CAPÍTULO 66: EL REY DE LOS MONSTRUOS
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"¡ΚΟΛΑΣΜΈΝΕΣ ΦΛΌΓΕΣ [KOLASMÉNES FLÓGES – LLAMAS INFERNALES]!" – La titánica serpiente-barco ruge una llamarada de fuego tras arribar las costas del muy paranoico país.
"Escúchenme, débiles humanos, dejen sus armas atrás o Mare arrasara con todos… es una advertencia para que todos los civiles no salgan dañados." – Kaedes declara desde la cima de la cabeza de la serpiente marina.
Parece que los mortales reflejan a sus dioses, esa es la razón por la que múltiples misiles se dispararon desde la distancia hacia ellos.
"¡Buah! ¿Simples misiles? Está claro que estos idiotas creen que su tecnología es avanzada." – Winry se burla.
"Megumin, ellos quieren jugar con explosiones… muestrales lo que es una verdadera fuerza de fuego." – Kaedes sonríe. – "Quiero que lo hagas con todo, así que puedes usar esa magia… te repondré luego." – Él declara.
La maga de la Legión Del Enigma se emociona y mueve su báculo. – "¡Como digas, Nova!" – Ella hace resplandecer su báculo. – "Más oscuro que el negro, más sombrío que la oscuridad, combínense con mi carmesí intenso. Llegó la hora de despertar… ¡Envía toda la creación a su origen! ¡La humanidad no conoce otra técnica ofensiva más poderosa! ¡Es el ataque mágico supremo! ¡Explosión!" – Ella exclama su hechizo, creando un cañón de magia pura que disparo la magia más ofensiva que existe, consumiendo los misiles y devorando las explosiones enemigas por una aún más potente.
Megumin casi se cae por el gran poder necesario para usar dicho ataque, pero Kaedes la atrapa.
"Nada mal, esa fue una buena explosión." – Kaedes sonríe mientras energía plateada rodeaba a Megumin, recuperándose del cansancio.
"Jejeje… eso intento…" – Ella sonríe.
"Bien… ¡Todos! ¡A la carga!" – Kaedes exclama.
"¡Si, capitán!" – Todo el ejercito formado por Kaedes aceptan sus palabras y comienzan el inminente asedio a los cielos.
"Ese es el espíritu…"
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[ATLÁNTIDA]
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"Perseo Jackson…" – Un hombre mitad pez menciona, frente al monstruo-demonio.
"Tritón, supongo…" – Perseo menciona junto a Aqua. – "Muévete… hemos venido a ver a Poseidón…"
"No pasaran, monstruos… padre no necesita escuchar nada de ti."
Perseo suspira. – "Muévete…"
"No lo haré… primero acabare contigo y luego a todos esos monstruos que desataste en el reino de los mares." – Tritón declara mientras blande una caracola. – "¡Retrocede, monstruo!" – Tritón lleno sus pulmones de agua y estaba por soplar por la caracola, pero el arpón de Perseo perforo su garganta de una sola estocada.
"Te dije que te muevas…" – Perseo murmura sin mirar al heraldo de Poseidón.
Aqua mira a su hermano que se iba lentamente su vida de sus ojos. – "Parece que esas pastillas que me dio Winry si funcionan… ahora emitimos la energía de la guadaña de Cronos."
Antes de que la luz desapareciera de los ojos de Tritón desapareciera, él logro entender las palabras de la ex diosa. – (La misma energía de la guadaña de Cronos… eso significa que…)
Caminando, dejando un rastro de sangre dorada en el pasillo del castillo de la Atlántida, Perseo arrastro a Tritón hasta la entrada de la sala del trono, lanzándolo al centro de la sala.
Un gran silencio se mantuvo mientras Perseo miraba hacia su padre, Poseidón y Anfitrite.
"Manchando mi palacio con la sangre de mi hijo… realmente eres asqueroso, monstruo…" – Poseidón murmura, sin levantarse de su trono.
"Creí que la sangre de un hijo ante tu presencia era algo común…" – Perseo responde.
Poseidón mira a su lado, en especifico a Aqua. – "Y no puedo creer que te unas a él, incluso con lo inútil que eres, espere más…"
Aqua lo mira con molestia. – "¡No soy inútil! ¡Que tu sangre sea tan patética no es mi culpa! Gracias a Amaterasu-sama ya no tengo ninguna conexión contigo."
Poseidón frunce el ceño, pero sintió la mano de su esposa en él. – "Poseidón… ¿Por qué Tritón no desaparece…? Se supone que debería desaparecer para reformarse…" – La voz de Anfitrite fue muy notoria, algo que llego hasta un poco divertido para Perseo.
"¿Esta basura de carne divina…?" – Perseo pregunta, pisando la cabeza de Tritón. – "Simple… lo mate, para siempre…" – Anfitrite se paraliza mientras Poseidón se pone alerta. – "Denle un pedazo de metal a Winry y ella podrá modificar tu ADN para volverte en un arma asesina de dioses… digna de ser mi vice capitana."
"¿Pedazo de metal…? Arg… ¿Ese traidor de Hades te dio la guadaña de Cronos…?" – Poseidón cuestiona.
"Interesante que llames traidor a alguien… asesino de la conquista…" – Perseo declara.
Poseidón invoca su tridente y lo lanza, pero Perseo no quiso que Poseidón crea que puede con él con algo tan simple, si va a pelear que sea con todo.
Perseo dio un balanceo a su arpón, repeliendo el tridente con una ráfaga de agua oscura.
"Ven con todo, Poseidón… no seas un presumido que cree que ganara esto con un solo golpe…" – Perseo declara sin verlo.
"Querido…" – Anfitrite murmura.
"Yo me encargo… no será para tanto…" – Poseidón murmura.
"Aqua, ocúpate de Anfitrite…"
Aqua asiente a las palabras de Perseo. Aqua fue por mucho tiempo una diosa débil, pero gracias a Perseo y estos meses entrenando bajo alguien que realmente creía que podía ser útil la volvió fuerte. Ella espera poder ser de realmente ayuda.
"Disfrutare eliminando a uno de los errores de mi rey…" – Anfitrite declara, empuñando un tridente más fino y decorado que el de su esposo.
"¡No soy un error!" – Aqua se queja con un puchero, ella no quería ser menospreciada e iría con todo. ella siempre fue una diosa fuerte, lamentablemente su poder se basaba en curación por la que nunca fue una potencia en la batalla, pero ahora con la bendición de Amaterasu y tener todo el poder de una diosa en un cuerpo mortal, ella tenia la capacidad de enfrentar a Anfitrite, al menos eso ella quería demostrar.
Perseo camina hacia Poseidón, deteniéndose en el camino para posar su pie sobre el cuerpo moribundo de Tritón.
Poseidón vio a Perseo con seriedad, no gustándole el gesto de desprecio a su hijo.
Anfitrite paso su mirada a Perseo, muy enojada por lo que estaba haciendo el pelinegro, pero no tuvo tiempo para reclamar al ver como Perseo aplastaba la cabeza hasta hacerla estallar.
Esa fue la señal, los iracundos dioses no tuvieron tiempo de actuar por la impresión al tener a sus enemigos justo frente a ellos.
"ハティの狩猟 [HATI NO SHURYŌ – CACERÍA DE HATI]…"
"¡神の旅 [KAMI NO TABI – VIAJE DE DIOS]!"
Aqua y Perseo aparecen frente a sus enemigos, una en una ráfaga de fuego que era capa de incluso arder bajo el mar y Perseo en un vórtice de sombras mientras un tatuaje de un lobo resplandecía en su brazo.
"海坊主 [UMIBŌZU – MONJE MARINO]…" – El arpón de Perseo se multiplico múltiples veces, siendo lanzadas las réplicas hacia el sorprendido Poseidón.
"¡ゴッドブロー [GODDOBURŌ – GOLPE DE DIOS]!" – El puño de Aqua se envolvió en un incandescente puño de fuego que desintegra el agua.
A pesar de ser deidades, recibir ataques desde tan cerca junto con sus creencias arrogantes de ser intocables les hizo quedar mal, ellos recibieron el ataque.
Aqua, aplicando las clases de pelea que le dio Winry por petición de Perseo, algo que ella despreciaba, pero que apreciaba ahora mismo mucho, pudo esquivar el tridente de Anfitrite que intento defenderse, pero era imposible, Aqua estaba al rango perfecto, recordando el consejo de Winry.
'Ataca con todo desde el inicio, puede que no seas una luchadora directa, pero si estas a rango de un ataque, dalo con todo.'
"¡Ustedes quisieron quitarme a Perseo! ¡Él no les hizo nada, pero solo lloran!" – Tomando ese consejo, el puño de fuego resplandeció con más potencia y a una temperatura que incluso quemaba a la misma Aqua. – "¡Ahora soy una mortal y te venceré, diosa inútil! ¡ゴッドレクイエム [GODDOREKUIEMU – DIOS RÉQUIEM]!" – El golpe dio de lleno en el estómago de Anfitrite.
Por su parte Poseidón pudo repeler muchos de los arpones, pero no pudo hacerlo con todos, quedando perforado por tres arpones en su brazo derecho, uno en el hombro izquierdo y uno más en su pierna.
"Patético… ya veo porque atacan de espaldas a los demás…" – Perseo declara al ver al dios de los mares arrodillarse en una pierna. Viendo a un lado, pudo observar a Anfitrite ser mandada hasta una de las paredes del palacio, desintegrando toda el agua en el camino, golpeando en seco y caer el estómago con quemaduras de alto nivel.
"¡Anfitrite!" – Poseidón exclama sin creer el resultado del intercambio de ataques.
"Poseidón, esto es lo que pasara…" – Las preocupaciones del rey del mar se detuvieron cuando sintió una cuchilla en su garganta, era el arpón de Perseo. – "Te levantaras, pelearas contra mí con todo y sin esta patética habilidad que demuestras… y espero que recuerdes que aún no te he matado únicamente porque quiero… no hay respeto o preocupación por ser tu hijo, simplemente quiero matarte en un combate real."
"Tú… maldito…" – Poseidón gruñe, viendo de reojo con una casi incontenible ira.
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[LUGAR DESCONOCIDO]
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"¡¿Por qué está vivo?!" – Cloto grita en pánico mientras busca en un sin fin de tumultos de hilos enredados entre sí.
"¡No lo sé!" – Láquesis ayuda a su hermana a buscar entre los hilos.
"¡Cortamos su hilo! ¡Forzamos su destino a morir, pero vive! ¡¿Cómo es que vive esa maldita profecía rota?!" – Átropos deja caer sus tijeras, ella ya no tenia idea de a donde se dirigen las acciones de Nova y toda su tripulación, pero esto es serio.
"No puede ser, es como cuando el hijo de la luna se arrancó del destino, pero es aún peor… realmente ya ni hay hilo… no tiene un final…" – Láquesis cae al suelo, con sus arrugadas manos enredadas con los hilos del destino.
"Tranquilas, podremos seguir… es solo un problema, Poseidón podrá contra él, es un dios contra un mortal, no hay oportunidad para ese monstruo." – Átropos declara con seguridad.
"¿Y si no es así…?" – Cloto pregunta, siendo vista por sus hermanas. – "¿Y si logra vencerlo…?" – Ella reformulo la pregunta.
"Cloto, no menosprecies a los dioses, ellos podrán con unos simples mortales." – Átropos responde con seguridad.
"¡Ese es el problema!" – Cloto grita, sorprendiendo a sus hermanas.
"¿Qué quieres decir…?" – Láquesis pregunta con su preocupación aumentando continuamente.
"Nosotras los vemos como simples mortales…" – Cloto declara. – "No lo son… ellos no son simples desde que se unieron a ese hijo de Artemisa. Cada uno de ellos se volvió en alguien fuera del destino, intocables para nosotras a menos que nos concentremos en ello… Perseo Jackson no es humano, es un monstruo… lo que cortamos no fue su vida, fue lo único de humanidad que quedaba en él…"
Comprendiendo hacia donde se dirigían las palabras de Cloto, sus hermanas se dieron cuenta, Perseo Jackson no se salió del destino, ellas lo hicieron, ellas crearon a un ser que no tiene ni siquiera el destino de la muerte.
Átropos mira a sus hermanas con alarma. – "¡Artemisa! ¡Vamos por ella, es un peligro! ¡No me importa si sacrifican todas las vidas de este panteón o si la desvanecen! ¡No debe llegar nadie a ella!"
Átropos no podía ver el futuro tras tantos caminos hechos pro Kaedes y ahora Perseo, destruyeron su visión, pero con su conocimiento pudo darse una idea, en especial al ver a Kurama alejarse del grupo de piratas en una dirección que ella reconoció.
¡El Kyūbi no debe llegar al Tártaro!
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[CON LOS NOVA]
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"¡Mare-kun, dame una mano!" – Satus exclama, lanzando una nube de gas rosa.
"Voy…" – La gran serpiente marina se deshace en carne tras que todos sus nakamas salieran del barco, la gran serpiente se volvió en un pequeño niño un poco más bajo que Satus vistiendo un manto naranja rasgado y manchado un poco con sangre, ocultando su rostro y todo su cuerpo. – "Vamos, Sa-chan."
"¡Si!" – Satus salta a su lado, lista para la explosión entrante, envolviendo su mano en chispas de pirotecnia. – "¡ΣΟΎΠΕΡ ΩΡΑΊΑ ΜΠΟΎΜΑ [SOÚPER ORAÍA BOÚMA – SUPER BUEN BOOM]!"
El manto de Mare se abrió, mostrando madera podrida y pedazos de metal que tomaban la forma de un cañón de acero sostenido por cuerdas al cuerpo del pequeño niño. – "¡ΣΡΆΠΝΕΛ ΦΙΔΙΟΎ [SRÁPNEL FIDIOÚ – METRALLA DE SERPIENTE]!"
El proyectil de fuego lanzado por Satus provoco una explosión en cadena que consumió a varios enemigos mientras que del cañón de Mare se disparo una bala de acero que al colisionar estallo en metralla que se volvió en serpientes, listas para envenenar a sus enemigos con un veneno que replica el sentimiento de ser quemado por el infierno.
"¡Vamos!" – Satus anima mientras la legión de las manzanas acarameladas corre de frente a sus oponentes.
"Estoy tan orgulloso de su progreso que podría llorar…" – Katakuri declara, conteniendo las lágrimas, negándose a mostrar debilidad.
"Te entiendo…" – Kaedes asiente con orgullo.
"Ya, ya… ella está creciendo…" – Wiz anima a su pareja para que no llore al ver a su pequeña ya siendo una gran genocida.
"¡¿Ahora qué, Capitán?!" – Dipper pregunta, invirtiendo el rostro de un monstruo que se lanzó a él.
"Simple… ¡Un ataque frontal!" – Kaedes declara con una gran sonrisa.
"¡Si, capitán!"
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[CAMPAMENTO MESTIZO]
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"¿Lista, Annabeth…?" – Grover pregunta, acercándose hasta la rubia.
"No sé porque lo preguntas si aún no están ni cerca…" – Annabeth declara, sacando su daga, mirándola un momento recordando que fue la que uso para apuñalar a Perseo. Ella logro escapar de las cazadoras, dando su ultimo paradero, pero lamentablemente seguían escapando de los dioses. – "Lo que sea a lo que vengan, las bestias enviadas por los dioses acabaran con esos demonios…"
Grover mira a Annabeth con preocupación y un poco de desaprobación.
"Vamos, necesitamos prepararnos en caso de que logren llegar hasta aquí…" – Annabeth declara, saliendo del lugar.
"Annie… estas tan equivocada…" – Grover murmura con pena. Las preocupaciones de Grover se detuvieron al instante que el suelo comenzó a temblar, sorprendiéndolo. – "¿Eh? Pero los desastres naturales no deberían afectar al campamento…"
El salió corriendo, viendo a los lados a los campistas que estaban en proceso de preparación para el combate, ver al cielo. Para sorpresa del sátiro, el cielo parecía estar quebrandose.
"Imposible…"
"La… la barrera del campamento…"
Grover vio a los campistas ver la barrera que envolvía al campamento agrietarse como si fuera un frágil cristal, provocando un nuevo temblor en toda la zona.
"¡¿Qué está sucediendo?!" – Annabeth grita, quitándole unos binoculares a un hijo de Hermes. – "¿Qué es eso…? ¿Una persona…?"
A la lejanía Annabeth podía ver una silueta, una mujer si las curvas le daban una idea, pero no la reconocía, lo único que vio fue un tatuaje rojo en su cuello.
"¡¿Una persona volando?! ¡¿Esta sobre un Pegaso o algo?!" – Grover grita mientras intenta caminar sin tropezarse por el impresionante poder de la persona que los atacaba.
"No… ¡Debe ser uno de esos demonios!" – Annabeth gruñe.
Antes de que Annabeth pueda dar alguna orden a los campistas, la barrera se quebró, haciendo se añicos en millones de pequeños pedazos. Tras la destrucción de la barrera, un potente viento violáceo hizo que cada campista se cubriera como pudiese.
"Annabeth Chase…" – Una voz llamo a la semidiosa rubia, demostrando ser Merlín. – "Es gratificante por fin poder conocerte…"
(¿Quién es ella…?) – Annabeth mira el cuerpo de la maga, notando que mostraba mucha carne. – "Uh… ¿Qué quieres…? ¿Dónde está el que rompió la barrera…?"
Merlín alza su ceja. – "Perseo tenía razón, solo piensas a partir de lo que vez… ¿Qué clase de descendiente de la sabiduría eres…?"
Annabeth se enojaría por las palabras de la maga, pero lo que la hizo ver en rojo era escuchar el nombre de Perseo. – "Entonces él fue… ¡¿Dónde está ese monstruo?!"
"Que carácter. No entiendo que vio Perseo en ti… tan poca clase." – Merlín declara.
"¡No me hable de clase, demonio!" – Annabeth desenvaina su daga.
Merlín niega. – "Obstinada a lo que vez y ciega a la verdad… yo destruí esa pobre barrera, es notorio el hecho de que los dioses ni siquiera intentaron protegerlos realmente…"
Annabeth se quedo paralizada, ella no creyó que esta mujer podría lograrlo, parecía ser tan bella y pulcra que no podía verla como una fuerza en tener en cuenta.
Merlín vio a Quirón galopar rápidamente hacia ella, el hombre caballo estaba claramente preocupado por lo sucedido.
"¿Merlín…? ¿Qué hace aquí la mayor hechicera…?" – Quirón cuestiona con nervios, la mujer frente a ellos rozaba los niveles de un dios menos.
Los campistas vieron a la mujer con preocupación por su titulo y por el claro temor de Quirón hacia ella.
"Vine a pedir su rendición…" – Merlín declara, sorprendiendo a todos por tal petición.
"Pe… ¿Perdón…?" – Quirón pregunta con sorpresa.
"Mi prometido, Perseo Jackson no desprecia a todos, reconoce que los campistas no lo traicionaron… quiere que no se derrame sangre inocente por la pelea de los dioses." – Merlín declara.
Todos no podían creer que escucharían tal nombre y mucho menos la relación con la maga, se suponía que él había muerto a manos de Poseidón.
"¿Percy…?" – Grover se pregunta.
Merlín mira al sátiro, asustándolo. – "No lo llames por un apodo, él lo odia."
"¡No traicionaremos a los dioses! ¡No nos rendiremos ante una batalla ganada!" – Annabeth grita, lista para atacar a Merlín.
"Uh…" – Merlín mira a sus lados, notando que los campistas no parecían retroceder. – "Ah… los semidioses siempre tan obstinados…" – Ella niega. – "Bueno, no hay otra opción…" – Ella chasquea sus dedos. – "Recuerden, no vayan a matar, solo incapacitar…"
Desde detrás de Merlín en el bosque salían una multitud de sombras. Garras, pelaje, colmillos y ojos bestiales, lo que estaba llegando al campamento era una legión de monstruos.
"Le… le… le… ¡León de Nemea!" – Un campista grita en pánico.
"¿La hidra…?"
"¡¿La tres gorgonas porque están aquí?! ¡¿No se habían desvanecido?!"
"¡¿Esa es la esfinge?!"
"¡La quimera!"
Todos los monstruos que pudieron imaginar los campistas aparecieron, listas para el combate entrante, un ejercito de bestias, eran la legión de los monstruos.
"¿Qué te parece…? Puede ser que ustedes creen que los dioses pueden manipular a algunas de estas bestias para usarlas, pero ninguno es visto como su rey… Perseo es el rey de los monstruos y por ende, todos ellos son leales a él." – Merlín sonríe. – "A menos que los dioses bajen a ayudarlos, no podrán hacer nada."
"¡Baaaaark!" – Un eructo interrumpió el incomodo silencio. Entrando a la zona era Dionisio. – "¿Sabes…? No me agradan estos mocosos, pero si se mueren los soldados padre no dejara de quejarse conmigo…"
"El dios del vino, debo suponer…" – Merlín adivina.
"Eso mismo primor…" – Dionisio declara, rascándose el estómago. – "Ahora, ríndete… se dice que eres fuerte, pero no podrías contra un olímpico."
"Uh… muy cierto." – Las palabras de Merlín aliviaron a los semidioses, creyendo que por fin Dionisio estaba de su lado. – "Por eso lo traje a él…" – Ella señala atrás de ella.
Todos vieron hacia la dirección señalada, mostrando una gigantesca sombra que salía del bosque, un ser que emitía un aura tan poderosa que hacía temblar del miedo a cada ser a su alrededor, una entidad de tal poder solo podía ser…
"¡Hola!" – Luffy saluda animadamente, siendo una imagen decepcionante para todos los campistas, aunque se aliviaban, era solo un chico muy raro.
"¿Enserio…? Nunca vi un desenlace tan patético desde que Adonis murió por un jabalí…" – Dionisio declara con indiferencia. – "Entonces… ¿Qué hará ese mocoso con cara de idio…?" – Antes de que terminara de hablar, un puño se estrello contra su rostro, sintiendo el impacto como si su cabeza hubiera sido atravesada… lo cual seria muy acertado ya que para la perspectiva de los demás, el puño de Luffy estiro la cabeza del mismo Dionisio, pareciendo que haya sido perforado.
"Shishishishi… simple… ¡Te pateare el trasero!" – Luffy sonríe alegremente mientras su cabello se tornaba de un color blanco y sus ojos rojos.
Todos los capistas estaban en absoluto silencio, ellos no podían esperar una situación como esta, un dios acaba de ser mandado a volar si mucho esfuerzo.
"Chase-san…" – Merlín llama la atención de Annabeth. – "Espero que no seas una molestia, porque yo voy por ti…"
Definitivamente Annabeth no era feliz en este momento, en absoluto.
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[CON KURAMA]
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"¿Por qué me necesitas…?" – Zoro cuestiona al ser llevado junto a Sanji, Perona, Kaido y sus tres calamidades.
"¿Y será peligroso?" – Kaido pregunta con emoción.
"Lo será…" – Kurama sonríe.
"¡Alto, monstruos!" – Un hombre exclama.
"¿Y esos…?" – Josuke cuestiona, no sentía mucho peligro de su objetivo.
"Semidioses adultos… supongo que los dioses creen que sus soldados realmente son fuertes…" – Kurama declara con simpleza.
"El verdadero combate aun no llega." – Trunks menciona.
"Cierto…" – Kurama asiente. – "¡Legión de los oradores demoniacos, síganme a mi cacería al Inframundo!" – Él ordena, haciendo que toda su legión de demonios grite con fuerza.
"Lo siento Elizabeth… tengo que ir…" – Meliodas declara con tristeza.
"Tranquilo, ve a hacer tu deber, mi amor…" – Elizabeth se despide, acercándose a darle un beso de despedida.
"¡Deja de hacer una escena de despedida de soldado que va a la guerra y mueve tu demoniaco trasero hasta aquí!" – Kurama ruge, interrumpiendo el beso.
"Volveré…"
"Está bien." – Elizabeth sonríe alegremente mientras Meliodas se va corriendo hasta su legión. – "¡Vuelve con bien, mi guerrero!" – Ella se despide mientras mueve un pañuelo.
"¡Que lo dejen!" – Kurama se queja mientras Zeldris se palmea el rostro.
"No puedo creer que lo hayas hecho…" – Zeldris murmura con molestia.
"Jijiji… creo que eso es peor para ti, Gelda parece enojada de que no lo hayas hecho tambien…" – Meliodas señala a la claramente enojada con Zeldris.
"¿Por qué…?" – Zeldris se pregunta sin entender el punto de la ira de su pareja.
"¡Umi, tu tambien ven!" – Kurama exclama.
"¡Pero jī-chan, nos estábamos divirtiendo!" – Satus se queja.
"Y no me llamo así…" – Mare declara con una mirada inexpresiva.
"¡Sin peros! ¡iras junto a Shouko, él plan necesita al leviatán!" – Kurama declara con seguridad.
"No soy el leviatán, usaron una fruta para replicar al leviatán al convertir a un klabautermann, el espíritu del barco, en demonio…" – Mare aclara.
"¡No me importa, te llevare!" – Kurama declara, lanzando un látigo de fuego que se lleva al niño encapuchado, él no se quemó, tiene una extrema resistencia al fuego.
"¡Ma-kun!" – Satus se lamenta mientras el niño leviatán se iba de la forma más indiferente posible.
"¡Miren, es la nieta de Artemisa!" – Un grupo de monstruos corrieron en dirección de Satus, pero fueron rápidamente aplastados por un ejercito de soldados muy musculosos.
"¡Al Olimpo!" – Clarisse señala con su lanza mientras era llevada en una carroza tirada por sus guerreros.
"Clarisse… el Olimpo esta por allá…" – Dipper señala hacia atrás de él.
Clarisse y sus guerreros se quedaron callados un momento – "¡Al olimpo!" – Ellos volvieron a la carga, pero ahora hacia el lado opuesto y volviendo a aplastar a los monstruos que iban tras Satus.
"Ya, ya… ¿Qué tal si vamos junto a Phoebe? Ella encontró el rastro de las cazadoras, iremos tras Hércules." – Wiz le soba la cabeza a su hija.
"Snif… está bien…" – Satus se limpias sus lágrimas.
Shouko atrapo a Mare que fue lanzado por Kurama y se lo lleva volando gracias a Kukkī mientras una multitud de animales absurdamente más grandes de lo normal y dragones con sus jinetes los seguían.
"No puedo creer que sigamos a estos locos." – Astrid declara.
"Bueno, son muy persuasivos." – Hipo se encoge de hombros.
"Shouko te quedo mirando 10 minutos en completo silencio y te pusiste nervioso." – Astrid recuerda exactamente la situación.
"¡Fue intimidante! Realmente es espeluznante como te mira con esos ojos de desprecio absoluto…" – Hipo tuvo un escalofrió.
"Estas montando un dragón…"
"¡Es diferente!"
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[EN UNA MANSIÓN LUJOSA]
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"Señor… ¿No deberíamos evacuar como todos los demás en el país…?" – Un mayordomo pregunta mientras lleva una charola con una llave en el centro del disco de plata.
"No…" – El hombre se pone una camisa negra sin mangas. – "Lo recuerdo todo… es como en el pasado, tanto tiempo atrás…"
El mayordomo pareció confundido, dudaba que su jefe haya estado en alguna guerra o algo parecido.
"Están dañando a la familia y tengo que cambiar eso." – El hombre toma las llaves y se monta en un auto negro. – "Si quieres evacua, pero yo me quedare…" – El hombre enciende el motor del auto. Haciendo resonar el motor con una gran fuerza, arranco y se fue rápidamente hacia su objetivo. – "Es momento la reconquista…"
"Señor…" – El mayordomo murmura al ver a su jefe irse rápidamente en medio de ese caos que era el ataque de los Nova.
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[CON EL GRUPO DE KAEDES]
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"¡Quítense del camino!" – Kaedes exclama mientras corta en pedazos a los monstruos y semidioses en su camino.
"No entiendo, ¿No se supone que los semidioses no viven tanto…?" – Dipper pregunta al recordar que siempre se decía que los semidioses nunca tenían finales felices.
"Es una exageración para hacer que los semidioses manipulables luchen por los dioses, digo, ¿De dónde crees que vienen los legados?" – Kaedes se encoge de hombros.
"Buen punto…" – Dipper tuvo que asentir levemente.
"¡Capitán, estamos llegando a New York! ¡Ya veo la entrada al Olimpo!" – Trunks exclama mientras aparta a las legiones de enemigos.
"¡Ah! ¡¿Dónde está Hati?! ¡Se supone que se encargaría de los molestos monstruos!" – Mabel se queja mientras monta a Pato que disparaba rayos láser desde su boca.
"Son muchos monstruos, no creo que sea fácil domar a todos." – Josuke menciona.
"Me pregunto cómo lo hará…" – Winry murmura.
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[CON HATI]
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Hati, hermano de Sköll e hijo de Fenrir. Él estaba destinado, junto a su hermano, a devorar a los dioses del soy y la luna nórdicos, volviéndose en el preludio del ragnarök, el fin del mundo en la mitología Nórdica. Él actualmente estaba volviendo a los monstruos de su lado a la fuerza…
"¡Hazlo!" – Un hombre con el pecho descubierto y piel de lobo sobre él exclama, él tenia la mitad de su rostro cubierta por la cabeza del lobo. – "¡Solo hazlo! No dejes que tus sueños sean solo sueños. Ayer dijiste que mañana lo harías, entonces… ¡Solo hazlo! Haz que tus sueños se hagan realidad. Solo…" – El hombre se contuvo, casi como si la inspiración de sus palabras no pudiese ser contenidas en su ser. – "¡Hazlo!" – Camino un par de pasos, viendo a sus objetivos de que les llegara el mensaje. – "Algunas personas sueñan en el éxito mientras tu despiertas y trabajas duro… nada es imposible…" – Comenzó a respirar con dificultad por los gritos que ha dado. – "Debes de alcanzar el punto donde cualquier otra persona renuncia y no puedes detenerte ahí. ¡No! ¿Qué estas esperando? ¡Hazlo! Solo… ¡Hazlo!" – Nuevamente incapaz de expresar su emoción, dio una pausa. – "Si, tú puedes. ¡Solo hazlo! Si estas cansado de volver a empezar deja de renunciar…"
Una multitud de monstruos estaban sentados en sillas de plástico, algunas más grandes que otras, pero todos atendían con miradas impresionadas.
"¿Saben? Siempre he escuchado a muchos decir: ¡Ahí viene el León de Nemea...!" – Él gran león loro mientras cubría su rostro con una de sus garras. Un perro del infierno le dio un par de palmaditas para tomar fuerzas. – "Gra… gracias… él problema es que si siquiera intentan conocerme… ¿Por qué me tratan así…?"
"Te comprendo…" – Una furia asiente. – "Solo ven a esta piel arrugada y todos se alejan de mi… quiero un romance, como el que tiene el señor Hades con la señora Perséfone."
"Todos nos han tratado tan mal…" – La hidra niega con pena.
"Tranquilo hermano…" – La cerda de Clazmonia intenta calmar al león de Nemea, su hermano directo por muy raro que parezca.
"Y por eso les hablo. Yo creo en cosas… en los monstruos, en la libertad y en la mon-libertad." – Hati declara.
"Viejo… dice exactamente lo que quiero ver…" – Un ciclope era incapaz de dejar de llorar mientras abraza a un minotauro y a una arpía, casi dejándolos sin aire.
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[CON EL GRUPO DE KAEDES]
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"Meh… supongo que me mantendré con la duda de como logra unirá a los monstruos de nuestro lado." – Winry se encoge de hombros.
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[ATLÁNTIDA]
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La colisión de arpón y tridente hizo que el agua marina se ondulara continuamente con letales cuchillas a presión que cortaban todo a su paso.
Poseidón estaba claramente enojado, Aqua, la hija que considero una basura logro dañar a su esposa, él nunca creyó posible que esa inútil lo haya logrado. Aunque lo que más lo molestaba era que Perseo no parecía estar asombrado por sus movimientos, ni siquiera parecían afectarle.
"¿Eso es todo del dios de los mares…? Supongo que Cronos era un debilucho…"
Eso fue todo, ahora Poseidón estaba más que enojado, lanzando cada estocada con mayor fuerza y furia.
Aqua solo vio el intercambio, pero trato de no desconcentrarse con Anfitrite, ella perdía el enfoque muy rápidamente. Aqua se sobo la mano, realmente ese fuego era muy potente, tanto que su propia mano se quemó un poco.
El dolor de las quemaduras en Aqua se detuvo cuando tuvo que esquivar un tridente en su dirección, siendo Anfitrite que la trato de empalar.
"Maldita bastarda…" – Anfitrite gruñe mientras era detenida por un bastón blanco adornado con una gran flor rosa en su punta.
"No me importa, prefiero a Susanoo…" – Aqua sonríe mientras retrocede ligeramente, Anfitrite no es la más fuerte, pero Aqua dejo de ser una diosa, por mucho que tuviera la potencia de una diosa, había una diferencia entre un mortal y una deidad que nunca se podrá igualar.
El agua impulso a Anfitrite a un lado, moviéndola rápidamente a las espaldas de Aqua, lista para lanzar su tridente.
(Su dominio…) – Aqua se preocupa, pero emite una llamarada que envuelve su cuerpo, que desintegra el agua.
Perseo se vio obligado a nadar lejos de Poseidón cuando el agua se arremolino como si fuera un remolino de cuchillas. Apenas evitando el ataque, Perseo obtuvo un ligero corte en su pecho, dejando que la sangre se disperse en el agua.
Perseo salto hacia atrás, evitando nuevamente el tridente de Poseidón, chocando espaldas con Aqua, viendo a sus enemigos respectivamente. – "El agua será un problema."
"No puedo creer que llegaría el día en el que el agua seria mi enemigo…" – Aqua se lamenta.
"¿Qué harás, monstruo…? ¿Fulminar el mar?" – Poseidón se burla.
Perseo únicamente lo mira con unos ojos tan muertos como un pescado en una pescadería. – "De hecho… lady Hestia me lo enseño…" – Perseo declara mientras un aura roja envolvía su puño, generando un tatuaje de un cordero en la mitad de su rostro.
Poseidón retrocedió al ver el rostro de Perseo que se llenaba de escamas rojas junto a un cuerno de cordero que sobre salía de su cabeza.
"¿Te enseño algo…?" – Poseidón se preocupó, aprender una técnica de Hestia no era bueno, puede ser pacifista, pero ella era realmente muy fuerte.
"Nada muy importante…" – Perseo murmura mientras Anfitrite le lanza su tridente, siendo detenido por Aqua. – "Gracias…" – Perseo le asiente a Aqua.
"Para eso estoy." – Aqua se golpea levemente la cabeza con su puño en un gesto juguetón.
Perseo alza sus brazos mientras entrelaza sus dedos en una forma de mazo con sus manos. – "Bien… siendo sincero lady Hestia no me enseño nada…" – Las palabras de Perseo aliviaron a Poseidón. – "Lo deduje solo." – Con un golpe de mazo, una gran subida al calor del agua envolvió toda la Atlántida. – "セカンドビースト [SEKANDO BĪSUTO – SEGUNDA BESTIA]…" – En una potente ola de calor, toda la Atlántida se quedó seca, dejando un gran agujero de agua hasta el castillo submarino, siendo tocando directamente por el exterior, algo imposible para muchos.
"¡¿Qué es esto?!" – Anfitrite entro en pánico al sentir el infernal calor.
"El calor de la segunda bestia, el falso profeta del panteón Bíblico." – Perseo declara con tranquilidad.
"¡Ahora, lord Hades!" – Aqua exclama, aprovechando que los dioses marinos estaban sorprendidos de la revelación dada por Perseo.
"¡¿Hades?!" – Poseidón mira al cielo, viendo a su hermano caminar al fino del agujero del agua que se mantenía aun por el calor emitido de Perseo.
"Parece que no necesitaba preocuparme… ellos pueden contra ti…" – Hades declara para invocar una lanza desde la oscuridad. – "Es hora de que igualen el campo." – Dando un golpe en el mar con su lanza provoco que gigantescos muros de tierra subieran para contener el agua del mar y no sea capaz de llegar a Poseidón.
"¡¿Qué haces?! ¡¿Por qué traicionas al Olimpo?!" – Poseidón reclama.
"¿Aun se lo pregunta…?" – Hades murmura mientras se iba, ignorando a Poseidón.
"Me preocupan…" – Hestia murmura junto a Hades.
"Estarán bien, solo dirígete a un lugar seguro, sé que no te gusta el conflicto…" – Hades declara mientras mira al horizonte.
"¡Te dije que esta vez no retrocedería!" – Hestia se queja.
"Bien… ah… igual debes irte, otros te necesitaran más." – Hades responde, confundiendo a Hestia. – "Océano se dirige hasta aquí ya que su hijita está siendo lastimada… yo me encargare de él."
"¡¿De qué hablas?! ¡Te enfrentaste a Titanes, pero Océano no es una broma!" – Hestia intento hacer entrar en razón a su hermano.
Hades la detiene, golpeando ligeramente su nariz, haciéndola estornudar como gatito. – "No… te necesitan aun en otro lugar, aquí, hay pocos enemigos, lo que habrá en el Olimpo será un peligro."
Hestia intento reclamar, pero cada una de sus palaras no parecían salir de su boca, ella bajo la cabeza con tristeza, comenzando a desaparecer en fuego.
"Solo cuídate…" – Hestia pide con preocupación.
"Está bien… Perséfone encontraría la forma de devolverme incluso si me desvanezco…" – Hades murmura mientras su hermana logra dar unas cuantas risas por su comentario.
"¡Jaja! ¡Te quemare viva, madrastra!"
"¡No soy madrastra de nadie!"
Hades logro escuchar los gritos de guerra de Aqua y las quejas de Anfitrite. Aqua intento alcanzar un tono de villana épica, pero solo parecía una villana actuada por un niño de cinco años, Hades supuso que ese nivel de maldad no le salía natural.
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[CON EL GRUPO DE SHOUKO]
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La silenciosa Shouko era llevada por Kukkī junto a Mare a una gran velocidad.
"¡¿Qué tan lejos estamos, Shouko?!" – Hipo pregunta mientras sobrevuela todo el lugar junto a Chimuelo y varios dragones junto a sus jinetes.
Shouko hace una señal con las manos que le hizo entender que faltaba poco, aunque él hubiera preferido una respuesta más verbal.
"Tranquilo Hipo, tenemos buen tiempo." – Patán declara con tranquilidad.
Hipo vio de reojo a su compañero jinete. – "Chimuelo prefiere terminar con todo rápido, ya sabes, un furia nocturna no le agrada ser visto."
"¡Hum!" – Shouko chilla, deteniendo a Kukkī de su trayectoria original, evitando una ráfaga de viento y llamando la atención de los dragones aliados. Frente a ellos estaban cuatro seres, cada uno con trajes que para Shouko los hacia parecer hombres del clima, aunque sus alas ligeramente purpureas les daban cierta llamada de atención.
"¿Dragones? Bueno, realmente interesante, pero nada que no podamos eliminar…" – Uno de los hombres declara.
"¿Y ustedes son?" – Hipo cuestiona.
"Claro, mortales. Yo soy Bóreas, el viento del norte y estos son mis hermanos, Céfiro, Noto y Euro." – El ahora conocido como Bóreas declara con tranquilidad.
"Los dioses de los cuatro vientos…" – Mare murmura al recordar haber leído sobre ellos.
Shouko miro a su alrededor, eran solo los cuatro contra ellos, tal vez los dioses no creían que sería necesario más, bueno, son dioses al final del día, es imposible considerar que un mortal los venza. Ella logro escuchar a Kukkī gruñir, parece que el dragón se vio insultado por no ser considerado como un objetivo real.
"No planeamos tomar mucho de tiempo en esto, nada personal mortales, solo en la orden del señor Zeus." – Bóreas declara, generando un vórtice de viento en dirección de sus enemigos.
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[CON EL GRUPO DE WIZ]
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"¿Quién fue…?" – Phoebe exige mientras toma a una mal herida cazadora.
La cazadora hace una mueca, ella estaba vendada al igual que sus hermanas de caza. – "Hércules… él no ha dejado de seguirnos… ah… incluso con la ayuda de lord Hades no hemos podido escapar de todos sus ataques…"
Phoebe tuvo que contener su ira al escuchar ese nombre. – "Ese bastardo…"
Wiz vio a Phoebe, claramente estaba enojada, no es que la culpe, la misma Wiz estaba molesta, aunque nunca conoció a Zoë, ella llego a hablar con ella por medio de un den-den mushi, después de todo Wiz es la pareja de su hermanito. Wiz estaba muy enojada y lista para congelar a ese idiota de Hércules hasta que sea una estatua de hielo.
"Tías…" – Satus murmura mientras toma de la mano a una cazadora que tenía uno de sus brazos vendado y atado para sostenerlo, dejando en claro que está roto.
"Está bien, Sa-chan… estamos bien…" – La cazadora le sonríe a la niña, intentando contener su dolor.
"¿Phoebe…?" – Wiz cuestiona al notar que Phoebe parecía inquieta.
"Él está cerca…" – Phoebe declara.
"Sa-chan, debes quedarte, mantén a las cazadoras seguras." – Wiz declara.
"¡Pero kā-chan!" – Satus exclama al escuchar que no se uniría al combate contra Hércules.
"¡Pero nada! Sé que quieres vengar a Zoë, pero aun ere muy pequeña para enfrentarte a algo como un dios." – Wiz declara, sin pensar en retroceder a su elección de ninguna forma.
Satus estaba haciendo pucheros, ella no quería ser la que se quede atrás. – "¡No lo haré! ¡Soy una Nova y una Nova nuca sigue las reglas!".
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[CINCO SEGUNDOS DESPUÉS]
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"¿Por qué…? Snif… snif…" – Satus llora con sus mejillas hinchadas y rojas como manzanas mientras su cuerpo estaba congelado en un árbol.
"Nunca creí que le alzarías la mano…" – Phoebe murmura.
"A veces necesitas ser firme." – Wiz declara con seguridad, aunque estaba llorando de arrepentimiento en su interior.
"¿Vamos?" – Phoebe pregunta y Wiz asiente, ellas se dirigirían a su oponente e intentarían alejarlo lo más posible de las malheridas cazadoras.
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[CON EL GRUPO DE KAEDES]
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"¡Asedio al Olimpo!" – Kaedes levanta la Kubikiribōchō con una sola mano mientras una infinita cantidad de monstruos, demonios y bestias entraban en la ahora aterrorizada ciudad de New York.
"¡Con todo!" – Clarisse anima, cortando entre los enemigos entrantes.
"Parece que lograron neutralizar a los semidioses, ahora solo quedan monstruos que aún no han sido vueltos a nuestro lado." – Trunks menciona.
"Igual, se llevarán nuestras fuerzas, e mejor ir directamente a nuestro objetivo." – Dipper señala.
"Cierto…" – Kaedes asiente, abriendo sus alas duales, las plumas de un blanco puro y las escamas negras como la noche se dejaron ver. – "Es hora de la entrada…" – Kaedes sonríe.
"Jejeje… esa es la mejor parte." – Izuku declara, saltando hasta Mabel para que lo lleve con Pato.
"No lo confundas…" – Josuke le advierte a Trunks que se sube a su espalda.
"Tranquilo, realmente intentare ignorar al único soltero descontando a Beldia en el barco que esta ahora mismo sobre mi espalda." – Trunks se burla.
"¡Que no lo confundas!" – Josuke se queja mientras Trunks se ríe sin parar.
"¡Aquí vamos!" – Clarisse exclama emocionada, saltando a Kaedes para que la lleve entre sus brazos.
"¿Por qué te llevo si sabes volar…?" – Kaedes cuestiona.
"Solo llévame." – Clarisse se cruza de brazos, haciendo que Kaedes se encoja de hombros.
"¡Oigan! ¡Yo no puedo volar!" – Antes de que Beldia pudiera terminar de quejarse, un alambre de metal lo envolvió, proviniendo de Winry que volaba gracias a unos propulsores.
"Listo, ahora sin quejas." – Winry sonríe ante la atemorizada mirada de Beldia.
"¡Ustedes encárguense de aquí abajo!" – Kaedes ordena a los soldados de cada una de sus legiones.
Unas veloces manchas fueron cortando cabezas de monstruos sucesivamente. – "¡Déjalo a nosotros!" – Ling sonríe mientras Lan Fan asentía.
"¡Solo déjaselo al jefe!" – Un hombre exclama.
"Si, ese es Greed, logro escapar del cuerpo de Ling, escapando del papeleo en el proceso." – Izuku le menciona a Mabel, dejando a la chica realmente confundida de porque le decía algo que ya sabía.
"¡Vamos con todo!" – Kaedes exclama, volando a gran velocidad mientras todos sus nakamas lo siguen.
"¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!" – Beldia llora junto a Dickson-san.
"Allá van…" – Niji menciona.
"Solo nos queda esperar a que puedan lograrlo. Hasta eso, concéntrate en pelear." – Reiju declara, deteniendo a un perro del infierno.
El viento rozaba la piel de Kaedes, él sentía como cada vez estaban más cerca de los dioses, el poder divino mamando del Olimpo hizo agitar a su lado divino. Es el momento, el momento en el que cumpliría la promesa que dio la ultima vez que estuvo aquí… él haría llover sangre tras el daño hecho a su familia.
Atravesando las nubes, Kaedes dio una patada que destruyo en pedazos la entrada al Olimpo, haciendo que todas las deidades en el lugar los miren con sorpresa.
"Parece que los dioses no creían que vendríamos directamente." – Winry menciona mientras Beldia y Dickson-san caen a su espalda, aunque Dickson-san cayo de pie y Beldia al suelo.
"Ah… ¿Por qué nunca esperan el ataque frontal…?" – Kaedes se pregunta para sí mismo.
"¿El hijo de lady Artemisa…?" – Una ninfa murmura desde una fuente.
"Dioses… seré directo, él que no quiera morir, que se aparte…" – Kaedes declara.
Una diosa se acercó. – "Jijiji… lindura, no seas arrogan…" – Antes de que la diosa terminara de hablar, la decapito con su espada, tomando su cabeza y viendo a los alterados dioses.
"Tyche, si no me equivoco." – Él le cuestiona a la cabeza que para el terror de las deidades no se desvanecía en polvo dorado. – "Les presento una muerte absoluta, incluso para una deidad… creo que es muy correcto que la 'Fortuna' sea la primera en caer…" – Él declara para lanzarles la cabeza de la diosa.
"¿Por qué…? ¿Por qué no desaparece…?" – Un dios pregunta, retrocediendo lentamente.
"Jejejeje… ¿No lo escuchaste?" – Izuku se ríe entre dientes. – "Es una muerte absoluta, podemos matar a los dioses con nuestras propias manos."
Los dioses se sorprendieron y temieron al ver que la diosa de la fortuna y el destino acababa de ser asesinada.
"Bien, dioses… ¿Listos para retroceder?" – Kaedes cuestiona, pero su sonrisa frente a los temerosos dioses se detuvo al escuchar el resonante sonido del suelo del Olimpo temblar, eran pisadas muy, muy pesadas.
"Nova…" – Hefesto apareció, siendo dejado pasar por los dioses menores.
"¿Lord Hefesto…?" – Un dios murmura.
"No puedo creerlo, realmente vino un Olímpico."
"Esos monstruos no tienen oportunidad contra él."
Las deidades celebraban, listos para ver la inminente victoria del dios herrero.
"Vine a saldar mi cuenta…" – Kaedes se confunde al escuchar eso. – "Artemisa me consiguió una pareja… le debo una aparte de que fui uno de los que votó por ser encerrada."
"¡¿Cómo que fuiste uno?!" – Kaedes se queja.
"¿Y lo de Freya es canon aquí…?" – Izuku pregunta.
"Solo alce mi mano, realmente no estaba atendiendo… y no sé cómo sabes lo de Freya…" – Hefesto responde con simpleza, aunque un tanto confundido por la pregunta de Izuku.
"¡A huevo, triunfo el amor!" – Izuku celebra.
"¿Lord Hefesto…?" – Un dios cuestiona con muchos nervios.
"Vayan, será un malgaste de energía ser detenidos por unos dioses menores." – Hefesto declara, invocando un gran martillo de metal sólido.
"¡Bien! Te los dejo a ti." – Kaedes sonríe.
"¿No crees que podría ser un truco…?" – Hefesto pregunta.
"A él no le importa, y a nosotros nos dejó de importar hace mucho." – Winry declara con simpleza.
"Ya veo…" – Hefesto murmura con sudor cayendo por su frente.
"Lord Hefesto… jejeje… ¿Qué hace…?" – Una diosa pregunta.
"¿Qué creen que haré…?" – Hefesto les cuestiona a los dioses menores mientras los Nova corren en dirección de sus objetivos.
"Jeje… ¿Alguna vez le han dicho lo guapo que es…?" – Una diosa intenta animar al dios.
"Hace un par de días, Freya dice que tengo belleza interior." – Hefesto declara, alzando su martillo, haciendo que todos los dioses palidecieran del miedo.
Los Nova seguían corriendo mientras una gran explosión de metal fundido y fuego estallaba a sus espaldas.
"Que agradable sujeto." – Kaedes menciona.
"No puedo creer que hayamos conseguido un aliado porque tu madre haya hecho de cupido…" – Dipper señala.
"¡A mí me parece perfecto!" – Mabel chilla emocionada.
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[SALA DE REUNIÓN DE LOS OLÍMPICOS]
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"¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡¿Por qué me traiciono?!" – Afrodita llora.
"¡¿Por qué nos traiciono?!" – Zeus ruge al ver que su hijo traiciono al Olimpo.
"Incluso yo puedo decir un par de razones…" – Ares menciona.
"¡Cállate, Ares!" – Afrodita y Zeus gritan.
"No puedo creerlo…" – Hera murmura mientras golpetea el reposabrazos de su trono con un dedo, mostrando su molestia.
"Uh… se dirigen directamente a nosotros…" – Atenea menciona sin entender porque darían un ataque tan frontal, eso sería estúpido.
Todas las dudas fueron detenidas cuando el gran salón fue alcanzado por una potente explosión.
"¡¿Cómo?!" – Atenea exclama.
"¡Siempre limpien el piso, un enemigo podría haber puesto un explosivo!" – Kaedes exclama, él había puesto un sello explosivo modificado la ultima vez que estuvo en el Olimpo, básicamente por si Zeus lo traicionaba, cosa que termo siendo verdad.
Ares logro aterrizar, pero apenas toco el suelo, tuvo que detener una lanza con sus manos, casi fue atravesado por la lanza y cuando alzo la mirada y noto a su hija, solo pudo sonreír con orgullo.
"¿Intentaste matarme?" – Ares pregunta con emoción.
"Vamos, padre, es hora de demostrarte que soy fuerte." – Clarisse declara, mandando a volar a Ares lejos del templo con un movimiento de la lanza de su hija.
"¡Jajaja! ¡Así se habla!" – Ares celebra.
"¡¿Qué significa esto?!" – Hera ruge con rabia, pero recibe un puño en el rostro.
"No grites tanto, suenas como esa chica rosada que me conto el capitán." – Winry declara mientras ve a la diosa del matrimonio chocar contra el suelo del Olimpo.
"Arg… ¿Cómo te atreves…?" – Hera gruñe.
"No es para tanto, ahora, levántate y pelea, señora de las cornudas." – Winry se burla, haciendo que la ira de Hera simplemente resaltara en gran medida.
"¿Qué sucede…?" – Afrodita dice muy perdida al no estar acostumbrada tras tanto tiempo sin conflictos.
"Oye, diosa de la infidelidad, yo seré tu oponente." – Izuku le guiña el ojo.
"¡No me llames así!" – Afrodita reclama.
"No te molestes, es un evento canónico que este con Freya…" – Izuku declara, enojando aún más a Afrodita. – "Por su lado, el plan original era tú y yo en un cuarto como combate final, pero si te soy sincero, todos los lectores preferirían a Eros que a ti." – Izuku se encoge de hombros.
"¡¿Qué es lo que tratas de decir?!" – Afrodita reclama, pero en su ira no noto que varias cadenas la atraparon.
"Que te daré una paliza… y no de las que te gustan." – Izuku declara con diversión, haciendo gruñir a la diosa del amor.
"Si quieres saber la verdad… pelearemos contra ti porque eres la que sobra…" – Josuke junto a Trunks le mencionan a Deméter que no parecía nada feliz.
"Son una molestia… no creo que coman cereal…" – Deméter murmura.
Trunks vio a Josuke un momento y alza la ceja. – "¿Qué pasa con ella? Suena como Wiz cuando Sa-chan no quiere comer sus verduras…"
"Según he escuchado, es una mala madre que finge ser buena madre." – Josuke responde.
Bien, ahora eso si enojo a Deméter, ahora tenia a dos nuevas personas en su lista de personas que odia, justo debajo de los primeros diez puestos que son ocupados por Hades… ella odia mucho a Hades.
Atenea mira a sus más que claros oponentes ya que era obvio que Kaedes iría contra su Zeus. – "片目魔 [KATAME MA – DEMONIO TUERTO]… y 織工 [OKŌ – TEJEDORA]… interesantes oponentes me tocaran…" – Atenea declara.
"¡Y Pato!" – Mabel declara.
"Claro… no olvidaría a 豚天使 [BUTA TENSHI – EL ÁNGEL PORCINO]…" – Atenea murmura un tanto apenada de tener que pelear contra un enemigo tan absurdo.
Zeus mira directamente a Kaedes entre todo el caos. – "Creo que has hecho suficiente daño…"
"¡Jea! Creo que eres un idiota… esta linda visita familiar es tu culpa…" – Kaedes se burla.
Zeus entrecierra os ojos. – "No será una gran dificultad… esto será rápido…"
"Que curioso, eso es lo que iba a decir…" – Kaedes sonríe mientras sus afilados dientes se dejaban ver en una gran sonrisa que solo hacia hervir en rabia aún más a Zeus.
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[INFRAMUNDO]
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"De nuevo… ¿Cómo murieron…?" – Caronte cuestiona, realmente confundido.
"Por tu puta madre…" – Kurama declara.
Caronte vio a los gigantescos monstruos atrás de Kurama, eran Kaido junto a sus calamidades y los tres excomandantes dulces exceptuando a Katakuri. – "¿Saben que no podrán entrar en mi barco…? ¿Cierto…?"
"¡Solo usa tu poderes de dios! ¡Es obvio que solo usas un barco para dar más drama!" – Perona se queja como niña pequeña.
"No lo haré…" – Caronte declara con simpleza.
"Gar… ¡Solo déjanos pasar, barquero inservible!" – Kurama ruge.
Con un movimiento de su remo, Caronte se alejó, dejando de por medio el interminable rio de almas. – "No pueden pasar, es imposible que me dañen."
"Ah… solo le disparare un poco de fuego y todo listo…" – Kaido murmura.
"Ya, ya…" – Yamato le da unas palmaditas en la pierna a su padre, realmente no necesitaban que el Inframundo sea incendiado… opuesto a la creencia general, hay muy poco fuego.
"Maldito dios…" – Kurama gruñe mientras su piel comienza a mostrar un fino pelaje, él estaba apenas conteniendo su transformación a zorro y destruir todo el averno, lamentablemente es territorio del amigo de Kaedes y no podía destruir el lugar.
"¿No puedo cortarlo…? Estoy seguro de que le daría." – Zoro menciona.
"No será necesario…" – Una voz gruesa resonó en la zona a la par de un motor rugía. El carro se detuvo, siendo abierta la puerta para mostrar a un hombre calvo. – "Yo me encargaré…"
"¡¿Vin Diesel?!" – Kaido exclama, siendo visto por todos. – "¿Qué? Logre conseguir sus películas a pesar de que este territorio este cerrado… me gustan sus películas."
"¿En serio…?" – A Yamato le cayo una gota de sudor por su frente, no espero que su padre tuviera películas favoritas, bueno, ni siquiera espero que viera películas.
"Gracias, espero que te haya gustado mi autobiografía…" – Vin Diesel declara, dejando en claro que nada de lo que paso en las películas fue falso. Él le dio vuelta al auto y abrió el capo.
"¿Ah…? ¿Un humano? ¿Qué crees que podrías hacer?" – Caronte se pregunta.
"Te sorprendería…" – Vin Diesel saca una gran guadaña. – "He venido a por un regalo navideño atrasado… mi hermano me lo debe."
Caronte abre sus ojos en completa sorpresa al notar que arma tenía el hombre calvo.
(No puedo sentir su presencia…) – Kurama piensa con seriedad.
"Im… imposible…" – Caronte murmura, tomando su remo con fuerza, preocupándose de lo que venía.
"¿Qué eres…?" – Kurama cuestiona, siendo visto por algunos de sus acompañantes.
"Nada muy importante… solo un conquistador…" – Vin Diesel levanta la guadaña.
"¡No! ¡Espera!" – Caronte intento detenerlo, pero era tarde.
"¡Y reclamo esto como mi territorio! ¡ΑΝΆΚΤΗΣΗ ΓΗΣ [ANÁKTISI GIS – RECLAMACIÓN DE TIERRAS]!" – La gran guadaña golpeo el suelo, resquebrajándolo y haciéndolo temblar en un gran temblor.
"¡¿Qué es eso?!" – Yamato exclama.
"Worororororo… apenas entramos y ya hay alguien así de fuerte." – Kaido sonríe, claro, no era más fuerte que él, pero igualmente era impresionante.
"Uh…" – Kurama únicamente mira al actor.
"¡Kura-kun, mira!" – Perona señala el rio del Inframundo, pero lo que lo sorprendió fue el hecho de que un puente comenzó a formarse hacia el horizonte.
"Impresionante…" – Sanji murmura.
"Vayan, hace milenios que no he usado este poder… no sé cuánto tiempo podría mantenerlo…" – Vin Diesel declara.
"Realmente eres tú… la capacidad de 'Conquistar' cualquier dominio… se te creía muerto, dios de la conquista, Adamas…" – Caronte murmura sin creerlo, sintiendo como su dominio sobre el sendero por el ríos Estigia era contrarrestado y tomado a la fuerza.
"Caronte… tú serás de buena práctica a volver a acostumbrarme a esto." – Vin pone su guadaña sobre sus hombros, estirándose ligeramente para prepararse para la pelea.
"¿Ōtsutsuki…?" – Cracker mira a Kurama, él cual suspira.
"Solo vámonos. Necesitamos ir rápido al Tártaro." – Kurama declara, corriendo hacia el puente.
"¡¿Confiaras en un completo desconocido?!" – Yamato reclama.
"Es un calvo que llego en auto al Inframundo para quitarle el dominio a un dios y crear un camino hacia el otro lado del rio Estigia, creo que puedo confiar." – Kurama responde.
"Eso no tiene sentido…" – Zoro murmura para si mismo, pero igualmente todos lo siguieron.
"¡No escaparan!" – Caronte exclama, navegando hacia ellos, balanceando su remo que era envuelto en huesos, formando una guadaña.
'¡Boooooom!'
Para sorpresa del barquero, una explosión golpeo su rostro.
Vin vio atrás del él, era su mayordomo que de alguna forma se ocultó en el maletero de su auto y apuntaba hacia Caronte con un lanzamisiles.
"¿No saco la lanza del maletero…? Estoy seguro de que debió haberlo visto…" – Smoothie murmura.
"Por alguna razón siento que debo apagar mi cerebro cuando este cerca de ese tipo." – King menciona, realmente era muy raro lo que acaba de pasar, en especial un mayordomo con un lanzamisiles.
"¿Qué haces aquí…?" – Vin pregunta muy sorprendido.
"Mi señor… usted es mi responsabilidad. Aunque no entiendo bien que sucede, déjeme ayudarlo." – El mayordomo pide.
Vin solo niega. – "Vaya que eres único…"
"¡Otro maldito mortal! ¡¿Qué sucede?! ¡¿Convención de mortales en el Inframundo?!" – Caronte reclama, viendo al par de actor y mayordomo.
El mayordomo alzo su lanzamisiles mientras que Vin se prepara con su guadaña.
Kurama vio de reojo sus inesperados aliados. – "Vaya resultado más raro…" – Él murmura. – "¡Espero que se preparen, dejaremos a varios a mitad del camino para encargarse de los enemigos! ¡La prioridad es llegar al Tártaro!" – Kurama exclama.
"¡En ese lugar definitivamente habrá batallas geniales!" – Kaido se anima ante la idea de ir al Inframundo del Inframundo.
Sanji vio con confusión al zorro demoniaco. – "¿Por qué tan impaciente de llegar hasta allá?"
Kurama sonríe divertido. – "El cachorro quiere que los dioses caigan en su propio juego… y solo necesitamos una flecha."
Todos que seguían al zorro no entendían que significaba eso, no había mucho sentido, pero tenían que seguir, Kaedes siempre tenía planes raros que salen bien… relativamente bien.
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[ATLÁNTIDA]
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"獣の咆哮 [KEMONO NO HŌKŌ – RUGIDO DE LA BESTIA]…" – Un gran exhalación de fuego, como si fuera un dragón salió de la boca de Perseo, siendo repelida por un disco de agua formado por el giro constante del tridente de Poseidón.
Poseidón movió su tridente en un balanceo horizontal, disparando múltiples proyectiles de agua que perforaban incluso al metal divino.
"Deja de pelear con técnicas tan débiles…" – Perseo salta, pasando entre cada uno de los proyectiles y apuntando con su arpón aun en el aire. – "心の狩人 [KOKORO NO KARIUDO – CAZADOR DE CORAZONES]…" – El arpón fue lanzado con una extrema velocidad hacia el corazón de Poseidón, él cual logro detener el arma con su tridente, lamentablemente no espero la potencia de tal golpe, haciéndolo retroceder y perforando ligeramente su hombro.
"Arg…" – Poseidón envuelve su herida en agua, curándose.
"Uh…" – Perseo únicamente vio eso y alzo su mano. – "アーティレリコール [ĀTIRERI KŌRU – LLAMADA DE ARTILLERÍA]…" – Un látigo de agua lanzo su arpón nuevamente hacia él, tomándolo con facilidad.
Poseidón vio de reojo a su esposa, parecía enfrentarse a Aqua con cierta facilidad, Aqua seguía siendo fuerte, pero Anfitrite a pesar de no ser la diosa más fuerte, era la hija de Océano por lo cual no es ningún juego.
Parece que ese pequeño instante de interés en el combate de su esposa fue suficiente para que Perseo se lance nuevamente, era como si fuera un animal listo para cualquier descuido, incluso el más mínimo.
Poseidón logra apartar a Perseo con una barrera de agua. Él vio al monstruo con recelo. – "No puedo creer que algo como tu sea hijo mío…"
Perseo se aleja. – "¿Ahora soy tu hijo…? Realmente me das asco, Poseidón."
"Monstruos como tu solo son carne de cañón para nosotros…" – Poseidón noto a alguien escondido tras uno de los pilares del templo. – "¿Dime? ¿No te preocupaba ese ciclope que vino a trabajar en mi forja…? Ya sabes…"
"Tyson…" – Perseo dice, notando que Poseidón realmente no era capaz de recordar el nombre del ciclope.
"Ese mismo." – Poseidón asiente.
"Uh… sé que está aquí, puedo sentir su presencia, así que deja esos dramas…" – Perseo declara y sin mirar hacia el pilar hablo. – "Tyson, vete… no quiero que seas lastimado por el fuego cruzado…"
El joven ciclope salió desde detrás del pilar con miedo a lo que sucedía.
"Oh… veo que un monstruo puede sentir." – Poseidón menciona con burla.
"La mayoría de tus hijos lo son… ese comentario me hace ver que realmente no te importan." – Perseo declara con simpleza.
"¿Percy…?" – El ciclope pregunta sin creerlo, era tan diferente de lo que recordaba.
Aunque Perseo no le gusta que lo llamen así, lo dejo pasar, realmente el ciclope sonaba con mucha inocencia, dejando ver que seguía siendo el Tyson que conoció.
"Solo vete…" – Perseo dice con firmeza. Podría ser muy frio, pero a pesar de lo que parece, no es un ser sin corazón, dejándose en claro cuando vio de reojo a Tyson, lamentablemente eso fue suficiente.
El tridente de Poseidón fue lanzado hacia Perseo, aunque el monstruo solo noto a Tyson correr hacia él, no entendiendo porque hacia lo opuesto a lo que le ordenaba.
Cuando al mirada de Perseo volvió hacia a delante, logro sentir las tres cuchillas perforar su estómago, de la misma forma en la que Poseidón lo mato la última vez.
"¡Ah!" – Perseo gruñe.
"¡Perseo!" – Aqua grita al ver eso, siendo mandada lejos por el golpe del lado opuesto del tridente de Anfitrite.
"¿Qué tal? Parece que siempre termina todo igual…" – Poseidón se burla, quitando su tridente del estómago del monstruo. – "Gracias, ciclope, fuiste de gran ayuda…" – El rey del mar declara.
"¡Percy!" – Tyson intento auxiliar al chico, pero el tridente de Poseidón se dirigió hacia él, pero fue detenido por una mano.
Tyson cayo al suelo mientras miraba asombrado como Perseo detuvo el tridente con una sola mano.
"¿Cómo…?" – Poseidón murmura con sorpresa.
"Ah… ah… que patético… ¿Y te haces llamar dios…? Ah… ah… ah…" – Perseo respira con dificultad. – "No puedes ni matar a un simple mortal… ah… ah…" – Perseo se toma del estómago, regenerando la herida mientras su mano se cubría cada vez de más sangre.
"¿Quién te crees para decirme si merezco ser un dios…? Ni que pudieras hacerlo mejor." – Poseidón gruñe, pero nota que Perseo no lo miraba, realmente en ningún momento lo vio a él, paso su mirada a Tyson y a Aqua, pero nunca lo vio directamente. – "¡Mírame cuando te hablo, abominación!"
"¿Un dios…?" – Perseo cuestiona. – "Creo que un dios debería ser alguien que sigue su propósito de existencia, su dominio… puro, sin ninguna falla, que no confía en sus cercanos, pero que nunca conspiraría en su contra, alguien que escucha a sus seguidores y los bendice o maldice según corresponda de una forma justa… así es como pienso que debería ser un dios… desde principio a fin un ser perfecto y, aun así, Poseidón, tú conseguiste romper esa idea…"
Tras las palabras de Perseo, incluso Anfitrite se detuvo y lo vio, sintiendo el suelo temblar por la ira de su esposo.
Aqua logro levantarse del ataque de Anfitrite y mira a Perseo, ella sabia como pensaba él, ella nunca lleno ese estándar, pero Perseo siempre le dijo que no importaba, es un demonio, no busca seres perfectos. Por su parte, si podía restregarle en su cara a Poseidón que no es un verdadero dios.
"Tú… ¡Bastardo! ¡Parece que necesitas que te pongan en tu lugar!" – Poseidón rugió, destruyendo los grandes muros de roca que hizo Hades con su poder en bruto.
Antes de que Poseidón de su primer paso, el arpón de Perseo voló, arrancando la oreja de Poseidón, dejando estático al antes furioso dios, pasando su miedo a preocupación.
(¿Qué…? ¿Qué fue eso…?) – Poseidón se preguntó completamente en pánico, en especial cuando noto que su oreja no se regeneraba, no era únicamente el poder de Cronos que tenía Perseo… había algo más.
"¿Qué sucede…? ¿Por qué estas temblando, pececillo…?" – Perseo cuestiona.
"Qu… ¿Qué hiciste…?" – Poseidón pregunta.
Anfitrite estaba igual de temerosa, tanto que no noto a Aqua caminando hacia ella con un puño lleno de fuego.
"Nada importante… solo sigo las ordenes que me ha mandado la luna…" – Perseo declara.
Poseidón no lo entendió, hasta que Perseo señalo al cielo. Mirando hacia el cielo cada vez más estrellado, noto como la luna resplandecía, algo que no debería pasar en su panteón con Artemisa encerrada, pero había algo que lo confundió… la luna era roja.
"El plan de Nova-sama… esta completo…" – Perseo declara. Poseidón retrocedió del cada vez más cercano Perseo. – "Vamos… no intentes escapar…" – Perseo menciona, caminando con una ligera sonrisa formándose, algo que no había hecho desde la muerte de su madre. – "jeje… ven y demuestra si eres realmente aquello que clamas, demuéstrame que eres un dios…" – Los ojos de Perseo miraron directamente a Poseidón, algo que no había pasado hasta ahora. – "No, solo eres un asesino de trucos baratos, un cobarde que culpa a su propio hijo de algo que nunca cometió y un bastardo que dejo atrás a una mujer que lo amo con todo su corazón… tú no eres nada más que…" – Perseo hizo algo que nunca espero volver a hacer, sonrió con una amplia sonrisa, llena de burla y sarcasmo. – "¡Tú no eres más que un insignificante pedazo de mierda!"
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FINAL DEL CAPÍTULO 66
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OMAKE: TSUNAMI NO KUKKĪ – ORIGEN – QUINTA PARTE
El pequeño Kukkī era llevado en el lomo de su padre dragón que no parecía nada feliz, el pequeño dragón solo temblaba en la espalda de su padre.
OMAKE 2: EL VENENO Y LA SERPIENTE – SEGUNDA PARTE
Kaedes y Satus estaba junto a un pequeño niño vestido con ropa impermeable amarilla, siendo algo adorable a la par de que se le dificultaba caminar con tal vestimenta. Él niño parecía intentar caminar correctamente, pero mostraba no estar acostumbrado a ello.
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