Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia.



Parte XV

Inspirado en Time is running out de Muse

Jacob tenia la mirada perdida cinco segundos después, me mordí el labio inferior esperando que empezara atacar con toda clase de preguntas, pero él solo se limitaba a tener la boca cerrada y un cejo que se fruncía cada vez más, por lo demás, parecía que le daba lo mismo, que Bella hubiera llegado de su luna de miel sana y salva, o por lo menos una gran parte de ella.

Paso un minuto y aun Jacob seguía cavilando, además de no decir ninguna palabra, me moría de las ganas por saber que estaba pensando en esos instantes, por primera vez sentía envidia de los dones de Edward y su entrometida manera de auscultar las mentes de los demás, ¡Miércoles!, Edward me mataría lenta y dolorosamente.

- Me va matar estoy segura —solté un gemido.

- ¿Quién te va matar? —pregunto Jacob saliendo de ese trance al que se había sometido.

- Una sola persona —dije ahora torciendo la boca—, Edward Cullen y no te preocupes por que me convierta en un vampiro, estoy segura que no lo haría.

Jacob junto sus cejas hasta formar una sola línea, su rostro se endureció dándole un aspecto más mayor y no aquel jovencito que se dejaba llevar por sus hormonas, ahora si parecía un guerrero quileute que había eliminado muchos neófitos en el verano.

— Así que han regresado — mascullo Jacob tratando de no sonar despectivo—. ¿Regreso en una pieza? ¿No la destrozo en el proceso?

— Lo más seguro es que le toca fingir que esta muerta y no tirarse sobre Charlie por su deliciosa sangre —dije frunciendo el cejo de manera molesta.

— Sabes que no quise decir eso —soltó Jacob mirándome de manera reprobatoria—, ya hablas como un vampiro.

Puse los ojos en blanco, ¿Qué pasaría si Jacob supiera la verdad?

— Así lo describen los libros —dije alzando los hombros—, incluso los hombres lobos también son interesantes en leer, con su tétrica idea de querer una pelea como se manda y que deja todo patas arriba.

Jacob me observo de forma impresionada, a lo mejor quizás pensara que no solamente Edward leía mentes, sino que ahora yo era su competencia, finalmente el chico decidió ignorar mi comentario, seguramente pensado que Paul o alguno de la manada me había dado esa información, pero yo seguía esperando una reacción de su parte, pero el monstruo no lo veía venir por ningún lado

— ¿Qué estas esperando? —pregunto Jacob mirándome divertido.

— Que te pongas como un energúmeno —conteste sin detenerme a pensar—. Todo lo tocante a Bella, saltas como un fosforo y tu genio sube como la champaña.

Jacob soltó una risa jocosa y se cruzo de brazos, como queriendo dar la imagen de un chico muy malo, cuando en el fondo era todo lo contrario, estaba necesitado de afecto y amor, por parte de una mujer que lo aguantara.

— No lo voy hacer —dijo Jacob con un tono tranquilo—. Simplemente no me interesa.

¡¿QUEEEEEEE?!, aquí estaba sucediendo algo demasiado extraño, desde cuando a Jacob no le interesaba lo que le ocurría a Bella, es más aun debería seguir enamorada de ella y en vez de estar hablando conmigo, debía estar corriendo en cuatro patas para enfrentar al malo de la película. Observe a Jacob con paciencia, no parecía estar afectándole la noticia para nada, es como si se riera de un chiste bueno y además de privado.

— ¿De que me perdí? —pregunte mirándolo de una manera escéptica.

— Nada —dijo alzando los hombros de manera descomplicada—. Simplemente entendí que Bella tomo su propia decisión y yo también puedo tomar las mías, sin dejarme afectar por que ella haga o deje de hacer.

— Bien —dije tratando de calmarme, cuando lo que quería era gritar—. Aquí sucede algo extraño y me lo vas a explicar. Tú deberías estar enamorado de Bella y estar golpeando a Edward por haberse casado con ella.

Jacob arqueo una ceja en mi dirección, indicando claramente que estaba volviéndome loca de remate, además de lo que decía sonaba como una completa sandez. Era evidente que las cosas no estaban marchando como debería de ser, sino que ahora a Jacob le importaba muy poco que Bella tuviera sus horas contadas.

Me devane lo sesos buscando una explicación coherente, y lo único que se me ocurría, era que Jacob por fin había entendido que Bella no lo amaba como hombre y desistiría del tema, además que él ya no sintiera nada mas por ella y que ahora, estuviera enamorado de otra mujer, no era muy difícil adivinar de quien.

— ¿Te enamoraste de Leah? —pregunte tratando de sonar lo más seria posible.

Falto poco para que Jacob se enredara con sus pies, su ceño se fue frunciendo notoriamente hasta formar una M en altorrelieve, era divertido ver a Jacob saliendo de esa postura de joven muy seguro de si mismo y que puede conquistar una escoba con falda, si esta se atravesara.

— Siempre he asegurado que estas loca de remate —sentencio Jacob aun con ceño fruncido—. ¿Cómo se te puede ocurrirte semejante locura?

— Supón, que siempre quise que ambos terminaran juntos —declare. Recordando cuan frustrada había estado cuando había leído amanecer.

— ¿De donde sacas ideas tan retorcidas? —continuo interrogando Jacob observándome con interés.

— Creo que es un mal inevitable al vivir con vampiros y lobos —confié en un murmullo bajo.

— Yo diría, que es influencia de Edward Cullen —contradijo Jacob frunciendo de nuevo el cejo—, él esta peor de loco que tu.

— De eso no ninguna duda —masculle recordando lo que me había pedido con respecto a Jacob.

Entonces Jacob dejo escapar un silbido, seguramente ya había entendido el por que de la visita tan inesperada, cuando últimamente había decidido cortar cualquier conversación con él, masajeo con lentitud las sienes y parecía estar contando hasta diez o quizás hasta cien, al parecer lo ultimo que quería hacer era tener que salir corriendo hacia la cripta de los vampiros.

— ¿Él te pidió que vinieras? —pregunto Jacob mirándome de manera seria

— Si, quiere hablar contigo — conteste entregando el mensaje por el que había venido.

— ¿De que? — salto Jacob ahora sulfurándose por la mención de una entrevista con el vampiro—. Para resaltar que se ha casado con Bella, eso lo se y la verdad no me interesa; que la convirtió en vampiro y ahora se le salió de la manos, ese es su problema. Le rogué de muchas maneras a Bella que no tomara esa decisión y creo, que es demasiado tarde para pedir ayuda.

Jacob continuo despotricando en contra de Edward y su posible petición, la verdad no estaba acertando en ninguno de sus pronósticos, quizás nunca lo haría, tendría que ver el estado de Bella, para que se pusiera de acuerdo con Edward, hasta quizás le ofrecería la opción que se le pasaba por la mente del vampiro, no me extrañaría nada, estaba segura que aun Jacob sentía algo por Bella, aunque que quisiera ocultarlo.

— ¿No vas a decir nada? —cuestiono Jacob de mal talante.

— ¿Decir que? —pregunte volviendo a la realidad—, no he escuchado todo lo que estabas diciendo con tanta saña.

— No me extrañaría —replico Jacob con la furia acumulada entre sus dientes—. Todo lo tocante a Edward, te convierte en el perro guardián más eficiente.

¿Qué era lo que acababa de escuchar? ¿Yo, un perro guardián?, definitivamente era una pésima idea haber ido hablar con Jacob, se lo había advertido al cabezota de Edward y nada extraño en él, no escuchaba la razón que pedía a gritos no ser insultada por un adolescente, así que no me mataría explicando lo que tantas veces había dicho, ahora de enamorada de Edward, pasaba a ser como la guardia de los Vulturis, que sentían una enferma adoración por sus superiores, además yo jamás me había sentido más bajo que un vampiro.

Di media vuelta y deje a Jacob y su mal humor en la playa, suficiente había tenido con los insultos de Jessica, para ahora aguantarme ser insultada dos veces en el mismo día; también tenia un limite para estas situaciones, ya me estaba cansando estar de un lado para otro, tratando de tapar los agujeros y destapando otros, parecía un remendador de parche en las vías, un día de estos iba explotar y diría todo lo que ocurrirá, que se las arreglaran como fueran, total debía haber una forma de salir de esta historia.

No escuche a Jacob seguirme por el sendero que conducía hacia su casa, quizás había caído en cuenta, que como siempre abría su bocota para lastimarme, o tal vez lo estuviera haciendo para pagarme todo el mal que le había causado, ¿Así había sufrido en mi ausencia?, o quizás había pasado algo sumamente peor y nadie se atrevía a decírmelo, lo mas seguro que se había tirado de un edificio buscando consolar su pena y justo ese día, se había convertido en un hombre lobo, para su mala suerte de querer morirse.

Cuando llegue a la casa de los Black, Rachel estaba sentada cerca de la rampa que utilizaba Bill para entrar a la casa, su cara estaba demasiado pasible y lo más posible que Paul por fin le hubiera dedicado un poquito de tiempo a su otra parte de la familia. Debía tener una cara terrible cuando llegue, por que la hermana de Jacob se levanto y me observo de manera reprobatoria.

— ¿Otra vez te lastimo? —pregunto Rachel cuando me senté a esperar a la policía.

— Si hablas de tu hermano, es un mal inevitable —dije apoyando mi cara en las manos de manera aburrida—. Creo que es feliz espantándome.

— No le hagas caso —dijo Rachel tratando de que el problema se viera más pequeño—. Seguramente lo dijo en un impulso de rabia.

— Como siempre —repuse con un tono aburrido.

— Debes quererlo mucho para aguantarte sus majaderías —continuo Rachel soltando un suspiro—, supongo que no todas las relaciones son iguales.

Escondí mi cara entre las manos para ocultar el horror, para rematar el día, ahora Rachel creía que yo tenía una especie de relación con Jacob y habíamos tenido una pelea de enamorados, ahora de verdad creería que estaba destinada a que las cosas más extrañas me ocurrieran durante mi estancia en Forks.

— No te preocupes —prosiguió Rachel—, ya se le pasara y seguirán como si nada hubiera pasado

— No puedo hacerlo —dije sacando mi cara del escondite—. No cuando tu hermano cree que soy el perro guardián de Edward Cullen.

Rachel salto ante la mención del nombre, seguramente ya estaba al tanto que los Cullen eran vampiros y por eso su hermano y novio se vieron en la obligación de transformar su vida de manera radical, aunque también debía darle las gracias a los Cullen, por que tal vez sin ellos no habría encontrado al amor de su vida.

— ¿Eso te dijo? —pregunto Rachel con la voz temblorosa.

— Si —dije soltando un suspiro—, aun debe creer que estoy enamorada de él.

— Es horrible — mascullo Rachel poniendo las manso en su cadera—, es lo peor que le puedes decir a tu pareja.

Ahí estaba, Rachel creía que yo era la novia de su hermano, cuando era todo lo contrario; Jacob y yo jamás pegaríamos con ega y dudaba mucho que eso que sentía a veces por el, era un gusto, quizás fuera el síndrome de Estocolmo haciendo sus estragos en Forks, no me extrañaría nada si algo raro estuviera persiguiéndome para todos lados.

— Un momento — dije decidida arreglar todo este malentendido—, ¿Pareja?

— Claro —rectifico Rachel asintiendo con su cabeza—, eso es lo que eres con mi hermano

— No — dije negando con mi cabeza—. Jacob y yo no somos más que amigos, aunque dudo que un amigo haga lo que él hace. Yo estoy comprometida con otra persona que esta al otro lado del país, aunque Jacob quiera hacerse el de la vista gorda.

— Como siempre —dijo una voz masculina sobresaltándome—, no pierdes oportunidad de contar esa historia.

Jacob estaba plantando delante de nosotras con un gesto reprobatorio, parecía que su idea de que yo ocultara las cosas, seguía tan latente como su gusto por Bella, ¿Cuál era su manía de que yo escondiera la verdad irrefutable de mi vida?, era mejor ir tejiendo la historia de mi próxima abrupta partida y nunca regreso al pueblo de fantasía.

Rachel estrecho su ojos y le lanzo una mirada furibunda a su hermano, le faltaba poco para que el humo empezara a ser expulsado de sus orejas, estaba furiosa con él y de eso no hubo ninguna duda, cuando su pie comenzó a sonar sobre la tierra húmeda de Forks.

— Eres un majadero — espeto Rachel tratando de no abalanzase sobre su hermano.

— Esta bien de insultos — dijo Jacob cruzándose de brazos—, no vamos a pelearnos por persona ajenas a la familia.

— Papá no lo considera así —refuto Rachel echando chispas por los ojos—. Todas las personas son una familia, Hannah aun más.

— No tengo nada con ella, para que forme parte de esta familia — Dijo Jacob descruzando los brazos—, ella pertenece a los vampiros y por lo tanto es allá donde esta su familia.

— Como siempre eres un idiota — dijo Rachel ya casi llorando de la rabia—. Por eso es que aun no despiertas la impronta en nadie.

Ese ultimo ataque dejo a Jacob descolocado de su sitio, era un son diferente que yo le dijera ese tipo de cosas, pero que su hermana ahora se colocara de mi lado y le echara en cara lo de la impronta, era lo peor que podía sucederle a Jacob. El chico estaba volviéndose un volcán a punto de estallar y con ganas de que su lava abrasara a Rachel hasta no quedar nada de ella, sus manos temblaban de forma violenta y eso indicaba una sola cosa, estaba a punto de destrozar a su propia hermana.

Justo cuando lo peor estaba por comenzar, logre tumbar a Rachel lejos del alcance del lobo rojo que batía su cola furiosamente, los dientes mojados lanzaba furiosas miradas a una de las mayores de la familia Black, no había nadie en las cercanías que pudiera ayudarnos, solo estábamos Rachel y yo, indefensas de lo que Jacob estuviera planeando para nosotras.

— Corre Rachel — le aconceje vigilando estrechamente al furioso lobo que nos miraba con ganas de matarnos

— ¡Estas loca! —grito Rachel histérica—. ¡Es mi hermano!, no pienso dejarle en ese estado.

— Supongo que no tenemos elección —dije soltando un suspiro de frustración—. Bien, ¡Basta Jacob! ¡No tienes por que lastimar a tu hermana! ¡Regresa a tu forma en este instante!

El lobo ladro con fuerza y se acerco más a nosotras, parecía estar disfrutando que nos pusiéramos pálidas de la impresión, o seguramente estaba planeando que algún Cullen viniera por mí y así comenzar un absurdo combate.

— Como siempre eres tan obvio —dije en dirección al lobo que nos estudiaba—, ¿Esperas que algún Cullen venga a defenderme? ¡Ya se!, quizás Edward venga corriendo para que no me destroces con tus dientes. Tú que le echas en cara su naturaleza, mírate, lo que ellos no han hecho en estas semanas, estas a punto de hacerlo.

Rachel soltó un gritito de pánico el lobo rojizo se acerco deliberadamente más rápido, dando a entender que no estaba jugando y su plan más inmediato era eliminar alguna de las dos, con mi manos empuje a Rachel más hacia atrás, planeaba que se escabullera a su casa, para dejarme a solas con Jacob y su lado animal.

Después de desesperados intentos, Rachel entro a su casa sin darse cuenta, su voz suplicante me pedía que entrara, pero Jacob iba solamente por una, tal vez cuando se diera cuenta de lo idiota que era y la tontería que cometía, saldría huyendo a donde los Vulturis para que acabara con su vida.

— Ahora termina esto —dije con la voz temblorosa—. Quizás eliminándome termines con tu tormento.

El lobo volvió a ladrar furioso.

— No te voy a odiar si logras matarme —dije ahora fijándome en sus dientes rabiosos—, estaré agradecida si con eso, me ayudas a volver de donde soy.

Mis palabras hicieron que el rabioso lobo, se detuviera vacilante en su posición, escrutándome con sus ojos, mi mal inevitable, no solo había hecho aparición cuando Edward me sacaba de casillas, si no que ahora Jacob lo hacia aflorar con mucha facilidad palabras que no debían ser escuchadas por ningún habitante de este planeta maravilla.

— Explicarte es un poco complicado —dije sintiendo la aplastante mirada de estar exigiendo una explicación rápida—. No te mentí, cuando te dije que no tenia idea como había llegado aquí y mucho menos soy igual que tu u otro humano de este pueblo, si te lo digo probablemente no creerás nada de lo que digo.

Un ladrido menos furioso salió de la garganta de Jacob.

— No tiene caso —dije rindiéndome a mis posibilidades—, de todos vas hacerme daño, como siempre.

La cabeza del lobo se fue a tierra, al igual que el resto de su cuerpo, daba la impresión que una orden impartida había hecho efecto en algún lado, doblegando el deseo furioso de Jacob por eliminarme. Cuando levante la mirada, un lobo negro y por lo menos del gran de un oso, hizo su aparición en los confines del sendero, seguido con un lobo de aspecto menudo que enseñaba sus dientes de forma amenazante. Sam debía haber estado cerca para detectar toda la escena, seguramente había hecho alarde de sus dotes de alfa para que Jacob no me hiciera ningún daño, de un problema familiar, ahora pasaba ser la comidilla de una manada.

El lobo que mas furioso parecía, tomo entre su bocaza una de las patas de Jacob y lo comenzó a jalar hacia la espesura, donde seguramente lo harían volver a la forma o quizás le darían una buena muenda. Mis pies querían dirigirse a esa pequeña guerra, pero una bocina de color azul y roja me detuvo en el avance. Los policías habían llegado por mí.

— ¿Hannah James? —pregunto el policía saliendo como un resorte del auto.

— Si soy yo —dije de manera aburrida y dirigiendo mis ojos, hacia la espesura donde podía ver unos ojos brillosos.

— Debe acompañarnos a la jefatura —dijo el policía que no era Charlie—. Tiene una causa en su contra.

— Lo se —dije caminando hacia el policía—. No pierda el tiempo leyéndome todo ese monologo de los policías, me los se de memoria, así que tampoco voy a poner resistencia. Supongo que Charlie debe estar furioso.

— Eso es poco —dijo el policía meneando la cabeza.

Sin necesidad que tuvieran que llevarme esposada, me senté en la parte trasera del auto. Observe un atisbo de un hocico rojo asomándose entre la espesura, nuestro tiempo se había acabado, Jacob había enterrado lo ultimo que podíamos rescatar de una vieja amistad, él se había encargado de echarle el ultimo montón de tierra a una conversación civilizada.

Me deje conducir por la calles de Forks sin ninguna resistencia, lo único que sabia es que a parte de un furioso Charlie, tendría que enfrentarme al cabeza dura de Edward, esperaba por lo menos que Alice hubiera tenido una visión de mi cuasi muerte a manos de Jacob, a ver si por lo menos lograba consideración de su parte.

Cuando llegamos a la jefatura de policía, no vi a Charlie esperando a su huésped estrella, seguramente estaría preparando una cámara de torturas, par hacerme pagar esas canas que ya debían haber salido en su cabeza, solté un suspiro esperando la reprimenda que vendría a continuación, había sido el día más interesante en mi vida: primero había sido besada por Jacob, luego defendida por Leah, después los insultos de Jessica y su posterior arreglo de cara, y para rematar, ser insultada por Jacob, además de un objetivo para ser eliminado.

No vi a Charlie durante mi recorrido a los calabozos de la jefatura, en los calabozos no había nadie, exceptuando que yo seria su única visitante, el policía me dejo a merced de la soledad y esperando que los Cullen vinieran para acusarme antes de llevarme a casa. Me recosté en el camastro de metal que se les concedía a los acusados, cerré los ojos buscando las energías que necesitaría para enfrentarme a mis verdugos. Unos pasos interrumpieron mis intentos, así como la voz de una persona que nunca había querido defraudar.

— Hannah —musito con un suspiro cansado.


Hola a todos los lectores que siguen esta historia, espero que hayan pasado unos encantadores dias en mi ausencia. Siento mucho no haber actualizado antes, pero mi profesion demando mucha atención, además que estabamos ne examenes finales, entrega de palnes de estudio, bueno ustedes entenderan que estaba muy atareada, ademas que la imaginación andaba muy campante quien sabe en que lugar, bueno aunque tambien el internet ha colaborado a no dejar subir este capitulo, y la verdad ya me estaba dando por vencida, si es que este capitulo ve la luz de Fanfiction.

Muchisimas gracias por sus mensajes, ya vamos por los 330, de todo corazon mil gracias por su paciencia de estar esperando que yo actualice cada vez que pueda. Se que muchas quisieron matarme por haberlas dejado en suspenso por el capitulo anterior, la verdad me diverti un poco dejando un poco intrigada a la gente, creo que esta vez haremso apuestas a ver quien es el que visita a Hannah en el calabozo, ¿Alguna idea?

Pôr cierto, les recomiendo que escuhen la cancion de Muse mientras leen el capitulo, en espacial la parte dinde Jacob casi muerde a Hannah, esp ara matarlo, ¿No?; Sesión de preguntas y respuestas: ¿Que pasara con Hannah ahora que esta en la delegación?, bueno la verdad a todos les encantaria tener una Alice personal, ya veremos como sale de este embrollo, paciencia, paciencia y paciencia; ¿Que paso con la preguntas? ¿Acaso nadie tiene ninguna?; Cerrada la Sesión.

Nos veremos en un proXimo capitulo, espero volver pronto, pero ustedes saben, quien sabe cuando vuelva a tener un poco paz, quizas para semana santa aunque lo dudo, lo más seguro en Agosto, bueno chicas, ahora si tengan consideración de sus profesoras, no saben lo duro que es trabjar en esto. Bueno me despido, esperando que les haya gustado el capitulo, veremos la incursion del Clan Cullen en el proximo capitulo, a ver si Edward no deja sin cabeza a Hannah.

Hasta una proxima actualización, Hasta entonces...

;) Kathyarius