Cada vez usando personaje más originales pero igualmente a nadie me molesta que Himaruya meta un poco las narices.


Vale. Vale... vale. Vamos a tomar una botella de whiskey llena y la vamos a pegar a su mano con pegamento. La va a llevar todo el tiempo. Todo. Toda la historia. Incluso estando desnudo. Incluso si se la deja en una mesa/armario/cajón. Incluso si tiene las manos ocupadas. Va aparecer mágicamente dentro de su abrigo, como la de vodka de Rusia. Y siempre va estar llena. Incluso si se la acaba. Incluso si comparte. Incluso si se rompe y se vacía en la siguiente escena volverá a estar entera, intacta y en su mano y esto es así.

Ehm... vale. Escocía convirtiéndose en un peor alcohólico aún de lo que es... en esta historia.

Ha dicho que si no, no juega.

Vale, concedido. Solo... una cosa, en la luna de miel lo puedes beber tanto.

¡Eso lo decide él! Pero bueno, shu, que tú tienes un viaje de esos de reunión con Alemania por no sé qué, así que shu. Shu. O perderás el avión.

Besito en los labios.

Se atonta un poco en la cola de la puerta del aeropuerto antes de pasar ya con el pasaporte.

Bélgica se va corriendo por la fila de pre aprobado por la TSA, despidiéndose de él a lo lejos con la mano.

Escocia la saluda también con su sonrisita tonta y luego se sonroja de muerte cuando un niño se lo queda mirando, bajando la mano.

Tan mono embobado.

Después de eso sale corriendo a por su coche y luego conduce hasta el parlamento europeo en Bruselas. Aparca en el parking que ya ha aprendido a usar, en la zona de diplomáticos y sube a recepción, sonriendo nervioso.

Cada vez intriga más esto, vamos a decirlo así. La secretaria de Bélgica va a mirarle agobiada mente en plan... cielos, ¿¡qué se le olvidó?!

Pues se acerca a... quien haya en recepción.

—Hola, Monsieur Alba —el chico, que no se ha enterado que no está Bélgica hoy, sonríe—. Ahora le aviso.

Wait, wait, no, que no está.

—¡Oh!

—No la llames, please. No le digas que he venido. Estoy buscando a... alguien más.

—¡Oh! ¿A quién?

—Vale... a ver. Esto es un poco difícil. Estoy buscando a Margot. Pero a la buena. O sea, no a la que es un poco... o sea, no la que... la... hum —la verdad, no quiere decirle que es una imbécil porque va a saber que Bélgica piensa que lo es, pero es que no sabe mucho más que: es una imbécil—. Quiero decir, la... otra. La que se casó hace poco.

—Ah... ¿quiere que la llame?

—Eh... yes.

—Vale... le digo que la busca. ¿Le traigo un té mientras?

—No, no... me espero... a-allí.

—Vale...

—No avises a Martha. Ni llames a... a nadie, no le digas a nadie que estoy aquí, ¿vale?

—Vale, vale... no hago nada de todo eso. ¿Va todo bien? —pregunta levantando el teléfono

Yes... yes. Yesyesyesyes. Yes. Yes. Fine. Great. Wonderful. Perfectamente bien. Una sedita. Nada raro. Ni nada. Nada de nada. Rien de rien —se ríe nerviosamente.

El chico se ríe, aunque definitivamente no le cree.

—Ehm... menos mal —se ríe un poco, poniéndose el teléfono al oído.

Escocia va a sentarse donde siempre se sienta a esperar a Bélgica y ahí habla el chico a preguntar por Margot mientras el escocés da vueltas súper nervioso y se toma un poco de su whiskey

Margot termina por salir y Escocia salta como si de repente tuviera muelles en el culo, poniéndose de pie.

Allò —saluda ella un poco confundida.

—Margot, isn't it? —sonríe el británico al notar que sí es la buena.

—Oui... ¿tú no eres... el... Chico de Belgique?

—El... ehm... What? No! No. O sea... no es como que... no es que... ehm... te invito a un café.

—¿Un... café? ¿A... mí? —es que hasta se gira a ver si no le habla a alguien más.

—Yes, ¿puedes? Si tienes mucho trabajo haré algo para que no te regañen.

—Pues... estaba haciendo unas cosas. ¿Necesitas algo?

—Bueno, las acabas luego, vamos... no quiero que empiece a llamar aquí y que alguien le diga que no estás.

—Pero... ¿qué pasa?

—¡Si te llama al móvil le dices que estás en la oficina, no le digas que estás conmigo! O mejor, ni se lo cojas.

—Pero... pero... O sea ¿ella no sabe que estás aquí?

—¡NO! Y ni se te ocurra decirle. Vamos... vamos fuera.

—¿Pero qué pasa?

—¡Vamos! No querrás meterte en líos... —suenas tan tranquilizador.

—Pero yo por qué voy a...

—Pues por estar demasiado tiempo fuera.

—Ah... Ugh. No, no. No te vas a tardar, espero... pero ¿qué es?, dime.

—Vamos por un café.

—Pero veme diciendo.

—No... No. No quiero que nos escuche nadie.

—¡¿Pero ¿¡qué es lo que me vas a decir!?

—Luego la gente dice cosas raras...

—Como la que tú me vas a decir ahora...

You know...? Yes, you are right. ¿Qué tal si espero hasta la hora que salgas y te invito a cenar o algo?

—Eso es súper raro.

Why? —parpadea.

—Pues... ya bastante raro es... —le señala el café al que le ha traído.

—No te voy a llevar a ningún sitio de comida rara. Nada de pizzas con huevo o jabón en la sopa, te lo prometo. De hecho, puedes elegir tú, si quieres —levanta las manos, ella se ríe un poco.

—Quiero tomar café ahí y que me cuentes.

—Vale, vale —entran entonces. De hecho, es el café donde siempre van a desayunar cuando están trabajando, así que seguro hay más gente de la oficina que la saludan.

Escocia les ignora un poco, aunque ellos cotillean.

La chica levanta la nariz y se sienta en una mesa apartada.

Escocia se sienta con ella. La mira. Toma aire y le da otro sorbo al whiskey. Uno bastante largo. Tal vez lo bastante para preocuparte porque son así como las once de la mañana.

—Ehhh...

El pelirrojo levanta un dedo para que espere un instante y se desamorra de la botella tomando aire.

—Tienes problemas.

—Yes —en resumen.

—Ya veo.

—Con tu jefa —añade.

—Ugh... ¿Te ha dejado?

W-What?

—Que si te ha dejado o algo así. ¿Cuál es tu problema?

—T-Te ha dicho que quiera... te... ¿se lo está pensando?

Ella parpadea.

—No. ¡Pero debería con esa forma de beber que tienes!

Escocia aprieta los ojos.

—Bueno, ¿cuál es el problema?

—Tú... hablas mucho con ella, ¿verdad? Vais a comer y todo eso.

—Diario.

—A-Así que... sois amigas. Y ella te cuenta... cosas, personales.

—Sí, desde luego.

—D-De... mi.

—Claro que nos cuenta cosas de ti todo el tiempo.

—Ehm... ¿Qué... qué cosas?

—Todo... qué vieron en la tele, si has hecho algo mal, si has hecho algo bien... cosas.

—Ya... ya —aprieta los ojos imaginándose que se queja con ellas cuando... no quiere ir con España y todas esas mierdas.

—Vamos a decir que lo sabemos TODO de ti.

Toma más whiskey y se pide un café irlandés. Esto no consiste en que tengas un accidente de coche para librarte de ello.

—Oye... oye. Para con esto. No suele hablarnos mucho de que bebas como un demente...

—Porque... porque no... ugh. Olvídalo. Es otro asunto —toma aire profundamente—. Tú eres la que... tú... te... cásate. Como el... año pasado.

—Sí —sonríe.

—Y ella...

—Ya. Ya... sí, nos ha dicho que ustedes dos no...

Escocia toma aire un poco dramáticamente.

—Se lo voy a pedir —suelta sin anestesia, cortándola. Ella parpadea.

—¿¡Le... le vas a pedir que se case contigo?!

—Yes.

—Wow!

—Y quiero saber cómo quiere ella que sea.

—¿¡Cómo quiere ella que se lo pidas?!

—¡Pues para eso estás aquí! —le grita un poco de nervios.

—Ohhh... ohhhh! Me estás pidiendo ayuda para... oooooh! ¡Eso es súper mono!

—UGH! —quiere morirse, se tapa la cara con las manos (Es que mira que mono esssss)—. Solo... seguro ella te ha contado. Seguro te contó cuando te casaste. O whatever. A mí nunca quiere decirme porque cada vez que hablamos de esto acaba suspirando o de malas —o tú te pones a la defensiva y sales corriendo ahora no me vengas—. ¡O te dirá si le preguntas o yo qué sé!

—Es... este es un tema difícil con ella.

—Bueno, ya lo sé —y probablemente es mi culpa, se añade a si mismo poniendo los ojos en blanco.

—Suele decir que realmente en el fondo es algo que no quiere, ni le gusta, ni le haría gracia... pero todas sabemos que es mentira.

Escocia aprieta los ojos.

—Sin embargo, estoy segura... de que igualmente ella estaba, no sé... es una idea que le sigue rondando por la cabeza. Le va a gustar que se lo pidas, mucho.

—Ya, ya... el asunto aquí...

—¿Ajá? ¿Es cómo?

—Yes.

—Uy... es que me imagino algo... Súper romántico. Así como... a la luz de las velas, junto al mar.

—W-What?

—Pues... algo así me imagino que ella querría, aunque también te conoce y sabe que siempre decimos que eres... perdona, pero que eres un bestia.

—¿Eso querría ella o tú?

—Eso querría yo para ella, porque creo que merece cosas bonitas.

—Yo querría... saber exactamente qué quiere ella.

—La verdad —da un traguito a su café—. Me da la impresión que a ella le interesa más el qué de lo que le interesa el cómo.

—Ya, bueno, pero mira... yo no quiero hacer esto. ¿Vale? O sea, no es que no quiera... pero no quiero, no me importa... no...

—Pero vas a hacerlo por ella.

—Lo que digo no es que no me importe, pero... sí, vale. Es solo un día y... soy un chico fuerte, puedo soportarlo. Sé que tener esta actitud está haciendo que nos distanciemos y... quiero que vuelva a estar feliz e ilusionada con todo.

—Creo que eso... es algo bonito —Margot sonríe.

—UGH —vuelve a protestar.

—Bueno, ¡lo es! No todos los chicos son así, va a re enamorarse de ti solo porque se lo pidas —se ríe—. ¿Qué tal que... fueran un día de excursión a una fábrica de cerveza en tu casa, o a un día de campo?

—No, no, no, es que quiero que lo entiendas bien.

—Vale, ¿qué tengo que entender bien?

—No... yo no soy así. Yo no... hago cosas que no quiero en favor de otros. No... o sea, sí, pero no así, no cosas... así. Además, yo soy independiente. MUY independiente. Y una hoja de papel no me va a obligar a hacer una cosa u otra si no quiero o no creo que tenga que hacerla.

—¿Entonces? Bueno hay cosas que vas a tener que hacer...

—Lo que quiero decir es que... querría que le preguntaras a ella.

—Vale, vale... le pregunto de lado para que no se dé cuenta...

That —se relaja un poco y asiente.

—Me alegra que... esto vaya a pasar —le sonríe.

—Yes, well, whatever.

—A ella va a alegrarle. ¿Ya tienes un anillo?

—Eh... yes... —miente.

—Oh, ¿¡puedo verlo?!

—Es... mejor que no —carraspea.

—Ohh... que romántico.

—¿Romántico por? —parpadea sin entender eso.

—Pues no sé, supongo que no quieres que lo vea su amiga antes que ella.

—Ehm... Yes, of course. I-Igualmente...

—Aja...

—A lo mejor deberías preguntarle también si hay algún anillo que... le guste.

—¿No crees que eso sería muy obvio?

—Es que no sé si... no sé si le va a gustar lo que...

—Yo creo que sí le va a gustar.

—Romántico, dices. No estaba pensando en algo romántico, no se me da bien lo romántico

—Ya, ya, eso lo sé —ella se ríe—. Quizás podrías buscar algo que lo fuera un poco, a ella le gusta mucho lo romántico.

—No se me da bien lo romántico —aprieta los ojos—. Además...

—¿Aja?

—Su ex... que... well, le... le conozco bien, era el tipo más romántico que hay en el universo. Pero, así como de bloody cliché y yo... no quiero ser así. Ni siquiera quiero intentarlo porque sé que me va a comparar y... no, prefiero no intentarlo.

—Hmm... entonces, espera. Sé que le gustas más que su ex. Como MIL veces más, de ti habla todo el rato.

Well, hace mucho, mucho que dejó a su ex. Porque lo dejó ella. Por capullo.

—Me refiero a que... ¿Sabes? Quizás no debería decirte esto...

—¿El qué?

—Supongo que si ahora se van a casar y eso no pasa nada si te lo digo... Es que creo que no sabes lo loca que la traes.

—¿Yo? Que va... es que de verdad no conoces a su ex.

Margot se ríe.

—Créeme, I mean, yo nunca... No se puede decir que sea mi ex también porque yo no tengo esa clase de relaciones con la gente, pero yo me lie con él un par de veces y ahora es algo así como mi... estúpido cuñado o algo parecido.

—Espera... espera. ¿Tú te liaste con el ex de... ella?

—Well... en resumen... sí.

—Iugh... y él se fue con alguien más entonces. Esto no me lo había contado ella...

—Sí, bueno, con mi hermano el más pequeño. Aunque también se lio con mis otros dos hermanos... y con... básicamente todo el mundo.

—Eso suena terrible, sinceramente.

—Pues... era terrible y parece que no sabes ni la mitad.

—Pero no creo siquiera que piense en su ex, está todo el tiempo "es que Alba esto... es que Alba lo otro... "

—Supongo que aun así tiene más que quejarse de mí.

—En realidad, darling, casi no se queja de ti. Vamos, es que puedo decirte como diez millones de características fantásticas que tienes... y otras que YO no creo que sean fantásticas, pero me parece a mí que ELLA considera por alguna razón que saber beberte una cerveza en menos de cinco segundos es una cosa fantástica y maravillosa.

—¿Te ha... contado eso? —sonríe un poco.

—Es que hasta cuando se queja lo hace de forma... —se humedece los labios y le mira, dispuesta a imitarla—. Ya, ya, Alba a veces tampoco le jala al baño. Yo creo que lo que quiere es ahorrar agua...

Escocia aprieta los ojos pero se ríe.

—Todas estamos un poco hartas de saber que tú eres el más fuerte, el más hábil, el más divertido... antes al menos no te querías casar, ¡ahora ni eso!

—Nah, mira... a veces también me odia un poco, ¿quieres verlo? —se humedece los labios.

—No dudo que te odie "un poco", pero parece ser tan poco que sinceramente... —entrecierra los ojos—. A ver.

Escocia saca el teléfono y le manda una nota de voz para que Margot pueda oírla "ehm... Hey. ¿Cómo ha ido el vuelo? ¿Estás ya con Germany?"

"Voy tarde, no sé qué pasaba en el aeropuerto que el chofer no pudo llegar por mí y he tenido que venir en metro..."

Aprieta los ojos porque si no está aun con él no tiene gracia.

"Estoy entrando por la puerta, te llamo más tarde!"

—Vamos a tener que esperar.

—Pues no te creas que no voy a esperar, que quiero ver cómo no eres el "novio perfecto".

El británico arruga la nariz porque sigue sin gustarle que le digan que es su novio.

—Quoi?

—No me gusta la palabra novio.

—Ohh... ¿te gusta más la palabra "marido"?

Fuck, no —protesta, tomándose su café irlandés super dulce y metiéndole whiskey del suyo de su botella.

—¿Por qué no te gusta "Novio"? —ella se ríe.

—Porque es como que ella me perteneciera. Y no lo hace.

—¿Cómo la llamas cuando debes describirla?

Belgium.

—¿Pero, qué es tuyo? De relación, ¿Cuál es tu relación con ella?

—Nos llevamos bien.

—Vas a pedirle que se case contigo... no puede ser solo una conocida con la que te llevas bien.

—Bueno, nos hemos liado un par de veces —no sé si notas, querido, que eso es lo que has dicho de Francia.

—¿De verdad eso piensas de ella? O sea, que se han "liado" un par de veces como te liaste con su ex —Margot parpadea.

—What? No! ¡No es mi ex!

—Es SU ex, ¡tú lo has dicho!

—¡Pero no el mío!

—¿Y eso es lo más que puedes decir de ella? ¿¡Que se han liado un par de veces?!

—Pues... ehm... ¿qué más tengo que decir?

—Que tienes una relación con ella.

—Eso es como súper general, tengo una relación con todo el mundo. Tengo una relación contigo, para el caso. De conocidos que se llevan bien.

—¿Entonces qué tienes con ella que no tienes con el resto?

—Paciencia.

—¿Pa... ciencia? O sea ¿ella es desesperante y muy amablemente le tienes paciencia?

—No. Todo el mundo es desesperante pero con ella no me irrito.

—Ohhh...

—Ehm... ¿crees que ya ha entrado?

—Seguramente sí, pero no la interrumpas.

—Para que esto tenga gracia tienes que saber... a ella le gusta Germany, ¿vale?

—Ohh... ¿En serio? —Lo bueno, chica, que eres su amiga.

—¿No lo sabías? —levanta las cejas.

—Nunca va a aceptar que le gusta... Germany.

—Ah, well, no, pero eso no importa. El caso es que así es... Well, escucha, ok? —saca el teléfono y deja otra nota de voz "Creo que me he dejado algo dentro de tu carpeta de documentos, la de la cremallera, puedes buscarlo?"

Se tarda un poquito pero le responde, por escrito... "El qué?"

"Un documento que England me está dando por culo para que le entregue." Escribe de vuelta.

"Espera..."

Hay condones dentro de su carpeta de cremallera, eso es lo que ha puesto.

Bélgica se TARDA en contestar. Escocia ya se está riendo un poco.

Suena su teléfono, de hecho, después de un rato, el británico se ríe y le responde, poniendo el altavoz y haciendo a Margot un gesto para que guarde silencio.

Hello?

—Aba! ¿¡Cómo se te ocurre?!

Muere de la risa.

—¡No has visto la CARA que ha puesto!

—¿Qué cara ha puesto? Si no tiene expresión.

—¡Pues tu imaginarás! ¡Si hasta parece que los TRAJE para usarlos con ÉL!

—¿Eso te ha dicho? —se ríe.

—¡Claro que no me lo ha dicho! ¡Solo eso me falta!

—¿Y qué le has dicho?

—Se me han caído TODOS al suelo, he tenido que recogerlos... MAL.

—¿Y había alguien más? —es que se sigue riendo.

—¡No te ríaaaaas! —protesta ella aunque se ríe, y es que Margot se muerde el labio un poco riéndose otro poco sintiéndose un poco mal por Bélgica.

—¿Y dónde estás ahora? ¿Estás escondida en el baño?

—¡SÍ! Además, no encuentro la hoja de England —sí, para colmo te creyó eso.

—¿Y has dejado ahí la carpeta?

—No, la tengo aquí, he salido corriendo con todo. Estúpidos condones en las manos, la carpeta que... ¡te estoy buscando el papel!

—La verdad... revísalo todo porque tenía una foto tuya impresa con esos documentos, a ver si no se los habrás entregado a él.

WHAAAAT?

Escocia vuelve a reírse.

—¿¡Foto de qué?! Ugh!

—¿Tú qué crees? —se lo está inventando—. Puedo explicárselo a él y decirle que es mi culpa.

WHAT THE... ¡ALBA, VOY A MATARTE! NO LE PUEDES... CUANDO ME... NO SERÁN LAS FOTOS QUE ME TOMASTE EL OTRO DÍA, ¡TE DIJE QUE NO LAS FUERAS A IMPRIMIR!

—Pero solo fue... o sea, nadie lo supo no es como que fuera a una copistería, las mandé por mail y las imprimí yo mismo en Westminster.

—¡NO IMPRIMAS ESAS... FOTOS EN WESTMINSTER!

—Pues es que si voy a una copistería me chillas porque se quedan en la memoria de la copistería. ¿Así qué es lo peor que podría pasar? Se las mandé al mail de Eire, además. Él no va a hacer nada.

—¿¡QUE HICISTE QUÉ COSA?! ¡ALBA!

—Pues pensé que mejor que a England... y es que yo no me sé mi contraseña de mi mail del parlamento.

—Voy a colgarte de los huevos.

Él vueeelve a reírse.

—¡No te rías!

—Pues no te prometo que eso no me guste...

—¡NOTELOVOYAHACERPARAQUETEGUSTE! CÓMO LE... COMO LE MANDASTE FOTOS MÍAS DESNUDA A TU HERMANO?!

—Por mail... Belgium, no me estas escuchando...

—¡NOESLAFORMAESUNAEXCLAMACIÓN!

Vuueeelta a reírse y mira a Margot que se ha tapado los ojos con una mano y está negando con la cabeza.

—En mi defensa, tanto Eire como Germany disfrutarán esas fotos.

—ERES... ERES... ERES... ERES... ERES!

—He metido más cosas por ahí, así que cuidado.

—Voy a tirar al caño esa barrica de whiskey que tienes enterrada!

—¿La grande o la pequeña?

—¡TODAS!

—No sabes dónde están todas... —sigue riéndose.

—ECOSSE...

—Uuuh... cuando no me llama Alba es que la cosa se pone fea.

—¡PUES CLARO QUE LA COSA SE PONE FEA!

—Uuy... creo que tengo otra llamada —más risas.

—¡NO ME CUELGES! ¡NO TE ATREVAS A COLGARME!

—Parece importante. Diviértete en la búsqueda del tesoro. Hablamos luego...

ECOSSE!

—I love you —se despide sin pensar, solo porque está muy enfadada y luego cuelga de pánico.

Vale, va a dejar de estar tan enfadada, solo por eso.

Además, todo lo de las fotos es mentira.

Sí, va a ponerse a revolverlo todo y a notarlo o a... pensar que se las dio a Alemania.

Escocia carraspea un poco mirando a Margot, ella le sonríe un poco... awwww

—¿S-Suficiente?

—Igualmente me parece que, pese a sus gritos, va a decir luego que era muy gracioso y que no sé qué. ¿De verdad has escondido fotos de ella desnuda?

—Nah, eso siempre se lo digo y en realidad solo lo hice una vez para que nunca pudiera saber cuándo voy de farol.

—O sea, para colmo sí se lo hiciste una vez. ¿¡En serio imprimiste fotos de ella desnuda?! —es que está incrédula.

—Sí, claro. En la copistería... pero no fue de viaje, fue un día que venía aquí.

—En... la copistería. Diosmíosanto.

—En serio, no fue para tanto, eran artísticas y ella se ve muy bien desnuda.

—Vale... vale... vale. Si tú lo dices.

—¿Quieres verla?

—A ver —es que la curiosidad femenina...

—Entonces líate con ella y mándame fotos a mí, que me va el rollo bollo.

—Ugh!

Él se ríe.

—Vale, vale, ¡la verdad ni la quería ver!

—¿Le preguntarás eso?

—Dame tu teléfono —Ella asiente—. Te escribo cuando tenga información.

Él asiente dándoselo.

—Tú ve pensando en opciones y NUNCA le digas que me dijiste a mi antes que a ella y que yo no le dije porque me MATA.

—Vale, vale.