Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia.
Parte XIV
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. — Buda
Oh si, la vida últimamente me estaba dando muchas sorpresas, parecía que ella se empeñaba en colocarme en los sitios que yo más quería evitar, como si no fuera más difícil con todo lo que estaba sucediendo, lo único que faltaba era que Alice hubiera apoyado a Edward para que yo fuera a la Push, sabia que algo tramaba ese par de hermanos y no era difícil imaginarse el por que, querían que rondara a Jacob para minimizar el dolor que le provocaría esta situación.
¿Y yo que?, se les olvidaba que yo también tenia sentimientos y que odiaba estar lastimando a la gente que no se lo merecía, bueno, aunque Jacob se merecía muchas cosas y yo ya me había encargado de herirlo una vez más, pero Jacob parecía más resistente que una roca o quizás estaría haciendo competencia con Edward, a ver cual de los dos era el más cabezota.
Si, ambos eran los mayores cabezotas del mundo y parecía que yo les estaba siguiendo de cerca, por que al igual que ambos, yo podía ponerme demasiado dura en mi posición, por eso Edward tuvo que recurrir Alice para salirse con la suya, pero no había sido tan fácil convencerme que debía ser cortés con Jacob, yo quería verlo suplicándome perdón por insinuar cosas que no eran y él único que había estado de acuerdo conmigo, como siempre era Emmet.
Así que aquí estaba, manejando la Ducati de Jasper, acercándome cada vez más a la casa de Jacob y a esa distancia, podía escuchar las carcajadas de varios hombres, para colmo de males, ahora los lobos estaban en su casa, no podía ser mayor mi humillación y lo único que pedía era que Leah no estuviera presente en la pequeña reunión.
Acelere un poco más, para acabar con el pequeño suplicio que me tocaba aguantar, así que en menos de lo que pensé, visualice a la mayoría de la manada de quileutes que estaban reunidos con Jacob, todos se tensaron al mismo tiempo, seguramente la moto debía olerles a efluvio de vampiro y no tardarían en transformarse, para tirarme de la moto pensando que yo era un Cullen, aunque a decir verdad ya me consideraban otro vampiro del clan.
— Un momento —atajo Jacob a un chico que por las descripciones parecía ser Jared—. No es un vampiro, es un humano.
— Humana para ser exactos —corrigió Seth ensanchando su sonrisa—, es Hannah.
— Por favor —mascullo Jared frunciendo el cejo.
Detuve la moto a escasos palmos de los lobos, sin mucho esfuerzo había logrado ser el centro de atención y la verdad no me estaba gustando mucho que digamos, no cuando cada uno tenia una expresión tan diferente en su rostro, Sam y Paul me observaban con recelo, Jared con cautela, Embry y Quil observaban a Jacob con expectativa, Seth se le notaba que le daba alegría al verme, al contrario de Jacob que me observaba con seriedad.
Cuando me quite el casco solté un suspiro, todos tenían los ojos desenfocados un poco, como si nunca hubieran visto una Ducati manejada por una mujer, entonces Paul soltó una enorme carcajada que rompió todo la tensión del momento, provocando que frunciera el cejo por su extraño comportamiento, a decir verdad, yo siempre había considerado que ser lobo hacia que perdieras los tornillos con más facilidad que otros.
— Cálmate Paul —dijo Jacob cruzándose de brazos—; caray, no se como te soporta mi hermana.
— Podrías preguntarle a tu hermana —sugirió Seth esbozando una sonrisa—, aunque no estoy seguro que te guste su respuesta.
— Puaj —dijo Jacob haciendo un gesto de asco—, prefiero omitir ese tipo de detalles.
— Que educación –comento Sam adelantándose unos pasos en mi dirección—, supongo que tendré que presentarme por mi mismo. Soy Samuel Uley, gusto en conocerte chica vampiro.
Sam estiro su mano en mi dirección, la observe unos segundos antes de estrechársela y al igual que Jacob, su mano era caliente como si fuera una sartén que comienza a calentarse, el líder de la manada esbozo una sonrisa, seguramente esperando que dijera algo sobre la alusión chica vampiro, no me enfadaba aquello, de algún modo las etiquetas eran algo difícil de quitar.
— Igualmente —dije esbozando una sonrisa—, ¿Cómo esta tu chica lobo?
Los ojos de Sam se dirigieron en una dirección muy prolongada detrás de mi, seguramente añorando la comida que estaría preparando Emily y tratando de olvidarse que Leah era parte de su familia, sentía cierta compasión por la situación de la chica y la idea de ayudarla con su amargura me cruzo como una corriente eléctrica por la cabeza.
— Bien —contesto Sam sacándome de mis pensamientos—. Ahora que mi curiosidad esta satisfecha, nos iremos para que hables con Jacob.
— ¿Qué? —pregunto Jared frunciendo las cejas—. Mi curiosidad no esta satisfecha, yo si tengo alguna preguntas.
— Cállate —dijo Jacob pegándole un zape en la cabeza.
— Auch —se quejo Jared sobándose la cabeza—. Idiota, ¿Por qué me pegas?
— Creo que es bastante claro —dijo Quil estirando los brazos para desperezarse—. Estos dos no necesitan publico para hablar y creo que todos estamos haciendo mal tercio, por cierto daré algunas vueltas antes de dormir.
— Nos vemos en la tarde —dijo Sam empezando a empujar a los demás—. Hasta pronto Hannah.
— Hasta pronto —fue todo lo que pude decir.
Uno a uno desaparecieron por entre los arboles, seguramente haciendo carreras para saber cual corría más rápido, el único que se quedo fue Paul quien se comía con los ojos la Ducati de Jasper, Jacob resoplo al ver que aun quedaba publico que nos podía escuchar, perdió la paciencia literalmente y lo escuche contar hasta diez sin ningún resultado.
— ¿Podemos ir al taller si quieres? —sugirió Jacob asesinando con la mirada a su cuñado.
— Claro —dije comenzando a caminar en esa dirección—, ¿Cómo están todos?
— Bien —respondió Jacob dando la espalda a Paul que ahora ingresaba a la casa—. Rachel comienza a preguntar por ti, dice que te he espantado con mi actitud.
— No hay que ser un genio —musite sacudiendo la cabeza.
El rabbit estaba parqueado a la entrada del taller, una fina capa de polvo lo cubría en toda su extensión, eso significaba que Jacob había dejado de utilizar su auto y prefería correr como un loco, lo bueno del taller es que estaba alejado de la casa y nadie se enteraría de lo que habláramos, así como también no podía pedir auxilio en caso de que estuviera en serio peligro, observe el lugar en busca de una potencial arma y lo único peligroso que encontré fue una llave inglesa, que sin duda seria útil en caso necesario.
— Bien —dijo Jacob rompiendo el silencio—. Supongo que no es una visita de cortesía, ¿acaso vienes a terminar de abrir la herida que abriste?
— Siempre tienes que ser tan sarcástico —dije frunciendo el cejo.
— Y tu, tan misteriosa e indescriptible —rebatió Jacob apretando los dientes—. Es horrible tratar de descifrarte todo el tiempo. Si quieres que te pida perdón de nuevo, esta bien, perdón se que no amas a Edward como un hombre.
Una satisfacción secreta se extendió por mi cuerpo, por fin Jacob estaba reconociendo que Edward no estaba dentro de mis prospectos, aunque al principio me había sentido tentada por su belleza sobrehumana y sus ojos tan penetrantes, lo único que faltaba para completar era que se arrodillara suplicando perdón; pasee de nuevo la mirada y la verdad estaba perdiendo la paciencia.
— ¿Qué esperas? —dijo Jacob cruzándose de brazos—. ¿Qué me arrodille y siga suplicando perdón?
— Seria interesante ver eso —dije mordiéndome el labio inferior para no reírme.
— Lo puedo intentar —ofreció Jacob arqueando una ceja.
— Ya ha sido suficiente —dije caminando hacia la parte delantera del coche—. No quiero hablar más acerca del asunto, de solo recordarlo me dan ganas de ahorcarte, pero para hacerlo tendría que esperar a que abandones tu condición de lobo.
— Es una suerte —dijo Jacob soltando una risa.
Me senté sobre el capo, sin tener la mínima de idea de cómo empezar el asunto que me había traído hasta aquí, quizás comenzara con: Sabes, Bella no ha muerto y deberías alegrarte por ello, sin embargo, Edward quiere que tú seas el que la haga desistir de la mayor locura del mundo; pero comenzarían las preguntas y la verdad no estaba de ánimos para un interrogatorio, de hecho no estaba ni de ánimos para tirarme de un acantilado.
— ¿Te piensas quedar callada? —pregunto Jacob sentándose a mi lado—. Lo que es raro, porque sueles hablar mucho
— ¿Estas diciendo que soy una lora parlanchina? —indague mirándole con rencor.
— Pareces que amaneciste sensible —dijo Jacob curvando una sonrisa—, ¿se puede saber por que?
— Sabes que si —dije con un tono mordaz—. Estoy tratando de descifrar por que Edward no me eligió a mí.
— ¿Cómo? —dijo Jacob mirándome con asombro.
— Estoy bromeando —dije soltando una risita al ver el gesto indignado de Jacob—. Por todos los cielos, sabes que te ves gracioso con ese gesto.
— Vamos a ver si esto te parece gracioso —dijo Jacob con indignación.
Jacob tomo mis hombros y me atrajo de un solo golpe a sus labios, parecía que no desaprovechaba oportunidad alguna de besarme, me pregunte cuanto tiempo estaría planeando aquello, sus labios estaban calurosos y poco a poco parecían estar subiendo de temperatura, trate de apartarme, pero era como luchar contra una pared que tenia brazos y pies, además de que me besaba con rabia.
Un carraspeo hizo que Jacob me soltara, levante los ojos y me encontré con la peor pesadilla de toda la manada, Leah nos observaba con el cejo fruncido y camino rápidamente hasta colocarse cara a cara con el segundo de la manada, la mano de la chica voló rápidamente a la cara de Jacob plantándole una bofetada que seguramente se escucho hasta la casa.
— ¿Qué rayos te sucede? —pregunto Jacob sobándose el cachete que estaba tornándose rojo.
— ¿Te parece poco lo que estaba sucediendo? —dijo Leah frunciendo el cejo—. Parecía que te la ibas a comer.
— Ella no estaba protestando —replico Jacob mirándola con ganas de aniquilarla.
— Como iba protestar, si prácticamente la tenías acorralada —dijo Leah conteniéndose por darle otro golpe—. ¿Estas bien?
— Si —conteste a media voz.
— Me decepcionas Jacob Black —se lamento Leah moviendo su cabeza—. Pensé que tu experiencia con Isabella te iba a despertar, pero por lo visto sigues siendo el mismo bruto.
— Deja de insultarme —mascullo Jacob con un matiz de enojo.
— No la dejare contigo —dijo Leah tomando mi mano y arrastrándome con ella—. Es capaz de que hagas algo peor, cuando te calmes búscanos en First Beach.
Leah me arrastro prácticamente todo el camino hasta la playa, no es que lo hiciera de mala gana, lo que sucedía es que estaba anonadada por su comportamiento en el taller, aun no podía encontrar mis labios para expresar lo extraño que estaba sucediendo, ¿no se suponía que ella me odiaba?, desde cuando saltaba a defenderme de Jacob y me preguntaba si esta bien, algo muy raro estaba sucediendo.
First Beach era la playa más concurrida de toda la reserva, aunque hoy estaba ocupado por lo mínimo diez personas, aunque estaba demasiado temprano para que los turistas arribaran; Leah soltó mi brazo cuando estuvimos en el centro de la playa, aun seguía viéndola como alguien a quien le había nacido un tercer ojo en la frente y deliberadamente la chica me sonrió.
— Bien, puedes cerrar la boca —dijo Leah sacándome de mi ensimismamiento—, deja de mirar así, ¿quieres?
— Perdón —dije encontrando por fin mis labios—. ¿Qué sucedió allá?
— Hasta lo que se, Jacob te estaba besando —dijo Leah soltando una risita irritable—, aunque tu no parecías disfrutar mucho del beso.
— Gracias —dije sacudiendo la cabeza—. ¿Por qué lo hiciste?, no te caigo del todo bien.
— Supongamos que me gusta provocar a Jacob —dijo Leah poniendo las manos en su cintura—. Sin embargo, se le estaba pasando la mano contigo, perdona si soy entrometida ¿hice mal en darle una bofetada?
— No —dije soltando un suspiro—. No te sigo Leah, hace poco tú me agrediste y me gritaste en esta playa, ahora vienes y me salvas de Jacob, no entiendo nada de lo que sucede.
— Yo tampoco —dijo Leah alzando los hombros con despreocupación—. Admito que sabes defenderte muy bien, quizás por eso me nació defenderte, tienes carácter para vivir entre vampiros y moverte entre lobos, supón que es simple curiosidad.
— O, te estas uniendo al enemigo —intervine sin entender a donde quería llegar—. Perdón por lo del otro día.
— Disculpas aceptadas —dijo de manera orgullosa—. Mi comportamiento no fue muy bueno después de todo.
— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —pregunte tratando de no soltar una risa por su comportamiento.
— Seth —dijo Leah desviando sus ojos hacia el mar —. Mi hermano siente una adoración por los vampiros, así que supuse que al igual que ellos tú no le harías daño y no eres tan mala como aparentas.
Bien, otra vez el mundo se había invertido patas arriba, así que Leah me consideraba una chica mala y por eso me agredió el otro día, ¿es que acaso los modales estaban fuera de moda?, no habría sido más fácil preguntar las cosas de frente, al parecer Jacob había estado alimentando a la manada con una versión nada halagüeña de mi personalidad.
— Nunca he sido mala —dije rompiendo el silencio—. Solo soy una persona que aterrizo en el sitio menos indicado.
— ¿Eso significa que odias lo que no es normal? —pregunto Leah frunciendo el cejo.
— Claro que no —respondí soltando un suspiro—. Ni siquiera yo soy normal, ¿así por que odiar a los que son como yo?; mira Leah, la gente a veces no es lo que aparenta, se que odias a los Cullen por el cambio al que tuviste que verte obligada a soportar, ellos son las mejores personas del mundo y gracias a ellos, es que estoy viva en este momento.
— ¿Sabes?, es algo raro —comento Leah enfocando su vista en el mar—, considerando que los vampiros se dedican acabar vida humanas.
Bueno, después de todo que le podías pedir a una mujer lobo que primero te odiaba, para luego cambiar completamente de opinión, viniendo de Leah casi era un cumplido que no me estuviera agrediendo o quizás, llamándome de alguna manera que haría avergonzar a cualquiera.
Antes de que pudiera ofrecer un intento de amistad, unas risitas sofocadas se escucharon detrás de mí, como si estuviera ocurriendo el espectáculo más hilarante del mundo, algo me dijo que se reían de alguna persona, no había que ser un genio para darse cuenta de esas cosas, simplemente uno sabia cuando no le caías bien a alguien.
— Que espectáculo tan desagradable —murmuro Leah entornando los ojos atrás de mi espalda.
Para cuando gire mi cuerpo, me encontré con dos pesadillas en toda la extensión de la palabra, parecía que no iba pasar mucho tiempo en volver a encontrarlos y peor los dos juntos, era como encontrarte con Freddy y Jasón, solo que a estos los podías aniquilar con facilidad, así que junte mis cejas en espera de la primera tanda de veneno que expulsarían de su boca.
— Mira Mike —dijo Jessica disfrutando con anticipación de su triunfo—, al parecer Hannah aun continua en Forks.
— Eso veo —mascullo Mike mirándome con ganas de enterrarme tres metros bajo tierra.
— Para tu desgracia Jessica —masculle tratando de controlarme lo más que pude
— ¿Sabes?, se suponía que debías marcharte cuando la boda termino —dijo Jessica no muy contenta con mis palabras—, ¿acaso quieres quedarte con las sobras de Bella?
En vez de enfurecer como solía hacerlo, una carcajada salió de mis labios, lo que enfureció aun más a Jessica que pensaba verme rabiando por sus palabras, pero en realidad como podía enfadarme, si ella no conocía la verdadera situación en mi vida real. Mike me observaba como si me hubiera enloquecido, bueno la mejor forma de echar sus intenciones a tierra era hacer lo que menos pensaba.
— Perdón, ¿Cuáles sobras te refieres? –dije esbozando una sonrisa—, que yo sepa no estoy enamorada de ninguno de los que pretendieron a Bella, a diferencia de otras.
— Cierra esa boca —amenazo Mike poniéndose colorado de la rabia.
— Fíjate a quien le hablas chico —salto Leah en mi defensa.
— ¿Cómo te atreves a amenazarlo? —dijo Jessica saltando en defensa de su amado.
— Cuidado con lo que dices Jessica —le advertí disfrutando de esto—, mira que Leah se enoja con facilidad y ella es capaz de hacerte comer arena.
Y Leah parecía muy dispuesta hacer realidad mis palabras, observaba a Jessica con ganas de enterrarle la cabeza como un avestruz en la arena, en cambio Jessica nos observaba con recelo, mientras Mike parecía sopesar la situación entre salir ileso o golpeado por dos chicas, parecía que su experiencia anterior conmigo, le indicaba que lo mejor era guardar esa lengua que tenia ganas por decir muchas cosas.
— Vámonos Jessica —dijo Mike tomando su mano.
— ¿Crees que me voy a dejar intimidar por estas dos? —replico Jessica aparentado estar muy enojada—, lo único que sabrán hacer es pelear como unas niñitas de dos años
— Permíteme —dijo Leah empezando a temblar.
— Leah, cálmate —dije sosteniendo sus hombros—, no vale la pena pelearse con una mujer con dos neuronas en su cabeza, eso seria darle más importancia de la requerida.
— ¡Oye! Creo que es otra, la mujer con dos neuronas en la cabeza —dijo Jessica ahora si con ganas de pelear.
No me resistí al llamado que a grandes voces me pedía darle un puño a Jessica, así que deje que a Leah y su tembladera a un lado y le aseste mi puño directo a la cara de Jessica, la chica se tambaleo hacia atrás sostenida por Mike que ahora si tenia el terror escrito en sus ojos, estuve a punto de acabar con ella, a no ser por una manos masculinas que me sostuvieron los brazos.
Patalee en la arena con el fin de liberarme, pero mi opresor aumento la fuerza que ejercía sobre mis brazos logrando que me dolieran las extremidades, mientras tanto Mike se llevaba a Jessica prácticamente a rastras y con un paño en la cara, en la que se podía ver unas cuantas gotas de sangre, posiblemente terminara en el calabozo de la jefatura y Charlie no estaría muy complacido por eso.
— ¿Puedes dejarnos solos? —pidió la voz de Jacob.
— Te estaré vigilando —prometió Leah alejándose a grandes zancadas de nosotros.
Jacob accedió a soltarme cuando Leah se alejo lo suficiente, me cruce de brazos esperando una reprimenda de su parte, estaba acostumbrada que la gente me riñera por mi falta de paciencia; por su parte, Jacob me observaba con seriedad, como si esperara que me transformara en una máquina letal. Así que me conforme con mirarlo lo más mal que pude, era como si Edward se hubiera posesionado en su cuerpo.
— Deje la moto en el taller —comento Jacob con un tono sosegado—, espero no te importe.
No dije nada, seguí mirándolo, esperando una reacción de su parte.
— También traje esto —dijo levantando una mochila negra de la arena—, la dejaste tirada cuando Leah te saco del taller.
— Gracias —dije recibiendo la mochila de sus manos.
En cuanto la tuve entre mis manos, la mochila comenzó a vibrar, sabia que Alice debió ver el incidente en la playa, seguramente me advertiría que me quedara donde estaba, la policía iría por mi y que la peor idea que se me podía ocurrir era escaparme, volviéndome una prófuga donde no podía ayudar a nadie en esta historia. Tome el aparatico plateado del fondo y observe que Alice estaba en la pantalla.
— ¿Diga? —dije esperando un gran regaño al otro lado.
— Hannah, eres muy irresponsable —dijo Alice furiosa—, ahora Jessica pondrá la denuncia en la policía y tu iras a parar a la jefatura y Charlie no estará muy contento.
— Ya me lo suponía —dije apretando el móvil más de lo debido—; también supongo, que no cuento con ninguno para esto y tendré que arreglármelas como pueda.
— Alguien sugirió eso —contesto Alice bajando un poco su mal humor—, hasta que Emmet le di un buen golpe en la cabeza.
— ¿Con cuanto tiempo cuento? —pregunte alzando la vista hacia la entrada de la playa y no se veía ningún policía.
— Quizás tres horas —dijo Alice como quien comenta el clima—, ¿ya se lo dijiste?
— Aun no —respondí ahora mirando a Jacob—, me tomare las tres horas que me queda, o hasta que me quede sin cabeza.
— Suerte —dijo Alice soltando un suspiro—, te veremos en unas horas en la jefatura.
— Y yo los estaré esperando con ansias —dije a modo de despedida.
Colgué esperando lo peor. Jacob me contemplaba con las cejas arqueadas en espera de una respuesta, así que me acomode la mochila en los hombros sabiendo que no tenía mucho tiempo, cumpliría lo que prometí a Edward y luego derecho a enfrentar mis actos, después de todo el dolor era inevitable y el sufrimiento era opcional.
— Era Alice, ¿cierto? —dijo Jacob cruzándose de brazos—, ¿noticias de Bella?
— No, solamente que yo parare dentro de tres horas en los territorios de Charlie —conteste frunciendo el cejo—, supuse que algún día pasaría esto, así que solo queda esperar que vengan por mi.
Jacob soltó un suspiro.
— Esto es mi culpa —dijo Jacob soltando un gruñido—; si no te hubiera indispuesto, Leah no te habría traído a la playa y no te hubieras encontrado con ellos.
— De nada sirven tus disculpas —dije alzando los hombros con despreocupación—. Yo fui quien le pego a Jessica y tengo que asumir las consecuencias.
— Voy contigo cuando lleguen los policías —dijo Jacob haciendo amague para irse a cambiar de ropa.
— Espera —dije deteniéndole su avance —, antes debo decirte algo.
Jacob volvió sobre sus pasos, y se quedo plantado en sus pies, como si esperase que una bomba cayera en cualquier momento, era mi oportunidad de contarle todo lo que había sucedido en estos dos últimos días en casa de los Cullen, así que tome aire para decir lo que sus oídos esperaban escuchar.
— ¿Es sobre Bella? —pregunto Jacob mirándome con el terror dibujándose sobre sus ojos.
Asentí con la cabeza sin ninguna palabra.
-- Ha regresado --musite mirandolo directamente a los ojos.
Hola a todos los lectores de este fic, espero que hayan pasado unos encantadores dias durante mi ausencia. quiero agradecer de todo corazón por todo el apoyo que he recibido de ustedes lectoras, llevamos 317 mensajes y quiero feliciatar a Alejandra Cullen por ser el mensaje 300, ¿podrias enviarme tu mail por clio641 arroba hotmail punto com?,en todo caso, de todo corazon gracias por cada uno de esos mensajes de aliento y qune digan que escribo bien, creanme que aun me falta mucho para redactar muy bien, asi que chicas muchas gracias por esos animos.
Supongo que a estas alturas, todas querran ahorcarme o ne su defecto enviar a Demetri para rastraerme, si se que muchas esperaban que yo escribiera acerca de la reaccion de jacob con la noticia y parece que una vez más las estoy dejando en suspenso, peor no me pude resisitir a que Jessica le ocurriera algo y que Hannah pudiera llevarse mejor con Leah, ademas de que conocieramos algo sobre el punto de vista de la mujer lobo, aunque al final a haya terminado algo mal para nuestra protagonista, esot se pone mejor ¿Quienes se encontraran en la jefatura?
Sesion de preguntas y respuestas: ¿Hannah le ayudara en su busqueda a Alice?, bueno no me lo he planteado, tal vez la ayude a larga distancia, por lo tanto Alice tendra que comprar un telefono satelital; ¿Reneesme llegara a sentir celos de Hannah por Jacob? seria muy divertido ver a un bebe de meses pelear como toda una mujercita; ¿Lo Vulturis o los testigos vampiros se veran afectados por Hannah? no coman ansias, ni siquiera mi imaginacion ha llegado a esa parte; ¿Como hara Hannah cuando lso vulturis llegen? seguramente los recibira con un pie; Cerrada la sensión.
Tambien quiero agradecer a Hallie339, perdon si escribo mal tu nick. Muchas gracias chica por hacer propaganda a la historia anterior a esta y me conmoviste con tu comentario en el blog, creeme que escribo suspenso sin proponermelo, este aparece solito entre las teclas, yo solo le doy forma y despues de todo eso aumenta muchos más lectores a mi historia.
Bueno ahora me despido, desenado volver pronto con las aventuras de Hannah, ahora si la reaccion de Jacob y su estancia en la jefatura de policia. Hasta una nueva oportunidad, hasta entonces...
;) Kathyarius
