Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se casó con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.
Parte XXXVIII
Inspirado en The impossible dream – Il Divo
Ningún habitante de Forks jamás se imaginaria que un pueblo alejado de la civilización, sería el lugar propicio para el enfrentamiento entre dos leyendas folklóricas que solo existían en la mente de los cineastas. Pues bien, aunque pareciera mentira, eso pasaría dentro de unas semanas, también era seguro como muchas películas de ciencia ficción que ellos, los humanos, jamás se darían cuenta que los Cullen era la rareza que propiciaba todo este acontecimiento.
Después de la partida de los otros miembros de los Cullen. Edward, Bella y su hija decidieron acompañarme en la inmensa soledad que suponía vivir en una mansión tan grande, los lobos hacían rondas fuera de la casa, mientras que la otra parte de la manada, se dedicaba a patrullar por el poblado para detectar indicios de la llegada de la realeza de los vampiros.
Era casi medianoche cuando me fui a dormir, no estaba tranquila con aquello de cerrar los ojos, tenía la leve sospecha que mis pesadillas se volverían más aterradoras que antes, todo el conflicto que se estaba viviendo aumentaría la tensión de mi subconsciente y por ende terminaría gritando a la madrugada por situaciones que quizás nunca estarían en mis manos y así fue…
Los copos de nieve era de las pocas maravillas que aún me seguía entusiasmado desde mí llegada a las tierras frías de Forks, el paraje de las montañas Olympic ofrecían un espectáculo sin igual, a excepción de una mancha negra que se venía acercando desde el norte con vertiginosidad.
Ellos venían para hacer justicia, también venían a reclamar algo que consideraban por derecho y arrogancia como suyo, pero lastimosamente Alice se había marchado y no tendrían lo que habían ansiado. Pero también tenían otro motivo por el cual venir, ese era una indefensa criatura que estaba arrodillada sobre la nieve esperando por el anhelado fin.
Una a una las borrosas capas negras fueron formando un circulo a su alrededor, parecían figuras danzantes esperando el momento propicio para abalanzarse, la indefensa criatura temblaba violentamente, este era el fin de su vida, casi lo había esperado desde que había llegado a Forks.
— Es ella, amo —dijo una voz femenina que había escuchado en sus otras pesadillas.
— Es una lástima que no quiera unirse a nosotros —dijo una vocecilla burlona.
— Puedo convertirla —sugirió una voz con una súplica humana.
— ¡Oh vamos, Alec! —dijo una voz con cierta comprensión—. ¿No me digas que sientes compasión por una humana? Ella es capaz de sacar a la luz nuestro secreto.
La indefensa criatura negó con la cabeza varias veces, nadie mejor que ella para guardar un secreto. Su vida había girado en torno a las mentiras, nadie como ella para fingir que nunca sabia la verdad, había dado muestras a lo largo de su estancia de que podían confiar en su palabra.
— No hay un castigo mejor, que acabar con los Cullen frente a sus ojos —intervino de nuevo aquella burlona voz.
— Es una excelente idea — felicito el hombre más respetado y emocionado por la idea.
— ¡NO! —grito la criatura indefensa—, ¡A ellos no!
— Los defiende con una gran pasión —dijo la voz exultante—. ¡Mátenlos!
— ¡Mátenme a mí, pero a ellos no! —grito de nuevo la criatura—. Mátenme a mí, a ellos no…
— ¡Hannah! ¡Hannah! —insistía la voz de Jacob—. Vamos, despierta.
Me desperté desorientada, mis ojos captaron la silueta de Jacob y Edward que estaban observándome con preocupación, era un sueño bastante aterrador que seguramente Edward había visto, me lance a los brazos del vampiro sollozando y temblando con violencia al igual que el sueño, no quería que nada malo le sucediera a ellos, prefería morir primero.
— Solo fue un sueño —me consoló Edward—. Nada de eso sucederá.
— Prefiero morir antes —susurre con los dientes castañeando.
— Nadie va morir, iras a casa de Charlie —dijo Edward tranquilizándome—. Te necesito con los cinco sentidos alerta, tú sabes por qué.
Asentí apenas, acaba de notar que Edward no llevaba su camisa, seguramente y como muchas veces había intervenido en sus situaciones románticas con Bella. Me sonroje furiosamente, que inoportuna humana me estaba volviendo, en verdad necesitaba irme a casa de Charlie; sentí el pecho de Edward vibrar bajo mi mejilla, estaba leyendo todos mis diatribas personales y eso era sumamente vergonzoso.
— Vamos a cuidar de ti —continuo Edward ahora acariciando mis cabellos—, aun cuando ya no vivas aquí.
— Lo siento —musite despegándome de su pecho—. Quisiera que no ocurriera, pero ellos me persiguen.
— Yo me quedare con ella —intervino Jacob con un tono de voz muy serio—. Ahora que Jasper no está, creo que soy el más indicado para cuidarla.
— Llevas razón —índico Edward sin dejar de acariciar mis cabellos—. Estarás en buenas manos.
— Intento matarme una vez —solté sin pensarlo.
— Vamos, eso ya quedo en el pasado —dijo Jacob frustrado—. Me quedare en ese sofá, si intento algo, Edward estará aquí en menos de un parpadeo para evitarlo.
Me recosté de nuevo en la cama y asentí sin mucho esfuerzo, no deseaba pelear con nadie, me daba igual quien estuviera velando mis sueños, si Leah estuviera en estos momentos me daría igual si se adelantaba a los Vulturis desapareciéndome de este mundo. Edward deposito un beso frio en mi frente y acaricio por última vez mi cabello, escuche decirle algo a Jacob y me deje arrastrar otra vez por mi inconciencia. Esta vez mi mente estaría en blanco.
Jacob me observa reprobatoriamente en la cocina mientras se paseaba por ella, la noche anterior no había sucedido nada más, solamente un balbuceo impulsivo llamando a Charles, creo que eso era lo que tenía de mal humor al quileute, sus ojos estaban oscuros y respiraba con una violencia provocando que Nessie quisiera saltar de los brazos de Bella.
— Sigo opinando que esto es la cosa más absurda –soltó Jacob con impaciencia—. Deberías estar en casa de Charlie.
— El clan Denali no me hará absolutamente nada – discutí partiendo un panecillo—. Me conocieron en el matrimonio de Edward y Bella.
— No lo digo por ellos —bufo Jacob—. Si no por esos otros chupasangres que no son como los Cullen.
— Ellos no vendrán hoy –intervino Bella rodando los ojos—. ¿Crees que si fuera así, Edward le hubiera permitido quedarse?
Jacob frunció los labios como respuesta, aún tenía sus dudas sobre la cordura del vampiro, le alteraba profundamente encontrarse con un chupasangre de verdad y tener que darle una buena tunda por osar poner sus ojos en mí. Lo observe mascullar por lo bajo, Bella en cambio rodo los ojos mientras ayuda a Nessie con su desayuno, su imaginación no tenía límites.
— Creo que es una mala decisión, más si uno de ellos fue parte de esos –continuo Jacob en su perorata—. Pensé que te importaba un poco más tu vida.
— Si no es porque soy humana, te estaría dando tus buenos golpes –masculle soltando un suspiro.
— Eso no te impido hacerlo antes —refuto Jacob paseándose por la cocina.
— Cierren la boca los dos –soltó Bella cansada de vernos discutir—. Edward acaba de abrir la puerta.
Unas voces entusiasmadas llegaron hasta la cocina, Bella y yo intercambiamos una mirada de angustia sobre lo que se veía venir para la familia, yo estaba al tanto sobre como reaccionarias los vampiros, pero ellos desconocían su futuro. En cualquier momento Kate y Tanya intentarían escapar de la casa para no tener que enfrentarse con la verdad.
— No puedo creerlo –mascullo Jacob lanzado una mirada indignada a Bella—, ¿Qué les lleva a creer eso?
— Hace mucho tiempo perdieron a su madre por los niños inmortales –nos informó Bella acariciando los cabellos cobrizos de su hija—. Es comprensible su actitud.
— Yo no soy como ellos —medio Nessie observándonos con aprehensión.
— Claro que no lo eres —le conteste regalándole una sonrisa—. Eres la criaturita más hermosa y buena que he visto.
Renesmeè me devolvió una sonrisa radiante, mientras en la sala se escuchaban agitadas voces en contra de la existencia de la niña, nadie como Edward para defender a su hija, siempre con un control de acero que no se perdida ni en los momentos más difíciles para todos. No pasaron más de dos minutos para que Bella se levantara del asiento con su hija en brazos, ahora si los vampiros iban a salir despavoridos de la casa, no sin antes recriminarle a Edward la tontería que había cometido.
— ¿En verdad no tenemos ninguna oportunidad? —pregunto Jacob dejándose caer a mi lado—, ¿Todos morirán?
— No lo sabemos Jacob —conteste mordiéndome la lengua—. Nadie sabe los designios del destino, quizás se salven, como pueda que no suceda o tal vez tengan que morir personas importantes para nosotros.
— Tú lo sabes —recordó Jacob observándome implorante.
— Ya no se nada, han sucedido cosas que no estaban en la historia —dije soltando un suspiro—. Así, que cualquier cosa puede suceder. Jacob tienes que estar preparado, no sabemos quién será el próximo en marcharse.
— Espero que no seas tú —rebatió Jacob con seriedad—. Por qué no le perdonare la vida a los Cullen, si llega a sucederte algo malo.
— Si les haces algo, Nessie no va poder perdonártelo —dije negando con la cabeza—. No todo en la vida, se soluciona dando golpes y matando a las personas.
Jacob me observo con ganas de cerrarme la boca, se levantó de un salto y me indico con una seña que debíamos dirigirnos hacia la sala donde se estaban desarrollando los acontecimientos tan particulares, como dar a conocer un nuevo miembro de la familia que el resto de vampiros obtusos, la consideraban un potencial peligro para su raza.
Para cuando entramos a la sala, Nessie estaba haciendo gala de su poder con la vampiresa Carmen, seguida de cerca por su compañero Eleazar que observaba con preocupación aquel intercambio de imágenes, su ceño se fue frunciendo cada vez más.
— ¿Por qué continua aquí Edward? —pregunto Tanya desviando su mirada de Nessie a mí—. Es humana, sabes que muchos no respetan la vida de los humanos como nosotros.
— Solo esta de pasó —contesto Jacob por Edward—. Eso no es lo realmente importante aquí.
— Creo que Tanya tiene razón —medio Eleazar observándome con profundidad—. Deberías acercarte a la niña Tanya, tiene muchas cosas que contarnos.
Ambas hermanas, se acercaron a Nessie, en menos de un instante quedaron convencidas de la historia que la pequeña niña le había mostrado a la concurrencia, era el primer paso para tener testigos a favor de los Cullen, podía visualizar en los ojos de Bella y sus esposo algo de alivio.
La mujeres empezaron hacerle cariños al nuevo miembro de la familia, mientras Edward y Eleazar se alejaron por unos minutos quizás para hablar sobre el siguiente paso a seguir para confrontar a los Vulturis. Era curioso el poder que tenía Nessie, hacia unos segundos aquellos que decían ser sus familiares habían rechazado su naturaleza, ahora se pasaba de mano en mano siendo mimada como la princesita que era, realmente los Cullen eran afortunados, aunque a veces no lo supieran.
Escuche resoplar a Jacob, claro que él no estaba conforme con ver a su objeto de imprimación pasar de mano en mano y mucho menos ser besada por los vampiros, hacia unos gestos de asco realmente desagradable y descortés, se comportaba como un niño pequeño al que le obligaban a compartir su juguete favorito con los amigos que iban a visitarlo, me provocaba darle un pisotón, pero solo me haría daño y eso lo había comprobado un par de veces, en que la mano me había quedado doliendo un poco.
— Compórtate —masculle entre dientes, mientras los vampiros discutían sobre las posibilidades frente a los Vulturis.
— Lo siento, pero es la única cara que tengo —contesto Jacob con un tomo hosco.
— Cualquiera diría que estas impaciente por comenzar una pelea —dije para apaciguar su mala cara.
— Quisiera intentarlo, pero de nada serviría —confeso Jacob resoplando por lo bajo—. Deberías estar temblando, pero pareces fascinada como Nessie.
— No todos los días convives con vampiros —dije esbozando una pequeña sonrisa.
Jacob continuo con su mal talantes, observaba a los vampiros con ganas de arrancarles el cuello y quemarlos en una hoguera, pero se contenía al saber que ellos ayudarían a Nessie y los Cullen para no ser exterminados por los vampiros malos.
— ¿Cuál es la parte de los hombres lobos en todo esto? —preguntó Tanya, dando un vistazo a Jacob.
Jacob habló antes que Edward pudiera responder: Si los Vulturis no se detienen a escuchar sobre Nessie, digo, Renesmeé —se corrigió, recordando que Tanya no entendería su estúpido sobrenombre—, nosotros los detendremos.
—Muy valiente, niño, pero eso sería imposible incluso a luchadores más experimentados que ustedes —refuto Tanya observándolo con ojo clínico.
—No sabemos lo que podemos llegar a hacer —respondió Jacob un poco altanero.
— Es tu propia vida, ciertamente, puedes hacer lo que quieras con ella —dijo Tanya sin darle importancia al asunto y luego se dirigió a Edward—. Lo que realmente no entiendo, es el papel de la humana, dudo mucho que pueda ayudarte ante tantos vampiros sedientos de sangre humana.
Esas palabras me hicieron dar escalofríos y me recordó el espantoso sueño que había tenido a la madrugada. Era más que conocido que yo no haría nada por los Cullen, no tenía ningún don que pudiese ayudarlos, como tampoco poseía poderes mágicos para resolver todo el asunto, al contrario necesitaba de ellos para poder cerrar el ciclo de esta vida de duermevela entre dos mundos diferentes.
— Una familia muy talentosa —se pronunció Eleazar rompiendo el silencio entre los presentes—. Dones muy prodigiosos veo entre ustedes.
Los ojos del vampiro pasearon entre los presentes ignorando por completo al lobo, sus ojos dorados parecían pequeños radares en busca de un peligro potencial entre nosotros, su rostro pareció enfocarse en mí, como si estuviera descifrando algún lenguaje muerto y muy interesante, un brillo se desprendió del interior de sus orbes como si hubiese encontrado la fortuna o la fórmula mágica para volver a ser humano.
— ¿Qué pasa? —me escuche preguntando por la forma rara en que el vampiro me observaba.
Una sonrisa ladina se curvo en el rostro de Eleazar.
— Veo un don prodigioso —musito el vampiro perdido en su propio descubrimiento—. Un don que nos haría temblar a todos.
Hola de nuevo a todos los que con paciencia esperaron mi regreso, vaya esta vez me he superado a mí misma volviendo casi seis meses después, aunque no lo crean todo tiene una muy buena explicación, lo primero que debo decir en mi defensa es que he cambiado de lugar de trabajo y apenas si puedo respirar de tanto ajetreo (Gracias a Dios), segundo: me encuentro estudiando y la verdad el escaso tiempo con que cuento a duras penas me alcanza para mis trabajos, así que por una y mil cosas había retrasado este capítulo.
Quiero agradecer su enorme paciencia conmigo y los mensajes que he recibido, además la tristeza a veces me embarga y quisiera que no se acabara esta historia, pero todo tiene un fin y el de este personaje ya se está acercando, hay capítulos que no aparecerán por obvias razones, ya que Hannah sería imposible vivir con vampiros que no respetan la vida humana, así que mucho de la historia original será recortado.
Espero que este capítulo les haya gustado, es cortito y sustancioso, pero lleno de muchas pistas para lo que viene, ¿Qué será de Hannah al final de esta historia? Solo lo sabremos en unos cuantos capítulos, de todo corazón muchas gracias por seguir aquí y que no les asuste el próximo 21, que primero se acaba esta historia que el mundo. Ah por cierto… que odiosa versión del último libro, hubiera preferido que todo se resumiera a la primera parte, fue mucho más interesante y que pesar que lo único bueno, era mentira.
Nos veremos en una próxima actualización… Hasta entonces.
;) Kathyarius
