-Extra-
La intensidad de la lluvia se incrementó después de haber ingresado a ese carruaje. Por órdenes de Zeke, Kenny metió a su sobrino aparentemente inconsciente, dejándolo tirano después de ingresarlo de mala gala, partiendo en dirección hacia su caballo una vez la misión fue cumplida. Por mandato de ese rubio, Porko se vio obligado a abandonar a su hermano, teniendo que pasar el tiempo con nosotros en vez de viajar con el grupo liderado por el tío de Levi, quienes nos resguardaban la espalda como el príncipe le exigió. Siendo el último de los mandatos, el dejar a cargo del manejo del transporte, al joven guerrero llamado Colt.
Para nuestra desgracia, el suelo estaba lleno de lodo gracias a las intensas lluvias, agregándosele la presencia de la fuerte ventisca, la cual, generaba un movimiento del carruaje de un lado a otro al avanzar, como si estuviésemos dentro de un barco en vez de un coche jalado por un par de caballos de razas especiales para este tipo de caminos. Sumándole a nuestros problemas, la presencia de la oscuridad de la noche, la existencia de distintos grupos de bandidos ubicados en distintas partes dentro del bosque y, el hecho de tener que pasar varias horas rodeada de ese Fritz y un aparentemente dormido Ackerman.
Para sorpresa mía, el viaje había sido silencioso por parte de la variable humana, los cuales, decidieron no decir una palabra durante esas tres horas en las que pasamos dentro de ese transporte lleno de lujos. Porko se limitó a ver hacia su ventana, como si no desease estar dentro de ese lugar, dejando cero posibilidades de poder establecer algún tipo de conversación. Por su parte, el príncipe prefería gastar esas horas cuidando a su persona más preciada, sosteniendo la cabeza de ese pelinegro con ayuda de su hombro y su mano izquierda. Siendo en mi caso, el ver hacia el techo, la única distracción posible durante ese incómodo momento de mi vida. Y es que, desde los inicios, el ambiente permaneció relativamente calmado, dejando el sonido ambiente invadir el lugar, así como preferimos seguirles la corriente a esos movimientos extraños hechos por ese carruaje, evitando hacer cualquier pregunta relacionada y evitar así, el tener que hablar entre nosotros. Quizá fue le agotamiento físico y mental la razón de nuestro silencio, o quizá, se debió a que, el joven proveniente de Marley y yo, no deseamos entablar un diálogo con aquel hombre ni mucho menos entre nosotros. Sea lo que fuese, permanecimos con nuestras bocas cerradas durante más de dos horas. Silencio eliminado, gracias al leve movimiento de la cabeza del futuro heredero de la familia arrocera.
- ¿Viste eso, Hanji? -, me preguntó divertido el príncipe al ver a Levi moverse -. Es bueno saber acerca de su estado -, mencionó aliviado, acomodando suavemente la cabeza con ayuda de una de sus manos -. Te dije que estaba vivo.
-Eso es lógico. Aún respira -, le recordé fastidiada, girando mi rostro en dirección hacia la ventana más cercana al no desear hablar con él. Para mi desgracia, las secuelas del dolor de cabeza aún permanecían, incrementándose gracias a los movimientos bruscos de ese carruaje -. Lastimosamente... -, susurré decepcionada.
-No seas así, ¿acaso no aclaramos eso antes? No puedo matarlo... Bueno, no deseo hacerlo.
-Si gusta, puedo ayudarle -, propuso el joven pelirrojo al ver la escena, interrumpiendo las palabras del rubio.
- ¿Por qué lo haría? No estoy agotado. Además, eres aliado de Levi -, expresó en un tono cansado. Reposando su espalda sobre el mueble de cuero, sosteniendo el rostro del Ackerman con su mano, el rubio suspiró antes de retomar esa conversación -. Porko, ¿verdad? -, preguntó en un tono calmado, mirando hacia el techo del carruaje al mismo tiempo que no descuidaba el estado de aquel hombre - ¿Cuál de los dos es el mayor? Siempre he querido coger con gemelos, mas no he tenido la oportunidad. Y al aparecer, no la tendré... -, dijo en voz baja, evitando despertar al Ackerman.
Porko no respondió inmediatamente. Sorprendido por las palabras de Zeke, el joven me miró. Su rostro denotaba sorpresa y vergüenza, como si fuese la primera vez que escuchase tales frases.
-Ah... Marcel -, aclaró el guerrero marleano tímidamente -. Mi hermano es mayor por tres minutos, príncipe -, continuó -. Somos casi idénticos a diferencia del color de nuestro cabello y ojos, señor.
-Con que dicigóticos... -, susurró sonriente, fijando su mirada hacia el rostro de ese guerrero -. Háblame acerca de ti. Me gustaría conocerte.
-No hay mucho que decir, señor... -, respondió en voz baja -. Sólo soy un guerrero proveniente de Marley, el cual lucha por el bienestar de su nación, y el cual...
-Aburrido... -, dijo fastidiado tras interrumpirlo -. Calla. Tu belleza es comparable a tu falta de personalidad.
Porko obedeció.
- Tengo una duda, príncipe -, intervine, tratando de desviar el tema.
-No de nuevo...
-Quiero hablar acerca de Levi -, demandé, posando mis ojos en dirección hacia aquel hombre.
-No te pases de lista, Hanji. Aún no hemos hecho el trato. Aún puedo matarte.
-Lo sé, sin embargo, ¿qué haría el príncipe si el rey solicita matar a Levi? -, le pregunté curiosa, deseando conocer hasta dónde llegaba la inmunidad de ese Ackerman dentro del reino.
- ¿Hablas acerca de Uri o acerca de Rod? -, cuestionó interesado, cambiando la dirección de sus ojos hacia donde yo estaba. Acomodando el rostro de ese hombre tras escuchar un quejido, el príncipe volvió a preguntar - ¿Exactamente de quién hablas?
-Del más poderoso, claro -, expresé en un tono nada amigable, harta de sus idas y vueltas.
-Con que el más poderoso... -, susurró, sosteniendo el rostro de ese Levi tras haberlo visto moverse nuevamente -. Déjame pensar... -, susurró -. Mi tío Rod, es el hermano mayor, y hubiese apostado el riñón de Colt a que iba a ser el rey. Pero, siempre ha sido más sensato el tío Uri. Me alegra saber acerca de su futura coronación.
- ¿Y? -, insistí, curiosa por saber a quién debería de asesinar primero.
-Pues, si tuviese que elegir, iría por el tío Uri. Aunque, no te recomiendo interponerte en el camino del tío Rod. Después de todo, Levi es su hijo primogénito, y no te dejará tocarlo ¿Acaso crees ser la primera en intentarlo? ¿Cómo crees ha permanecido vivo hasta el día de hoy? Comenzando por Erwin, esta preciosidad está blindada. Claro, debo incluirme en la lista de sus ángeles guardianes.
-Levi parece alguien común y corriente -, mencioné poco impresionada.
Manteniendo mi enfoque en ese rostro, el cual, tuvo por unos instantes otra expresión de dolor, como si quisiera despertarse y no pudiese hacerlo. Durante esos segundos, deseé verlo dormido hasta el final de los tiempos.
-Señorita... -, intervino ese guerrero marleano -. Por favor, cuide sus palabras -, sugirió tras mirarme preocupado.
- ¿Por qué? ¿Sólo porque es el verdadero príncipe de este reino?
-Porque no sabe acerca de lo que habla -, aclaró preocupado -. Será mejor que...
-No -, interrumpí -. Me cansé de ser amable.
-Señorita... -, susurró desesperanzado ese pelirrojo tras escucharme.
-Déjala, mocoso -, solicitó el rubio al dirigirse hacia ese guerrero -. Ella sólo está molesta acerca de su casi violación. No la culpo. Después de todo, el plan era muy bueno ¿Fue Erwin la mente maestra? Apuesto mis huevos a que sí lo fue. Sin embargo, no tomaron las precauciones necesarias, y debido a ello, hubo varias fallas de cálculo. No contaban con mi presencia ni mucho menos con el gane del idiota de Kenny.
-Es fácil ganar si amenaza al señor Levi con su debilidad -, gruñó el pelirrojo, cambiando ese semblante preocupado por uno nada amigable -. Si la batalla hubiese sido justa, el capitán hubiese ganado -, expresó molesto, alzando su voz ante su aparente desacuerdo.
-Deja de hacer eso -, dijo divertido el rubio con sus mejillas sonrojadas -. Si continúas poniendo esa cara, me pondré tan duro como el metal. Y verás, no quiero hacerlo cuando Levi está presente.
-Tiene suerte de mantenernos secuestrados, de lo contrario... -, mencionó el pelirrojo, quitándole la mirada al no desear continuar con esa conversación.
- ¿Qué haría un simple mocoso? -, preguntó fastidiado, dejando aquel tono amigable por uno serio -. Si deseas matarme, puedes intentarlo aquí y ahora; Porko.
-No soy idiota -, respondió enojado, mirándolo nuevamente al no desear dejarse intimidar -. Sé muy bien acerca de las posibles consecuencias. Conozco muy bien acerca de sus habilidades.
Zeke rio tímidamente.
Acomodando nuevamente a Levi, el rubio no paró de sonreír.
- ¿Qué es eso tan divertido? -, preguntó el pelirrojo, cerrando sus puños ante su molestia.
-Amo tu inocencia. Eso es todo.
-No soy una persona ingenua y mucho menos inocente. Sé más de lo que cree.
- ¿Hablas acerca de tu matrimonio con Piiku? Sí es de eso, pues, me alegra saber acerca de tu no virginidad. No me gusta enseñar. Me gusta disfrutar.
-Usted es tan... -, dijo en voz baja, asqueado hasta más no poder.
-Lo sé -, interrumpió -. Soy único y especial.
-No es lo que pienso, su majestad -, aclaró, tratando de controlarse y evitar golpearlo.
-Deseas golpearme, ¿verdad? Es una lástima, no soy masoquista. Soy, sádico -, respondió divertido, lamiendo su labio inferior después de decir esas palabras -. Ya te dije que dejes de tentarme, muchacho. Tengo a Levi junto a mí ¿Acaso deseas ser mi juguete favorito?
-No, gracias -, gruñó.
-Entonces, deja de tentarme. Estás poniéndome duro -, expresó entre risas tímidas, evitando despertar al Ackerman -. Haces que mis fantasías llenen mi cabeza ¿Tienes idea las ganas que tengo de comerte?
Porko no respondió.
-Quizá... -, intervine, queriendo nuevamente desviar el tema.
-Calla -, demandó el príncipe -. Una palabra más, y haré que todos se detengan para cogérmelo aquí dentro de este bosque lluvioso, ¿entendido?
-Entendido... -, susurré, abriendo mis ojos a más no poder tras escuchar esa amenaza.
-Ah, por cierto... ¿Mencionaste a tu hermano? – preguntó con rapidez, como si las palabras de hace segundos no hubiesen sido mencionadas.
-Sí, señor... -, respondió en voz baja el pelirrojo, manteniendo su mirada hacia la ventana.
-Quizá sea hora de que sepas acerca de él.
-Mi hermano se encuentra con el grupo de Kenny, príncipe... – dijo en voz baja.
-No. No es así. En realidad, está en un lugar mejor.
- ¿Mejor? -, preguntó extrañado - ¿Eso dónde es?
-Tres metros bajo tierra, claro -, aclaró divertido.
- ¿¡Qué ha dicho!? -, preguntó exaltado el pelirrojo tras escuchar las palabras de Zeke.
Tratando de ponerse en pie dentro de ese carruaje tras la noticia, el rubio continuó hablando.
-Espera, ¿no les dije nada? Ah, debí olvidarlo...
- ¡Maldito! -, gritó.
Exaltado por la noticia de la muerte de su hermano mayor, Porko se abalanzó hacia donde Zeke se encontraba, tratando de tomarlo por el cuello, buscaba matarlo con sus propias manos.
- ¿¡Cómo pudo hacerlo!?
-Le… vi… -, dijo con dificultad y en voz baja aquel rubio.
Dejando entrever esos ojos color azul grisáceos, los cuales combinaban muy bien con su cabellera lisa y negra, finalmente ese hombre despertó. Sin decir una palabra, ese arrocero tomó a una velocidad impresionante las manos de Porko, derrotándolo en cuestión de segundos, dejándolo tirado sobre aquel sillón en el permaneció sentado durante horas antes del conflicto.
-Para -, demandó el Ackerman al sostener las muñecas del joven con una voz poco amigable.
-Capitán... -, susurró entre lágrimas -. Ese príncipe... él...
-Basta -, mencionó en un tono seco, como si estuviese siguiendo un diálogo de una obra mal actuada.
-Marcel... -, continuó susurrando aquel joven, inhalando esos mocos que parecía querer salir de esa bella nariz ante la tristeza de mencionar el nombre de su ahora fallecido hermano -. Marcel está muerto...
-Porko... -, dije en voz baja, sintiéndome pésima ante esa noticia.
-Suéltalo -, intervino la voz de Zeke, quién permanecía sentado y había decido cruzarse de piernas tras el espectáculo -. Es lindo, no deseo matarlo... aún. Suéltalo ya.
Obedeciendo inmediatamente, Levi lo liberó.
- ¿Ves? -, me preguntó -. Ah, es cierto... Si tuviese que responder nuevamente la pregunta hecha, soy el más poderoso -, dijo divertido -. Después de todo, tengo a un Levi a mi lado, ¿no es fantástico?
-Marcel... -, susurró el pelirrojo, tapando su rostro ante esa situación frustrante sobre aquel sillón.
Tragando la mayor cantidad de saliva posible para evitar llorar por la muerte de aquel joven amable, me acerqué hacia donde estaba, tocándolo suavemente con una de mis manos en su hombro le hablé con la mayor tranquilidad posible:
-Lamento mucho lo sucedido, Porko... -, dije a su oído -. Por favor, no hagas algo extraño. No deseo verte muerto.
-Sí, no lo hagas. Quiero saborearte más tarde -, intervino Zeke entre risas -. Levi, ven -, demandó al mismo tiempo que movía su mano izquierda para hacer un gesto el cual se significaba el deseo por tenerlo junto a él.
Sentándose junto al rubio, ese Ackerman permaneció callado e inexpresivo.
- ¿Quieres ver algo más entretenido, Hanji? -me preguntó divertido -. Mira.
Girando su cuerpo los suficientes grados para quedar frente al rostro del heredero, Zeke le plantó un beso apasionado, quien para sorpresa de un Porko con un rostro mojado de sus lágrimas y la mía, respondió a tal acción.
- ¿Capitán? -, preguntó confundido el joven al verle, tapando sus ojos al no sentirse cómodo.
-Esto es... -, dije en voz baja tras ver la manera en la que ambas lenguas se rozaban entre sí gracias a aquel beso, haciéndome sentir repulsión por ese hecho. Y no era el ver a dos hombres lo que me causaba molestia, era el hecho de saber que, uno de ellos quiso violarme y el otro, desea matarme a pesar de su aparente amistad y propuesta extraña.
Separándose de golpe, dejando los labios y barbilla del Ackerman babeados, Zeke me miró divertido:
-Ahora, mira esto -. Dijo -. Despierta -, expresó en un tono de mando.
Tronando sus dedos, ese rostro aparentemente neutral cambió.
-Hijo de puta... -, expresó molesto el Ackerman, limpiándose su barbilla y labios delgados - ¡Eres un hijo de puta! -, gritó inmediatamente, levantándose para proseguir a tratar de ahorcar a ese príncipe - ¿¡Mataste a Marcel!? ¿Por qué lo hiciste?
El cambio fue extremo. Porko tras escucharle, quitó las manos de su rostro, sorprendido por la expresión tan diferente por parte de su capitán:
-Volvió... -, susurró, limpiando sus mejillas sonrojadas -. Este sí es el capitán -, dijo sonriente.
- ¿¡Dónde está!? -, preguntó furioso el Ackerman al mismo tiempo que ahorcaba a Zeke.
- ¿Ha...blas ace...rca de tu ma...dre? Por...que está mu...er...ta ¿O hablas hacer...ca de tus em...plea...dos? Ellos, fue...ron que...ma...dos. Y si pre...gun...tas por Erwin, no ten...go idea. Pero, si ha...blas acerca de tu es...po...sa...
- ¡No te atrevas a mencionar su nombre! -, gritaba al tratar de ahorcarlo, dejando un margen de fuerza lo suficiente como para mantener una conversación con ese rubio - ¡Ni se te ocurra nombrarla!
Riendo a más no poder, Zeke tomó las muñecas de Levi. Acercándose hacia su rostro, el rubio trató de hablar, mas no pudo en su primer intenso. Debido a esto, ante el interés de conocer lo que diría, el Ackerman abrió sus manos, liberando el cuello del príncipe, quien decidió hablar con un tono de voz grave, a un volumen lo suficientemente algo para ser escuchado durante esa ventisca
-Kenny la mató antes de verte. Y no sólo eso, el informe decía que, chilló como un maldito cerdo antes de morir. Pero, fue inteligente, la zorra... Gracias a ella, Mikasa pudo llegar hasta el escondite donde Erwin estaba.
- ¿¡Dónde está!? -, preguntó el joven entre gritos, demostrando desesperación en su voz.
- ¿Hablas de la mocosa? Ella permanece en el castillo. Tranquilo, mi tío no asesina niños... Bueno, al menos no Uri. Aunque Rod, es amante de follárselas.
- ¡Hijo de puta! -, gritó con mayor fuerza, apretando nuevamente ese cuello de origen noble.
- ¿Mikasa? -, intervine, deseando conocer la identidad de ese nombre antes mencionado. Tratando de ponerme en pie, quise conocer acerca de esa persona -. He escuchado acerca de ese humano, ¿¡por qué es mencionado o mencionada!?
-Así se llama la hija del señor Ackerman, Hanji -, explicó Porko, tomándome de mi muñeca derecha, tratando para evitar el ponerme en pie -. La niña Mikasa...
- ¡No digas nada! -, gritó desesperado Levi, interrumpiéndolo - ¡Calla!
-Lo siento, señor -, se disculpó el pelirrojo.
Ampliando su sonrisa, Zeke, aprovechó el momento de distracción de Levi para volver a hablar:
-Duerme.
Cerrando inmediatamente sus ojos tras las palabras mencionadas por el príncipe, el Ackerman se desplomó.
-Vaya... -, dijo con dificultad el rubio, sosteniendo el cuerpo desmayado del pelinegro -. Se ha fortalecido -, mencionó. Tosiendo un par de veces después de sus palabras, el rubio continuó hablando más para sí que para Porko y mi persona -. Antes, podía durar más tiempo. Al parecer, se enojó ¿Viste lo que hiciste, Porko? Sabes muy bien lo mucho que detesta el que hablen acerca de su hija ¿Acaso lo olvidaste? Hasta yo conozco ese dato.
-Usted... -, gruñó Porko tras escucharle. Quitándole la mirada al estar en desacuerdo con sus actos, el joven prefirió mirar en dirección a la ventana.
-Lo que acaba de pasar... -, dije en voz baja, perpleja de ver a ese Levi desmayado.
- ¿Te refieres a lo que acaba de pasar? Ah, es simple. Controlo a Levi a mi antojo. Después de todo, él fue el regalo de mi primer cumpleaños. Y, digamos que... Estamos atados.
-Atados... – susurré.
- ¿Quieres conocer algo interesante? Si logras enamorar a un Ackerman, puedes manejarlo a su antojo.
-Amor... – dije en voz baja, viéndolo.
-Tranquila, no nos amamos. Levi ama a su esposa. Y haría cualquier cosa por ella. Cualquier cosa... Hasta violar a una mocosa que no conoce, y a quien al parecer posee habilidades interesantes.
-Espera, ¿estás diciendo que...?
-Ah, pero si hablamos de Mikasa… Levi sería capaz de matar a su propia madre por ella ¿No crees que el amor de padre es algo interesante? Hasta siento envidia por la mocosa.
-Levi es padre... -, susurré, tratando de ocultar mi sorpresa.
-Sí. De hecho, eres la culpable de su desgracia -, dijo entre risas -. Si haces el trato, te explicaré todo con lujo de detalles.
Continuará...
