Debí sospechar cuando todo empezó a ir bien porque, desde luego, a mí nada me sale ni tan fácil ni tan bien.

Nada más asomarme al jardín empezaron los problemas.

Entre las miradas y sonrisas que Akane sin ningún pudor intercambiaba con el tipo ese y el murmullo nada discreto de sus familiares, la sangre se me fue toda a la cabeza en un segundo.

Así que esos dos eran novios, eh? Y eso desde cuándo? Porque nada más anoche ella me confesó que solo yo la había besado.

Nada más anoche ella y yo...

Mentira, puras mentiras ese supuesto noviazgo!. Y si es que acaso era verdad, solo el remoto caso de que así sea, yo no pensaba dejárselo tan fácil a ese imbécil.

Akane era la única meta en mi vida a la que no podía renunciar.

Me levanté de la mesa y fui directo hacia él. Me detuve a su lado y le di un sorbo a mi bebida.

Ambos permanecimos en absoluto silencio unos minutos.

-Bonita boda, no lo crees?-pregunté para romper el hielo aunque lo que quería romperle era la cara.

-Sí, así es-me respondió él sin despegar sus sucios ojos de Akane. De mi Akane.

Volvimos a experimentar un momento de mutismo.

-Las damas de honor son muy bonitas, no?-añadí parándome frente a frente con él, bloqueándole la vista hacia ella.

Él me miró con una sonrisa odiosa en la cara y se movió un paso a la derecha para tenerla al alcance de sus lujuriosos ojos nuevamente.

Lo juro, no estoy mintiendo, este tipo es de lo peor!

-Es así? En realidad sólo estoy mirando a Akane. Es ella la única que se ve hermosa para mí.

Que tipo tan descarado! Cómo podía mirar así a mi prometida?! Cómo se atrevía a decirme algo así!?

- Cuál es tu problema, Saotome? Deja de dar vueltas y dilo de una vez.-murmuró, está vez sí, mirándome fijamente a los ojos.

Te has escapado suficiente, degenerado, y me las pagarás todas juntas.

Porque ella nunca te elegirá a tí. Porque ella me quiere a mí. Y hoy lo aprenderás quieras o no.

Me arreglé el nudo de la corbata azul con la mano derecha antes de responder.

-Mi único problema eres tú y lo sabes.

Akane era mía, mi prometida!. Y no porque nadie nos obligara. Había sido nuestra decisión estar juntos.

Akane se había dormido abrazandome apenas después de aceptar mi propuesta de matrimonio.

Anoche mismo, con la poca cordura que me guiaba y entre las muchas cosas que me atreví a confesarle envalentonado por el alcohol y sus besos, yo le había pedido matrimonio y ella, con un beso y un te amo, había aceptado antes de quedarse dormida.

Por eso, ella era mía y él no tenía ningún derecho a mirarla como lo hacía!.

Y yo? Te preguntas. Pues es que yo ya era suyo desde la primera sonrisa que ella me regaló. Desde el primer beso que yo le robé. Desde cada roce de nuestros cuerpos, planeado o no planeado entre ella y yo. Porque desde siempre he sido solo de ella. Porque la sola idea de no tenerla me desestabiliza por completo.

-Por eso, cuál es tu problema conmigo?-replicó el muy descarado

Mi problema con él no es otro más que su osadía de mirar y querer de mi prometida lo mismo que yo: estar a su lado por siempre.

Y por eso aunque lamentaba mucho arruinar el día de Kasumi este idiota se merecía una paliza.

-Ya deberías saberlo, no quiero que mires así a mi prometida-casi ladré tomándolo del cuello de la camisa.

-Tu prometida?-me preguntó y sonrió intentando safarse de mi agarre-Estoy mirando a Akane, no a tu prometida. Nabiki está por allá-señaló con un gesto.

Cielos, si no hubieran llegado a fastidiar le hubiera quitado esa sonrisa engreída del rostro para siempre.

Primero Akane llegó a separarnos, pidiendo cordura en la boda de su hermana.

Que no podíamos dañar un día tan importante.

Que todos estaban mirando y cuchicheando.

Que me comportara. Yo, no el imbécil ese que no le quitaba los ojos de encima, sino yo que no había hecho más que comportarme desde el día en que la conocí!

-Ya basta, todos nos están mirando, Ranma-insistió Akane y tiró de mi brazo, intentando meterse entre ese tipo y yo.

No, no, no, no. Eso era trampa! Con ella entrometiéndose yo no podía ni levantar un dedo.

-Además, sabes bien que su salud no es la mejor.-me susurró cuando ya me había logrado apartar de su "amigo".

La miré y poco a poco sentí como la rabia hirviendo en mí iba en descenso mientras la veía moviendo los labios sin prestar realmente atención a lo que ella decía.

Es que ella estaba tan bonita. Endemoniadamente linda más bien.

Quería besarla otra vez.

No es cierto.

Estaba molesto con ella. Demasiado molesto como para ceder a sus encantos, pero aún así me sentía victorioso porque era yo quien la tenía tomada por la cintura.

-Ranma, por favor, no lo lastimes.-alcancé a distinguir que me pedía

Mierda, Akane, en serio te pondrás de su parte?

-No lo defiendas!-le exigí-Yo no quiero que este tipo se te acerque.

-Ranma...-intentó interrumpirme ella

-Tú aceptaste ser mi prometida y yo no quiero que nadie crea que estas saliendo con él, no después de lo que pasó anoche entre los dos.

Supongo que realmente no debí decir eso último.

De alguna manera los demás podían malentenderlo. Lo sé. Lo entendí cuando ella me abofeteó.

Pero ya no tuve tiempo a disculparme porque justo después que se escuchó un alboroto en la entrada.

Reconocí de inmediato las voces y casi de inmediato una silueta femenina saltó hacia nosotros.

-Akane Tendo pelea o muere!-Shampoo lanzó la amenza señalando a mi prometida con una afilada espada china.

-Está bien, acepto-respondió ella dando un paso al frente impulsivamente-No creas que te tengo miedo!

-Haré que te arrepientas de robarme a mi Ranma!-gritó blandiendo la espada

Bien, mi tolerancia empezaba a terminarse ese día.

- Qué crees estas haciendo, estás loca? Ni siquiera pienses en lastimar a Akane.

Igual a nuestra primera pelea en China, no se me hizo difícil desarmarla de una patada.

-Ranma, no te entrometas!-chilló ella con los ojos llorosos.-Mataré a esa fea chica y me casaré contigo o moriré en el intento.

Dios santo, que tan estúpida tienes que ser para decir algo así?! Y todavía peor creer que en verdad yo lo aceptaría sin más.

-Entonces muere-concluí con firmeza-Si lastimas a mi prometida, si le haces un solo rasguño a Akane, yo mismo soy capaz de matarte, entiendes?

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Holaaaa! Qué creen? Pues que todavía no terminó este fic, es que ya tocaba actualización porque hace casi un mes desde el último capítulo, pero es que no me quería quedar sin participar en la RanKane week, una disculpa por el retraso. Intentaré terminar está semana. Besitos!