-- ¡Boruto! -- una voz aguda los sobresalto a ambos haciendo que estos se separaran de manera inmediata -- ¡¿Estas bien, hermanito?!
Ella corrió despavorida dispuesta a darle un abrazo a su querido hermano alejando de una manera brusca a Sarada haciendo que esta hiciera una pequeña mueca.
Boruto gimió de dolor cuando sintió el intenso abrazo de su pequeña hermana, sus abrazos siempre estaban cargados de un gran entusiasmo. Himawari se separó de él y lo miro preocupada -- Lo siento, no quise hacerte daño, es solo que... Me encontraba tan preocupada por ti.
-- Estoy bien, casi ni me duele nada -- mintió -- Tu hermano es el más fuerte, ya lo sabes.
Ambas chicas resoplaron.
-- ¿Quién eres tu? -- dijo Himawari de una manera amigable refieriendose a la mujer con la que había encontrado abrazándose con su hermano.
-- Uchiha Sarada, un placer -- hablo con su voz relajada mientras le tendía la mano -- Usted debe ser la hermana de Boruto, ¿no es así?
-- ¿Nos habíamos visto antes? -- dijo está mientras aceptaba su mano y se saludaban -- Juro que había visto tu rostro antes...
-- Soy asistente de tu padre y...
-- ¡Claro! -- gritó la chica interrumpiendo a la Uchiha -- ¡Kawaki te saco de la cárcel hace como tres meses! ¡Eres la chica loca golpea personas!
El rostro de Sarada se volvió completamente rojo, ese había sido un pequeño incidente del cual no estaba orgullosa que estuviera en su expediente ¡Pero bien que se lo merecían! Esos tipos intentaron abusar de una mujer que se encontraba por su zona y ella solo actuó para defenderla.
-- ¿Qué? -- dijo Boruto mirando a ambas chicas -- Bueno, de hecho si tienes la cara de una agresiva de primera.
-- C-claro que no -- cruzo sus brazos -- Fue un pequeño desliz, yo no soy así.
-- Ni quien te lo crea, Uchiha -- se burló el chico mientras reía levemente -- Con que no me golpees a mí todo estará bien.
-- Oye, Boruto... ¿no fue el mes pasado que también te tuvimos que sacar por lo mismo? -- dijo de forma inocente la pequeña haciendo que una pequeña risita saliera de la Uchiha.
-- ¡Himawari ese era un secreto entre nosotros! -- le recriminó.
La chica bajo los hombros -- Ocultarle cosas a tu novia es malo para la relación.
Ahora si, la cara de ambos estaba más que roja, a ambos les seguía resultando vergonzoso. Himawari tan solo los miro de reojo a los dos, no parecía que fuesen de verdad una pareja, más bien parecían como unos adolescentes enamorados que no querían admitir sobre sus sentimientos. En cierto modo, le intrigaba un poco el hecho de porque se comportaban de esa forma, pero eso no evitaba que le diera ternura la forma en la cual su hermano parecía tan adorable con sus mejillas rojas. Por otro lado, miro a la Uchiha, luego la pondría a prueba para ver si era digna para su hermano, no iba a dejar que cualquier mujer estuviera con él.
No se dijo más nada por unos segundos en los cuales se podían escuchar fuertes pasos rápidos caminando directamente hacia ellos -- ¡Boruto! -- gritó alguien entrando a su habitación, era su padre con el rostro un poco agitado -- Me alegro que ya te encuentres mejor, me preocupaste, dattebayo -- el mayor hizo una mueca confundida -- eh, ¿qué haces aquí, Sarada?
-- B-bueno... -- la chica se rasco levemente su mejilla mientras desviaba la mirada y el color rojo de su rostro no se iba. Boruto le miró con cierta curiosidad, jamás hubiera pensado que ella tuviera ese tipo de comportamientos tan tiernos -- Boruto... Él... Ese idiota...
-- Es mi novia -- afirmó el chico tomándole la mano de la chica haciendo que se sonrojara todavía más y temblará levemente.
Naruto se quedó un momento en el porte de la puerta mirándolos.
-- ¡¿Eso es cierto?! -- dijo para después reírse de una manera bastante ruidosa -- ¡Tengo que decirle al teme que ya somos familia!
-- Callate, idiota -- dijo Sasuke apareciendo como si su mejor amigo le hubiera llamado, en sucara no había más que fastidio.
-- ¡yo siempre supe que íbamos a ser familia, teme! -- le dijo pasando su brazo por el cuello de su mejor amigo sin importarle su estado de humor -- ¡Desde que Boruto le regaló esa rosa a los tres años a Sarada sabía que iba a ser cosa seria!
-- ¿Qué? -- preguntaron ambos.
-- ¿Acaso no lo recuerdan? -- Naruto dio una gran sonrisa -- Desde bebés ustedes dos eran inseparables.
Ambos se miraron confundidos, más la mirada de Boruto se volvio pensativa. En algunas de sus fotos familiares aparecía con una pequeña niña pelinegra que siempre parecía estar abrazado a él como si de un peluche se tratara. Era una pequeña niña que no usaba anteojos como la de hoy, portaba un corte de cabello diferente y sus rasgos eran más bien regordetes e infantiles que esa mujer que ahora ve con rasgos definidos y un cuerpo desarrollado.
¿Esa adorable niña era ella?
Sarada recordaba que sus padres tuvieron que mudarse del país cuando ella tenía cuatro años, antes de eso no tenía muchos recuerdos. Tal vez, lo único que recordaba era un dulce aroma a pasto y a hamburguesas que siempre la habían acompañado en su más tierna infancia.
¿Ere él quien siempre olía a eso?
-- ¿No lo sabían? -- pregunto Naruto mirando a ambos.
Habían pasado ya algunos días desde lo ocurrido, a Boruto ya se había recuperado de algunas de las partes afectadas en su cuerpo pero seguía estando en el hospital. La Uchiha, por otra parte, le visitaba cada día y le cuidaba mientras le contaba una que otra experiencia que había vivido a través de los años; al rubio le gustaba mucho la forma en la cual la chica empezaba a abrirse y poco a poco le empezaba a platicar aquellos momentos que no fueron tan buenos para ella pero a pesar de ello pudo seguir adelante, así como él le hablaba igualmente de algunas experiencias que había vivido.
¿Quién hubiera pensando que aquella chica que conoció en un día tan ordinario empezará a ser alguien tan interesante para él?
No lo quería admitir pero no era tan malo estar ahi si ella lo iba a cuidar. Sabía que ella tenía una agenda ocupada y por algunos días se sintió como una carga para ella (pensando que la pelinegra estaba con él por mera culpa) sin embargo, la Uchiha le afirmaba que no tenía que preocuparse por eso, que ella lo hacía sin interés y que no le afectaba sacar tiempo para estar ahí, situación que le generaba calidez en su interior.
Ahora bien, su familia parecía que se acostumbraba de una manera muy rápida a la Uchiha, tanto así que su madre ya estaba haciendo los preparativos para que la siguiente semana fuesen a su casa a cenar. Todos parecían haberse tomado la noticia de maravilla.
Claro, todo hubiera sido perfecto si no supiera que su supuesto noviazgo no era más que una gran mentira. En esos días que llevaban platicando, en esos días que se quedaban hasta anochecer viéndose el uno al otro en aquella habitación, no había ocurrido ni un solo beso, ni una sola demostración de afecto que le dijese que Sarada tenía intenciones de querer escalar su relación. Probablemente sí la Uchiha le propusiera de nuevo ser su novio no le desagradaría decir que si. Pero, no sabía si era aquello lo que quería ella.
O si estaba pensando en buscarse a alguien más...
Esa idea le hervía la sangre, la sola idea de verla con otro chico y formalizar una relación le hacía ver a él como un simple pasatiempo. Si bien, ya le había presentado a sus padres y él a los suyos, realmente no sabía que era lo que iba a pasar luego de todo ese problema que tenía con su familia y le dolía saber que lo que tenían entre los dos fuese algo falso.
-- ¿Ocurre algo? -- la mirada de Sarada le saco de sus pensamientos, ella se encontraba a un lado suyo leyendo un libro que parecía ser de misterio -- Últimamente te he visto perdido en ti mismo.
El rubio apretó los labios, probablemente tenía miedo de la respuesta que pudiera darle, no le gustaba ser rechazado ni mucho menos sentirse como un objeto al que tiras cuando ya no te sirve. Apretó con sus manos las sábanas que estaban a sus costados -- ¿Que ha sucedido contigo y tu familia? -- dijo finalmente para observar como está se quedaba paralizada en su asiento, sabía que no le gustaba hablar sobre eso pero era necesario -- Sabes que esto nos afecta a los dos.
-- Todos ya se han enterado que tengo pareja -- dijo dejando su libro en la pequeña mesita que tenía en la habitación para prestarle totalmente la atención a la persona que tenía enfrente suyo -- Al parecer, te han visto como un candidato ejemplar por la familia de la que provienes y pareciera que quisieran que fuese avanzando rápido nuestra relación. Pero, no quiero atarte a nada, Boruto.
El chico alzó las cejas -- Esta decisión de ayudarte la tomé yo.
-- Lo sé, pero no puedo obligarte a estar para siempre con alguien a quien no amas -- soltó con un tono apagado pero sin dudar -- Eres un buen chico, mereces tener una familia que sea de verdad y no una simple farsa.
-- Sarada... -- el chico se quedó sorprendido, no esperaba exactamente esa respuesta -- Pero tú...
-- No te preocupes -- le interrumpió tomándole de la mano -- estaré bien, creo que tú y Kawaki tienen razón, no tengo porque hacer lo que mi familia quiera, aún si son tan importantes como lo son para mí. Me atentare a las consecuencias aún y si me destierran.
-- ¿Y si lo intentamos? -- hablo sin pensar Boruto mirando sus manos juntas -- ¿Y si mejor intentamos ser una pareja de verdad?
La Uchiha se quedó sin palabras.
