Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

Solo nos pertenecen los OC.

La Pirata de los Cielos

11: Callejón Diagon.

James estaba radiante de alegría, luego de haber recuperado a su hija. Y no tenía problema alguno, con la amiga de su hija. Al lado derecho de sus dos hijos y su invitada, había una escoba—. Cada uno al lado de una escoba. Extiendan la mano derecha sobre la escoba —les indicó James Potter calmado — y digan «arriba». —¡ARRIBA! —gritaron los tres. La escoba de Céline saltó de inmediato en sus manos, la de Alex y la de Katia, tardaron un segundo llamado en llegar. Les indicó como subirse en ellas y para asombro de Céline y Katia, eran sorprendentemente suaves. Les indicó como agarrarse para no deslizarse, al inclinarse hacia atrás, van a descender. —Al inclinarse hacia el frente a ascender y dependerá de ustedes con qué velocidad las conducirán. Basta con unas pocas inclinaciones a izquierda o derecha, para ir a un lado o al otro.

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Dumbledore se preguntó cómo debía de proceder con los eventos actuales. Y si hacer feliz a la familia Potter, devolviéndoles a Céline, fue realmente lo mejor. ¿Por qué? Porque alguien dentro del Profeta, quien tenía grandiosas habilidades Legeremánticas y para escarbar en recuerdos, encontró el recuerdo cambiado de la profesora McGonagall, revelando que, si bien ella estuvo allí, Dumbledore usó hechizos sobre la bebé Céline y luego lo hizo olvidar a Minerva.

Ante esto, catalogaron a Dumbledore como Mago Oscuro.

El Ministerio lo catalogó como el Indeseable #1 y todas las noticias que rodearon al Obscurus de Céline Potter, lo hicieron ver como si él fuera el culpable absoluto de varios desastres: ¿La estatua de Oliver Cromwell y de James II? derretidos, ¿las ventanas y cables de tensión del Puente de la Torre? Explotaron, ¿el barrio Privet Drive? Explotó. La punta de la Catedral de San Pablo se quemó (afortunadamente no hubo heridos) Cambiar los recuerdos de Minerva McGonagall y permitir que el lord de la Casa Black terminara encerrado, también fueron agregados a sus crímenes.

Dumbledore leyó una edición tras otra del Profeta, sobre los desastres de Obscurus de Céline Potter y como era culpado por todos y cada uno de ellos, además de que le llegó una carta que le notificó de una enorme pérdida de poder político, haciéndolo enfurecer aún más. — ¡MALDITOS SEAN TODOS! —el estallido de magia, era algo muy usual en niños pequeños, pero en un adulto, solo significaba cuan furioso estaba. —Ordenarles a los Potter que se ocultaran, enviar a Céline con los Dursley, dejar a Sirius en Azkaban (incluso al saber que era inocente) al final no sirve de nada, si me quitan todo mi poder. ¡Este poder que es tan necesario, para enfrentar a Voldemort! Liberé un Obscurial. Debí de haberle hecho caso a Minerva: debí de haber permitido que los Potter se llevaran a sus hijos. Debí de haberles dicho que se ocultaran en Francia y eso sería todo, hasta que los niños cumplieran once años.

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Mientras tanto en su oficina, Minerva McGonagall, frunció el ceño solo por un instante. Tenía dos cartas, listas para ser enviadas a la misma casa, pero... no estaba absolutamente contenta, con lo que leía:

Mientras que una de ellas comenzaba con un:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase,

Gran Hechicero, Jefe de Magos,

Jefe Supremo, Confederación

de Magos).

Querido señor Potter:

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Que le calentaba el corazón, la otra comenzaba de forma que le provocaba fruncir el ceño:

(...).

Querida señorita Volkova:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre.

Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Directora adjunta.

Suspirando, selló ambas cartas con cera y las mandó en una misma lechuza, al hogar de los Potter.

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El correo llegó en dos lechuzas y fue recogido por un Elfo Domestico, quien se las entregó a James, a la hora del desayuno, haciéndolo sonreír. —Estas son para ustedes, niños —les extendió las cartas. La que era para Alex, le fue arrebatara rápidamente, el sobre se volvió papel picado. Céline solo negó, como lo haría una hermana mayor y agarró delicadamente la carta, la abrió con modales y leyó su contenido.

—Entonces, ¿Cómo iremos al Callejón Diagon? —preguntó la rubia.

—Usaremos un método de transporte, llamado Flu —dijo Lily —a diferencia de la Aparición, es menos problemático y menos doloroso. Pero primero, desayunaremos —y así lo hicieron, gracias al festín de los Elfos Domésticos. Luego de desayunar, se lavaron los dientes, hicieron la digestión y partieron hacía el Callejón Diagon, mediante la chimenea y Lily agarró la bolsita de polvo verde pálido —está bien: Céline, Katia, tomen un puñado de esto. Ingresarán una por una en la chimenea y los arrojarán al suelo, luego de gritar su destino (el cual se llama "Caldero Chorreante"). Uno por uno fueron haciéndolo, hasta que solo quedó Lily. — ¡Caldero Chorreante! —Arrojó sus polvos Flú al suelo y desapareció en una llama verde, reapareciendo en el interior del negocio de Tom, moviéndose rápidamente, hacía la puerta trasera del bar, antes de ser reconocidos.

—Envié a Simpy a recoger dinero a nuestro nombre, Lily —dijo James rápidamente, haciendo sonreír a su esposa, mientras usaba magia sin varita, atrayendo la carta de Alex. —El libro reglamentario de hechizos (clase 1), Goshawk; Una historia de la magia, Bagshot... Teoría mágica, Waffling; Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch; Mil hierbas mágicas y hongos, Phyllida Spore; Filtros y pociones mágicas de Arsenius Jigger... bla, bla, bla... Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander; y Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la Autoprotección de Quentin Trimble. Todo sigue igual. Entonces: primero a que les hagan los uniformes, luego los implementos de pociones y el caldero, después el telescopio y la varita de última. Fueron donde Madame Malkin, quien los midió, para prepararles las túnicas, la capa de invierno, las faldas, las camisetas blancas, entregarles sus corbatas.

—Los alumnos también pueden traer una lechuza, un gato o un sapo. —leyó Céline y un segundo después, una sonrisa adornó su rostro. —Un gato.

—Se recuerda a los padres que a los de Primer Año no se les permite tener escobas propias. —leyó James —esto está resaltado, en tinta roja y subrayado... creo que es una indirecta demasiado directa para mí.

Como primera parada, fueron a Madame Malkin. —Hola Melody —saludó Lily sonriente —dos para Hogwarts, niño y niña.

—De inmediato, Lily —dijo Melody Malkin.

Dos cintas métricas, comenzaron a medir a los niños, altura, ancho, largo de los brazos y piernas, mientras que dos pares de grandes agujas capoteras, comenzaran a hacerles uniformes a los jóvenes.

Les dijo en cuanto tiempo estarían listos y fueron a comprar los libros en Flourish y Blotts, con Lily ordenándole a Alex que dejara el libro de:

Hechizos y contrahechizos (encante a sus amigos y confunda a sus enemigos con las más recientes venganzas: Pérdida de Cabello, Piernas de Mantequilla, Lengua Atada y más, mucho más)

del profesor Vindictus Viridian.

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—Sólo falta la varita... —dijo James sonriente, antes de notar que su hija se había detenido. Se arrodilló a su lado. — ¿Qué ocurre, Céline? —miró a su hija fijar la vista en el Callejón Knockturn haciéndole tener un escalofrío.

Ella llevó su mano a su bolsillo y extrajo la fibra de corazón de aquél dragón bicéfalo, la cual estaba flotando de forma antinatural, dentro de su recipiente. —Creo que... esto está siendo llamado. Seguramente: hacía su madera.

Lily habló, colocando una mano en el hombro de James. —Lleva a Alex donde Ollivander y nosotros veremos a donde nos intentará guiar la Fibra del Corazón de Dragón. —aunque James y Alex se miraban descontentos con la idea, obedecieron a Lily y fueron hacía la tienda de Ollivander, mientras que madre e hija atravesaban el Callejón Knocturn, alegrando a Lily de que su parada fuera en el Mercado Carkitt, en el negocio de la tienda de varitas de Gregorovitch, que era atendido por un hombre llamado Carl, quien las llevó hasta el fondo de la tienda y comenzaron a revisar madera por madera, hasta resultar en una misteriosa madera escarlata.

Carl cortó la madera y fabricó la varita, usando su propia varita mágica, hizo que la fibra de corazón del dragón bicéfalo de oro y plata, ingresara en la madera denominada como Costilla Escarlata. Una madera perteneciente a Koasefold.

Con la varita terminada y la compra hecha, fueron a reunirse con James y Alex en la Heladería Florean Fortescue.

Luego de un rico helado, fueron a casa, donde almorzaron luego de algunas horas, los niños se divirtieron, hablaron hasta bien tarde sobre sus varitas y se fueron a dormir.

Y ahora, tocaba lo más difícil para un niño de once años: esperar con impaciencia a que llegara el 1 de septiembre e ingresar en Hogwarts, siendo clasificados por siete años en alguna de las cuatro casas.

¿Qué sería?

¿Valentía Gryffindor?

¿Trabajo duro Hufflepuff?

¿Inteligencia Ravenclaw?

¿O Astucia Slytherin?