HISTORIA DE UNIVERSO ALTERNO, LOS PERSONAJES DE RANMA 1/2 NO ME PERTENECEN, SINO A RUMIKO TAKAHASHI

¡Hola!

Acá les traigo una historia nueva para mi participación en la página de Facebook Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma para la #Dinámica_del_amor #Nuestra_primera_vez

Por cierto, gracias por la invitación =D

- Los personajes hablan: aaaa

Pdta: Disculpen cualquier error que se me haya podido escapar…

Sin más disfruten

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CAPÍTULO XI

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Debo decir que después de un agradable fin de semana, aunque sinceramente no pensé que pudiera ser así más aun con lo que sucedió, en casa del padre de Akane, y muchas conversaciones con el mismo, aunque claro, solo diciéndole lo que necesitaba saber, es que ahora estoy preocupado, pues Akane desde ayer en la noche que llegamos ha comenzado a estornudar mucho.

Aunque la señora Mey le estuvo dando mates para prevenir el resfrío y según la misma Akane "Todo está bien", creo que tarde o temprano sucumbirá al resfrío, más aún por el cambio de clima, pues la temperatura ha bajado.

Suspiro.

Ahora estamos tomando desayuno.

Yo aprovecho en leer el periódico, mientras ella come sus alimentos lo más rápido que puede, pese a que ya le he dicho que no es algo bueno.

- Akane… ¿Qué te he dicho que comer así de rápido? – le digo como regaño aunque realmente solo sea una llamada de atención pues no es bueno para la salud.

- Es que me quedé dormida…y si no me doy prisa probablemente llegue tarde… hoy ya es la ultima semana que acudiré al Estudio… - habla con cierta nostalgia al finalizar.

- Lo sé… pero para evitar eso trata de levantarte más temprano… y abrígate Akane ¿Sí? El clima está cambiando y tú estas queriéndote resfriar… - le digo.

Sinceramente a veces me siento como una persona mucho mayor a lo que soy realmente, más aún estando con ella.

Esta mujer tiene algo que me hace querer protegerla, pero en ocasiones me saca de quicio, pues realmente es terca.

¿Me estaré comportando como un padre para ella?

En ocasiones sinceramente no sé de dónde me nacen estas cosas, más aún sabiendo como soy, aunque como dice la señora Mey… "Que he cambiado" algo que no crep sinceramente, aunque a veces me sorprendo.

Insisto…

¿Qué me estás haciendo Akane?

Suspiro nuevamente, resignado cerrando unos segundos los ojos.

- Descuide, lo tengo todo calculado… además hace calor… bueno… – dice ella limpiándose con la servilleta, pues ya terminó de comer – Ya me voy, pues se hace tarde…

Al escucharla hablar inmediatamente abro los ojos apurándome en comer.

Irónicamente termino haciendo lo que le decía que no hiciera ella. Lo bueno es que tan solo me faltaba parte de mi café y tostada con mantequilla.

En ocasiones nos gusta comer en el desayuno comida occidental.

Siempre es bueno variar.

- Si claro… - le digo sarcásticamente – Y yo te llevo…

- Ohh no no… - frunce el ceño graciosamente a mí parecer.

- Ohh sí... sí… - le digo a modo de darle la contraria a doña terquedad, mientras me levanto de mi lugar para recoger las llaves de la camioneta.

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Después de renegar un poco ambos, sonrío pues conseguí algo, con Akane renegando aun en el trayecto.

La veo de reojo y noto que tiene aun el ceño en su bonito rostro.

Sonrío más aun.

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Ya estando a punto de bajarme de la camioneta del señor Ra, acomodo mi saco que me hizo traer, el cual es algo grueso para la temporada y más aún que siento calor.

Estaba bien con solo mi blusa color lila y mi pantalón de sastre color gris claro.

En serio a veces se preocupa como un padre, o incluso creo que a veces y exagera.

- ¡Achuuu! - vuelvo a estornudar.

- Salud… - me dice el señor Ra algo resignado.

- Bien… gracias por traerme, aunque no era necesario, pues no quería molestarlo con su desayuno, ya que hizo exactamente lo que me dijo que no hiciera – le digo sacándole pica a modo de molestarlo por hacerme traer cosas extra. – Y no es nada… quizá alguien habló de mí… ya verá como no me resfriaré. No se preocupe y viva feliz…

- Ya, ya no te preocupes, y si claro… ojalá no te enfermes nomás… - me dice resignado como si pensara que lo que le digo no es verdad.

Ya verá que no resfriaré.

- Ya verá que no… bueno adiós, hasta más tarde. - le digo.

- Suerte… Akane… - lo escucho decirme, a lo que yo sonrío, pues sé que aunque tenga un carácter terco y hasta enojón, se preocupa por mí, para luego bajarme rápidamente de la camioneta e ingresar al edificio del estudio.

A veces me recuerda a mi ex jefe… bueno cosas que pasan… aunque tengo curiosidad sobre algo, espero poder saciarla después hablando con el señor Ra.

Esta es mi última semana aquí, solo espero que sea buena.

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Estando a punto de llegar al piso en donde trabajo, escucho murmuraciones que me llaman la atención.

- ¿Han visto al bombón ese? – dice una secretaria.

- ¿Cuál? – pregunta otra.

- A ese… guapo hombre que ha venido a ocupar el cargo del abogado Saotome – dice otra.

Abro los ojos, pues eso significa que tendré nuevo jefe por una semana entonces.

- Tiene unos ojos… un cuerpo y amm ese trasero que llama a ser tocado… - dice la rubia que habló primero.

- Está que quema ese hombre…y quiero que me queme para quemarme con él…- dice la tercera que habló.

- Ufff con todo lo que me dicen ya me lo imagino, me gustaría probarlo, pues el abogado Saotome le dejó la valla muy alta… – dice la segunda que habló antes.

- Habrá que probarlo - dice la rubia subiéndose la falda más de lo que ya está.

¡Qué desvergonzada!

Sigo caminando pues ya no quiero escuchar más. Estas chicas solo piensan como comerse a todos los hombres por un puesto.

¡Es indignante!

En serio que el ambiente laboral aquí es un asco.

¿Cómo quieren que las tomen en serio si ellas mismas no se toman en serio?

Suspiro asqueada.

Estoy por llegar a mi escritorio, cuando no me doy cuenta y boto algo… y al parecer de las manos de alguien.

Incómoda me agacho a recoger lo que hice caer.

Noto como alguien hace lo mismo que yo.

Estoy recogiendo, cuando solo falta una hoja y mi mano toca la de alguien más, pues ambas manos fueron a dar sobre esa hoja.

Me levanto suavemente y lo primero que ven mis ojos, sus ojos son bonitos con una expresión tierna mirada y serena.

¡Reacciona Akane!

Me digo mentalmente.

¿No me gustaba alguien más?

¿En serio?

¡¿Pero qué diablos estos pensando?!

Yo misma me sorprendo con mis pensamientos.

Estoy mal…

- Yo… ¡Lo siento! – digo rápidamente avergonzada reaccionando.

- Ohh… no te preocupes… los accidentes suelen suceder… - me dice amablemente. – Soy nuevo, me estoy orientando aun…

¿Nuevo?

Eso me llama la atención…

Será que… y mis pensamientos se quedan en el limbo, pues él dice.

- Un gusto… soy Shinnosuke Sao - me dice estirándome la mano a modo de saludo.

¿Sao?

Me quedo pensativa.

- Ohh… igualmente yo soy Akane Tendo… - estiro mi mano hasta que nuestras manos se saludan en un cálido saludo o eso siento yo.

Este contacto es muy agradable.

Qué agradable sujeto.

¿En qué área estará?

- Ojalá nos crucemos pronto de nuevo – me dice él.

- Si ojalá… – y sonrío amablemente.

Cuando ya estoy por despedirme, el director y gerente del estudio nos llama, a los dos. Él es el abogado más viejo y con más experiencia de todos en el estudio, aunque realmente no sea como lo pintan, pues se le conoce como un ser ambicioso y acá en el estudio existen secretos a voces, secretos que hasta lo incluyen a él y no sobre cosas muy… honorables.

Inmediatamente lo seguimos a su despacho.

Ingresamos y comienza a hablar.

- Bien… al parecer ya se conocen… señorita Tendo, quiero presentarle al abogado y nuevo jefe Shinnosuke Sao, él estará a cargo del despacho del abogado Saotome, el cual simplemente desapareció… en fin, ahora todo retomará su curso – dice sonriente el director.

Algo me causa nostalgia, pues extraño al idiota y ogro pervertido de mi ex jefe.

- Sí acabamos de conocernos… ¿Cierto Akane? – me dice mi ahora nuevo jefe, el cual pensé que solo sería un nuevo compañero, pues no parece ser más mayor que yo.

¡Qué vergüenza!

¡¿Por qué no se presentó como abogado?!

- Eh… sí… - respondo apenada.

- Bueno… espero que nos llevemos bien… - dice el abogado Shinnosuke sonriente.

- Si…. – digo casi sin voz totalmente avergonzada.

¡Pensará que soy una torpe!

Ambos salimos y comenzamos a trabajar casi inmediatamente.

Espero que mi torpeza se vaya y no se eche a perder la buena semana que tenia en mente, aunque con esto, ya estoy dudando, pues no fue un tan buen inicio.

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Han transcurrido dos días desde que mi jefe nuevo se incorporó al estudio.

Realmente es un apersona agradable y profesional, a diferencia del abogado Saotome que tenia mala fama creo que desde que inicio aquí, aun así, ambos en ningún momento me importunaron, algo que agradezco y habla bien de ellos.

Aun así, no sé por qué pero con ambos me ponía nerviosa.

¿Será por su gran atractivo?

Pues no lo sé… aunque podría ser y no es que sea de interactuar mucho con el género masculino después de todo.

Suspiro.

Volteo a ver el reloj de la pared y me percato de que ya es hora de salida.

Cuando estoy por salir del edificio, a punto de tomar el ascensor, escucho de pronto a las secretarias hablar.

- Ay esa Tendo no sé por qué tiene tanta suerte… - dice la pelinegra.

- Sii… siempre le toca trabajar con los más guapos… - dice una pelirroja.

- Seguro se los echa encima rápidamente… pues siempre duran con ella… - dice la rubia.

Estoy pasando justo cerca de ellas, cuando me interceptan.

- Hablando de la reina de Roma… justo y se asoma… - dice burlonamente la rubia.

- Jajaja eres poco agraciada, por no decirte fea Tendo… ¿Cómo lo haces? – me dice la pelinegra.

- ¿Hacer qué? – pregunto sin entender, mortificada por sus insultos y enojada.

- No te hagas la tonta… aunque lo eres, pero no exageres… pues estar con ellos… ya que no creo que tengan tan mal gusto como para revolcarse con alguien tan simple como tú… - dice la rubia venenosamente.

- ¡¿Pero qué diablos les pasa?! ¡No soy como ustedes! – grito enojada por sus estupideces.

- Ja, ja, ja anda con ese cuento a alguien que te crea… quizá les haces un buen oral jajaja – dice la pelirroja.

Indignada por sus estupideces estoy por responder, cuando alguien más lo hace por mí.

- Señoritas… ¿De qué están hablando? Sigan con sus labores o retírense por favor… la señorita Tendo es una persona muy profesional, no sé de dónde sacan tantas mentiras … hablaré con sus superiores… además de que se les puede denunciar por difamación…

- ¡Abogado Sao! – dicen las tres – ¡Discúlpenos!

Inmediatamente se retiran, pero no sin antes echarme miradas de odio.

- Están advertidas… - dice mi jefe muy seriamente y hasta amenazando.

Después de estar muda, comienzo a disculparme.

- Siento que haya tenido que presenciar este terrible comportamiento de esas secretarias… - le digo.

- No te disculpes… no sé cómo contratan a esas secretarias, pues dejan mucho que desear… - me dice molesto, como nunca lo he visto en estos tres días.

- Ven… vamos a la salida, que seguro se te hace tarde…te ayudo con estos folders…- me dice amablemente ahora, pues resulta que tengo folders de unos casos que tengo que ordenar el expediente.

- No se preocupe… - digo tratando de evitar que me ayude, pero igual me ayuda- Gracias… - le digo caminando siguiéndolo.

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Estando estacionado con la camioneta casi en la puerta de enfrente del edificio, noto como Akane está saliendo del edificio. Estoy por bajarme para darle alcance, pues tiene algo pequeño en las manos, cuando noto la presencia de alguien más y que al parecer está con ella.

Me quedo algo sorprendido y extrañado.

Detengo mi intención de querer ir hacia ella, más aún cuando noto que empiezan a conversar muy animadamente para mi gusto.

Su acompañante es un sujeto joven, alto, delgado de cabello castaño, con una coleta.

Nunca lo he visto antes, pero parece ser muy amigable al parecer para mi gusto.

Noto como siguen hablando muy amigablemente, cuando ella le señala mi camioneta, lo cual genera que se comiencen a acercar.

Bajo de la camioneta y la ayudo con lo que tiene en las manos a Akane.

- Como está señor Ra… – me pregunta ella animadamente.

No sé por qué siento que el que me diga señor justo ahora me causa algo amargo en mi interior.

- Hola Akane… - respondo – ¿Y usted es? - pregunto muy al estilo del padre de Akane.

- Oh… qué descortés de mi parte… soy Shinnosuke… mucho gusto señor… - ok que este individuo me diga señor me hace sentir aun peor.

- Bien… un gusto – aunque no tanto y no sé por qué – Akane ¿Nos vamos? - pregunto de pronto algo irritado.

- Ohh sí, gracias abogado… nos vemos mañana… - le dice Akane sonriente indicándole donde dejar unos folders.

- Claro Akane… señor… hasta luego – y se retira el sujeto en cuestión.

Ya estando Akane y yo dentro de la camioneta, y ya de camino a casa, ella me dice.

- Señor Ra… ¿Se encuentra bien?

- Si… - respondo secamente cuestionándome yo mismo.

¿Qué me pasó?

Primera vez que me sucede algo como esto.

- Pues lo noté extraño… hasta algo grosero fue pero… ¿Está seguro? ¡Achuuu! - pregunta de nuevo ella y estornuda.

- Si… no te preocupes… salud… ay Akane… te dije… te vas a resfriar… - digo mirándola con una mezcla de emociones.

- Está bien… le creeré…gracias y ¡No! Ya lo verá… - dice no muy convencida.

- Si tú lo dices… ¿Es nuevo ese abogado? – pregunto de pronto sorprendiéndola y a mí también.

Mi lengua funcionó más rápido que mi cerebro.

Insisto…

¡¿Qué demonios me pasa?!

Solo sé que desde que Akane llegó a mi vida… específicamente a mi casa… he estado muy raro… algo que la señora Mey también me ha dicho.

¿Será que…?

Y ¿Estos comportamientos? ¿Serán indicios de algo?

Debo averiguarlo por mí mismo… pero… debo hacerlo.

Será… por la maldición…

Por eso… ¿Estaré pensando así?

¿Por mi temor de quedarme… así?

O… ¿Por qué realmente estoy comenzando a sentir cosas por Akane?

Es algo confuso… demasiado.

Estoy en mis pensamientos, cuando Akane me responde.

- Es mi nuevo jefe… es el reemplazo del abogado Saotome… - dice con algo de nostalgia y alegría a la vez.

- ¿Estás bien tú? – le pregunto yo ahora algo curioso, pues no esperé esa reacción con su respuesta.

- Si… es que me agrada mi nuevo jefe, pero extraño al abogado Saotome… solo dicen que desapareció… nadie sabe nada de él… es curioso realmente y hasta preocupante, pues sé lo que le encantaba su trabajo, ya que lo demostraba; sin embargo… es como si la tierra se lo hubiera tragado… o quizá… no, no debe ser eso… y por otro lado, el abogado Shinnosuke… es muy amable y en tan solo dos días, puedo decir que es bueno.

- ¿Crees que murió? Y… ¿Abogado Shinnosuke? – le pregunto curioso y algo… ¿Molesto?

¿Cómo es eso que lo llama por su nombre y a mí siempre me decía por Saotome?

No me está gustando este abogado…

En serio… ¿Qué diablos me sucede?

Respiro y le digo.

- Sí… pero sinceramente no creo que sea el caso… quizá se fue con alguna mujer… después de todo tenía fama de mujeriego… y sí… así me dijo que lo llamara para comodidad de ambos… - dice ella tranquila y nostálgica.

- ¿Con una mujer? No creyera… debe de haber sido algo mucho más grave… aunque no para morirse… - digo, pues ¿Cómo es posible que piensen así? Aunque bueno, mi fama no ayuda mucho después de todo, pero debo de controlarme, pues sueno extraño… ya que para mí es un desconocido después de todo… - Es curioso que llames por su nombre a alguien que acabas de conocer… siempre a tu anterior jefe según me contaste lo llamabas por su apellido… - digo como que no quiere la cosa a ver qué me dice.

- Eso dicen… espero que esté bien… fugado o no, pero bien… vivo… y sí, es curioso, pero él me lo pidió y yo acepté para trabajar más a gusto como me dijo ya que no nos llevamos tanta edad desde de todo... según me dijo era cuatro años mayor que yo nomás y felizmente nos llevamos bien… es un buen abogado… respetuoso… amable...

Ay Akane si supieras que estoy más cerca de ti de lo que te puedas imaginar…

Suspiro.

Si supieras estoy seguro que me odiarías por ello.

Por mentiroso.

Y me molesta que tenga tanta confianza con alguien que acaba de conocer hace tan solo dos días.

¡Dos días!

Conmigo se comportaba ella diferente... aunque yo también no ayudaba mucho que digamos.

Suspiro de nuevo.

- Bueno… espero que siempre sea respetuoso… - digo esperando que sea así.

- Seguramente lo será… después de todo me ayudó con las secretarias… - suelta de pronto.

- ¿Cómo? ¿Qué sucedió? – le pregunto curioso y alarmado.

- Pues… comenzaron a hablar… ya que no entienden como alguien como yo podía trabajar tanto tiempo y más aún, por qué siempre me enviaban a trabajar con los abogados más guapos del estudio… piensan que incluso tengo relaciones con ambos… algo que no es así, muy a diferencia de ellas… - termina de decirme triste.

- Esas… - digo molesto. Akane es mucho mejor persona que ellas y se atreven a menospreciarla… – Creo que no saben escoger a las secretarias ¿Verdad? El ambiente laboral por lo que me cuentas es terrible…

- Sí, felizmente ya solo me falta unos cuantos días y ya no más… ¡Achuuu!- termina estornudando.

- Sí… ¡Salud! – respondo, pues realmente el ambiente laboral es sumamente malo y lo peor aun, es que está lleno de corrupción y gente corrupta. – Vamos a casa para que descanses y te abrigues.

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Llegamos a casa y Akane inmediatamente sube a su habitación.

Solo espero que realmente tenga razón y no se resfríe.

En cuanto a ese abogado… no sé, pero me da mala espina. Es aparentemente muy bueno para ser verdad pero sobre todo… amistoso.

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¡Actualización rápida! =O

Creo que se los debía por mi demora anterior… les traigo este capítulo 11.

Cosillas, cosillas y más cosillas… Uuyyy… ingreso de nuevo personaje… ¿Qué tal les pareció? Cuéntenme… =D amo leerlos a ustedes =D Espero lo hayan disfrutado.

Actualizaré ni bien pueda el cap 12… como les dije será lento pero seguro =D

Muchas gracias por sus reviews, por seguir y agregar a favoritos este nuevo fic mío =D, especialmente a: Noriitha, Benani0125, gatopicaro831, Bayby Face y guest, así como a todos los que me leen pero no me entero xD

También tengo que ponerme al día con los fics que leo pero que me he retrasado xD

Gracias por leerme… =D

Cuídense mucho y abrazos de oso virtuales!

Saludos desde Perú!

=)