Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.
Parte XVII
El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos. —Carl Gustav Jung
Después de la experiencia en la jefatura, todos habíamos regresado a casa en un cómodo silencio, Carlisle y Esme no habían dicho mucho, más bien parecían preocupados por la reacción de Edward hacia el inestable Jacob, sin embargo, Edward parecía muy relajado o quizás estuviera planeando como vengarse del lobo.
Cuando entre a la casa, Emmett y Jasper parecían disputarse por reconfortarme, Alice no tenía muy buena cara, al parecer no la abandonaban sus predicciones más trágicas, en cambio Bella parecía como si le hubieran devuelto el alma al cuerpo, al igual que Rosalie, ambas demostraban más alegría que la familia junta.
Después de que se acordaran que yo era humana, me recluí en la habitación de Edward. Dos días después, aun seguía tendida en la cama mirando hacia arriba, sin saber que hacer o decir, más bien sin saber que pensar de la situación, ninguno hasta ahora había insistido hablar acerca del tema, así como tampoco se me estaba obligando a salir de mi reclusión.
Mi estado de ánimo, estaba igual o peor como la primera vez que Jacob me beso. Mis ganas de vivir en Forks se habían reducido en un cincuenta por ciento, Alice y Jasper habían intentado animarme, poniendo a Emmett en un traje de tutu; lo único que lograron fue hacer reír estruendosamente a Bella, pero de mi no habían arrancado ninguna sonrisa.
Era algo alarmante, que todos habían notado con cierta preocupación, escuche a Bella decir que era como estar viéndose de nuevo en un espejo, el aspecto que tenia en esos días, era la misma forma en que había vivido durante la ausencia de Edward; Alice y Rosalie alegaban de que debían darme tiempo y espacio para reflexionar, yo estaba pensando seriamente en irme a vivir a Seattle por una temporada.
Era lo más recomendable, hasta que mi furia por Jacob pasase por completo o se redujera considerablemente, para que eso sucediera tenían que pasar cierto tiempo. Expulse aire de mi pecho bufando, parecía una cobarde estar recluida entre los vampiros sin solucionar nada, incluso había olvidado todo lo que estaba por suceder en esta casa, como si lo único que importara fuera mi dolor, como si los demás no tuvieran problemas más grandes que yo.
Aunque Edward parecía más optimista que la ultima vez, aun en sus ojos estaba el dolor de que Bella no sobreviviría al parto, que podría suceder en cualquier momento, por que cada vez se ponía más gorda, aunque según Carlisle le falta muchos centímetros para completar el numero cuarenta. Alice seguía con su dolor de cabeza, la escuchaba alegar cerca a mi puerta lo inoportuno de su don, cuando no podía adivinar el futuro de su cuñada.
Rosalie parecía más efusiva a medida que pasaban las horas, estaba optimista con la sobrevivencia de Bella al parto, aunque poco le preocupaba ya que ella seria quien mimara a la niña cuando naciera, eso irritaba enormemente a Edward y mantenía alerta a Emmett y Jasper, quienes vigilaban que los Cullen no se vieran reducidos en un ataque de desesperación.
Tire la almohada a mi cara, tratando de amortiguar el sonido que provenía del piso de abajo, era desesperante escuchar la misma discusión entre Edward y Rosalie, aun cuando la rubia no parecía ver que Bella cada vez más estaba siendo consumida por la energía de un embarazo riesgoso. Resople y mire mis posibilidades de escapar de la casa de locos, ya no tenia la excusa de ir a la Push, aunque tuviera mucha confianza con los hermanos Clearwater , estaba segura que Jacob haría lo imposible por molestarme.
Mi única opción era Charlie. Bella había hablado con su padre los últimos días, asegurándole que se encontraba un poco enferma, pero en buenas condiciones, aun nadie se atrevía a decirle que pronto seria abuelo y que su hija tendría que transformarse en un vampiro. Obviamente no seria yo quien le diera la noticia, no cuando se suponía que ellos habían partido después de mi rescate de la jefatura de policía.
Escuche un golpe fuerte y seco en la puerta, al fin alguien había decidido que había sido suficiente mi masoquismo, mire de reojo la puerta, decidiéndome en abrir o darle la espalda a quien venia interrumpir mi reclusión; finalmente me decidí por escuchar otro sermón más, otro más u otro menos no iba cambiar mi posición con respecto a Jacob.
Tras la puerta, estaba Rosalie y Bella, aunque era Rosalie la que llevaba en brazos a la embarazada, ambas me observaban expectantes, como si esperaran que les cerrara la puerta en la cara, me hice a un lado y las deje ingresar a la habitación de Edward, de la que Bella también era su propietaria. La rubia vampiresa dejo con cuidado a Bella sobre el sofá de cuero negro y se sentó a su lado, con sus ojos me indico que las tres tendríamos una seria conversación.
Bella me escruto con sus ojos opacados por el embarazo, como si yo fuera la única culpable de lo que había sucedido, aunque la verdad, todos éramos culpables en alguna medida, tal vez yo lo era en gran magnitud, por dejar que las cosas con Jacob avanzaran sin poner un freno a tiempo.
— No vengo a culparte de nada —menciono Bella con un hilo de voz—, no tengo el juicio moral para hacerlo.
— Es obvio que no tienes la culpa —intervino Rosalie poniendo los ojos en blanco—, el chucho se busco su merecido.
— ¡Rosalie! —advirtió Bella frunciendo los labios.
— Es la verdad —dijo Rosalie destilando su mala leche hacia Jacob—. No ha hecho más que acosarla, desde que se entero que llego de nuevo a Forks, Bella observas todo de manera parcial, no todos son unas santas palomas.
Apreté los labios para no reírme por lo que había dicho Rosalie, Bella en cambio le dedico una mirada de misericordia, como si a la rubia le faltara un tornillo en su cabeza, luego me dedico a mi una mirada de advertencia, como si reírme fuera el peor error del mundo.
— Me parece estar viendo a Edward —dijo Bella con un tono cansino—, da la impresión como si fueran dos gotas de agua. ¿Acaso no eres una descendiente de su familia?
— Uno nunca sabe —mencione subiendo los hombros—. Mi bisabuela materna era de Chicago, por eso es que vivimos en esa ciudad.
— Bonita historia familiar —dijo Bella con aire pensativo—, ¿Qué ha ocurrido realmente Hannah?, Edward y Alice han estado ocultando toda la información.
Mire a Rosalie de manera interrogativa, había supuesto que Bella estaba enterada de los pormenores de mi ultima pelea con Jacob, la rubia se hizo la desentendida o quizás Edward, como siempre, tenia la manía de estar ocultando la información y eso me llevaba a dos teorías: Primero, que Bella no sufriera alteraciones o segundo, que ella no pensara mal de su amigo.
— Ni me mires de esa forma —advirtió Rosalie frunciendo los labios—, sabes que todo es planeado por Edward.
— Merezco saber lo que pasa —se impuso Bella mirándome con reto—, estar embarazada no es una excusa.
— Esta bien —dije soltando un suspiro—. Jacob estuvo a punto de matarme, si Leah no le muerde en una pata y Sam no le hace entrar en razón.
Bella me observo con los ojos un poco desenfocados, mientras que abajo se escucho un gruñido impotente, ese era Edward. "No se puede tapar el sol con un dedo", pensé, recibí otro gruñido como respuesta, el señor Cullen no estaba contento con lo que se acababa de enterar su esposa.
— ¿Qué Jacob, qué? —pregunto Bella sin dar crédito a lo que oía.
— Déjame darle su merecido —intervino Rosalie apretando los dientes—. Con los Cullen nadie se mete y menos un maloliente chucho.
— No vale la pena —admití soltando un suspiro—. Todo lo que ha sucedido ha venido rodando como una bola de nieve, así que hacer algo solo aumentaría más los problemas, además en parte yo tengo la culpa de lo que esta sucediendo.
— Echarte la culpa no es la solución —intervino Bella mirándome con autoridad—. Eres igual que Edward, siempre cargando con la culpa de algo que no te pertenece. Jacob sufre por que es su decisión, no puedes hacer nada más por él y cuando lo vea, le recriminare por lo que ha hecho, desconozco su forma de actuar y no es fácil olvidar que trato de lastimarte.
— No podemos hacernos de la vista gorda —discutí cruzándome de brazos—. No es que quiera imitar a una mártir, pero debo reconocer que tengo parte de culpa en este asunto. Primero, mi actitud hacia Jacob no ha sido la mejor, en vez de poner barrera, solo dejo que sucedan cosas cuando él se lo propone; Segundo, debería comportarme mejor, sabiendo que estoy a punto de casarme; Tercero, se suponía que no debía intervenir cuando llegue a Forks, y solo he conseguido hacer más retorcidas las cosas.
Bella y Rosalie me observaron como si me hubiera transformado en una mutante, bueno en parte eso era, por que un ser humano normal no vivía en su cabeza e interactuaba con personas que no existían en la realidad, tampoco se hallaban malhayando por personas que ya tenían su destino trazado, en verdad las cosas en Forks estaban ya bastante enredadas con mi llegada, como si mi vida real no fuera lo suficientemente emocionante.
— ¿Qué significa que no debías intervenir? —pregunto Bella escrutándome con sus ojos—, ¿Acaso sabias lo que iba suceder?
— Si, lo sabia —conteste dejando caer mis hombros con desilusión—; no es difícil adivinarlo, las cosas con Jacob se complicarían y en vez de aliviar su dolor por tu decisión, lo único que ocurrió, fue que aumentamos la carga a su confusión.
— Yo que pensaba que la vida de los humanos, ya no era complicada —musito Rosalie mirando hacia el suelo—. Aunque el chucho debe aprender, cuando alguien dice no.
— Rose tiene razón —dijo Bella poniendo una mano en su abultado vientre—. Cuando sepa esto, se pondrá como un energúmeno.
— No te preocupes —dije esbozando una sonrisa—. Jacob cambiara de opinión con el tiempo, las cosas serán más fáciles para todos, cuando por fin despierte la impronta.
— ¿Algún día sucederá? —pregunto Rosalie escéptica.
— Dentro de muy poco —dije mirando el vientre de Bella—. Será una gran sorpresa.
Bella me observo intrigada y se mordió el labio inferior, debía querer mucho a Jacob para preocuparle su suerte, a pesar de las ciento de cosas que había hecho, para separarla de su adorado vampiro, por otro lado, Rosalie musitaba entre dientes planes para vengarse de Jacob, estaba segura que por su cabeza, pasaban la más escabrosas torturas.
— Creo que aconsejarte sobre lo que debes hacer, es una perdida de tiempo —comento Bella mirándome con resignación—. No a todos nos funciona la misma formula, tu relación con Jacob es mucho más complicada, de lo que parece a simple vista.
— Ni te imaginas —resople—. Creo que ha perdido unos cuantos tornillos en la cabeza, no debe razonar con claridad desde que me sume a sus problemas.
Rosalie resoplo en protesta.
— Ustedes dos tiene demasiadas consideraciones, con alguien que evidentemente no le hace gracia que alternen con vampiros —opino la rubia cruzándose de brazos y observándonos con seriedad—. Dejen de estar preocupándose por alguien, que no quiere entender razones.
Bella y yo observamos a Rosalie, bastantes pasmadas
— No tengo un cuerno en la frente —bufó Rosalie—. Además, ya tenemos suficiente con el embarazo de Bella, para que ahora el chucho quiera robarse el protagonismo.
Rosalie tenía una particular manera de ver el mundo. Bella intento no esbozar una sonrisa y finalmente sonrió, derrotada por las palabras dicha por su cuñada. Por mi parte, solté un suspiro, quizás Rosalie tenia razón después de todo.
— Charlie quiere hablar contigo —dijo Bella levantándose del sofá con ayuda de Rosalie—. Por que no vas a cenar hoy con él, así de paso, le aseguras que estoy mejorando y que muy pronto le veré.
Creí escuchar en el piso de abajo un gemido ahogado.
— Esta bien —dije acompañándolas hasta la puerta—. Ya me urge tomar aire, parece que los encierros y yo no podemos convivir en el mismo espacio.
— Hannah —dijo Bella negando con la cabeza—. Dale un beso a Charlie de mi parte.
– Así lo hare —asegure tratando de esbozar una sonrisa.
Una hora y media después, me encontraba manejando la Ducati de Jasper. Edward se había mostrado en desacuerdo que yo manejara una motocicleta, trato de convencerme que tomara prestado su amado Volvo, estúpido propietario de un flamante Volvo, trato de usar sus técnicas para que rechazara la potente moto de su hermano, finalmente me reí en su cara y Jasper salió ganando.
Aun en medio de la carretera solitaria, me seguía riendo de su cara de consternación, era evidente que ya no podía deslumbrarme con facilidad y tampoco quería dar el brazo a torcer, para que me protegiera como si tuviera cinco años. Me iba casar dentro de poco, ni siquiera mi futuro esposo entraba como candidato a ser mi niñera, ya era una mujer que podía cuidarse y defenderse sola, claro excepto si un vampiro sádico se aparecía, para perseguirme.
Me detuve en el camino hacia la casa de Charlie, era la hora del crespúsculo y el supermercado no estaba muy lleno, solo unos cuantos carros estaban parqueados a las afueras, eso significaba que el lugar estaría solitario y no me tropezaría con gente inoportuna. Camine entre los estantes decidiendo que llevaría, tenia que ser algo comestible y sin duda, salvaría la cena desastre que el policía, protagonizaría en su casa.
Después de hacer varias rondas por los pasillos, por fin me decidí por llevar algo para picar, cuando tome un paquete para llevar, una mano de piel canela se puso encima de la mía, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo para llevar lo mismo. Me sobre salte un poco, pero la mano era demasiado joven para ser de… el innombrable
— ¡Hola! —saludo Seth eufórico—, hace mucho que no te veía.
— Hola Seth —dije tomando la mano del hermano de Leah—, supongo que las vas a llevar
Seth miro el paquete con examen
— Solo era para compartirlo con los chicos —dijo mirándome con aprensión—, pero dudo mucho que calme el hambre de… tu ya sabes que —aquello sonó como un susurro—. ¿Qué haces aquí? ¿Acaso ahora… los ya sabes que, tiene otros gustos alimenticios?
Solté una risita y negué con la cabeza.
— Los ya sabes que –dije esbozando una sonrisa—, no cambiaran con el paso de los siglos. Voy a ver a Charlie.
— Charlie no ha estado muy bien estos últimos días —menciono Seth tomando el paquete para dármelo—. La ida de Bella, no se la hecho muy fácil estos días, es bueno que vayas a visitarlo, se siente solo.
— Bella trato de decirme lo mismo —mencione empezando a caminar por los pasillos.
— ¿Has hablado con ella? —pregunto Seth componiendo un gesto serio—, Edward ha…
— Todo a su tiempo Seth —dije negando con la cabeza—. Por ahora, Bella se encuentra bien y feliz, aunque un poco cambiada.
— ¿Podrías? —dijo Seth acompañándome a pagar la compra
— Lo siento —dije pasándola tarjeta que me había dado Alice—. No puedo decir nada sin su autorización, no te preocupes, todo saldrá a la luz en menos de lo que piensas.
Seth se quedo mirando el suelo con muchos interrogantes, me despedí de él y me dirigí al parqueadero para ir a visitar a Charlie. Cuando llegue a casa de Charlie, se podía escuchar el sonido del televisor, parecía que nunca se perdía un juego de baseball, solté un suspiro y toque la puerta con suavidad.
— ¡Ya voy! —grito y luego se escucho un estruendo procedente de la cocina. Ya estaba desbaratando la casa.
— ¿Estas bien Charlie? —pregunte preocupada.
— Perfectamente —dijo con el rostro sonrosado— Pasa, ya terminaba de hacer la cena.
Entre con los sentidos alerta, como si presintiera que de cualquier rincón de la casa algo me saltaría encima y me haría gritar, hasta quedarme ronca. Seguí hasta la cocina y la ventana estaba abierta, como si alguien acabara de escapar por ella, ahora entendía el ruido, seguramente el innombrable había estado ahí.
— ¿Cómo has estado? —pregunto Charlie entrando al cocina con pies de plomo.
— Supongo que bien —dije sentándome en la silla, que tantas veces Edward había ocupado—. Y ¿Tú?, siempre vengo con una disculpa por no venir a verte.
Charlie tomo asiento y lanzo una mirada nerviosa hacia la ventana, se remojo los labios con nerviosismo y soltó un suspiro, parecía que estaba a punto de echar un cuento demasiado fantasioso y que no me gustaría mucho, me hacia recordar mucho a una persona.
— ¿Qué sucede? —pregunte escrutándolo con los ojos al policía—. Me recuerdas al Mayor Harris, siempre pone esa cara cuando va a decir algo realmente malo.
— Bueno… si, no —dijo Charlie pasándose una mano por el cabello—. ¿Quién es el Mayor Harris?
— Quien lleva el caso –conteste mirándolo con recelo—. Pero eso no viene a colocación, algo esta pasando y no quieres decirme, ¿Acaso el FBI viene a llevarme?
— No tiene nada que ver, con tu antiguo problema —aseguro Charlie mirando hacia la ventana—. Tiene que ver con Jacob.
Así que todo el nerviosismo tenia que ver con el innombrable, ahora Charlie pretendía que yo perdonara a quien había intentado matarme, o quizás pretendiera que le hiciera caso, cuando Bella hacia mucho tiempo había desechado la idea. Fruncí los labios molesta, Jacob parecía querer recordarme su presencia en todas partes, ahora Charlie le seguía el molesto juego, no perdonaría al hombre lobo tan fácil.
— Me imagino que escapo por la ventana —mencione entornando los ojos—. No entiendo Charlie, ¿Por qué estas intercediendo por él?
— Jacob es un buen chico —contesto Charlie jugando con sus manos—. Comete errores como cualquier humano, siempre ha estado celoso de Edward, supongo que debe quererte mucho y piensa que él esta amenazando su territorio.
Solté una carcajada, nunca había encontrado tan gracioso un comentario, hecho por Charlie. El policía me observo con sorpresa, seguramente debía parecer una loca que se había escapado de un tenebroso manicomio.
— ¿De que va esto Charlie? —pregunte apagando mi risa—. Siempre defiendes a Jacob como si fuera un santo, cuando él ni siquiera lo merece.
— Jacob a sufrido mucho —dijo Charlie mirándome con un gesto serio—. Cuando te fuiste por primera vez, se puso triste y ni siquiera le apetecía arreglar le coche, sabiendo que lo necesitaban para transportarse; después, cuando desapareciste por más de un año o quizás menos, él parecía ponerse de acuerdo con Bella, ambos estaban en un estado catatónico, como dos ciegos que no querían vivir por sus desgracias. Gracias a Bella pudo superar su dolor, aunque claro, después termino enamorándose de ella y no consiguió ser correspondido.
— ¿Acaso tengo la culpa de lo que le sucede? —pregunte un poco molesta—. Siempre supo lo que sentía por él, no puedo cambiar mis sentimientos Charlie, amo a Charles y me voy a casar con él, así Jacob le parezca la peor idea del mundo. Además, él no ha sido muy amable estos últimos días conmigo, por su culpa es que me estoy sintiendo como si hubiera atropellado un cachorro.
Charlie soltó un suspiro y negó con la cabeza.
— Tal para cual —menciono Charlie—. Se un poco amable, ¿quieres?
— Lo intentare —dije sin mucho entusiasmo—. Si él también lo es.
— ¿Has hablado con Bella? —pregunto Charlie mirándome con esperanza.
Tome sus manos por encima de la mesa y le regale una sonrisa de apoyo.
— Me dejo un mensaje para ti —dije levantándome de la silla, y plantándole un beso en la mejilla derecha—, un beso de su parte. Ella te quiere mucho.
— Gracias —dijo Charlie poniendo su mano en la mejilla derecha—. Si hablas con ella, dile que la extraño mucho.
— Claro que si —dije asintiendo con la cabeza—. Ahora, ¿Dónde esta la cena que me prometiste?
Hola a todos los lectores de este fic... ¿Queda alguno por ahi? ¿Se han ido de vacaciones por semana santa?... En fin, muchas gracias por permanecer constantes, esperando que actualice con más rapidez que antes, de todo corazon agradezco mucho todos sus mensajes, me hacen sentir bien y más contenta de escribir un capitulo más de esta historia, ya llevamos 369 y faltan 31 para completar los 400, aspiro y espero que asi sea.
Yo se que muchos les gustaria que se hablara sobre la vida de Hannah, parece que esta muy renuente a contar algo, claro que me he propuesto a escribir algo y si no se me ocurre algo retorcido para el proximo capitulo, quizas los sorprenda con algo de ella, aunque en este capitulo sabemos algo a parte de su madre y de Charles, quien quita y de pronto es descendiente de la familia Masen por otra rama genealogica... Uno nunca sabe.
Supongo que todas la preguntas se dispararan cuando al fin jacob sepa la verdad, no falta mucho para que eso suceda, creo que por algo sucederan las cosas, quien quita y en un arranque de desesperación Jacob irrumpe en la casa de los Cullen y se entere de todo, no se sabe que pasara, Jacob es tan impulsivo en mi historia, hasta siento que solito se escribe, pero me fascina el giro que esta tomando, siento que le falta un no se que para tomar de nuevo el rumbo de la historia.
Yo se que muchas quisieran meterse en la compu para darle su paliza a Jacob, pero ya veremos que le sucedera, alguien tiene que ceder... ¿No?
Por cierto... ¿A donde se fueron las preguntas para esta historia?
Un beso para todos, que terminen de pasar esta semana santa en paz y recen por mi, a ver si mi situación mejora un poco. Haganme un favor, dejen mensajes despues de estos aburridos creditos.
Hasta una proxima oportunidad... Hasta entonces.
;) Kathyarius
P.D.: No odien a las profesoras.
