CAPÍTULO 16:
EL PRINCIPIO DE UNA LUCHA INTERNA
Los rumores en la aldea no habían dejado de crecer, eran tan sonados que Hiashi ya no podía seguir haciendo oídos sordos, menos cuando los del consejo comenzaban a tener demasiada insistencia en saber sobre la relación de su primogénita con el último Uchiha.
Si era sincero no le hacía nada de gracia toda la habladuría de la gente, y no lo porque esos descerebrados pudieran decir, sino porque presentía que no se trataran de meros rumores y algo estuviera surgiendo entre el excriminal y su hija. Tal vez antes ni se lo hubiera planteado, pero cuando ayer fue al mercado y los vio a los dos juntos caminar tan tranquilos, casi como si fueran una pareja de recién casados sus nervios comenzaron a aflorar.
Su hija era una chica linda y amable, que siempre sonreía, pero de alguna manera la sonrisa que le brindaba al Uchiha le recordaba demasiado a la que le daba su esposa cuando todavía estaba viva, esa sonrisa llena de amor que lo había enamorado desde la primera vez que la había visto. Siempre lo había sabido, pero Hinata era una copia exacta de su esposa, tan dulce y buena como su Hana.
Recordó las palabras que su hija menor le había dicho, sabía que él no era quien para decidir con quien salía o no Hinata, pero le preocupaba que ese sujeto solo estuviera jugando con ella. Ella difería demasiado del Uchiha, eran demasiado distintos, temía que él de alguna manera pudiera lastimar a su hija.
Sabía que no podía decir con orgullo que era un buen padre, siempre había sido demasiado exigente con Hinata, pero le preocupaba demasiado que por su bondadoso carácter la lastimaran y sin darse cuenta él era quien más lo había hecho. Después de la guerra, luego de la pérdida de su sobrino, el miedo de perder de nuevo a otro miembro de su clan se apoderó de él. Por eso es que esta vez quería intentar hacer las cosas bien, quería cambiar, quería demostrarle a Hinata lo mucho que la quería, aunque no era demasiado bueno exponiendo sus sentimientos, nunca lo había sido.
Miró la puerta del distrito Uchiha, no recordaba nunca haber tenido que ir allí personalmente, igual que los Uchiha jamás habían estado en su distrito. Pero tenía que cerciorarse sobre la relación que su primogénita y Uchiha mantenían.
Por eso tenía que intercambiar unas palabras con él, tenía que ver sus intenciones, no iba a dejar a Hinata en manos de cualquier hombre, menos con alguien con tantos antecedentes como él. En maldito mal momento le había dicho a Hinata que aceptase ser su guardiana.
Cuando estaba por tocar la puerta de la mansión Uchiha escuchó como dos voces clamaban el nombre de Hinata, su vena de padre protector se activó y entró asustado. La escena que presenciaban sus ojos por un momento lo impactó, Uchiha tenía entre sus brazos a su inconsciente hija. El miedo y temor arremetió contra él y distinto de su estoico carácter actuó impulsivamente.
—¡¿Qué le haces a mi hija?! —fue lo único que Sasuke pudo escuchar antes de que el patriarca Hyuga arremetiera contra él.
Naruto sorprendido por la repentina presencia del patriarca Hyuga se quedó estático, pero luego de unos segundos volvió a ser consciente de la situación.
—¡Es un malentendido! —intercedió Naruto, relajando el ataque de Hiashi, que Sasuke, a pesar de tener a Hinata en brazos había logrado esquivar.
Sasuke miró con dudas al padre de Hinata, a pesar de que ella jamás había hablado mal de él notaba que la relación padre e hija estaba muy deteriorada, por lo que había podido entrever de las conversaciones sobre su infancia, de alguna manera Hiashi había hecho sentir a Hinata mucho más inferior de lo que en verdad era. Así que casi sin darse cuenta había sentido resentimiento hacia el progenitor de la chica, así que no entendía con qué cara venía a dárselas de buen padre, cuando estaba convencido que nunca lo había sido.
—A quien tratas de engañar actuando como un buen padre—dijo Sasuke con burla sorprendiendo al patriarca de los Hyuga, incluso al propio Naruto por ese tono tan ácido, inclusive para el propio Uchiha.
—¡Teme! —le recriminó Naruto, pero este lo ignoró. —No sé lo que pasa, pero no suele comportarse así—le escusó Naruto.
—No te metas—dijo Sasuke enfadado molestando al rubio, él solo intentaba ayudarlo.
—Suelta a mi hija Uchiha—dijo serio Hiashi.
—¿Ahora quieres actuar como su padre? Hinata está muy bien conmigo, no necesitaba de alguien como tú, que solo la sabe lastimar—soltó él con su habitual tono prepotente, pero también había un ligero tono protector.
Nuevamente la sorpresa invadió a los otros dos presentes, cada uno con pensamientos diferentes por la inesperada reacción del Uchiha.
Para Hiashi aquello era algo absurdo, la única vez que había hablado con él era durante su juicio, porque los del consejo de Konoha pidieron que al ser parte de un clan importante su opinión era importante. Y aunque el chico no había sido santo de su devoción había hablado a su favor, ya que gracias a él tenían parte de la paz que disfrutaban, pero eso no significaba que confiaba en él. Pero ahora mismo, aunque estaba siendo un maleducado, por la forma que hablaba de Hinata sentía que creer en sus palabras, que pasara lo que pasara no lastimaría a su hija.
Por su parte Naruto recordó las palabras de Sakura, aquellas que él había negado, ellos no estaban saliendo, Sasuke no estaba enamorado de Hinata y ella... El casi beso que interrumpió volvió a su mente, ya no tan seguro por lo que le había dicho a Sakura. ¿Ellos realmente podrían estar saliendo? Su amigo de la infancia había estado demasiado cerca de los rosados labios de Hinata, había estado tan cerca de probarlos y aquello le molestaba, le molestaba demasiado.
Hiashi un poco más tranquilo, adquiriendo una pose orgullosa se acercó a Uchiha, necesitaba aclarar sus dudas y quien mejor que uno de los implicados para ello.
—¿Estas saliendo con mi hija? —dijo de pronto Hiashi esta vez sorprendido a Sasuke y Naruto.
Sasuke lo miró serio, ¿cómo es que todos llegaban a esa extraña conclusión? Primero había sido el idiota de Naruto, luego los murmullos de toda la aldea, que poco le importaban, pero ahora hasta el propio padre de la chica era quien salía con esas locas ideas.
Sí, era cierto que disfrutaba del tiempo que pasaba con Hinata, que le gustaba tenerla cerca, que le encantaba su comida, que se reía de sus gestos y expresiones, que se divertía con ella como no lo hacía con nadie más. Y eso último la verdad es que ya le parecía bastante sorprendente ya que no era de los que tomaban cariño a la gente con tanta facilidad.
—No sé porque todos salen con esas tonterías. No salgo con Hinata—dijo Sasuke aliviando el corazón de Naruto y que Hiashi lo mirara con perspicacia.
—Entonces, no sales con mi hija—dijo serio el patriarca.
—Tsk, ya te dije que no—dijo fastidiado.
—Pero te gusta—dijo Hiashi.
La respuesta era fácil; no. Sasuke sabía que eso era lo que tenía que responder, pero esta vez de alguna manera no lo podía decir con tanta facilidad.
Notas de la autora: ¡Sí! Esta historia sigue viva XD. Sé que me he tomado mi tiempo en publicar una nueva parte, pero bueno aquí esta y poco a poco se va viendo mucho más los sentimientos de ambos.
Espero que les guste, muchas gracias por el apoyo, ya nos leemos.
