Los personajes pertenecen a Tite Kubo, para la historia y el cómo se desenvuelven los personajes salen de mi imaginación.

Otro día, otro amanecer, levantándome con la misma sensación de tristeza y angustia, poniéndome una máscara para que mis amigos no se preocupen, para ocultar mi debilidad, para ocultar mi dolor...Eran los mismos pensamientos que rondaban mi mente todas las mañanas, cuando divagaba y me preguntaba que propósito tenía mi vida, cuando sentía que lo había perdido todo.

Hoy no era un día normal, este día en particular sentía que el dolor era más intenso, sentía que me mataba por dentro, hoy se cumplían 15 años del final de la batalla contra los Quincys hoy se cumplían 15 años desde que la sociedad de almas a pesar de las pérdidas pudimos derrotar al mayor enemigo que podíamos tener, hoy se cumplían 15 años desde que llegue al máximo de mi poder y derrote al gran Yhwach, hoy se cumplían 15 años desde que a pesar de mi gran poder no la pude salvar, hoy se cumplían 15 años desde que el amor de mi vida, mi sol, Inoue Orihime murió luchando a mi lado, hoy se cumplían 15 años desde que ella muriendo en mis brazos me declaro su amor y cerró los ojos para el descanso eterno...hoy se cumplían 15 años desde que a pesar de que gane en realidad lo perdí todo...

Mientras miraba el techo de mi habitación meditaba el que haría hoy, tenía un trabajo que seguir y reuniones a las qué asistir, y seguro la molesta de mi teniente vendrá a mandarme a parar y si no era ella lo haría alguno de mis amigos porque además debo asistir a la ceremonia de los caídos que se hace en esta fecha...como si mi dolor no fuera suficiente... pero la verdad es que no quería hacer nada, ni ver a nadie.

Respirando profundo me levanto de mi cama y me dirijo al baño, si por mi fuera pasaría todo el día de hoy al lado de su tumba...pero un capitán debe hacer lo que un capitán debe hacer...al levantar la vista me miro en el espejo, sigo teniendo el mismo aire juvenil de antes solo que un poco más maduro, las ventajas de estar en la sociedad de almas, sonrío ante mi pensamiento, mi cabello está un poco más largo de lo normal y mi ceño más fruncido que de costumbre.

Me desvisto y me meto en la ducha, dejo que el agua caliente relaje mi cuerpo, que se siente cansado ya que ayer estuve entrenando con Ikkaku y Renji; además de que no pude dormir bien por los recuerdos de ese día, que me torturan en las noches.

Cuando termino mi rutina de aseo me dirijo al clóset de mi recamara de donde saco un shihakusho limpio y tomo mi haori de capitán del 8vo escuadrón, me dirijo a la mesita de noche y tomo las horquillas que siempre mantengo junto a mí y me las pongo en el cuello de mi ropa donde ella se las solía poner, dirijo mi mirada a una foto de los dos que está en la misma mesita y le deseo buenos días y le digo cuanto la amo, mis pensamientos se ven interrumpidos por un toque en la puerta.

-Ichigo el desayuno ya está listo- me dice mi padre luego de que asoma su cabeza por la puerta, el junto a Yuzu están de visita en la sociedad de almas, me alegra que al menos hoy decida comportarse porque no estoy de ánimos para sus tonterías y estoy seguro que lo terminaría matando si me molesta hoy.

-Gracias ya bajo- me limito a decirle, él se me queda viendo y solo asiente con la cabeza y cierra la puerta, suspiro me preparo para el día de hoy y pongo mi mascara de que todo está bien... y salgo a enfrenarme a un nuevo día

Camino por mi mansión, una que me dieron por ser el héroe de la sociedad de almas, además de que también me dieron el honor de volver el apellido Kurosaki en un apellido noble, que gran regalo, pienso con sarcasmo.

Al llegar al comedor están mi padre y mis dos hermanas además de Toshiro que ahora es el novio de Karin, con el que ya lleva 5 años, una relación a la que obviamente me opuse, pero mi hermana es muy testaruda, Yuzu está casada con el enano de Yukio que tengo entendido que no pudo venir porque estaba en reuniones de trabajo.

Todos dirigen su mirada hacia mí en cuanto entro, a la espera de ver como amanecí hoy y mi estado de ánimo; sus caras de preocupación y ojos llenos de compasión es algo a lo que estoy acostumbrado aunque eso no evita que me molesten un poco.

-Buenos días- me limito a decirles, me siento y tomo una taza para servirme café.

-Buenos días Ichigo- me saludan las gemelas, ambas tienen una mirada de tristeza y precaución, como si fuera un animal asustadizo, desearía que me dejaran en paz, yo estoy bien o al menos intento estarlo pero sus miradas también es un recordatorio del porque me siento mal.

-Rukia y Renji vienen a acompañarnos comer así que vamos a esperarlos- dice mi padre mientras lee un periódico del mundo real que la verdad no sé cómo consiguió.

-Ok- le contesto como si nada y me limito a seguir con mi café, se crea un silencio que al parecer nadie sabe cómo romper.

-¿Chad, Uryu y Tatsuki vendrán al homenaje?- pregunta Yuzu rompiendo el silencio en el que habíamos caído luego de que se canso de doblar y desdoblar su servilleta por 10 minutos.

-Sí, tengo entendido que Rukia los ira a recibir una hora antes de la ceremonia- le respondo mientras veo fijamente hacia el jardín que se ve por la ventana.

-El hijo de Uryu y Tatsuki, ha crecido bastante- dice Yuzu para evitar otra vez el momento de silencio.

-Tengo como dos años sin verlo- le digo, intento no sonar cortante pero la verdad es que no quiero hablar.

Se escucha un estruendo en la puerta principal lo que significa que el matrimonio Abarai acaba de llegar, son una pareja muy sólida a pesar de las difíciles personalidades que tienen ambos

-Buenos días- dice Renji gritando como de costumbre.

-Teniente Abarai no le parece que es muy temprano para que este gritando y molestando- le digo con una sonrisa burlona.

-Cállate cabeza de zanahoria amargada- me responde a lo que yo me limito a matarlo con la mirada. Nuestro guerra de miradas termina con Rukia dándonos un golpe en la cabeza a cada uno.

-Maduren los dos por favor - nos regaña Rukia la pequeña teniente del 13avo escuadrón.

-Bien ya que todos estamos aquí comencemos a comer que si no se nos hará tarde- dijo Yuzu mientras se paraba para ir a buscar la comida que se encontraba en la cocina.

La comida fue normal y tranquila, sin peleas, ni comentarios sarcásticos o fuera de lugar, solo fue una comida familiar en la que todos nos apoyábamos para el momento que estaba por venir, el saber que cualquiera estaría para cada uno sin importar que pase.

Ya terminada la comida todos ayudamos a recoger la mesa a pesar de que tenía personas que se encargaban de eso, hoy le había dado el dia libre a mis empleados, para poder estar solo, claro que cuando lo hice no contaba con la visita de mi familia.

Mis hermanas y mi padre se dirigieron a sus habitaciones para alistarse para la ceremonia y Renji, Rukia y Toshiro fueron a recibir a mis amigos, yo no los acompañe porque tenía otro lugar a donde ir primero.

Tome un ramo de girasoles que había comprado ayer y usando el shumpo me dirigí a un campo floreado que se encontraba en una pequeña colina, hay se encontraba la tumba de ella.

Mientras me iba acercando podía sentir como mis fuerzas flaqueaban, como mi vista se nublaba por las lágrimas que querían comenzar a caer y como el dolor me consumía por completo, ahí estaba ella o la representación de que ahí estaba su cuerpo, ya que este se desintegró al intentarlo traerlo de la dimensión real.

Aún no podía aceptarlo, me negaba a aceptar que la había perdido, y todo por mi culpa, por permitirle ir, por dejar que gastará mucha de su energía curándome dejándola a ella indefensa, todos me dicen que ella lo hizo por amor, pero no sé dónde puede haber amor cuando ella me dejo solo y con el recuerdo de un amor que no pudo ser...

La extrañaba preferiría haber muerto yo en vez de ella, me costaba vivir sin ella, nunca valore cuán importante era para mí hasta que dejo de estar a mi lado. Me sentía vacío, vivía solo por el bienestar de mi familia para no preocuparlos a ellos, pero cada día que pasaba sentía que no podía más con esta farsa que llamaba vida.

-Porque lo hiciste Orihime, porque te atravesaste, porque no me dejaste morir a mí, -le dije mientras sentía que mis lágrimas caían de mis ojos; el momento de ver como cae frente a mi luego de haber utilizado su cuerpo para salvarme se repite una y otra vez en mi mente, como me sonríe y me dice que la siempre me amara, son recuerdos que me lastiman pero no salen de mi mente.

Me quedo llorando un rato junto a ella, imaginando como seria nuestra vida si todo hubiera sido diferente, si ambos hubiéramos sobrevivido, seguro estaríamos casados y con hijos, con sus sonrisas iluminando mis días, pero el tiempo no se puede devolver y esta es la vida que ahora me toca vivir.

Logro calmarme luego de un rato; no es que me importe mucho pero tampoco quiero que todos vean que estuve llorando, sé que no se burlaran pero ya tengo suficiente con sus miradas de lastima.

-Te amo Orihime, vendré pronto otra vez a visitarte-le digo luego de levantarme, me quedo mirando su lápida y dirijo a la plaza del 1er escuadrón para encontrarme con los demás.

Al llegar me fijo en todas las personas que están, todos alrededor de un pequeño obelisco de mármol en el cual están tallados los nombres de los caídos en guerra; en la punta de este está el nombre del ex comandante general Yamamoto y su teniente, y debajo de ellos el nombre de Orihime; a pesar de que las bajas fueron sobretodo de soldados de rangos inferiores a todos se les trata como grandes héroes cuyos nombres seguros salgan en libros de historia.

Puedo divisar un poco más adelante mis amigos y familia, Uryu tomando la mano de Tatsuki pues todos sabemos que este es un momento muy duro para ella también...Renji y Chad están hablando seguramente del trabajo de mi amigo, Rukia está parada junto a mis hermanas cargando cada una un ramo de lirios blancos, al parecer me sintieron llegar porque otra vez tengo la mirada de todos clavada en mí, preciera que todos esperarán que me tirara al piso a llorar y todos ellos listos para correr a consolarme.

-Hola chicos como están- les intento sonreír, pero puedo ver por sus caras de que no creyeron mi sonrisa falsa, le doy un abrazo a Chad y a Uryu la mano, cuando estoy al frente de Tatsuki siento otra vez como mis fuerzas flaquean pero tengo que ser fuerte por todos ellos.

Tatsuki me abraza muy fuerte y luego me pega en la cabeza – Porque llevas tanto tiempo sin visitarnos, eres un desconsiderado – me regaña, no sé porque todos parecen creer que hoy tengo ganas de recibir sus golpes.

-He estado muy ocupado- me limito a decir mientras me sobo la cabeza

-No sé en que estas ocupado si yo hago casi todo el trabajo-esa fue mi adorable teniente Hiyori que se ha acercado al grupo junto a Shinji Kensei y Rose.

-Enana del mal porque no puedes ser más respetuosa- le digo mientras en mi empiezan a surgir unos deseos asesinos.

-Ichigo compórtate- me regaña también Yoruichi, pero al menos ella no me pego, me limito a no contestarle pues en verdad no quiero estar mucho tiempo aquí; sé que suena mal pero hoy no es un día en el que quiera estar rodeado de personas.

De las puertas del 1er escuadrón sale el comandante general Kyoraku junto con sus tenientes Nanao y Lisa, camina hasta lo que pare ser un pequeño altar y da comienzo al homenaje

El homenaje no fue muy largo, nombro a los caídos, dio unas palabras acerca de cómo la sociedad de almas a pesar de los esfuerzos logró resurgir con un nuevo esplendor, nombro a su gran maestro Yamamoto y luego aquellos que llevaban flores las pusieron al rededor de obelisco. mis hermanas, Tatsuki y Rukia lloraron cuando nombraron a Orihime y dieron unas cortas palabras...

Una joven valiente...con una gran fuerza interior y con el corazón más puro capaz de dar la vida por sus amigos...

Se sentían como palabras vacías, no dudaba que el capitán Kyoraku las dijera de verdad, pero se sentía que se las decían a un extraño, que no estaban de hablando de la misma chica de gran imaginación que veía hombrecitos verdes, que inventaba nuevas recetas, que amaba jugar en la lluvia como una niña, no, ellos hablaban de la Orihime que estaba en el campo de batalla, pero la verdad es que no la conocían de verdad...tal vez nadie lo hacía en realidad.

Orihime siempre puso el bienestar de los demás primero que el suyo, pero la verdad es que detrás de esa radiante sonrisa, había momentos de su vida que la marcaron y cambiaron para siempre, momentos dolorosos con los que ella luchaba día a día sola, batallas que ella tenia que superar por si misma.

Pensando en ella, escuchando palabras de animo que el comandante dirigía a todos los que habían perdido a alguien, viendo a mis amigos y familia llorar por una persona que era especial para todos, tdod eso mezclado trajo una nueva ola de dolor en mi interior.

No soportando el seguir rodeado de gente, me di la vuelta y me encamine otra vez a la colina, donde necesitaba calmar mis penas solo y junto a ella: perdido en mis pensamientos no me di cuenta que todos mis amigos venían detrás de mi.

-¡Oye Ichigo! –me grito Rukia al momento que me daba una patada en la espalda y me hacia caer.

-Hey ¿ porque fue el golpe?- me pare del piso, sacudi mi ropa y me voltee a encarar a mi atacante- ¿que demonios quieres Rukia?- me molesto un poco al ver que todos lo estaban siguiendo, es que acaso no entendían que quería estar solo.

-Ichigo estamos de visita, ¿porque mejor no pasas tiempo con nosotros antes que nos vayamos?-le dijo Tatsuki, que a pesar de compartir su mismo dolor ella podía ver el mal que se hacía su amigo de la infancia si seguía aislándose de esta forma.

-Van a estar tres días aquí Tatsuki, solo porque hoy no este con ustedes, no quiere decir que no los acompañare los otros días- le respondí con simplesa.

-Ichigo somos tus amigos, estamos aquí para apoyarte-intento razonar Rukia, no quería que el pasara todo el día solo, no es que temiera que el hiciera alguna tontería pero aún así le dolía ver como se consumía en su propio dolor.

-Si quieren apoyarme déjenme solo-les conteste molesto, no quería lastimarlos ni hacerles un desplante pero necesitaba estar solo, ellos no me entendían, yo perdí a la persona que iluminaba mi vida, ellos estaban felices comprometidos...sé que todos perdimos a una amiga, pero ella era mucho más para mí...

-No actúes así kurosaki, entendemos tu dolor, ella era especial para todos, pero si hablaras con nosotros tal vez te sentirías mucho mejor- Dijo Uryu con voz calmada para que no Ichigo no se alterará.

-No es lo mismo…- dije viendo a otro lado.

-¿No es lo mismo?, ¿NO ES LO MISMO?- Tatsuki se acercó a mí y comenzó a golpearme, no estaba usando todo su fuerza, pero ella lo necesitaba para drenar su dolor-Ella era como una hermana para mí, estuve en todos los momentos duros de su vida, escuche cada locura que inventaba, cuide de ella, y ahora me ha tocado vivir sin ella- termino llorando mientras me agarraba del haori, yo no sabía qué hacer, el dolor de Tatsuki junto con el mío propio me hacían flaquear, pero como consolaba a alguien, cuando ni yo mismo tenia consuelo; tomándola en mis brazos me acerque a Uryu y la deje en los de él.

-Es que no lo entienden, solo necesito estar solo hoy, solo eso, no quiero sentarme a contar de anécdotas y buenos recuerdos de ella, no quiero hablar de cómo murió en mis brazos ese día, no quiero hablar del infierno que ha sido mi vida desde que ella murió, SOLO QUIERO ESTAR SOLO-sin decir más me di la vuelta y usando el shumpo me alejé de ellos.

No tenía una dirección establecida solo corrí por el bosque; ya no iría a su tumba porque estaba seguro que ellos me buscarían ahí; sé que hice mal, que ellos solo me quieren apoyar, pero lo único que necesito en este momento es estar solo...

Seguí corriendo por un largo tiempo, en algún momento pase un pequeño distrito del Rukongai, que por su nivel de pobreza podía deducir que me había alejado bastante del Sereite, no le di mucha importancia y seguí con mi marcha, no sabía hasta donde llegaría y tampoco me importaba mucho; permití que mi mente se desconectara de mi cuerpo, sin estar pendiente del mundo exterior solo perdido en mis pensamientos... Hasta que el grito de una niña me distrajo y me hizo cambiar el rumbo de mi marcha...

Hola, espero que les haya gustado y nos acompañen en el siguiente capítulo y dejen sus opiniones al respecto.

Muchas gracias.