Capítulo 2. Instrumentos ciegos

Al apartar sus manos Kagami inconscientemente queda con su mano cerca de su pecho ligeramente apenada por haberse sentido avergonzada de la apariencia de su..¿amigo? ¿Conocido? Era una pregunta que no sabía responder en su propia mente.

-has cambiado un poco.- mencionó la joven por lo bajo.

Ante ese comentario el joven peli negro deja salir una tenue risita.

-tu no as cambiado mucho, excepto por ese mirar escalofriante.- comentó el con gracia.

Gesto que es correspondido por Kagami dejando salir una leve risa. Siendo entonces que caía en cuenta de cómo un halago tan simple.. y que en otras circunstancias podría haber sido una ofensa.. le hacía sentir bien, preguntándose así misma ¿cuando había sido la última vez que las palabras de su amado Felix le habían hecho sentir esa calidez?..

Tal vez lo más cercano fue la propuesta de vivir juntos hace unos meses, propuesta a la cual ella accedió sin cuestionarselo demasiado.

-¿ya te vas?- pregunto Luka un tanto extrañado.

-si.. yo.- la joven acomoda su cabello detrás de una de sus orejas. -surgió algo.. eso es todo.-

-esta bien, no te preocupes gracias por estar aquí.-

Kagami sonríe ligeramente despidiéndose a la distancia, moviendo su mano antes de salir del barco y empezar a caminar por el canal del Río.

Al revisar su teléfono ve cómo mantenía abierta una página del instituto bellas artes considerada la mejor universidad pública para jóvenes artistas, dado al poco tiempo que ella había tenido para presentar el examen de admisión las posibilidades de haberlo pasado eran algo bajas, pero seguían sin ser de cero cosa que le alegraba pero al mismo tiempo le ponía nerviosa y se sentía un poco confundida, hacía unos meses que había terminado por completo el instituto, para ella siempre era un gusto reunirse todas las mañanas de cada lunes para platicar de su semana con Felix.. pero en aquella ocasión esa platica había sido.. ¿cálida?.. pero tal vez no agradable, pues ella aun sentido como no había podido expresar correctamente su sentir ante el fracaso.

Ese día estaba muy emocionada de ver a Felix, llegue con casi media hora de anticipación no importándome cuanto tuviera que esperarlo.

Cuando al fin lo vi una gran sonrisa se dibujó en mi rostro y mi primer impulso fue ir a abrazarlo él detuvo mi gesto saludándome con un beso en la mejilla, tomando mi mano e invitándome a sentarme. En ese momento me sentía tan mal que no empecé por preguntarle cómo había sido su semana, si no que directamente le conté mi sentir, el como no había sido aceptada.. sabía que la derrota es parte de la vida pero no deja de ser.. doloroso.

-en verdad lo siento mucho.- me dijo el.

-ahora tengo que esperar un año más si quiero repetir el examen..- le dije aun desanimada.

El colocó su mano en mi barbilla levantándola levemente haciéndome mirarlo, y recibiendome con una sonrisa.

-ve el lado positivo, tendremos más tiempo para estar juntos.-

En ese momento no le vi lo malo a ese simple comentario, pues era verdad.. una vez que me aceptaran en la escuela tendría menos tiempo para todo, mis amigos y el.. mentiría si dijera que la prioridad en mi vida no sería mi carrera.

Yo coloqué mi mano sobre la suya asintiendo mientras le correspondía la sonrisa.

-tienes razón.-

Me levanté ligeramente de mi asiento dispuesta a recompensar su gratitud con un simple beso, sin embargo él me detuvo.. en un primer momento mi reacción fue de enojo.. pero esta sensación pasó a ser vergüenza al ver que había llegado un camarero con nuestro pedido habitual.

Cuando nos dio nuestro pedido seguí sintiendo vergüenza.. estaba tan avergonzada que no quise seguir tocando el tema.. sentía culpa y.. aunque lo intente el resto de la mañana no fue agradable.

Creo que.. desde ese primer momento debí sospechar que algo andaba mal.. pero extrañamente él hacía que me olvidara momentáneamente de expresar esa culpa y el peso del fracaso que aún corría por mis venas.. hasta que él lo dijo.

-Mi reina.. durante estos 2 años de relación me as hecho sentir como el hombre más afortunado del mundo.. y hay algo que quiero proponerte.-

En su momento esas palabras siguen siendo divertidas, apenas cumplimos 18 años es demasiado pronto para que cualquiera pueda siquiera pensar en casarse.

-Kagami, vivamos juntos.-

Aquellas palabras resonaron por mi subconsciente, se que no es lo mismo a una propuesta formal.. pero es muy parecido quería reírme.. pero aquella mirada suya que expresaba una tímida sonrisa no le dejaba, era muy tierna y muy tonta como para yo querer herir sus sentimientos..

-¿lo dices enserio?-

El asintió con la cabeza sin borrar su sonrisa.

-hace un tiempo alquilamos un apartamento en esta ciudad.. es solo que, se siente tan vacío.-

En un primer momento no supe responder.. sé que aún faltaba mucho para volver a hacer mi examen y aun que vivir con mi madre era una distracción por algunas de sus lecciones.. la verdad ninguno de nosotros a vivido así de independiente antes.

-no se si estemos listos para mantener una casa.-

-no te preocupes por eso.- sus manos sostuvieron la mía con delicadeza.

-tenemos ahorros de sobra, no podrá faltarnos nada.-

Debo decir sin mucho orgullo que.. en ese momento el sonó muy convincente.. y sin cuestionar más acepté.

No pasó mucho tiempo ante que preparara todo para ir con el.. desde luego mi madre no estuvo de acuerdo con la idea, y aunque mis palabras para convencerla tal vez no habían sido tan limpias como las de Felix, al final ella nos dio el beneficio de la duda.

Yo creía que al vivir así tendríamos otro tipo de cercanía, el siempre a sido claro conmigo de que tiene algunos problemas para expresarse.. y aunque en un principio esto me era muy razonable.. era un poco extraño que siguiera con ese pensar casi 3 años después, yo lo amaba y le tenía mucha confianza.. le había dicho cosas que ni siquiera e podido decirle a Marinette, entonces ¿por qué él no podía devolverme el voto de confianza?

Un ascensor de unos condominios se abre dejando pasar a una joven de 18 años de azulado cabello azabache, ojos castaños y delicados rasgos asiáticos, ella traía sobre su hombro un elegante bolso rojo, usaba una fina y elegante falda rojiza desde su cintura hasta por encima de sus rodillas, una camisa negra y una elegante chaqueta corta color blanco.

Ella camina por un pasillo de puertas hasta detenerse en una en específico. De su bolso ella saca unas llaves y procede a abrir la puerta frente a ella.

La chica entra en la residencia colgando su bolso en un perchero, no pasando mucho tiempo antes de ser recibida por un joven rubio que vestía con pantalón y chalecos negros usando una camiseta grisácea.

-bienvenida.- artículo el joven.

-hola querido, me alegra verte.- respondió la joven acercándose a el y dándole un beso en la mejilla.

El joven se dirige a la sala del departamento sentándose en uno de los sillones.

-ven hay algo de lo que debemos hablar.-

-claro.. pero antes..- Kagami se detuvo un momento contemplando el anillo con el emblema Tsurugi que tenía en su mano derecha.

-quería decirte algo yo primero.-

Esto parece sorprender ligeramente a Felix, quien le dirije la mirada mostrándose bastante confuso.

-apenas han pasado unos meses pero quiero empezar a prepararme para mi examen.. Marinette se ofreció a ayudarme..-

Las palabras de la joven fueron interrumpidas por su pareja.

-por supuesto que no, no puedo dejar la casa sola menos en un momento así.-

-¿momento así?- pregunto Kagami confundida.

Felix estaba por hablar, pero unos golpes a la puerta lo interrumpen.

-ya está aquí..- artículo el dirigiendose a la puerta, Kagami lo seguía con la mirada y al abrirla pudo notar que había una joven de entre 19 a 20 años.

Tenía un largo cabello azabache grisáceo que llegaba hasta su cintura, vestía una corta chaqueta negra y usaba un vestido azul cian hasta sus rodillas, se veía que tenía medias negras usando unos zapatos también azules.

-Bridgette.. llegaste antes.- dijo Felix entrecortado.

-claro que si, se que me habías citado una hora después pero el tráfico fue horrible, y el aeropuerto perdió una de mis maletas.- expresó la joven.

Mientras hablaba Kagami noto algo peculiar en ella, al hablar con un tono decaído un mechón de su cabello pareció tomar la forma de una.. ¿gota de agua?.

Felix dirige su vista a Kagami.

-Kagami ella es Bridgette, Bridgette ella es mi novia Kagami.-

Rápidamente la chica se acerca con Kagami dándole un gran abrazo.

-¡Holi, en verdad es un placer conocerte!.- expresó la chica con gran alegría.

-igualmente..- dijo Kagami evidentemente incómoda.

-tu novia es muy bonita Felix, no te la mereces.- expresó ella con una tenue risa burlona recibiendo una mirada reprobatoria del mencionado.

Sin embargo y Para sorpresa de Kagami la chica no se mostró afectada por este gesto, en su lugar solo sonrió más.

-en verdad o has cambiado nada Fathom.- dijo con gracia antes de ver un reloj en su mano.

-¡oh cielos!, debo dejar mis cosas se me hace tarde.-mencionó la joven tomando una maleta de gran tamaño y dirigirse a con gran rapidez una habitación del departamento.

Una vez ella no estuvo presente Felix frotó las sienes de sus ojos con sus manos, evidentemente irritado, al abrirlos solo se encontró con una mirada completamente seria de su pareja.

-se que debí decírtelo antes pero no sabía como..-

Kagami interrumpe a Felix.

-¿no sabías cómo decirme que traerías a otra mujer a vivir con nosotros?- preguntó ella con seriedad.

-no lo veas así, solo serán unas semanas en lo que ella termina de cubrir un juicio..-

-¡pues no lo acepto!.- mencionó la joven asiática con un tono severo.

-oye tranquila..-

-no estoy de acuerdo en que tu tomes decisiones que afecten a los 2 sin consultarme.-

-trata de calmarte Kagami, solo le ofrecí quedarse por ser una vieja conocida, lo más seguro es que apenas la notes.- explicaba Felix sin darle demasiada importancia al tema, antes de acercarse con su pareja y tomar su mano.

-por favor.. no te enojes.- expresó con un tono de voz más cálido depositando un suave beso en la mano de la joven.

Kagami deja salir un pesado suspiro, internamente seguía molesta ante esa idea, pues se suponía que la razón de vivir juntos en primer lugar, era poder pasar más tiempo a solas. Pero por otro lado no podía negar que Bridgette parecía ser una chica muy dulce y cariñosa.. pero no parecía ser alguien entrometida.

-tienes razón, me disculpo por eso.. tienes derecho a traer invitados, después de todo tu familia rentó este lugar.- expresó Kagami.

Ante ese gesto Felix sonríe ligeramente tomándola de la cintura y uniéndose ambos en un cálido beso.. Fue corto, pero para ellos fue como volver a sentir esa sensación de detener el tiempo a su alrededor sin que nadie los moleste.

-¿que fue eso?- pregunto Kagami con pena mostrándose ligeramente sonrojada.

-es solo para demostrar que sigues siendo mi reina.- expresó Felix con una tenue sonrisa.

-hace mucho que no lo hacías..-

La joven de ojos castaños postró sus manos sobre la corbata del joven.

-sabes.. llevamos un tiempo siendo pareja.. tal vez podría ser momento de.. dar un paso más.- expresó la joven por lo bajo mientras que sus manos jugueteaban con la corbata aflojando el nudo de la misma.

Ante esta acción Felix aparta ligeramente a Kagami.

-Kagami.. ya debo irme, quede de reunirme con mi madre en el café..- expresó el joven entrecortado mientras volvía a hacer el nudo de su corbata.

-Pero..-

-no estoy listo.- articulo Felix con un tono de voz inexpresivo. antes de darse media vuelta e irse.

Un tenue silencio inundó la habitación obligando a Kagami a sentarse en el sofá contemplando su teléfono.

Hasta que un tenue silbido captó su atención.

-¿crisis de pareja?- pregunto Bridgette asomándose por el pasillo.

Como única respuesta, Kagami dirige su vista a la joven ojiazul viéndola con una profunda seriedad, sin embargo similar a lo que había pasado con Felix, Bridgette no parecía sentirse intimidada con simples miradas, por más seriedad, desaprobación o frialdad que estas proyectaran.

-sientes celos?- pregunta ella con severidad.

-¿celos? Para nada.. si tuviera que decir lo que siento por ti.. sería pena.- expresó Bridgette pensativa.

-disculpa?. Preguntó la joven de castaños ojos evidentemente indignada.

-esta relación suya.. no es recíproca el no te mira como tú lo miras a él, ¿hace cuanto que se conocen?- pregunta Bridgette consternada.

-2 años.-

Ante esa respuesta Bridgette cambia su expresión de confianza por una un poco más seria.

-así que la historia se repite..-

-¿¡qué insinúas!?- le pregunta Kagami consternada encarándola.

Bridgette se aparta un par de pasos.

-estuve en el mismo salón que el por 2 años, al verlo tan sereno y solitario quise ser su amiga.. mis amigos me decían que parecía un completo cretino.-

-¡no lo es!-

-si, eso es lo que quiere que crean.. yo no era la indicada para ayudarlo y tú tampoco lo eres, no sin que él lo quiera.- expresó Bridgette seriamente.

-deberías saber que ya no es el mismo Felix que conociste, en tanto tiempo las personas cambian..-

Bridgette interrumpe a Kagami.

-no linda, las personas no cambian, solo se adaptan a las circunstancias.-

-¡no es.. verdad!-

-¿enserio?.. ¿cuando fue la ultima vez que Felix se portó cariñoso contigo, la última vez que te mostró su apollo incondicional a un proyecto en conjunto?.. dime una sola vez, y me retractaré de lo que dije.-

Ante tales declaraciones Kagami no responde, quedándose completamente seria. Bridgette también se queda un poco seria, pero al retomar un poco de aire decide decir otra cosa para aligerar la evidente tensión que se había formado entre ambas, no quería que esta se agravara al ser compañeras de piso, aun si esto era temporal.

Bridgette se da media vuelta, ella estaba dispuesta a hablar nuevamente cuando su actuar es interrumpido por el sonar de su teléfono.

-ash.. maldito seas Allan.- pensó Bridgette fastidiada antes de abandonar el establecimiento.

Ella llega al ascensor apresurandose a bajar hasta el vestíbulo, donde sale apresuradamente mientras revisaba su teléfono verificando una dirección en particular. Al llegar a un cruce ella da un par de pasos a la derecha y casi de inmediato pasa un auto el cual levanta un poco de agua esparcida en la calle, sin salpicar una gota a la joven.

-siempre ocurre algún imprevisto cuando se involucra Felix en mi vida.- piensa la joven mientras cruzaba la calle.

Una inicial expresión decaída cambia rápidamente por una cálida y enérgica sonrisa reflejando una desbordante devoción y convicción en aquella joven de azulados ojos.

-pero no esta vez Fathom, no está vez..- se dijo así misma mientras avanzaba, por cada paso que daba ella sabía que estaría más cerca del punto de reunión.

Por su parte Kagami se había quedado sola, sentada en aquel sofá.. sintiendo como el silencio inundaba sus oídos.. en parte se sentía reprimida y consternada ante la distancia de Felix y la llegada de Bridgette no mejoraba mucho su pensamiento.

-nunca pensé que tendría que recurrir a esto..- se dijo así misma mientras buscaba entre los contactos de su teléfono encontrándose con el de Marinette.

-si recurro a ella.. el riesgo de que esté con Adrien es alto.. aun así..- Kagami apretó su puño ligeramente.

-necesito hablarlo con alguien y Felix no es una opción.-

Sin embargo antes de poder oprimir una tecla, es la propia Marinette quien le envía un mensaje. Kagami se extraña en un inicio y al abrirlo ve que era una imagen, la imagen en cuestión era un anuncio de una muestra musical el sábado en la noche a las afueras del louvre, se podía participar en solitario o en un grupo de máximo 5.

Mientras ella veía el anuncio llega otro mensaje de la propia Marinette.

-los gatitos aran su regreso triunfal este año ¿puedes creerlo? :D

Este pequeño mensaje hace que los castaños ojos de la joven se desvíen hasta el piano casi al otro extremo de la estancia en la que se encontraba.

-"todo chico tiene su ego masculino, a ellos también les gusta sentir que su chica se interesa en sus pasatiempos, por mas que no sean compartidos."- recuerda la joven unas palabras dichas por Marinette cuando la relación de esta última empezaba a reducir su nivel de acaramelamiento.

-es Perfecto.- mencionó la joven levantándose un poco más animada.

Ella va a unos libreros del apartamento encontrándose con un libro azul de partituras, al mover ese libro encuentra otro de color rojo un poco más grueso.

"Aprenda piano, en 15 minutos diarios"

Kagami abre el libro buscando en el índice un tema que ella recordaba haber visto.

-"la correcta coordinación de ambas manos"-

Al ver el capítulo la joven sonríe, llendo hasta el instrumento colocando el libro en su base, la joven estira ligeramente los dedos liberando una sensación de tensión acumulada en los mismos.

-pensé que sería diferente, si yo no estoy lista el tampoco lo estará.. ya no me mira como antes.. se lo que es tener el peso de un legado familiar en tus hombros..-

La mano derecha de la joven empezó a tocar tenuemente las teclas que correspondian a dicho lado.

-pero incluso yo sabía cómo evitar de vez en cuando una responsabilidad no deseada.. es como si al compartir el mismo techo.. el se hubiera olvidado de mi.. y hoy.. me aparto al saludarlo pero.. no tuvo problemas en saludar a esa chica.. acaso..-

Este pensamiento hizo que la mano izquierda de la joven no coordinará sus movimientos, y en consecuencia la sencilla melodía que entonaba para practicar se desbordó en una profunda desentonación, des armonioso pero perfectamente coherente con el sentir de la joven.

-no.. no aceptaré eso.. ella no conoce a Felix.. no quiero que ella se entrometa.. ella.. no sabe nada.. yo solo.. ¡tengo que esforzarme por los dos!-