Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.
Parte XVI
Inspirado en Stockholm Syndrome de Muse
Por una vez en mi vida, desee lo más extraño que se pudiera desear, que fuera un sueño lo que estuviera ocurriendo, era raro estar pidiendo esto, considerando que estaba habitando de nuevo en mi estrafalaria cabeza, debía aceptar de una vez por todas, que era una persona rara y con serios problemas en la cabeza. Así que me resigne a escuchar la reprimenda, por que desafortunadamente, no podía contar con escaparme a otro mundo para no enfrentar mis errores.
Observe los ojos dorados que me contemplaban con angustia, era un cuadro hermoso, a pesar que los vampiros no podían llorar, era fácil darse cuenta cuando la tristeza podía desfigurar un rostro maternal, las manos de Esme podían fácilmente romper los barrotes del calabozo, pero ella los tomaba como si estuvieran hechos de cristal.
— Esme —dije levantándome del camastro—. Lo siento mucho.
— Descuida —dijo apenas moviendo sus labios—. Carlisle esta hablando con Charlie para sacarte lo más pronto posible, no te preocupes por nada, pronto estarás de nuevo con nosotros en casa.
— Lo siento en verdad —dije acercándome a los barrotes—. No se que me ocurrió, tuve un día demasiado difícil y supongo que fue la reacción final.
— No te disculpes conmigo —dijo Esme pasando su dedos por mi cabello—. Todos los humanos cometen errores y se es demasiado tonto ignorar que es parte de la existencia. Alice tuvo una visión y gracias al cielo no ocurrió nada de gravedad.
— ¿Vio desaparecer mi futuro? —pregunte observando a Esme con seriedad.
Esme asintió
— Por eso vinimos —dijo con dulzura—. Pensamos que te había sucedido algo muy grave, tal vez alguien que te había lastimado y necesitarías ayuda médica, sabes que Edward no se separa de Bella y por eso no puede venir.
— Jacob estuvo a punto de matarme —dije y una lágrima salió rodando de mi ojo derecho.
— Lo siento —dijo Esme secando mi lagrima con sus fríos dedos—. Se cuan es importante para ti la amistad de Jacob, pero creo que le debes un poco más de compresión, ahora debe estar confundido entre las dos personas que más ama.
Esme se pasa demasiado de buena, tal vez si hubiera visto la furia en los ojos y ladridos de Jacob, no me estaría solicitando compresión, como podía hacerlo si casi me destroza con sus filudos dientes, la vampiresa siguió pasando sus dedos por mi cabello guardando silencio, el que Carlisle y Charlie estuvieran hablando, me llenaba de desasosiego, que estarían diciéndose ese par de seres, acaso discutiendo que yo debería volver a Chicago y no volver a Forks hacer más daño, tal vez seria una solución prudente.
— No lo creo —dijo una voz aterciopelada surgiendo detrás de Esme.
— Edward —dijo Esme fijando los ojos en su más problemático hijo—, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con Bella?
Edward sacudió la cabeza con elegancia.
— Bella me pidió que viniera —dijo Edward mirando a Esme con disculpa—. Esta un poco inquieta con la situación, prometí llamarla en cuanto supiera algo acerca de la visión de Alice.
Ahora los ojos de Edward se concentraron en mí, era un poco extraña toda esta situación, más dos vampiros viniendo a una jefatura a salvarme de las garras de la ley, aunque seguramente Edward vendría asegurarse que los cuantos minutos en la cárcel, fueran un castigo para mi, pero ya era suficientes emociones por un día.
— ¿Qué ocurrió? —pregunto Edward utilizando un tono persuasivo.
— Los dejo solos —dijo Esme dejando de acariciar mi cabello—. Se fuerte Hannah, Jacob cambiara en algún momento.
— No lo creo —dijo con la voz temblorosa.
— Dale una oportunidad —dijo Esme acariciando mi rostro—. Nos vemos en un rato.
Esme salió prácticamente flotando del recinto, Edward se quedo conmigo y su gesto cambio tan rápido como un canal de televisión, estaba furioso, como lo había estado unos segundos antes Jacob, el recuerdo hizo que otras lagrimas bañaran mi rostro como si tuviera un botón automático, pero las lagrimas no conmovieron a Edward, entre él y Jacob terminarían matándome.
— Como puedes pensarlo siquiera —susurro Edward acercándose a los barrotes—. Pero debes aprender la lección, por muy duro que me resulte verte encerrada
— Seguramente tu sugeriste que no recibiera ayuda —dije bajando la mirada al suelo.
— En parte si —dijo Edward poniendo una mano en mi hombro—. Sin embargo, me arrepiento de haberlo pensado, no tienes a nadie quien te socorra en Forks, lo lamento.
— Disculpas aceptadas —dije mordiéndome el labio inferior—, ¿Cómo sigue Bella?
— Mejor —Dijo Edward con un tono más esperanzador—. He seguido tu consejo, pero ocurrió algo curioso, ¿Cómo supiste…?
— ¿Qué le haría bien? —Le interrumpí—, lo dicen las leyendas brasileñas, deberías leer un poco más.
— Aunque algo me dice, que no es toda la verdad —dijo Edward apoyando la frente en los barrotes—, nunca me dirás la realidad ¿Cierto?
— Si te la digo, te burlaras de nuevo —conteste mirándole a los ojos—, nunca me crees.
Edward me observo a través de sus largas pestañas, seguramente tratando de deslumbrarme como lo hacia anteriormente, pero esta vez se llevaría un palmo de narices, ya que esa técnica nunca volvería a funcionar conmigo, mis labios continuaron sellados y Edward esbozo una sonrisa en señal de rendición.
— Claro que lo hago —dijo al cabo de varios segundos—, solo tienes una imaginación fuera de lo común
— Ya lo creo — musite apartándome de los barrotes—. A veces creo que en verdad estoy loca y todo lo que esta sucediendo, es por que he muerto en la vida real.
Edward gruño en forma de replica.
— Dime, es de locos estar encerrada en una prisión —proseguí haciendo caso omiso a sus gruñidos—, todo por que Jessica no aguanto, lo que ella misma empezó, yo no le pedí que me agrediera cuando estaba charlando con Leah.
— ¿Fue Leah quien te ataco? —pregunto Edward con un tono hosco.
Negué con la cabeza. Leah ahora parecía haberse convertido en mi lobo guardián, me había salvado la vida dos veces en el mismo día, tendría que pensar que iba hacer para recompensar sus buenas acciones, aunque dudaba mucho que las aceptara de buen gusto, primero protagonizaría una pataleta que dejaría todo patas arriba.
— ¿Entonces quien? —pregunto Edward haciendo que volviera a la realidad.
Antes de que pudiera responder, se escucho la voz de varias personas protestando al mismo tiempo, parecía que cada voz quería estar una encima de la otra, luego se escucho el repiqueo de un vaso cayendo sobre el suelo, Edward siseo con disgusto, seguramente debía ser Jessica que pedía de manera caprichosa entrar a verme y reírse en mi cara, lo tonta que había sido por haber caído en sus provocaciones.
El barullo de voces en vez de disminuir parecía aumentar más con los segundos, daba la impresión que una fuerza imponente quería colarse hacia los calabozos, provocando que Edward se pusiera tenso y apretara los barrotes, al paso que iba estaba segura que iba escapar por alguna de las rendijas que dejara sus destrozos, parecía que se acordaba que debía aparentar por que los soltó tan rápido como los había apretujado.
— Los lobos —mascullo Edward dejando expulsar un siseo.
— Entonces, regresa con Bella —sugerí, lo que menos quería era que los calabozos se convirtieran en un campo de batalla.
— Me voy a comportar —aseguro Edward apretando los dientes—, todos vienen por ti.
— ¿Todos? —pregunte alzando una ceja.
— La manada completa —contesto Edward siseando—, parece que Jacob no es dueño de sus propios actos.
Ahora fui yo la que se alejo en medio de siseos de los barrotes de la celda, parecía que la vida me estaba cobrando por retazos lo malo que había hecho anteriormente, parecía que no había sido suficiente con lo que había sucedido hoy, el día parecía que estaba alargándose en horas extras, como si nunca fuera a llegar el crepúsculo y le diera fin a todo este extraño e interminable tornado de sucesos.
— ¿Qué hora es? —pregunte mirando al suelo.
— Ya casi se acerca el crepúsculo —contesto Edward sin apartarse de los barrotes—, lo más probable es que Charlie te suelte hasta mañana.
— Es un consuelo —dije soltando suspiro—, al menos no vendrán y me raptaran en medio de la noche.
— Yo no estaría tan seguro —comento Edward mirándome con el cejo fruncido—, Jacob es capaz de tumbar la jefatura si se lo propone.
— ¡Ha sido suficiente! –dije perdiendo los estribos y zapateando el suelo—. Quiero que se vaya y no me vuelva hablar en su vida, si puedes tíralo por un acantilado y que se vaya nadando hasta la Antártida, en donde se le congele hasta su conciencia.
Me plante en medio de la celda con los brazos cruzados y las mejillas infladas a causa del enojo, en cambio Edward soltó una carcajada que me hizo enojar más, las voces que habían estado haciendo un barullo afuera se callaron al mismo instante, parecía como si todos hubieran escuchado mi pequeña protesta y no me avergonzaba de ello, lo que había hecho Jacob, no se perdonaba así me mostrara todo sus blancos dientes.
— ¿Fue él? —se aventuro a preguntar Edward.
— Y todo por tu culpa —dije enojada y cansada de todo—, "Hannah, necesito hablar con él", ni siquiera pensaste que podía morir en el intento de contarle lo que estaba sucediendo, claro y que me gano, el titulo de perro guardián eficiente.
Explote y no había vuelta atrás, las facciones de Edward se crisparon, aunque no supe si por que le echaba la culpa de lo que sucedió o por mi ultima parte del discurso, pero ya éramos dos los enfadados en el mismo sitio. Al parecer el vampiro, tenía unas enormes ganas de ir ahorcar a Jacob, no seria yo quien se lo impidiera, a ver si por fin el lobo entendía que ya nada se podía hacer por los dos.
— ¡Vuelve acá! —grito una mujer que parecía querer detener a alguien—, ¿acaso no escuchaste lo que dijo? ¡No quiere verte!
— Quiero que me lo diga en mi propia cara —dijo Jacob a la mujer que parecía lo perseguía.
— Te lo advertí —le masculle a un Edward muy molesto.
Jacob entro a los calabozos, como si se tratara de su propia casa, Leah le seguía muy de cerca, como si le pisara los talones, el chico respiraba como si fuera un toro en vez de un lobo, Leah parecía debatirse entre transformarse o sacar a empellones a Jacob, por su parte Edward no se había tomado la molestia de dar la vuelta, estaba lo suficientemente furioso y lo que menos convenía era que su propio suegro lo pusiera preso.
— ¿Cómo hicieron para pasar? —le pregunte a Leah que estaba furiosa.
— Jacob —contesto mirándole cono ganas de ahorcarlo—. Tiene un pase mágico con Charlie, aunque no es el único.
— Quiero hablar contigo –dijo Jacob mirándome—, a solas.
Edward apretó los puños en señal de enojo, parecía que estaba a punto de asaltar y dejar a Jacob mordiendo el polvo, se lo agradecería enormemente después de lo que había hecho.
— Edward no tiene por que irse —masculle de mala gana—; además no quiero hablar contigo, lo mejor es que te devuelvas.
— No quiere entender razones —dijo Leah meneando la cabeza—, piensa que una sonrisa lo soluciona todo.
Jacob observo a Leah de mala gana, ella siempre decía la verdad por muy cruda que fuera; observe a Edward suplicante y le pedí que no me dejara sola a merced de un lobo que venia rematar lo que había comenzado, Edward asintió ligeramente la cabeza y continúo en su posición.
— Sam esta afuera —comento Leah rompiendo el silencio—, están dispuestos a sacarlo si es necesario.
— Lo mejor será que se vaya por su propio pie —comento Edward sin tomarse la molestia de mirarlo—. Ella ha dejado claro lo que piensa de ti.
— No es de tu incumbencia —dijo Jacob apretando los puños en los costados—, ¿no te basto con Bella?
Edward con la rapidez que lo caracterizaba, estuvo en un segundo frente a Jacob y mirándole de manera amenazadora, la única que retrocedió por su propio pie, fue Leah quien al parecer no quería verse inmiscuida en un problema de faldas. Ambos hombres empezaron a respirar con violencia y por mi propio bien, me aleje de los barrotes antes de que ocurriera algo peor.
— No es lo que piensas —dijo Edward mirando fijamente a Jacob—. Pero no la veo de esa manera, ella es como una hermana muy querida, eso debe quedarte claro. Así, que la defendería incluso de ti y lo que sucedió, es la peor idea que se te pudo ocurrir Jacob Black.
— Es algo entre ella y yo —rebatió Jacob sin dejar amilanarse—. No te metas Cullen.
— Ella no quiere hablar contigo —dijo Edward apretando los puños—. Vete, antes de que decida cobrarte por haberla herido una vez más.
Jacob apretó los dientes antes de poder decir algo, al parecer se estaba controlando al máximo para no armar jaleo en la jefatura, lo único que deseaba era que todos se fueran, si tenia que quedarme por mi mala cabeza esta noche en la estación, no me importaba con tal de que Edward regresara con Bella y Jacob se olvidara de una vez por todas de mi, ¿Es que acaso no merecía por un segundo paz? ¿Ya no había sido suficiente por un día?
— Es todo lo contrario —comento Jacob después de unos segundos en silencio—, ella tampoco es una santa.
— Ha tratado de recompensarte por lo mal que has pasado —rebatió Edward preparado para pegarle si era necesario—. Sin embargo, has mal entendido todo su esfuerzo; fui yo quien le pidió que fuera a verte, ahora me arrepiento de haberlo hecho, casi la matas y eso no tiene perdón.
Ahora fue el turno para que Jacob bajara la mirada al suelo, debía estar doliéndole que casi me desaparece de Forks, aunque a decir verdad le habría hecho un gran favor a todos, hasta ahora no había hecho gran cosa por los demás, solo había causado más problemas de los que ya tenían, después de todo me merecía lo que había pasado hoy.
— Ya somos tres —suspiro Edward devolviéndome la mirada—, te acabas de unir al grupo de mártires.
— Solo quiero que la tierra me trague —dije yéndome a sentar en el camastro—, ha sido suficiente por hoy. Jacob vete y no me vuelvas a dirigir la palabra, en lo que me resta de estancia en Forks.
— Ya la escuchaste —intervino Leah retirándose de la pared—. Vámonos Jacob, no te preocupes Hannah, me asegurare que no se acerque a dos metros a la redonda.
— Gracias Leah —mencione con verdadera gratitud.
— Esto no se acaba aquí —dijo Jacob observándome desde su posición con dolor—. Te aseguro que voy a ganarme de nuevo tu confianza.
— Vete —masculle bajando la mirada al suelo—, olvida que alguna vez existí.
Después de aquello, escuche unos pasos iguales marcharse del lugar y lo más seguro es que hasta Edward se hubiera marchado, después de una platica "saludable" con Jacob, tal vez todo sucediera por una extraña y retorcida razón que aun no comprendía, como aun no entendía por que Alice me había traído de nuevo a un mundo que casi no necesitaba mi ayuda, ¿En que podía servirles? , no era más que un humano inservible y frágil.
— Nunca vuelvas a pensar en eso —dijo Edward con un tono de disgusto—. Eres más fuerte de lo que piensas, quizás otra en tu lugar ya estaría recluida en un manicomio, aunque varias veces mencionaste que ibas a necesitar uno.
— Pensé que lo habías olvidado —dije esbozando una sonrisa triste—. Gracias por defenderme, si no hubieras estado seguramente, ya habría decidido darme por vencida.
— Eres tu, la que me impulsa a no darme por vencido —murmuro Edward recostando la frente en los barrotes—. Gracias por estar aquí de nuevo, si no estuvieras, seguramente ya hubiera cometido una locura.
— No lo dudo —dije esbozando una sonrisa divertida—. No se que será de ti, el día que muera.
— Quizás, me entierre contigo —bromeo Edward empezando a reír con diversión.
— De todos modos, ya estas muerto —mencione haciendo que riera con más ganas.
Ver reír a Edward de nuevo, hizo que mi corazón bombeara más sangre de la necesaria, ese era le Edward que yo recordaba, todas las noches en las que había estado alejada del mundo imaginario de mi estrafalaria cabeza. Edward dejo de reír cuando percibió mi seriedad, no me había dado cuenta el momento en que había dejado sonreír, para ahora mirar el mundo desde otra perspectiva diferente.
— ¿Los extrañas? —pregunto Edward relajando su postura.
— Mucho —dije acordándome de la pequeña familia que me esperaba, cuando despertara—, desde que volví a Forks, no he dejado de pensar en ellos un segundo, se cuanto debo de estar defraudándolos.
— Hannah… —alcanzo a decir Edward.
Fuera lo que fuera a decir, fue interrumpido por el sondo de unos zapatos que venían caminando de manera apresurada, al cabo de unos segundos Charlie apareció por una de las esquinas con el rostro blanco y pálido, como si hubiera visto un fantasma en su camino hacia el calabozo.
— Supongo que no debería extrañarme nada de esto —dijo Charlie tratando de sonar lo más natural posible—. Problemas y problemas.
—Lo siento Charlie —masculle avergonzada.
Charlie paso por alto mi vergüenza, removió unos papeles que tenia en la mano con disgusto, parecía que todo lo que quería decirme se lo estaba guardando para una mejor ocasión, algo que no dudaba debía estar pensando Edward, así que después de salir de esta, lo más seguro que recibiría una doble ración de sermones.
— Ejem —carraspeo Charlie llamando nuestra atención—. Debido a que las pruebas son insuficientes, y que la situación es típica de adolescentes, creo que ya no es necesario que estés otro minuto en el calabozo.
— Gracias Charlie —dijo Edward adelantándose a mis palabras
— No me lo agradezcas —dijo Charlie con un poco de disgusto—. No creas que lo de Bella me haga gracia, en fin, Hannah puedes irte con los Cullen desde ahora.
Charlie abrió la reja del calabozo y me dio espacio para salir de mi encierro, el primero en recibirme fue Edward que me reconforto por los minutos que pase encerrada, Charlie me observo con suplica en los ojos, sabia perfectamente que debía estar enterado de la llegada de Bella, lo que esperaba es que alguien le diera información acerca de su hija.
— No vuelvas a meterte en problemas —me recomendó Charlie en un tono paternalista.
— Lo intentare —prometí haciendo una nota mental, de que haría lo posible por huirle a las disputas.
— Y me asegurare de eso —intervino Edward enarcando sus cejas.
Charlie soltó un suspiro y comenzó alejarse por el pasillo.
— ¿Charlie? —le llame, haciendo que se detuviera en su camino.
— Dime —contesto dando la vuelta para mirarme.
— ¿Aparezco en el sistema? —indague adelantándome unos pasos.
El jefe Swan negó con la cabeza y sentí a Edward tensarse a mi lado, seguramente había algo que no estaba bien en el proceso
— Hablaremos eso otro día —respondió Charlie con un tono natural—. Espero que vayas a cenar un día de estos, ya he hecho algunos progresos en la cocina.
Dando media vuelta regreso a su trabajo como policía en Forks.
Hola a todos los que aun esperan por este fic, que bueno se siente volver actualizar despues de un mes y seis días, esta vez me tome más tiempo del que habia requerido y casi que vuelvo a semana santa, pero bueno, aqui vuelvo de nuevo para entregar un capitulo más de esta intrigante historia xD, se que muchos deben tener motivos de sobra para ahorcarme, creanme que yo muchas veces sentia lo mismo, cuando los escritores no actualizan y hasta le sol de hoy, tengo la duda de como sigue la historia.
Tengo excusas nada pobres, la verdad este ultimo mes ha sido caotico en mi vida, tuve que sacrificar muchas noches y fines de semanas para cumplir con mi trabajo, por lo tanto escribia cada parrafo de este capitulo cada vez que podia, hoy cuando mire la ultima actualización, no podia creer cuanto tiempo habia perdido para actualizar. Creo que el tiempo se esta volviendo muy efimero en mi vida.
Pero basta de quejas, me alegro mucho que el capitulo anterior les haya encantado, por un momento pense ver muchas quejas por el Jacob tan agresivo que esta volviendose ultimamente, pero es por una buena causa que comprenderan más adelante, es bueno saber que hay nuevas caras en la historia, ya vamos por los 352 mensajes debo decir que me alegro de corazón que continuen aqui.
SDPYR: ¿Jake estara imprimado de Hannah?, la verdad cualquier cosa se me puede ocurrir por el camino, uno nunca sabe; ¿Jacob esta fingiendo que no le importa Bella?, pues la verdad como Hannah llego de nuevo, acuerdense que cambie muchas cosas en la anterior historia y es posible que hayan muchas sorpresas tal vez nada agradables para algunos; supongo que tenfre que esperar por más preguntas alguna vez. CSDPYR.
Espero no haber echado por tierra sus teorias, ¿No es Edward tan adorable?, ya quisiera tener un hermano que me defendiera de esa manera y le diera, unos cuantos sustos akgunos parovechados, pero supongo que solo es mi estrafalaria cabeza la que delira. Asi que nos veremos en un proximo capitulo, para saber que ocurre con los protagonistas de esta historia, que hara jacob para recuperar la confianza de Hannah, como seguira le embarazo de Bella o si apenas cominezan los dolores de cabeza para Charlie.
Esperando que les haya gustado este capitulo, me despido esperando volver antes de un mes, asi que nos estaremos viendo por FF
Hasta una proxima actualización... Hasta entonces.
;) Kathyarius
