Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia.


Parte VII

Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud. —Publio Terencio Afer

Los pies me dolían y quería lanzar los tacones agujas a la Conchinchina, no se como Alice podía aguantarse semejante tortura, caminaba por toda la fiesta preguntando a los invitados si están satisfechos o si querían algo adicional, no me había movido de la mesa donde estaban los hermanos Cullen, tampoco deseaba hacerlo, menos cuando Mike trataba de perseguirme por la pista de baile.

La boda había sido un evento extraordinario, claro contando que no todos los días un Cullen reside en esa parte del mundo. Todos los invitados habían desfilado frente a los novios para felicitarlos, incluyendo a los primos provenientes de Alaska, muchos huían cuando se acercaban y yo no era la excepción, incluso estaba muerta del miedo observando a Eleazar.

Aunque Edward había dicho que respetaban la vida humana y consumían sangre de animales, no pude evitar estremecerme cuando fui presentada, Tanya y su hermana se mostraron curiosas ante mi inclusión al clan Cullen, no como una humana deseosa de querer vivir una eternidad, sino como una humana que quería seguir siendo mortal.

Carmen había encontrado divertida mi presencia, parecía que yo era una especie de secretaria, tal como sucedía en el clan de los Vulturis, pero a diferencia de ella, yo no deseaba formar parte de la inmortalidad, la sola idea me aterraba, además había encontrado mi propio camino en el mundo, ninguna promesa de riquezas y larga vida podía apartarme de mi decisión.

Los demás se habían ido a bailar, me encontraba sola en la mesa sobando mis adoloridos pies, aun no había bailado con el novio, parecía que todas las mujeres querían disputar una pieza con Edward, a excepción de Ángela que estaba muy a gusto con Ben; no había querido acercarme a la mesa donde los quileutes departían, aun sentía una especie de barrera que me impedía sentirme a gusto, esa barrera tenia nombre y apellido: Jacob Black.

Nadie había hablado de él durante el día, pero estaba segura que lo harían en unas cuantas horas, observaba intranquila el paisaje, en cualquier momento desaparecerían los novios y ocurriría lo inevitable, Jacob sufriría una vez más por las decisiones de Bella, pero a la misma vez me parecía una hipocresía de su parte hablar de Edward como un monstruo, cuando los humanos también cometíamos atrocidades peores y más infames.

— Hola, ¿puedo sentarme? —dijo la voz de un adolescente

Si no hubiera estado tan adolorida, de un salto me hubiese levantado debido al susto, pero ni siquiera tenia ánimos para asustarme, lo único que deseaba era abrir un agujero en la tierra y enterrarme en el; levante la vista para observar al inoportuno, efectivamente era un adolescente con una grande y amplia sonrisa, además de alto y de aspecto desgarbado, se parecía un poco a Jacob y ya sabia de quien se trataba.

— Claro Seth —dije señalándole un asiento que estaba desocupado a mi lado.

— ¿Cómo lo has sabido? —preguntó sentándose con rapidez—. Creí que solo Edward podía leer la mente.

— Así es —susurre mientras masajeaba mis pies—. Supongo que ya todos saben quien soy.

— Bueno… tienes razón —dijo un poco avergonzado—. No puedes escaparte de los pensamientos de los demás.

Solté un gemido lastimero, ojala que Jacob no hubiera estado pensando cosas impropias o recreado nuestro ultimo encuentro, ni tampoco me sentiría cómoda que me observaran como una traidora, que mal inevitable lo de ser lobos, tenían que estar compartiendo sus pensamientos con todos.

— No te preocupes —dijo Seth animándome—. Nadie se acuerda de eso.

— Eres un mal mentiroso —masculle deseando tener el cuello de Jacob entre mis manos—. ¿Es genial ser la comidilla de todo un pueblo?; lo siento, gusto en conocerte, soy Hannah, aunque ya me imagino que la Push entera lo sabe.

— Hemos escuchado un poco —reconoció Seth encogiéndose de hombros—. Jacob te tiene un gran aprecio, decía que eras la loca de remate más genial.

Solté una carcajada al escuchar eso, era como evocar recuerdos de un pasado demasiado lejano, todos aquellos días que había pasado en su compañía me parecían haber sucedido hacia un siglo; de un golpe me llego las expresiones que había acumulado con los años, la sonrisa traviesa que bailaba en su rostro, el salto del acantilado, el rostro avergonzado y el beso que jamás debió suceder entre nosotros.

— Escuche que se había ido —comente—, ¿sabes cuando va volver?

— Nadie lo sabe —respondió Seth mirando hacia el horizonte donde las parejas bailaban animadamente—. Creo que si sabe que estas aquí, no dudaría en regresar.

— Lo dudo —dije soltando un suspiro—. Quizás se quedaría donde esta, no creo que le de gusto verme de nuevo.

Un carraspeo interrumpió la conversación que estábamos sosteniendo, fruncí el cejo molesta por la osadía de algún invitado a la ceremonia, había que ver lo que hacían por molestar la vida y conversaciones de otros, cuando me fije en el hombre que había carraspeado, fruncí los labios más molesta aun, ¿es que no entendían el concepto de no grato? ¿Acaso mis travesuras habían sido perdonadas con facilidad?

— ¿Me permites una pieza? —dijo Mike Newton con un galanteo que me producía nauseas.

— No, gracias —dije tratando de no mostrarme descortés—. Estoy a gusto charlando con un nuevo amigo, así que devuélvete por donde viniste.

Newton frunció el cejo y le lanzo una mirada asesina a Seth, si tan solo supiera lo que era, lo vería corriendo lo más rápido que le permitieran sus torpes pies, sin embargo, Mike parecía no darse por vencido y arqueo una ceja en busca de la respuesta de mi rechazo, que chico tan tozudo era, parecía que Jessica no le bastaba, que tenia que echarle ojo a cualquier mujer que recién se mudara al pueblo.

— ¿Te gusto ver mi cara todos los días en tu tienda Newton? —pregunte torciendo una sonrisa satisfactoria.

Mike entorno los ojos en mi dirección, luego abrió los ojos como si fueran dos platos pequeños para té, entonces comprendió todo y apretó los puños hasta que los nudillos se le volvieron blancos, esperaba que en cualquier momento estallara de la indignación, su cara fue subiendo cada vez más de tono y el rojo no combinaba con su vestimenta.

— ¡Entonces era verdad! —dijo con indignación—. Te atreviste a volver.

— Es un gusto volver a verte también —dije sin abandonar mi sonrisa—. Vaya Newton, no has cambiado en nada.

Seth intercambio miradas entre Mike y yo, esperando intervenir si era necesario, yo me basta sola para poner a semejante espécimen en su lugar, Mike no había podido conmigo y nunca lo haría, parecía haber recuperado la confianza que yo había echado abajo como un castillo de naipes.

— Ya me estoy aburriendo —dije bostezando un poco—, ¿Quieres bailar Seth?

— Claro —dijo Seth divertido viendo la cara de Mike—. Aunque me perdonaras si te piso los pies.

— No he terminado contigo —resoplo Mike rojo de la irritación.

— Mira, yo no hablo con nabos insolados —dije apartándolo del camino—. Además, no ha sido un placer verte, ha sido una tortura.

Seth y yo nos alejamos de un Mike bastante indignado, además con signos de quererme borrar de la faz de la tierra, el chico me veía como si fuera una heroína que había rescatado un gatito de un árbol muy alto; nos dirigimos a la pista de baile para mezclarnos con los demás invitados, no me apetecía en lo mas mínimo que Mike me persiguiera por todo el lugar, tratando de amargarme la existencia.

— ¡Ha sido genial! —exclamó Seth maravillado—. Nunca había visto a una chica comportarse de ese modo, aunque mi hermana suele ser un poco…

— ¿Mal carácter? —pregunte con una sonrisa—. Todos pasamos por malos momentos, perdón por lo que escuchaste; Mike me saca de mis casillas, ¿Jacob no te ha contado lo que le hice?

— Un poco —dijo Seth deshaciéndose en sonrisas—. ¿Entonces fue verdad lo de la cafetería?—asentí mientras tratábamos de seguir el ritmo de la canción—. Pensé que Jacob estaba exagerando.

— Para ti, Jacob es un héroe —comente mientras tratábamos de ser más coordinados.

— Jake es genial —dijo con los ojos brillantes de adoración—. Aunque algunas veces suele ser cabezota, pero es un buen chico.

— Lo se —dije observando a los demás con nostalgia—. Ojala regrese pronto.

Continuamos en la pista durante dos canciones más, nunca había bailado con un metamorfo pero lo hacia bien, Mike trataba por todos los medios seguir con la discusión de hace unos instantes, pero Seth y yo torcíamos cada vez que aparecía con Jessica cerca, tenia ganas de hacerle señas a Emmett para que le diera una lección, pero debía comportarme, era la boda de Edward y Bella, no merecían que yo les echara a perder un momento tan especial como era este.

— ¿Me permites Seth? —dijo una voz aterciopelada, interrumpiendo la tercera pieza que íbamos a bailar—. Le debo un baile, a esta hermosa dama de honor.

Sentí que me sonrojaba hasta el dedo gordo de los pies. Seth le concedió el turno a Edward, comenzamos a movernos por la pista de baile y un sentimiento extraño se clavo en mi pecho, tenia la sensación que era mi propia boda y Edward representaba el papel que debía ocupar un padre en la boda de su hija, yo nunca tendría la satisfacción de bailar con mi padre, nunca lo había conocido y moriría sin saber quien era.

— ¿Por qué lloras? —pregunto Edward limpiando dos lágrimas que brotaban de mi ojo izquierdo.

— Todo el mundo llora en las bodas —conteste tratando de espantar ese sentimiento tan abrumador—. Es una tradición.

— Tú nunca sigues las tradiciones —dijo Edward torciendo con delicadeza a un par de bailarines—. Cuando lloras, lo haces por un motivo poderoso. ¿Qué sucede?

— No me hagas caso —dije observando sus orbes doradas—. No quiero arruinar tu día por culpa de mis locuras; espero que estés pasando un rato muy agradable.

— Creo que alguien me esta siguiendo los pasos —murmuro Edward—. Es por Mike Newton ¿cierto?, sus pensamientos son insoportables; además que muchos están admirando, la buena elección del vestido de la desconocida dama de honor.

— Es culpa de Alice —me defendí—. Al menos ya somos cuatro inconformes, no sabes lo incomodo que resulta este tipo de trajes.

Edward torció una sonrisa que me contagio, resultaba tan natural estar bailando con un vampiro, no tenia necesidad de hacer mucho esfuerzo por moverme, Edward se encargaba de casi todo el baile, no sabría que hacer el día que fuera el baile de los señores Taylor, de seguro haríamos un gran ridículo. El baile termino pronto y comenzó una canción muy lenta, no tenía deseos de sentarme en la mesa, estaba segura que Newton no descansaría hasta echarme en cara lo reprimido que estaba, sin embargo, Edward continuo bailando y Bella paso a manos de otro invitado.

— ¿Estas nervioso? —pregunte logrando que posara su atención en mi.

— Un poco —confeso moviéndose con sutileza—. A veces siento que estoy cometiendo un grave error, le arrebato una posibilidad y yo solo quiero que sea feliz.

— Ella ya es feliz —dije con seriedad—. Y no le estas arrebatando nada, nunca lo harás Edward; en un futuro no muy lejano, recibirás un enorme regalo y tendrás que aceptarlo, aunque la idea te mortifique demasiado.

— ¿Sabes? —dijo mirándome con profundidad—. Suenas como una completa chiflada cuando dices eso, no obstante, he aprendido algo de ti.

— ¿En serio? —inquirí sorprendida—, ¿Qué puedes aprender de mi?

— Muchas cosas —contesto Edward con un tono serio—. Una de ellas, es la verdad apareciendo de una manera inesperada, ¿te acuerdas de la pequeña discusión que tuvimos la última vez que hable contigo?

— Como olvidarla —dije en sentido irónico.

— Tengo una pequeña teoría —continuo pasando por alto mi comentario—. Creo que en realidad eres una alienígena en potencia.

Solté una pequeña risita, Edward era tan impredecible como su esposa, parecía que había estado dándole vueltas aquella conversación durante meses; negué con la cabeza y continúe en silencio, aunque viendo desde la perspectiva de esta historia, yo había aterrizado cambiando algunas cosas.

— No se lo digas a nadie —susurre—. Su primera acción, será llevarme ante el gobierno para que me estudie como una rata de laboratorio.

— Mis labios serán una tumba —aseguro Edward con una sonrisa.

Continuamos bailando en silencio, hasta que Jasper nos interrumpió con un suave carraspeo.

— Creo que eres la sensación de la fiesta —comento Edward pasando mi mano a Jasper—. Todos van a querer bailar contigo, pero no te preocupes Jasper los espantara.

— Gracias —dije esbozando una sonrisa.

Jasper tomo el lugar que Edward había ocupado, nos empezamos a mover esquivando a los alegres bailarines que iban arrasando con la pista, los Cullen era unos anfitriones envidiables, disfrutaban de la fiesta mezclándose con los invitados, sin que ninguno cayera en peligro de volverse un canapé, eran afortunados que los vampiros fueran vegetarianos y que los lobos no eran antropófagos.

— ¿Estas divirtiéndote? —pregunto Jasper esquivando por un pelo al pesado de Newton.

— No sabes cuanto —conteste lazándole una mirada entornada al fastidioso de Mike—. ¿Qué tal el ambiente? ¿Demasiado festivo?

— Mucho —dijo Jasper mirando en diferentes partes—. Aunque algunos parecen estar mortificados.

— Ya me imagino quien —dije observando a los lejos como Jessica quería asesinar con sus ojos a su pareja.

— Pareces preocupada —comento Jasper analizando mi rostro impasible.

— Es que lo estoy —confesé mordiendo mi labio inferior—. Jacob estará aquí en cualquier momento y me preocupa su reacción.

— ¿Por Bella o por ti? —indago Jasper lanzando ahora una mirada calculadora a los nuevos señores Cullen.

— Por ambas —conteste soltando un suspiro—. No va salir nada bueno de esto, lo mejor será estar preparados para cualquier eventualidad.

Iba agregar algo más, pero en ese mismo instante, Edward y Bella comenzaron una serie de vueltas que los alejaba cada vez más de la pista iluminada, cualquiera que no supiera lo que iba suceder, se hubiera tomado ese alejamiento como un producto de lo ansiosos que estaban los casados por irse a su luna de miel. Pero yo sabia que el regalo de boda sorpresa ya había llegado.

Mis músculos se tensaron instintivamente, al saber que Jacob Black estaba muy cerca de mí sin saberlo, trate de imaginarme que cara pondría al verme aparecer de la nada frente a él, era como si el tiempo se hubiera devuelto y volvía a ser aquella Hannah que se había sentido tan incomoda por un beso robado; una sensación de aleteo se alojo en mi estomago, demostrando que estaba muy nerviosa y quien no lo estaría con semejante situación, parecía que mi vida estaba destinada a sufrir de riesgos catastróficos.

Estaba preocupada, había observado a Edward y Bella deslizarse con más rapidez hasta que se perdieron de vista, después de unos angustiosos minutos, el recién casado había vuelto para bailar con Rose, sabia perfectamente lo que iba ocurrir y de solo pensarlo, todo mi cuerpo estaba lleno de ansiedad.

— ¿Pasa algo? —pregunto Jasper sacándome de un espiral oscuro—. Estas ansiosa.

Por un momento había olvidado que bailaba con Jasper, esboce una sonrisa nada convincente, tenia que hacer algo, antes que se enfrentaran en el más absoluto silencio.

— ¿Podríamos ir hacia donde Bella despareció? —sugerí con una mirada cargada de ansia.

— Eso será fácil —aseguro Jasper con una sonrisa.

En medio de vueltas, nos fuimos alejando cada vez más de la pista de baile, no muchos estaban pendientes de nosotros, excepto el clan de Denali que comenzó a palidecer, aunque ya de por si eran bien blancos, seguramente estaban pensando que yo seria la cena de Jasper; en pocos segundos, Jasper me ayudo a encontrar el sitio exacto de la disputa.

— ¡Ay Jake! ¡Vete! —exclamó Bella en la oscuridad.

— Procura que nadie se entere —le masculle a Jasper.

Puesto que yo no tenía vista nocturna, atisbe en la oscuridad el vestido de la novia que se sacudía de forma violenta, entonces supe que lo inevitable iba suceder y que mi intromisión iba transformar las cosas de forma radical.

— ¿Bella? —pregunte hacia la oscuridad.

— ¿Quién es? —pregunto la voz de Jacob bajando la agresividad.

— ¡Oh Hannah! —pronunció Bella tambaleándose hacia mi.

Un jadeo atropellado resonó en la oscuridad, sentí los dedos de Bella aferrarse a mi antebrazo, como si el fuera un bote de salvavidas; los bichitos que habían estado aleteando en mi estomago, se desbordaron hasta que mi boca quedo aun más sellada de lo que estaba.

— ¿Estas bien? —pregunte ansiosa—, ¿no te hizo daño?

— Estoy bien —contesto Bella con la voz ahogada.

— ¿Hannah? —pregunto Jacob con un tono de estar tanteando un peligroso terreno.

— Si, he vuelto —dije a una alta figura que se perfilaba en la oscuridad—. Has crecido mucho en estos años Jacob.

Un silencio continuo, parecía que las palabras no alcanzaban para expresar la sorpresa; me hice una nota mental, la próxima vez no haría apariciones de esta manera.

— Vuelve con tu esposo Bella —sugerí—, yo me quedo con Jacob.

— No quiero dejarte sola —altercó Bella aferrándose más a mi antebrazo—, no sabes lo que es ahora.

— Lo se —la tranquilice. Aunque era un caso perdido, Bella temblaba de pies a cabeza—. Jacob es un licántropo.

— Esos chupasangres… son unos chismosos —soltó Jacob con bastante amargura.

— Ya sabia lo que pasaría —replique frunciendo el cejo. Pero nadie entendería lo que en verdad sucedía, primero me tildarían de haber perdido completamente la razón—. Edward me lo oculto todo este tiempo, no quería decirme nada y cuando preguntaba por ti, lo único que recibí fue evasivas.

Un ruido de pasos, me alerto que los vampiros en cualquier momento entraría en esta disputa; aunque estaba un poco enfadada con Jacob, no podía apaciguar los bichitos que estaban aumentando cada vez más, ¿acaso esto nunca se iba acabar?, consolé mi lógica con el pretexto de la incomodidad de un amor no correspondido, ¿a quien engañaba?, me daba gusto saber que había sobrevivido a mi desaparición.

— Bella —dije dulcificando el tono de mi voz—, vuelve a tu fiesta.

— Pero… —insistió Bella.

— Bella —dije con un más fuerza de la requerida—. Si no te vas, aquí va correr sangre o quieres, que todos se enteren de la existencia de vampiros y hombres lobos.

— Esta bien —accedió Bella rindiéndose ante mi lógica.

— Que tenga un buen viaje —le desee, sabiendo que llegaría tarde para verlos partir—. Dile a Edward, que me alegro de todo corazón por su unión.

— Adiós Jake —se despidió Bella.

— Adiós Bells —dijo Jacob en un tono triste.

Bella desapareció en la oscuridad y se unió junto con Edward a los animados bailarines, observe a los indefensos invitados, ignorantes de una realidad mágica. Mordí mi labio inferior nerviosa, por un momento pude sentir que la temperatura subía demasiado grados, no sabia si era imaginación mía o Jacob estaba a punto de sufrir un incendio espontaneo.

— Pensé que no te volvería a ver —comento Jacob rompiendo la tensión de la ambiente.

— Tampoco yo —confesé, alegrándome de haber dejado el anillo de compromiso en la habitación de Edward—. ¿Cómo has estado?

— No muy bien —respondió con un tono seco—. Hoy se caso Bella y ya no puedo impedir su transformación.

— Siento mucho que sufras de un amor no correspondido, más por la esposa de un vampiro —comente tratando de sonar lo más natural posible.

— Mira quien lo dice —repuso Jacob esbozando una sonrisa—. ¿Vienes conmigo?

— Pensé que nunca lo dirías — repuse tomando aire.

Jacob sonrió quedado en la oscuridad, antes de que pudiera reponerme, unas manos acaloradas me sujetaron de la cintura y con un movimiento rápido termine en su espalda desnuda. Lo siguiente que sentí, fue el viento azotando mi cara y haciendo volar partes de mi vestido, sentiría pena por la situación, pero lo único que me importaba era alejar a Jacob y consolar su pena, curar las heridas que antaño yo misma había provocado.

La carrera se detuvo en la mitad de un espeso bosque, no tenia la menor idea de donde nos encontrábamos y lo único preocupante, era que los demás miembros de la manada aparecieran, echando por tierra mis intenciones.

— Quédate aquí —dijo Jacob dejándome en suelo firme—. No me demoro, así que no te muevas.

Jacob se interno en unos matorrales, dejándome en las más absoluta penumbra, mentiría si dijera que no tenia miedo, estaba aterrorizada de que alguien me comiera o un vampiro indeseable le diera por hacer una visita sorpresa. Frote mis brazos, tenia mucho frio y no se me había ocurrido traer un chal, el movimiento en la espesura me puso los pelos de punta, no tenia nada con que defenderme, excepto los tacones aguja que dejarían tuerto a un enemigo.

— No te asustes —musito Jacob—. Supongo que este sitio no es para nada romántico.

— ¿Dónde estamos? —pregunte vislumbrando un claro.

— Aquí fue donde peleamos con los neófitos —respondió Jacob acercándose a mi.

— ¡Oh! —exclamé dando traspiés hacia el claro—. ¿Soldaron tus huesos?

— ¿Cómo sabes eso? —inquirió Jacob sosteniéndome para no tropezar en la oscuridad.

— He estado pendiente de todos ustedes —conteste llegando al claro con ayuda de Jacob—, aunque no lo creas

— En cambio no hemos sabido nada de ti —recrimino el lobo—, ¡Meses sin saber por que te fuiste!

Ya me imaginaba un reclamo de este tipo, luego vendrían las acusaciones, que por mi culpa Jacob había encontrado consuelo en brazos de Bella y viceversa, también seria culpable de que se hubiera enamorado de la chica vampiro.

— Tenia que irme como llegue —conteste tratando de no perder la serenidad—. Pertenecí por muchos años al programa de protección a testigos, que aprendí a irme sin dejar rastros.

— Tenia derecho a saberlo —dijo Jacob empleando un tomo mordaz—, me dejaste con el corazón partido.

— Siento mucho lo sucedido —me disculpe—. Era mejor así, no quise que te enamoraras de mí.

— Es demasiado tarde para una disculpa —gruño—. Ahora, llegas meses después como si nada hubiera sucedido.

Abrí mi boca para protestar, pero los labios de Jacob ahogaron mi protesta con fiereza, su boca estaba ardiendo de desesperación y dolor, me estaba besando llevado por el despecho; lo sentía, pero cuando dije que lo consolaría, no seria de esta forma.

— ¡Suéltame! —proteste separándome un poco.

— No —contradijo Jacob volviendo a besarme.

Luche con todas mis fuerzas, pero sus brazos me tenían aprisionada, dándome pocos espacios para librarme, tras unos segundos, su carácter se rindió y se separo de mi; con mi mano y sabiendo que no le haría nada, le propine un bofetón que ni siquiera le dejo marcas en la mejilla.

— ¡Eres un bruto! —dije indignada.

— La perdí —sollozó Jacob dejándose caer en la tierra y abrazando mi cintura—, la perdí Hannah.

Sentí la lagrimas desbordarse por mis ojos, Jacob sufría de una enorme pena, como si le hubieran anunciado que toda la reserva de los quileutes había sido exterminada; me agache a su altura y refugie su enorme cuerpo entre mis brazos, nunca había sido buena para consolar a la gente, por lo general terminaba hiriéndolos con comentarios insignificantes.

Así que deje desahogarlo en mi regazo, dejaría que llorara hasta su ultima lágrima por Bella, por un futuro que jamás tendrían juntos y un amor que a duras penas había sido reconocido; las lagrimas se derramaron silenciosamente de mis ojos, a mi no me dolía nada del asunto concerniente a la boda, lo que me dolía era que todo se pospondría y mi propia boda, yo misma había echado a perder, como todo a lo largo de mi vida.


Hola a todos los lectores de este fic, espero que hayan pasado unos encantadores dias durantes mi ausencia. Quiero agradecer todos los mensajes que dejaron en el capitulo anterior, asi como tambien a los lectores anonimos que yo se muchos, tambien a los que me pusieron en sus favoritos y los que optaron por las alertas, muchisimas gracias por todo ese apoyo que me han demostrado, y gracias por los 158 mensajes que hemos acumulado, cada uno es muy especial para mí.

Bien, el esperado encuentro entre Hannah y Jacob ¿Les ha gustado?, me gustaria que pusieran una carita feliz en sus mensajes al que se imaginaba o sospechaba esto :) Pues yo lo pensaba dejar hasta la parte donde Jacob llora, pero quedaba muy corto y la verdad que ya llevo muchos acumulados de cortos en esta historia, aunque el capitulo iba más extendido, pero decidi cortarlo por que a continuacion viene algo que de seguro muchas querrian ahorcarme xD, jajajajame estoy riendo del suspenso, ¿alguien puede imaginarse que he cortado?

Sesión de Preguntas y Respuestas: Malla-chan -adore tu mensaje-, ha sugerido algo interesante, pero no se alarmen ella quiere ver un encuentro entre dos chicas con caracter como lo son Hannah y Lea, te aseguro que ya he escrito algo y va ser fenomenal, no digo más; Mara pregunta que clase de amor hay entre Hannah y Edward, pues bien y para que no hayan mal entendidos por hace dos capitulos, ellos son una especie de hermanos con un padre incluido, Hannah lo ve asi cuando baila con el vampiro; Nellycullen pregunta si la manada saber acerca de Hannah y que pensaran de ella, bueno lo veremos en proximos capitulo, tengo que hacer algo con Hannah mientras los tortolitos se van de luna de miel. Cerrada la sesión.

Ahora si me voy, agradeciendo sus comentarios y esperando que les haya gustado este capitulo al que no puede resisitir alargar tanto la actualización, bueno nos veremos y por favor no se queden hasta tarde leyendo y eviten los castigos, aprecio lo que hacen por mi dedicando parte de su tiempo, peor no me gustaria que se metieran en problemas por esto, no me gusta que castiguen a la gente y menos por esto.

Nos veremos en una proxima actualización... Hasta entonces.

;) Kathyarius