Soul Eater no me pertenece es propiedad de Ohkubo Atsushi, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.

Aclaraciones: Universo Alterno, trama ambigua y uso de Ooc (Personajes fuera de carácter)

Shot. Where the Skies end.

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El ángel ha caído.

Su cuerpo inerte se desploma hacia la nada a una velocidad abrumadora mientras sus ojos observan anhelantes el punto en el horizonte al que alguna vez perteneció y que ahora se reduce al brillo tenue de una diminuta estrella en el vacío.

Abraza el dolor por primera vez en su existencia cuando su piel arde por el desgarre de su preciado orgullo, consecuencia del cruel e injusto castigo al que fue condenado producto de un malentendido. El sentimiento de traición y rabia escarban hondo en su corazón y se arraigan con fuerza instalando el agrio sabor del veneno en su alma, reemplazando la devoción y adoración que hasta entonces tuvo hacia su creador.

¿Por qué él? Cuando todo lo que hizo fue servir según la voluntad de su señor.

Oh, por supuesto, el momento cumbre del error que marca su caída. La traición.

El anhelo de poder y jurisdicción sobre todo lo existente. La soberbia de Medusa sobre sus hermanos y su creador la llevó a un movimiento de sublevación para reclamar un lugar que no le pertenece.

El descubrimiento.

Escuchar por error la arrogancia en las palabras de Medusa cuando endulzaba la mente de sus hermanos traidores con promesas de libertad y poder.

No pasa mucho tiempo antes que el caos explote y la disputa sobreviene.

Tergiversación.

Cuando Justin, un ángel de las líneas de defensa del cielo lo encuentra en una de las celdas hechas de barrotes de luz tras ser encerrado por una de las hermanas de Medusa. Justin no lo libera sino que refuerza la seguridad y lo lleva ante el creador alegando que ese infortunado ángel cuyo rango en la escala jerárquica celestial es menor, pertenece al grupo de traidores.

Al igual que a los traidores, Justin le adjudica el mismo castigo: el infierno.

El pequeño ángel es considerado una amenaza a los intereses del infame traidor escondido entre el conglomerado del creador. Ante Dios, Justin es el más fiel y leal sirviente, sin imaginar nunca, que como Medusa él también anhela mucho más que servir a su padre.

Las cosas no salen según lo esperado.

Considerándose demasiado indulgente, Dios le ordena a Justin remover las alas del pequeño ángel para impedir su ascenso al cielo tras su destierro y el imperativo es acatado sin contemplación pese a los gritos desgarradores de la infortunada criatura. No obstante, en un vano intento de salvación, el desesperado ángel escapa hacia los límites del reino de su creador y se arroja sin contemplación al vacío del abismo que conecta el cielo con la tierra.

Marcando así su destino, se condena a deambular por el mundo terrenal sin la posibilidad de retornar al lugar al que una vez perteneció y en su caída puede ver la dolorosa verdad, que él ya no es un ángel pero tampoco una criatura mortal.

Y por sobre todo, que ahora tiene el mejor don que se le hubiese podido obsequiar: La libertad.

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Servir a dios no reemplaza el sentimiento de soledad en su alma, consternada por una sensación tan impropia en un ángel, se pregunta si algo malo ocurre con ella. Cada ángel del nuevo orden tiene un cargo, el suyo como potestad es la de servir a su creador en las líneas de defensa del cielo.

Su deber es ser una guerrera formidable, jamás cuestionar el amor de Dios hacia la humanidad. Muy a pesar del creciente descontento de alguno de sus hermanos por el temor a la preferencia de su creador por esas insensatas criaturas. La devoción plena de su alma le impide cuestionar o juzgar las decisiones y acciones de su Dios.

Maka mira hacia el conglomerado de potestades que se expande por todo el anfiteatro y agradece internamente por llegar justo a tiempo antes de que la reunión comience. Puede distinguir a los suyos, unos cuantos miles de compañeros que conforman su escuadra, la escuadra de Dios.

— Está por comenzar.

Un hermoso ángel susurra al acercarse lo suficiente a Maka, los ojos azabaches de la inocente criatura miran con asombro hacia adelante sin perder de vista ningún detalle.

—Tsubaki ¿sabes de qué se trata esto? —Las alas se retraen ante la expectación de una respuesta que calme su innata curiosidad e impaciencia. El instinto de Maka augura noticias grandes, a saber, las convocatorias son escasas y en última instancia cuando la situación realmente lo amerita.

Ya sea buena o mala, la incertidumbre gana peso sobre su mente.

—Recibí el mismo decreto que tú y nuestros hermanos —Tsubaki niega con la cabeza, a diferencia de Maka, ella no transmite impaciencia en su tono—. Tranquila, pronto lo sabremos.

Algo en Tsubaki silencia la impaciencia en Maka, es quizá la serenidad que el bello ángel transmite en sus palabras. No lo sabe con certeza pero es una constante en su relación desde que la conoció, de las dos, es Tsubaki la que tiene un temperamento más pacífico y cauteloso a diferencia de la suya que es más impulsiva, testaruda e impaciente.

Los pensamientos de Maka se interrumpen cuando una cegadora Luz invade el lugar y todo adquiere más color y brillo, mira al centro donde ahora su creador acapara maravillosamente toda la atención de los demás ángeles. De inmediato, imitando el proceder de sus hermanos, Maka reverencia a su rey en señal de respeto y se levanta cuando éste les da un indicio de que es suficiente.

La voz del soberano resuena con gracia y bondad por todo el recinto que conforma uno de los estratos del cielo, donde sólo unos pocos ángeles tienen acceso y un privilegio enorme.

—Lo saben hijos —el dulce sonido de su voz atrae la atención de todos—. Los tiempos han traído consigo una ola de desesperanza al mundo terrenal, los humanos se corrompen, asesinan, roban y se proclaman la guerra sin importar a quienes afecten.

"Lo hacen. Forma parte de su naturaleza autodestructiva y egoísta" piensa Maka. No obstante, también sabe mejor que nadie sobre la naturaleza del creador y de cómo toda esa libertad en los hombres no es más que una prueba. Están constantemente a prueba en cada aspecto de sus ignorantes vidas.

—Su deber como mis hijos es la de combatir esto —el silencio se instala en el lugar—. Su tarea será observar a los humanos por un lapso de tiempo con el fin de obtener información relevante sobre su actuar, solo así podré tomar una decisión al respecto.

A pesar de su voz amable y sin el más mínimo dejo de pretensión, Maka capta en el tono del creador un profundo agotamiento.

Los planes de dios. Ella cae en cuenta del propósito de esta reunión.

Los ángeles se dispersan para cumplir con la encomienda cuando dios da por terminado el comunicado, sin saber que el creador no sólo está poniendo a prueba a la humanidad.

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Desgracia, decadencia, hipocresía e inmundicia.

Esos son los apelativos por los que puede catalogar a ese mundo, un lugar que sólo alberga a una especie que cada día decrece un poco más. Muertes, robos, asesinatos, violaciones y guerras ¿no puede escuchar sobre otra cosa? ¿Acaso no pueden hacer otra cosa que autodestruirse?

Soul levanta la mirada al cielo en clara señal de desafío, dando una mirada retadora y segura cuando sus labios se curvan en una sonrisa divertida. La noche apenas comienza y con ella un sinfín de oportunidades que albergan la promesa de que algo interesante está por ocurrir, como espectador del mundano entorno busca por los alrededores algo que llame su atención y para su desgracia nada parece hacerlo.

El trabajo es sencillo y quizá es esa sencillez la que predispone al aburrimiento. Las calles de esa ciudad no son nada del otro mundo y mucho menos los establecimientos que están en su apogeo esa noche, observa a detalle que cada restaurante y bar está hasta el tope así que toma la premisa como una buena señal.

Emprende el paso hacia ningún lugar en particular con la mentalidad de que el destino en sí no es tan importante como lo que pudiese encontrar en el recorrido, mientras se mueve en el mar de gente escucha el golpeteo de sus pasos resonando en el frio y húmedo concreto, las luces de los establecimientos iluminan el camino, todas tan psicodélicas debido a la mezcla de colores de cada espectacular que trata de llamar la atención de los transeúntes invitándolos a ingresar al lugar.

Se detiene en uno de los bares y decide entrar para probar suerte, porque "suerte" es lo que necesita para cubrir la cuota de ese mes y no atenerse a las consecuencias del incumplimiento de su contrato, en su trabajo cometer un desliz como para joderlo todo de una sola vez es imperdonable

Reconoce que el lugar es agradable, la tenue luz contrasta con la estridente música que inunda los sentidos una vez que los clientes se adentran al local; gente bebiendo, charlando o bailando, todos tan ajenos a su presencia.

De repente algo llama su atención a tan solo dos mesas más de donde él se encuentra, reconoce entre la penumbra a un hombre que se tambalea intentando mantener el equilibrio mientras suelta unas cuantas maldiciones, pero también observa al motivo de tan deplorable escena protagonizada por el mortal: una hermosa mujer con el cabello rosa que mira al sujeto con poco menos que lástima y un deseo exorbitante de abofetearle el rostro.

Y la comprensión golpea fuerte cuando el hombre contempla con una mórbida sonrisa a la mujer, su apariencia aunque relativamente conservadora en ese traje de oficina no oculta sus verdaderas intensiones para con la chica, Soul puede ver tras esos excéntricos e inusuales anteojos el perverso deseo desagradable de la lujuria. Incluso si en esencia el tipo es un nerd consagrado, su deseo deja entrever la corrupción en su alma.

La escena toma un giro inesperado cuando en un acto de estúpida imprudencia el sujeto roza con descaro el pecho de la mujer mientras traspasa su espacio personal para decirle algo al oído, y ésta no menos que ofendida y escandalizada le da una bofetada que envía al hombre directamente al suelo.

Con una marca roja en la mejilla y tratando inútilmente de incorporarse del suelo, el sujeto trata de asimilar qué salió mal en su jugada pero sin llegar jamás a comprenderlo.

Patético.

"Gran movimiento imbécil" piensa Soul mientras ve al hombre levantarse al fin después de lo que parece ser una eternidad. Considera que ese es el momento adecuado para ir por él, la situación lo amerita y el tiempo apremia ¿por qué no? Pocas veces aprovecha las oportunidades que se presentan frente a él.

— ¿Te diviertes demasiado hermano? Si has cubierto tu cuota esta noche, puedo demostrarte cómo se hace esto y encargarme de ese sujeto.

El sonido de una voz interrumpe la diversión de Soul e inconscientemente sabe de quién se trata, el sujeto suelta una carcajada al escuchar el gruñido que reverbera en su garganta ante la molestia que el comentario genera en él al haber arruinado su cacería.

—Black Star a diferencia de algunos, habemos otros que queremos dejar esta mierda. —El tono de Soul esconde cierta molestia ante el sarcasmo en las palabras de su compañero.

¡Él no está perdiendo el tiempo como lo hace Black Star!

—El tipo está ahí ¿qué esperas? —Black Star toma asiento frente a él, su excéntrica cabellera azul y el músculo acumulado en las partes correctas de su cuerpo realza su presencia, pero Soul sabe que es su personalidad la que atrae miradas en la población en general—. ¿Cuántos te faltan? Hermano mira este lugar lleno de ingenuos desesperados en busca de cualquier oportunidad para dejar salir lo peor de ellos ¡Es tan fácil!

—Lo dice el tipo que ha tenido solo una adquisición en el último mes ¿la sola idea de terminar hecho mierda por Kid no hace mojarte los pantalones Black Star? —Observa a su amigo encogerse de hombros restándole importancia al asunto y Soul suspira con cansancio, incrédulo ante la ignorancia que demuestra Black Star hacia las consecuencias que sobrevendrían con el incumplimiento de su trabajo—. Las adquisiciones son mi especialidad pero créeme cuando te digo que parece como si atravesara por una mala racha, y para tu información estoy a sólo una adquisición de ser promovido en este negocio de porquería.

Black Star sopesa las palabras de su compañero y amigo entendiendo parcialmente su desesperación ¡Está a sólo una! De acuerdo, la envidia parpadea dentro de su pecho al reconocer que a diferencia de Soul en ese último mes, Black Star por lo general tiene esa "mala racha" como una constante desde que incursionó en el negocio.

— ¿Eso es lo que te ha dicho Kid? Maldito bastardo suertudo… ¿es definitivo?

—Por supuesto, sólo necesito apoderarme de un alma más y mi cuota estará cubierta ¡una maldita alma más! —Soul es incapaz de reprimir la emoción por su pronta promoción ocasionando que su voz se eleve sólo un poco.

Por un instante la mirada de Black Star recae en su muñeca, hacia el brazalete que se afianza con fuerza en su carne. El recordatorio contante de una ilusa sensación de libertad y la razón de su existencia en ese mundo.

—Sería genial poder salir sin la necesidad de estas cosas —toca el brazalete y levanta la mirada hacia Soul quien se limita a observar sus acciones—. Sé que vas a extrañar a tu Dios Black Star y que tendré que conformarme con la compañía de Liz y Patty. —Black Star prácticamente grita a todo pulmón fingiendo un tono dramático mientras se lleva ambas manos a la altura del pecho para hacer más énfasis en sus palabras y emulando estar ofendido para disipar la tensión en el ambiente por la mención del brazalete.

La existencia de un inmortal no es fácil pero tampoco aburrida, caminar por la tierra se reserva solo a unos pocos afortunados.

Recolectar las almas corruptas producto de la infame naturaleza humana no es una tarea sencilla.

Fue después de la caída cuando Soul conoció al Dios encargado de la clasificación de las almas terrenales quien desde entonces se identificó como Death the Kid; tanto como existían dos destinos para las almas, también existía un medio de clasificación para las mismas y una manera efectiva de recolección cuando se convertían prematuramente en demonios debido a la corrupción en sus corazones y pensamientos.

Kid no era el encargado del inframundo y de adjudicarse a los recién llegados, o dictaminar los castigos y otras tareas. No, la muerte se encargaba de llevar almas puras al cielo o en su defecto, almas corruptas al infierno. El Dios mediador del cielo y el infierno.

Un caído sería arrastrado de inmediato al infierno, a saber, el destierro se reservaba a aquellos ángeles que habían cometido algún delito notable que provocara la ira de Dios. Anticipando las intenciones de Kid, Soul le contó sobre los planes de Medusa y la treta de Justin para deshacerse de él, pero sobre todo, el sentimiento de traición hacia Dios y la sensación de abandono tras la expulsión.

Comprendiendo a medias la situación, Kid le tendió la mano ofreciéndole un puesto en su línea de trabajo y reacio al principio con el afán de ejercer su recién adquirida libertad, Soul rechazó su propuesta. Pero comprendería tiempo después que en su condición, tendría que ganarse el pase de libertad o ser arrastrado al infierno.

El brazalete en su muñeca es el constante recordatorio de lo cerca que está de obtener su libertad. Un inmortal caído.

Soul y Black Star, ambos se consideran recolectores de nivel medio y los mejores en su clase.

La resignación de su destino es claro, sin embargo la última opción de Soul recae en cubrir la última cuota de su contrato con Kid; decir que le gusta lo que hace sería mentir descaradamente, las circunstancias lo empujaron a su presente existencia pero está comenzando a cansarse de todo, las salidas restringidas y las órdenes que debe seguir para evitar los castigos comenzaron a hastiarle.

Kid a pesar de su naturaleza, es un ser que reclama orden en todos los aspectos y Soul sólo quiere ir y venir con libertad.

Pronto. Se recuerda esbozando una estúpida sonrisa de dientes brillantes.

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Ha deambulado por las calles durante todo el día sin ganas de regresar a su departamento, aborrece la quietud y el silencio que se forman en esas cuatro paredes y prefiere caminar sin rumbo fijo por las ruidosas calles de la ciudad.

No tiene a muchos conocidos que trabajen en el mismo negocio que él, su círculo de "amigos" se reducen a Black Star y las Hermanas Thompson, por supuesto, no puede incluir a Kid en la categoría porque después de todo es su jefe y sabe que incluso si el Dios de la muerte parece demasiado accesible de vez en cuando, siguen teniendo una relación estrictamente profesional.

Aunque sabe por boca de Kid que Medusa y su séquito de traidores siguen confinados en el infierno, Soul sabe que ella es demasiado arrogante para aceptar su castigo y que pese a todo pronóstico, quizá está planeando su escape.

Soul todavía guarda resentimiento hacia ella.

Durante todo el día no ha hecho más que descansar perezosamente en una de las bancas de un parque cercano, atrayendo la atención de los transeúntes, quienes en su defecto lo mirarían cuestionando si no tendría un trabajo al cual atender.

Soul sólo trabaja cuando Kid así se lo ordena, lo que sucede casi todos los días de la semana y descansa en días establecidos debido al severo trastorno de su jefe, quien toma la organización de la agenda de manera seria y establece los horarios de los empleados de manera casi perfecta que deben seguirse al pie de la letra.

Los descansos vienen en los días cuyas fechas son pares, ese día en particular recae en el número ocho del mes de octubre, un doble número par. Por supuesto, Soul sólo se limita a tratar de disfrutar un día en el que no tiene que perseguir almas para llenar su cuota.

Sin embargo, por extraño que parezca tiene un presentimiento cuando siente el cambio de densidad en el aire que sopla esa noche, por supuesto, descarta esa absurda idea de su mente considerando que se trata de simple paranoia.

Cuando regresa a su departamento se dispone a beber un poco para compensar el aburrimiento de su existencia. Tras el primer trago de la botella que saca del refrigerador, puede sentir esa extraña sensación arraigarse ahora con mayor fuerza en sus entrañas, su instinto le dicta que algo está muy cerca y no por lo menos, la sensación se vuelve muy familiar.

Soul deja la botella sobre el mostrador y se asoma a la enorme ventana panorámica que monopoliza la pared de su departamento, desliza la cortina semitransparente y mira hacia el exterior; no encuentra nada más que enormes edificios y las cornisas de éstos invadiendo el espacio e irguiéndose hacia el cielo nocturno para besar las oscuras nubes de esa fría noche.

Aún en su incredulidad, él siente una presencia ahí afuera en algún lugar, palpitando demasiado cerca. Con el afán de ver mejor, abre la puerta corrediza de cristal y sale al exterior donde la brisa fría lame la piel de sus brazos y cara, barre la mirada lentamente afilando su visión a la oscuridad y permanece así unos minutos más hasta que lo ve, algo capta su atención en uno de los edificios.

Sin perder un segundo más, salta de un balcón a otro con un ligero esfuerzo. Su agilidad es apenas un vestigio que compensa la pérdida de sus alas.

Llega al tercer edificio y sus ojos identifican la figura de una pequeña chica de pie al borde de la cornisa. Lo primero que Soul se pregunta es ¿Cómo rayos ha llegado esa pequeña criatura hasta ahí? Y lo más importante de todo ¿Qué es lo que hace en ese lugar?

Soul la vigila oculto entre las sombras.

Rebeldes hileras de cabello rubio flotan en la brisa sobresaliendo de unas delgadas coletas de apariencia infantil, su constitución es menuda y aparentemente sin muchos atributos en el pecho pero al mismo tiempo adquiere una apariencia femenina gracias a las curvas de su cuerpo que se asientan a la perfección en el ligero y sencillo vestido blanco que lleva puesto.

La piel blanca adquiere brillo a pesar de la oscuridad que la rodea. Soul es incapaz de apartar la mirada cuando su mente sólo puede preguntar si su piel es tan suave y nívea como aparenta ser, una pequeña descarga recorre su columna al imaginarse a sí mismo tocándola y recorriendo cada parte de esa pequeña figura. Ella es todo lo contrario a las mujeres con las que suele fantasear pero no le desagrada, hay algo atemporal en esa criatura que le resulta hipnotizante.

Tiene la intención de acercarse a ella usando uno de los trucos que Kid le enseñó para ocultar su presencia de los mortales, Soul siente la curiosidad de mirar el rostro de esa mujer. Sin embargo antes de dar un solo paso la chica reacciona a su presencia y voltea mirándolo con aprehensión y la mandíbula apretada, la tensión visible en su pequeño cuerpo le dice a Soul que algo no está bien pero lo más importante de todo esto es ¿Cómo se dio cuenta de que estaba ahí?

— ¡No te acerques más demonio! —dictamina ella con bastante seriedad y con un tono frío que estremece a Soul por un instante.

Los ojos de Soul parpadean brevemente adquiriendo un tono escarlata que rápidamente se apaga tornándose en un oscuro tono rojizo sin vida.

Pero eso no la intimida, ella reconoce su presencia entre las sombras y decide encarar al intruso antes de que se acerque más.

Soul se indigna ante el apelativo "demonio", él no es un demonio. Existe una diferencia abismal entre un demonio y un caído, los demonios son criaturas nacidas en el infierno o almas humanas condenadas al infierno por la oscuridad de su corazón, criaturas que dañan a los mortales y los corrompen para devorar su esencia.

Los demonios solo traen destrucción a la tierra. Los caídos por su parte suelen ganarse su libertad recolectando las almas de los demonios o destruyéndolos, además los demonios no tienen un cuerpo físico como los ángeles caídos, razón por la cual los demonios nacidos en el infierno poseían a humanos u objetos en el mundo terrenal.

Haciendo caso omiso a la advertencia Soul da un paso hacia adelante e inmediatamente ve a la chica retroceder uno hacia atrás como si evitara a toda costa su presencia. Se acerca uno… dos... tres más hasta que ella trastabilla por la proximidad del límite del suelo de la cornisa, pero aun así él no se detiene, quiere ver hasta dónde ella es capaz de llegar antes de dejar de huir, sabe que no se atrevería a dejarse caer al vacío.

— ¿Vas a detenerte o quieres morir? —Le pregunta él impasible y con la voz ronca, sin embargo ella no se inmuta ante sus palabras. Es extraño, piensa, muy a su pesar el sonido de su voz despierta algo en las mujeres pero ella parece no tomarle importancia.

Definitivamente algo está mal con esta chica.

—Te dije que te alejes. —Ella interpone sus brazos para impedir que él se acerque un centímetro más aunque él ignora ese pequeño gesto de protección, ella sabe lo que es él y definitivamente no quiere que se le acerque.

El espacio es prácticamente inexistente y la única solución que le queda es saltar o detenerse.

La decisión está tomada.

Los ojos de Soul se abren en incredulidad ante lo que presencia: La chica ha caído al vacío ¿Qué ha sucedido? En un acto impulsivo se acerca al borde para mirar hacia abajo pero no ve nada más que el abismo que se extiende desde el edificio hasta el suelo de asfalto ¿en dónde está? Espera un alboroto de los transeúntes causada por la caída de la mujer, pero no existe tal cosa.

Una tenue brisa remueve los nevados mechones, pero ésta no es fría sino todo lo contrario. Buscando la fuente de dicha calidez, Soul encuentra frente a él a la mujer que momentos atrás cayó del borde de la cornisa y mirando más allá observa largas y emplumadas alas que brillan como el cristal refractando la luz de la luna, es hermoso.

Ahora lo entiende todo, la presencia familiar y el brillo que emana no viene de su piel sino de su aura: ella es un ángel en todo el sentido de la palabra.

— ¿Demonio, acaso eres sordo? —Maka lo mira con cierta emoción en sus ojos esmeralda y que Soul identifica a la perfección como resentimiento, ni siquiera los ángeles están exentos a esas emociones aunque no lo demostraran abiertamente—. Será mejor que te marches de aquí si no quieres que me encargue de ti.

Hay una pausa por parte de ella y un pesado suspiro por parte de Soul.

—No soy un demonio. —ladra él con fuerza y hay un deje de molestia en su voz por el insultante apelativo.

—Puedo sentir esa oscura aura que emana de ti, no soy estúpida —el Ángel espeta en su defensa ¡por favor! No la puede engañar con sus falsas palabras, después de todo los demonios son los maestros del engaño y ella sabe eso de antemano—. Si no eres un demonio ¿entonces qué se supone que eres? —El sarcasmo gotea lentamente en su tono al burlarse de él.

Soul tiene razón, ella no es una chica convencional o en este caso, un ángel convencional. No hay dulzura ni armonía en sus palabras y es claro que la sumisión no prevalece en ella o al menos no lo aparenta ¿Qué clase de ángel es entonces?

—Oye para ser un ángel esa boca tuya no te ayuda.

Sus palabras toman por sorpresa a Maka ¿este demonio quiere conversar con ella sobre su actitud?

Está bien, ella sirve a dios pero está en las líneas de defensa; la devoción a su rey no implica ser toda dulzura y paz la mayor parte del tiempo como todos suelen pensar. "La imagen perfecta para un ángel" piensa ella e inmediatamente voltea los ojos en rechazo a la idea, para estar en las líneas de defensa un ángel debe tener cierto coraje y fortaleza sin rayar en la crueldad.

—Responde lo que te pregunté. —rebate Maka desviando tenuemente la mirada y perdiendo la paciencia.

—Soy un ángel. —Soul esboza una cínica sonrisa que expone sus afilados dientes mientras ve el rostro de Maka denotar incredulidad ante sus palabras.

La situación en sí le resulta divertida y el pequeño ángel acapara su atención.

— ¡Imposible!—ella niega una y otra vez con la cabeza, el aura y los ojos del sujeto denotan otra cosa, además jamás en su existencia lo ha visto en el cielo, en ninguno de los estratos o en algún puesto de la jerarquía.

—Caído. —completa Soul tornándose serio.

Oh, así que es eso, al menos ahora todo tiene sentido.

Maka ha escuchado sobre ellos alguna vez, de hecho tanto ella como sus hermanos fueron creados después del gran acontecimiento de sublevación sustituyendo así a todos los que perdieron la gracia de dios y se refugiaron en su egoísmo. Sin embargo esta es la primera vez que ve a uno en persona y está lo bastante cerca para entablar una conversación.

No tiene nada que hacer ahí, su trabajo se limita es vigilar y -por el momento- a no intervenir en el mundo terrenal, así que sin decir nada más se dispone a abandonar el lugar para no permanecer más tiempo en presencia de uno de ellos.

Adivinando las intenciones de la chica, Soul se apresura y se acercarse a ella tirando de su muñeca para impedir su huida.

—Espera ¿acaso te ha intimidado mi presencia? —Sin saber de dónde brota este impulso, Soul hace gala de su fresca personalidad y quizá sólo un poco de su arrogancia.

Maka retira su mano del agarre con incomodidad y conmoción pero no le responde, tan sólo lo observa cuando algo extraño brota desde el fondo de su ser y la hace estremecerse; el sujeto tiene unas facciones muy marcadas y es bastante atractivo de una manera poco convencional.

Sus penetrantes ojos rojos la observan con insistencia y cuando ella conecta con ellos se pierde por un momento, Maka observa el frío bermellón de su mirada y puede percibir un destello en ellos aunque no está segura de lo que es. La inmensa curiosidad por saber qué está experimentando se asoma por primera vez en su existencia.

Pero nada es eterno y la fría brisa rompe el encanto del momento regresándolos a ambos a la realidad.

—Debo irme. —Es lo único que ella alcanza a farfullar antes de elevar el vuelo hacia la noche oscura.

Solo, de pie al borde de la cornisa el aire frío se instala en el cuerpo de Soul una vez más cuando la calidez que ella desprende se ha marchitado al llevársela consigo y él de verdad lamenta no poder disfrutar de la dicha sólo una fracción de tiempo más.

Ella es interesante, quizás más de lo que él hubiera imaginado y a partir de ahora sólo espera que este encuentro no sea el primero ni el último.

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Fin.

Quizá…

N/A:

Decidí hacer un vertedero de One-shots en vez de publicarlos independientemente, claro que las actualizaciones pueden no ser constantes y depende cómo vengan las ideas para poder escribirlas y adicionarlas aquí.

Algunos serán adaptaciones de otros fics que he escrito pero modificadas al Universo de Soul Eater y por supuesto al SoMa.

Este Shot quizá tenga una segunda parte y tal vez la incorpore más adelante.

Les deseo un feliz año nuevo y como siempre, seguir cuidándonos y tomar las precauciones necesarias.

Hasta la próxima n.n