RinMakoto. Aunque todo acabó, aún queda que Ramón se recupere del todo, no obstante, su estado de recuperación será bastante loco y, además, la Tormenta Solar tendrá que ver con eso.

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Sin más, comencemos…

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Los enemigos que querían matar a Lucy fueron derrotados por esta misma, aun así, las cosas no salieron bien.

Ramón fue herido de forma grave, aun así, Kurumi lo logró curar, aunque este quedó en un estado de inercia por esta ya que su cinturón de transformación fue destruido, aun así, este seguía vivo, pero había otro problema y fue lo que se estaba solucionando.

- ¡¿Cómo que posees poderes?! – Yasmina decía a Joan que estaba reunido con todas las chicas que estuvieron con él peleando – además, es cierto que las chicas Kemono no eran como que humanas al 100%, aun así, ustedes se miraban… normales.

- Creo que sonó igual de feo – Akira decía eso mirando al peli rosa.

- Bueno, son muchas cosas que hay que explicar – Tsubasa decía riendo un poco – ¡pero fue genial! No sabía que tenían poderes, ¿Cómo puedo hacerlo?

- Arihara-san, no es momento de emocionarse de ese modo – Tsukishima decía – Fábregas-san, Murakami-Senpai, ¿se pueden explicar en nombre de todos?

- Verán, lo que pasó fueron muchas, pero trataré de resumirlo – Joan fue el que tomó la palabra por todos explicando lo que había pasado.

Obviamente debía explicar más por su pareja quien estaba esperando que le tenía el castaño, así como Yukio hacia Kurashiki y los demás del club, así como otras chicas del barco.

Así fue como explicó que obtuvo sus poderes por parte de su hermana quien era una Mahou Shoujo que fue destinada a batallar contra seres malvados que venían de otra dimensión. Sus amigas también pertenecían a este grupo de Mahou Shoujos.

Con Madoka y las suyas, Yukio explicó que ellas eran chicas que poseían esos poderes mágicos gracias a un ser interdimensional el cual les dio estos poderes y su misión de batallar contra seres malignos de nombres Brujas, las cuales en su mayoría habían muerto.

También se charló sobre las shinobis, Esperanza asentía asumiendo un poco la culpa sobre ocultar sus poderes, aunque era comprensible ya que no podían revelar cosas así.

Ya con las Kemono y las shipgirls no era mucho de explicar por las obvias razones que ellas no eran humanas del todo, aun así, se amplió un poco sobre sus poderes.

- Y conmigo, bueno, Ramón me enseñó algunas cosas y las aprendí – el peli azul decía eso, pero siempre quedó ese tema en el aire.

- ¿Y Ramón? – Shinonome preguntó por su pareja.

- Él también entrenó desde niño, me conoció a mí y lo entrené cuando estuvo en México – Claudia decía mirando a la peli azul – pero de la nueva forma que poseía no tengo idea, a lo mejor tiene que ver con que él se fue adaptando rápidamente a los entrenamientos que le daba.

- A mí nunca me comentó eso – Yukio exclamó mirando al cielo falso del barco – él a veces es un misterio por cosas que guarda.

- ¿Por qué nunca nos comentaron nada? – Yoshimi preguntó.

- Obvio que no sería bastante normal hablar sobre este tema ya que nos podrían ver de otro modo y aunque hemos tenido poderes, no los hemos usado para los juegos ni nada – Joan decía para ver a Tsukumo – por eso fue que no dijimos nada.

- Pero al final los usaron para salvarnos a todos – Hikari fue la que habló para sorpresa de todos – yo si sabía sobre los poderes de Ramón y su transformación.

- ¿Lo sabías?

- Sí, él me demostró sus poderes, pero me pidió que guardara el secreto porque no quería que esto se difundiera, pero diré una cosa, si él incluso tiene poderes como los demás no dejan de ser humanos – la peli negra les decía a todos los tripulantes – ¿acaso dejarán de ser personas solo por eso? ¡Ellos pelearon por evitar que unos idiotas nos atacaran!

- Además, sé que no luzco como una humana por mis cuernos, aun así, gracias a Ramón me he dado cuento que soy como una más, además, si hay parejas y descubren que la otra posee poderes, ¿acaso lo dejarán? – Lucy exclamó mirando a las chicas y chicos del club de béisbol de Satogahama, así como a los demás.

- Bueno, a mí no me molesta, yo bien sabía que mi tía era un shinobi – Yoshimi exclamó mirando a las ninjas de Hanzou – les dije una vez ¿no? Mi tía Daidouji es realmente fuerte.

- Me sigo preguntando como es que Daidouji-san posee una sobrina así – Katsuragi dijo junto con Ikaruga mientras la peli mostaza inflaba su pecho con orgullo.

- A mí no me molesta – Honjou habló – al final hemos pasado algunas cosas con ellas, no es mucho tiempo, pero es divertido.

- Milagro dices algo útil Honjou.

- And who the hell is talking to you?

- Chinga tu madre, gilipollas – estas de nuevo volvieron a sus batallas.

- Tiene razón, de nada sirve pelear… siguen siendo los mismos – Tsukumo exclamó mirando a su pareja quien le dedicó una sonrisa, ambos no tendrían ningún problema y así sería con los demás.

Una vez aclaradas las cosas y aceptando que muchas de las personas en el trasatlántico poseían poderes, además de que parecía que querían aprender a tener algunos.

No obstante, no todo era felicidad ya que, en el caso de Ramón, este seguía en la cama de la enfermería del navío recuperándose. Su herida estaba sanada gracias a los poderes curativos de Kurumi, aun así, este no reaccionaba.

Lucy fue la primera en llegar, aunque detrás de ella iba Shinonome, Nakano y las demás pretendientes del hondureño también deseaban ver la situación del joven.

- ¿Por qué siento que esto es raro? – susurró la peli rosa y una vez en la enfermería, Kurumi estaba atendiéndolo.

- Kurumi, ¿Cómo está él? – Asuka preguntó.

- Aun no reacciona, pero su herida está bien y no encuentro otra alteración en su cuerpo – la enfermera decía mirando la zona del vientre de este – tal vez tenga que ver con el golpe que recibió en su cinturón de transformación.

- ¿Cómo que poseía eso? – preguntó Shinonome.

- El cinturón que tenía ahí le dio a su cuerpo una fuerza física muy superior a la de todos, por lo que, al haberse destruido, podría ser que su cuerpo esté en decadencia retrocediendo a volver a como estaba antes de tomar el cinturón.

- En serio, todo esto parece extraterrestre – la líder de Popipa exclamaba tomándose la cabeza.

- No Kasumi, traje estos – Tae sacó unos sombreros de aluminio – póntelos, así no nos abducirán.

- ¡Gracias O-Tae! ¡Eres increíble! – esta se los puso, varias vieron a estas, algunas se dieron facepalm, pero otras parecían querer uno ya que los encontraban genial.

- Dejando eso a un lado, ¿estará bien? – Shinonome preguntó.

- ¡Hermanito, tienes que despertar! – Michiru exclamó tomando la mano de su hermano menor con fuerzas, los demás hermanos hacían lo mismo, incluso la expareja del hondureño estaba ahí.

La habitación estuvo llena, con chicas yendo y viniendo a cada rato para ver como estaba, pero siempre estaban atentas a que Ramón se recuperaba.

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En el puente de mando, las cosas no marchaban bien y Joan fue a ver a su amigo yucateco para observar cómo estaba la situación.

- ¿Tanto se ha arruinado?

- Durante la batalla que hubo, no sufrimos daños graves, ni siquiera menores en la estructura del barco, aunque si uno grave en cuanto al cableado y es que el sonar se estropeó, por lo que no podemos saber si algún objeto enemigo puede estar cerca – Rafael decía – tenemos al técnico, pero dice que tardaríamos unos 3 días en terminar de arreglarse por completo todo.

- Demonios, entonces hay que estar atentos a si pasa algo ¿no?

- Sí, ojalá que no pasara nada malo, pero siempre tendríamos que estar vigilando de que algo no pase – el capitán decía mientras observaba los daños hechos en la pelea – pero creo que tendremos que hacer a la antigua.

- ¿A la antigua? – Rafael asintió señalando el poste que tenían delante, más específico al centro de este en donde estaba lo que indicaba – entiendo, los viejos puestos de vigía.

- Sí, pero tendremos que poner a dos personas cada cierto tiempo para ir reemplazándolas y así irán pasando, el personal del barco está algo ocupado y no tenemos vigía.

- Supongo que tendremos que usar alguien de los tripulantes, aunque hay que contar también de que el frio está duro en esta zona del planeta – ambos pensaron en una solución por el momento, dando con una.

TRES DORITOS DESPUÉS…

- ¿Por qué demonios estoy aquí? – susurró Yasmina estando con Aoi subidos en la cofa, es decir, el sitio en donde los vigías se podían a observar.

- Yasmina, Aoi, lo que pasa es que hemos sufrido una avería en los sistemas de rastreo, así que ocupamos personas que estén de vigía allá arriba, pero no se preocupen, luego los reemplazaremos por otros dos.

- ¡Aquí hace frio! – la peli morada exclamó desde arriba.

- Ahí les dejamos suéteres gruesos para que se abriguen y no pasen frio, además de gorros y orejeras – Rafael les decía – lastimosamente no tenemos binoculares, pero de suerte el clima está despejado, así que no tendrán problemas ¿no?

- ¡¿Hasta cuándo nos tendrás aquí?! – reclamó el peli rosa, pero Joan y Rafael solo se despidieron de estos – ¡malditos mexicanos! ¡ojalá nunca lleguen al quinto partido en el 2026!

- Vamos Daisuke-kun, no te enojes por eso, solo hay que ver si se avecina algún peligro, no es como que muy peligroso – decía la chica calmando a su pareja.

- Tienes razón Aoi-san, creo que es mejor que me calme, pero cuando lo vea a Joan solo le patearé las de allá abajo.

- Sabes que Tsukumo se enojará porque si no, no podrá hacerla madre.

- Es verdad – ambos olvidaron ese momento y luego pasarían a vigilar de que no hubiera ningún problema con el barco.

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En otro lado, más específicamente en la enfermería, finalmente luego de varias horas de estar en coma, justo en el momento en que nadie estaba con él ahí, Ramón logró volver en sí mirando para todos lados.

- D-Diablos, creo que lo que pasó en la batalla debió ser a nuestro favor porque no miro nada malo aquí – susurró este levantándose y yendo por los pasillos.

El hondureño paseó por los pasillos sin toparse con alguien y terminó llegando a cubierta en donde se notaba algo de frio, a pesar de la recuperación, este seguía sintiendo algo débil.

- Aoi-san, ¿no es Ramón el que viene ahí? – Yasmina exclamó al lado de su pareja.

- ¡Por fin despertó! Menos mal, pensé que algo muy malo le había pasado, pero está bien – la peli morada decía – solo queda de avisarle a Shinonome sobre esto.

- ¿No estaba Shinonome-san con él? – ambos se miraron un momento, no obstante, Aoi decidió llamar a Yoshimi para que diera la noticia a la pareja del centroamericano.

Y la voz corrió rápidamente para que las chicas fueran hacia la cubierta, aunque algo más estaba por ocurrir.

El Sol estaba comportándose de forma extraña y esta terminó lanzando una gran cantidad de energía como si fuera una tormenta, fenómeno que fue anunciado y justo una gran parte de este fue a donde estaba Ramón acostado en la cubierta.

Sin darse cuenta, la Tormenta Solar fue hacia la zona en donde estuvo el cinturón del chico, la energía tirada por el Sol de alguna manera reactivó el cinturón haciéndolo evolucionar, así como el cuerpo del hondureño el cual comenzó a sentir esos cambios, volviéndose a llenar de poder.

Justo las chicas de todo el barco llegaron justo a ese momento en donde el cuerpo de Ramón brilló como nunca, como si se tratase el mismísimo Sol.

- ¿Q-Que le pasa a Ramón-kun? – Kotori preguntó.

- Ni idea – un fuerte brillo iluminó todo el sitio y tuvieron que esperar a que este bajara para poder que pasaba. El chico estaba mirándose el cuerpo notando como es que poco su apariencia cambiaba.

- Ramón – Hikari fue la única que se atrevió a ver más de cerca notando como este cambiaba haciéndole algo familiar eso.

- Hikari… este no es el cuerpo de Kuuga.

- Acaso… ¿el Sol te hizo cambiar de nuevo? – la peli negra preguntó haciendo que Ramón se pusiera de pie de nuevo y finalmente este se quitó el brillo de Sol, aunque no solo eso, sino que se notaba que estaba con más poder, su cinturón se reparó por completo y poseía más poder.

- ¿Renací… con el Sol?

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Continuará…