Al salir de la reunión con mi padre y mis amigos me dispuse a buscar a Orihime y mis hermanas, las encontré tomando té y galletas en el jardín. Orihime se veía encantada por la gran cantidad de flores que había en el jardín, pero a pesar de eso sabía que su sonrisa no era igual de resplandeciente, el dolor que debía sentir al perder a su hermano no podía ni imaginarlo.
No quería interrumpirlas, Karin se encontraba leyendo a su lado, Yuzu estaba cepillando el pelo de Orihime mientras ella comía galletas, Tatsuki estaba viéndola embelesada mientras le contaba historias acerca de nosotros. La imagen transmitía tanta paz y no tenia deseos de interrumpirlas pero teníamos un día largo por delante.
Antes de que pudiera hablar sonó el timbre de la casa, llamando la atencion de las chicas que estaban en el jardín, sabía que el resto del día sería así, muchos en la sociedad de almas querrían ver a Orihime y ayudar en todo lo posible.
-Ichigo, Matsumoto acaba de llegar- me dijo Hitsugaya que había sentido la presencia de su teniente mientras alguien más fue abrir la puerta.
-Bien, es mejor que pase de una vez y la conozca antes de que hable con la pequeña acerca del funeral- le respondí, no sabía cómo reaccionaria la niña, si se alejaría o que podría pasar, pero me sentía seguro contando con el apoyo de mujeres, ellas sabrían cómo manejar a una niña pequeña, como consolarla, ya que yo no era nada bueno en ese aspecto.
La teniente del 11avo escuadrón venia caminando con mi padre, tenía los ojos un poco rojos e hinchados, seguro había estado llorando desde que escucho la noticia, Matsumoto aunque siempre se había mostrado como una mujer fuerte y despreocupada, que parecía que sólo le interesaba divertirse, sabía guardar muy bien sus emociones pero hoy era otra persona totalmente diferente.
En cuanto la teniente levanto la vista y me voy corrió a abrazarme, no me eran extraños los abrazos de Matusmoto aunque en otras ocasiones siempre eran con la intención de molestarme o hacerme sentir incomodo, pero ahora era un abrazo con otra intención - Gracias, gracias, gracias- me dijo mientras volvía a llorar, sabía el dolor que la perdida de Orihime le ocasionó a muchos y lo felices que todos estaban por su regreso. A pesar de no ser muy fanático de las muestras de afecto, intenté devolverle el abrazo.
-No tienes nada que agradecer Matsumoto, sabes que haría lo que sea por ella- le respondí- Deberías ir a verla está en el patio tomando té y galletas con mis hermanas y Tatsuki, pero debes ir con calma recuerda que ella no sabe quiénes somos - le recordé, ella solo asintió separándose de mí y limpiándose las lágrimas, ella iba a comenzar a caminar hacia el jardín junto a mi padre - Pero Matsumoto, las idas locas de compra tendrán que esperar -le advertí, ya que todos conocían el amor a las compras de la teniente, con ese último comentario ella solo se río levemente.
-Pero capitaaaaan, no sea tacaño- se quejo con unapequeña sonrisa la voluptuosa teniente- Es algo super necesario toda señorita necesita múltiples cosas y accesorios. Además, me servirá como excuso para escaparme de tanto papeleo y esconderme de mi capitán- todos los presentes nos limitamos a reírnos de las locuras de la teniente.
-Hey, no me digas tacaño, obviamente le daré todo lo que necesité, pero no solo no te pases- le seguí el juego, para aligerar el ambiente. Aunque de todas formas si no controlaba a la teniente era capaz de acabar con mis ahorros en pocos días, y no precisamente por que tuviera poco dinero guardado sino por el echo de que ella era una compradora compulsiva.
-Solo tendrás permiso algunos días Matsumoto, pero no vivirás escapándose del trabajo para ir de compras - respondió su superior.
La teniente salió al jardín en compañía de mi padre, Rukia y de Sado que había estado leyendo en la sala.
-Estoy seguro que ahora te tocara llenarte de paciencia ya que no creo que la teniente quiera salir de tu casa- se burló Renji.
- Como si fuera dejar a esa loca mujer haciendo desastre en mi casa, suficiente me basta con las visitas de ustedes- me queje. Aun podía recordar la última vez que el grupo de tenientes que consistían en Hisagi, Izuru, Matsumoto, Ikakku, Yumichika y Renji llegaron borrachos a media noche y casi destruyó mi casa intentando sacarlos, ese grupo era un desastre cuando tenían sus "noches desastres mensuales" como si trabajarán tanto - En general los tenientes de la sociedad de almas son muy desastrosos- le dije al cara de mono con superioridad.
-Si claro como si tu fueras muy normal- me respondió- Eres un híbrido loco de Hollow, Quincy, Shinigami, Fullbring, humano abominación de la naturaleza- se río.
- Que tiene eso que ver con el hecho de que apestas como teniente- le dije con superioridad- Tanto es así que los rumores dicen que Byakuya vive diciendo que te quiere cambiar para tener otro teniente- me reí
-Oiii, eso no es cierto, la relación con el capitán ha mejorado mucho- desde que el estoico capitán del 6to escuadrón se había convertido en su cuñado Renji se sentía mucho más seguro en su trabajo, solo con respecto al hecho de que sabia que Byakuya no lo cambiaria, pero era bien sabido por toda la sociedad de almas que desde la boda Renji vivía constantemente presionado por ser el mejor teniente, y porque tuviera una buena imagen ya que ahora estaba emparentado con la familia Kuchiki
-Si si lo que te haga sentir bien cara de mandril- le respindi con sorna.
-Podrían madurar los dos, cállense hay muchas cosas que hacer como para que estén con estas niñerías- nos dijo el amargado de mi amigo Quincy.
-Ya todos deben tener su vestimenta apropiada para el funeral, e incluso Matsumoto se encargó de buscar un traje adecuado para Orihime, al igual que de comprar las flores para que ella las pueda llevar.- nos dijo mi padre que entró de vuelta a la sala -Ichigo es hora- me dijo serio. -Avísale los planes que tenemos, igual el funeral lo haremos cuando ella este lista, estoy seguro de que necesitara un poco de tiempo antes de salir.
Se que ha pasado mucho tiempo pero estoy comprometida a terminar esta historia, perdonen la tardanza espero actualizar la próxima semana.