-- Mantente al margen -- le recordó Sarada antes de arrancar su automóvil, el chico fue muy insistente en usar el suyo pero después de unos cuantos minutos en un pequeño combate (jugando piedra, papel y tijeras) termino ganando la Uchiha -- Solo serán tres horas, después de eso nos regresamos.
-- Aguafiestas.
-- ¿Realmente quieres pasar más de tres horas escuchando sobre negocios? -- Sarada hizo una mueca -- Si por mí fuera me quedaría en mi departamento.
Ambos jóvenes se dispusieron a ir al sitio donde se llevaría a cabo el evento, todo el trayecto se mantuvo en una charla amena y que hacía denotar un ambiente bastante agradable entre ellos. Ellos eran conscientes de que se llevaban realmente bien, pero su propio orgullo les hacía decir lo contrario, siendo que por alguna extraña situación parecía haber una pequeña rivalidad entre ellos.
Los minutos pasaron y ya se encontraban enfrente de un gran establecimiento, la propiedad en si era demasiado extensa, con un gran jardín al frente y extensos pasillos por todo el lugar llevándote a diferentes salones en donde las personas se paraban a tomarse unas copas de vino.
Boruto no parecía sorprendido con todo eso, siendo este el hijo del primer ministro había visto de antemano reuniones tan lujosas como esa. Sin embargo, a él nunca le había gustado la atención de los medios, por lo que le gustaba pasar desapercibido.
-- ¿Listo? -- Sarada alzó una ceja mientras lo miraba -- Sabes que no estás obligado a hacer esto y que...
-- No te preocupes -- le interrumpió con una cálida sonrisa -- Está bien.
¿Cuánto tiempo había pasado?
No tenía ni la más mínima idea pero ya estaba más que aburrido. Ahora mismo recordaba el porque nunca acompañaba s su padre a esa clase de eventos. Tan rápido como se habían sentado en una mesa fueron interceptados por varias personas que intentaban por todos los medios hablar con la Uchiha. Al parecer, bastantes estaban interesados en ella por el gran prestigio que tenía una empresa como la de su familia.
Números y más números. Era todo lo que escuchaba en esas malditas conversaciones. ¿Acaso no tenían algo más importante de que hablar?
-- Sarada te estaba buscando -- se acercó un chico pálido de cabellera rubia -- Te necesitan en la sala nueve.
La pelinegra miro a su acompañante y el chico pudo comprender con tan solo esa mirada lo que intentaba decirle y solo se dedicó a asentir con la cabeza. Boruto con el poco tiempo que habían pasado juntos había descubierto ciertas cosas que a simple vista nadie notaría como aquella mirada que a simple vista era una inexpresiva pero podía denotar cansancio. A ella no le provocaban muchos ánimos ir con ese chico pero tenía que hacerlo, pudo denotar un pequeño puchero en su rostro que pasaría imperceptible si no le prestaras la suficiente atención.
En esa parte, se parecía mucho a Sasuke.
El tiempo pasaba muy lento y el ojiazul movía su copa con completo desinterés, tan solo mirando en la lejanía como Sarada se encontraba moviéndose de un lado para otro, al parecer tenía muchos asuntos que resolver.
-- Uh, te pareces mucho al primer ministro -- escucho una voz a sus espaldas encontrándose con un chico albino que se acercaba a él tanto que le ponía los nervios de punta. ¡No conocía el espacio personal!
-- Mhn, ya me lo han dicho -- dijo tratando de alejarse un tanto incomodó -- Nada importante.
-- Mi nombre es Mitsuki -- dijo mostrándole una sonrisa leve -- Los estuve observando a ti y a Sarada, hacen una buena pareja.
Boruto sintió un leve sonrojo en sus mejillas poniéndose totalmente nervioso -- Claro que no -- soltó sin pensar tratando de salvaguardar su orgullo, esa chica era tan amargada y se preocupaba por todo, muy recta para su gusto, si era eso... Él solo la ayudaba para hacer su típico acto de caridad, él no se encontraba enamorado de ella.
¿O si?
-- ¿No son novios?
Boruto abrió los ojos y tosió levemente. Por momentos se le olvidaba que estaba ahí fingiendo un papel de "novio" -- Si, lo somos.
-- Entonces, dense un beso.
-- ¡¿Qué?! -- el chico le miró nervioso alejándose de él con su cara completamente roja -- ¡¿Por qué?!
-- Es lo que hacen las parejas.
-- Si, pero... Yo... Ella... Nosotros no nos besaremos solo porque tú nos lo dices -- el chico fue dando pasos hacia atrás -- Además, yo... Necesito ir al baño, nos vemos luego -- dijo tratando de zafarse de toda esa situación, no quería encontrarse con otras personas que le pidieran hacer esas cosas con la Uchiha.
Soltó un leve suspiro cuando entro y cerró la puerta, el baño era demasiado ostentoso para su gusto, fue hacia los lavamanos y se echó agua en su rostro. ¿por qué se encontraba tan nervioso cuando se trataba de ella? La forma en la que reaccionaba ante ella le hacía parecer un idiota.
Salió del baño y miro hacia ambos lados en dónde tan solo se encontraba con dos pasillos bastante similares. Bien, el lugar era tan amplio que sentía que ya se había perdido. Soltó un suspiro pesado y camino en donde su intuición lo llevará.
Pero algo pasó.
Fuertes sonidos se escucharon en la zona, eran sonidos de disparos.
El rubio se espanto de sobremanera y corrió por unos cuantos pasillos más hasta que coloco su cuerpo entre unos muebles que se encontraban por la zona, escondiéndose. Los gritos de las personas no tardaron en oírse y todos corrían preocupados tratando de encontrar un lugar a salvo.
Fue ahí cuando su corazón empezó a palpitar y no pudo evitar preocuparse por su acompañante. El rubio salió levemente de su escondite para observar lo que estaba sucediendo, tratando de hallar lo más rápido posible a Sarada.
Sin embargo, no la encontró. Pero algo más captó su atención. Era Mitsuki, estaba siendo brutalmente golpeado por otro hombre que tenía cubierto todo su cuerpo con ropa negra.
Boruto no la pensó dos veces y fue corriendo hacia él. Su madre siempre le decía que era un impulsivo, que se metía en los asuntos que no le concernían tratando de ayudar a los demás y siempre terminaba en problemas por ello.
Esa vez no fue la excepción.
Simplemente no podía soportar ver a alguien siendo lastimado y el quedándose sin hacer nada. Así que, con todas las fuerzas que tuvo fue y le propinó un golpe al hombre -- ¡Vete de aquí! -- le gritó al albino quien se encontraba herido en el suelo. El chico se quedó pasmado, pero después de unos breves instantes y apretando fuerte sus puños salió corriendo de ahí.
Boruto sintió fuertes golpes por todo su cuerpo, no supo cuánto tiempo estuvo peleando pero sí que un fuerte golpe en su cabeza le hizo perder totalmente ese combate y de paso perder la consciencia.
-- ¡Boruto! -- gritó Sarada con su corazón latiendo a tope, estaba asustada, pero sin dudar un segundo seguía de pie buscando con la mirada entre las mesas a su compañero, no lo iba a dejar solo -- ¡¿Dónde estás?!
-- Hay que irnos de aquí, Sarada -- le recordó Inojin tomándole del hombro -- Es lo más sensato.
Pero la pelinegra no hizo caso y con la adrenalina que tenia corrió entre los pasillos del gran establecimiento, se encontraba demasiado alterada, no le importaba siquiera ser lastimada, tan solo añoraba ver que él se encontrara bien.
Un sentimiento de culpa se esparció por todo su cuerpo y su vista se nublo cuando vio al rubio tirado en el piso con múltiples golpes en el cuerpo.
-- Lo siento... -- rechinó sus dientes y como pudo lo tomo con fuerza para empezar a cargarlo para llevarlo a algún lugar menos abierto y donde no pudieran encontrarlos tan fácilmente.
Los llevo hasta lo que parecía ser una habitación donde había diferentes elementos de limpieza, era bastante estrecho pero prefería estar ahí escondida a estar en la mira de cualquier persona. La chica lo dejo recargado contra la pared mirando fijamente cada detalle de su rostro.
Había un pequeño contorno de sangre que estaba cayendo de su mejilla y la chica sin pensarlo lo limpio de la manera más delicada con su dedo -- Fuiste realmente valiente... -- verlo tan lastimado la hacía sentir realmente mal.
No paso tanto tiempo hasta que la policía llegó y se encargó de revisar cada rincón del sitio para buscar a los responsables del incidente, sin embargo estos ya se habían ido.
« ¿Cuál había sido su verdadero propósito? » La Uchiha siquiera tenía cabeza para pensarlo detenidamente, ahora lo único que le importaba era Boruto.
La noche pasaba, la Uchiha se encargó de mandarlo en el mejor hospital que había en la ciudad, encargándose de que tuviera la mejor atención médica posible. Era lo menos que podía hacer por él.
-- ¿estará bien? -- dijo ella mientras veía a su madre revisarle las múltiples marcas que había sufrido su compañero.
-- Si, aunque tardará un poco más en levantarse -- le dijo mientras dirigía su mirada hacia ella -- puedes quedarte tranquila, no paso a mayores.
-- Me quedaré aquí hasta que se levante -- informo mientras se sentaba en el sillón con el que contaba la habitación del hospital -- cualquier anomalía te informaré.
Sakura sonrió levemente y se retiró.
Boruto abrió lentamente los ojos y se encontró con una habitación blanca con poca iluminación. Su cuerpo le dolía, sentía como si realmente le pesara. Miro a sus alrededores noto como su brazo estaba cubierto por unas vendas y una muy cansada pelinegra se encontraba dormida en una posición incómoda en ese lindo sofá que...
-- ¡Sarada! -- gritó el rubio sobresaltado haciendo que esta abriera los ojos de golpe y diera un pequeño brinquito en su lugar, asustada.
-- ¿Te sientes bien? -- dijo ella levantándose de su lugar tan rápidamente pasando una mirada por todo su cuerpo buscando alguna molestia que pudiera tener él -- ¿Sientes dolor? Voy a llamarle al médico, no puedo dejar que...
-- Oye, no te preocupes tanto -- dijo este intentando tranquilizarla -- ¿que haces aquí?
-- Me pediste que me quedara -- desvío la mirada con un pequeño sonrojo -- Así que, decidí hacerlo.
El chico le miró confundido, no recordaba que en ningún momento le haya pedido que se quedara a cuidarlo -- Duermes muy raro, parecía que se te iba a doblar la espalda.
-- Eres un idiota -- dijo mirándolo a los ojos como si se preparará para decirle algo que era de suma importancia -- Boruto... -- su voz sonó un poco tímida -- Lo siento.
-- ¿De que hablas?
-- Por mi culpa fue que te ocurrió todo esto -- dijo haciendo que su mirada se tornará cada vez más apagada -- yo... No deseaba que ocurriera esto ni que te lastimaran, creo que...
-- Sarada no fue culpa tuya -- la chica alzó las cejas -- no eres tú quien me golpeó. Fueron esos tipos.
-- Pero...
-- Está bien, todo está bien -- como pudo le hizo una seña con su mano y está se acercó hacia él. Boruto simplemente la atrajo para envolverle en un abrazo delicado, le dolía como el demonio todo su cuerpo, pero no podía verla así -- Estamos asalvo.
La chica apretó sus labios y asintió con su cabeza, sus ojos se iban tornado cada vez más cristalinos y una pequeña lágrima salto por su mejilla. Había contenido sus emociones en todo ese tiempo hasta que el rubio la había abrazado, había tenido que hacerse la fuerte para sobrellevar mejor la situación.
-- ¡Boruto! -- una voz aguda los sobresalto a ambos haciendo que estos se separaran de manera inmediata -- ¡¿Estas bien, hermanito?!
