al chucho.
Salí de la cocina con un punto de vista más optimista, presa de la curiosidad me dirigí hacia donde Esme y Alice se habían pasado los dos últimos días tratando de armar el altar, trate de imaginarme el motivo de por que Emmett y Jasper terminarían sin cabeza, pero realmente no se me ocurría nada, excepto que hayan destruido lo que con tanto trabajo habían construido.
Atravesé el umbral por donde Bella pasaría dentro de unos días vestida de novia, escuchaba algunos murmullos al final del pasillo, también se escuchaba un zumbido agresivo y no dude lo que Rosalie había dicho, hoy los Cullen se quedarían con dos vampiros menos, protegí mis ojos de los rayos de sol que me impactaban directamente, quería ver que desastre habían hecho esta vez.
— Espera cuando esto termine —decía Emmett en un tono amenazante—. Me las vas a pagar Jasper.
— Silencio Emmett —dijo Jasper tratando de no reírse—. La ceremonia va comenzar.
¿Ceremonia? ¿Qué estaba ocurriendo aquí?
— Ustedes dos —dijo Alice con un tono autoritario—. ¡Fuera de aquí!
— Un momento Alice —dijo Jasper con un tono contenido de satisfacción—. Aun Emmett no ha terminado de pagar su broma.
Apresure mis pasos para saber que ocurría y también para escapar de los rayos de sol, al final del pasillo ocurría algo sumamente gracioso; tape mi boca con la mano derecha para no reírme como maniaca, pero realmente Jasper se había pasado con Emmett, ni en mis sueños podía imaginarme lo que estaba presenciando, quería saber como Jasper había obligado a que el musculoso se pareciera más a un novia ruborizada.
Emmett se encontraba con un ramo de flores entre sus grandes manos y un mantel cubría su cabeza a manera de velo, Jasper sostenía un libro entre las manos como si fuera el pastor de una iglesia, Alice observaba a ambos con ganas de arrancarles la cabeza, ya que ambos ocupaban el área de trabajo donde iría el altar, me detuve a unos cuantos centímetros y observe que faltaba una sola persona para humillar a Emmett.
— Ni se te ocurra reírte —dijo Emmett mirándome de mala gana—. Donde lo hagas, te aseguro que te asustare peor que ayer.
— Silencio Emmett —dijo Jasper tratando de no reírse—. La ceremonia va comenzar.
— Falta el novio —dije mordiéndome el labio inferior para no soltar una carcajada.
— Bien, Hannah ¿nos ayudarías? —dijo Jasper indicando el lugar donde iría el novio.
— Basta de juegos —dijo Alice perdiendo la paciencia—. Tengo que armar el altar y luego ir donde Charlie, así que cásense rápido.
Solté una carcajada y Emmett soltó una maldición entre dientes, me coloque frente a Emmett para disfrutar un poco de su humillación, el vampiro me observaba con los ojos entornados y parecía advertirme que hoy en la noche podía irme peor, pero no me amilane y seguí riéndome de su castigo.
— ¿Por qué tengo que hacer de mujer? —se quejo Emmett—. Hannah puede hacer de la novia.
— Nada —dijo Jasper tratando de actuar con seriedad—. Perdiste una apuesta y ahora debes cumplir el castigo.
— ¿Pueden apurarse? —dijo Alice organizando el área—. No tengo todo el día.
— Si —dijo Jasper carraspeando—. Queridos hermanos, estamos hoy reunidos para presenciar la unión de estas dos almas…
— ¿Estas seguro que Emmett tiene alma? —interrumpí con ganas de doblarme por el estomago y reír hasta llorar.
— No me tientes Hannah —dijo Emmett en un tono a punto de explotar—. Puedo hacer que el Coco quede en pañales.
Los siguientes minutos fueron risas. Finalmente Jasper consiguió casar a los extraños novios, pero Emmett no estaba preparado para que retrataran el emotivo evento, conseguí hacer una extraña mueca para el recuerdo y eso fue lo único que consoló a Emmett de su castigo, Jasper había conseguido vengarse de su hermano, nunca hubiera pensado que el converso vampiro me tuviera tanto afecto, como para cobrarse las afrentas como algo personal.
Alice finalmente me puso una tarea, armar los ramos que llevaríamos y también el que Bella lanzaría a las que soñaban con encontrarse un príncipe azul, lleve las flores hacia el interior del a casa buscando un poco de fresco y también de concentración, ver a Emmett arreglando la tarima de baile solo hacia que terminara riendo como nunca lo había hecho.
Organice las flores tratando de recordar lo poco que había aprendido, yo misma tome la decisión de hacer mi propio ramo y había acudido a una floristería que se especializaba en ramos de novias, aunque muchos habían dicho que era una locura de mi parte, para mi era muy importante, quería hacer algo con mis propias manos y también poner un sello personal que nunca olvidaría.
Justo cuando termine lo que consideraba mi obra maestra, el teléfono sonó haciendo ruido por toda la casa, busque con la vista el moderno aparato y casi lo veía saltando en la esquina del salón, me parecía muy raro que nadie con su velocidad vampírica, se ocupara de contestar algo tan trivial y mundano, el teléfono siguió sonando con insistencia, sin embargo, sabia que era de mala educación contestar un teléfono ajeno.
— Hannah —dijo la voz de Alice a lo lejos—, ¿Podrías contestar el teléfono?, si me muevo el altar se viene abajo; Bella no querrá enterarse que una suegra y una cuñada casi la dejan sin casarse.
Casi suelto una carcajada al escuchar aquello, a Bella no le importaría casarse en un potrero, con tal de que Edward fuese el novio. Tome el teléfono, que parecía iba desbaratarse de tanto repicar, me pregunte quien podría ser… ¿Los Vulturis?
— Buenas tardes, familia Cullen —conteste. Aunque hubiera preferido, familia de vampiros.
— Por fin contesta alguien —dijo la voz hiperactiva de una mujer—. ¿Los Cullen contrataron una empleada?, siempre considere por los relatos de Bella, ya sabe la prometida de Edward… en fin, creo que fue la mejor decisión que pudieron tomar, pobre Esme, debe ser muy complicado atender a seis personas a la vez…
Aleje el auricular de la oreja unos cuantos centímetros, por la voz casi podía adivinar de quien se trataba, solo una persona en el mundo podía confundirme con una empleada de servicio, y esa era la madre de Bella.
— ¡Hola! ¿Continua ahí? —dijo Renée cuando volví a escuchar por el auricular.
— Claro señora —conteste tratando de no reírme—. ¿Tengo el gusto de hablar con la madre de Bella?
— Si —dijo la voz alegre de que la hubiera reconocido—. Soy Renée y por favor no me digas señora, se oye tan mayor.
— Esta bien —dije mordiéndome la lengua—, soy Hannah…
— ¡Oh! —exclamó alborozada—. Bella me hablo tanto de ti, siento haberte confundido; pero hace mucho Bella me conto que te habías marchado…
Renée continuo en un monologo en el que solo decía: claro, aja, como no, si, Mmm, no y un encantada de escucharla; cuando al fin pude lograr que terminara su pequeño interrogatorio, llame a Esme para que me relevara, no sabia como Bella podía soportar a su madre, indudablemente la mía era un polo opuesto, a veces había que sacarle las palabras con ganzúa.
Termine de amarar los ramos con delicadeza y los lleve a Rosalie para que los pusiera a una temperatura adecuada, finalmente termine en el exterior donde Alice le indicaba a Jasper algunos movimientos para terminar de decorar el altar y se veía precioso, provocaba envidia casarse de esta forma, ojala pudiera casarme en un sitio al aire libre.
— Hermoso, ¿no? —pregunto Alice sacándome de mis sueños lejanos.
— Has hecho una obra maestra —reconocí—, ¿Cambiaste de idea?
— Ni de broma —dijo Alice con ojos relucientes—. Dejare a Esme encargada y luego nos iremos a casa de Charlie.
No evite hacer una mueca de disgusto, no me atraía en absoluto enfrentarme con un jefe de policía, Charlie iba a echarme de su casa apenas me viera.
— ¿Qué ocurre Hannah? —pregunto Jasper haciéndose un lado para cerciorarse que el altar no se le venia encima.
— Solo temo que Charlie no le de gusto verme —confesé agachando la mirada.
— Tonterías —dijo Jasper de buen humor—. Nadie tendría por que disgustarse, al contrario es un alivio que estés con nosotros, al menos sabemos que no te ocurrió algo espeluznante.
— Gracias Jasper —dije regalándole una sonrisa.
— Entonces, andando —dijo Alice empezando a danzar por el camino—. Tenemos una prueba que cumplir.
Seguí ha Alice rezando mis ultimas oraciones, no sabia lo que me depararía al abandonar la mansión de los Cullen, presentía que algo siniestro e incierto iba ocurrir, bueno no era que exagerara en los posibles escenarios a ocurrir, pero esperaba cualquier cosa si venia de un policía, más, si dicho policía no le daba alegría verme.
Reparé de nuevo en mi vestimenta, mientras nos dirigíamos a casa de los Swan, sabia por Edward que aun Bella no se había atrevido decirle a Charlie que yo me encontraba en Forks, parecía que ella tampoco le entusiasmaba la idea de un Charlie a punto de salirse de sus casillas, así que en mi recaía todo el peso de la sorpresa o quizás de un buen disgusto.
Jugué con los hilos en que terminaba el chal, pensando en las posibles disculpas o quizás debería poner en marcha un extenso monologo, en el que incluiría parte de mi vida real para que Charlie no sufriera un pequeño infarto, moví el pie con impaciencia mientras más nos acercábamos a su casa, por el camino pude observar la foto de Jacob mirándome acusadoramente.
— Charlie debe guardarle un afecto muy especial —comente rompiendo el silencio en el auto.
— Siempre le debe unas cuantas — manifestó Alice mirando las fotos de Jacob que adornaban hasta los arboles—. Él curo las heridas de Bella, supongo que por eso goza de una mejor posición que Edward.
— Sin embargo, Bella lo eligió a él —dije sintiendo lastima por los sentimientos del lobo—, debe estar pasándola fatal.
— Supongo que si —musito Alice—. Pero tú puedes consolarlo, por algo te eligió a ti primero.
Guarde silencio de nuevo, yo no había venido en son de consolar a nadie y mucho menos a Jacob, él había elegido un camino después de que me había marchado, él ahora amaba a Bella, así que dudaba enormemente que sus sentimientos cambiaran de la noche a la mañana, así que verme o no verme no cambiara en nada su situación, él estaba enamorada de otra mujer y ahora yo era una persona totalmente diferente.
Alice parqueo el auto con suavidad, entonces mi estomago empezó a retumbar como un tambor que iba hacia la guerra, removí el chal y organice los cabellos que se salían de la trenza, me estruje las manos y lance una ultima plegaria en la mente, que pasara lo que Dios quisiera, solo esperaba no tener que darle malas noticias a Bella y al pueblo de Forks, a nadie le haría gracia que la ley del pueblo muriera por culpa de una inesperada visita.
— Cálmate —me recomendó Alice al verme palidecer—. Charlie no hará nada en tu contra.
— ¿Te has equivocado alguna vez? —inquirí tratando de calmarme.
— Algunas veces —contesto Alice sacando de la parte trasera del porsche el vestido de Charlie—; esta vez no me equivoco, anda que nadie te va comer viva.
Camine detrás de Alice, presintiendo que en cualquier momento tendría que salir a correr, solté un suspiro angustiado, en mi vida había enfrentado muchas pruebas y para mi ver a Charlie, luego enfrentarme a Jacob, me parecía la más aterradora de todas, para mi no había un redimir, para mi habrían acusaciones y no dudaba que duras palabras.
Alice casi se balanceaba del buen humor frente a la puerta, en comparación conmigo ella parecía estar en el paraíso mientras yo me disponía a hospedarme en el purgatorio, mientras esperábamos a que Charlie atendiera, estuve tentada a salir pitada hacia el otro extremo del poblado y enterrar mi cabeza como lo hacían los avestruces, de ese modo nadie me acusaría en lo más mínimo.
Unas risas se aproximaban con lentitud, entonces supe que lo peor estaba por suceder, mire ha Alice en una muda suplica por que me dejara ir, antes de que pudiera expresar en voz alta mi petición, la puerta se abrió con lentitud y casi podía sentir el horror que describía Stephen King en sus novelas, agarre el borde del chal con todas mis fuerzas y me abandone a las consecuencias de mi castigo.
Hola a todos los lectores de este fic, espero que se encuentren bien y que hayan pasado unos encnatadores dias, esperando que yo actualizara o es su defecto con ganas de ahorcarme por la demora. Antes que consideren esa posibilidad, dejenme decirles que estoy muy contenta por todos los ensajes que he recibido a lo largo de los capitulos anteriores, faltaban 29 para completar la centena, vaya ni en el anterior fic habia recibido una respuesta tan rapida y en verdad estoy muy agradecida con cada uno de ustedes.
Yo se muchas tiene una cantidad de preguntas en torno a esta historia, primero Malla Chan esta preocupada por si a Hannah se le paso la mano tomando pastillas, me encnataria darte una respuesta y gracais por lo de extraña a mi tamben al principio me parecia algo estrafalaria, bueno no puedo darte una respuesta por que se perderia el encanto antes de tiempo y ultimamente parece que me fascina el suspenso.
Priscilla preguntaba que ha pasado cono esto de Luna nueva y yo se muchas tambien lo estan planteando, pero yo les pido paciencia he soltado algunas postas acerca de la situacion y lapso entre crepusculo y amanecer, quisiera darles una respuesta satisfactoria, pero no puedo, esas pequeñas dudas las resolveram ucho más adelante, asi que paciencia.
Dessie, en cuanto la "conciencia de Hannah", pues la verdad no puedo, ay chicas con esas preguntas me troturan, quisera decirles todo, pero debido al a fidelidad de mi estilo esta bajo secreto de estado, todo cuanto se refiera al desarollo de la historia, ¿Los Vulturis?, encarnan la parte villana de esta historia, asi que tal vez hagan una pequeña visita a Hannah...
Hanna claro que tu tocaya crecio pero digamos que experimenta algo que nos pasa cuando estamos jovenes y es que cuando estamso en los 20 parece que tuvieramos menos edad y ellos menos Alice, piensa que ella tiene su misma edad, bueno creo que explicare eso más adelante y otra persona pregunta si no seria más dificil esconder que sabe todos los sucesos, claro va ser dificil y por esos cuenta con nuestra querida Alice como apoyo y no digo más
Creanme que la reaccion de Jacob hace eones que la escribi, incuso mientras se desarrollaba Perdida en Crepúsculo y es que desde esas semanas ya escribia retazitos pequeños para no olvidarme, es ue tengo tantas ideas que toca escribirlas por que me llegan por partes de la historia, asi que nos faltan por lo menos tres capitulos para su encuentro, o eso creo yo, si nada en mi imaginacion alarga ese encuentro.
Bueno ahora si me voy, eperando que les haya gustado este capitulo, nos veremos en una proxima actualización, a todas estas, ¿Cómo creen que reaccionara Charlie cuando vea a Hannah?
Hasta una proxima actualización, Hasta entonces...
Kathyarius
