Capítulo 18
Bella 20 años
—¿Mierda Bella que comiste?— preguntó con asco Natalie, desde la puerta, me había seguido al baño
—Nada fuera de lo normal— dije jalando al baño y yendo a enjuagarme la boca, mierda era la segunda vez que vomitaba en el día.
—Debes estar enferma, no es normal vomitar por nada—comento distraídamente
—Quizás, si mañana sigo igual iré al doctor— mentí, tenía pánico de lo que pudiera decirme.
—¿No crees que puedas estar embarazada?—pregunto con curiosidad, me congele ante su pregunta era imposible, había sido muy cuidadosa— Mujer siéntate— me ayudo a sentarme en el suelo— estás pálida, cómo si hubieras visto un fantasma— ¿lo estaba?
—No… no… no puedo estar— ni siquiera podía pronunciar las palabras. Desde la pérdida de E.J, había comenzado a tomar anticonceptivos, sin decirle a Edward, no quería volver a pasar por lo mismo, no creía que estuviéramos listos aún para otro bebé.
—No llores Bella, quizás solo estás enferma— ¿estaba llorando? mierda debía controlarme, tome un par de respiraciones, no podía tener una crisis en el trabajo.
—Lo lamento— me limpie la cara— tienes razón no hay posibilidad de que este embarazada, es solo que me tomaste por sorpresa— dije recomponiéndome
—¿Quieres tomarte el resto del día?— me ofreció. Lo pensé un minuto, me vendría bien descansar, pero no podría hacerlo en una casa llena de fantasmas
—Estoy bien, solo necesito un momento, quizás un café y un poco de aire fresco
—Claro, tomate tu tiempo— me sonrío y finalmente me dejó sola.
…
—¿Sucede algo?— me preguntó Edward en la cena, había estado muy callada, las palabras de Natalie me había dejado en shock
—No, nada, es solo que ha sido un día pesado. Quiero mostrarte algo— cambie de tema. Había escondido mi libro lo suficiente, quería que él fuera el primero en leerlo, saqué el USB de mi chamarra y se lo di— Es mi libro, quisiera saber tu opinión
—Apuesto que es increíble— me beso— he estado pensando quizás tuvieras algo de razón, los libros de Nietzsche no son tan malos cómo la gente piensa— agradecía que cambiara de tema a algo ligero
…
Los libros resbalaron de mis manos sin que pudiera hacer nada para evitarlo, corrí rápidamente al baño y por 2 ocasión en el día devolví mi estómago.
—¿Estás bien?— me preguntó Grace mi compañera
—Si, estoy bien, debe ser algo que comí— me miró con cara de incredulidad. Llevaba un mes vomitando, ya nadie se tragaba lo del malestar estomacal.
Yo misma no me lo creía, sabía que algo estaba mal, pero simplemente estaba aterrada ante la posibilidad de otro bebe, me negaba a aceptarlo, pretender que no sucedía nada era más fácil.
Esa tarde me armé de valor y saliendo de la librería fui a una farmacia, caminé hasta la biblioteca municipal, donde sabía que había un baño poco concurrido era perfecto. Espere los tortuosos minutos en completo silencio, con la mente en blanco. Cuando la prueba estuvo lista, no tuve el valor para mirarla, simplemente la guardé en mi bolsa y salí a caminar, necesitaba aire, de pronto el baño se cerraba a mi alrededor atrapándome.
Camine sin sentido hasta que el sol se ocultó, necesitaba volver a casa, Edward comenzaría a preocuparse y podría llamar a la librería. Le envíe un mensaje corto tranquilizándolo y regrese al estacionamiento donde había dejado el coche, subí y maneje con más lentitud de la que acostumbraba, no había una verdadera razón por la cual temiera ir a casa, simplemente estaba un poco perdida.
—Mi amor, te estaba esperando, tengo noticias— Edward me recibió con más alegría de la que acostumbraba, me llevo al comedor, donde tenia la laptop encendida
—¿Que sucede?— mi voz sonaba rara incluso para mis oídos, trate de aclararme la garganta con el café que estaba bebiendo
—Terminé de leer tu libro y es simplemente magnífico, estoy muy orgulloso de ti— la manera en la que brillaban sus ojos, la sinceridad en sus palabras, me dieron ganas de llorar— es excelente, no se ni siquiera por dónde comenzar
—Gracias
—Gracias a ti, por escribir esta maravilla, bueno pero esa no es la noticia, me tomé la libertad de enviarle los primeros capítulos a mi agente, espero que no te moleste, le han encantado y quiere leer el resto, está seguro que será un éxito, te puedo poner en contacto con él mañana mismo— estaba tan emocionado que era contagioso
—¿Quieren publicar mi libro?— pregunté incrédula
—Bueno, hay un proceso que seguir para llegar ahí, pero esa es la intención, solo si tu quieres
—¿De verdad crees que es bueno?— pregunté insegura, no era ni la mitad de buena escritora de lo que era él.
—Es magnífico, creí que el mundo de las distopías estaba muerto, pero tu cariño has llegado para revivirlo y no solo lo creo yo, sino también mi agente, Benett puede ser un ebrio a veces, pero es muy bueno en lo que hace.
—No se que hacer— estaba tan perdida, Edward tomo mi mano, sosteniendo nuevamente
—Podemos acordar una cita con Bennett, escuchar que te puede ofrecer, para que decidas que hacer
—¿Vas a estar conmigo?— eso me reconfortaba, no importaba cuan pérdida estuviera, Edward siempre seria mi puerto seguro
—Siempre— me beso para sellar su promesa
—De acuerdo, mañana pediré permiso en el trabajo
—Dile a Natalie que serán 2 días, iremos a Seattle y quiero revivir un poco de nuestra luna de miel— dijo con una sonrisa traviesa, me sonroje cómo hacía tiempo no lo hacía.
...
Narrador POV
Harry miró la hora en el conocido reloj de la sala que Bella adoraba, necesitaba recomponerse, al menos lo suficiente, pronto despertaría Nessie y tendría que hacerla sentir bien, para que no terminara llorando en medio de su clase cómo hacía una semana. Apuro la ginebra de su copa, disfrutando el ardor en su garganta y subió a su habitación.
Entró evitando mirar la cama, donde no había dormido desde lo sucedido, las sábanas aún estaban desechas, las almohadas en el suelo, el vaso de agua que había subido para ella, una caja vacía de cigarrillos, todo estaba exactamente cómo ella lo había dejado, si inhalaba profundamente y se concentraba aún podía olerla, aunque cada vez el olor era más tenue. Se ducho y tomó la ropa para el día que le aguardaba.
Fue a la habitación de su hija, la miró unos instantes antes de despertarla, ella era la viva imagen de él, por más que Bella había tratado él seguía siendo un obstáculo entre ambos, Nessie era la prueba de su amor, él la adoraba cómo si fuera su propia hija, pero no podía dejar de pensar en su hijo, aquel que jamás conocería gracias a Bella, trato solo un minuto de contener su ira hacia Bella, pero era inútil, así que la dejó fluir.
Siendo honesto consigo mismo la odiaba más que solo un poco. Por haberle arrancado a su familia de un día para otro, por lastimarlo diariamente, por matar a la prueba viviente de su amor hacia ella, pero lo que más le jodía, era que aun la amaba, creía que la muerte de su hijo había acabado con su amor, pero cada vez que la miraba en esa cama de hospital, no podía dejar de sentirse impotente, de rogarle a dios que se lo llevara a el y la salvara a ella.
Nessie se removió inquieta en su cama, una clara señal de que pronto despertaría, se preparó mentalmente para ver aquellos ojos esmeralda, iguales a los de su padre, iguales a los del verdadero y único amor de Bella.
—Nessie— imprimió toda la felicidad que no sentía en sus palabras— despierta cariño, iré a preparar el desayuno, pero necesito que despiertes— la removió un poco, ella al contrario de su madre, despertaba con gran facilidad
—Papi— sonrió y estiro sus bracitos por encima de su cabeza
—Nena, buenos días— le devolvió la sonrisa— prepare hot cakes, vístete, lávate la cara y los dientes
—Okey
—No olvides cepillarte el cabello— le dijo saliendo de la habitación
Preparo los hot cakes, rápidamente, también pico un poco de fruta y la colocó en un topper. Si la cosa seguía así, tendría que aprender a cocinar pronto. Nessie, comió rápidamente y subió al carro con la misma velocidad, ¿su excusa?, hoy la clase entera iría al planetario de excursión.
—Ten un gran día, diviértete mucho y no te separes del grupo— Harry le dio un beso en la frente y la colocó en sus pies
—¿Papá hoy podemos ir a ver a mami?— pidió la niña con los ojos brillosos de la emoción
—Claro que si nena, iremos a ver a mami, y le contaras todo sobre el planetario
—Te quiero papi— dijo antes de correr a su salón de clases
—Te quiero— susurró Harry al aire
Condujo de vuelta a su despacho contable, atravesó los pasillos hasta su oficina, su refugio, necesitaba dormir por lo menos 3 horas, para poder funcionar. Pero al entrar sus planes se vieron frustrados por su suegro, el gran Charlie Swan estaba frente al el
—Buenos días— saludo
—Charlie, ¿en que te puedo ayudar?— fue directo al grano, de verdad necesitaba esas horas de sueño
—Esta mañana he hablado con Carlisle…
—¿Y eso me importa por..— la falta de sueño mezclada con la resaca lo hacía terriblemente insoportable para el resto del mundo, el hombre simpático y amable que había sido alguna vez se había ido ahora solo mantenía su compostura con Renesmee
—Déjame aclararlo Carlisle Cullen— hizo énfasis en el apellido, que el rápidamente reconoció— hablamos sobre la situación de Carlie— él era el único que la llamaba por su segundo nombre, argumentando que el primero era simplemente ridículo, pero él y todo el mundo sabían que lo evadía por que era el de su difunta esposa— y estamos de acuerdo en que la niña estará mejor con él y con su esposa, ellos pueden darle la familia estable, que mi hija nunca pudo ser capaz de darle, por no mencionar que tienen una buena situación económica, a Carlie no le faltara nada
—No hables de ella cómo si estuviera muerta— le reclamó— además Renesmee— remarcó a propósito la primera parte del nombre— es mi hija, yo soy el único que va a tomar esa decisión y ella se queda conmigo— dijo firme
—Por favor Harry— dijo con burla Charlie— no hay nadie más aquí, puedes dejar de fingir, se que no es lo que quieres, ¿Que hombre en su sano juicio, criaría a la hija de otro?, no seas tonto muchacho, aun eres joven, puedes hacer una nueva vida, conocer a una linda chica, que no este cargando al hijo de otro y tener una familia de verdad. Quizás engañes a todos pero a mi no, se que odia las media vida que mi hija te dio, se que eres ambicioso y quieres una familia de verdad, una que solo te pertenezca a ti, una que Edward Cullen no haya hecho por ti— dijo cruelmente el conocía el talón de Aquiles de Harry y no dudaría en usarlo— Renesmee Carlie Cullen—dijo haciendo énfasis en cada silaba— es su hija no tuya, cueste lo que cueste ella estará con su familia.
—¡Lárgate!— no pudo contener sus gritos un segundo más— lárgate de aquí— lo apuro— y dile a los malditos Cullen que no se la llevaran, ella es una Rogers, lleve mi sangre o no
Charlie salió de su oficina sin decir una palabra más, luciendo tan tranquilo y sereno como siempre. Mientras Harry estaba paranoico, tomó el teléfono y llamó al único hombre que podía ayudarlo, lamentablemente también era un Cullen.
Gracias a todes por leer, en especial a Valeria Sinai Cullen, Patito feo (todo el mundo sufre en esta vida es una regla universal y en esta historia en particular quería demostrar que el destino se puede encaprichar con alguien más de lo usual), ALBANIDIA;, Adriana Molina (Aun falta para saber que va a ocurrir con Bella), Marbelli (Lo sé, los niños deberían crecer protegidos por sus padres, rodeados de amor, pero lamentablemente en la mayoría de los casos no es así). Por sus comentarios que me encantan.
Nos leemos pronto :)
