Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.


Parte XXX

¿Cómo pudo darse este gentil concierto en el mundo, para que el odio huyese de vosotros y pudiese dormir junto al odio sin temer ningún daño? —Escena I, Cuarto acto. Sueño de una noche de verano. William Shakespeare

Me desperté sobresaltada.

Nada de lo que había ocurrido a lo largo del día, tenia sentido para mi, quizás para ninguno, pero como Jacob decía, no se podía pedir manzanas a un árbol de peras, y definitivamente este no era mi mejor día.

Renesmeé dormía plácidamente a mi lado, era sorprendente que se hubiera encariñado con alguien como yo, cuando los bebes solían hacerme la vida imposible, sin embargo, ella no me veía como algo comestible y que quisiera morder todo el tiempo, como solía ocurrirle en el libro con Jacob.

Y Jacob, era el más sorprendido por lo que había ocurrido, aunque también el más confuso por los cambios ocurridos en las ultimas horas, al menos le contentaba la idea de que Bella estaba luchando por su vida y se transformaría, en algo que había odiado hasta hace unas horas, pero su mente estaba en otra parte, que lo hacia roncar escandalosamente.

Dormía plácidamente en el sofá negro, tenia el aspecto de una persona que había hecho un trabajo titánico, o quizás estaba reventado, después de haber corrido hasta Canadá para convencerse que no se había vuelto loco, aunque la única que no parecía sorprendida del hecho, como siempre era Alice, a diferencia de Rosalie que se había dedicado hacerle saber que no le gustaba nada su punto de vista con respecto a Nessie.

Me levante con cuidado de la cama para no despertar a Nessie, camine de puntillas hacia la puerta, sabiendo que si por azares del destino los Vulturis entraran por la ventana de la habitación, Jacob haría lo imposible por defender a la niña, cerré la puerta con cuidado y camine al único lugar en el que podía pensar con ayuda.

Camine hasta el despacho de Carlisle, él y Edward se dedicaban a observar a Bella durante las ultimas horas, como si ella fuera a soltar gritos desgarradores por el fuego que la estaba quemando por dentro, pero Bella estaba tan placida como la ultima vez que la había visto antes de irme acostar.

— Hola —susurre poniéndome al lado de Edward.

— ¿Sabes que horas son? —pregunto con un tono bajo.

— No, pero me imagino que debe ser muy tarde —conteste tomando su brazo para reconfortarlo.

— No se cuando va despertar, quizás nunca lo haga —comento con un tono de angustia que no me gustaba.

— Parece que ha vuelto el pesimista —dije mirándolo con recriminación—. Bella va a despertar, como algo que nunca quisiste ver en ella.

— Lo ha hecho a propósito —musito Edward mirándome con consideración—. Debí haberte escuchado ese día.

— Me alegro de que casi nunca lo hagas —comente con un tono bromista—. ¿Podrías ser más optimista? Mira que pudo haberle ido peor y sin embargo, te ha dado un gran regalo. ¡Por todos los cielos! ¿Acaso te imaginaste que ibas a ser padre?

Edward lanzo una mirada a Bella que estaba tan pasible, como si estuviera dormida, negó con la cabeza y a la misma vez una sonrisa se extendía por su rostro como si fuera Nochebuena, estaba claro quela idea le agradaba o quizás lo había tomado por sorpresa, como a mi también me tomaba por sorpresa los cambios tan radicales de la ultima tarde.

— Nunca —dijo tomando mi mano y guiándome fuera del despacho—. Me aterra un poco la idea, se suponía que los vampiros no estábamos hechos para tener hijos.

Ambos descendimos al primer piso en dirección a la cocina, era la primera vez que hablaba de esta manera con Edward. Nuestra relación siempre había sido algo rara, al principio pensamos que nos gustábamos mutuamente, luego entendimos que nos identificábamos de una manera u otra por ser unos fenómenos y ahora, bueno ahora parecíamos unos hermanos. Aunque Jacob lo calificaría como algo realmente extraño.

Edward coloco un poco de agua para hacer te, seguramente algo que me hiciera dormir y olvidar todo los sucesos extraños de las ultimas horas, pero todo estaba tan vivido en mi cabeza, que dudaba mucho que pudiera olvidarlo algún día, el vampiro tomo asiento a mi lado y me observo con paciencia.

— ¿Cómo has estado con todo esto? —pregunto con un tono suave—. Aun no has dicho nada respecto a lo de Jacob.

Fruncí los labios recordando, la verdad nunca espere que las cosas tomaran un rumbo insospechado.

— Nada de eso debía ocurrir —conteste poniendo mis manos de modo que apoyara mi cara—. Esto solo puede ocurrirme a mí, siento que estoy predestinada a que me ocurra todo lo insólito en este planeta.

—Pues a mi me ha gustado muy poco —dijo Edward frunciendo el cejo—. Es solo un bebe. Pero supongo, que por ahora solo la ve de un modo. ¿Cómo pudo ocurrir?

Era difícil de explicarle eso. La verdad, tendría que decirle que todo estaba planeado quizás desde el primer libro, que la autora tenia una retorcida idea que nunca supe entender, por que a mi parecer Nessie debía haberse imprimado de Seth y que Leah hubiese terminado con Jacob, pero nunca entendería o quizás su intención era incluir a todos dentro de la misma familia, aunque era muy retorcido todo aquello.

— Después de todo estamos en un planeta de fantasía —masculle nada contenta.

— No se que hará Bella cuando se entere —dijo Edward moviéndose como un borrón por la cocina—. Presiento que me sorprenderá como siempre lo hace, ¿O acaso se pondrá de su parte?

— Lo dudo mucho —respondí aun enfadada por lo sucedido—. Lo más seguro que lo vera extraño como lo de Quil y Claire.

Edward sonrió y puso una taza de humeante te debajo de mis narices, a estas alturas nada iba a consolarme por lo que me estaba tocando vivir.

— Hace mucho que no hablamos de este modo —comento Edward con un tono suave.

— Desde la noche anterior a la boda —recordé tomando un poco de te—. Solemos comportarnos de forma extraña. Tanto que Jacob aun piensa que estoy enamorada de ti y que solo acepte a Charles por que estaba desesperada.

— ¿Te ha dicho eso? —pregunto Edward juntando su cejas a manera de asombro.

— Más o menos, solo es cuestión de que leas entrelineas —dije sintiendo mis mejillas arder—. Supongo que lo he llevado a esa interpretación, nadie en sus cinco sentidos es capaz de acercarse a un vampiro con tanta familiaridad.

— Puede que a veces te haya ayudado en el cometido —admitió Edward mirando a la cocina sin ningún punto fijo—. Hubo veces en que me pregunte, que si no hubiera amado a Bella, si hubiese considerado el otro camino. Nada de esto estaría pasando.

Observe de refilón el rostro de Edward, para saber si estaba de broma o estaba hablando seriamente, quizás lo que estaba sucediendo lo hacia replantear tantas cosas que se habían quedado a medio camino. Su rostro estaba impasible sin ninguna expresión, debía estar bastante afectado por la noticia de que era responsable de la pequeña vida que dormía en su habitación.

— Debes estar bromeando —dije rompiendo el silencio—. ¡Edward! Esas clases de bromas no se hacen. Estaba predestinado a sucederte, ya hubiera sido con Bella u otra persona.

— Dime, si no lo consideraste alguna vez —comento Edward mirando aun en un punto indeterminado de la cocina.

— Me pareció algo enfermizo —dije tomando un poco de te—. Si hipotéticamente yo hubiera estado en su lugar, tendría que transformarme en vampiro y créeme seria lo ultimo que querría para mi vida. Adoro ser humana, poder dormir, enfermarme, enamorarme y poder hacer cosas que como vampiro no podría. Sobre todo, no hubiera conocido a Charles o quizás te dejaría plantado por él.

Edward sonrió con humor y negó con la cabeza, quizás nunca se habría planteado ese dilema.

— Se nota que estas muy enamorada de él —comento mirándome con consideración—. Ahora comprendo el malhumor de Jacob. Él no lo comprende, por que no observo lo que sucedió en Chicago, cuando pretendías ser héroe. No podrías estas en mejores manos.

— Lo mismo dirás de Reneesme —mencione algo del tema—. Aunque te sorprenderías que estuve muy poco de acuerdo cuando lo supe, quise que Leah estuviera con él.

El rostro de Edward se contrajo en un gesto de extrañeza, no debía olvidar que estaba completamente loca y que mis ideas eran muy raras para ser un ser humano, solté una risita de suficiencia, a lo mejor buscaba alternativas para que Jacob no pensara más en mí.

— Pobre Jacob —murmuro Edward—. Eres muy dura con él.

— Es inverosímil —plantee mirando como poco a poco la cocina se iba iluminando tenuemente—. Esto no debía pasar, yo no vine a Forks con la intención de que terminara confundido por sus sentimientos, es bastante duro tener que bajarlo de la nube cada vez que se ilusiona. Yo tengo una vida que me espera fuera de Forks y él no podría estar en ella por más que lo intentara.

El vampiro soltó un suspiro y miro como el día iba volviéndose más claro al otro lado de la ventana, ninguno de los Cullen podía estar en mi vida real, nadie excepto los humanos reales que nos desenvolvíamos entre leyendas folklóricas que nacieron para asustar a muchos niños pequeños.

— ¿Qué pasara ahora? —cuestiono Edward hacia la nada—. Ya hemos cubierto todas las cuotas de lo extraordinario en este pueblo.

— Quizás aun falte un poco más —mencione sin querer adentrarme en los sucesos de unos cuantos meses—. Por ahora, dedícate a disfrutar de tu familia, Bella y Reneesme te necesitan, como tú a ellas, así que vas a desterrar ese horrible pensamiento y nos harás a todos el favor de ser feliz.

— Como ordenes —musito Edward pasando un brazo por mis hombros—. ¿Realmente serás feliz con él?

— Lo amo —dije un tono bajito que me hizo sentir como una delincuente que esconde el lugar de un crimen.

A mi mente vinieron tantas cosas que me hacían sentir más que mariposas en el estomago, pero una en especial me hizo sentir como si nunca me hubiera ido de Chicago. La declaración de Charles como la única mujer que veía como su futura compañera de vida. Sentí mis mejillas, orejas y parte posterior del cuerpo arder con intensidad, en ese momento no podía sentir odio en absoluto por nadie, las cosas desde el nacimiento de Nessie parecían haber cambiado drásticamente.

— No hay dudas —comento Edward con una sonrisa—. Sería un tanto infeliz si no supiera en que terminaría esto. Escuchar tus pensamientos me confirma que tu elección no ha sido por desesperación o por tratar de esconder algo vergonzoso, lo haces por que verdaderamente lo sientes.

— Es lo mínimo que puedo sentir —dije mordiéndome el labio inferior—. A veces siento que lo que hago o expreso, no es suficiente para retribuirle lo que ha hecho por mi; otro chico en su lugar, simplemente hubiera dado la espalda y no querría saber nada de mi o de las locuras que habitan en mi cabeza, él simplemente esta ahí creyendo y sosteniendo mi mano cuando más lo necesito.

— Entiendo como se siente eso —menciono Edward con un tono divertido—. Cuando encuentras la persona perfecta para compartir todo.

Unos pasos siguieron a las palabras de Edward, para cuando devolví mi cabeza, Jacob nos observaba a los dos con el entrecejo fruncido y sus ojos estaban un poco dolidos. Observe a Edward con recriminación, había hecho exactamente lo mismo que en meses anteriores, asegurándose de que el chico escuchara el mensaje más devastador de su vida, que ninguna de las mujeres que creía amar terminarían con él.

— ¡Edward! —recrimine bufando.

— ¿Ahora que he hecho? —pregunto con un tono inocente que no dejaba lugar a dudas su culpabilidad.

— Solo decir la verdad —medio Jacob sin nota de animadversión—. No tienes nada que recriminarle Hannah, él solo lo hace por nuestro bien.

— Ya lo creo —rezongue mirando a Edward con cautela—. Debí presentirlo, es lo inoportuno de no tener un súper oído. Siento que hayas escuchado esto, pero es la verdad. Lo siento Jacob.

El chico subió los hombros con despreocupación y le dedico una mirada transparente al vampiro, como si las cuentas pendientes entre ellos estuvieran saldadas; esa impresión me dio la sensación de querer abrazarlo para que no se sintiera desolado, mi pecho sentía una enorme pena por Jacob, pero unos dedos helados me sujetaron el antebrazo, impidiendo hacer lo que tenia pensado.

— Seria darle más alas —menciono Edward negando con la cabeza—. Debes mantenerte firme.

— Escúchalo —dijo Jacob sin ningún sentimiento de odio que se asomara por su ojos—. Lo hace por tu bien, las cosas siempre suceden por algo, ¿No es lo que siempre me decías?

Asentí, sintiendo que mi estomago se volvía un ocho y me apretujara debido a la pena, yo no podía hacer nada por que las cosas remediaran, al contrario, antes debía poner un muro para que las cosas se resolvieran por si solas, pero lastimosamente era demasiado impaciente como para esperar que Jacob se recuperar de otro golpe.

— Tienes razón —concedió Edward observando al lobo con seriedad—. Desde luego, pienso de la misma manera.

Jacob esbozo una sonrisa triunfal, todo parecía tan raro, en cualquier momento esperando que la serena conversa se volviera en una guerra de voluntades, pero no lo vi venir en cualquier momento, ambos estaban como dos amigos que después de una gran gresca, se reconcilian sin el menor rencor.

— ¿Qué capitulo no leí? —exigí mirando a los dos con aprehensión.

— Bueno —comenzó Jacob taladrándome con sus ojos oscuros—. Considerando el cambio de los últimos días…

— Lo mejor es que vayas a casa de Charlie —completo Edward con un tono exigente.

— ¿Qué? —pronuncio sin entender el punto.

Edward y Jacob intercambiaron una mirada, poniéndose de acuerdo para hacer más fácil el asunto, la verdad, parecía que en lo tocante a ser un humano, ambos podían ser demasiado exasperantes para brindar seguridad.

— Lo mejor es que estes segura —aclaro Edward con un tono persuasivo—. Ya te mencione que Bella no va ser dueña de sus actos, si ella llega atacarte…

— No se lo perdonara jamás —recordé—. Es muy gracioso esto, ¿saben?, hace muy poco ustedes se confabulaban para proteger a Bella de los males que pudieran andar en Forks… yo no soy Bella, y no por que sea humana significa que tengan que ponerme en una caja de cristal, para que no me pase nada… simplemente no soy ella.

— Tozuda —dijeron al tiempo vampiro y lobo.

Esto si era interesante, al parecer los odios naturales que pudieron aparecer entre ambos a causa de sus diferentes naturalezas, parecía haber desaparecido por completo, quizás por el bien de la familia, o quizás por el bien de la hija recién nacida. Negué con la cabeza, yo también quería mi prueba, también quería saber si mi inclusión volvería loca a Bella por mi sangre como lo estuvo James.

— Ni lo sueñes —atajo Edward frunciendo el cejo—. Parece en verdad que no has cambiado nada, ahora resulta que quieres volver a ser muestra de voluntad. Como si no te hubiera bastado las experiencias anteriores.

— Hay un modo de resolver esto —medio Jacob mirándonos a ambos—. Si Bella no es capaz de morderme a mí, es posible que a Hannah no le pase nada —Edward gruño en respuesta—, es lo mínimo que podemos hacer por ella. Después de todo lo que ha hecho por nosotros es lo mínimo que puedes hacer… ¿No crees?

Edward negó con la cabeza y salió de la habitación con un "Haz lo que creas conveniente". Observe sorprendida a Jacob por su intervención a la situación, los ojos relucientes del chico me contemplaron como un ciego que ve por primera vez al sol, solté un suspiro y en verdad quería encontrar una solución al problema del chico.

— Tengo que ir a la Push —comento Jacob con despreocupación—. Ya sabes… para que sepan lo que ha ocurrido últimamente, necesito una explicación y también para reafirmar el tratado con los Cullen….

— ¿Y? —pregunte tratando de llegar al punto.

— Quiero que vengas conmigo —contesto Jacob alzando sus ojos con decisión.

Accedí a la petición. Después de todo yo también quería una explicación.


Hola a todos los lectores de este fic... Espero que hayan pasado unas encantadores semanas en mi ausencia, que hayn disfrutado su navidad y tambien el año nuevo. Por fin he vuelto, despues de ausentarme tanto tiempo, la verdad es que he tenido mi inspiración por el piso, sin saber como darle forma a este capitulo, hasta que se me prendio el bombillito cuando hacia las compras por navidad, peor ya saben estas festividades te envolatan y al final no te provoca hacer nada.

Muchas gracias por su paciencia y tambien por los mensajes del capitulo anterior, se que estaba en un punto emocionante, por que en esta historia puede suceder cualquier cosa, espero en verdad que les haya gustado este capitulo, corto pero sustancioso. Se que estan muy raras las cosas aun más, y me perdonaran si esta imaginación esta muy limitada estos días, cuando lo unico que te aptece hacer es acostarte en la cama con un buen libro y no pensar que tienes que hacer algo importante.

Asi que nos veremos proximamente, de todo corazón espero que les guste este raro capitulo que es la puerta para otro un poco más esclarecedor.

Hasta una proxima oportunidad... hasta entonces.

;) Kathyarius