Nota del autor:
•Descargo de responsabilidad: No soy dueño de akame ga kill ni de ningun personajes de esta historia.
•Esta historia es alternativa a la que conocemos por lo tanto tendrá cambios.
•Es mi primer fanfiction espero su comprensión y apoyo.
Prólogo
El clima cambia constantemente debido a las estaciones. Normalmente unos esperan a que pase su tiempo para que el siguiente llegue. Pero no para esta aldea, solo había un clima que siempre llegaba y nunca se iba y esa era el invierno. El mismo que los obligaba a vestir abrigo, botas, gorras, guantes, etc. Para no dejar que esto los dañe mas de lo que ya estaban.
A esta aldea nunca llego el verano, el otoño o la primavera. Solo el invierno y eso era uno de los problemas que sufría esta pobre aldea.
La aldea estaba ubicada en las montañas en dirección del Norte, varias casas hechas solo mente de madera, paja y pieles de bestias peligrosas. Algunas de ellas estaban hechas de ladrillos y cemento, pero parecía que estaban hechas hacé mucho tiempo por la grietas y el polvo que tenían.
Muchos de sus habitantes vivían en casas de madera, las personas más antiguos vivían en las casas hechas por ladrillos. Las personas que habitaban en general eran hombres y mujeres mayores de 30 o hasta 60 años. Casi no había niños en esta pobre aldea debido a que los padres no tenían muchos recursos que darles a sus hijos y la mayoría lamentablemente morían de hambre.
Todo por culpa de los enormes impuestos que están le estaba sufriendo. Ese era el segundo problema.
Y era uno que ya venía sufriendo desde hace mucho tiempo.
La mayoría de veces a los padres que tienen hijos no soportar el hecho que sus hijos vivan en desgracia y pobreza por lo tanto algunos se van de la aldea y no vuelve.
Otros lamentablemente tratan de quedarse y esforzarse en conseguir dinero comida para sus familias y la mayoría de veces termina en tragedia. Los hijos al nacer necesitan suficiente alimento para desarrollarse y crecer.
Pero ninguno de ellos llega a sobrevivir mucho tiempo de nacer, debido a que los padres no consiguen el dinero suficiente o no lo consiguen a tiempo antes de que mueran de hambre y eso lleva a la depresión de los padres.
Y eventualmente al suicidio de estos ya sea por culpa, por dolor o simplemente para ya no sufrir más en esta situación.
Los padres que enterraban a sus hijos en lugar un tanto alejado de la aldea, pero cerca para venir a visitarlos.
Lloraban, suplican, rogaban por que los perdonaran y rezaban a los dioses que sus hijos sean felices y que reciban todo lo que ellos no pudieron darles. Justo ahora una familia había perdido a su segundo hijo un varón, según dicen, la madre lloraba, mientras su esposo la abraza.
Todo esto era visto por un joven de cabello castaño y ojos verdes quién para él ya había sido una rutina desde que era más pequeño. Y ya había visto suficiente por la ventana de su pequeño cuarto.
El joven se levanto de la cama, se vistió, su atuendo consistía de un pantalón negro, unas botas un tanto largas, un suéter de lana cuyo color era amarillo marrón y por ultimo una espada corta de doble filo de hoja ancha con un mango lo suficientemente largo para que sus dos manos los sujetaran. Junto con su vaina para guárdala y sacarla.
Mientras se alista para salir de su cuarto. Mira a su alrededor de su cuarto había una pequeña mesa con una silla de madera, había dos puertas uno lado derecho y la otra al frente, la del frente conducía a la salida mientras que la otra conducía a su baño, su cama al igual que su mesa y silla estaban en la misma habitación.
Lo único con lo que se alumbraba el joven era velas, dónde estaba su cama había una ventana cerca que desgraciadamente le dado una imagen clara y precisa de todas las familias que iban a ese lugar a entrar a sus hijos/hijas. Nieve cubría un tanto el marco de la ventana.
En joven solo suspiro una última vez antes de salir de su cuarto, bajar por las escaleras de su hogar y irse dirección hacia la casa de sus amigos.
Al salir de su cuarto El joven sintió una brisa helada pese a estar abrigado con un suéter todavía le incomodaba sentir este clima que no cambiaba nunca. Pero solo duraría poco tiempo antes de llegar su destino.
Pues su destino era la casa de su amigo mas cerco, sino que uno de sus dos únicos amigos de su edad. La casa de uno de sus amigos consistía en dos pisos. Tenia tres ventanas una tenia forma circula y las otras dos tenian forma de cuadrado. La ventana que tenía forma circular estaba en la pared del segundo piso y las ventanas qué tenían formas de cuadrado estaban abajo en el primer piso al centro de estas estaba una puerta de madera.
La casa estaba hecha de ladrillos y concreto ,el techo sin embargo estaba hecho de troncos de madera cortados todos amarrados y apilados juntos con paja encima de ellos para evitar que la nieve entrara.
El joven toco la puerta tres veces y espero cortésmente a que alguien saliera a atenderlo.
Luego de unos segundos una mujer de no tenía más de 30 años pero menos de 40, tenia una piel semi-bronceada, lo recibió vestía una camisa morada, tenia unos pantalones marrones y unas botas blancas. Miro hacia arriba para ver quién era pero no vio a nadie.
Justo cuando iba a cerrar la puerta el joven de cabello castaño le hice una pregunta cortésmente la señora.
"Disculpe las molestias pero ¿Esta leyasu en casa? ".
La mujer miro hacia abajo en dirección de la voz proveniente.
"A eres tú tatsumi". dijo la mujer con una sonrisa en su cara. "Si, si esta pasa antes que te congeles".
Mientras el joven ahora identificado cómo está tatsumi, se adentraba en la casa de la mamá de su amigo. Observó alrededor del hogar de su amigo.
Miro alrededor del primer piso en el que estaba la casa había un comedor que tenia forma de un cuadrado, con cuatro sillas en el centro de la mesa había una maceta con algunas flores recién cortadas, lado izquierdo había una pequeña cocina con varios estantes arriba de esta misma, debajo de esta misma había un gabinete con dos pequeñas puertas abrir y acceder a la comida y prepararla mientras al lado derecho había un lavatorio. Al final del pasillo había una escalera vertical de madera que conducía al segundo piso.
Tatsumi solo se dirigió la mesa y agarra una de las sillas para sentarse y esperar pacientemente.
"Le acabo de avisar a leyasu ,voy a preparar algo de te ¿quieres un poco tatsumi? ". Pregunta la señora al joven.
"Sí por favor, muchas gracias". Dijo el joven con una sonrisa.
Después de unos momentos la señora vino con una taza de té caliente y se la dio al joven quién estaba sentado en la mesa.
"Y dime tatsumi, puedo saber a que has venido a ver a la leyasu". Le pregunto al joven la señora con una mirada un poco curiosa.
"He venido por él para ver si podía acompañarme para ir a ver a Sayo y salir un rato los tres juntos". Dijo tatsumi con sinceridad.
La mujer lo mira con cierta preocupación en su rostro. Tatsumi al notar eso rápidamente le respondió.
"No se preocupe señora, no haremos nada peligroso solo queremos ir a darle el pésame a la familia que perdió a su hijo". Dijo el joven de cabello castaño.
La mujer suspira aliviada y le dedica una sonrisa un poco más calmada.
"Esta bien tatsumi tienen mi permiso para poder ir a darle el pésame a la familia y tal vez que se diviertan un rato". Dijo la señora "Pero por favor no demoren mucho no les vaya a pasar nada malo a los tres".
Tatsumi le dedicó una sonrisa. "No se preocupe señora le prometo que yo, sayo y leyasu, estaremos bien y en caso de que haya algún problema, los protegeré con mi vida si es necesario".
La mujer le dedicó una sonrisa un tanto feliz y aliviada, justo en ese momento una voz se unió a los dos. Era leyasu que bajaba por la escalera se conduce hacia el segundo piso.
"Mama ya estoy listo". dijo un tanto ansiosa y feliz la voz de leyasu por salir con su amigo.
Tatsumi se giro para ver a su amigo y le dedico una sonrisa feliz.
"Hola amigo ¿Estas preparado?" pregunto el joven a su amigo.
Leyasu vestía un pequeño abrigo de color beige, pantalones grises y botas café. También llevaba una banda de color blanco, al igual que su madre tenia la tez semi-bronceada. "Mas que listo, hombre".
"Pues vamos no hay tiempo que perder". Dijo tatsumi. El jóven castaño terminó su té y le dio la taza a la mujer. "Muchas gracias, por la hospitalidad".
Ambos se dispusieron a salir de la casa cuando de repente la madre de leyasu los detuvo a ambos. Y les dedico a ambos un abrazo.
"Por favor cuídense y los quiero a ambos". dijo la señora. Su voz lleno de preocupación y amor.
"Lo haremos señora/mamá". dijeron tatsumi y leyasu respectivamente. Leyasu estaba un tanto avergonzado.
Al terminar ese momento un tanto incómodo los dos jóvenes fueron a la dirección de su amigo sayo para poder hacer lo que tenían planeado.
Mientras los dos jóvenes estaban caminando hacia su destino leyasu le preguntó a tatsumi.
"¿ Tatsumi en verdad vamos a darle el pésame a la familia matsura"?. Pregunto leyasu
"Si". Dijo firmemente el joven de ojos verdes
"O bueno, es que no pensé, bueno ya sabes". Dijo leyasu un tanto incomodo
"Que". Pregunto tatsumi confundido.
"Es que pensé que no querías hacer eso ya que a ti te entristecía mucho ver a las personas que sufren por la pérdida de sus hijos". Dijo su amigo.
"Todavía me entristece leyasu eso, pero no puedo solo quedarme de brazos cruzados viviendo como ellos sufre mucho por la muerte de su hijo". Su amigo le respondió con voz franca y firme, pero que estaba lleno de tristeza.
"Tatsumi sabes que yo también me siento triste por ellos, pero no hubiéramos podido hacer mucho por ellos, mi madre apenas tienes para alimentarme a mi y a ella". Dijo leyasu con melancolía.
"Y eso que están los impuestos que pagamos".
Tatsumi le dedicó una mirada algo serio pero triste. Porque era verdad lo que estaba diciendo, solo algunos de los pobladores de la aldea aún tenían suficiente dinero para poder alimentar a sus hijos y educarlos para que crezcan sanos y fuertes.
Mientras que otros como la familia matsura no lo tuvieron y tuvieron que irse a vender todo lo que pudieron para alimentar a sus hijos y desgraciadamente no fue lo suficiente.
Tatsumi, leyasu y sayo eran uno de los muchos niños afortunados ya que sus padres habían conseguido dinero para no solo pagar los impuestos que le estaban poniendo a la aldea sino también para poder alimentarlos y criarlos lo mejor que pudieron.
"Tampoco estoy diciendo eso leyasu, solo ya sabes me siento muy… muy … impotente". El joven solo bajo la cabeza.
Leyasu le dedico una mirada triste, pero luego puso su mano en su hombro. Y le dijo :" Tranquilo amigo, verás que pronto todo se va a solucionar no te acuerdas lo que nos dijo el jefe de la aldea".
Tatsumi lo miro por un momento como si dijera que continuara.
" Dijo que nos dejaría ir a la capital cuando crescamos más y así ganar fama y traer dinero a nuestra aldea". Leyasu termino su oración con una sonrisa de oreja a oreja y con su puño cerca de su pecho.
Tatsumi solo le dedicó una sonrisa un tanto triste.
Sin darse cuenta los dos jóvenes ya habían llegado a la puerta de la casa de su amiga Sayo.
Los dos tocaron la puerta esperando a que alguien les atendiera, después de unos momentos un hombre mayor de 40 años los atendió, tenía el cabello un poco despeinado una cicatriz en su cara, tenía al igual que todos un abrigo, unos pantalones negros, unas botas debajo de su abrigo, llevaba una camisa negra, que denotaba que estaba en forma, tenía los ojos de color negro igual que tenía su cabello, tenia una barba un tanto áspera.
El hombre mayor lo saludo a los dos jóvenes y les dijo:" Pero si son leyasu y tatsumi que los trae por aquí chicos".
"Buenas señor venimos a buscar a Sayo está en casa". Dijo tatsumi mientras leyasu solo aasintió.
"Sí, mi hija está atrás está practicando con su arco vayan a verla". Dijo el hombre tranquilo. Les dio una señal a los jóvenes para que pasaran dentro de su hogar.
Los dos chicos entraron por la puerta principal la casa de sayo a diferencia de la de leyasu tenia como mínimo un solo piso sin embargo era lo suficientemente grande como para tener 2 dormitorios, una sala de estar con chimenea para calentarse y una mesa, y un patio. No tenia cocina, pero si un baño para cada cuarto, aun así era un buen lugar para vivir.
Las jóvenes llegaron al patio dónde estabas sayo muy concentrada practicando su puntería hacia un par de objetivos, claro eran unas cuántas latas oxidadas. La distancia en el que estaban las latas y sayo era muy grande los jóvenes decidieron no interrumpir, hasta que terminara. Bastaron unos segundos para que la jóven arquera apuntará su arco a las latas y disparará al primero, para después tomar otra flecha rápidamente y dispararla a la segunda la lata.
Sayo sonrió por a ver dados a sus blancos. Después de unos momentos ya había terminado de entrenar con su arco finalmente pudo notar la presencia de sus dos amigos y les deseo una sonrisa.
"Hola chicos ¿Cómo están? ¿A que han venido?". dijo con una voz feliz y calmada.
"Venimos por ti sayo para darle el pésame a la familia matsura y después irnos a divertir todos juntos." Dijo tatsumi.
"¿Enserio estas seguro de eso, tatsumi?. Pregunto un tanto preocupada la jóven.
"Eso le pregunte yo". dijo leyasu a sayo.
"Y por segunda vez dije, estoy bien con eso, por favor solo vamos". Dijo tatsumi un poco ya cansado de las preguntas de sus amigos.
"Esta bien, espérenme a fuera, me alisto y los acompaño". Dijo sayo .
Los dos jóvenes solo se asintieron y esperaron afuera de la casa de su amiga. Al cabo de unos minutos la chica salió con su carcaja llena de flechas, con su arco en espalda. Llevaba puesto una túnica de color crema, en su cabeza llevaba una flor con forma de mariposa. Igual que su padre tenia cabello y ojos de color negro.
"Estoy lista, vámonos" dijo sayo con una sonrisa.
Tatsumi a verla no pudo evitar pensar que se veía muy hermosa así. Quedó callado unos momentos admirándola. Pese a que solo eran unos niños, no pude evitar pensar que su amiga era muy hermosa.
"¿Pasa algo tatsumi?". Pregunto sayo. Al ver como la miraba. Se acerco mas a su cara, provocó que su amigo volviera en sí.
El joven de ojos verdes salió rápidamente en trance cuando su amiga le dijo eso.
"N-no, no, no pasa nada solo estaba distraído". Dijo un poco sonrojado.
"Ok, vamos entonces ". Dijo sayo.
Leyasu quién había visto como su amigo había visto a sayo, le dedicó una sonrisa burlona. Que tatsumi notó y decidido ignorar.
Los tres jóvenes se dijeron y direcciones de la casa de la familia matsura. Debido a que les tomara un buen rato llegar a su destino, decidieron empezar a hablar de cualquier cosa, como estaban sus familias, que tal estaban en el entrenamiento, cosas triviales para ellos. Hasta que Sayo pregunto algo que hizo que el ambiente a su alrededor cambiará drásticamente.
"¿Que te hizo cambiar tatsumi?". Pregunto su amiga.
El jóven de ojos verdes, volteo a ver a su compañera un tanto confundido."¿De que hablas?."
"Ya sabes, con darle el pésame a la familia."
El se detuvo en seco y solo agachó un poco la cabeza, para después de un momento de silencio responder. "Solo quería darles mis condolencias por lo que le han pasado eso es todo".
"Tatsumi, no mientas sabes que no eres bueno en eso, te conozco desde hace 5 años, la razón por la que nunca antes fuiste a dar el pésame a otras familias es porque en el fondo no podías ver sus caras llenas tristeza y dolor sino antes también sentir tú también su dolor". Dijo sayo un tanto molesta porque su amigo no quería decirle la verdad.
El no respondió ya que era verdad lo que dijo su amiga.
" Creo que tatsumi se siente muy impotente por no poder hacer nada por la gente de nuestra aldea". Agregó leyasu a su conversación.
Sayo al escuchar eso le dedicó una sonrisa un tanto triste pero también preocupada a tatsumi.
"Tatsumi sabes lo que nos dijo el jefe de la aldea, cuando estemos listos o ya lo olvidaste"
"Eso mismo le dije yo". Dijo leyasu.
Tatsumi solo pudo hacee un puño mientras su cuerpo temblaba. Sayo solo continuó hablando.
"Todavía nos falta mucho entrenamiento para poder siquiera estar listos para abandonar la aldea e irnos a la capital".
El jóven castaño al escuchar eso, also un poco su rostro. Viendo que en sus ojos empezaban a formarse las lágrimas. "Si, lo se pero yo ya no puedo esperar mas tiempo". Tatsumi respondió, aunque esa última parte lo dijo fuerte.
Sayo lo tomo de los hombros y lo miro fijamente." Tatsumi tienes que comprender y ser paciente a mí también me duele, pero si nos vamos ahora no conseguiremos nada".
"Si amigo tenemos que ser pacientes y estar bien preparados, además todavía tenemos 10 años nosotros". Leyasu se cruzo de brazo, terminando de explicale a su amigo.
"Además, mal recuerdo el jefe de la aldea y tu ya hablaron con respecto al tema ¿No?". Le dijo a su amigó.
Al escuchar el comentario de su amiga recordó lo que el jefe de la aldea le dijo ese día cuando le pidió dejar la aldea para poder irse a la capital y ganar dinero. Obviamente el jefe de la aldea se nego rotundamente a la petición del jóven. El jefe de la aldea, el cual era responsable del cuidado de tatsumi, le prohibió al chico irse de la aldea, debido a que tatsumi no tenía ni una madre y un padre que lo cuidaran. El jefe de la aldea se hizo responsable de él desde que era un bebé. El jóven trato de converserlo, pero después de ver la mirada sería y determinada que tenía en su rostro, sedio cuenta que nada lo convencería y se quedó callado. El jefe de la aldea odiaba verlo asi, por lo que lo penso un momento, para después poner una mano en el hombro del joven castaño. El joven al sentir su mano en su hombro levanto su mirará para ver y escuchar lo que le iba a decir. Y el solo le dedicó una sonrisa tranquila. Al que confundió al jóven.
Al final llegaron aun acuerdo, el podría salir de la aldea e ir a la capital, pero con tres condiciones. La primera es que lo haría a los 16 años, la segunda es que debía estar preparado y la tercera era que no lo haría solo, debería ser acompañado mínimo por dos personas. Tatsumi no tenía ningún problema con la primera condición, ya que fue entrenado por un joven soldado retirado, que pasaba por el pueblo, que le había enseñado combate cuerpo a cuerpo, es grima y también el arte de la herrería.
Después de que el joven soldado se fuera de la aldea, tatsumi había estado perfeccionando las habilidades y enseñanzas que el joven soldado le había enseñando. También estaba el tiempo de espera si bien estaba deacuardo con esperar hasta estar listo al principio, esto empezó a cambiar debido cada día los pobladores empezaban a sufrir cada vez más. Pero la segunda y tercera condición si eran un problema. Ya que gracias a todos los impuestos que la aldea tenía que pagar, la mayoría de los aldeanos en aldea tuvieron que ir a buscar trabajos. La mayoría eventualmente lo conseguí en los primeros días que la aldea tuvo que pagar impuestos excesivos, pero desgraciadamente con el tiempo ese número se fue reduciendo ya que rara vez regresaban o nunca volví a la aldea. Algunos llegaron a creer que posiblemente se hayan largado, otros que posiblemente hayan muerto en algún trabajo de les costará sus vidas. Esto provocaba que el joven se volviera cada vez más impaciente a la vez que el número de habitantes de la aldea disminuyera, lo que a su vez acosionaba que no hubiera gente dispuesta a irse yá que las únicas personas que se quedaban eran personas que tenían familias o eran personas ya mayores de los 60.
Pero este problema fue solucionado cuando conoció a sus dos únicos amigos. Aunque tatsumi se había negado ante la idea de ir con sus amigos a la capital, no era porque no confiara en ellos o no confiará en sus habilidades después de todo, leyasu era muy bueno con las hachas y sayo era una gran arquera. Sino que tenía miedo de que algo les pasará y el no pudiera hacer nada al respecto. Eso era un miedo que temia se hiciera realidad y esperaba que nunca se cumpliera.
Al recordar todo eso decidió hacer un gran esfuerzo y aguantar hasta que estuvieran listos para partir. Aunque eso significa tener que seguir mirando toda la desgracia que rodeará a su gente.
"Perdonen chicos es que y-yo". Tatsumi trato de decir.
Sus amigos lo miraron y esperaron a que lo tenia que decir.
"Me duele saber no poder hacer nada aún '. Dijo tatsumi con una voz qué notaba que estaba lleno de tristeza, impotente e ira." Sé que quieren que seamos pacientes. Pero simplemente no puedo, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras nuestra gente sufre por culpa de esos malditos impuestos".
"tatsumi". Dijo sayo.
"Además que cada vez que intentamos pagar los impuestos eventualmente, no le sobra nada para alimentar a sus hijos y ellos eventualmente tienen que morir. Y eso simplemente no lo puedo tolerar." El joven empezó a apretar demasiado su puño, provocando que saliera sangre de esta misma.
"tatsumi". Dijo leyasu.
"P-por eso es que quiero ir a darles el pésame a la familia para poder al menos darles eso." Tatsumi ahora sí estaba llorando los lágrimas fluyan en sus mejillas mientras llegamos de su barbilla y que caían en la nieve.
Antes de que tatsumi siquiera pudiera seguir llorando o hablara sintió como sus dos amigos le dieron un fuerte abrazo para tranquilizarlo. El abrazo duro unos segundos pero fueron suficientes para poder calmar a tatsumi. Después de eso, se separaron un poco y los dos lo miraron fijamente a los ojos.
" Esta bien tatsumi, nos tienes a nosotros para apoyarte, vamos hay que darles el pésame todos juntos". Dijo Yaso tratando de animar a su amigo.
" Si amigo vamos y después hay que divertirnos para olvidar esté mal rato". Leyasu dijo con una sonrisa.
Tatsumi solo puedo dedicarle a una sonrisa y agradecerles mientras volvían a retomar el rumbo hacia la casa de la familia matsura. A pesar de que la culpa que hace rato lo está envolviendo había desaparecido gracias a sus dos amigos tatsumi no puedo evitar desear en el fondo de su ser que algo o alguien viniera en la aldea le diera la oportunidad de cambiar el destino a su gente antes de que sea muy tarde.
Eventualmente el deseo de tatsumi se cumpliría pero no como el quisiera.
