Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.
Solo nos pertenecen los OC.
La Pirata de los Cielos
5: La Princesa de Astraksa y Søgvinger.
― ¡Querido pueblo Astraksense! —dijo Aleksandra Volkova, su reina. Todos los aldeanos y los líderes de gremios piratas, se presentaron. ― ¡Hemos llegado a un acuerdo de alianza con Søgvinger! ―todos se alegraron ante eso, lanzaron vítores de todo tipo, aplaudieron y lanzaron flores de todas las clases, haciendo sonreír a Susanna y Aleksandra —en los próximos días, voy a casarme en sagrado matrimonio, ante las diosas lunares: Ghanoa: la diosa del amor y los amantes secretos e Yva la diosa de la traición y los asesinos; —tomó una respiración, manteniendo sus manos en el aire —y ante la tetrarquía de los dioses estrella: Ehius Señor del Fuego, Øra Señora del Agua, Razot Señor de la Tierra y Misva Señora del Aire, con Susanna Laine. —Todos celebraron esta noticia —esta misma mañana, nuestros mejores rastreadores, encontraron un rasgado en el tejido multidimensional y una niña llamada Céline Potter, ha llegado a Astraksa. Si ella así lo acepta, entonces Susanna y yo, llevaremos a cabo un antiguo ritual, para que la niña tenga nuestra sangre, siendo la princesa heredera de los tronos de Astraksa y Søgvinger —y una vez más, todos celebraron por esto.
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Dos horas después, en una lujosa habitación del castillo de Astraksa, una niña de cabello rubio y ojos verdes, despertaba lentamente.
Se confundió, al encontrarse en una habitación grande de con paredes en madera y retratos de personajes jóvenes y desconocidas para ella. Estaba arropada con las mantas más finas que su piel recordara alguna vez, haber tocado y en una cama de dosel. Se levantó de la cama y caminó a pasos lentos, hacía la ventana, para intentar descifrar en donde estaba. Al mirar por la ventana, se vio en una ciudad desconocida. — ¿Dónde diablos estoy? —susurró para sí misma.
La puerta se abrió y la niña se giró. Vio a una mujer de cabello rubio y ojos pardos, llevaba un vestido de color miel, encorsetado y caminaba junto a una mujer de cabello negro vestida con una chaquetilla azul, una camisa abotonada de color blanco y calzas negras. —Esta ciudad bastante grande está superpoblada. Se encuentra junto a un río y está construido principalmente de granito. Está defendida por un formidable ejército pirata, y su característica más destacable es la hermosa plaza central. —fueron las palabras de la mujer de cabello rubio —soy Susanna Laine, princesa heredera del reino de Søgvinger y reina por matrimonio del reino de Astraksa, el lugar en el cual estás ahora mismo, pequeña.
La niña hizo una venia. —Es un placer conocerla, Reina Susanna. —Se inclinó —nuevamente Reina...
—Aleksandra Volkova, —la pelinegra de ojos azules, no pudo evitar reírse de la pequeña rubia —pero no debes de realizar venias ante nosotras, jovencita. Una sirvienta del castillo, te encontró junto a un rio, todavía liberando magia dimensional.
— ¿Magia dimensional? —preguntó la pequeña.
— ¿Qué sabes sobre la magia? —fue la pregunta de Susanna.
La niña lo pensó. —Algo que... se suponía... —apretó los puños —se suponía, que pertenecía a los cuentos de hadas. —caminó hasta la cama, se sentó en ella y recogió sus rodillas, abrazándolas con sus brazos, mientras que la reina y la princesa consorte, la miraban —En una ocasión, tía Petunia, cansada de que yo volviera de la peluquería como si no hubiera ido, cogió unas tijeras de la cocina y me cortó el pelo casi al rape, exceptuando el flequillo, que le dejó «para ocultar la horrible cicatriz». Dudley se burló de mi como un tonto, mientras que yo pasé la noche sin dormir imaginando lo que pasaría en el colegio al día siguiente, donde ya se reían de mi ropa grande y usada por Dudley mis gafas remendadas. Sin embargo, a la mañana siguiente, descubrí al levantarme que mi cabello estaba exactamente igual que antes de que mi tía lo cortara y me castigaron, encerrándome en la alacena durante una semana, aunque intentó decirles que no podía explicar cómo le había crecido tan deprisa el pelo. —la reina y la princesa, abrieron la boca, incrédulas de que hubiera personas que trataban así a su sobrina —En otra ocasión, tía Petunia había tratado de meterme dentro de un repugnante jersey viejo de Dudley (marrón, con manchas anaranjadas). Cuanto más intentaba pasármelo por la cabeza, más pequeña se volvía la prenda, hasta que finalmente le habría sentado como un guante a una muñeca, pero no a mí. Tía Petunia creyó que debía de haberse encogido al lavarlo y, para mi gran alivio, no me castigó. Por otra parte, había tenido un problema terrible cuando me encontraron en el techo de la cocina del colegio. El grupo de Dudley me perseguía como de costumbre cuando, tanto para mi sorpresa como de los demás, me encontré sentado en la chimenea. Mis tíos recibieron una carta amenazadora de la directora del colegio, diciéndoles que yo andaba trepando por los techos del colegio. Pero lo único que yo trataba de hacer (como le grité a tío Vernon a través de la puerta de la alacena) fue saltar los grandes cubos que estaban detrás de la puerta de la cocina. Supongo que el viento me elevó en medio del salto.
—Definitivamente, has estado haciendo magia, a lo largo de tu vida, mi niña —dijo Aleksandra sonriente y con los ojos brillantes. —Una niña sin entrenamiento y con tantas situaciones curiosas, definitivamente significa, que tienes una gran cantidad de magia. Dinos algo: Céline —la niña la miró fijamente, casi sabiendo lo que le diría. Su alma se lo dijo primero, que los labios de la reina de lo que obviamente era un reino mágico, como aquel en el que ahora mismo se encontraba. — ¿te gustaría que te adoptáramos, como nuestra hija y te enseñáramos a controlar tu magia...? —más tardó la reina en decirlo, que la niña en comenzar a derramar lágrimas y asentir repetidas veces y aceptar el trato con ambas mujeres, quienes la abrazaron, con un amor y ternura, que ella jamás sintió.
— "Buscaré algo de comer para Céline" —dijo Susanna en voz baja.
— "Avisa a Mikail, que quiero a un grupo de maestros para que Céline lo sepa todo, sobre Koasefold" —pidió la pelinegra, la rubia asintió. Aleksandra la abrazó. — "Pequeño y malvado pájaro carpintero, el bosque está lleno de agujeros, has hecho otro agujero hoy ¿verdad? El enfadado dios del bosque convirtió tu pico en una cuchilla envenenada. Pobre pájaro carpintero, todos tus nidos están envenenados... toda tu comida está envenenada... Si tocas a tus amigos, todos ellos morirán también. Pobre y triste pájaro carpintero tus lágrimas envenenadas, brillan resplandecientes mientras caen por tus mejillas." —Céline no pudo evitar reírse por la macabra canción, que su nueva madre, había elegido para cantarle. Pero antes de que Aleksandra pudiera pedirle disculpas, llegaron dos sirvientes, con un banquete tal, que Céline se quedó sin respiración.
— ¿Puedo... comer esto? —Preguntó insegura.
—Todo lo que puedas comer y todo lo que quieras comer —aseguró Aleksandra de inmediato, mientras acariciaba el cabello de la niña. —Mamá Susanna, está algo ocupada.
Luego de comer, Aleksandra le presentó dos conjuntos de ropa a Céline, quien definió uno como Atuendo Pirata y otro como Atuendo Princesa, decidiéndose por el primero.
—D el Sr. Kuznetsov te enseñará ruso. De 9 a 10 el Sr. Smirnov te enseñará cosmografía. De 11 a 12 el Sr. Magomedov te enseñará matemáticas. De 1:30 a 2 el Sr. Vasilev te enseñará cartografía y geografía. De 2:30 a 3 el Sr. Novikov te enseñará política. De 3:30 a 4 el Sr. Volkov te enseñará literatura e historia. Y de 4:30 a 5 el Sr. Kozlov te enseñará esgrima y magia. Debes de recordar, mi niña —dijo Aleksandra, Céline la miró fijamente —Astraksa es el reino de la luz y de la piratería, la magia blanca predomina aquí. Cuando llegue el momento, irás a Søgvinger, con mamá Susanna, en donde te enseñarán magia oscura y las costumbres Vikingas.
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Con el pasar del tiempo, Céline prosperó entre maestros pacientes y que contestaban a sus preguntas.
Entre personas que demostraban calma y paciencia hacía ella, sabiendo ya, que estaba aprendiendo de algo que poseía, pero que nunca antes, fue entrenado o avistado.
Eran ya las 4:30 de la tarde, cuando Céline ingresó en la sala de esgrima, encontrándose con el Sr. Kozlov, en la habitación.
—La magia literalmente, forma parte de nuestros cuerpos y de nuestro ser, mi princesa —dijo el Sr. Kozlov —las varitas, báculos y anillos mágicos, son solo medios para enfocar la magia que ya habita nuestro cuerpo. Yo le enseñaré a enfocarla sin la necesidad de tales aditamentos. Aun así, quizás lo mejor, sería el portarlos —dijo su maestro, tras pensarlo un poco, mientras dejaba en la mesa, un libro —la magia de transformación, es amplia, cubriendo muchos ámbitos en ella y es lo primero que aprenderás a conjurar conmigo. Pero aun por encima de esa magia, está lo que representa a nuestro amado pueblo de Astraksa.
—La magia blanca —respondió Céline.
Y su maestro le enseñó una sonrisa. —Sanación. Protección. Creación de vida. Restauración de daños y no solo en seres vivos, sino en la naturaleza en general y de la magia misma. La magia blanca es una de las formas de magia más poderosas que existen, pero incluso sus usuarios son conscientes de que sus encantamientos y rituales pueden no ser efectivos contra los trucos sucios de la Magia Negra —luego de una larga hora de hablar sobre la magia blanca, pasaron a la hora de esgrima, aprendiendo los movimientos más básicos de desviar el arma enemiga, contraatacar y protegerse. —Las lecciones pasaron, al igual que los días, los cuales se convirtieron en semanas e incluso en meses, durante todas las clases, especialmente en las clases del maestro Volkov: —Magia blanca es el nombre que recibe la magia tradicional cuando es utilizada con buenas intenciones, por lo general para generar un bienestar propio o a otros por medio de encantamientos restauradores (curadores o reparadores), protectores, creadores (de vida y todo tipo de creación en general), y repelentes del mal. A diferencia de la magia negra, esta magia benevolente está cargada de energía positiva y emociones agradables, por ello es imposible utilizarla para afectar a otros de forma negativa, pero si para contrarrestar o deshacer casi cualquier truco malicioso provocado por la hechicería oscura; en más de una ocasión se ha visto que la bondad que poseen ciertos brujos los deja en desventaja contra seres perversos, y para acabar con ellos precisan de una forma de magia más neutral, que aunque se fortalece de emociones como la ira o la tristeza, resulta más efectiva a la hora de derrotar la magia del mal. —Céline aprendió una enorme cantidad de encantamientos de la Magia Blanca: hechizos protectores, de curación, de bendición, de fertilidad y reparación.
Su lección favorita, era alrededor de la magia, pero también se destacaba impecablemente en la esgrima pirata, acostumbrándose rápidamente a esta.
La magia blanca fue muy bien, la esgrima, tanto con Volkov, como con su madre Aleksandra, quien era implacable y en sus lecciones múltiples ella era sencillamente perfecta. Ella crecía lentamente, en un nuevo ambiente.
El aprendizaje de magia de transformación, también vino con el maestro Volkov: —La transformación es una de las formas de magia más complejas y versátiles que existen, puede ser empleada de muchas formas (por medio de hechizos, el pensamiento, o varitas) y sobre muchas cosas (objetos o seres vivos). La transformación parece tener varios niveles, desde el más bajo que permite cambiar el color de las cosas, hasta el más alto que permite transmutar un objeto o ser por completo para hacerlo parecer algo completamente diferente. Lo primero es la Preparación: El tiempo antes de lanzar el hechizo, centrándote en lo que quieres que tenga lugar; luego está la voluntad: en donde entra en juego TÚ voluntad para que cambie de forma y finalmente Poder: ¿Cuánto poder mágico te tomará o requerirá, hacerlo cambiar? —eran las palabras de su profesor, colocando ante él, el marco de una ventana —haz que la madera se vuelva metal: ¿A qué huele la madera, es liso o rugoso al tacto, como sabe? —Céline se concentró —ahora haz que cambie de color en tu mente: ya no es marrón, ahora es plateado, que se vuelva liso y frio al tacto, si conoces tu sabor, entonces úsalo. —ya era su tercer día en esa habitación. La sexta vez, que repetía la lección, tratando de lanzar este hechizo. Tratando de transformar la madera en metal —Arrójale tu magia... —Céline lanzó desde su mano, el hechizo y el marco se volvió plateado. —Buen trabajo, señorita Volkova. Muy bien trabajo.
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Luego de aprender todas las costumbres piratas y la magia blanca, así como de transformación en Astraksa, Céline fue llevada a Søgvinger, en donde aprendería las costumbres vikingas, magia oscura y su magia personal, se haría realidad allí.
