Todos los personajes que aparecen en este fanfic son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.
El especial de Navidad del Mundo Fanfics Inuyaha y Ranma.
Y
Ranma Fanfics Por Siempre, diciembre sin fin.
Navidad en Agosto.
Una Navidad mágica.
"Airen amor, haz aaaaah".
"No Ran-chan, ¡come esto! Aaaaah".
"¡Aaaaah! Ranma querido, ¡no escuches a esas dos pobres chicas insignificantes e ineptas! ¡Ven a mi y te haré probar las mejores delicias navideñas! Oh oh oh".
"Yo... yo... de verdad". -Ranma se encuentra tartamudeando mientras las tres chicas le tiran de un lado a otro como si fuera una marioneta en manos de unas niñas que no tienen ninguna intención de soltar su juguete favorito.
Pero cuando las chicas que me rodean empiezan a luchar entre sí y a aflojar su agarre, por fin consigue escapar corriendo todo lo que pueda hacia el destino que me lleve más lejos de ellas.
Ningún destino estará nunca demasiado lejos para escapar de sus garras.
"¡Espera Ran-chan! A donde vas, aun no has terminado de probar mi Okonomiyaki especial de navidad".
"¡Airen no trates de escapar de Shampoo así!".
"¡Ah Ah Ah! ¡Maldita sea! Lo sabía... se han dado cuenta de mi huida demasiado pronto y ahora me encuentro como siempre corriendo por los tejados de la ciudad, perseguido por tres locas que harían cualquier cosa por atraparme, incluso lanzarme alguna extraña arma china, espátulas de cualquier tamaño o cualquier aparato de gimnasia disponible". -mientras él saltaba de tejado a tejado. Pero curiosamente, a pesar de mi destreza física, templada por largas sesiones de entrenamiento, ya estoy cansado y presa de la falta de aliento reduzco el ritmo, terminando inevitablemente por acortar la distancia con ellas, ¡que ahora mismo me están alcanzando!
Enciendo el acelerador, esquivando una mini espátula que rasga mi camisa a la altura de los hombros y retrocedo lentamente para evitar la cinta roja encajada con el único objetivo de atrapar mis piernas... pero.
Algo va mal... doy un salto con las últimas fuerzas que me quedan para alejarme de allí pero, rodeado de infinidad de pétalos negros, no me doy cuenta de que en realidad estoy a punto de estrellarme desastrosamente contra el dojo Tendo.
"ow ow ow"
El impacto nunca es tan malo como la visión a la que me enfrento una vez me incorporo, me masajeo la cabeza y vuelvo a abrir los ojos.
El techo del dojo completamente destruido, trozos de madera esparcidos por todas partes y amontonados encima de las hermosas decoraciones, ahora arruinadas, que hasta unos momentos antes adornaban y hacían menos desnudo y formal el ambiente. Pero más que nada, el árbol... el hermoso árbol en medio del gimnasio completamente destruido por... ¡mí!
Por todos los Kami, ¡¿fue el árbol contra el que tuve que estrellarme?!
Con la mirada busco a la única persona que realmente me importa en aquel abarrotado recinto, y aparte de las miradas atónitas de familiares y amigos y las sonrisas de suficiencia de las tres chifladas locas que han contribuido a todo esto, no veo la de mi prometida. ¿Será que no estaba allí?
Con un rayo de esperanza, intento levantarme pero, como en una escena de película, de repente la multitud se diluye revelando la figura de Akane que, rígida con los brazos a los lados y los puños cerrados, tiene la mirada baja y estoy seguro de que, aunque escondidos por sus flequillos, sus ojos se llenaron de lágrimas.
"Um... Aka... Akane, no es culpa mía, yo... yo, escapaba de las loc". -no puedo terminar la última frase porque de repente su mirada aguda y triste me encadena, provocando una inesperada opresión en mi pecho.
Con paso rápido y movimientos rígidos a grandes zancadas llega hasta mí, deteniéndose a unos pasos de mí.
"No, Ranma... ¡ni siquiera intentes culparlas de todo! "¡ESTO!" ¡Es tú culpa... si tú siempre siendo indeciso, porque si ellas están haciendo esto es porque tú siempre se los has permitido! ¡Basta ya! Ya he tenido suficiente, no quiero saber nada más de ti". -su voz tiembla no sé si más por la rabia o por la decepción que veo en sus ojos húmedos.
"Pero yo... ¡Akanee espera!". -grito tras ella al ver que se da la vuelta y se aleja para marcharse, pero con una impulso consigo agarrarla del brazo
"Como siempre ni siquiera me escuchas eh...siempre sacando conclusiones precipitadas".
"¡SPLASH!"
"¡WHAM!"
"¡CRACK!"
"¡Ouchiiii!". -gimió de dolor repentino en la cara, sudando masajeando mi parte afectada, me encuentro en mi cama mientras afuera apenas amanece.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta de dónde viene la causa de mi dolor.
"¡Viejo idiota! ¿Qué demonios estás haciendo?".
"Booo". -en su maldita forma de panda con una mirada amenazante agita su fiel cartel en mi cara, hace un momento la fuente de mi dolor.
"En vez de preocuparte tanto mientras duermes, ¿por qué no vas a verla?" -con un poco de esfuerzo logré leer la mala letra de mi viejo, que es aún más ilegible cuando está en su forma maldita.
"¿Qué quieres decir, idiota?".
"Espera, ¿era un sueño? ¿Eso significa que lo que acabo de tener fue sólo un sueño? Uf". -se había sentido aliviado.
Y con un peso menos en el pecho, me seco el sudor de la frente con el dorso de la mano e ignorando por completo al panda gigante sentado a mi lado, doy gracias al Kami de que todo haya sido producto de mi imaginación.
"Jajaja... ¡menos mal! Y entonces sólo podría ser un sueño... cuando alguna vez". -espera un segundo.
Ya me ha pasado... en más de una ocasión... No me refiero sólo a las Navidades pasadas, sino que haciendo memoria, cada vez que nos reunimos para alguna ocasión especial, siempre acabo, aunque sea indirectamente, arruinando todo ¡por culpa de Shampoo, Ukyo y Kodachi! Y cada vez, el resultado es siempre el mismo... ¡Decepcionando a Akane! ¡No! No quiero que vuelva a ocurrir, no quiero enfadarla más, al menos por eso, y no quiero verla llorar porque no soy lo suficientemente decidido como para ser claro con mis otras prometidas.
Una mueca espontánea hace que se me arrugue la boca ante la mera idea de imaginar siquiera hipotéticamente sus nombres junto al término.
'Prometida'
No, absolutamente es una imagen que quiero borrar inmediatamente de mi cabeza y sin darme cuenta me encuentro negando con la cabeza mientras despeino con las manos mi pelo ya despeinado por el sueño.
"¡SPLASH!"
"¡Ay! ¡¿Quieres parar?! Viejo idiota".
"¡WHAM!"
Otro golpe de cartel me da esta vez por detrás, justo en la nuca.
"¡Deja de molestar, quiero dormir! Hijo desconsiderado ingrato"
"Ok, ok, ¡lo entiendo!". -masajeándome el lado afectado me levanto del futón y me dirijo a la puerta de nuestra habitación.
A estas alturas ya estoy despierto y después del sueño que acabo de tener igual no podía volver a dormirme. Después de las reflexiones de ayer y los inesperados ánimos de esa hiena de Nabiki estaba tan feliz cuando me fui a dormir que no pensé en absoluto que aunque hoy haya encontrado el regalo adecuado para Akane y a pesar de todos mis esfuerzos por hacerle entender mis verdaderos sentimientos, todo sería en vano si al final volverá a pasar lo que pasa cada vez, tal y como lo soñé.
Yo también tengo que resolver esto.
¡Y sólo hay un modo de hacerlo!
Ha llegado el momento de hablar con ellas. ¡Debo aclarar las cosas de una vez por todas!
No sé si lo conseguiré, pero debo intentarlo... Creo que al menos con una de ellas tengo más posibilidades de lograrlo, o más bien que es más fácil, ya que la conozco desde hace más tiempo. Sí, puedo empezar con Ukyo, mi amiga de la infancia... estoy seguro de que si soy lo suficientemente claro y uso las palabras adecuadas al menos me escuchará. Con las otras dos la situación es más complicada, aparte de Kodachi que está loca de atar, ¡con Shampoo no será nada fácil! Lo más seguro que me lo hará pasar mal, pero tengo que hacerlo, tengo que conseguirlo por la felicidad de Akane.
¡No quiero que ella también tenga que pasar esta Navidad en un caos total!
¡Quiero que esta vez todo sea diferente!
¡Esta vez quiero darle una Navidad mágica!
Continuará.
