Capítulo 7:

Bases imperiales de investigación

CRUCERO PESADO CLASE ACORAZADO NUEVA ESPERANZA, EN ALGÚN LUGAR DEL BORDE EXTERIOR

Lynia Delline ingresó en la oficina de Mon Mothma, su rostro reflejando una mezcla de esperanza y preocupación.

—Señora, tengo novedades sobre la investigación del financiamiento de la Estrella de la Muerte —dijo Lynia, intentando mantener un tono profesional—. Jerell, nuestro agente local en Ralltiir, nos ha mandado un informe. Parece que finalmente ha logrado un avance significativo y podría obtener información detallada sobre las operaciones financieras en tiempo real.

Mon Mothma asintió, mostrando un claro interés por la información.

—Conocer el flujo de dinero enemigo podría ser clave para anticiparnos a sus movimientos —respondió—. Sin embargo, intuyo que hay un inconveniente.

Lynia suspiró, preparándose para dar una noticia desalentadora.

—Así es, Jerell afirma que para avanzar en su investigación necesitará sobornar a funcionarios bancarios en Ralltiir. Estamos hablando de sumas considerables.

Mon Mothma frunció el ceño, consciente de la dificultad de la situación.

—Es irónico, sobornar funcionarios bancarios es una táctica que el Imperio ha estado usando en nuestra contra. Gran parte de la fortuna de Bail ha quedado inaccesible debido a esos mismos motivos —respondió Mon Mothma, con un tono de decepción en la voz.

—¿Pero entonces de dónde vamos a sacar el dinero para financiar la investigación? —preguntó Lynia, preocupada.

Mon Mothma reflexionó unos instantes, buscando una solución viable.

—Tienes razón, reunir grandes sumas en este momento será complicado. Quizás deberíamos hablar con el comandante Torbul —sugirió—. Recuerdo que Bria Tharen estaba preparando una misión contra los esclavistas de los hutt en los campos de especia de Ylesia. La especia brillestim puede alcanzar precios muy elevados en el mercado. Tal vez podríamos utilizar los beneficios de esa misión para financiar la investigación de Jerell.

Lynia asintió, anotando la sugerencia en su cuaderno de datos.

—¿Cómo fueron las incursiones a las bases imperiales que descubrieron? Danuta y Toprawa, si recuerdo correctamente —continuó preguntando Mon Mothma.

—En cuanto a la situación en Danuta, lamento informar que no hay buenas noticias —dijo Lynia, bajando la mirada—. Riij Winward y su equipo fracasaron en su misión. A pesar de haber logrado infiltrarse en el Complejo de Investigación Imperial con los droides de mantenimiento reprogramados y haber llegado hasta la habitación donde creemos que se alojan los planos de ingeniería, no pudieron recuperarlos. Sin embargo, recibiré todo el material e información que hayan recolectado. Tal vez nos ayude a planificar mejor una futura incursión en esa base.

Mon Mothma asintió, consciente de la importancia de obtener esos planos.

—Asegúrate de enviarme una copia de ese material en cuanto lo recibas —dijo—. ¿Y qué hay de Toprawa?

—Ta'al Pierc agradece su ayuda para ponerlo en contacto con la célula rebelde local —dijo Lynia, consultando sus notas—. Ya han comenzado a trabajar juntos, aunque puede que les tome algún tiempo obtener resultados.

Mon Mothma asintió, reconociendo el esfuerzo de Lynia.

—Buen trabajo, Lynia. Sigue supervisando estas situaciones de cerca y asegúrate de mantenerme informada de cualquier desarrollo importante. Juntas encontraremos la forma de neutralizar la amenaza de la Estrella de la Muerte, y de finalmente derrotar al Imperio.

ESTACIÓN DE INVESTIGACIÓN IMPERIAL, TOPRAWA

Ta'al Pierc siguió a Facet Anamor, la directora de personal, mientras caminaban por los intrincados pasillos de la Estación de Investigación Imperial. Cada paso resonaba con un peso emocional, siendo consciente de la importancia y el peligro que implicaba su nueva misión en el corazón del Imperio. Facet explicó el sistema de tarjetas de acceso codificadas por colores, un recordatorio constante de las restricciones y barreras que enfrentaría en su camino.

—Aquí es, el departamento de registros —dijo Facet, indicando una espaciosa sala con varias terminales de computadora—. Este será tu puesto de trabajo. Bienvenido a la Estación de Investigación Imperial, Ta'al. Es un honor contar contigo.

Ta'al asintió, intentando mantener la calma, aunque su corazón latía con intensidad ante la responsabilidad que le aguardaba.

—Gracias, Facet. Estoy emocionado por comenzar mi labor aquí —respondió, tratando de ocultar cualquier rastro de nerviosismo.

Facet presentó a Ta'al a sus nuevos compañeros, y entre ellos se encontraba Lira Wessex, una figura inesperada para él.

—Disculpen la interrupción —dijo Facet con voz firme—. Permítanme presentarles a Ta'al Pierc, nuestro nuevo compañero. Un prodigioso programador con experiencia en la integración de sistemas de naves estelares, proveniente de la Corporación de Ingeniería Corelliana. Lira Wessex es la mano derecha del director de esta estación, y supervisa todos los departamentos, ella te guiará en los detalles del trabajo que estamos llevando a cabo.

Ta'al se sorprendió al ver a Lira Wessex allí. Sabía que la hija del Dr. Blissex seguía siendo leal al Imperio, casada con un moff imperial, pero no había esperado encontrarla en esta estación. El consejo de Vermilion de mantenerse cerca de su campo de conocimientos resultó ser prudente. Falsificar antecedentes de ingeniería espacial o en sistemas láser hubiera sido inútil ante una ingeniera experimentada como Lira. Ta'al asintió, ocultando sus verdaderas intenciones detrás de una sonrisa cautelosa.

—Un gusto conocerte, Ta'al —dijo Lira con una sonrisa cordial, aunque algo fría—. Sé que estás sobrecalificado para este puesto en Registros, pero si demuestras ser confiable y productivo, hablaré con el Dr. Anamor para que seas transferido a otras secciones donde creo que puedes ser de ayuda.

Ta'al asintió, comprendiendo el mensaje implícito y la necesidad de ganarse la confianza de Lira. El conflicto entre la lealtad a la Alianza y las apariencias ante el Imperio sería otra complicación, y Ta'al sabía que su habilidad para mantenerse firme en sus principios sería clave para el éxito de la Operación Gancho Celestial. Mantuvo su actitud profesional y decidida:

—Agradezco la oportunidad, Lira. Puedes contar conmigo para hacer todo lo posible en esta tarea. Mi objetivo es contribuir al éxito de la estación en cualquier forma que sea necesaria —afirmó Ta'al, fingiendo entusiasmo.

—Y este es Corbin —continuó Facet—, especialista en criptografía y seguridad. Te ayudará con los asuntos de seguridad para evitar problemas con la jefa Diamond.

Corbin parecía un tipo amigable, pero según los informes rebeldes, Diamond, la implacable jefa de seguridad, sería el escollo a vencer para acceder a los valiosos secretos sobre la Estrella de la Muerte que Ta'al buscaba.

—Estoy segura de que lo harás muy bien, Ta'al. Si necesitas algo, no dudes en pedir ayuda a cualquier miembro del equipo —dijo Facet amablemente—. Todos aquí trabajamos juntos por el bien del Imperio.

—Gracias, Facet. Valoraré tu apoyo. Estoy listo para sumergirme en mi trabajo y demostrar mi valía.

La misión de Ta'al en la Estación de Investigación Imperial había comenzado, y cada paso lo acercaba más al objetivo que podría cambiar el destino de la galaxia. Sin embargo, también se encontraba rodeado de peligros y traiciones en un entorno hostil que exigiría toda su astucia y habilidades para lograr su cometido. Había llegado con una determinación férrea, con la firme convicción de honrar el sacrificio de Aach y continuar la investigación. Desde su nuevo puesto en la Estación de Investigación Imperial, estaba seguro de que descubriría los secretos ocultos del superláser de la Estrella de la Muerte, allanando el camino para que la Rebelión pudiera neutralizar su amenaza y traer esperanza a la galaxia.

CRUCERO CLASE ACORAZADO NUEVA ESPERANZA

—Parece que Jan Ors ha logrado convencer a un soldado imperial de que estaba luchando del lado equivocado y lo ha reclutado para que trabaje con nosotros —dijo Lynia, con una mezcla de esperanza y precaución en la voz.

—Si tan solo todos los imperiales pudieran abrir los ojos y ver la verdad —suspiró Mon Mothma, dejando escapar un atisbo de melancolía que reflejaba la frustración de una batalla larga y desafiante—. Pero no podemos permitirnos confiar ciegamente. El Imperio podría estar tramando infiltrarse en nuestras filas, utilizando artimañas. No podemos olvidar el desastre con Daala.

—Jan asegura que este joven oficial es aquel que le perdonó la vida a ella y a muchos otros durante el ataque del Imperio en AX-456 —explicó Lynia, destacando la valentía y la compasión de aquel oficial.

—¿El puesto de escucha donde tú y Aach interceptaron información sobre la Estrella de la Muerte? —preguntó Mon Mothma, intentando conectar los puntos y recordar los detalles de aquel importante evento.

—No, ese era Ax-235 en el Cron Drift —corrigió Lynia—. AX-456, cerca de Dakshee, era la estación de comunicaciones donde nos reunimos con Daala. Poco después de ese incidente, el Imperio atacó la base.

—Ah, sí, ahora lo recuerdo. Fue una tragedia devastadora. Tanto nuestros defensores como las tropas imperiales sufrieron numerosas bajas en ese ataque —comentó Mon Mothma con pesar, dejando que la gravedad del recuerdo impregnara sus palabras.

—Pero Jan afirma que la bondad de este oficial y su negativa a seguir órdenes atroces salvaron muchas vidas, incluida la suya. Ahora lo ha vuelto a encontrar a bordo del crucero de lujo Estrella del Imperio y ha descubierto que se trata de Kyle Katarn, el hijo de Morgan Katarn. Decidió cambiar de bando cuando Jan le mostró la verdad sobre lo sucedido con su padre —explicó Lynia, transmitiendo la trascendencia de la situación y la esperanza de un posible aliado en Kyle.

—Morgan Katarn... —Mon Mothma hizo una pausa, luchando por recordar el nombre—. Sí, su nombre me resulta familiar. El jedi Qu Rahn solía hablar muy bien de él.

—Murió hace poco, en la masacre de Sulon. Era uno de los líderes de la resistencia local —añadió Lynia.

—Sulon... el ataque de falsa bandera en el que el Imperio exterminó a la resistencia local y trató de culpar a los rebeldes por los crímenes... otra atrocidad más a manos del Imperio —dijo Mon Mothma, su voz resonando con indignación y dolor al recordar aquel oscuro episodio—. Morgan Katarn es otro líder rebelde al que nunca podré conocer personalmente... Y ahora resulta que su hijo es un oficial imperial que acaba de desertar.

—Kyle Katarn se ha graduado recientemente con honores de la Academia de Carida. Conoce los procedimientos y comprende cómo piensan los militares imperiales —comentó Lynia, resaltando los antecedentes de Kyle.

—¿Qué estás sugiriendo? —preguntó Mon Mothma, con una mezcla de curiosidad y expectación en su voz.

—Me parece que Kyle Katarn está especialmente preparado para hacer una segunda incursión en el Complejo Imperial de Danuta. Creo que podría tener éxito donde Riij Winward fracasó —propuso Lynia, presentando su idea con cautela y esperanza en igual medida.

—Es una idea intrigante. Dile a Jan que lo traiga aquí. Quiero hablar personalmente con él —decidió Mon Mothma, dejando claro su interés en explorar esta nueva opción.

Con un poco de suerte, Kyle Katarn podría obtener los planos de ingeniería de la Estrella de la Muerte, y en ellos encontrarían la vulnerabilidad que necesitaban para destruirla.

COMPLEJO DE INVESTIGACIÓN IMPERIAL, DANUTA

Kyle Katarn había identificado a Meck Odom, su amigo y antiguo compañero de la Academia, en los holos que le mostró Mon Mothma. Cuando llegó a Danuta se contactó en secreto con él, y lo convenció para que lo ayudara a entrar al Complejo de Investigación.

Ahora avanzaba con determinación por los sombríos pasillos de la instalación imperial, con su bláster firmemente empuñado y su mirada fija en el objetivo. Había dejado atrás las sutilezas y ahora solo le quedaba el camino de la violencia, una senda manchada de cuerpos de guardias imperiales que yacían inmóviles a su paso. Cada disparo era una descarga mecánica de su arma, un paso más hacia su objetivo final.

Cuando se acercaba a su objetivo, encontró un proyector holográfico que mostraba una imagen de la Estrella de la Muerte. El resplandor verdoso del holograma resonó en sus ojos, recordándole la magnitud de lo que estaba en juego y alimentando aún más su determinación.

De repente, entre los oficiales imperiales que defendían el lugar, sus ojos se encontraron con los de Meck Odom. Sin titubear, Odom se lanzó hacia él como si fuera a detenerlo. Aunque Odom había aceptado ayudarlo, no había estado dispuesto a dejar su trabajo en el Imperio. Kyle apuntó con precisión milimétrica y disparó, alcanzando a Odom y dejándolo tambaleándose, apenas consciente, en el suelo. Fue una maniobra arriesgada, pero necesaria para evitar delatarlo, y poder continuar con su misión.

Sin tiempo que perder, Kyle se abalanzó sobre los controles, manipulándolos con destreza adquirida. Conocía los intrincados protocolos de seguridad del Imperio y sabía cómo abrir la bóveda que resguardaba la codiciada matriz de memoria. Cada segundo contaba, y sus dedos ágiles se movieron rápidamente sobre los controles, danzando con precisión. La matriz de memoria, que parecía un colgante en forma de T, relucía frente a él, emitiendo una energía casi tangible. Sus dedos hormiguearon cuando atravesó el campo de fuerza protector, agarró la matriz y la liberó.

La matriz de memoria no era pesada, pero sí voluminosa. Kyle la cargó bajo un brazo, pero tuvo que dejar atrás su rifle y recurrir a la pistola bláster mientras avanzaba hacia el exterior.

—¿Me copias, Jan? —dijo por el comunicador mientras subía en el ascensor hacia el exterior. El silencio fue la única respuesta.

Esperó con el corazón en un puño, temiendo que algo malo le hubiera ocurrido a Jan. Las puertas del ascensor se abrieron revelando un inmenso patio, un cielo estrellado en el que no se divisaba la nave de Jan, y más soldados de los que podía contar.

Kyle abrió fuego mientras sentía una sensación de decepción. Pasaron varios segundos de intensa lucha, en los que logró reducir el número de soldados enemigos, antes de que sonara el comunicador.

—¿Kyle? ¿Me recibes? —oír la voz de Jan lo llenó de una repentina y abrumadora sensación de alegría.

—Alto y claro, Jan. ¿Qué te ha retenido? —respondió Kyle, intentando disimular el alivio que sentía por escuchar la voz de su compañera.

La nave de Jan, el Cuervo Oxidado, flotó en el aire mientras disparaba ráfagas de fuego láser hacia los soldados imperiales restantes y abría la rampa ventral.

—Nada importante... tenía algunos recados que hacer, eso es todo. ¿Has conseguido lo que hemos venido a buscar? —preguntó Jan.

Kyle no perdió tiempo en utilizar el comunicador, corrió a través del patio abierto, saltó y subió por la rampa hacia la cabina de la nave.

—Sí, lo he logrado. Salgamos de aquí —dijo Kyle tan pronto como llegó a la cabina, donde Jan estaba sentada en el asiento del piloto.

Jan asintió y maniobró la nave para apartarse de la azotea. Luego, apuntó la proa hacia el cielo y aceleró. El Cuervo se alejó rápidamente de Danuta y saltó al hiperespacio, dejando atrás el complejo de investigación y sus peligros.

Habían logrado su objetivo, habían lanzado un golpe exitoso contra el Imperio. Sin embargo, ambos eran conscientes de que la lucha estaba lejos de terminar. La oscuridad seguía reuniéndose, y la amenaza de la Estrella de la Muerte aún persistía.

En medio de la oscuridad y la incertidumbre, tanto Kyle como Jan confiaban en el apoyo mutuo y en el resto de su equipo para superar los desafíos restantes. Estaban decididos a utilizar la valiosa información obtenida para ayudar a la Alianza Rebelde a derrotar a la Estrella de la Muerte y poner fin al reinado opresivo del Imperio Galáctico. Juntos, se enfrentarían a cualquier obstáculo que se les presentara en su camino hacia la libertad y la justicia.


Nota del autor

El acorazado Nueva Esperanza viene de Dark Forces: Soldado del Imperio. No quise copiar ni reescribir la escena de la reunión entre Mon Mothma y Kyle Katarn donde le asigna la misión, pero queda implícita.

Jerell viene de una aventura de rol del libro Heroes & Rogues, se lo describe como uno de los líderes de la resistencia de Ralltiir, pero implicarlo en las investigaciones rebeldes previas a la ocupación del planeta es invención mía.

Que las investigaciones en Ralltiir requerían una gran suma de dinero, obtenida en la operación de Ylesia viene de Han Solo: Amanecer Rebelde.

La infiltración de Ta'al Pierc en la Estación de Investigación de Toprawa es una extrapolación de Jedi Dawn.

La infiltración de Kyle Katarn en el Complejo de Investigación de Danuta, viene de Dark Forces: Soldado del Imperio, y del mismo juego Dark Forces, por supuesto.

Y esta fue toda la contribución oficial de Kyle Katarn a conseguir los planos de la Estrella de la Muerte... aunque lo haré aparecer de nuevo más adelante.