El cálido sol de la tarde comenzaba a derretir la nieve acumulada, marcando el final del invierno. Rin y sus amigas compartían risas y recuerdos mientras regresaban de su último campamento invernal del año. Entre risas y susurros nostálgicos, el grupo se dedicaba a empacar sus pertenencias, sintiendo una cierta melancolía al despedirse del invierno que tanto habían disfrutado. Sin embargo, el verano prometía ser único y especial, lleno de aventuras y nuevas experiencias.
Rin trazaba su propio camino en moto, distante del resto. Nadeshiko viajaba en el auto de su hermana Sakura acompañada por la constantemente tranquila Ena, con quien compartía risas y recuerdos del campamento. Chiaki, por otro lado, era llevada por Aoi en su auto. Su amiga recientemente adquirió su licencia de conducir, y el viaje fue todo un desafío para ella.
La carretera se desplegaba frente a ellos, prometiendo un viaje tranquilizante y reparador.
En casa de Rin, donde su aventura comenzó, las chicas compartieron abrazos y risas, sabiendo que la primavera esperaba un nuevo campamento juntas. Mientras Aoi manejaba alrededor buscando un lugar para estacionar su coche y conversar tranquilamente con las demás, un vehículo a gran velocidad apareció en dirección a ella.
El impacto fue tremendo. Sus amigas pudieron sentir con horror cómo sus corazones se detenían por un segundo, horrorizadas por la escena.
