Summary: En un instante tu vida puede dar un giro inesperado. ¿Puedes encontrar la fortaleza para perderlo todo y aceptar lo desconocido? Vidas serán destrozadas, incluyendo la tuya.


Disclaimer: This story is not ours; the characters are owned by Stephenie Meyer and the story is by the wonderful Fyrebyrd who gave AlePattz permission to translate this story. I am only publishing it due to Ale's illness and subsequent absence with Fyrebyrd's consent.

The chapters were translated by Ale, the editing and publishing are the responsibility of EriCastelo.

Descargo de responsabilidad: Esta historia no es nuestra; los personajes son propiedad de Stephenie Meyer y la historia es de la maravillosa Fyrebyrd quién le dio permiso a AlePattz de traducir esta historia. Yo solo la publico debido a la enfermedad y posterior ausencia de Ale con el consentimiento de Fyrebyrd.

Los capítulos fueron traducidos por Ale, sullyfunes01 es la prelectora, la edición y publicación son responsabilidad de EriCastelo.


Capítulo 1: Obras viales adelante

BPOV

"Jacob, vamos, tenemos que ponernos en marcha," le grito a mi hijo de tres años. Siempre se queda atrás estos días.

"Ya voy, mamá."

"¿Fruity Pebbles para el desayuno?"

"¡Sí, señora!"

Me rio entre dientes. "Bueno, baja, para que tengas tiempo de comer."

"Sam, vamos, muchacho." Abro la puerta trasera y dejo que nuestro pitbull rescatado salga al patio. Yo tuve una mascota al crecer y quería lo mismo para mi niño, así que cuando el refugio de animales tuvo su adopción anual de animales abandonados, me aseguré que estuviéramos allí. Jake se enamoró de Sam de inmediato, de modo que no hubo otra opción para nosotros.

Para cuando consigo que salga y cierro la puerta trasera con seguro, Jake baja fatigosamente las escaleras, con su mochila arrastrando por detrás. Lentamente, sube a su asiento, y con un gran bostezo toma una cucharada de su cereal.

"¿Todavía estás cansado, cielo?" Paso mis dedos por su cabello. "No te estás llevando a escondidas el Gameboy a la cama por las noches, ¿o sí?"

Sacude su cabeza y come otro bocado. No sé qué le está pasando últimamente. Está cansando todo el tiempo, y sé todo sobre torpeza, pero esto es otro nivel. Aparecen nuevos moretones mientras los viejos empiezan a desaparecer. Supongo que puede ser porque es un niño y es más tosco y se cae más que cuando yo era niña.

Cargo el lavavajillas mientras él termina su desayuno, y cuando acaba, salimos al coche.

Nunca olvidaré lo atemorizante que fue encontrar la guardería correcta para mi hijo de seis semanas de nacido. Entrevisté innumerables centros y casi estaba al borde de la desesperación, cuando Angela Webber me sugirió a Esme.

Conocer a Esme Cullen literalmente cambió mi vida, en más de una forma. Primero, me tranquilizó al instante y supe en seguida que su guardería era donde Jake se quedaría. No fue mucho después que mi hermana más joven, Alice, conoció al hijo de Esme, Jasper, al recoger a Jake por mí. Su conexión fue instantánea y se casaron solo seis meses después. Los Cullen se habían convertido como una parte de mi familia a través de los años, y ahora de verdad lo son.

Me detengo y llevo a Jake adentro. "Buenos días, Bella, Jake," Esme dice cuando entramos.

"Buenos días."

Jake sale corriendo para unirse a Paul y yo me acerco a charlar con ella por un breve momento. Me envuelve en un cálido abrazo maternal. "¿Cómo están las cosas?" Pregunta, apartándose.

"Todo está bien. Solo quería decirte que Jake se ve terriblemente cansado últimamente. No sé qué es, pero parece que se siente un poco mal."

Murmura. "También lo noté. ¿Crees que le quiera dar algo? Puedo programarle una visita con Carlisle un día de esta semana," sugiere. Carlisle es su esposo y ha sido el pediatra de Jake desde poco tiempo después de conocer a los Cullen.

"No sé si es algo serio. Por qué no solo lo vigilamos bien y decidimos si empeora."

Asiente. "Suena bien, y sabes que está en buenas manos aquí."

Le sonrío y me acerco para otro rápido abrazo. "Por supuesto que lo sé. Debería estar aquí esta tarde a la hora acostumbrada."

"Solo llama si hay algún cambio," me asegura.

"Lo haré. Adiós, Jake, pórtate bien," lo llamo.

"Adiós mamá, te amo."

"Te amo."

El viaje a mi oficina es igual que cualquier otro día, carreteras congestionadas y conductores locos. Estaciono en mi lugar y me encamino al cuarto piso, donde se encuentra mi empresa.

Tanya me saluda cuando entro. "Buenos días, Bella, el señor Crowley ya llamó dos veces esta mañana."

Ruedo los ojos. "Gracias, Tanya." Le doy una sonrisa y continúo a mi oficina. No es la vista de Seattle desde el vigésimo piso que siempre he soñado, pero es mía y me encanta. Ser dueña de tu propio negocio puede ser atemorizante, pero muy vigorizante. Acomodo mis cosas y me pongo a trabajar al devolverle la llamada al señor Crowley.

Dos horas después, finalmente puedo salir de mi oficina por una taza de café.

Tanya sonríe con suficiencia. "¿Le aclaraste las cosas al señor Crowley?"

Me rio entre dientes. "Lo hice, y después de una hora y media al teléfono, decidió dejar todo como está."

Suelta una carcajada. "Bueno, esa fue una pérdida de tiempo."

Me detengo junto a su escritorio. "En realidad, no. Cada cuenta que tengo importa y tengo que pasar tiempo asegurándome que estén contentos con mis servicios, así que es ganancia porque todavía tengo su negocio."

"Nunca lo pensé de esa forma. Me preguntaba de dónde sacabas la paciencia para lidiar con… cuentas complicadas."

"Solo recuerda, esas cuentas complicadas pagan tu salario tanto como las fáciles." Levanto mis cejas y me marcho a la sala de descanso.

Café al fin. Algo que aprendí hace años es a nunca escatimar en café. Un buen café equivale a empleados felices. Me sirvo tres cuartos de taza del humeante líquido, y lo acompaño con leche y cuatro cucharaditas de azúcar.

Justo cuando me vuelvo a sentar detrás de mi escritorio, mi socio en el crimen entra a mi oficina. "¿Qué hay, Swany?"

Jasper Cullen es el hijo de Esme y Carlisle y el esposo de Alice, pero también es mi socio en la firma. Abrimos las puertas este mes hace dos años. Ya estaba en proceso de abrir un pequeño negocio antes de conocer a los Cullen, pero cuando Jasper entró a nuestras vidas, toda la envergadura cambió.

No somos pequeños; somos una empresa grande que maneja cuentas que abarcan desde la adinerada pareja mayor promedio a algunas de las más grandes corporaciones en Seattle. Jasper acababa de recibir su certificación como contador público, pero tiene talento y tenía los fondos en su fideicomiso para duplicar mi inversión original. Decidimos convertirnos en socios en partes iguales.

Me recargo y cruzo los brazos, con una sonrisa engreída firmemente plantada en mi rostro. "Solo manejando algunas cuentas. ¿Qué hay de ti… Jaspy?"

Se sonroja y se rie entre dientes. "¿Alguna vez me dejarás olvidar eso?"

"Nop. No mientras vivas."

En los inicios de la relación de Alice y Jasper, fuimos a un club local y todos terminamos bastante borrachos; Alice un poco más que el resto de nosotros. Jasper se quedó en nuestro departamento y desperté temprano la mañana siguiente con jadeos y gemidos de 'Jaspy, oh, Jaspy.'

"¿Y cómo te fue en la reunión de esta mañana? ¿Tenemos un nuevo cliente?" Le pregunto.

"Por supuesto que sí, Swany. ¿Alguna vez dudaste de mí?" Me sonríe engreído.

Sacudo mi cabeza. "Ni siquiera por un segundo."

Se pone de pie y se encamina a la puerta antes de detenerse y apoyarse en la entrada. "¿Jake y tú todavía van a ir el sábado?"

Asiento. "No nos lo perderíamos por nada." Es la cena por su aniversario de seis meses. Sí, puede que sea una locura para algunos, pero Alice y Jasper han tenido una por cada mes hasta ahora. Por ende, los seis meses es una ocasión memorable.

Solo esperemos que Alice ordene la cena esta vez. Amo a mi hermana, pero no sabe cocinar… para nada. Tampoco soy un chef en la cocina, pero cuando tienes un hijo, aprendes a subsistir. Alice es terrible y nunca debería tener permitido volver a acercarse a una estufa.

"Excelente, Alice estaba preocupada después del desastre del mes pasado."

"¿De qué estás hablando? A Jake le encantó. Los Whoppers (1) arreglan todo." Los dos nos reímos mientras él salía al pasillo, y se dirigía a su oficina.

Después de unas cuantas llamadas telefónicas más, levanto la vista y me doy cuenta que ya es hora del almuerzo. Llamando a Tanya, le pido que entre a mi oficina.

"¿Qué se te antoja para hoy?" Pregunta, apoyándose en el marco de la puerta.

Me detengo y pienso por un segundo, antes de decidirme por sándwiches. "¿Qué te parece ese pequeño deli en la esquina?"

"Sí, podría pedir uno de rosbif en pan de centeno."

"Excelente"—agarro mi cartera—"Creo que pediré un club de pavo sin verdura y una botella de agua." Toma mi dinero y se encamina a la oficina de Jasper.

Se detiene y mira hacia atrás. "¿Quieres que redireccione las llamadas a ti o a Lauren mientras no estoy?"

"Solo envíamelas. No hay necesidad de darle más trabajo a Lauren."

Ni cinco minutos después, mi teléfono está sonando. "Hola, habla Bella Swan."

"Ah, Bella, ¿ahora contestas tus teléfonos? Los tiempos deben ser difíciles." Su voz es juguetona, pero aun así me molesta.

Me rio en el receptor. "Mike, no esperaba escuchar de ti." Mike Newton es mi exprometido. Es un cardiocirujano tratando de hacerse un nombre. Un mes antes de la boda, hice un descubrimiento que fue el motivo de la ruptura.

No quería hijos.

Yo acababa de recibir mi maestría y pronto sería la señora Newton. No podía pensar en nada que deseara más. Una nueva carrera, y un esposo y una familia pronto le seguirían, ese era mi sueño, o eso pensaba. Al que pronto sería mi esposo se le escapó que no quería hijos por al menos diez años. Estaba devastada, pero sabía lo que tenía que hacer. Cancelé la boda, empaqué mis pertenencias y me mudé con Alice, todo en un período de dos días.

Mike también tenía el corazón roto, pero no podía permitir que él viviera mis sueños en vez de los propios. Al final, solo me guardaría rencor. En ese entonces, él no lo creyó así y me suplicó que cambiara de opinión. Pero con los años hemos creado una frágil amistad; una en la que ahora él puede admitir que tener un hijo tan joven no estaba entre sus prioridades; incluso tal vez nunca lo estaría. No me malentiendan, él adora a Jake cuando lo ve, pero le alegra que la responsabilidad no es suya.

"Vaya, Bella, no suenes tan emocionada. Solo llamo para avisarte que saldré del país durante los próximos seis meses. Sé que no hablamos muy a menudo, pero pensé que debía decírtelo."

"Oh, bueno, por supuesto. ¿Puedo preguntar dónde estarás?" Aunque comprendí que él no era mi hombre ideal, aún me preocupaba por él y le deseaba lo mejor en todos sus proyectos. Por lo general, nos reuníamos un par de veces al año solo para ponernos al día o pasar tiempo juntos.

Suspira. "Firmé para una temporada con Médicos Sin Fronteras. Voy a estar en África e incomunicado por al menos algo del tiempo que esté ahí."

Sonreí para mis adentros. Siempre quiso hacer una diferencia cuando empezó a estudiar medicina y no puedo pensar en una mejor forma en que haga eso. "¡Mike, eso es maravilloso! Me alegra mucho saber que estás haciendo algo por ti."

"Bueno, Bella, en realidad, creo que tengo que agradecerte. Nunca habría seguido este sueño en particular si nos hubiéramos casado. Pero lo siento como un llamado, y no puedo esperar a llegar allá."

Me dejo caer en mi silla. Escuchar esas palabras de él, me dice que ya superó lo que nunca comenzamos y finalmente está viviendo su vida. "No sé qué decir, Mike, sabes que me siento muy feliz por ti." Mi voz se quiebra, así que me tomo un segundo para recuperarme. "Basta de sentimentalismos, dime cuándo te vas."

Se queda callado por un segundo. "El viernes," finalmente responde, luego continúa apresurado. "Sé que es muy pronto y lamento que no te contactara antes, pero quería asegurarme de estar comprometido con la causa antes de decírtelo. No quería cambiar de opinión."

"Lo entiendo totalmente. Lamento que no podamos reunirnos antes de que te vayas, pero me encantaría tener noticias de ti mientras estás allá, si tienes la oportunidad."

Puedo escuchar el alivio en su respuesta. "Lo sabes, y si no puedo llamar, te escribiré."

"Me parece bien. Gracias por avisarme," digo, completamente en serio.

"Claro, Bella. Me alegra haber hablado contigo."

"También a mí. Adiós, Mike."

"Adiós, Bella."

La línea se queda en silencio y la llamada se desconecta. He estado preocupada por él desde que nos separamos. Muchas relaciones vacías y trabajo lo han dejado insatisfecho. Tal vez esto lo saque de esa depresión y le permita realmente continuar con su vida. Esa conversación me asegura una vez más que hice lo correcto al romper con él.

Me siento, mirando a la nada al otro lado de la habitación, considerando mi vida hasta ahora. Tengo mi propia empresa, una hermosa casa con un patio cercado, un perro y el hijo más perfecto que existe. De verdad, lo tengo todo, y los uno punto cinco hijos menos el esposo. Estoy viviendo mi sueño.

Tanya me saca de mis reflexiones al entrar de prisa con el almuerzo en sus brazos. Lo coloca todo sobre mi escritorio y saca una silla. Nos sentamos y comemos, mientras ella me cuenta del cajero del deli coqueteándole.

"Ya quisiera," dice ella y rueda los ojos.

Al parecer, o es un adolescente o apenas cumplió los veinte y le deslizó su número con el comprobante. Me rio con ganas. "Supongo que el deli está fuera de la lista por un tiempo."

"Más bien, para siempre." Se pone de pie y limpia lo de nuestro almuerzo, antes de volver a su escritorio.

Después de hacer una visita a nuestro departamento de nómina, una vez más me pongo cómoda detrás de mi escritorio. Ni siquiera diez minutos después Tanya me llama.

"¿Bella?"

"Sí, Tanya."

"Tengo a la señora Cullen en la línea dos."

"Gracias."

Cojo el teléfono y presiono conectar llamada.

"Esme, ¿cómo está todo?" No es extraño que me llame a la oficina, así que no pienso en nada hasta que escucho las siguientes palabras.

"Bella, necesito que permanezcas calmada."

De inmediato me tenso. "¿Qué quieres decir con que permanezca calmada? ¿Ha ocurrido algo?"

Me encuentro con silencio.

"Esme, me estás asustando. ¿Qué pasa?, por favor, dímelo," casi grito en el teléfono.

Ya me he levantado de un salto de mi asiento y me estoy paseando alrededor de la oficina, mi mente trabajando a un millón de kilómetros por minuto.

"Bella," dice finalmente. "Es Jake."


(1) Los Whoppers son unas bolitas de leche malteada cubiertas por chocolate de aproximadamente dos centímetros de diámetro fabricadas por Hershey's.


Nota: La historia cuenta con 47 capítulos (incluyendo epílogo y dos outtakes), las actualizaciones serán una vez a la semana, los días lunes, y las imágenes que acompañan cada capítulo estarán disponibles en el grupo de Facebook de Ale a medida que avancemos con la historia (link en el perfil).

Gracias por el apoyo.