Muy buen día hermosas, excelente viernes, espero pasen un fin de semana excelente. Les dejo el capítulo ojalá lo disfruten.
LÍNEAS DEL TIEMPO
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LÍNEA 2
Habían pasado algunos días desde que Stear había visitado a su hermano y a su prometida, quien seguía impaciente por las noticias que aguardaban ser reveladas al despistado de su prometido. Se sentía nerviosa, ansiosa y no podía evitar estar en el laboratorio de Stear con la esperanza de que pronto regresara. La comunicación se había perdido por completo y ninguna brecha del tiempo se había abierto para encontrar de nuevo ese contacto extraño que se había dado.
-¿Nada? – Preguntó Archie tallando sus ojos en señal de desvelo.
-Nada. – Respondió Patricia tallando sus ojos con el mismo cansancio.
-Debes ir a descansar. – Le dijo Archie acercándose a ella para intentar una vez más de llevarla a la cama.
-No puedo hacerlo. – Decía la joven castaña. Archie la sintió temblar en cuanto la tocó.
-No le hace bien a mi sobrina. – Le dijo de pronto, provocando que la joven diera un brinco por haber sido descubierta.
-¿Cómo lo supiste? – Preguntó sorprendida porque ella deseaba que su prometido fuese el primero en enterarse y así ambos enfrentarse a sus estrictos padres, quienes a pesar de los tiempos no verían con buenos ojos que su hija tuviera un hijo antes del matrimonio. Archie sonrió con ternura al ver la preocupación de su cuñada.
-Lo siento, no quería que te enteraras que lo sabía. – Dijo Archie intentando disculparse. – Pero tu ansiedad va en aumento y tengo miedo que eso afecte a la bebé. – Dijo de nuevo para que Patricia se tranquilizara. – También la tía abuela lo sabe… - Dijo de nuevo el elegante joven mientras caminaba con su cuñada al interior de la mansión de Lakewood.
-¿También? ¿Le dijiste? – Preguntó la castaña con preocupación, ya que le daba mucha pena que todos se enteraran de la situación que estaba pasando y más al no saber nada del afortunado padre.
-No fue necesario, recuerda que ella misma te tocó el vientre el otro día. – Le respondió Archie con tranquilidad. – Vamos, no temas. – Le dijo sin dejar de avanzar.
-Es que mis padres… - Dijo Patricia con temor. – Stear no está… y tal vez no vuelva… - Decía comenzando a hablar incoherencias por el estrés que estaba pasando por la ausencia de su inventor.
-Tranquila. – Volvió a decir el joven intentando tranquilizar a la muchacha. – No estamos en el siglo pasado. – Le dijo como recalcando que para él no era nada del otro mundo que ella estuviera embarazada aún sin estar casados, más cuando tenían tiempo de convivir juntos. – Tú y Stear viven una vida de pareja desde hace mucho tiempo. – Le dijo Archie con tranquilidad, ayudándola a subir los pies a la cama. Patty se sonrojó porque no sabía que todos sabían al respecto. – Es normal, yo también llevaba una vida de pareja con Annie… - Dijo de nuevo con cierta nostalgia al recordar a la dulce joven que a pesar de todo le había tenido cierto cariño, sin embargo no podía negar que sus sentimientos hacia ella no eran los de verdadero amor, amor solo había sentido por una persona en su vida y esa no era Annie Britter, a pesar de que con ella se había iniciado como hombre y aún la recordaba en sus noches intensas.
-Lo sé, pero mis padres no aceptarían a pesar de ello que tuviera un hijo fuera del matrimonio. – Dijo Patty con pena, recostándose en la cama para intentar calmarse un poco. Archie sirvió un poco de agua a la joven y esta lo tomó un poco más relajada. – Parece que mis padres no son de este siglo. – Dijo recordando una vez más a sus progenitores.
-No te preocupes, ellos deberán entender que entre ustedes hay verdadero amor y que mi hermano responderá por sus acciones. – Dijo de nuevo Archie seguro de que su hermano sería un excelente padre. Patricia sonrió por las palabras del menor. – Ya vez Anthony y Candy, ellos enfrentaron muchos obstáculos para estar juntos y cuando comenzaban sus estudios universitarios ¡Zas! Que está en camino Alexander. – Dijo aplaudiendo de pronto con gestos exagerados como era su costumbre.
-Sí, recuerdo el escándalo que hizo Elisa cuando se enteró. – Dijo Patricia recordando que Elisa había sido la más escandalizada por saber que Anthony tendría un hijo con Candy.
-Esa arpía… lo bueno que después de la boda de Candy y Anthony se fue de nuestras vidas. – Dijo con fastidio al recordar a la joven sin entrañas que estuvo detrás de Anthony desde muy joven, sin embargo al saber que todo mundo se enteraba de la relación y próxima boda de Anthony decidió irse de la ciudad para no ser el hazmerreír de todas las redes sociales, a las cuales era muy afecta. – Patty, no tengas miedo de tener un hijo. – Le dijo Archie a su cuñada con cariño para que se tranquilizara. – No sabes lo que daría yo por tener uno… - Dijo con cierta nostalgia ya que anhelaba tanto tener un hijo al igual que su primo y ahora su hermano.
-¿Por que no lo averiguas? – Preguntó Patricia con ternura a su cuñado, ella sabía bien de la situación del gatito.
-Sabes qué no es posible. – Dijo Archie sosteniendo su mano con ternura, agradecido por el apoyo que ella siempre le había brindado, incluso algunas veces más que su propio hermano.
-Todo es posible Archie y te aseguro que puedes llevarte una grata sorpresa. – Le dijo Patricia con una sonrisa que Archie agradeció infinitamente. - Además no se te olvide que...
-Bueno… ya veremos, por lo pronto descansa que te hace falta a ti y a mi sobrina. – Dijo interrumpiendo de manera repentina a su cuñada palmeando las manos de Patty para después cubrirla con una sábana y abandonar su habitación. Patty obedeció a su cuñado y pronto cerró sus ojos para abandonarse a un profundo descanso, descanso que necesitaba en verdad.
Archie salió en silencio de la habitación de su hermano, habitación en la que había dejado a Patty descansar. Su mirada estaba fija en el corredor que lo llevaría a las escaleras para regresar nuevamente al laboratorio de su hermano y continuar con la espera.
-¿Necesita algo joven Archivald? – Preguntó de pronto Dorothy sacándolo de sus pensamientos.
-¿Eh…? – Preguntó distraído al ver que aquella muchacha del servicio le hablaba.
-¿Qué si necesita algo…? – Preguntó de nuevo la joven pelirroja, quien le sonrió por haberlo sacado de sus pensamientos.
-No… gracias… - Respondió ahora sí a su pregunta. – Bueno si… - Dijo deteniéndose de pronto en su camino. – Te encargo por favor a la señorita Patricia, acabo de dejarla dormir en la habitación de mi hermano. – Dijo el joven para estar más tranquilo por ese lado. – No se encuentra muy bien y la llevé a descansar. – Dijo de nuevo a la muchacha.
-¿Es porque su hermano no ha regresado? – Preguntó Dorothy un tanto imprudente. Archie la miró con seriedad y esta bajó el rostro apenada, sin embargo él no podía reprochar que se hubiese dado cuenta que su hermano no estaba ya que era bastante notorio ese hecho.
-Stear está en un experimento muy importante y pronto regresará. – Dijo Archie una vez más, caminando hacia las escaleras con ese ritmo tan singular que poseía.
Dorothy lo miró alejarse y continuó su camino con lo suyo.
-¿Qué estarás haciendo? – Se preguntó de pronto Archie, suspirando mientras miraba el techo del laboratorio de su hermano. Últimamente pensaba mucho en Annie y eso le daba mucho coraje ya que sabía bien que la joven se había involucrado con varios hombres con tal de ponerlo celoso y hacerlo regresar. – Estoy seguro que eres una buena madre... – Dijo ahora en voz alta, sabiendo que nadie escucharía lo que decía al saberse solo en ese lugar.
Recordó sus ojos azules y su tierna sonrisa, la recordó desnuda en su cama y sin querer su cuerpo reaccionó a favor de la pelinegra.
- ¡Santo Dios! – Dijo Archie sorprendido por la reacción de su cuerpo ya que tenía muchos meses que su recuerdo no lo hacía reaccionar de esa manera, mucho menos después de haber iniciado una nueva relación con alguien más. – Tranquilo Archie, sabes que ella no es de nuestro agrado. - Intentó calmar a su cuerpo rememorando el asco que según él ahora le producía la ojiazul, sin embargo su mente lo traicionaba llevando a su cabeza la primera vez que habían hecho el amor. - ¡Annie! – Gimió su mente, traicionando a su actual amor. - ¡Tranquilo Archie! – Se decía a sí mismo para controlar el deseo que nacía en su cuerpo por la necesidad que tenía de hacer el amor, desde que su hermano había hecho esa bendita máquina había quedado imposibilitado de hacerlo.
Su cuerpo comenzó a sentirse cada vez más dispuesto y tenía cada vez menos ganas de oponerse a dejarse llevar por sus instintos, contrario a lo que pensaba el recuerdo de su actual pareja no lo llevaba a ese nivel de deseo, sino que en su mente se repetía una y otra vez la mirada dulce y tierna de Annie, la suavidad de su piel, la ternura y la dulzura con la que ella lo trataba.
-¡Ya basta Archie! – Se dijo molesto por lo que estaba sintiendo. - ¡Tú no la amas! ¡Jamás la amaste! – Se decía mientras caminaba de un lado a otro para detener su excitación, intentando convencer a su cuerpo de detener sus reacciones. – Además ella ya está con otro… y tú… tú también… - Se dijo llamando de nuevo a su mente el recuerdo de Annie, sintiéndose frustrado por no poder evitarlo. Una duda seguía quemando su alma, una duda que se negaba a dejar invadiera por completo su estabilidad emocional, pensando que ignorando aquel hecho tan real como él mismo, podría seguir disculpando su negligencia del pasado.
Se adentró al cuarto de baño del laboratorio y ahí dejó salir todas sus ganas frustradas por la pelinegra que él decía detestar, olvidándose por completo en esos momentos de la persona que lo hacía "suspirar" en esa etapa de su vida.
LÍNEA 1
En Lakewood de nuevo los inventores estaban en el laboratorio de Stear. Se habían trasladado para cerciorarse que la batería efectivamente estuviera completamente cargada y poder así regresar a su tiempo, o por lo menos regresar a Candy y a su familia para que estuvieran más tranquilos, de todas formas el que ellos estuvieran en esta línea del tiempo no los ayudaba mucho en los planes que había aún inconclusos.
-¿Si está cargada por completo? – Preguntó el inventor menor a su contraparte.
-Sí, ya está completamente cargada. – Respondió el mayor con seriedad.
-¿Qué sucede? – Preguntó el menor al ver que el rostro de su otro yo no era el que esperaba ver al decirle que estaba totalmente cargada.
-Lo que me temía. – Dijo el mayor mientras colocaba la pila en su lugar. El menor lo veía esperando que le revelara sus miedos. – La pila no durará mucho tiempo con la carga total. – Dijo con cierta frustración y molestia por no haberse dado cuenta antes de ello.
-¿Estás seguro? – Preguntó de nuevo el menor. El mayor asintió con frustración.
-Al ponerla ya me marcó que ha comenzado a descargarse. – Dijo preocupado, ya que era algo que sucedía hasta que la máquina había hecho su primer viaje.
-Tenemos que apresurarnos. – Dijo Stear menor al ver que las posibilidades de que la máquina siguiera funcionando óptimamente estaban disminuyendo.
-Tienes razón, hay que ir por Anthony y su familia para que sean ellos los primeros en regresar a nuestra línea de tiempo. – Dijo seguro que era lo que haría primero.
-Bien, por lo pronto pondré la batería a recargarse de nuevo, así en lo que tú vas por ellos estará completamente cargada. – Dijo Stear menor seguro de que podría hacerlo y esperar ahí a los demás.
-Entonces vuelvo en unas horas. – Le dijo el mayor seguro también de que su otro yo había aprendido muy bien el manejo de la máquina, no era como si fuese algo del otro mundo, ya que hasta Alexander había aprendido a usarla tan bien que se dio vuelo visitando diferentes líneas del tiempo sin ser descubierto. El más joven asintió con seguridad de esperarlo listo.
Stear mayor tomó el vehículo en el que habían llegado muy temprano por la mañana y emprendió de nuevo el regreso hasta Chicago. Comenzaba a creer que había sido una mala idea dejar la máquina en el laboratorio de Lakewood, sin embargo no había un lugar en la mansión de Chicago para tenerla, mucho menos con la tía abuela merodeando por ahí.
Archie y Anthony se encontraban en el departamento de Candy junto a los demás, esperando también noticias de los Stear, quienes habían salido muy temprano para cerciorarse que la batería de la máquina ya estaba completamente cargada.
-¿Creen que estarán bien? – Preguntó Anthony mayor a su contraparte, quería saber que el haberlos movido de su línea del tiempo no traería repercusiones negativas en sus vidas.
-Estaremos bien. – Dijo el rubio menor seguro de que así sería. – Llevamos algunos días en la ciudad y puedo asegurarte que no es muy diferente al Chicago que habitábamos. – Dijo seguro de que así era, ya que era la misma época y todo lo que él conocía estaba exactamente en el mismo lugar, lo que había cambiado eran las personas con las que ahora convivía.
-¿Y Candy? – Le preguntó de pronto el doctor a su contraparte menor, mirándolo fijamente para saber que sucedía entre esa relación. Anthony lo miró sabiendo que no podía ocultar lo que sentía.
-Casi no la he visto. – Respondió con cierta nostalgia. Archie lo miró comprensivo y el mayor también.
-Ha tenido mucho trabajo. – Dijo Anthony mayor como excusando un poco lo que pasaba entre ellos. Anthony sonrió comprendiendo que las cosas no serían tan fáciles como cuando eran niños.
-Entiendo. – Dijo Anthony con una sonrisa de lado. Candy lo miró con la ternura que le causaba el rostro de su esposo más joven.
-Debes comprender que no es lo mismo iniciar una relación siendo niños que siendo ya dos adolescentes. – Dijo la joven médico poniéndose en el lugar de la enfermera, ya que ella misma había visto la manera en la que Candy joven se sonrojaba solamente de tener al joven Anthony frente a ella.
-Sabía que no era de llegar y que estaríamos juntos. – Dijo Anthony con una sonrisa para que se dieran cuenta que él no esperaba llegar enamorando a la rubia, incluso a él le costaba un poco de trabajo iniciar ese acercamiento. – También me cuesta acercarme a ella, no puedo dejar de pensar que tal vez la incomode, ella no es mi pecosa... – Dijo con cierta nostalgia. Candy tomó su mano y Anthony se ruborizó al sentir el calor de la mano de la esposa de su contraparte.
-¿Lo ves? – Le dijo la joven doctora al ver la reacción de su rostro, el cual no podía evitar delatarlo. Su esposo la miró con cierta duda en su rostro. – Yo tampoco soy la Candy de tu tiempo y sin embargo reaccionas a mi contacto. – Dijo aclarando su punto. Ambos rubios sonrieron uno apenado por que el mayor estaba ahí y el otro porque sabía que era cierto lo que su esposa decía. – Lo que significa que sea o no sea la Candy que tú perdiste, y seas o no seas el Anthony que Candy perdió ambos reaccionan a la presencia del contrario, ambos sienten esa conexión que experimentaron en su línea del tiempo, ambos se sonrojan y temen hacer o decir algo que pueda herir u ofender al contrario y eso nada más habla de los sentimientos que hay entre ustedes. – Dijo la doctora un tanto impaciente por tener que irse y por no saber en qué terminaría esa historia de amor.
-Tranquila mi amor, no puedes causar estrés en el bebé. – Le dijo Anthony a su esposa, quien sonrió de lado al ver que su esposo intentaba tranquilizarla.
-Este bebé no me puede causar más estrés que el que me causó Alexander con su llegada. – Dijo la rubia recordando que había salido embarazada justo antes de iniciar sus estudios de medicina y que si no hubiera sido por el apoyo de su esposo y su familia tal vez no hubiera podido concluirlos.
-Tienes razón. - Dijo Anthony con una sonrisa recordando la época en la que su pequeño fue concebido.
-Al parecer Alexander siempre les ha dado dolores de cabeza. – Dijo Archie al escuchar la conversación. Alexander sonrió y se acercó a la pareja.
-Yo no tengo la culpa que mis papás hayan escrito a la cigüeña antes de tiempo. – Dijo el pequeño, a quien le habían explicado hace tiempo que él había llegado antes de lo que planeaban a sus vidas, sin embargo no por ello no recibiría todo el amor que tenían para darle, ya que él representaba la perfecta imagen del amor materializado que ambos se tenían.
Anthony y Archie se sonrojaron, ya que en su época no se usaba que las parejas convivieran maritalmente antes de la boda, mucho menos con las señoritas de la alta sociedad o bien criadas como Candy y Annie.
-Bueno, eso es otra historia. – Dijo Candy para cambiar de tema. – Lo importante es que comiences a dar el primer paso. – Dijo de nuevo la rubia para animar a Anthony a iniciar un acercamiento con Candy.
-En eso tiene razón Candy. – Dijo Archie. – Los he observado a ambos y puedo decirles que Anthony era exactamente como ustedes. – Dijo recordando la personalidad de su primo. – No solo físicamente son igual a él, sino que su manera de ser, su personalidad, él siempre fue decidido y siempre aprovechó la delantera que llevaba con Candy. – Dijo recordando el día del baile en Lakewood.
-¿A qué te refieres? – Preguntó Anthony menor al escuchar eso de que aprovechaba la delantera que tenía con Candy.
-Cuando Candy conoció a Anthony, ni Stear ni yo teníamos idea que así era. – Dijo recordando el día que habían decidido invitar al baile que amenizaba la tía abuela, a la niña que habían conocido de manera independiente. – Stear y yo estábamos tan emocionados que cada uno sin ponernos de acuerdo compramos un vestido para que ella lo luciera esa noche, ambos sabíamos que ella no tenía los recursos para comprar uno y decidimos sorprenderla. – Decía Archie recordando aquellos días en los que se había enamorado de Candy al mismo tiempo que lo había hecho su hermano y Anthony, más ninguno de ellos sabía que se habían ilusionado con la misma niña. – Llame a Anthony y a Stear a mi habitación para mostrarles el vestido y Stear nos dio la sorpresa a ambos de que él también había elegido un vestido para ella. Anthony se sorprendió y nos dijo "los hermanos siempre pensando igual" – Dijo el elegante joven mientras los demás escuchaban atentos su anécdota.
-¿Y qué hicieron para decidir que vestido usaría Candy? – Preguntó Anthony interesado en el relato. Archie sonrió y miró a Anthony con picardía.
-¿Tú qué hubieras hecho? - Preguntó Archie con cierta malicia para comprobar que lo que decía era cierto. Anthony lo pensó un segundo antes de responder.
-La mejor opción sería combinar los vestidos. - Dijo el rubio sin saber que esa había sido la respuesta del Anthony de esa línea de tiempo, pero algo en su interior le dio la respuesta que él creía correcta.
-Anthony decidió poner fin a nuestra pelea, convenciéndonos de que utilizáramos la parte más bonita del vestido de Stear y la uniéramos a la parte más bonita del vestido que yo había elegido. – Dijo Archie con una gran sonrisa, mirando a Anthony con satisfacción. Debía de reconocer que ahora le causaba gracia pensar en la jugada maestra que Anthony había hecho a su conveniencia. – Y mientras yo comenzaba a unir ambos vestidos con la ayuda de Stear, él decidió ir a entretener a Candy. – Dijo ante la mirada traviesa de ambos rubios, quienes se miraron como diciendo que efectivamente eso era algo que ambos harían.
-Definitivamente sería algo que yo haría. – Dijo Anthony menor al escuchar la solución que había propuesto Anthony a sus primos y que había decidido entretener a Candy.
-Me imagino que mi cara era exactamente a la que tenía Stear cuando vimos a Anthony decirnos adiós para irse de inmediato en busca de Candy. – Dijo Archie nuevamente sin dejar de sonreír ante los recuerdos, ahora le era imposible estar molesto con su primo. – El baile comenzó y Anthony fue el primero en bailar con ella entre la confusión que causaba entre todos los invitados tan inusual pareja. – Dijo de nuevo con los recuerdos aún frescos en su memoria.
-¿Y por qué bailó primero con Anthony? – Preguntó Terry quien a pesar de no estar en el pequeño comedor estaba atento a la historia que contaba Archie.
-Porque Candy fue la que así lo decidió. – Dijo Archie amablemente en respuesta a la pregunta del actor. – Desde ese momento Stear y yo comenzamos a comprender que había algo muy especial entre ellos. – Dijo de nuevo el elegante joven. Anthony sintió por alguna razón una emoción su pecho, como si de una u otra forma lo que Archie relataba estuviese involucrado directamente con él, porque a pesar de que era su contraparte desaparecida, las emociones que despertaba en su interior eran como si fuese él mismo de quien hablaba y eso lo llenaba de ilusión.
En la mente de Anthony podían reproducirse los recuerdos que Archie relataba, era como si su mente lo llevara hasta ese lugar en donde él creía era simplemente su imaginación la que colaboraba para recrearlos.
-Cuando Candy llegó a nuestras vidas era tan solo una pequeña de once años. – Dijo Anthony ahora perdido en sus recuerdos. Los demás estaban atentos ahora a su relato, también querían conocer su perspectiva de su línea de tiempo. – Los Leagan querían adoptarla, pero sabíamos que le darían un trato inhumano. – Decía volviendo a molestarse por la manera en la que habían tratado de evitar que la tía abuela la adoptara.
-Lo dicho. – Dijo la rubia al escuchar el nombre de la familia que siempre le había hecho la vida de cuadritos. – Los Leagan siempre son una piedra en el zapato en mi vida. – Dijo recordando que tanto Neal como Elisa habían intentado de todo para separarla de Anthony. Anthony asintió para seguir con su relato.
-La tía abuela se enamoró de ella casi de inmediato... – Dijo Anthony para sorpresa de Archie, quien sabía bien que la tía abuela no tenía el más mínimo amor por la pequeña del hogar de Ponny. – Así que después de los intentos de persuasión de Sara para que no la adoptara, la tía abuela por fin pudo hacerlo. – Reveló el rubio que quien se había empeñado en adoptar a Candy en su línea del tiempo había sido la señora Elroy. – Entre ellas hubo una química casi inmediata y pronto Candy pudo ser parte de la familia Andrew. – Decía con una sonrisa vacía. – Los Leagan aparentaron estar de acuerdo con aquella adopción y ofrecieron un baile para iniciarla a la sociedad. – Explicaba con lentitud, mirando la mesa como si en ella estuvieran escritos sus recuerdos. – La estrategia de ellos era hacerla quedar en ridículo ante las personas más cercanas a la familia, sobre todo querían hacerla sentir menos frente a mí… sin embargo Candy demostró que a pesar de su origen humilde tenía más presencia que incluso la misma Elisa. – Decía Anthony con su rostro plagado de recuerdos. – Aquella noche pude comprender que jamás podría estar sin ella. – Una lágrima rodó por las mejillas del rubio menor, mientras los demás escuchaban con respeto su dolor.
-Pensé que el tío abuelo era quien la había adoptado. – Dijo Archie para intentar distraer un poco de sus recuerdos dolorosos. Anthony negó con una sonrisa al recordar a su tío Albert.
-Mi tío Albert, siempre ha sido una persona libre y difícilmente se queda en América. – Dijo mostrando una personalidad muy distinta al abuelo William que habitaba en esa línea del tiempo. – Él y la tía abuela no se llevaban del todo bien. – Dijo Anthony intentando no hablar mal de su tío, ya que al ser tan joven y con la responsabilidad de estar al frente de una familia tan grande e importante lo había hecho descuidar un poco sus funciones. Archie se sorprendió con lo dicho.
-En nuestro tiempo Albert también se la lleva viajando, pero el que su residencia permanente esté tan lejos de América hace que casi no lo veamos. – Dijo Anthony mayor recordando a su tío.
-Aquí fue el que adoptó a Candy y de una u otra forma siempre estuvo al pendiente de ella. – Dijo Archie con tranquilidad, sin embargo al recordar que su tío mantenía la esperanza de entablar una relación seria con Candy hizo que su corazón se sintiera culpable por ocultarlo.
-¿En dónde se encuentra ahora? – Preguntó el joven Anthony con curiosidad, ya que él mismo y Stear tenían mucho tiempo que no tenían contacto directo con el patriarca.
-La ultima vez que me escribió me advirtió que estaba en un viaje por Sudamérica. – Respondió Archie sin dar más información, mucho menos el motivo por el cual había decidido viajar hasta ese lugar mientras él tenía la encomienda de convencer a Candy que era el mejor candidato para ella.
-Ya no falta mucho para que Candy salga del hospital. – Dijo la rubia doctora al ver el reloj de muñeca que llevaba consigo.
-Sería buena idea que fueras a buscarla. – Dijo Archie animando a Anthony para que fuera por ella, sabía bien que a pesar de que también le debía fidelidad a su tío, Candy no estaba muy entusiasmada con la idea de formar pareja con él y gracias a la presencia de Anthony lo había comprendido.
-Es verdad. – Dijo el rubio mayor dándole al más joven el impulso para hacerlo.
-Ven yo puedo llevarte hasta donde es. – Dijo Archie dispuesto a ir por Candy. – Así después pasamos por Annie y nos vamos a cenar fuera. – Dijo de nuevo el castaño emocionado por realizar una cita doble sin que se viera forzada la situación. Terry rodó los ojos al ver como Archie y Anthony se ponían de pie para realizar los planes de última hora.
-¿No les molesta? – Preguntó Anthony a la joven pareja de médicos que los veían con una gran sonrisa.
-Por supuesto que no. – Dijo Candy ilusionada con aquella "cita" que planeaba la contraparte de su primo. La puerta sonó en ese preciso momento y Archie abría al estar más cerca de la salida.
-¡Stear! – Dijo Anthony mayor al ver que su primo llegaba de su viaje a Lakewood. – No esperaba que regresaras tan pronto. – Le dijo de nuevo.
-Vine por ustedes para iniciar el viaje de regreso. – Dijo Stear sin perder el tiempo.
-¿Qué sucede? – Preguntó Anthony al ver la inquietud de Stear. Archie y Anthony miraban al inventor mayor con interrogación.
-La batería no está funcionando como lo esperaba y es necesario que se realice el primer viaje cuanto antes. – Dijo el inventor revelando su preocupación.
-Yo también me voy. – Dijo Terry casi de inmediato.
-Lo siento, primero irán Candy, Anthony y Alexander. – Dijo Stear con cierto pesar de tener que quedarse con Terry para que viajara con él.
-¿Estás seguro que la máquina podrá regresar sola? – Preguntó Anthony con cierta desconfianza.
-Es mejor que vaya y los regrese y la programe para que regrese automáticamente como lo hizo Alexander. – Dijo recordando que así habían iniciado toda esa aventura cuando la máquina regresó a su laboratorio sin su primo y su sobrino.
-¿Y si no podemos regresar? – Preguntó Terry con preocupación, ahora comprendía que no tenía motivo para haber ido a ese lugar y a ese tiempo.
-No te preocupes podremos hacerlo, créeme que no tengo nada de ganas de quedarme atrapado en este tiempo junto contigo. – Dijo Stear seguro que podrían regresar después a su línea del tiempo. – Ahora lo importante es que Anthony y Candy regresen para tranquilizar a los demás y a la tía abuela, quien de seguro estará realmente preocupada. – Agregó recordando que tenían muchos días en ese lugar y sin haberse comunicado con la mayor.
-Patty también debe estar desesperada. – Dijo Candy recordando a su amiga.
-Lo sé, pero ella al igual que yo es científica, así que tiene mayor control de la situación. – Dijo sin imaginarse el calvario que estaba pasando su prometida como consecuencia de su embarazo. – El que me preocupa es Archie, debe de estar gritando como niña en el laboratorio. – Dijo el mayor en tono de broma ante la sorpresa del Archie joven que escuchaba la expresión utilizada por el que representaba su hermano en la otra línea del tiempo.
-Bien, será mejor que de una vez regresemos. – Dijo Anthony seguro de regresar junto a su familia.
-En cuanto llegue Candy podremos irnos. – Dijo la mayor, quería agradecer a su contraparte por toda la hospitalidad que les había ofrecido esos días y sobre todo por haber cuidado a su hijo por las noches.
-Es verdad hay que ir por Candy. – Dijo Anthony impaciente, quería ir por la rubia y ya se habían entretenido bastante.
Archie salió junto a Anthony dispuestos a ir por Candy al hospital, pero cuando iban saliendo de la pensión el rubio casi chocó con la rubia que corría un tanto asustada al interior del lugar.
-¡Candy! – Dijo Anthony quien la sostuvo entre sus brazos al verla tan asustada. - ¿Qué sucede pecosa? – Preguntó por inercia, tenía tantas ganas de llamarla con ese mote cariñoso que él la nombraba en el pasado.
-¡Creo que alguien me está siguiendo! – Dijo Candy con cierto temor, mientras se refugiaba en los brazos de Anthony y Archie y él dirigían su mirada hacia el lugar por el cual venía caminando. -¡No! – Dijo Candy aferrándose a Anthony al sentir que él trataba de hacerla a un lado para averiguar lo que estaba pasando.
-Tranquila, quiero averiguar quién es. – Dijo Anthony a la rubia, sin embargo el miedo en la joven no era muy usual. Archie miró a Anthony y asintió que él sería el encargado de investigar si realmente la estaban siguiendo.
Archie caminó por la calle que Candy llegaba diariamente a su departamento. Comenzaba a oscurecer y sabía que sería más difícil encontrar a quien quiera se hubiera atrevido a seguirla.
-¿Estás bien Candy? – Preguntó Anthony separándose un poco de ella para verla a los ojos y asegurarse que así era. Candy lo miró fijamente a los ojos y él pudo ver en sus verdes que aún tenía cierto temor por lo sucedido.
-Ahora sí… - Dijo Candy con pena, pero tenía que admitir que tenerlo a él tan cerca le producía la paz que no había tenido momentos antes.
-¿Ya había pasado antes? – Preguntó Anthony a la enfermera.
-Hace unos meses pasaba algo similar. – Dijo Candy recordando las ocasiones en las que Neal la había estado vigilando. Anthony la escuchó atento. – Pero no es posible que sea él el que haya regresado. – Dijo Candy pensativa.
-¿Te refieres a Neal? – Preguntó Archie quien llegaba de su inspección. Anthony lo miró a los ojos y Archie negó haber encontrado o visto algo. – Sabes que no es posible Candy. – Dijo Archie negando a que Neal fuese el responsable de acosarla nuevamente.
-¿Por qué es imposible? – Preguntó Anthony, sabía bien que Neal era una persona cobarde y sin escrúpulos y al igual que Elisa se aprovechaba de las personas cuando estaba indefensas.
-Neal se fue junto con su familia hacia Florida. – Dijo Archie seguro que así era.
-De todas formas debemos de estar alerta. – Dijo Anthony imaginándose que Florida no estaba tan lejos como para no haber regresado sin que Archie o Candy se hubiesen enterado.
-Tienes razón Anthony. – Dijo Archie estando de acuerdo con él, no quería que Candy estuviera en peligro y él no estuviera preparado para defenderla, aunque ahora contaba nuevamente con el apoyo de Anthony y de Stear.
-Candy, Stear ha regresado de Lakewood y cree que es tiempo de que Candy y su familia regresen a su línea del tiempo. – Dijo Anthony para enfocar a la rubia en algo diferente. Candy miró a Anthony y después a Archie, este asintió.
-¿Tan pronto? – Preguntó la rubia al sentir que aquel viaje era repentino.
-Creo que es hora que ellos regresen a su tiempo. – Dijo Archie estando de acuerdo con Stear y los demás. – Sobre todo Terry. – Dijo agregando que no estaba a gusto con el rebelde ahí, sin embargo él se quedaría hasta que Stear pudiera regresar. Candy sonrió al ver que el motivo por el cual Archie no toleraba a Terry era muy diferente al que tenía con el Terry de su línea del tiempo, ya que el actor de Broadway lo irritaba de manera desesperante y el actor de la línea dos lo intimidaba y lo hacía sentir incómodo con su manera de sonreirle o de mirarlo.
-Creo que ha llegado el momento de despedirse. – Dijo Anthony a la joven rubia, quien asintió con cierto rubor en su rostro, un rubor tan inocente e intenso que hacía que el corazón de Anthony se sintiera ilusionado.
Los tres jóvenes entraron de nuevo al departamento y el matrimonio Brower de la línea dos tenía todo listo para emprender su viaje de regreso.
-Muchas gracias por todo Candy. – Dijo la rubia mayor a su contraparte, abrazándola con fuerza para desearle toda la suerte del mundo con Anthony. – Suerte con Anthony. – Le dijo al oído, palabras que Candy escuchó perfectamente pero los demás no, provocando que su corazón diera un vuelco de emoción al recordar una vez más lo que había provocado en su interior momentos antes al estar una vez más entre sus brazos.
-Gracias. – Dijo la menor con una sonrisa tímida, sabía bien que una y otra comprendían sus sentimientos.
-Te aseguro que todo estará bien. – Le dijo Candy una vez más.
-Cuídate mucho Candy. – Le dijo ahora Anthony mayor a la pequeña rubia, quien se sintió avergonzada al abrazar al atractivo médico, le daba pena ser descubierta por la mayor, quien sintió algo similar cuando abrazó al joven rubio. – Recuerda que hay un sentimiento muy fuerte que los une. – Le dijo con sinceridad en sus palabras. Candy asintió con una sonrisa.
-¡Cuídate mucho Alexander! – Le dijo Candy al pequeño que había hecho que su vida diera un giro de ciento ochenta grados.
-Cuida mucho a mi papá. – Dijo el pequeño rubio con doble intención, provocando que los rubios más jóvenes se pusieran de todos colores por tal recomendación.
-Te lo prometo. – Dijo la pequeña Candy avergonzada por la manera en la que aquel pequeño se esforzaba en unirlos. Anthony también lo abrazó agradecido por lo que había hecho.
-También tú papá, cuida a mí mamá. – Dijo ahora al joven Anthony, quien despeinó sus rubios cabellos en señal de cariño.
-Ten por seguro que así lo haré. – Dijo el menor mirando a la rubia quien de inmediato encendió su rostro por la mirada tan intensa que Anthony posó sobre ella.
Terry se acercó a ellos no para despedirse, sino para advertir que los acompañaría y así no se quedaría solo esperando en el departamento al saber que planeaban ir a cenar y de seguro él no estaba invitado, además le daba cierta incomodidad ver a Annie junto a Archie, a pesar de no ser el joven de su línea del tiempo no podía evitar recordar que a pesar de estar seguro que Archie no la amaba, Annie había sido una piedra en el zapato al inicio de su relación.
Las despedidas se hicieron entre todos y poco tiempo después Stear abordaba el auto junto a Terry, Candy, Anthony y Alexander.
-¿Llegaremos muy tarde? – Preguntó Candy al ver que ya había oscurecido.
-No mucho, no te preocupes. – Dijo Stear poniendo en marcha el vehículo. – Te aseguro que estos caminos por más oscuros que estén son más seguros que el camino que hay en nuestra línea del tiempo. – Dijo seguro que así era.
Anthony, Candy y Archie quedaban detrás del camino que emprendían los demás con rumbo a Lakewood, seguros que llegarían con bien a su destino. Los tres chicos levantaban sus manos en señal de despedida, con una gran sonrisa en sus rostros, totalmente agradecidos por lo que habían hecho por ellos.
Continuará…
Y hasta aquí llegamos con este capítulo por el día de hoy, espero que les haya gustado o como siempre les digo por lo menos entretenido. Gracias por leer hermosas, ahora me toca a mí leer sus comentarios.
JudithTorres:
Hola hermosa, quiero agradecerte por agregar la historia a tus favoritos y por seguirla, eres bienvenida a la lectura, espero esta también te guste. Te mando un fuerte abrazo hermosa!
Rose1404:
Hola hermosa me alegro que estén muy bien tanto tú como el bellísimo Anthony bebé, quien no se despega de su madre. Me alegra que te haya gustado el capítulo anterior, espero este también haya sido de tu agrado. Temo que Terry 1 no está programado para aparecer ya que tuvo una fuerte pelea con Albert y Candy se indignó por ello, así que ni por los periódicos se sabe de él, creo que debe de andar por ahí ahogando aún sus penas en el alcohol escondiéndose de la gusana jijiijiji. Creo que es mejor que en la línea del tiempo 1 no se enteren de ciertas cosas de la líena 2 jajajaja. Te mando un fuerte abrazo hermosa, saludos y bendiciones.
TeamColombia:
Hermosas, un gran hola como siempre para todas ustedes, muchas gracias por sus lindos comentarios, gracias por la manera tan efusiva de expresarse de cada capítulo, agradezco les guste cada historia que escribo. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes, espero tengan un excelente fin de semana.
Ale:
Hola hermosa, muchas gracias por tú emoción! Es por los comentarios por lo que nos atrevemos a seguir publicando, créeme que son un aliciente muy fuerte para continuar escribiendo e imaginando situaciones nuevas o tal vez no tan nuevas para cada historia. Me alegra que estés al pendiente de cada capítulo, te mando un fuerte abrazo, espero que este te haya gustado también.
lemh2001:
Hola amiga, ¿Cómo estás? Espero que estés muy bien, muchas gracias por leer y comentar, gracias por abrir un espacio en tu apretada agenda, la verdad lo valoro mucho. La relación entre los primos se pudo dar natural como siempre era, me alegra que te haya gustado el capítulo anterior, Candy también está algo turbada con la presencia del joven Anthony, sin embargo creo que el susto que se llevó con el primero la hizo resistir. Una vez más gracias por leer hermosa, te mando un fuerte abrazo.
Mayely León:
Hola hermosa, tienes mucha razón, es cómo si hubieran acabado de conocerse, para ellos todo es nuevo y a la vez no, así que tenemos que esperar para ver cómo se dará esa interacción entre ellos y cómo las personas que los rodean influyen en ese acercamiento. Te mando un fuerte abrazo amiga.
Silandrew:
Hermosa mujer sé que tarde o temprano leerás, así que espero que te guste el capítulo, te mando un fuerte abrazo.
Julie-Andley-00:
Amiga bella y hermosa, sé que tienes hasta el tope de trabajo por eso comprendo que no hayas podido comentar, pero sé que leerás en cuanto tengas tiempo así que espero te guste este capítulo y el anterior, te mando un fuerte abrazo.
Muchas gracias a todas y cada una de las personas que están al pendiente de la lectura sin embargo no se atreven a dejar un comentario, gracias por darme un espacio en su tiempo, ojalá les haya gustado. Les deseo un excelente fin de semana.
GeoMtzR
18/08/2023.
