Capítulo 53: El Acuario

Regó un poco el pequeño brote que Cream le había obsequiado para posicionarlo en el balcón, asegurándose que obtuviera la cantidad de sol necesario. Tails esbozó una sonrisa y acto seguido borrar aquella mueca de felicidad para que una pensativa se pintara en su rostro. Soltó un suave suspiro alzando su mirada al cielo despejado de aquel día.

Todo lo que había acontecido el día anterior aún navegaba su mente.

"–Es sólo…– pausó Cream para levantar su mirada y verlo detenidamente –…Me gustas – salió de sus labios en susurro."

Recostó sus antebrazos sobre la baranda, soltando así un pesado suspiro mientras una mueca de consternación se pintó en cada una de sus facciones. Tails nunca imaginó que Cream tuviera ese tipo de sentimientos hacia él, nunca lo vio venir, y por ello, se sentía terrible. Hubiera deseado no ser el primer amor de Cream o en su defecto el primero en rechazarla. Jamás imaginó que algún día se vería en esa posición con ella.

El zorro apoyó su mentón en su antebrazo para así ver de forma desinteresada las nubes que navegan libremente en el cielo azul.

–Amor ¿ha? – se dijo a sí mismo, pensativo.

Parecía que el Festival de Invierno giraba alrededor al amor, y no sólo para él, sino también para sus amigos.

–Sonic lo sabrá bien – sonrió suavemente recordando aquella noche.

Inicio del Flash Back

Luego de hablar con Cream y que ella se despidiera de él con esa triste sonrisa no pudo tomar rumbo a casa como había querido en un principio. Deambuló sin rumbo por las instalaciones, sintiéndose abrumado e increíblemente culpable por lo que acababa de hacer.

Su mirada regresó al brote de flor que tenía en sus manos soltando un pesado suspiro ante ésta. Ese día había sido un día exhaustivo emocionalmente para él; había sido una proeza en sí misma poder dar el primer paso para entrar al instituto y la verdad no estaba listo para recibir una confesión, menos de sus mejores amigas… nunca lo estaría.

–Rayos…– masculló culpable.

Tails buscó su celular para así buscar el número de Sonic en éste, dudoso si llamarlo o no. Sólo quería cerciorarse que ella estuviera bien ¿Cream habría mencionado algo? ¿Qué tal si al igual que él tomó un desvió y no se reunió con los otros? Tails apretó sus labios convirtiéndolos en una fina línea. Necesitaba saber, necesitaba saber si ella estaba bien.

Con cierta duda llamó al erizo azul, ansioso por lo que pasaría una vez respondiera del otro lado del teléfono, o así fue hasta que algo captó su atención; una canción que sonaba en el desolado campus haciéndolo ver a sus alrededores. Él conocía esa canción. El ring tone del teléfono de Sonic.

Tails buscó con la mirada la dirección de donde provenía la música, pues no estaba ni cerca de donde se suponía todos deberían de estar. Siguió con su búsqueda para así divisar el gimnasio de la escuela con las luces encendidas a la distancia. No había duda, ahí se encontraba Sonic, nadie más ahí traspasaría propiedad privada en una escuela de noche que no fuera él.

–No responde – se dijo al ver la llamada finalizada.

Llamó nuevamente para caminar hacia el gimnasio guiándose por la música que seguía sonando. De nuevo a buzón. Una expresión de consternación se pintó en su rostro, ¿Acaso había pasado algo?

Aceleró su caminar, acercándose al gimnasio cuando en eso escuchó las voces de Amy y Sonic resonar gracias al eco del lugar. Esbozó una sonrisa de alivio.

Sólo para que sepas – escuchó a Amy decir según se acercaba –Realmente quería bailar contigo… ya sabes… en la fogata.

Tails se detuvo de golpe al escuchar eso ¿Acaso Amy se le estaba declarando a su amigo? ¿Esa era la razón por la cual Sonic no había atendido su llamada?

Tal vez… – escuchó decir a Sonic para así escuchar con atención lo que diría con atención –Si no hay nadie podamos…– pausó ocasionando que Tails abriera sus ojos de golpe –¡P-Pero sólo sería un momento! – aclaró nervioso.

–Lo sabía – una sonrisa se expandió en el rostro de Tails ante lo que escuchaba. –Yo tenía razón, era ella.

Tails llevaba bastante tiempo con sospechas de que algo pasaba entre ellos dos, aunque no podía confirmarlo del todo. Sabía que Sonic estaba saliendo con alguien gracias a su actitud nerviosa, las obvias mentiras y su necesidad constante por evitarlo; cosa que hacía generalmente cuando pretendía ocultarle algo. Sin embargo, luego de recibir aquel mensaje de Fiona asumió que la única mujer que Sonic le ocultaría a él tan fervientemente sería ella, es decir, todo encajaba perfectamente.

Uno que te gusta – escuchó decir a Sonic divertido, retomando su atención a la conversación entre los erizos.

Uno que me ofreció bailar en el baile más romántico de esta escuela – soltó ella cual ganadora –¿Es que acaso el gran Sonic the Hedgehog se está enamorando? – bromeó.

Estaba en lo correcto, estaban juntos, y su mejor amigo no tenía las agallas para admitírselo.

Fin del Flash Back

–Me pregunto por qué – murmuró Tails pensativo sintiendo como la brisa de la noche acariciaba su pelaje.

Un estruendo a sus espaldas lo hizo regresar a la realidad, sobresaltándose ante éste. Tails entró corriendo al apartamento para ver la cafetera hecha pedazos en una esquina de la cocina.

–¡Rayos! – escuchó a Silver maldecir –Maldición, maldición, maldición – soltó con obvio pánico.

–¿Silver? – llamó Tails preocupado acercándose cautelosamente a él –¿Está todo…

–¡No, nada está bien! – interrumpió Silver abruptamente anticipando su pregunta –¡Tengo una cita con Blaze en dos horas y no puedo…

–Este…– murmuró Tails acallando a su amigo mientras observaba la taza al lado del erizo plateado empezar a flotar en el aire envuelta en un aura de color celeste intenso –Silver – llamó en calmada voz según la miraba flotar cada vez más alta, alertando al erizo de lo que estaba provocando.

Silver intentó tomar la taza al percatarse de lo que pasaba, pero al momento de estirar su mano en un intento de alcanzarla, ésta fue disparada hacia el otro extremo de la habitación haciéndose pedazos.

–¡DEMONIOS! – vociferó. Estaba perdiendo la cabeza. Silver se recostó sobre el mostrador para así sujetar su cabeza con ambas manos, era un desastre –…Sé que lo arruinaré todo – murmuró con pesar.

–No, claro que no – negó Tails buscando la escoba y la pala de recoger basura –Estás nervioso, es normal – alentó el zorro sonriente –Todo estará bien, sólo debes de tener más confianza en ti mismo.

–Es fácil decirlo – murmuró Silver desganado.

–Vamos, ve a ducharte y prepararte para tu cita, yo limpiaré aquí y me encargaré de todo – le sonrió Tails calmado.

–Sí…– asintió Silver con pesar –Intentaré no destruir el baño – dijo rodando sus ojos como una mala broma – Gracias Tails – habló sincero sonriéndole de manera forzada.

Tails le expandió la sonrisa para verlo caminar desganado hacia la ducha; realmente esperaba que un baño de agua caliente lo ayudara a calmar sus nervios.

–Tendremos que comprar otra cafetera – soltó Tails en un suspiro –Debería de empezar a tener un repuesto por acá – se dijo pensativo, pues no era la primera que Silver destruía y algo le decía que no sería la última.

Barrió los pesados de cristal regados por la cocina cuando escuchó la puerta frontal abrirse y ver a Sonic atravesar el umbral secando el sudor de su frente. Estaba regresando de entrenar, seguramente su sesión matutina de fin de semana.

–¿Uh? ¿Botaste la cafetera? – inquirió Sonic cerrando la puerta a sus espaldas.

–Yo no, Silver – aclaró Tails –Ven, ayúdame con la basura – pidió.

–Seguro– asintió para caminar hacia él –¿Qué fue lo que pasó?

–Hoy es el gran día – respondió el zorro terminando de limpiar el desastre –Creo que está nervioso, más de lo habitual.

–No puedo culparlo– dijo Sonic para buscar el bote de basura –¿Recuerdas lo que pasó la última vez? – soltó un pesado suspiro ante el recuerdo. –No ayudó nada en su confianza o a su ansiedad.

–Lo sé, lo sé – concordó Tails. Ambos soltaron un suspiro de pesadez y obvia preocupación hacia su amigo. –Oye, tengo una idea – dijo el zorro de pronto, ocasionando que Sonic lo volteara a ver –¿Por qué no vas tú con él?

–¿Cómo dices? – inquirió Sonic alzando una ceja.

–Ajá, ya sabes, como apoyo moral – explicó el zorro con una amplia sonrisa –Sé que cuando tú estás cerca Silver se siente mejor, y eres el único que puedo hacerlo entrar en razón cuando tiene un ataque de pánico.

–¿Y qué planeas? ¿Qué lo siga como su perro faldero por toda su cita? – soltó Sonic sarcástico.

–Mmm… Supongo que tienes razón – asintió el zorro con una expresión pensativa –¡Lo tengo! – exclamó con alegría –¡Deberías de ir con Amy!

–¡¿C-Cómo dices?! – se sonrojó intensamente ante su propuesta.

–Pues no puedes estar al lado de ellos, tú mismo lo dijiste, pero estoy seguro que Silver se sentiría cómodo de saber qué se encuentran por los alrededores – habló casual con una mirada maliciosa –Además, no creo que Blaze se oponga, quiero decir, ¿Acaso no Amy pasó la noche con ella?

–Mmm… sí – asintió Sonic con una mueca pensativa.

Los mensajes que Amy había recibido la noche previa habían sido de parte de Sally, diciéndole que debía de llegar con ellas pues Blaze no se encontraba bien gracias a un episodio de estrés y por lo que entendió pequeños incendios aislados.

"Será mejor que pase la noche allá. Blaze puede prender en fuego todo el edifico si no logra controlarse"

Era la primera vez que en serio no quería que Amy pasara la noche en otro lado y a su vez había sido lo mejor, o hubiera contemplado la opción de continuar lo que había pasado en el gimnasio.

–Ves seguramente también estará nerviosa– retomó Tails sacándolo de sus recuerdos –Entonces ¿qué dices? – insistió –Claro, siempre y cuando a Sally no le moleste que salgas con su amiga – enfatizó ocasionando que el erizo azul le desviara la mirada –Por cierto ¿cómo vas con ella? ¿Nos la presentarás pronto?

–No – respondió cortante para tomar camino a su habitación, dando por concluido el tema –Iré a bañarme – espetó. –Estaré listo antes de la cita.

– Genial, no lo olvides, es en dos horas – le recordó Tails sonriente. –Y no olvides decirle a Amy.

Sonic vio de reojo al zorro quien parecía traer algo entre manos pues su sonrisa suelta y mirada conspiratoria le hizo saber que algo planeaba.

–Seguro – asintió para cerrar la puerta tras de él.

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Yacía de pie, en el punto de reunión para meter sus manos en su chaqueta y para así mecerse de atrás para adelante en la punta de sus pies. Ansioso. Silver mordió su labio inferior considerando si aquello había sido una buena idea ¿qué pasaría si perdía el control nuevamente? ¿Si hacía levitar cada pez en el acuario o peor aún a cada turista en el mismo?

–Hey – escuchó decir en la distancia para divisar a Sonic quien lo saludaba con un ademán de manos a varios metros de él.

Sonic le levantó el pulgar para sonreírle de forma tranquilizadora haciéndole saber que estaba ahí. A su lado vio a Amy quien le levantó ambos pulgares para hacerlo sentir mejor. Silver les sonrió nerviosamente, sin decir nada al respecto y así verlos caminar a la entrada del acuario.

La verdad era que odiaba sentir que tenía una niñera para su primera cita con Blaze, sin embargo, debía admitir que le reconfortaba saber que ahí se encontraba él en caso de que todo saliera mal.

Soltó un suave suspiro, un poco más tranquilo ante ese pensamiento.

–Ammm… hola – la tímida voz de Blaze navegó de pronto captando su atención –¿Te he hecho esperar mucho? –preguntó con una tímida mirada.

Los ojos de Silver se abrieron por completo al verla parada frente a él con aquella expresión tímida en su rostro. Blaze yacía vestida con un abrigo rojo bermellón, en su cuello lucía una hermosa bufanda color purpura, unos pantalones blancos y unos botines rojos. Se le miraba realmente hermosa. Silver suavizó su mirada, olvidando por completo su nerviosismo inicial.

–Para nada – negó con la cabeza y una sonrisa en su rostro –Llegue hace poco con… – silenció, a lo mejor decirle que Sonic estaría en los alrededores no era una buena idea. –Llegue hace poco – corrigió.

Silver le sonrió de forma galante ocasionando que su mirada se iluminara y sus mejillas se tiñeran de carmín, algo que pasaba cada vez que estaba a su lado. Blaze le desvió la mirada al instante sintiendo el golpe de la ansiedad arremeter contra ella. Su corazón se aceleró su palpitar y sus piernas flaquearon ante la dulzura de su mirada hacia ella. Le faltó el aire y cada parte de su cuerpo se tensó de pronto; de nuevo sintió aquel abrumador calor en sus manos, sacudiéndolas imperceptiblemente en un intento de mantener la calma.

–Bien, entremos – comandó Blaze cortante para empezar a caminar, dejándolo atrás.

Caminó aprisa, sin intención de esperarlo, dejándolo atrás prontamente. Blaze cerró sus ojos para recordar las palabras que sus amigas le habían dicho una y otra vez la noche previa: "Respira". Apretó sus labios creando una suave línea ante ese recuerdo frunciendo el ceño ante el mismo. ¿Respirar? ¡¿Respirar?! ¡¿Qué diablos creían que hacía para mantenerse viva?! De nuevo una onda de calor la recorrió, haciéndola detenerse de golpe para abrir sus ojos con horror. ¿En serio pensaba proseguir con esa idea ridícula de cita? ¿Acaso había olvidado de lo que era capaz de hacer si perdía el control?

Blaze vio con terror las puertas del acuario frente a ella, paralizada del miedo. Había niños en ese lugar… había criaturas indefensas. No, no, no. Retrocedió un paso. No podía hacerlo, tenía que…

–¡Hey! – la voz de Silver captó su atención para verlo llegar en una corta carrera hacia ella –¿Te encuentras bien? – le preguntó para verla preocupado por lo que asumió era su expresión de espanto grabada en su rostro.

–¡A-Ahhhh! – balbuceó sonrojándose intensamente, odiaba que sus emociones salieran tan fácilmente a la luz –S-Sí… – apenas pudo responder para lanzar su mirada al suelo.

Silver la vio con sorpresa notando aquella expresión de lucha y consternación que él conocía tan bien. Ahora que lo pensaba Amy no había dormido esa noche en el apartamento por ir a la casa de Blaze.

"–Está un poco nerviosa– le sonrió la eriza rosa con calidez mientras caminaba con una pequeña maleta en sus manos –Así que mañana haz un buen trabajo en hacerla sentir tranquila ¿de acuerdo? – pidió Amy amablemente con una sonrisa"

Recordó sus palabras antes de dejar el apartamento de forma veloz. Realmente no es que supiera del todo cómo hacer sentir tranquila a Blaze, después de todo, era la primera vez que la miraba así, aunque entendía perfectamente el sentimiento que ahora la consumía.

Blaze endureció su mirada manteniendo su vista en sus pies, sintiendo todo a su alrededor darle vueltas. Todo iba muy rápido. Mordió su labio interior de manera brusca para sentirse en el centro de un circo, uno que esperaba a que fallara. No, tenía que irse, se disculparía con él y regresaría a…

–Toma – escuchó la voz de Silver para así alzar la mirada y verlo ofrecerle lo que era un dulce de colores pastel. Blaze lo vio confundida por su gesto –Te sientes mal ¿no es verdad? – habló con una mirada preocupada y un esbozo de sonrisa –Cuando hay mucha gente a mi alrededor y no me siento bien intento concentrarme en algo más y esto tiende ayudar, ya sabes… prestar atención a algo más – murmuró con un dejo de vergüenza en su voz.

Los ojos de Blaze se abrieron con asombro ante sus palabras, palabras que por alguna razón la llenaban de tranquilidad. Con timidez tomó el dulce de la mano de él para verlo detenidamente sintiendo una cálida sensación en su pecho. De repente ya no se sentía tan insegura.

–¿Aún quieres entrar? – le preguntó Silver volteándolo a ver con sorpresa –Entendería si no deseas…

–Está bien– habló la felina colocando sus manos dentro de su abrigo –Entremos – espetó.

–De acuerdo – le sonrió Silver con soltura.

De nuevo aquel rubor sobre sus mejillas, realmente le gustaba verlo sonreír.

"–¡No puedes dejar que el miedo te controle! – regañó Amy –Si en serio te gusta debes de darle una buena oportunidad… y sé que lo hace"

Las palabras de Amy de la noche anterior la golpearon. Lo intentaría, realmente lo intentaría. Blaze soltó un pesado suspiro para dar el primer paso, pero esta vez, pausó para ver de reojo al erizo plateado, quien captó su mensaje silencioso para sonreírle con dulzura y así empezar a caminar a su lado. Entraría sólo si él la acompañaba.

–Vamos – le sonrió Silver.


No puedo creer que esta historia lleve ya más de un año desde que la empecé y que aún sigan conmigo leyéndola OwO En serio a todos gracias. Aún recuerdo los capítulos del cumpleaños de Sonic que hice especialmente para sus 30 años (Cuando esta historia estaba empezando 3) En fin, sólo quiero darles las gracias a todos por el tiempo a mi lado en este proyecto.

Bien, la cita de Blaze y Silver está por empezar, y las cosas no saldrán como se esperaría. Muchas han estado ansiosos por la cita entre ellos y está a punto de pasar mis lectores, pues el siguiente capítulo promete varias cosas. Hasta entonces su autora se despide. Kat fuera.

La indiferencia es como la gota que cae de forma constante sobre la piedra hasta que la quiebra. El miedo puede más que el amor más puro, el miedo puede cambiarlo todo. Capítulo 54: Distancia.

¡GrAcIaS pOr LeEr!