imposible".Biju/Bestia Hablando.
"por ella"Pensamiento de personajes.
"¿como olvidarte ?"Pensamientos de Biju/Invocación/Bestia.
interesante".Personaje hablando.
Ningún personaje de Naruto o la serie rwby me pertenecen ,este trabajo es por mero entretenimiento,de antemano gracias por leer este fanfic
El sonido de los cascos era bello. Un ritmo constante y armonioso, que evocaba bellos prados, llanuras y bosques. Eran los pasos de una bestia majestuosa, que siempre había servido al hombre para recorrer caminos y tener compañía. Cuando la carga era demasiado pesada, este animal siempre la soportaba por él. Los pasos incesantes de un caballo, que avanzaban por un suelo cubierto de árboles en un bosque frondoso. Parecía sacado de un cuento de hadas, un bosque impoluto.
—¿Qué es esto? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué lugar es este? Nunca lo he visto... pero lo reconozco... No recuerdo haber estado aquí, pero reconozco a este caballo... Reconozco esta senda. ¿Por qué hace tanto calor?... Espera, no siento calor, pero es como si lo sintiera, como si recordara que aquí hacía mucho calor..., en este día concreto. ¿Qué día es hoy? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quién soy?... ¿Qué hago sobre este caballo?
—¡Brrrruuummmm! ,el animal relinchó como si quisiera algo.
—Calma amigo, no te inquietes. Sé que estás agotado. Pronto llegaremos al próximo pueblo y te daré de comer.
—¿Qué?... ¿Por qué salen estas palabras? ¿Yo no las quise decir? Yo no las dije... ¿Esa no es mi voz?.
—El animal volvió a relinchar.
—Sí, tienes razón. Quizás debería comer algo, pero ya no me quedan muchas provisiones. No quiero gastarlas, a menos que esté cerca del próximo pueblo... Me gustaría comerme el pastel que llevo en la bolsa, pero tengo que resistirme. Me muero de ganas.
El caballo volvió a protestar.
—Sí sí sí. Quizás un poco no sea malo. ¿Verdad?.
El caballo volvió a relinchar.
—Sí, tienes razón. Tengo que ser fuerte ,ella suspiró.
—¿Suspiré? ¿Pero yo no suspiré? ¿Por qué suspiré?
—Ah... Ojalá no estuviera tan sola.
—¡Corran!, ¡corran!, no pierdan el tiempo, no pueden quedarse aquí¡.
Jaune indicaba a todos, a cada persona, a cada gente que estaba allí, les ordenaba que huyeran lejos de Vale, no tenían tiempo ni para sentir el miedo que les invadía, tenían que escapar de la bestia que se acercaba, y que sería imposible protegerlos y luchar contra ella al mismo tiempo.
Los cazadores, incluso ellos tenían miedo, Jaune percibió el temor en sus ojos, no podían ni siquiera moverse, y cuando oyeron sus palabras ellos inconscientemente también retrocedieron, dispuestos a correr, pero en represalia Jaune les gritó.
les dijo que no tenían por qué correr, Ellos estaban aquí y iban a enfrentarse a esa cosa.
—¡¿Estás loco?!, dijo un cazador,—¡esa cosa es un Wyvern!, ¡¿no has escuchado las leyendas sobre esa maldita cosa?!, ¡es imposible matarla!, ¡no tenemos apoyo!, ¡el armamento de Atlas está en nuestra contra y los demás Grimm siguen llegando!, ¡estamos perdidos!, replicó el cazador.
—¡Escúchame bien!, ¡te quedarás y me da igual si tienes miedo!, Jaune agarra de la camisa al cazador,— si se te ocurre huir te juro que yo mismo te arrastraré ,te golpearé y te lanzaré junto a esa bestia para que te devore, no quiero quejas.
Jaune empuja al hombre aturdido,—Prometiste,... todos nosotros prometimos luchar contra estas criaturas, Así que ahora los voy a obligar a que cumplán ese deber.
Jaune miró hacia la criatura,—no tenemos tiempo para dudar.
En verdad tenía miedo, pero incluso él tenía que apartar ese sentimiento de su corazón, no importaba si moría tenía que pelear, en la pupila de sus ojos se reflejaba como la criatura se hacía más grande, se acercaba al reino.
—Impresionante.
A pesar del miedo que sentía Jaune sonrió.—Esta será una buena historia que contar.
—Y tal vez la última ,pensó con amargura. Sabía que las posibilidades de sobrevivir eran mínimas, pero no podía rendirse. Tenía que proteger a la gente, a sus amigos, Tenía que honrar el legado de su abuelo, el héroe que había luchado contra los Grimm hace años. Tenía que demostrar que era digno de ser un cazador, un líder, ...un héroe.
—¡Vamos, muchachos! ,gritó con fuerza,—¡No les tenemos miedo! ¡Somos cazadores! ¡Somos guerreros! ¡Somos la esperanza de este mundo!
Y con esas palabras, se lanzó al combate, seguido por los demás cazadores, dispuestos a darlo todo por una causa mayor. No sabían si iban a ganar o a perder, pero sabían que iban a luchar. Luchar por sus sueños, por su honor, por su futuro. Luchar contra el Wyvern, la bestia más temible de todas. Luchar hasta el final.
—N-Naruto ,balbuceó Nora con temor, mirando al cielo. —¿Qué es esa cosa que se acerca? ,Su líder no le respondió, observaba a la criatura igual que ella y los demás estudiantes y cazadores que le acompañaban.
La batalla se detuvo por un momento, incluso los faunos la vieron, aterrados.
—¿Qué demonios es eso?
Lo más curioso de esta situación era que los Grimm se quedaron inmóviles, como si estuvieran drogados. Era muy extraño, pero el ataque de las máquinas de Atlas continuaba.
Sin embargo, a pesar del trance que sentían los cazadores por el miedo, muchos de ellos no se rindieron y siguieron luchando y defendiéndose de las máquinas.
Naruto cesó su ataque, también contempló a la bestia. Estaba más fascinado que asustado. —Es un Wyvern, nunca pensé ver algo así, la última vez que se avistó una de estas criaturas fue hace 100 años.
—¿Qué haremos Naruto? ,preguntó Ren seriamente. Naruto le devolvió la mirada y sonrió levemente.
—Vamos a combatir con esa cosa.
—Estás loco ,dijo un cazador que estaba cerca de ellos, al igual que muchos estudiantes.— No sé si eres muy confiado o muy tonto, pero matar a esa cosa no es fácil, la única forma que veo de hacerlo es con el acorazado de Atlas y veo que solo se dirige a Beacon.
—Bueno, no perdemos nada por intentarlo,respondió Naruto.
—¡Naruto salta! ,le gritó Kurama en su mente, algo está pasando. Él saltó inmediatamente y dio la misma orden a los que estaban cerca de él y todos saltaron al mismo tiempo, solo para ver cómo unas garras salían del suelo, pertenecían a distintos Grimm, surgían de todas las calles, eran cientos de esas cosas, era impresionante, ¿cómo es que no las habían visto venir?, claro. Los túneles.
Naruto se dio cuenta de algo muy interesante, esos malditos acueductos eran muy grandes, lo suficiente como para que cualquier ursa pudiera pasar por ahí, no lo había sentido por el caos de la situación.
—Hijos de perra. Son más astutos de lo que creía ,gruñó Naruto con enfado,— Esto se ha complicado más, hay cientos de Grimm, llegar hasta el Wyvern será muy difícil con todos estos obstáculos. Tendremos que abrirnos paso, chicos ,Naruto miró a Ren y a Nora,— No podemos permitirnos fallar.
Naruto sacó de un bolsillo de su chaqueta dos pastillas azules y se las lanzó a Ren y a Nora.
Ellos las atraparon con dificultad y se percataron de que eran las mismas pastillas que Naruto les había mostrado una vez, pero nunca les explicó realmente cómo funcionaban o qué hacían, así que esperaban que ahora les diera una aclaración.
Esas pastillas de soldado no eran simples utensilios habituales como los que tendría cualquier ninja en su mundo, eran muy especiales, eran las mismas que el clan Akimichi utilizaba para una técnica secreta propia de su clan.
Naruto tuvo que replicarlas con la ayuda del Kyubi, él conocía mucho de los clanes de Konoha así que hacer una copia de esas maravillosas pastillas era muy sencillo, lo malo era que aunque lo comprendía todo, no tenía todos los secretos desvelados de los clanes, así que hacer una copia de esas pastillas no sería tan efectiva como el original.
Esta pastilla les daría mucha fuerza, lo malo de esto es que tenía un pequeño efecto secundario, después de que los efectos pasaran sería muy grave, en realidad podría costarles la vida.
–Ren, Nora, estas son pastillas de soldado y no son como las que yo le di a Jaune o cómo se las enseñé, estas son especiales. Te ayudarán a recuperar el aura perdida y a restaurar todas tus fuerzas, esto sí.
Naruto miró seriamente a sus dos compañeros, —Úsalas solo cuando estés en extrema necesidad, cuando sientas que en verdad ya no puedes más y si es absolutamente necesario. Y sobre todo escuchen esto, es muy importante.
Naruto estaba mucho más serio de lo normal. —Quizás nos separemos en algún momento y yo no esté ahí para ayudarlos. Cuando tomen esta pastilla les dará una señal en forma de un choque eléctrico muy leve hacia ustedes indicando que los efectos se están acabando. En ese momento quiero que se alejen mucho de cualquier ataque Grimm, busquen un lugar seguro y quédense ahí, no hagan ningún esfuerzo máximo ni se presionen o morirán.
Nora y Ren asintieron en confirmación a su líder y entonces se enfrentaron a los Grimm que estaban delante de ellos.
Estas pastillas eran increíblemente especiales, no solo te ayudaban a recuperar toda la energía perdida, sino que te daban un bono de energía, un aumento increíblemente alto a tu nivel, te hacían más rápido, más fuerte, el problema era que una vez que se acabara el efecto estarías completamente incapacitado y no tendrías fuerza para hacer absolutamente nada, y en esta situación, estar completamente incapacitado en medio de una invasión era una sentencia de muerte segura.
Estas pastillas solo fueron hechas para pelear o más bien para simplemente sacrificarte en combate o pelear contra una sola persona.
Naruto sabía que estas pastillas eran un arma de doble filo, pero también sabía que era la única forma de que Ren y Nora tuvieran una oportunidad contra los Grimm cuando estén casados y el no este con ellos.
Nora y Ren confiaban en Naruto y en su juicio. Ellos sabían que Naruto no les daría algo peligroso sin una buena razón. Ellos habían visto lo fuerte y lo amable que era Naruto, cómo se preocupaba por ellos y por todos los demás. Ellos habían aprendido mucho de él y habían mejorado sus habilidades como cazadores. Ellos también querían proteger a sus amigos y al mundo de los Grimm. Ellos estaban dispuestos a arriesgar sus vidas por una causa .
—¿Me oyes, señorita Nikos? ¿Estás bien? ,preguntó una voz.
—¿Qué? ¿Quién eres? ,respondió ella, confundida.
—Soy Ozpin, señorita Nikos. Concéntrate, por favor. ¿Cómo te encuentras? ,insistió la voz.
La joven de cabello rojizo abrió los ojos con dificultad y vio al hombre que le hablaba. Se veía preocupado por su estado. —Sí, eres Ozpin, ¿no? ,dijo ella con voz débil.
—Sí, soy yo. Hola, señorita Nikos... ¿Eres realmente tú? ,preguntó él.
—Sí, sí... soy yo ,afirmó ella, temblorosa.
—¿Cómo te llamas? ,quiso saber él.
—Pyrrha Nikos ,respondió ella.
—¿Y quiénes son tus compañeros de equipo? ,continuó él.
—Naruto, Ren y Nora ,dijo ella, con esfuerzo, como si le costara recordarlos. Su mente empezaba a aclararse poco a poco. Recuperaba la consciencia de sí misma, ya no se sentía agotada ni somnolienta, su mente no estaba turbada ni le dolía. —Yo soy Pyrrha Nikos. Soy miembro del equipo NNPR. Soy la campeona del Torneo de Mistral cuatro veces consecutivas.
—¿Hay algo en tu mente que no encaje con lo que has recordado? ,inquirió él.
Pyrrha frunció el ceño. —No, no hay nada más que mis recuerdos, nada que me moleste.
Ozpin suspiró aliviado. Parecía que Pyrrha era ella misma y no otra persona. —Eso es bueno, señorita Nikos. Me alegro de que estés bien.
La pelirroja asintió y salió de la cápsula en la que estaba. Pero apenas dio un paso, se desplomó de rodillas. Intentó levantarse, pero fracasó. No era que le faltara fuerza, sino que su cuerpo estaba descontrolado, como si al intentar mover su mano izquierda se moviera su pie derecho. Algo iba muy mal.
—No te preocupes, señorita Nikos ,dijo Ozpin, poniendo una mano en su hombro.
—Tómate un tiempo para acostumbrarte. No has obtenido el poder de la Doncella de forma natural. Tendrás que adaptarte poco a poco ,y Pyrrha trató de rechazar sus palabras.
—No hay tiempo para descansar. Tenemos que ir al campo de batalla.
—No podrás hacer nada si apenas puedes moverte bien, señorita Nikos ,replicó él. Ella asintió al fin. Ozpin la levantó por el hombro y la llevó a una esquina para que se sentara.
—Es muy probable que el enemigo se esté acercando. Mientras te recuperas, nadie te tocará. No mientras yo esté aquí.
—Bueno, espero que sea así , los dos se tensaron, Había una voz desconocida en ese lugar donde no debería haber nadie.
De las sombras salió una hermosa mujer de pelo negro y ojos ámbar, con un elegante vestido rojo y una sonrisa maliciosa. —Siempre quise probar mis habilidades contra el director de Beacon. Ella me ha hablado mucho de ti, Ozpin.
Ozpin observó a la mujer con asombro y cólera. Ella era la causante de todo este desastre. Era inaudito que una alumna de una escuela de Mistral estuviera aquí y hubiera hecho tanto mal.
—Eres la responsable de lo que le pasó a Amber y de la invasión de Vale ,dijo el director con ira reprimida. Esta mujer había ocasionado toda esta devastación y muerte, algo imperdonable. —¿Cómo descubriste este sitio? .
Cinder sacó un pergamino y lo mostró con ironía. —Cuando atacé la torre CCT simplemente instalé algo que me permitiera acceder a toda la infraestructura de Beacon.
Cinder caminaba como si Ozpin no fuera un peligro para ella, tocando cada pared del búnker con interés.
—Interesante. ¿Cuánto tiempo te costó hacer esto? ¿O ya lo tenías listo?... Supongo que cuando te enteraste del ataque de Amber te pusiste a construir este maldito búnker aquí, debajo de tu academia... No, eso tomaría mucho tiempo y llamaría demasiado la atención, así que tengo que pensar que esto se usaba para otra cosa y que ya estaba construido desde hace mucho. ¿Para qué?
—Para reuniones ,respondió él con desdén. —No conseguirás tu objetivo, no te saldrás con la tuya ,Ozpin apuntó su bastón hacia la chica, pero ella no se inmutó, solo sonrió con desdén.
—¿Ah, no? ¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tú? ¿O esa chica que apenas puede sostenerse en pie? ,dijo Cinder, mirando a Pyrrha con menosprecio. —Sabes, me decepcionas, Ozpin. Pensé que tendrías algo más interesante que ofrecerme. Pero veo que solo tienes a una pobre niña a la que le has transferido el poder de la Doncella. Un poder que por cierto, me corresponde. jeje ¿no salirme con la mía ozpin?, me he salido con la mía desde el primer día en que pisé esta academia, todo salió exactamente como yo lo planeé, incluso antes de que llegara a Vale yo ya tenía en mis manos a toda la estructura criminal de este estúpido reino, nada pasaba sin que yo lo supiera, porque así lo quise, el Colmillo Blanco, el robo a la maquinaria de Atlas, todo lo planeé.
Ella caminó lentamente y se detuvo a unos 2 metros cerca de Ozpin para que pudiera oír bien. —Incluso en el Torneo del festival Vital los estudiantes peleaban contra el contrincante que yo elegía.
Ozpin apretó más su agarre su bastón, maldita sea, esto era completamente vergonzoso y humillante, fue superado totalmente.
—No te sientas mal Ozpin, eres un imbécil que se quedaría al margen con tal de que la gente no tuviera pánico, pudiste haberme detenido en cualquier momento, ¿sabes?, pero mantuviste siempre oculta mucha información en tu círculo interno, solo para que la gente estuviera bien en su pequeña burbuja y no sintiera pánico, te agradezco mucho, no has cambiado, sigues siendo el mismo idiota del que ella tanto habla, un caballero digno que no vacila y que no se quedaba quieto, pero te has vuelto viejo y cobarde. Tal como ella dijo.
—Señorita Nikos, ¿puede moverse? ,preguntó Ozpin a la chica que se estaba recuperando , Pyrrha Nikos respondió con una afirmación.
—Entonces por favor, vaya al ascensor y huya de aquí.
—¡Eso no pasará! ,Cinder se lanzó sobre la pelirroja pero Ozpin se interpuso entre ella y los dos chocaron sus respectivas armas ,Cinder con una espada de cristal reforzado con aura y Ozpin con su bastón.
El choque entre las armas produjo una onda de choque que hizo temblar el búnker. Cinder retrocedió un poco y lanzó varias estocadas hacia Ozpin, quien las esquivó o bloqueó con una velocidad sobrehumana. El director creaba imágenes residuales de color verde cada vez que se movía, confundiendo a Cinder.
—¿Qué clase de truco es este? ,preguntó Cinder, frustrada.
—No es un truco, es un don ,respondió Ozpin, sereno. —Un don que tú nunca podrás comprender, porque solo te mueve la ambición y el egoísmo.
—No me vengas con lo de los dones, Ozpin. Tú has sido el que ha manipulado el destino de las Doncellas, intentando dominar sus vidas. Pero no te servirá de nada, porque yo soy una Doncella del Otoño distinta, y voy a destruirte a ti y a todo lo que has creado.
Cinder concentró su aura en su espada y la transformó en una lanza. Después la lanzó hacia Ozpin con toda su fuerza. Ozpin paró la lanza con su bastón, pero el choque lo hizo retroceder varios metros. Cinder aprovechó la ocasión para crear una bola de fuego y lanzarla hacia Ozpin.
Ozpin se cubrió con su bastón, creando un escudo de aura verde que desvió el fuego. Sin embargo, Cinder no se detuvo ahí. Creó más bolas de fuego y las disparó en ráfaga hacia Ozpin, quien tuvo que esforzarse para bloquearlas todas. Cinder sonrió con malicia al ver que Ozpin estaba a la defensiva.
—¿Qué pasa, Ozpin? ¿Ya no tienes más trucos? ¿Ya no puedes moverte tan rápido? Parece que tu don tiene un límite, después de todo.
—No te confíes, Cinder. Aún no has visto nada, dijo Ozpin, recuperando el aliento.
Ozpin saltó hacia adelante, atravesando el fuego con su bastón. Cinder se sorprendió al verlo acercarse tan rápido. Intentó crear otra lanza de cristal, pero Ozpin se la quitó de las manos con un movimiento rápido. Luego le dio un golpe en el estómago con el bastón, haciéndola doblarse de dolor.
Ozpin levantó su bastón para darle el golpe final a Cinder, pero ella reaccionó a tiempo y le dio una patada en la cara, haciéndolo caer al suelo. Cinder se levantó y recuperó su lanza. Luego se acercó a Ozpin, quien estaba aturdido por el golpe.
—Es hora de acabar con esto, Ozpin. Ha sido divertido, pero ya me aburriste. Adiós.
Cinder levantó su lanza para clavarla en el pecho de Ozpin, pero antes de que pudiera hacerlo Ozpin formó una cúpula de energía mágica que lo rodeo
La lanza de Cinder chocó contra esa cúpula pero eso no hizo que ella retrocediera ,ella aumentó más la fuerza para atravesar ese campo, no iba a permitir que el idiota se salvara por algo tan patético como un escudo ,ella se rió de lo patético que se veía Ozpin,en el director más joven de la historia.
Pero ahora estaba en sus últimas fuerzas,formando un escudo para salvar su pellejo ,no tenía más trucos, no tenía más habilidad. Estaba cansado, estaba vencido, lo único que podía hacer era simplemente defenderse y claro que Cinder veía con desagrado esta actitud ,este era el supuesto enemigo eterno de su maestra ,era una completa vergüenza.
—¿Qué pasa Ozpin ?,¿es esto lo último que puedes hacer?,¿un escudo?, eso no evitará que mi lanza lo atraviese y luego te perfore el maldito corazón,¿por qué simplemente no nos haces un favor y simplemente te rindes ,de todos modos no es que vayas a morir de verdad.
Ozpin simplemente apretó los dientes y puso toda la magia que tenía en ese escudo, mierda,no debió prolongar mucho esa batalla, no le quedaba mucha energía,tal vez en su época de antaño tendría la fuerza suficiente para vencer con facilidad a una doncella o a una mitad de doncella como Cinder,pero ahora no era lo que era antes, era una sombra de lo que fue una vez, lo único que podía hacer era simplemente ganar tiempo para que Pyrrha se recupere y escape.—Púdrete.
—¿Es lo último que vas a decir Ozpin?. Tarde o temprano ese escudo se va a debilitar y tu muerte será inminente. No importa el tiempo que estés tratando de ganar para Nikos,eventualmente la voy a encontrar, no podrá escapar con todo lo debilitada que está, no va a ir muy lejos, la voy a matar y todo el poder que ella contiene en su interior será mío.
Ozpin solo gruñía por el esfuerzo que hacía.
—Es una lástima Ozpin,a fin de cuentas vas a fallar como las otras veces, como en tus vidas anteriores.
-
Soñó muchas veces con algo muy parecido en su vida. Soñó que él llegaría en medio del caos y salvaría el día. Lo imaginó tantas veces, lo ensayó en su mente muchas veces también. Pensó lo que iba a decir para quedar como alguien increíble en medio de esa situación. Pero al enfrentarse a la realidad, él estaba más agitado que extasiado por la situación que vivía. Había tantos factores que le inquietaban tanto en la cabeza que estaba totalmente paranoico. Tenía que evacuar a la gente, tenía que evitar que la gente muriera en medio de esa evacuación, tenía Grimm que atacaban por todas partes.
Claro, estaba haciendo un excelente trabajo acabando con las alimañas, pero todo era un caos. Disparos por todas partes, peleas contra esas bestias mientras se evacuaba a todos los ciudadanos. Esperaba que el trabajo ya estuviera por lo menos completado en su mayor parte.
—¡Señor!
Un soldado vino hacia Jaune con noticias. —Hemos evacuado a la totalidad de los ciudadanos.
Jaune al escuchar dio un pequeño suspiro de alivio, pero no era momento para bajar la guardia. —Busquen rezagados ahora mismo.
—¡Sí señor! El soldado con un grupo de soldados se fue inmediatamente a buscar cualquier rezagado en medio del caos.
Lo único bueno en esa situación era que esta área estaba completamente despejada. Los Grimm fueron diezmados por el grupo que Jaune lideró de unos diez cazadores. Además de unos diez estudiantes de la academia Beacon y de todas las demás academias que vinieron por el festival vital y también soldados de Atlas. Dando un total de cuarenta personas hicieron un gran trabajo. Pero con el grupo que fue a buscar rezagados el número se reducía a treinta y dos.
—¡Señor, hemos terminado el trabajo!
—Excelente trabajo soldado ,le dijo Jaune a un soldado de Atlas que estaba ahí. De hecho Jaune no tenía ningún rango por encima de este soldado, era solo un estudiante de la academia Atlas, pero en esta situación parecía que lo veían como superior. Jaune sintió orgullo.
—...Señor... ¿Está bien? —preguntó el soldado con un toque de preocupación al mirar hacia Jaune. Él no se veía notablemente bien, tenía muchas heridas y parte de su armadura estaba rota. Además jadeaba con dificultad, obvio que trataba de disimular.
—Estoy bien, no tienes que preocuparte por mí.
—Tal vez debería descansar señor.
—No, no tenemos tiempo para descansar —Jaune desestimó al soldado.
Jaune sacó de su bolsillo una pequeña cajita de no más del tamaño de una caja de mentas. Ahí dentro contenía dos píldoras de soldado de las cinco que Naruto le dio.
En esta invasión él se había consumido tres y francamente le estaba dando un cansancio horrible. Tal vez la recuperación de su aura era buena pero al parecer las consecuencias posteriores al efecto eran muy catastróficas. Trataba de mantenerse en pie, sacudió la cabeza para desestimar su mareo y cansancio. Tenía que seguir luchando.
Alzó la voz para llamar a todo el grupo que estaba en esa área. —Muy bien chicos, escuchen, tenemos que...
Pero antes de que pudiera terminar un graznido se escuchó desde los cielos. Un rugido fuerte de la bestia, ya estaba aquí. El viento que producía por sus aleteos le llegó a Jaune e hizo que su cabello se ondeara al igual que el polvo que estaba bajo sus pies.
La criatura volaba en círculos sobre el grupo, observándolos con atención. Lo que más les llamaba la atención era que de su cuerpo salían pequeños objetos que al caer al suelo se convertían en Grimm. Eso los dejó atónitos.
—¡No me jodas! ¡Esa cosa puede crear Grimm! ,exclamó Jaune.
A pesar del cansancio, siguió combatiendo y eliminando a los Grimm que aparecían, junto con los demás. Pero la bestia no parecía inmutarse por sus ataques, los miraba como si fueran insignificantes. Entonces, cambió de objetivo y se dirigió hacia la academia Beacon, que se veía a lo lejos.
Jaune sintió un escalofrío al verla alejarse.
Se dio cuenta de que esa criatura era inteligente, demasiado para su propio bien. Sabía que allí solo había un pequeño grupo de cazadores que podían hacerle frente, pero la mayoría de los ciudadanos estaban en Beacon, aterrorizados por lo que ocurría. Así que decidió ir allí para acabar con ellos.
La bestia batió sus alas y se dirigió hacia la academia Beacon. Jaune observó con horror las acciones de ese grimm gigantesco.
—¡No, no, no, no! ¡No! ,exclamó con desesperación. ¡Atención todos! ¡Disparen a esa cosa!
Los soldados asintieron y obedecieron la orden de Jaune, al igual que los cazadores y los estudiantes que estaban allí. Con toda la potencia de fuego que tenían en sus armas, dispararon a la criatura.
—¿S-señor, t-tenemos algún plan? ,preguntó uno de los soldados con temor.
—No ,respondió Jaune rápidamente, sorprendiendo a todos.— Pero no podemos dejar que esa cosa llegue a Beacon, no con civiles allí.
El soldado asintió con miedo en sus ojos.
Jaune le dio una palmada en la espalda al soldado.
—Yo me encargaré de matar a esa bestia, solo necesito una oportunidad ,apretó con fuerza la caja que tenía en las manos.— Solo un poco más, daré todo lo que tenga, solo un golpe con todo lo que tengo y destruiré a esta alimaña.
La bestia rugió con molestia, vio a los responsables de su dolor y volvió su vuelo hacia ese grupo. Con mucha elegancia, como si fuera un ángel de la muerte, descendió del cielo y se puso a cuatro patas, mirando directamente al grupo de personas. Ellos estaban aterrados, nunca habían visto a una bestia así y francamente nunca esperaron en su vida pelear con algo así.
La bestia rugió y arañó la tierra como si fuera un toro preparándose para embestir al grupo. Estaba sacudiendo sus alas y miró a Jaune en específico, como si lo considerara la mayor amenaza. Bueno, eso era bueno, esta criatura se centraría en él y los demás podrían atacarla por la espalda.
—Solo necesito una oportunidad, una y nada más. No puedo permitirme gastar estas píldoras como si nada. Chicos, prepárense ,dijo Jaune.
Los soldados temblorosos apuntaron sus armas al igual que los cazadores y los estudiantes. Estaban asustados pero no retrocedieron. Tenían que enfrentarse a la bestia que no tardó en lanzarse contra el grupo con pasos fuertes y feroces. Cada pisotón hacía temblar la tierra.
—¡Muy bien, prepárense ahora! ,ordenó Jaune.
—¡Sí! ,respondieron los demás y dispararon a la criatura.
El grimm recibió los proyectiles en su cuerpo, pero no le afectaron en lo más mínimo. La criatura solo emitió un rugido de irritación y continuó su marcha hacia ellos. La batalla se convirtió pronto en un combate cuerpo a cuerpo.
La bestia era imparable e inquebrantable, y arremetió con su zarpa contra el desdichado soldado que tenía delante, que no pudo esquivar el golpe. La garra de la bestia lo atravesó; el cuerpo del soldado no rebotó contra nada, simplemente se partió en dos; la sangre manchó el suelo de la calle y la criatura gruñó por los disparos que le llegaban desde todos los ángulos; con su cola capturó a un cazador que fue atravesado por las espinas óseas de su extremidad; la criatura alzó al cazador y lo miró fijamente, como si se burlara de él, y lanzó el cuerpo del pobre hombre al tejado de una casa.
Jaune observó con horror cómo sus compañeros caían uno tras otro ante el poder de la bestia. No podía creer que una sola criatura pudiera causar tanto daño. Se preguntó dónde estaban los profesores y los cazadores más experimentados, por qué nadie venía a ayudarlos. Se sintió impotente y furioso, pero no se rindió. Sabía que tenía que hacer algo, que tenía que usar su último recurso.
Pero si tomaba la píldora y recuperaba todas sus fuerzas, lo único que podía hacer era enfrentarse a la bestia y se le acabaría el efecto de la píldora y quedaría otra vez agotado. Necesitaba un golpe directo capaz de matarlo de un solo golpe, pero no podía hacerlo, estaba muy agotado. Solo podía limitarse a atacar a la bestia.
—¡Ataquen, usen todo lo que tengan!,gritó.
Todos los soldados estaban llenos de adrenalina y dispararon con todo lo que tenían. La situación no podía ser peor. No había Colmillo Blanco en esa zona y tampoco estaban las máquinas de Atlas. Prácticamente solo tenían a esa bestia enfrente, pero no había mucha diferencia, los estaban diezmando.
—¡No, no, espera! ,chilló un estudiante. El Wyvern se abalanzó sobre él como un gato y le mordió la cabeza arrancándosela y tragándosela. Dejó el cuerpo del estudiante como si no le interesara.
Los disparos seguían impactando en la bestia, pero solo gruñía. Con un movimiento de sus alas levantó una nube de polvo y la criatura se lanzó sobre el techo de una casa destruyéndola por completo y ahí también destrozó a los cazadores, estudiantes y soldados que estaban ahí.
—¡Segunda puerta abierta! ,exclamó Jaune y con un rápido movimiento de su espada cortó la pierna de la bestia. No logró cortarla completamente, solo le hizo una profunda herida. La bestia sintió dolor por primera vez, ese corte en verdad lo lastimó, pero algo curioso ocurrió: se estaba recuperando.
—Maldita sea ,rezongó con molestia. Esta cosa no era simplemente una criatura normal, al parecer se regeneraba. No tan rápido, pero se recuperaba. Los disparos seguían y seguían. Jaune luchó implacablemente con la bestia. En represalia, la bestia convocó más Grimm de su cuerpo y entonces había más enemigos que combatir. Aún así no se rindieron.
La bestia recibió varios impactos de polvo en su cuerpo. Sus ojos se fijaron en una figura que portaba una metralleta. Era un arma poderosa, capaz de perforar su piel. La figura era una chica con coleta y gafas oscuras. Al ver que la bestia la observaba, ella empezó a correr.
Pero él no se lo iba a permitir. La persiguió por las casas y las calles, ignorando los disparos que le hacían los demás. Solo quería a la chica.
La bestia avanzó lentamente, disfrutando de la caza. Le gustaba provocar el miedo en su presa. Lo sintió, estaba en esa casa. Allí se escondía la chica. Podía percibir su terror. Ella intentaba encontrar un refugio, pero era inútil.
El Wyvern se lanzó contra la casa y la destruyó, haciendo que la chica saliera cojeando del lugar, tratando de escapar. No tenía tiempo que perder.
La bestia la siguió, ya estaba cerca de alcanzarla. Abrió su boca para devorarla, pero Jaune apareció sobre él y le clavó su espada en el centro de su columna. La bestia rugió y se sacudió, lanzando el cuerpo de Jaune contra el suelo, formando una pequeña grieta. Él se levantó rápidamente, dejando su espada clavada en la bestia, y tomó a la chica.
—Hola... ¿Coco, verdad?
—Sí ,dijo ella con dolor.
—Bueno, vámonos de aquí antes de que esta cosa nos mate ,ella asintió rápidamente.
La bestia sacó la espada con su cola y la arrojó al piso, pero no tuvo tiempo de seguir al hombre que le hirió ni a la chica, pues recibió disparos desde varias direcciones. Gruñó con molestia y se abalanzó contra los desafortunados hombres que lo desafiaban, haciéndolos gritar de dolor.
—Esto no puede seguir así ,dijo Jaune y apoyó a la chica en una pared para que se recuperara.
—Bueno, supongo que gracias por salvarme, un poco más y no lo contaba,habló Coco con agradecimiento.
—No te preocupes ,Jaune se dio media vuelta para caminar.
—¿A dónde vas?
—¿A dónde crees? Hay un Wyvern que matar. La seriedad y voluntad de Jaune, a pesar del cansancio, eran admirables.
Coco lo miró con los ojos abiertos como si estuviera loco. A pesar de ver el poder de esa bestia, él quería seguir enfrentándola.
Jaune volvió al sitio donde se oían los tiros, donde la bestia se enfrentaba a los cazadores y a los demás. Al llegar se percató de que era un barrio de comida mistraliana.
—Me hubiera gustado cenar aquí,susurró con cansancio.
Luego Jaune lanzó un grito escalofriante, gritó con fuerza y atrajo la atención de la bestia.
—¡EY!, ¡MALDITO GUSANO!, ¡AQUÍ ESTOY YO!, ¡YO SOY TU ENEMIGO!, ¡MÁS TE VALE QUE ME MIRES O TE VOLVERÉ A CLAVAR MI ESPADA!, ¡PERO ESTA VEZ SERÁ EN TU MALDITA CABEZA!
Con un rugido furioso, la bestia se lanzó contra él. Jaune se armó de valor y se dispuso a combatir con sus puños, pero de pronto una enorme piedra impactó en la cabeza de la bestia y la hizo tambalear.
Jaune dirigió la mirada hacia el origen de la piedra y vio a Glynda Goodwitch acompañada del general James Ironwood y Qrow Branwen.
Glynda utilizaba su Semblante para levantar rocas del suelo y arrojarlas contra el Wyvern con gran potencia. Ironwood avanzaba hacia la bestia disparando con su pistola. Qrow blandía su espada convertida en guadaña, trazando cortes en el aire.
—¡Señor Arc, aléjese de ahí! ,le gritó Glynda,— ¡Ese monstruo es muy peligroso!.
—¡No se preocupe por mí, preocúpese por usted misma! ,le contestó Jaune. ¡Voy a recuperar mi espada!.
Jaune activó la primera puerta y corrió hacia el Wyvern, decidido a recoger su arma que estaba bajo la bestia. Pero el Wyvern no se quedó quieto, al parecer tenía trucos escondidos, y le escupió una llamarada de fuego por la boca. Jaune logró esquivarla por poco, pero sintió el calor quemante en su piel.
—¡Demonios, eso estuvo cerca! ,exclamó Jaune.— Por lo menos recuperé mi arma.
El Wyvern aprovechó el descuido de Jaune para atacarlo con sus garras, pero Ironwood llegó a tiempo para detenerlas con su brazo metálico.
—¡Gracias, general! ,agradeció Jaune.
—De nada, soldado ,dijo Ironwood,— Pero no seas tan temerario. Esta bestia no es un Grimm común y corriente.
—Lo sé general, pero necesitaba un arma para enfrentarme a esta bestia, dijo Jaune levantando su espada.
Ironwood intentó disparar al Wyvern a quemarropa, pero a pesar de su enorme tamaño era increíblemente rápido y ágil, y esquivó muchos de los disparos del General y le golpeó a Jaune con la cola, la cual bloqueó con el escudo, pero aun así salió despedido y chocó contra una casa. En ese mismo instante, el Wyvern mordió el brazo del general y lo lanzó lejos con violencia. Ironwood cayó al suelo con un fuerte golpe y soltó un gemido de dolor.
—¡General! ,gritó Jaune, preocupado, saliendo de los escombros.
El Wyvern se volvió hacia Jaune y le miró con sus ojos rojos llenos de odio. Jaune sintió un escalofrío en la espalda, pero no se echó atrás. Levantó su espada y se preparó para el choque.
Pero antes de que el Wyvern pudiera atacarle, una guadaña le cortó una de sus alas, haciendo que soltara un rugido de agonía. Qrow apareció detrás del Wyvern y le sonrió burlonamente.
—¿Qué pasa, pájaro feo?,le dijo Qrow,— ¿No te gusta que te corten las plumas?.
Ese comentario no tenía sentido, pues el Wyvern no tenía plumas, pero en medio de esa situación nadie se molestó en corregir a Qrow.
El Wyvern rugió con furia y azotó su cola hacia Qrow, tratando de empalarlo con el aguijón óseo que tenía en la punta. Qrow esquivó el golpe por los pelos, pero no pudo evitar que la cola le rasgara el brazo y le provocara una herida sangrante.
—¡Maldita sea, eso duele! ,exclamó Qrow.
El Wyvern no perdió la oportunidad y se lanzó sobre Qrow, tumbándolo al suelo. Qrow intentó defenderse, pero la bestia era demasiado poderosa y pesada. El Wyvern abrió su boca para arrancarle la cabeza, pero Glynda intervino y le arrojó una roca a la mandíbula, haciéndole soltar a Qrow.
—¿Qrow, estás bien? ,le preguntó Glynda.
—Sí, sí, estoy bien ,respondió Qrow, poniéndose de pie,— Gracias, Glynda.
—De nada, Qrow ,dijo Glynda,— Pero tenemos que terminar con esto rápido. Esta bestia no se da por vencida.
Glynda usó su Semblanza para levantar más rocas y lanzarlas contra el Wyvern, pero este las esquivó con destreza y se dirigió hacia ella. Glynda se asombró al ver la velocidad de la bestia, y no pudo reaccionar a tiempo cuando el Wyvern le dio un latigazo que la hizo volar por los aires.
—¡Glynda! / ¡Profesora Goodwitch! ,gritaron Jaune y Qrow al mismo tiempo.
Glynda cayó al suelo , con varias heridas en el cuerpo. El Wyvern se acercó a ella para acabar con ella, pero Jaune y Qrow se pusieron en su camino.
—¡No la toques! ,le retó Jaune.
—¡Vuelve al infierno, monstruo! ,le insultó Qrow.
Jaune y Qrow se prepararon para combatir, dispuestos a darlo todo por proteger a Glynda. Y James se unió a ellos.
—Miserable bestia asquerosa, Glynda se levantó del suelo con gran esfuerzo, la sangre le corría por parte de su rostro y estaba muy enfadada, su cabello que estaba recogido en un bonito y elegante moño se soltó y su cabello quedó libre de sus ataduras, estaba hecha un desastre.
El Wyvern azotó su cola contra el suelo, emitiendo un gruñido de rabia. Estos cuatro individuos habían sido los que más le habían dificultado su misión, y ahora que los veía heridos y agotados, la bestia aprovecharía para acabar con ellos.
Jaune Arc, Glynda Goodwitch, James Ironwood y Qrow Branwen. A pesar de estar cansados, no habían perdido su voluntad de luchar y se enfrentaron a la criatura con determinación.
La bestia se abalanzó sobre ellos con furia ciega, como si fuera un perro rabioso.
—¡Rasengan!
Fue una sorpresa para todos, Naruto apareció de la nada y le dio un golpe al Wyvern con una esfera de energía en el costado, haciéndolo estrellarse contra varias casas.
—Llegué justo a tiempo, ¿estás bien Jaune?.
Naruto le sonrió a su amigo, que estaba sucio y algo cansado por las batallas que había librado en esta invasión. Pero aún así se encontraba en buenas condiciones, listo para seguir peleando.
Jaune soltó una risa de alivio. —Te demoraste demasiado en llegar. Idiota.
Naruto le devolvió la sonrisa. —Bueno, no es que tuviera el camino despejado, me encontré con unos Grimm ancestrales y otros que nunca había visto antes, no sé de dónde salieron esas bestias, aparecieron de repente, pero ya me encargué de esa cosa...
Un rugido escalofriante se oyó en el área, la bestia salió de entre los escombros más enfurecida que nunca, las heridas que le habían hecho Qrow, Jaune, el General Ironwood y la profesora Goodwitch se habían sanado. Estaba furioso.
—Bien, menos mal que traje refuerzos ,dijo Naruto señalando a Ren, a Nora y también a otro grupo de cazadores, estudiantes en entrenamiento y soldados de Atlas.
El Wyvern rugió y lanzó una llamarada de fuego hacia Naruto y los demás, pero Ren usó su Semblante para tranquilizar las emociones de sus compañeros y evitar que entraran en pánico. Nora aprovechó la oportunidad y lanzó su martillo contra el Wyvern, impactándolo en el pecho y haciéndolo retroceder. El martillo volvió a las manos de Nora, que sonrió con satisfacción.
—¡Toma eso, lagartija fea! ,exclamó Nora.
El Wyvern se recuperó y extendió sus alas, preparándose para volar. Qrow se transformó en un cuervo y se lanzó contra él, tratando de impedir que escapara. El Wyvern le dio un mordisco al cuervo, pero Qrow se libró y volvió a su forma humana, blandiendo su guadaña. El Wyvern le dio un zarpazo a Qrow, pero este lo bloqueó.
—¡No te vas a ir tan fácilmente! ,gritó Qrow.
Mientras tanto, Jaune se acercó a Glynda y le dio una píldora de soldado para que se recuperara. Glynda abrió los ojos y vio a Jaune preocupado por ella.
—¿Estás bien, profesora? ,le preguntó Jaune.
—Sí, sí, estoy bien ,respondió Glynda, incorporándose,— Gracias, Jaune.
—De nada, profesora ,dijo Jaune,— Pero tenemos que ayudar a los demás... Esa bestia es muy fuerte.
—Tienes razón ,dijo Glynda,— Vamos.
Glynda y Jaune se unieron al combate, usando sus habilidades: uno combatiendo con su espada y escudo y otro levantando objetos para arrojarlos contra el Wyvern. El Wyvern se defendió con sus garras y su cola, pero cada vez estaba más acorralado por los ataques combinados de los cazadores.
Naruto aprovechó un descuido del Wyvern y le clavó un kunai en el ojo, haciéndole rugir de dolor.
—¡Es hora de acabar con esto! ,dijo Naruto.
Naruto creó un rasengan en su palma y lo lanzó contra el Wyvern. El monstruo no pudo esquivar el ataque y sufrió una potente detonación de energía.
Sin embargo, eso no bastó para acabar con él, la bestia aún seguía viva, aunque herida. Se podía sentir el odio que desprendía la criatura, que rápidamente generó más Grimm de su cuerpo para ganar tiempo y recuperarse.
La bestia estaba furiosa pero asustada, estos chicos no se daban por vencidos a pesar del cansancio, en especial le temía a ese chico rubio de ojos azules y con marcas en las mejillas. Entonces agitó sus alas y se elevó en el aire. Tenía que escapar de ahí y fijó su mirada en su principal objetivo: la academia Beacon.
—¡No permitan que huya!,Ironwood ordenó un ataque específico de inmediato, ya era bastante malo que esta bestia le hubiera causado graves daños a su cuerpo, pero si esta cosa llegaba a Beacon antes que ellos, habría una masacre.
Una lluvia de balas impactó contra la bestia, que intentaba desesperadamente volar aunque fuera un metro hacia Beacon. Estas pequeñas plagas, los humanos, lo estaban molestando, estas criaturas tan débiles y cobardes que solían huir cada vez que él aparecía, ahora se atrevían a retarlo, lo irritaban, lo irritaban hasta el límite, él, que había vivido milenios en esta tierra antes que ellos, que había sido dueño de las maravillas del mundo antes que estos simios pisaran la tierra. Ahora ellos se atrevían a atacarlo y a reclamar lo que antes le pertenecía a su especie.
El Wyvern, aunque era un Grimm con una inteligencia muy superior a la de sus congéneres, no podía ignorar sus instintos, el odio que sentía hacia los humanos era más fuerte que su misión, tenía que exterminar a estos individuos, a estas personas, a estas ratas que le provocaban tanto dolor. Abrió su hocico sin importarle los proyectiles que perforaban su piel, soportando el dolor. Una gran esfera de poder mágico concentrado en su boca empezó a brillar de un rojo sangre. Una gran esfera de fuego infernal rojo arrasaría con las ratas que estaban debajo de él.
Naruto observó con curiosidad la acción de este Grimm.
—Oigan, en todo lo que he leído sobre esta criatura, nunca mencionaron que podía escupir fuego o cualquier cosa que nos vaya a lanzar.
—No..., no debería ,Glynda respondió a su estudiante y a muchos de los demás que estaban aterrados por lo que este Grimm iba a hacer.—Ningún Grimm debería hacer tal cosa... ¿Cómo es posible?.
Glynda se preguntó y también hizo la pregunta que muchos se estaban haciendo en su cabeza: ¿ningún Grimm debería hacer lo que esta cosa hace?, ¿de dónde sacó esas habilidades?.
El Grimm miró hacia abajo con la esfera lista para dar el golpe final y acabar con estas malditas plagas.
Naruto observó con asombro lo que sucedía. Sabía que él podía resistir, pero no estaba seguro de los demás. Algunos podían escapar del ataque, pero otros quedarían heridos por la onda expansiva y otros estaban demasiado lastimados y agotados para huir.
Glynda no podía ayudar mucho en ese momento y evacuar a todos con su telequinesis. Y Naruto no tenía nada que pudiera defender a cada uno de sus aliados. Tal vez, un muro de tierra. Pero eso también implicaba otro problema: no era suficiente, el joven ninja se había quedado sin recursos.
Pero no, aún le quedaba algo. Naruto cerró los ojos y de pronto chakra azul empezó a envolver a cada uno de los heridos que estaban cerca de él: Jaune Arc, Glynda, James, Qrow, todos ellos fueron cubiertos por un chakra azul.
Esto tenía un propósito: no era potenciar sus habilidades, solo era protegerlos cuando el ataque impactara. Esta capa de chakra era una coartada convincente, después de todo su semblanza, por así decirlo, era control del aura.
—¿Por qué demonios no usas mi chakra mocoso?, dijo el Kyubi.
—No te usaré kurama, ya te lo dije, solo en momentos en los que realmente te necesite usaré tu poder, por ahora me las arreglaré solo con lo mío.
—Idiota, dijo el zorro de las 9 colas.
Nadie se cuestionó de dónde salió este manto de energía que los rodeó de repente y no lo pusieron en duda, solo pocos lo sabrían, muy pocas personas conocían el origen de este manto y esos eran sus más cercanos, no le agradecieron a Naruto porque estaban concentrados en la criatura.
La criatura soltó la esfera carmesí e incandescente hacia abajo con una fuerza tan increíble que se escuchaba el sonido de la presión del aire.
—¡Corran todos ahora!, dijo Qrow y todos los que tenían la capacidad y las energías para correr se alejaron inmediatamente en cualquier dirección, pero no se podía decir lo mismo de los heridos.
Naruto no los iba a abandonar, si bien podría salvar a algunos otros, no era tan veloz, no podría sacar a todos. Así que se limitó a poner más chakra en cada persona de ahí, para que el impacto no les causara un daño grave.
Con las manos crispadas sobre su fusta, Glynda estaba lista para hacer una locura... Bueno, en situaciones desesperadas, la locura era relativa. Levantó su fusta al cielo y usó su telequinesis para detener la enorme esfera de poder que flotaba en el aire. Se arrodilló por la presión de ese poder, que era demasiado para ella. La fuerza que tenía que soportar era tan grande que le salió sangre de la nariz. No podía aguantar más. Su cuerpo se estremecía y sus dientes rechinaban para poder mantener esa cosa en el aire. Intentó desplazarla hacia la derecha o la izquierda, pero no pudo. No se movía. Era imposible. La criatura controlaba el ataque, ejerciendo más presión para que bajara.
Glynda soltó un grito de desesperación. No podía ser. ¿Qué podía hacer ahora? Era cuestión de tiempo. La esfera iba a liberar su fuerza contenida y así lo hizo. La esfera estalló.
Fue una explosión asombrosamente poderosa, como nunca había visto en su vida como Cazadora. La onda expansiva hizo que los que estaban abajo quedaran casi sepultados en la tierra por la presión del aire y las casas salieran volando y el pavimento se levantara. Y el fuego ardiente se propagó quemando la madera de las casas. Fue increíble.
La bestia emitió un sonido parecido a una carcajada. Miró el daño que había causado. El humo se extendió por todo el lugar, pero se fue disipando poco a poco para dejar ver el desastre que había provocado. Todo quedó reducido a escombros, al menos en una manzana a la redonda. Fue impresionante. Una bestia con tanto poder. Pero la criatura se sorprendió. Los imbéciles que tendrían que haber muerto seguían vivos. Ellos mismos estaban sorprendidos. Se miraban el cuerpo, preguntándose cómo habían salido ilesos.
Muchos tenían los ojos abiertos de par en par, en shock, sin entender cómo habían sobrevivido, era imposible, lo que les acababa de lanzar ese Grimm era prácticamente una bomba como nunca habían visto y habían sobrevivido de alguna manera.
Jaune, Glynda, el general Ironwood y Qrow miraron a Naruto, que estaba ligeramente sudoroso y jadeante, parecía que el escudo de energía que él les había dado los había protegido de la explosión, y de alguna manera había sido lo suficientemente fuerte como para dejarlos intactos.
—... Naruto,dijo Nora mirando a su líder con preocupación.
—Estoy... bien, no te preocupes,dijo Naruto abriendo mucho los ojos,—no me lo esperaba, ese poder era mucho más de lo que creía, ¿y de dónde demonios esa criatura sacó eso?.
La bestia gruñó y se quedó en el aire, no importaba, tenía más de donde sacar eso y los iba a acabar, no importaba cuántas de esas esferas lanzara, esas alimañas morirían, fuera como fuera.
La bestia empezó a atacar con una llamarada de fuego, inmediatamente todos reaccionaron a pesar de su shock y se defendieron y esquivaron.
—¡No dején que escape! ,gritó Ironwood a todos los demás que dispararon inmediatamente,—no tenemos tiempo para dudar ni para estar sorprendidos.
La batalla se reanudó, pero durante todo ese tiempo Jaune no dejó de mirar a Naruto, tenía una mirada crítica. Entonces decidió hacer algo al respecto en esta situación, algo que Naruto podría hacer, no sabía cómo, pero estaba seguro de que él podría hacer algo.
—Naruto ,llamó Jaune.
—Sí, ¿qué pasa?
—¿Podrías mantener a esta criatura en el mismo lugar?
—Sí..., creo que sí, ¿por qué lo preguntas? ,dijo Naruto.
—Tengo un plan.
—Ya veo. ¿Podrías contármelo? ,dijo Naruto con una mirada crítica.
—No tengo los detalles, todavía está en proceso, pero te daré una señal, y cuando todo esté hecho acaba y mata a la criatura.
Naruto simplemente alzó una ceja.
—¿Cómo sabes que podré hacerlo?
—No lo sé, dijo Jaune rápidamente,— pero sé que podrás hacer algo, 10 minutos, es todo.
Naruto le sonrió a su amigo.
—Hecho, 10 minutos lo mantendré en el mismo lugar.
Jaune asintió con la cabeza y flexionó sus pies para correr rápidamente lejos de ese lugar.
— Jejeje, qué divertido, qué momento más divertidao. pero... Esta persecución no tenía sentido, era una completa pérdida de tiempo. ¿Para qué se esforzaba esta chica en escapar? No tenía ninguna posibilidad, ni siquiera si recuperaba sus energías podría dominar un poder como el de la doncella, le harían falta semanas como a ella. Pyrrha Nikos no podía ganar, daba igual en qué situación se encontrara.
—Oye, chica invencible, ¿por qué no te rindes de una vez? No sirve de nada que te sigas escondiendo. Es una pérdida de tiempo y de mi energía, perseguirte es divertido, no te lo voy a negar, pero en algún momento me voy a enfadar y no me importará causar un gran desastre.
Cinder dio pequeños golpecitos con sus dedos en una mesa, estaba realmente satisfecha de asustar a esta chica, le producía un poco de placer. Ahora estaban en el comedor de Beacon, prácticamente Cinder había estado cazando a Pyrrha, que solo se dedicaba a huir.
—No importa dónde corras, te voy a encontrar, puedo sentirte, siento el poder llamándome, siento la otra mitad de la doncella deseando volver a su verdadero dueño, a mí.
Pyrrha no contestaba, se encontraba en el mostrador de la comida, oculta. Ahora mismo no estaba en condiciones de luchar, pero poco a poco sentía que su movilidad y capacidades motoras se recuperaban rápido. No era que le faltara energía, simplemente no podía controlar el poder de la doncella y por lo que le había contado Ozpin el poder de una doncella era increíblemente peligroso y poderoso, necesitaría más que sus habilidades físicas para vencer a Cinder.
Cinder suspiró y mostró una expresión de pena por la chica, aunque Pyrrha no podía ver su rostro, podía percibir en su voz un tono de melancolía.
— No deberías haber aceptado este poder, Pyrrha Nikos. No tienes idea de lo que te has metido. Ser una doncella te condenaba a una vida de soledad y tristeza. Solo podrías encontrar la felicidad pisoteando a los demás, liberándote de las ataduras morales del mundo. Algo que tú no eres capaz de hacer por tu naturaleza. Ozpin te engañó, no te reveló la verdad sobre tu destino. No deberías haber aceptado... Si hubiera otra forma de quitarte el poder..., quizás la elegiría,dijo Cinder en voz baja.
Pyrrha se quedó callada, sin responder. Era mentira. Ozpin le había contado todo lo que implicaba ser una doncella y ella lo había aceptado. Era su responsabilidad y de nadie más.
— Te lo advierto, te lo digo por última vez: solo ven, será rápido, no dolerá, todo terminará en un momento.
La pelirroja tomó una bandeja metálica que estaba a su alcance y la arrojó con fuerza hacia Cinder. Ella la esquivó con facilidad y aprovechó ese instante para salir corriendo por la puerta del comedor.
Cinder frunció el ceño y levantó un dedo. Una llama surgió y la lanzó velozmente hacia Pyrrha, quien apenas pudo evitarla.
— Niña tonta.
Cinder Fall miró por la ventana. Vio a un Grimm pasar por allí. Estaba claro que no le atacarían; tenían esa orden. También vio a muchos estudiantes de la academia. Esa noche sería una noche que se recordaría por mucho tiempo y ella escaparía sin consecuencias. Nadie sabía que ella era la culpable de todo ese caos y la información seguramente sería ocultada para no causar pánico. Lo más que podrían hacer es acusarla de algún crimen menor para emitir una orden de captura contra ella.
La perseguida por un crimen que no cometió, pero nada se comparaba a lo que hizo. ¿Por qué se sentía decepcionada? Era como si quisiera que el mundo entero le cayera encima y pagara por el dolor que causó.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de algo acercándose, algo a gran velocidad. Ella miró a la ventana con asombro, con los ojos abiertos.
— ¡PUM!
Todo el comedor de Beacon fue completamente arrasado, un misil impactó ahí. Cinder no esperaba algo así, ¿cómo diablos había pasado eso? y ¿quién la atacó?
Ella giró su mirada y vio al acorazado de Atlas, no podía creerlo, ¿por qué la atacarían? Ella no tuvo tiempo de buscar una respuesta, pues otro misil impactó cerca de ella, y luego otro y otro más. El acorazado bombardeaba sin piedad a Cinder, una lluvia de explosiones sacudía el suelo, el armamento de Atlas la golpeaba sin cesar.
—Señor, ¿me puede explicar qué estamos haciendo y cuál es nuestro objetivo real?
—Bueno, estamos haciendo algo muy arriesgado y estúpido, o algo muy inteligente. Eso depende de a quién se lo digas.
—¿Y me lo va a decir, señor?.
Jaune Arc estaba en el asiento del copiloto, tratando de contener las náuseas por su grave problema de mareo por movimiento. Ahora lo controlaba mejor que las veces anteriores..., pero se le olvidó tomar sus pastillas.
El rubio le sonrió con mucha confianza al piloto: —No te lo diré, seguramente pensarás que es una locura. Y no me digas señor, todavía no soy parte del ejército de Atlas, ni siquiera soy tu superior.
El soldado sonrió jovialmente: —Bueno, en esta situación usted ha estado dando las órdenes, así que no me importa. Siempre quise conocerlo, señor. Mi hijo es un gran fan suyo.
Jaune sonrió ante esas palabras. Parecía que el reconocimiento era algo bueno.
—Me gustaría tomarme una foto con usted, por si acaso lo que vamos a hacer no sale bien.
—No te preocupes ,dijo Jaune, dándole una palmada en la espalda.— Tú solo encárgate de llevarme al punto de destino, y yo me ocuparé del resto...Por cierto, ¿cuál es la altura máxima a la que puede llegar el bullhead? O la que está registrada.
—3.500 metros, señor ,dijo el piloto.
—Muy bien... ¿Cuánto falta para llegar a esa altura?
—200 metros.
—Estás en las coordenadas que te di, ¿verdad?.
—Sí, señor ,confirmó el piloto.
—Muy bien. Jaune se palmeaba las rodillas, haciendo un ritmo que coincidía con los latidos de su corazón. Lo que iba a hacer era una completa tontería. De hecho, podría considerarse un suicidio. Las implicaciones eran malas y muy probablemente no sobreviviría. —Trata de no pensar en eso.
—Ya llegamos, señor.
—Este es el lugar correcto, ¿verdad?.
—Sí.
—Muy bien. Fue un placer conocerte... ¿Cómo te llamas?
—Steve.
—Muy bien, Steve. El reino de Atlas te lo agradece. Jaune se dirigió a la escotilla del bullhead y la abrió. Esto era una mala idea. El viento le golpeó la cara. Sintió el frío viento de la oscuridad. Dios, tenía vértigo.
—¡Mierda!, Parece que en verdad no se preparó lo suficiente mentalmente. Jaune empezó a dar saltos leves para aligerar su cuerpo y calmarse.
—《¿Qué hace, señor? ,¿Por qué ha abierto la escotilla? 》;preguntó el piloto con nerviosismo desde la cabina, cuya voz llegaba a los oídos de Jaune por un altavoz.
—Voy a hacer algo totalmente irrazonable ,respondió Jaune con calma.
—《¿N-No me diga que va a saltar, señor?》 ,inquirió el piloto con evidente miedo en su tono.
—Así es. No te voy a mentir,Eso es lo que voy a hacer.
—《P-Pero, señor, podemos volver y buscarle un paracaídas. Este bullhead no tiene ninguno a bordo》.
—No hace falta. Estoy bien.
—《Señor... eh... sé que usted es una celebridad y todo eso, y sé lo que significa su título. Pero estoy seguro de que nadie puede sobrevivir a una caída desde esta altura》.
—Sí... tienes razón,admitió Jaune mientras miraba la última pastilla del soldado y se la tragaba.
—《Señor, sus huesos quedarán hechos añicos a esta altitud》.
—Ya lo sé. Lo he pensado ,dijo Jaune sintiendo cómo recuperaba toda su energía. Se sentía bien estar al máximo otra vez.
—《S-Señor, pese a lo que digan de usted, no es inmortal》.
—Lo sé. Eso es obvio.
—《Señor, esto es una locura. No lo haga》.
—Creo que ya no hay marcha atrás.
—《¡Sí que la hay, señor!》 ,exclamó el piloto angustiado.
Jaune miró hacia abajo. Una nube le impedía ver el suelo. Respiró profundamente.
—《¡Señor! ¡Por Dios... ¿qué pretende hacer?!》.
—Pretendo darle una sorpresa al Wyvern.
—《¡¿Y cómo piensa hacerlo lanzándose desde esta altura?!》.
—El Wyvern es único e increíblemente poderoso. Es el depredador supremo entre los Grimm, el pináculo de su especie. Nada está por encima de él . ¿Por qué miraría arriba?.
Jaune sonrió con expectación: —Esto me recuerda viejos tiempos.
(Flashback).
—El cuerpo de Jaune Arc se desplomó en el suelo por el extremo cansancio que sentía. Lo único que podía hacer era lamentarse por lo agotado que estaba. Jadeaba y luchaba por respirar. No estaba muerto ni nada parecido, pero casi lo preferiría.
Con mucho esfuerzo se incorporó sobre sus rodillas como un niño pequeño.
—¿Dónde estamos? ,preguntó Jaune. Este lugar le era totalmente desconocido y miró a los pies de la persona que era responsable de su estado.
Naruto Uzumaki. Había conocido a este chico hace unos días y desde entonces se había dedicado a entrenarlo a escondidas de su familia. Fueron días terribles. Desde el primer día Naruto lo había sometido a un entrenamiento brutal que superaba todos sus límites. Ni siquiera su padre había sido tan duro con él. Pero Jaune no se rindió. Siguió y siguió y siguió. Y Naruto estaba muy impresionado. La voluntad de Jaune era inquebrantable hasta donde él podía ver.
Así que en ese día en particular Naruto llevó a Jaune a dar un paseo. Esa fue la excusa que le dieron a sus padres. Lo llevó a escalar una gran colina. El problema no era solo caminar y ya está. Tuvieron que correr, hacer todo tipo de ejercicios que pusieron a Jaune al límite y no descansaron ni una sola vez. Y al fin llegaron a la cima.
—Levántate ,ordenó Naruto.
Jaune Arc se puso en pie con dificultad y miró a los ojos de su amigo. Bueno, si se podía llamar así.
Naruto era el muchacho que había hallado en aquel cráter del bosque, cerca de la granja de su familia. Le sorprendió mucho encontrarlo allí, malherido y con la ropa destrozada. Y Jaune, que era así, no vaciló en socorrerlo y llevarlo a su hogar, donde lo habían atendido desde entonces.
—Es un paisaje maravilloso, ¿no crees?, dijo Naruto mirando al borde del abismo. Desde allí se podía admirar una vista increíble, bella en todos los aspectos. Jaune también la miró.
—Sí, es precioso. Pero no me importa, dijo Jaune con la mirada perdida.
Naruto clavó su mirada en el agotado Jaune. —hoy ya has terminado el entrenamiento, anunció.
Esto asombró al chico y se alarmó.
—¡Pero si aún no he conseguido nada!
Naruto le quitó importancia al sobresalto de Jaune, ni se inmutó y seguía con su cara tranquila. —Este entrenamiento para ser cazador ha sido muy provechoso, has avanzado mucho en el poco tiempo que he empezado a entrenarte, pero... esto del aura que mencionaste antes... Es una gran ventaja.
Jaune miró intrigado las divagaciones de Naruto. ¿De dónde salía todo el tema del aura? ¿Por qué lo sacaba ahora?.
Según lo que he leído en la biblioteca, existen dos maneras de liberar el aura: una, es que alguien te ayude abriendo tu aura; y la otra, es que te sometas a un gran estrés o presión para que tu alma se libere por sí sola... je, la primera opción es la más sencilla, pero lástima que no sepa cómo abrir el aura. ¡Jaune!
Naruto gritó sorprendiendo al chico de ojos azules. —Desde ahora tendrás que enfrentarte a la muerte de frente.
—¿Muerte?, preguntó desconcertado Jaune.
—Si no quieres sentir el horror de la muerte tendrás que liberar tu aura.
—¿De qué diablos hablas?, preguntó el rubio asustado.
—Cuando un hombre mira a la muerte a los ojos se libera de sus cadenas, tu misión ahora es superar tus límites impuestos por tu propia mente. Si no quieres morir es momento de que actúes ahora.
Naruto le dio un leve empujón a Jaune, el cual se precipitó al vacío, a las profundidades de lo incierto.
(Fin del flashback).
El viento golpeaba su cara, se sentía como aquella vez, solo que ahora no tenía miedo, no tenía el pánico del abismo, ahora sentía éxtasis, el miedo que había en su corazón se había esfumado hace mucho tiempo, sus dudas se habían quedado atrás.
Jaune Arc entró en la nube, por un instante quedó ciego, pero no tenía miedo, pronto pasaría esto, llegaría a su destino. Jaune Arc atravesó la nube. Ahora podía ver claramente su objetivo, que se hacía más grande poco a poco a medida que pasaba el tiempo.
Jaune caía en picada, el viento azotaba su armadura con fuerza, pero eso no le importaba.
—Primera puerta, susurró Jaune, al momento su aura se intensificó, se liberó de sus ataduras.
—Segunda puerta, Jaune empezó a sentir más poder.
—Tercera puerta, Jaune sintió sus músculos tensarse, fortalecerse. Su aura era visible, un tono verdoso cubrió a Jaune, era brillante, pero no era suficiente.
—Cuarta puerta, Jaune sintió que todo su cuerpo ardía, su piel se tornó roja y las venas se marcaron en su cuerpo, el aura que rodeaba su cuerpo empezó a crecer, a surgir.
Jaune sintió que el vapor salía de su boca. Sabía que eso no bastaría. Tenía la oportunidad de asestarle un golpe demoledor a la Bestia. Su plan era simple: atacar a la bestia con tanta fuerza que la matara. Pero también tenía un plan B por si acaso esa cosa no muriera. Sin embargo, ¿sería suficiente lo que iba a hacer? ¿Podría una cuarta puerta acabar con esa bestia? No tenía la respuesta. Pero tenía que intentarlo.
—No es suficiente, se repitió Jaune, no lo es, nunca lo es.
—Ahora o nunca,supera tus límites Jaune, apretó los puños, gritó con furia y valor, esa bestia había segado muchas vidas, había causado mucho daño y sobre todo había infundido terror a la gente, a la gente que juró defender,—¡Quinta puerta!, ¡La puerta del cierre! ¡Abierta!.
Todos los que estaban en el suelo combatiendo contra la criatura, esquivando sus ataques, sus llamaradas de fuego que lanzaba desde el cielo, observaron con asombro como algo se precipitaba sobre la bestia, era algo resplandeciente, imponente, como una estrella, un cometa verde que se dirigía hacia la indómita y feroz criatura de la noche.
—Esa es la señal, dijo Naruto con una sonrisa de oreja a oreja,—¡Lo sabía!, por eso eres mi rival.
—¿Qué es esa cosa?, se preguntaron algunos, todos observaban con asombro como un cometa verde aparecía de la nada, que se acercaba cada vez más al monstruo que no se daba cuenta de lo que le iba a impactar, solo se enfocaba en las insignificantes criaturas de abajo.
—Naruto, preguntó Ren a su líder, pero Naruto no le dio la respuesta que él esperaba, sino que fue el general Ironwood quien le respondió.
—Es Jaune, dijo él con los ojos muy abiertos.
—!¿Cómo?¡, exclamó Glynda,—¿Quieres decir...?
—Sí, le interrumpió James,—reconocería esa aura en cualquier lugar, este chico..., Ironwood tenía realmente temor por lo que Jaune estaba a punto de hacer, era una locura, pero sonrió.—No lo puedo creer, sabía que estaba loco, pero no tanto.
Jaune apretó un puño, estaba cerca del monstruo, cada vez más cerca, faltaba un metro... un milímetro, y alcanzó al monstruo.
—¡BOOOOM!
El Wyvern no lo sintió, fue demasiado rápido, ni siquiera procesó el dolor que debió haber sentido, fue un golpe brutal, todos lo pudieron sentir, el viento explotó por todo el lugar, levantando el polvo.
La onda expansiva hizo temblar los cimientos, todos se cubrieron para que los escombros no los golpearan.
El monstruo que antes se elevaba en los cielos majestuosamente, mirando por encima de todos, sintiéndose superior, se estrelló en el suelo creando un gran cráter, y una nube de polvo se elevó.
Todos contemplaron asombrados ese gran cráter que se formó, el monstruo cayó estrepitosamente, incluso ellos sintieron algo de compasión, como si sintieran el dolor de ese monstruo.
—¡Eso fue increíble!, gritó Nora
La chica de pelo naranja se lanzó sobre su líder y Ren, estaba feliz de que esto hubiera terminado, muchos también celebraron la victoria, el monstruo había causado tantas muertes y destrucción, sentían que sus piernas flaqueaban.
James suspiró aliviado y Glynda se quitó las gafas masajeándose la sien, estaba agotada, Qrw se sentó en el suelo, jadeando de alivio.
Todos pasaron un breve momento de celebración, antes de que un golpe resonara junto con un gruñido de ira y dolor.
Muchos más golpes resonaron desde el centro del cráter, el monstruo estaba golpeando el suelo de rabia, como si fuera un niño, preguntándose cómo es que lo habían herido así, estaba humillado, el monstruo rugió más y poco a poco empezó a salir de ese cráter, empezó a gruñir con furia.
La bestia estaba en un estado lamentable. Tenía heridas por todo el cuerpo, sus alas estaban hechas jirones. No podría volver a volar en mucho tiempo. Le faltaba el brazo izquierdo y varias costillas, y su aspecto era espantoso. Se estaba regenerando lentamente, pero estaba agotada. Ya no le importaba si vivía o moría, solo quería matar a cuantos más humanos pudiera. El Wyvern lanzó un rugido furioso y se lanzó hacia delante, donde se encontraba Naruto Uzumaki y sus compañeros.
Naruto observó cómo la bestia se acercaba a él con dificultad, mientras muchos temblaban de miedo. Esa criatura seguía viva a pesar de todo lo que había sufrido, y eso les sorprendió enormemente.
—Bueno, creo que ya me toca a mí, Jaune ,dijo Naruto.
Naruto se agachó ligeramente, adoptando una postura defensiva. Con su mano izquierda agarró el mango de su espada, que aún estaba en su vaina. Se preparó para el ataque, mirando fijamente a la bestia que se acercaba cada vez más.
—¡No disparen! ,exclamó Naruto dirigiéndose a todos los que estaban listos para disparar al Wyvern,—Yo me encargo de esto ahora.
—Naruto, ¿qué vas a hacer? ,preguntó Glynda, mirando a su alumno con preocupación.
—Es mi turno ahora ,respondió Naruto con determinación.
La mano que sujetaba el mango de su espada chispeó con pequeñas descargas de electricidad azul que se volvieron amarillas poco a poco.
—Tú serás el primero en probar el filo de mi espada, considérate honrado, criatura ,dijo Naruto con desdén.
Naruto cerró los ojos, se concentró. Era la primera vez que hacía esto.
—Soy el viajero errante, vengo de las montañas, del desierto, del mar. He combatido y he caído, he triunfado y he fracasado. Vengo del horizonte más allá de los mundos, el metal de mi espada ha visto los horrores de dos mundos en ruinas. Hastiado de la guerra, pero no vacilo cuando el peligro amenaza al inocente ,dijo Naruto en voz baja.
Todos escuchaban las palabras de Naruto, era como si estuviera invocando algo. ¿Pero qué hacía? Estaba perdiendo el tiempo en opinión de todos, incluso de Ren y Nora.
—¡Oh espada mía!, tienes un enemigo frente a ti. Aníquílalo con tu poder. ¡No tengas piedad! ,gritó Naruto.
Naruto abrió un poco su espada. —¡Despliega tus fauces kiiroi senko!
Naruto se esfumó en un instante dejando una estela de relámpago amarillo. Su movimiento fue tan rápido que nadie lo percibió. La bestia lo perdió de vista. Abrió su boca y la espada de Naruto chocó contra sus dientes, que fueron cortados al instante. Y Naruto apareció detrás de la bestia, con la parte sin filo de su espada tocando la punta de la cola del Wyvern.
Naruto le dio la espalda a la criatura, sin mirarla siquiera. Ya estaba acabado, fue derrotado de un solo corte.
Todos vieron asombrados cómo la mitad superior del Wyvern caía hacia el suelo. Naruto lo había cortado desde el medio de la boca hasta la punta de la cola, lo partió en dos. La criatura se desvaneció poco a poco.
Nadie creía lo que vieron. La criatura había muerto, eso fue increíblemente rápido y muchos se preguntaron por qué diablos no hizo Naruto eso desde el principio. No obtendrían una respuesta a eso.
Naruto se quedó mirando hacia el suelo y guardó su espada.
Naruto suspiró, pero sintió un golpe entre sus costillas. Nora lo levantó y lo sacudió con mucho entusiasmo.
—¡Naruto ,tienes que contarme cómo demonios hiciste eso! ¡Fue increíble! ,exclamó Nora.
—Nora ,bájame por favor ,dijo él sonriendo a su compañera.
—Nora ,baja a Naruto ,dijo Ren.
—Está bien ,Nora soltó a Naruto ,obedeciendo las indicaciones de su compañero.
—Aparte de eso ;se escuchó una voz detrás de él. Era Glynda Goodwitch,— eso fue impresionante. ¿Por qué no lo hiciste antes? ,preguntó ella.
—Sí, eso fue completamente inesperado. ¿De dónde sacaste eso?,dijo Qrow.
Naruto no respondió, estaba de espaldas, no contestaba.
Naruto se llevó la mano izquierda al pecho, con una expresión de sufrimiento. Ren y Nora, que estaban a su lado, observaron su rostro y luego su mano. Estaba quemada, de un rojo intenso. La tela de su camisa se había fundido con su piel, formando una masa informe. Chispas de electricidad recorrían su brazo.
Nora se tapó la boca con las manos, conteniendo un grito de horror. Ren también se sobresaltó, al igual que Glynda, James y Qrow, que vieron la mano de Naruto y se quedaron impactados por la terrible herida.
—¡Señor Uzumaki! ,exclamó Glynda.
—No se alarme, señorita Goodwitch. No es nada grave ,mintió Naruto.
Glynda no se dejó engañar por las palabras de Naruto. Se acercó a él y tocó con cuidado su brazo herido. Sintió la piel pegajosa y caliente, pero no mostró asco, solo preocupación.
—Señor Uzumaki, debe retirarse de aquí y recibir atención médica ,le ordenó.
Naruto negó con la cabeza. —No, todavía hay trabajo que hacer.
—Señor Uzumaki, es una orden. Lo digo en serio...
—Puede ordenarme lo que quiera, señorita Goodwitch. Pero no voy a obedecer. Me necesitan aquí ,le sonrió Naruto.
—Naruto, no seas testarudo. Mira tu brazo, está muy mal. No puedes seguir así, podrías perderlo ,le dijo Ren con preocupación.
—Ren tiene razón, Naruto. No puedes arriesgarte tanto, no vale la pena. ¿Qué haríamos sin ti? ,le dijo Nora con lágrimas en los ojos.
—Chicos, no se preocupen por mí. Estoy bien, de verdad. Solo es una quemadura, nada que no pueda soportar. He pasado por cosas peores ,les dijo Naruto tratando de calmarlos.
—Naruto, no seas idiota. No puedes ignorar tu herida, es grave. Debes ir al hospital ahora mismo —le dijo Qrow con severidad.
—Qrow tiene razón, señor Uzumaki. No puedes seguir luchando con ese brazo. Debes dejar que te curen, es lo mejor para ti y para todos ,le dijo James con firmeza.
—No, no puedo dejarlos solos. Hay más enemigos por ahí, y ustedes necesitan mi ayuda. No puedo abandonarlos, no es mi estilo ,dijo Naruto con determinación.
—Naruto, no seas necio. No nos estás abandonando, solo estás cuidando de ti mismo. Eres un gran luchador, pero también eres un ser humano. Tienes límites, y debes respetarlos ,le dijo Glynda con autoridad.
Naruto solo sonrió con un poco de pena. En realidad quería decirles que no se preocuparan, que su herida se curaría en una hora y que estaría como nuevo. Pero la verdad es que le gustaba mucho la atención que le estaba brindando Glynda. Ah, se sentía tan bien.
—Parece que mi estrategia dio resultado, dijo una voz que se acercó al grupo de Naruto. Era Jaune, que sonreía. Su aspecto no era mucho mejor. Tenía sangre en la cara y su armadura estaba hecha añicos. Tendría que conseguir otra. Pero lo más impresionante era su brazo con el que golpeó al monstruo. Estaba roto en varios sitios, era horrible de ver. El general y Glynda Goodwitch se horrorizaron al ver el brazo de Jaune.
—Conseguí distraer al monstruo lo suficiente para que Naruto le diera el golpe final, explicó Jaune.
—Señor Arc, ¿está loco? Mire su brazo, está destrozado. ¿Cómo pudo hacer algo así?, le preguntó Glynda con incredulidad.
—No me importa mi brazo, dijo Jaune con orgullo.
—Jaune, eres un héroe, dijo Naruto con admiración.
—No, tú eres el héroe, dijo Jaune con una sonrisa.
—No, qué va, tú eres el héroe. Mira cómo has hecho pedazos a este monstruo, dijo Naruto.
—No, no, no. Claro que no Naruto, dijo Jaune con una gran sonrisa. —Tú eres el héroe, esa técnica que usaste no la vi, pero seguro que fue increíble.
—No, no, tú eres el héroe.
—No, no, tú eres el héroe.
—¡Basta ya malditos imbéciles!, exclamó Nora con furia. —¡Miren cómo están!, ¡¿Cómo pueden estar tan calmados?!
Naruto y Jaune se encogieron de hombros ante la mirada de Nora. Así eran ellos, no se podía cambiar la forma de ser de dos idiotas.
—Vaya, amigo Jaune, te ves fatal, le dijo Naruto con una sonrisa burlona.
—Y tú tampoco estás mucho mejor.
—Déjame que te eche una mano con ese brazo. Naruto se acercó a Jaune y le agarró el brazo roto.
Jaune se quejó. —Puaj, ¿me vas a tocar con esa cosa?.
—Cállate. Naruto le devolvió la sonrisa y empezó a acomodar los huesos rotos de Jaune.
El chico rubio soltó un alarido de dolor, pero lo soportó con valentía. Naruto tardó un buen rato en dejar el brazo de Jaune en su sitio, aunque los huesos seguían rotos. Luego usó su jutsu médico para curarlo lo mejor que pudo.
Todos observaban con asombro cómo Naruto manipulaba el brazo de Jaune. Algunos se horrorizaron y se taparon los oídos para no escuchar los gritos de Jaune. Glynda incluso intentó detener a Naruto, pero Jaune la frenó con sorpresa.
—Creo que ya está bien así, dijo Naruto apartándose de Jaune, quien examinó su brazo para ver cómo estaba.
—Sí, creo que ya está mejor. Todavía me duele mucho, pero supongo que podré seguir luchando. Aunque... Jaune miró a Naruto. —¿Y tu brazo? ¿Estás bien?
—Sí, no te preocupes. Estoy bien.
—Tal vez deberías ir al hospital.
—Oh, no me vengas con eso. No hay tiempo para descansar. Cuando todo termine podré ir al hospital.
—... Ya veo. Jajaja, supongo que no hay forma de convencerte.
Naruto sonrió y miró a sus compañeros. —Bueno chicos, esto aún no ha terminado. Solo podremos descansar cuando toda la gente sea evacuada. Así que no hay tiempo...
¡CRACK!
Fue tan rápido que nadie lo vio venir. Un pilar de roca surgió de la nada cerca de Naruto y lo golpeó en el abdomen.
El pilar se elevó unos 20 metros de altura y Naruto salió volando por lo menos medio kilómetro de distancia hasta estrellarse contra el suelo y dejar un rastro de destrucción.
Todos se quedaron boquiabiertos. Miraban el pilar que se alzaba hasta el cielo. ¿De dónde demonios había salido eso? ¿Había más enemigos aquí? ¿Un Grimm? ¿Qué Grimm podía invocar un pilar de roca?
¡Clap! ¡Clap! ¡Clap!
Entonces oyeron unos aplausos desde una casa derruida. El sujeto por fin se hizo visible. Una túnica negra y una máscara blanca.
Todos los que conocían a este hombre se pusieron tensos y los demás solo se preguntaron quién era este sujeto que había aparecido de la nada.
—Wow, wow, tengo que admitir que eso fue muy impresionante para ser simples cazadores, combatir y resistir tanto contra una bestia de esas magnitudes, tengo que decir que me han sorprendido.
El hombre hablaba con un tono de alegría y jovialidad, algo que contrastaba con el ambiente oscuro de este lugar.
—Las criaturas del Grimm son muy interesantes, hasta ahora solo he visto Grimm comunes, pero nunca creí que podrían escupir fuego y crear esos ataques tan característicos, parece que hay mucho que investigar en este mundo, esto es tan emocionante.
Parecía un niño pequeño, como si le hubieran dicho que su videojuego tenía una versión extendida y que tenía más sagas.
Glynda estaba preocupada, estaba cansada como todos, ¿cómo combatirían contra alguien como él ahora?, y Jaune no estaba en las mejores condiciones,... nadie lo estaba, solo tensaron sus armas, listos para combatir, pero sentían que no valía la pena. No podrían ganar, no contra Sasuke.
El Wyvern, que se deshacía en cenizas, que percibía los últimos alientos de vida escapándose, se sentía extraño, porque ellos no tenían alma, pero aún así experimentaba algo de temor por dejar de existir. Pero vio algo, lo vio, vio al individuo que surgió de la sombra, sintió su aura, era idéntica a la suya, a cómo era él en el pasado.
La criatura observó al hombre con la máscara, reconoció una presencia muy familiar en él. Vio el reflejo de su señor en el sujeto de túnica negra, el señor del vacío, el dios de la oscuridad, su creador.
—Ah, qué aura tan sublime, nunca creí volver a sentir algo semejante después de la partida de mi señor de este mundo impuro. pensó el Wyvern con una voz débil y reverente.— Tú eres el elegido, el que llevará a cabo la voluntad de nuestro señor, el que traerá la oscuridad definitiva a este mundo . Yo soy solo un vestigio, un recuerdo de lo que fue nuestro glorioso imperio. Pero tú eres el futuro, el portador del poder oscuro. Te ruego que me concedas un último favor: déjame morir a tu lado, déjame contemplar tu rostro hasta el final. Así podré partir en paz, sabiendo que nuestro señor vive en ti...Es un honor conocerte, hermano nacido de la oscuridad.
Espero que les haya gustado el capítulo,disculpen los errores ortográficos y me escriben en los comentarios cualquier idea que podría yo agregar en esta historia
Aclaro, que muchas cosas podrían no tener sentido, por lo que se agradece cualquier consejo.
Aclaro que me tomaré ciertas libertades con algunos personajes y no será 100% fiel al canon original.
Hice al Wyvern más poderoso, prácticamente no es igual al del Canon original, el Wyvern de la serie rwby no tenía tales habilidades ,como la escupir fuego y esas cosas ,solo quise agregarlas,tengo entendido que el creador original de los Grimm fue el dios de la oscuridad, Así que simplemente alguno de estos seres son mucho más antiguos que la misma bruja de las tierras oscuras. me estoy tomando muchas libertades.
les agradezco su apoyo, Espero que disfruten de lo que he escrito hasta ahora, y que sigan acompañándome en esta aventura literaria. ¡Un abrazo!.
— ¡escriban sus comentarios !
Gracias por leer.
