Era una noche normal, de su vida muy normal y apática, pero eso se rompió con su llegada a un nuevo mundo.

La emoción sin lugar a dudas lo acaricio desde el fondo de su alma, una nueva historia abriéndose ante sus ojos y dándole la bienvenida a un mundo nuevo con sorpresas esperándolo en las esquinas y la oportunidad de lograr grandes hazañas, finalmente obteniendo el reconocimiento que merecía como el mismo, sin la gran sombra de .

Subaru prácticamente vibraba de emoción ante grandes expectativas e ilusiones sobre ese mundo.

El lugar estaba un poco oscurecido, pero no sería por mucho tiempo, el sol se estaba alzando en lo alto, tan parecido como era para Subaru con su mundo anterior, pero la euforia en su ser lo hizo ver diferente, más místico y dándole mucha más energía para enfrentar el camino frente suyo.

El ambiente cálido no le detuvo, sin duda, tendría que adaptarse a un ambiente más primitivo y con todas las comodidades tecnológicas en el pasado.

Podía escuchar a la vida de un nuevo mundo pulular, cantar y moverse en el frondoso bosque.

Aunque, se sentía nervioso, era la primera vez que se sentía tan perdido, tan lejos de todo, como un sueño.

No había manera de que lo fuera, pero daba esa sensación.

Ahora, ¿qué debía hacer?, buscar a la civilización era lo primordial, el ser humano era una criatura social, por lo tanto, ya sea con una interacción mínima, tendría que interactuar con otras personas.

Tenía todo un día por delante, uno para descubrir dónde estaba y a dónde dirigirse, mientras disfrutaría de lo que el mundo tenía que ofrecerle.

Con todo el entusiasmo que podía reunir en su pecho caminó sin rumbo, eran solo él y la naturaleza misma.

Personalmente había estado en parques, pero toda esa naturaleza era muy mínima, con pasto regularmente recortado por los jardineros y el ruido más reconocible siempre era el bullicio de niños jugando o personas hablando de su vida diaria y chismes.

Subaru se sobresaltó al escuchar alguna mezcla de croar y gruñido salido del pecho de una bestia en la lejanía, lo último que necesitaba era que algún monstruo estuviera .

-Si no me muevo, lo más seguro es que algo me atrape-

Pese a que lo dijo para asimilar la idea, no creía que quien lo hubiese invocado lo dejase en una zona peligrosa sin algo con que defenderse.

¡¿Tendría algún poder?!

Lo más seguro es que si, después de todo, era una regla no escrita de un viaje a otro mundo que una persona normal tendría una habilidad poderosa para superar los obstáculos del mundo.

Primero iría a un lugar reconocible como civilizado, se alejaría de todo problema y luego descubriría su poder.

Esos tres pasos podrían estar más desordenados de lo que pensaba.

Rezaba para que no fuese el caso.

Subaru siguió recto en su travesía, por un camino de tierra que a veces desaparecía, Subaru no tuvo otra opción que seguir adelante hasta que la naturaleza diga lo contrario, en su camino, intentó ver alguna diferencia entre los animales.

Nada, de momento no había nada diferente.

Bueno, no era cierto, pudo sentir a un pequeño conejo mucho más pesado de lo normal.

Tal vez las personas allí eran más pesadas que en su mundo, eso dificultaría los enfrentamientos con combate cuerpo a cuerpo, su leve peso haría que fuese más fácil de apresarlo o empujarlo, además de que golpear a alguien aún más en el cuerpo sería menos eficiente.

No es que quisiera meterse en problemas, pero era bueno saberlo.

No podía sentir gran cosa de los pájaros, para él, todos eran iguales, algunos sí se veían más lindos que otros, si acaso eran diferente de lo que Subaru estaba acostumbrado a ver, pero en sí, no parecían la gran cosa.

Bueno, supone que habrá muchas diferencias y similitudes, ya tendría tiempo luego de inspeccionar cada animal.

Si su estimación era correcta, debía de ser la primavera, perfecta para el polen y su resfriado.

Había un pequeño río cerca, el agua era la más cristalina que Subaru había visto en toda su vida, sin ningún químico o algo que pudiera alterar la pureza del río, tanto así que sentía que podría beberlo con las manos sin problemas.

Sin embargo, primero lo hervirá, cuando consiguiera un recipiente, de momento no querría arriesgarse a contraer una enfermedad por beber agua sin filtrar y probablemente lleno de bacterias en un mundo con un avance tecnológico en el área de medicina cuestionable.

Pero había una gracia salvadora en todo eso, la gente creaba pueblos y comunidades cerca de las fuentes de agua para sobrevivir, eso desde que las personas empezaron a crear tribus y la inteligencia de la especie estaba floreciendo.

-¡El agua revelara mi camino!-proclamó, con entusiasmo, sintiéndose cada vez más en calma mientras la historia de su heroica llegada en un mundo caótico comenzaba a tomar forma.

Y con ello emprendió su camino.

El día seguía en lo alto, cuando en medio del camino a un lado del arroyo, el camino de agua era tan profundo que podía sumergirse hasta el cuello, como piscina sin lugar a dudas, Subaru se hubiese zambullido.

Corrió a lo largo del lago, intentando no caerse y mojarse, lo último que necesitaba era estar empapado, resfriado y que su celular se fuese a mejor vida.

En realidad, ¿para qué necesitaba su celular?, su alcance no era multiuniversal.

Hasta donde sabía, por supuesto.

La caminata seguía su curso, a medida que pasaba el tiempo, el sol se alzó más sobre el cielo, la emoción inicial se desplazaba para entender con más lógica su situación.

Nadie le había dicho nada, su objetivo en ese mundo era aún un misterio, no había una linda chica o un círculo mágico en el piso que grandes magos del reino donde se encontraba habían utilizado para invocar a un héroe, en este caso, Subaru por supuesto, para salvar al reino y ser grabado como un gran héroe.

Ni siquiera sabía cuál era su habilidad.

Y por cierto, los mosquitos empezaban a molestarlo, no tanto como el calor, pero cómo le dieran una enfermedad extraña mágica, ya rezaría para que no fuese severa o terminaría pagando las consecuencias.

El aire estaba puro, en su mundo, había una mezcla del aroma de la naturaleza, la basura y las personas, en ese bosque donde había más animales que hombres residiendo, solo el olor de la naturaleza impregnaba el aire.

Subaru estaba a gusto con el paisaje, pero el silencio lo mantenía nervioso, pocas veces todo se había quedado en silencio tanto tiempo.

Y muy pronto se empezaría a cansar, su especialidad eran las carreras cortas, no las de desgaste, pese a tenía una condición física óptima, no estuvo nunca acostumbrado a las carreras de desgaste.

-Un pueblo debe de estar cerca-

Uno con comida y una cama, ¿cómo podría pagarlo?, dudaba mucho que su dinero sirviese y aunque lo tuviera, no tendría la cantidad para comprar una noche.

-No importa, mi techo serán las estrellas y mi cama el piso, seguro que no es nada-

Con un optimismo que amenazaba llegar a los cielos, Subaru siguió con la actitud renovada, listo para enfrentarse al mundo.

Pero conforme el tiempo pasaba, arrastraba al sol por los cielos de ese mundo, en cuestión de un par de horas, el ambiente se calentó, estar cerca de un cuerpo de agua, daba una sensación de humedad que junto al calor no le traía las mejores de las experiencias, su chaqueta no era bueno para este tipo de clima tampoco, pero no iba a deshacerse de él, era otro recuerdo de su mundo y quien sabe, tal vez hasta podría dejarlos a sus hijos como un tesoro o un recuerdo que pasaría de generación en generación hasta que sea un trapo viejo y sellado en una caja.

Estaba desvariando, probablemente lo pierda antes de terminar su aventura y salvar al reino.

Tal vez si hubiera un hechizo que le permitiera conservar la tela durante más tiempo, pero mientras tanto eso se mantendría en la lista de quizás que tenía en la cabeza.

Pronto su energía se fue acabando, ya estaba empezando a tener hambre y no encontraba comida que no fuese o fruta podrida o simple plantas y no quería probar su suerte adivinando si algo era venenoso o no.

Subaru agradece que no hubiese personas por el área, sus ganas de orinar y la falta de un baño haría todo cientos de veces más incómodos de lo que Subaru haya experimentado alguna vez en su vida.

-¡Bueno, no pensemos en eso!-

Y con eso dicho siguió corriendo, mientras más iba caminando, más árboles se interponían en su camino, las hierbas eran más grandes y salvajes, saliendo de la tierra con la altura y avidez para picar en la piel de Subaru, la tierra se metía entre sus zapatos, el sudor en su persona se acumulaba, apestando todo su ser.

Había considerado seriamente meterse al río, después de todo, no podía presentarse sucio antes las demás personas, aunque, si era un reino estrictamente medieval, lo más probable es que sea el más aseado de las personas en el pueblo.

O el reino.

Bueno, había un viejo refrán que decía que nunca hay que juzgar a un libro por su portada, aunque, en este caso, Subaru ni siquiera tenía una portada para juzgar.

¿Le habían puesto en un área aislada?, había caminado por unas buenas horas y todo lo que vio fueron insectos y algún que otro zorro, Subaru se acercó a él para inspeccionar al animal, pero el animal se puso tenso, sorprendentemente se puso de pie en sus dos patas y gruñó amenazadoramente a Subaru, el joven dio un paso atrás cuando inesperadamente el animal se movió, dio una vuelta y emprendió huida ante una presencia que, para el momento, no valía la pena pelear. contra él y salir herido o muerto.

Subaru recuerda el zorro de un color rojo intenso y que se movía inusualmente rápido y se perdió en el horizonte en un reino de malezas y hierbas.

Ese encuentro fue el más cercano que tuvo en mucho tiempo en estar en una pelea.

Pues que bien por el maldito, porque si no lo aplastará con lo que sea que le han dado.

-Debería de probarlo?-

No había una linda hechicera o princesa, que le enseñara como a usarlo, si había una y la encontraba, la reprenderá por tal manejo de la teletransportación, dejar a su invitado en lo que podría ser un bosque o una selva sin su presencia ni preparación o siquiera una guía era, cuando poco, descuidado y poco profesional.

¡Ojalá hubiera un departamento de quejas, porque de verdad tenía una queja con este nuevo mundo!

Pero basta de quejas, hora de probarse a sí mismo.

¿Y cómo lo haría?

Fácil, concentrando su ki, magia, chakra, lo que sea que estuviera dentro suyo.

Y así, por instinto y cero conocimientos del mundo en el que estaba, sus leyes físicas, leyes mágicas o todo sentido común, el poder dentro de su ser reacciono nada más que por la pura voluntad e instinto de su inconsciente portador.

Fue tan rápido que el cerebro de Subaru ni siquiera lo registró hasta que pudo ver la diferencia en su ser, como si hubiese un eclipse dirigido únicamente a Subaru, le oscureció su cuerpo, en la más negra de las noches, se formó el cambio.

Entre el incienso y las estrellas, solo eran la luna, las estrellas, su libro de Ela y Subaru leyendo fielmente su libro sagrado, en los aposentos de la iglesia lunar, eran noches como esta cuando la diosa mandaba a la luna como vigía de la noche, nacido en una familia de personas bestias la gente tiende a tener cuidado, nunca se sabe cuándo será un hombre bestia lúcido o uno salvaje, eran de una familia normal, tanto como las personas bestias pueden ser, recuerda con cariño la primera vez que fueron a una iglesia lunar de su pueblo, pensaba en lo tranquilo que era todo, con el tiempo se unió a la capilla estelar y trabajo como un aprendiz de sacerdote lunar, sin embargo, los tiempos de paz han cambiado, los enemigos y guerras se avecinan, Subaru tendrá que salir pronto a traer la paz que Ela efectuaba en sus creyentes, agarro la estrella del alba de su padre, la campana del clérigo para contactar con su dios y sus atuendos, estaba listo para ayudar a los débiles

Decir que estaba impactado era poco, para empezar, tenía pelo, mucho pelo, cubría todo su cuerpo, era tan negro como el color de su cabello, se volvió más alto, una cabeza al menos, vio algo un poco alargado en su visión, sus uñas crecieron en garras, sentía todo el pelaje contra el viento y el sol, su ropa era blanca, con bordes plateados, un gran abrigo con una luna plateada en el lado derecho y un gran circulo en la izquierda.

No, una luna creciente y una luna llena.

No podía sentir el suelo debajo de la túnica, por lo tanto, tenía zapatos, al menos eso pensaba.

Se agarró con fuerza en lo que sea que estaba en sus dos manos, cuando alzó sus manos para que eran, fue descubierto por una campana de latón en su izquierda y una estrella del alba en su derecha.

-¿Qué acaba de pasar?-se pregunta, sintiéndose extraño por la cantidad de pelo en su cuerpo y la vista de garras hacía todo más confuso.

¿Hombre bestia?, ¿sacerdote lunar?, Subaru nunca había escuchado nada de eso.

Se acercó al lago para ver su reflejo, una cara de solo lo que podía decir lobo, le regresó la mirada, era un hombre lobo en toda la extensión de la palabra.

-¿Soy un hombre lobo…clérigo?-

Esa era una muy rara combinación y ¿qué le pasó a su ropa y sus cosas?, simplemente fue tragado en medio de esa oscuridad.

Y le dieron una campana y un arma, extrañaba su celular y su comida la verdad.

-Esto es muy raro-

Un hombre lobo era una opción extraña para un poder, ¿fue acaso por su gran admiración por las estrellas y el espacio que lo relaciono con una criatura cambia formas que se volvía poderosa con los cambios lunares?, viendo su ropa parece que le rendía plegarias a la luna, lo que tenía sentido en esta situación.

En primera, nunca fue un fan acérrimo a ninguna criatura sobrenatural, pero no iba a rechazarlo, en segundo, tampoco era religioso, pero si fue invocado por un dios, entonces tenía sentido.

No había luna llena tampoco, ni siquiera era de noche, así que, ¿porque se transformó como si nada?, en su mundo, los hombres lobos necesitaban que la luna entrase a su fase de luna llena y sintiera una transformación que podría o no ser dolorosa, en la mayoría de los casos, todo sacado de las películas, lo era.

Ignorando todo eso ¿qué podía hacer?

Se supone que tenía dos poderes, guía del destino, con una oración podía pedir una guía, un camino a seguir a su destino y sanación divina, podía curar heridas, pero estas dos habilidades eran más poderosas cuando era de noche.

Bueno, podría intentarlo.

En vez de juntar las manos como si estuviera rezando, dio una sacudida a su campana, se arrodilló y, en sus adentros, lanzó una plegaria.

Mi señora en el mar oscuro, dame un camino para seguir, Ela, dame una guía en tu sabiduría entre las estrellas.

No sabía de dónde vienen esas palabras, no sabía de dónde vino el nombre de Ela, pero surtió efecto.

La tierra bajo sus pies se pintó en blanco puro, como un camino hecho con pintura, los rayos del sol rebotaron en la superficie de aquel camino, irritando un poco sus ojos.

Viendo el resultado frente a sus ojos, Subaru alzó sus dos manos, eufórico y más emocionado.

-¡Funciono!-

En este punto podría bailar si no fuese una tontería.

¿Eso era todo lo que podía hacer?, iluminar un camino a…¿quién sabe dónde?.

No, no creía realmente que fuese el alcance máximo de sus poderes.

Aun puedo hacer más cosas.

Y lo descubriría en su momento, pero ahora caminaría, porque no tenía nada mejor que hacer.

Seguiría el sendero dado por una diosa lunar que aceptó la plegaria de un hombre lobo clérigo y religioso, que irónicamente resulta ser él.

Esta historia se volvió muy extraña de golpe.

Pudo notar otra cosa, su andar era más enérgico, tal vez era la euforia, pero se sentía más rápido. más ágil, claro que siendo de otra raza, era lógico pensar que era más eficiente en cualquier aspecto que el ser humano con una potencia física más limitada al de otras razas.

La emoción de sentir sus poderes a flote lo maravilloso, la sensación del viento contra su piel/pelaje era nueva, le daba cosquillas, además sentía más calor, lo mejor era no mantenerlo tanto tiempo o se contagiará de los piojos, garrapatas y demás pestes que afectaron a los animales, a no ser que tenga algo parecido a un gel o shampoo para matar esas alimañas.

El camino de blanco contrastaba enormemente contra el verde del pasto o el marrón de la tierra, tener un camino fijo le dio más seguridad a Subaru, era un camino hecho con la plegaria de una diosa, ¿que más seguridad quería que eso?

Camino durante una hora más, había descubierto con un espíritu renovado, que sus sentidos eran mucho más afilados, aun con su arma en su derecha, pesada y mortal, era rápido, casi no sentía su peso, como si fuese algo que estuvo con él desde siempre, Subaru sabía que era una buena herramienta contra monstruos y otras amenazas.

Pero el paisaje perdía su encanto pronto, era tranquilo, más tranquilo de lo que una aventura debería de ser, aunque su mente divagaba, los sonidos del bosques lo sacaban, mayoritariamente con susto y luego euforia.

Pero siempre era un animal pequeño, rara vez vio algo tan grande como ese zorro, eran bonitos, pero aparte del color y la forma, no había nada más que lo destacara de la fauna de zorros que ya había en su tierra.

Y conforme avanzaba, la cantidad se reducía, ahora solo era Subaru y el bosque, con las pequeñas rafaga de viento soplando, agitando las hojas y haciéndole cosquillas a Subaru en todo su cuerpo, era una sensación nueva tener tanto pelo y un hocico, las garras eran otra cosa por la que intentaba acostumbrarse, las herramientas que le habian dado estaban firmemente agarradas en una mano más grande del de Subaru.

No tardó en acostumbrarse a su nuevo cuerpo, pero el calor que sentía era mayor y lo haría sudar aún más, la ropa que tenía empezaría a apestar dentro de unos momentos gracias a su sudor.

Intentó recordar dónde estaba el lago, tendría que volver para beber y…¿bañarse en él?, no le extrañaría que tuviera algún bicho en el cuerpo de agua, es más, era raro que no tuviera otro color, ¿puede ser por la magia?.

Tal vez si lo purificaba con magia.

Si, eso tenía sentido dentro de la lógica de la magia, ¿pero quién lo haría?, ¿un mago del pueblo?, ¿el señor feudal contrataba magos para limpiar el agua?.

Bueno, no valía preguntarse eso ahora, lo descubriría él mismo.

Finalmente, al horizonte vio algo, era una estructura, estaba hecha de madera, ladrillo y algunas partes cubiertos con barro.

Era una casa, lo suficientemente grande para una familia de 3, muy apretada, pero si eran pocos no habría gran problema.

Y los restos de civilización se veían en la cercanía.

Pero no pudo ver mucho más, su paso fue cortado abruptamente por nuevos animales, eran grandes, de más de noventa centímetros, era negro y largo, parecido a un dóberman con una apariencia aún más enfurecida, sus grandes dientes que daban la apariencia de siempre gruñir amenazadoramente, fuerte patas delanteras y traseras para recorrer, finalizando en grandes garras, con su olfato superior a una persona podía oler lo sucio que estaba, como comida podrida en la cercanía.

Le recordaba a los dóberman, pero estas criaturas eran más grandes y más amenazadores que un dóberman de su mundo.

Y ciertamente Subaru sentía el mismo nerviosismo que con un dóberman de su mundo.

No, esto era peor, ningún perro le había amenazado así, ni uno tan grande.

Apretó los dientes, no podía dejarse intimidar con facilidad, estaba en otro mundo, en uno donde podría hacerles frente, pese a que estaba un poco asustado.

Pero si querían un trozo de él, sólo conseguirían el acero de su arma.

El animal dio dos grandes zancadas al frente y luego terminó en un gran salto hacia adelante, con un ladrido que ningún perro que conocía podría hacer y las fauces abiertas con toda la intención de mutilar a su enemigo.

Era rápido, servía para la caza, un animal fiero y fuerte para una persona común.

Subaru era más rápido, dio un golpe directo a la mandíbula, el golpe hizo un gran sonido, pudo sentir el golpe duro y puro elevando su euforia, la cabeza de la bestia se sacudió hacia arriba, en el aire, el animal dio un giro y quedó panza arriba, con un gemido de dolor, escupiendo salivas y sangre, herido y ahora condenado al final.

Subaru se horrorizó por lo que vio, nunca había peleado y menos con un arma, que no sea en un videojuego, la sangre que salía de ese hocico era tan real como el arma que infligió el dolor, mientras el animal tenía los dientes y muy probablemente el hocico roto.

-Lo siento-como un tonto, se disculpó con el animal que hasta hace unos segundos quería probar su sangre.

Pero apartó los pensamientos de pena se apartaron, eran abominaciones y no era seguro para nadie que ellos queden sueltos, así que concentró todas las fuerzas en su brazo derecho y le dio un golpe final en la garganta, hizo una mueca cuando escucho los últimos quejidos y suspiros de vida del animal.

No fue suficiente, el animal seguía lanzando gemidos y aullidos de dolor, para horror de Subaru siguió intentando levantarse y seguir peleando.

No podía dejarlo así, tendría que acabar con su sufrimiento con rapidez.

Dio otro ataque, rápido y poderoso.

Y con la sensación más desagradable que Subaru podía recordar, el animal estaba muerto, como un accidente se quedó mirando el cadáver unos momentos antes de irse hacia lo que podría reconocer como un pueblo.

Intento que aquella amarga experiencia no manchase lo que consideraba su primera aventura.

Según entendía, el lugareños común de la edad media construía su casa con las ventanas de las habitaciones apuntando al este, donde debería de salir el sol todas las mañanas y con sus primeros rayos despertar a los granjeros y trabajadores.

No se veía pequeño, habría al menos cien personas, aun así sería tan bullicioso como para incomodar a un Subaru poco sociable.

-¿Hola?-hablo en voz alta.

Pero nada, no había nadie, en realidad, no parecía siquiera estar bien cuidado, había humedad en las paredes y en la parte donde había piedra estaba envuelto en una capa de musgo y hierba

¿El perro sería un perro guardián y vieron que Subaru lo mató y se asustaron?

Si eso era cierto, la había cagado, pero en grande, la primera impresión fue atroz.

Intento ver a alguien a quien pudiese explicarlo, tal vez en realidad era un perro salvaje y había hecho un bien a la comunidad matándolo.

Ciertamente parecía un engendro, así que Subaru no intentó pensar en que había matado a la mascota de alguien.

¿Sera por como se veía?, ciertamente un hombre lobo con un arma era, cuanto menos atemorizante, así que, de nuevo, con instinto y nada de conocimiento previo, volvió a la normalidad, la falta de los objetos que anteriormente fueron usados para guiarlo y protegerlo le dejaron un vacío en sus manos, el camino blanco y brillante desapareció, ya no tenia la guia de ninguna diosa a su lado.

Una sensación de incomodidad y desagrado se apoderó de él, tal vez fuese porque en realidad tenía el poder de defenderse, la transformación aunque rara, era como una armadura que lo protegía de los males de la realidad, pero ahora estaba desnudo.

Sacudió la cabeza, era aterrador lo poco que pasó con su poder, pero lo mucho que se había pegado a él.

Siguió caminando había establos más adelante, había establos más al frente a un lado de una casa , alerta, el silencio del lugar le preocupaba, ya no podía ser solo que Subaru se viese como un monstruo o que hubiese asesinado al animal protector del pueblo, el silencio era mas de un cementerio que el de un pueblo muy perezoso.

Se sentía tenso, aun sin los agudos olfatos de su transformación podía oler el fétido aroma esparciéndose en el aire y trayendo desagrado a todo el que lo oliese, ¿como las personas podían vivir así?, la era medieval era muy sucia, algo que los escritores olvidaban con facilidad y que lastimosamente Subaru no podía ignorar.

Una nube de moscas se cernía dentro del establo, eran muchos, más de lo que Subaru vio en toda su vida, era algo asqueroso, le revolvía el estómago, se alejó, mirando a unos metros, ¿que olería tan mal?.

Algo brillo levemente, era blanco, como una hoja de papel, como el cemento, era un cráneo de un animal.

Al fijarse mejor vio que el animal no partió solo a su destino final, sino que fue acompañado por otros cinco, a un lado suyo había otros dos cadáveres de lo que solo podía adivinar, eran vacas o toros, lo más probable es que sean vacas, era normal en una granja.

Lo que no era normal era dejarlas muertas, lo más probable era que hubiese una manada de animales salvajes como el perro y los matase, si fuese por hambre las vacas simplemente saldrían y comerían el pasto y las plantas que abundan alrededor del pueblo.

Subaru no lo hubiera pensado si el animal no lo atacaba a la entrada de la aldea, pero tendrían que ser muchos porque el animal parecía ser más fuerte que un perro dóberman pero no lo suficiente para matar a una vaca.

¿Los habitantes sucumbieron al mismo destino?

Subaru miro las casas, con razón estarían tan descuidadas, no había nadie porque fueron atacados por las bestias.

Y fueron asesinados.

Tenía que salir de allí ahora, no sabía el patrón de comportamiento de los perros, pero si volvieran en manada, dudaba que pudiera con varios sin recibir un par de mordiscos y dudaba que su ropa fuese tan dura.

Alejo esos pensamientos pesimistas, ¿y si la gente del pueblo en realidad salió huyendo del lugar debido al inminente ataque?

Si, no había mayor olor que el de los animales muertos, pese a lo descuidado del lugar, Subaru pensaría que el lugar olería peor si estuviese con muchos cadáveres esparcidos y no creía que haya pasado tanto tiempo desde el abandono del lugar pese a su deterioro.

Si esto era un pueblo fantasma, entonces no habría problema en entrar en entrar en un lugar ya abandonado, si por el contrario, había gente allí, Subaru tendría que ser muy preciso a la hora de disculparse y explicar su confusión.

O le daría un hachazo en toda la cabeza, también era una posibilidad, bueno, seguramente estarían felices de ver a cualquier cosa que no sea una de esas bestias y no sea hostil.

Eligio una casa, el techo de madera y lo demás de piedra, el musgo se extendió como una capa debajo de una ventana ancha de madera, a un lado, una puerta de madera simple que estaba rota en la parte inferior lo suficiente para que un conejo pudiese entrar era lo único que impedía entrar a Subaru, la puerta estaba trancada, las bisagras de hierro impedían que fuese abierto.

-¿Y ahora?-

Supongo que tendría que usar la fuerza bruta, ¿podría hacer algo más con su habilidad?, era hora de probar.

Subaru hizo lo mismo, pero esta vez se concentró en un resultado diferente, extendió su mano, tal vez podría crear una bola de fuego, pero pensó que eso solo incendiaria el pasto y el techo si lo descuidaba, así que mejor, una gran ráfaga de viento letal.

De nuevo la transformación empezó, tal vez transformarse era lo único que podía hacer, bueno, podría atacar la puerta con su arma.

El elfo había tocado su laúd con energía, en sus dedos grabados la sinfonía que se podía escuchar en aquella taberna, las voces se entrelazan con la música, haciendo una danza por la atención de todos las personas, tocaba el laúd con la suficiente fuerza para no ser escuchado, pero no tan alto para irritar a los demás, después de todo, desde que era pequeño se le inculcó en las enseñanzas de la magia de la música y su efecto en la gente, Subaru se fue de su hogar en busca de fama y oro, como lo había hecho su padre y su abuela, los resultados para ambos fueron varios, fugaces y menos veces impactantes en el mundos, pero solo hizo que el apellido de su familia creciera con más fuerza que otros que estaban empezando el camino igual que él, con el peso de su apellido, expectativas y un futuro por descubrir, Subaru emprendió el recorrido a su destino, fuese cual fuese.

Esto no era nada de lo que Subaru buscaba, ¿donde estaba su estrella del alba?, ahora tenía una guitarra que por su aspecto solo podía ser un laúd medieval.

¿Se había transformado en otra cosa?, tocó sus orejas, tenía una forma puntiaguda en la parte superior, se emocionó brevemente ante su nuevo descubrimiento antes de darse cuenta de que esta vez esto no le resultaría útil.

Necesitaba fuerza, no carisma.

Bueno, que no se diga que no se intentó, Subaru intentó abrirla por la fuerza, funcionó, no solo eso, sino que se abrió con toda la facilidad que una puerta sin cerradura ni resistencia.

El olor a encerrado y humedad lo golpeó de lleno, estaba lejos de ser peor que el olor de los cadáveres de los animales y estaba seguro que sí no conseguía una pala y excava lo que podía ser una tumba improvisada.

-¡¿Hola?!-grito pero nada.

Lo peor, había cucarachas por el piso, lo más probable es que no hubiese nada, había una mesa y muebles que guardaban los platos y herramientas, podría ser el comedor, si es que tuviera que pensar en un nombre, más allá estaba la cocina, se adentro por el lugar, había dos pasillos, uno con una puerta en la derecha desde la puerta principal y otras tres en el de la izquierda.

Subaru de verdad no quería ir, no quería ver los cuerpos de una familia muerta, su respiración sonaba entrecortada, sus pensamientos se volvieron cada vez más oscuros, estuvo así unos momentos antes de reunir coraje, si el mundo era bueno, todos hubiesen escapado, sino, Subaru vería algo que no lo dejaría dormir durante meses.

Se acercó a la puerta más cercana, con la cara tapada contra la pared, aun sin el valor suficiente para ver el interior, con la mano estirada abrió la puerta, el olor a cerrado seguía en el ambiente, pero ahora había polvo esparcido, el tiempo no se fue amable con la limpieza, lento, muy lentamente, Subaru acercó su cabeza al marco de la puerta y luego al interior de la habitación.

Era de un niño, los juguetes esparcidos eran varios, en un ropero, ropa pequeña, las paredes estaban llenas de humedad, había una ventana también de madera.

No había un cuerpo.

Subaru agradeció eso, con algo más de confianza abrió la segunda, era una habitación con una cama mucho más ancha, la habitación de la pareja, había un ropero y un escritorio debajo de la ventana.

Pero nada de cuerpos.

Subaru miro la cama, estaba sucia, abrió la ventana de la habitación, la luz contrastaba demasiado con el entorno tan nocturno, pudo ver unos cristales en unos soportes en lo alto de la pared, no deberían de ser costosos, esta era la casa de gente común, ¿Qué podría ser esos cristales?

No importaba, confiado revisó la tercera puerta, la más alejada de todas, era como solo donde guardaban las herramientas de limpieza, jabones y un cubo de metal.

Nada importante.

Finalmente se dirigió a la última puerta, era el baño, extrañamente era parecido al baño que había en su mundo, no sabía de qué material estaba hecho el depósito de agua.

La casa estaba vacía y lo más probable es que el pueblo estuviese de la misma manera.

Subaru siguió caminando por el lugar, había casas en mejor estado que otras, la peor estaba toda desordenada y una parte de lo que solo podría considerarse un almacén donde se guardaban varias herramientas, o por lo menos lo que Subaru suponía que eran herramientas, no tenía puerta, alguien parecía haber venido y buscado algo para robarlo, las cosas estaban esparcidas, herramientas y maletas.

Subaru se detuvo en una casa más estable, fue descuidado, todo este camino fue descuidado, no supo muy bien que hacía su poder.

¿Qué paso de su estrella y su campaña?, tampoco recordaba mucho de sus bendiciones y rezos, tampoco de los ritos.

Bueno, tal parece que tenía dos transformaciones, hasta donde sabía, con dos historias y habilidades diferentes, en ese momento, era prácticamente soporte, con su música potenciaba aliados y debilitar enemigos.

Con el clérigo, curaba y en general tenía ayuda divina, no sabía hasta dónde llegaba eso.

Con el bardo, tenía un poder llamar canción de ataque y canción de debilidad, podría ayudar a sus aliados a atacar con más fuerzas con el primero y el segundo hacía lo contrarío con sus enemigos

Probó otra vez, imaginando al clérigo hombre lobo en su cabeza como su objetivo a alcanzar.

La naturaleza era parte suyo desde siempre, no recordaba un momento donde las hojas tocaba su piel, los animales salvajes con confianza, acercándose a su persona, su aldea cubierta entre grandes árboles, era un experto en la magia de la tierra, planta, piedra y la magia de lo salvaje, la gente siempre tuvo una gran indiferencia por todo lo que era afuera de su pequeño mundo. Pero él era diferente, quería saber qué pasaba afuera de ese mundo, las noticias de boca en boca de viajeros y vendedores, finalmente, siendo un adulto, se adentró en aquel desconocido mundo, probando sus momentos felices, tristes, la seguridad y peligro dentro de las ciudades, volvería cuando el conocimiento adquirido fuese suficiente, mientras tanto, quedaba solo ver todo lo que el mundo tenía para mostrar.

Lo primero que sintió fue un gran olor proveniente de alguna parte, era fuerte, era un olor como a flores, le recordaba al suavizante que su madre echaba en sus ropas, era un olor que le recordaba a su hogar.

Era un olor impregnado de amor.

Ahora la ropa era ligera, muy ligera, con zapatillas negras, pantalones y remera verde claro, una camisa con la parte delantera abierta y con las mangas cortas de color verde oscuro, se encontró con un espejo, no había gran diferencia con él, pero se sentía más fuerte, físicamente lo era, antes, como hombre lobo era más rápido, fácilmente 10 veces que cuando era antes y como elfo no había experimentado mucho, ahora era mucho más fuerte físicamente.

También tenía un cuerno, si su memoria no le fallaba y no podía usarlo por mucho tiempo, era un oni druida, curiosa combinación y fuerte, por lo que veía.

Por lo menos ahora tenía algo con lo que pelear, el conocimiento de la magia de las plantas y la tierra es útil.

Pero exactamente ¿que era todo esto?, si pudiera describirlo sería que Subaru interpretaba a un personaje como si fuese una obra de teatro.

Antes era un clérigo hombre lobo, luego un bardo elfo y ahora, un oni druida.

¿Como calabozos y dragones?, Subaru recuerda estar fascinado con la historia, pero no tenía a nadie con quien jugar en ese entonces.

Si pudiera dar un resumen, Subaru podía transformarse en una raza y una clase del juego de mesa, ¿ese era su poder?, bueno, era versátil, al menos, no recordaba mucho del juego de mesa, pero varias cosas tenían algo que ver con un dado de veinte caras que aumentaba las estadísticas de un personaje en cierto momento.

Pero no tenía dados de veinte caras o algo como unas estadísticas, además, ¿como volvía a su forma de lobo clérigo?, no era que fuese la mejor forma, pero quería ver cómo podía volver a su antigua forma en caso de necesitarla.

Siguió explorando el lugar, cerca del otro extremo, había otro de esos animales, su olor era como el de Subaru, más débil, menos intenso, pero igual de presente, gruñó, amenazadoramente, levantándose en sus patas traseras, se impulsó hacia adelante, Subaru giró sobre sí mismo, el animal cayó frente a suya, Subaru levantó su pie y con todas sus fuerzas dio una patada a las costillas de la bestia.

Crujió, las costillas del monstruo se fracturaron por la fuerza, dio un gemido lastimero y salia sangre de su boca, intentó levantarse, pero el dolor le devolvió al suelo, más sangre salió de su boca, su costado estaba hundido, era un espectáculo horrible, según sus recuerdos, toda vida debe ser respetada y darle el mínimo sufrimiento posible.

Subaru dio tres pisotones a la bestia moribunda, tal vez dos fueron exagerados, pero el resultado era definitivo.

Fue irónico que ese fuese el momento perfecto para Subaru de practicar su magia, con facilidad la tierra a un lado suyo se movió, era hondo y grande, lo suficiente para enterrar a la bestia, lo agarró de una pata con cautela y lo tiró a su fosa, con la misma magia lo enterró.

Subaru estaba eufórico por la sensación de control que tenía sobre el elemento lo suficiente para alejar cualquier pensamiento de pena que pudiera tener sobre la nueva bestia que había matado, sabía que lo que podía hacer era poco, pero era más de lo que podía hacer el día anterior.

Miro la tumba improvisada, dos bestias, en un pueblo abandonado, ¿vinieron en jauría, ahuyentando a todos o vinieron después de que todos se fueran, siendo los exiliados de su manada.

Lo más probable es que fuese lo primero, no le gustaba, sentía que estaba en peligro, podrían volver, este podría ser en realidad la guarida de una gran manda.

Subaru lo pensó un poco, no iba a esconderse, en realidad, lo mejor que podía pasar era que viniese toda la horda y que Subaru los derrotara, era el protagonista de esta historia después de todo, tenía una aldea para él, Ela lo puso en el lugar correcto, ahora era esta era la primera base de operaciones de Subaru.

Lo importante es que este era el comienzo de su historia, la historia de su leyenda.

Y como tenía que estar a la altura de su leyenda, tendría que entrenar mucho y volverse más poderoso.

Pero no ahora, más rápido de lo que alguna vez estuvo acostumbrado, se estaba quedando sin aliento, lentamente estaba entrando en pánico mientras las fuerzas en sus piernas y brazos sentían el dolor de como si hubiesen sido entrenado durante horas, se limpió el sudor de su frente y se tiró en la primera cama que vio.

No pensaba en que esto era una casa ajena, ni que el lugar no olía bien, sino en lo cansado que estaba.

Su espalda tocó el colchón y eso fue todo lo que necesitaba para perder la voluntad de seguir despierto.

La primera mañana de Subaru Natsuki en otro mundo terminó como esperaba, sin contratiempos.

De momento.


Si se preguntan como selecciono la clase y la raza, lo hago con una ruleta, así que la historia no esta del todo planeada, es bastante divertido dejar ciertas cosas al azar y ver que sale.