Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia.
Parte XVIII
No dejes que se muera el sol, sin que hayan muerto lo rencores. —Mahatma Gandhi
Apreté los puños en señal de valentía, tenia que terminar este asunto de una vez por todas, mi mente ahora debía ocuparse de asuntos más importantes, que estar lamentándome por tontos, que ya no venían al caso y que no querían comprender, que no todo en la vida, se daba como ellos querían.
Con un toque firme, llame a la puerta de la casa de los Black. Esa mañana Alice había aplaudido mi decisión, en cambio Edward y Rosalie se habían mostrado preocupados, como si al volver, tendrían que enterrarme en el cementerio de Forks; Bella por su parte, tenia una mirada esperanzadora, como si fuera a corresponderle a Jacob y así terminara con su infierno.
Escuche una ruedas que se aproximaban para abrir la puerta, seguramente mascullando por la inoportuna visita, a tempranas horas de la mañana, revise la hora en el reloj de mi muñeca izquierda y daban las nueve de la mañana, tampoco era una hora imprudente, seguramente Jacob estaría durmiendo a pierna suelta en su cama.
— Hola Billy — salude componiendo mi sonrisa más convincente—. ¿Cómo has estado?
— Bien —saludo mirándome con recelo—. Pasa, supongo que viene hablar con Jacob.
— Ciertamente —dije entrando a la sal pequeña de los Black—, ¿Esta en casa?
Billy hizo rodar su silla hacia la mesa y me indico que me sentara, estaba segura que debía estar enterado de la ultima gracia de Jacob en mi contra, seguramente me pediría que no volviera a molestar a su hijo, lo mas recomendable seria no volver a dirigirle la palabra. Billy me examino con ojos graves, como si estuviera sopesando las palabras, eligiendo la mejor manea de decir: "vete y no vuelvas a molestar a mi hijo", guarde silencio esperando el veredicto, Billy tomo aire y desvió su mirada hacia el dormitorio de Jacob.
— Quiero ofrecerte una disculpa —dijo Billy dejándome sin palabras—. En el pasado creí que ibas a lastimar a mi hijo…
— Lo hice —interrumpí su discurso.
— ¿Quién te lo dijo? —pregunto Billy sorprendido.
—Charlie —conteste jugando con mis dedos—. Le prometí que seria amable.
— No es necesario que cumplas esa promesa —aseguro Billy formando un gesto crispado—. Jacob no merece esa consideración de tu parte, ni siquiera se por que estas aquí, no se si eres valiente o realmente, no comprendes el peligro que representa estar al lado de él.
— Jacob solo es un chico confundido —dije paseando la mirada entre los objetos de la sala—. En parte entiendo su dolor, no debe ser fácil todo lo que le sucede. Primero, creyó amarme y cuando logra decírmelo, desaparezco y luego regreso, ahora que vuelvo de nuevo, sabe que soy más inasequible que antes; su mejor amiga, se casa con su enemigo natural, sin que haya podido hacer nada y además, entregándole su corazón.
— Omites un pequeño detalle —aporto Billy—. Trato de matarte, estando en fase; aun así, vienes hablar con él como si nada hubiera sucedido.
— Tanto como eso no —dije poniendo un gesto serio—. He tenido que pasar días encerrada, para no venir aquí y cobrárselas a Jacob.
Billy soltó una risita.
— Seria mejor eso, que esa calma tan fría —señalo el padre de Jacob.
— Quizás las cosas se pongan feas —aventure lazando miradas hacia la habitación de Jacob.
— Anda —dijo el Quileute señalando el camino—, enséñale una buena lección.
Me levante negando con la cabeza, la puerta del a habitación estaba abierta y se podían escuchar los ronquidos, empuje suavemente para no hacer tanto ruido, pero el ocupante de la cama ni siquiera se daba cuenta, que un intruso entraba en su cuarto. Estudie las múltiples posibilidades de despertarlo, pero se veía tan indefenso y vulnerable en esa posición, como si esperara que alguien lo protegiera y amara, pero pronto llegaría quien le quitara ese peso en su corazón y quien sanara todas las heridas, que no le dejan vivir tranquilo.
— Jacob, despierta —dije sentándome a su lado.
El Quileute se movió de posición y mascullo algo ininteligible. Lo zarandee suavemente y no logre ningún éxito, debía estar cansado por el trabajo en las patrullas nocturnas, lo sentía por él, pero era hora de hablar claro y hoy, se me antojaba ser sincera como nunca lo había sido.
— Bien, no me dejas otra salida —espete mirando un vaso de agua que reposaba en la mesa.
Tome el vaso, sabiendo que Jacob se pondría de un humor de perros, vacié la mitad del vaso encima de su cabeza, al instante se levanto de la cama desorientado y lanzando agua por todos los rincones de la habitación, ya iba a comenzar a maldecir, cuando me descubrió con el vaso del agua volteado y sin ningún contenido dentro de él.
— ¡¿Qué carajos, crees que haces?! —salto enfurecido—. ¡Así no se acostumbra levantar a la gente!
— Casi me dejas sorda —dije tapándome los oídos con mis manos—. Buenos días Jacob.
– No estoy de humor para escuchar tu sarcasmo —dijo Jacob cruzándose de brazos y haciendo resaltar todos sus músculos.
Ese era un mal inevitable cuando me proponía hablar con Jacob, ¿Por qué siempre tenia que andar con el torso desnudo? ¿Acaso era alguna de sus tácticas para atraparme?, al parecer eso pretendía, porque esos músculos era para poner a gritar a cualquier mujer, o mejor dicho a las locas amigas que tenia en la vida real, siempre se morían por ver un torso desnudo caminado con libertad por el campus de la universidad, estaba segura que ya hubieran tumbado a Jacob en la cama de la felicidad.
— ¿Hannah estas bien? —pregunto Billy al otro lado de la puerta—, Jacob compórtate como un caballero.
— Estoy bien —le respondí a la puerta—, quizás un poco sorda.
— ¿Acaso tu y mi padre están conspirando en mi contra? —mascullo Jacob mirándome con los ojos entornados.
— No —dije sentándome en la borde de la cama—. Solo vengo a hablar.
— Recuerdo, que me dijiste que no te hablara por lo que te resta de estancia en Forks —dijo Jacob tomando una toalla del suelo. Que chico tan desordenado.
— Tenia mucha rabia —confesé mirando por la ventana, donde se podía ver una parte de la playa—. Cuando tengo rabia, prefiero guardar silencio y dejar que las cosas tomen su curso, además tal vez decida irme de Forks y esta sea tu última oportunidad, si no la quieres, no la tomes, al menos intente algo.
Me levante de la cama dispuesta a marcharme, había tomado la decisión de irme, después de comunicarle a los Cullen todo lo que sucedería, además de recomendarle Alice, que me llamara cuando se fuera a buscar a Nahuel por las selvas del Amazonas, así ellos no pasarían la incertidumbre de estar solos, cuando más necesitaban de alguien que esclareciera el asunto.
— Perdóname —dijo Jacob tomando mi brazo para que no me marchara—. Perdóname Hannah, sabes que no quise lastimarte ese día, seria incapaz de hacerlo. Pero mis celos por Cullen, me llevan al borde y lleve las cosas al extremo.
— Como lastimar a tu propia hermana, en el camino de tu inseguridad —dije soltándome del brazo que me retenía—. Vamos hablar claro, vamos acabar con esto tan raro que esta sucediendo desde que llegue a Forks y lo raro que ha sido, desde que decidiste poner tus ojos en mí.
Jacob asintió y se dejo caer en el borde de la cama, por mi parte me quede de pie y con la manos en las caderas para infundirme seguridad, ¿Cómo podía ser insegura frente a un chico de 16, cuando yo tenia veintidós?, o quizás hasta el tiempo se había devuelto en esta fantasía y ahora tenia la misma edad de Bella, los eternos 18 en que terminaría por toda la eternidad.
— Escucho —dijo Jacob sacándome de mi limbo personal.
— Bien —dije posando los ojos en él—. Primero, como todo ser humano espero consideración de tu parte, para mi no ha sido nada fácil decirte que no en muchas ocasiones, me lastima verte sufrir por algo que no esta en mis manos, no es mi culpa que Charles se haya ganado mi corazón mucho antes que tu aparecieras, ni siquiera tendría por que estar en Forks y mucho menos habernos encontrado esa noche en el Lodge, todo lo que sucede, es porque mi retorcida mente quiere que así sea, si te soy sincera te odiaba desde hacia muchos años.
— ¿Me odiabas hace muchos años? –pregunto Jacob escéptico y algo confundido—. Si apenas nos conocemos hace algunos meses.
— Esto es difícil —dije sentándome al lado de él—. Prometo que en algún momento te contare esto, después de que alguien, a parte del doctor Cullen me crea. Pero lo importante ahora, es que sepas que te aprecio y te veo de una forma diferente a la tuya, mis sentimientos van en dirección contraria, no por eso debes echarle la culpa a Edward, él ni siquiera tiene que ver con los dos. Esto tiene que ver contigo y tu manera de ver a la gente, sinceramente no se por que no has terminado también liado con Leah.
— Quizás por que la he visto toda la vida, refunfuñar —admitió Jacob soltando un suspiro pesado—. Hannah, lo que siento no es inventado, ni por que en ese tiempo fuiste la novedad en Forks, a parte de Bella; ni se como explicarte las razones de por que me atraes, solo se que el día es más alegre cuando estas ahí o cuando ríes y escucho tu voz, no de la misma manera que Bella, tal vez por ella no sentí más que una amistad protectora, se que no tengo una oportunidad contigo, pero aun así no me doy por vencido y quizás nunca lo haga.
Me levante de la cama sin saber que hacer o decir, este chico tenia verdaderos problemas, quizás más de los que tuve yo al enamorarme de Charles, pero era mi deber hacerle entender que no toda en la vida se lograba con una simple confesión, quizás yo tenia problemas no resueltos, por que cualquier mujer sabiendo que esta a punto de casarse, no dejaba que alguien, a parte de su prometido, la besara cuando le diera la gana.
— ¿Estoy perdonado? —Se aventuro a preguntar Jacob.
— Quizás —dije parándome frente a la ventana para mirar el mar—. Aun queda algo de rencor por lo sucedido, no es tan fácil olvidar esos dientes rabiosos y ese deseo en tus ojos por eliminarme, pensé en ese instante que todo había terminado y lo único bueno de todo, es que quizás no jugarías conmigo como lo hizo James.
Acaricie la media Luna que estaba en mi mano, trate de recordar lo doloroso que había sido ese episodio en mi vida, pero a mi mente no vino ningún recuerdo, solamente palabras y gestos, pero ningún momento desagradable y particularmente horrible, parecía que todo se hubiera borrado de mi cabeza.
— ¿Sufriste mucho? —pregunto Jacob poniéndose a mis espaldas.
— Mucho —dije esbozando una sonrisa—. Me lanzo por los aires sin importarle que yo sintiera dolor, me lastimo un brazo y casi partió mi pierna, se divirtió con mi dolor saciando la crueldad que le impulsaba a jugar, quería lastimar a los Cullen y lo logro, Edward fue en mi rescate, lucho con la muerte y logro rescatarme de un sueño profundo al que yo quería irme, dejo a Bella para hacerme vivir. Por eso Jacob, por eso es que se ha ganado mi corazón y mi agradecimiento, pero eso no significa que luches contra él, como si su naturaleza fuera la condicionante para que lo condenes, por que entonces yo te condenaría por lo mismo, por que al igual que James me lastimaste.
Jacob se sumió en silencio, quizás rendido para ver a los Cullen de una forma diferente, sin embargo, aun quedaban muchas cosas por aclarar, pero no era una mujer de rencores o al menos eso era ahora, porque anteriormente me dedicaba a pagar con la misma moneda todas las afrentas, había madurado mucho en los años que había estado alejada de mi hilarante locura, me había hecho una mujer más pulida.
— Por lo visto las cosas no serán las mismas —menciono Jacob poniendo una mano caliente en mi hombro—. Siento mucho lo que sucedió hace unos meses, siento haberte recordado todo el horror que viviste en el pasado, pero no puedes pedirle manzanas a un árbol de peras.
— Al menos debe haber una tregua —dije soltando un suspiro—. Así como la que hago contigo, tratando de olvidar que quisiste mi muerte, por encima de tus propios sentimientos. Las cosas no volverán hacer las mismas, por que debes comprender que no puedes volver a besarme cuando quieras, ni tampoco tomarte libertades conmigo, cuando no soy una persona libre y muchos menos candidata a ser algo para ti, más que una amiga.
Jacob cerro la boca sin saber que decir o tal vez hacer, era mejor terminar de herirlo de una vez por todas, que estar alargando el asunto por raticos, era más doloroso estar dando pinchazos para que sufriera, que tener que enterrar todo de una vez y soltara todo lo que tenia por decir. Escuche un suspiro que se perdió en la parte posterior de mi cabello.
— ¿Es lo que quieres? —pregunto Jacob dudoso.
— No es difícil de comprender —dije recibiendo en mi cara el aire húmedo de la playa—. No te preocupes por otro intento fallido, no eres el primero ni el ultimo al que estas cosas le pasan, te aseguro que el sufrimiento que te hayamos causado Bella y yo, pronto desaparecerá y hasta posiblemente te reirás de el.
— Dudo que despierte la impronta alguna vez —mascullo Jacob—. Solo lo dices para que las cosas sean más fáciles, para no cargar en tu conciencia algo que no es tu culpa. No se por que te cuesta entender, que en verdad me enamore de ti, no estoy inventando nada sobre la marcha o por que es un capricho de adolescente,
Descanse mis dedos en el alfeizar de la ventana, quizás no había sido prudente haber venido hablar acerca de esos asuntos, cuando el testarudo de Jacob no quería ceder ni un centímetro, era tan voluntarioso y caprichoso, parecía no comprender que no era de su mundo, que así me bajara una estrella del firmamento, yo no podría quedarme para corresponderle, por que mi lugar estaba más allá de un libro.
— Eres tu, al que le cuesta comprender —dije paseando mis ojos entre las olas que terminaban en la orilla de la arena—. Por muchas cosas que hagas, no me puedo quedar para siempre y este no es mi lugar, vengo de un mundo muy diferente al tuyo, así que hacerte ilusiones conmigo solo te traerá sufrimiento y de paso a mi también.
— Déjalo, Hannah —suplico Jacob poniendo ambas manos en mis hombros—. Quédate para siempre en Forks.
— Jacob, yo no soy un metamorfo y tampoco un vampiro —rebatí tratando de que mi voz no se quebrara—. Soy una humana común y silvestre, que tiene sus días contados. ¿Qué harás el día que yo muera?
— Abandonare mi condición de licántropo —aseguro Jacob con un tono seguro—. Y te seguiré.
— No lo harás —dije negando con la cabeza—. Falta muy poco para que tu visón cambie por completo, entonces no seré para ti, más que un recuerdo que se va ha desvanecer con los años. No sigas con eso, ¿Puedes?; no sufras por algo que no es real.
— Es real —discutió Jacob apretando un poco mis hombros—. Que no quieras aceptarlo es diferente, en el fondo se que sientes algo.
Solté un suspiro, razonar con Jacob era como razonar con una piedra, no quería entender razones, quizás si tuviera contacto con Bella y su embarazo se olvidaría más fácilmente de todo su sufrimiento, estaba segura que Nessie había despertado la impronta desde el vientre de su madre y por eso Jacob se había sentido pegado a ella, si las cosas fueran más rápido que antes, por lo menos sufriría menos con mis decisiones.
— Le frunzo el ceño y todavía me ama —musite para encontrar una solución al dilema—. Harto lo maldigo y me da su amor… (*)
— ¿Qué estas diciendo? –pregunto Jacob retirando sus manos de mis hombros.
— Tu parecido con Helena —dije esbozando una sonrisa—. Anda detrás de un hombre que no le presta atención, abandonando todo recato y exponiendo su propia alma, a cambio de una mirada y un poco de su amor.
— ¿Eso que tiene que ver conmigo? —pregunto Jacob rozando su boca en mi oído—. Se que ocupo alguna parte de tu corazón.
— Claro que si —dije retirando mi cabeza del roce de su boca—. El lugar de un gran amigo, que transformo días grises en días más alegres, que a pesar de banales palabras hizo los silencios más soportables, que a pesar de sus tontos celos, no puedo evitar preocuparme por su suerte.
Jacob emitió un suspiro, como si mis palabras le estuvieran causando una gran agonía, ya nada más podía hacer por él, mis palabras estaban dichas y mis ruegos ya estaban cansados de decir siempre lo mismo, ya era su decisión seguir sufriendo o levantarse y ver la vida de una manera diferente, no tendría por que ser tan complicado, cuando su otra mitad le faltaban días y horas por llenar ese vacio que estaba abierto en su corazón.
— ¿Es una despedida? —pregunto Jacob tratando de sonar seguro.
— Es una bienvenida, a la única persona que quiero en mi vida —dije dándole la espalda a la playa y el mar que estaban al otro lado de la ventana—. Ya tengo un hermano, una hermana, cuatro amigos que tratan de levantarme el ánimo, pero quiero recuperar esa camaradería que nació en la inestabilidad de un coche.
— No va ser fácil —dijo Jacob metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón corto—. Hare mi mejor esfuerzo, pero no prometo nada.
— Hare de cuenta, que nada de tu intento por lastimarme existió —dije mientras cerraba los ojos—. Ahora, cierra tus ojos y terminemos por fin ese negro capitulo.
— Estas loca —dijo Jacob soltando una risa—. ¿Cuándo te volviste una hippie o una mezcla de esas que hacen yoga?, ¿Quién eres y que has hecho con Hannah?
— Muy gracioso —dije mostrándole la lengua como si fuera una niña de cinco años—. Solo se me han pegado las locuras de una querida amiga, ella es la que practica yoga y su cuarto parece una tienda esotérica.
Jacob esbozo una sonrisa y después de unos minutos accedió a cerrar los ojos, sus músculos se relajaron, dándole un aspecto a un joven inofensivo y que no mataría ni una mosca. Mordí mis labios para no echarme para atrás en lo que iba hacer, había tomado la determinación mientras me dirigía hacia un camino difícil y supurante, era lo mínimo que podía hacer por Jacob, antes que la magia terminara por envolverlo.
— ¿Has hecho lo mismo con Cullen? —pregunto Jacob cruzándose de brazos y aun con los ojos cerrados.
— ¿Qué tiene que ver Edward con todo esto? —pregunte frunciendo el cejo.
— Observe esa extraña relación, que tienen ustedes dos —menciono Jacob soltando un poco de aire—. Parecía que ambos fueran parte de cada uno, como si conocieran cada pensamiento que pasa por su cabeza, como si fueran una unidad con dos caras distintas, es algo espeluznante verlos juntos, como si fueran dos gotas de agua. ¿Qué sientes por él, Hannah?
— Te lo dije una vez —le recordé—. Amo los Cullen como si fueran mi familia, quiero a Edward como ese hermano mayor que quise tener alguna vez, es una relación muy parecida a la que tu compartes con Bella; conozco los sentimientos de Edward hasta cierto punto, he visto su cara de manera distintas y he visto como esta sufriendo en este momento; por él he soportado todos tus malos pensamientos, tus celos hacia lo que es, todo por decirte que él desea hablar contigo, acerca de un tema en común, un tema que los unió en el pasado.
— Bella —susurro Jacob retrayendo sus músculos de manera defensiva.
— Debes saber algo que ha pasado —continúe observando como sus ojos cerrados no parecían para nada relajados—. Algo con lo que no vas a estar de acuerdo por un tiempo, ella te necesita Jacob, necesita el amigo que estuvo a su lado en su momento más oscuro, pero sobre todo, es necesario que conozcas el por que de su regreso.
— ¿Por qué no me lo dices tu? —pregunto Jacob haciendo que su rostro se crispara un poco—. Nadie como tu, para saber que ocurre en la cripta.
— No soy quien para decir lo que ocurre —dije negando con la cabeza—, no es un asunto para comprender de forma sencilla.
— Como siempre —dijo Jacob alzando los hombros—. Puedes hacerme un último favor.
— ¿Cuál? —pregunte tratando de adivinar lo que pensaba, en especial cuando curvo una sonrisa ladina.
— Quiero un recuerdo tuyo —dijo Jacob espiándome con un ojo—. Si no puedes quedarte para siempre en Forks, al menos deja algo que me recuerde que alguna vez estuviste en mi vida.
— Esta bien —acepte sabiendo que las cosas no serian tan difíciles—. Cierra tus ojos de nuevo.
— No me iras a desvestir, ¿Cierto? —pregunto Jacob conteniendo por reírse—. No me gustaría fotos mías circulando por internet.
— Fanfarrón —dije soltando una risita.
Cambie a Jacob de puesto y él gustoso apoyo su peso contra el marco de la ventana. Me prepare mentalmente para lo que iba hacer, había prometido que haría las cosas bien, que me portaría mejor sabiendo que no era una mujer libre y que pronto me iba a casar, fruncí los labios sabiendo que Charles jamás se enteraría de esto, o al menos no saldría de mi boca estando sobria.
— Por que es la cruz acostumbrada, tan debida al amor como los pensamientos, sueños y suspiros, las esperanzas y el llanto que a la fantasía hacen sequito (**) —murmure tan bajo como pude.
Entonces, fundí mis labios con los suyos haciendo realidad la fantasía que tantas noches lo había perseguido, sentí sus brazos apretar mi cintura para no dejarme ir o caer, por un instante me deje llevar a la tierra de la fantasía, dándole a Jacob lo único que podía ofrecerle como recuerdo.
(*), (**) Primer Acto, Escena I. Sueño de una noche de verano. William Shakespeare
Hola a todos de nuevo, es reconfortante volver a reportarme tan rapido como lo hacia antes, es lo bueno de la semana de "vacaciones", aunque bueno, todo en la vida no es tan facil como creemos. Quiero agradecer esos mensajes que dejaron en esta historia, es cierto, solo me falta el piiiiiiiiiiiiii, para volver estos creditos en una maquina contestadora, pero vaya me lleve la sorpresa grata de que esperaban mi actualización hacia algunos días, en espcial cuando ya casi se acerca el momento donde Jacob se entera de todo. Desde donde estoy, aguantandome esta lluvia tan esperada hace meses, les quiero agradecer su tiempo en estas cortas vaciones, por estar ahi esperando que volviera de nuevo una actualización
¡Vamos por los 388, que felicidad! se que poco a poco estara ese preciso 400 en la historia, menos mal que soñar no cuesta ningun peso. Me imagino que se preguntaran por que rayos he actualizado tan pronto, dos capitulso ne casi una semana, bien, creo que me he cansado un poco del suspenso, y la verdad desde el mismo día que habia actualizado el anterior, ya me surgian ideas para este nuevo capitulo, que es la transicion de nuevo al libro, por que me estaba saliendo un poco de la historia, asi que ahora continuara su curso normal, o eso creo.
Ahora, ocupandonos de los mensajes, quiero darle un saludo a todas esas caras nuevas que leen y dejan su mensaje, es muy importante para mi conocer sus opiniones acerca de la historia e incluso escuchar sus sugerencias sobre que estaria mejor en la historia, he tomado muchas de sus palabras e ideas para mejorar el fic, espero que se hayan dado cuenta de eso. Bien hubo algunos mensajes que me dejaron pensando un poco, asi que comienzo, ¿Hannah más humana que Bella? podrian aclararme ese punto, no lo comprendi. ¿Que replantee el nacimiento de Nessie por EJ?, entonces como libramos a nuestra protagonista de Jacob, no se compadecen del pobre Charles que la esta esperando, para casarse con ella.
SDPYR: ¿Hannah familia de Edward?, no suena encantador, conectar de algun modo esos dos mundos y ver por que es que le suceden cosas tan extrañas; ¿Los Vulturis sabran del a existencia de Hannah? actualmente desarrollo una parte interesante acerca de eso, croe que no les va gustar mucho que digamos, peor mi loca imaginación no deja de divagar; ¿Por que Jaco mete a Charlie en sus problemas? por que es un tramposo, caprichoso y voluntarioso; ¿Cuando le dira Hannah a Edward que sabe absolutamente todo lo que va a pasar mas adelante? ¿Y todo lo que ha pasado anteriormente? relamente aun no hay momento determinado, si leyeron la historia anterior, Hannah le conto a Edward la verdad y no le creyo, tal vez encuentre el momento adecuado para contarle de nuevo; CSDPYR.
Confieso que para inspirarme en este capitulo, la foto de Jacob desde un vaso mirandome me inspiro para decirle todo lo que queria, más sin embargo, lo volvi a voltear para la cara de Robert Pattinson, es mucho más alentador tener un tu sala su cara, que la de Taylor, Chico para gustarme, por eso prefiero a Jasper y el actor que lo encarna, lastima que viva tan lejos. Bueno espeor no haber dado tan lora, asi que nos veremos pronto, para conocer las reacciones de un embarazo tan prematuro y hacerle la vida imposible a Edward Cullen. Por favor, no odien a Hannah por querer darle un recuerdo a Jacob.
Hasta una proxima actualización... Hasta entonces.
;) Kathyarius
