- Nadeshiko, ¿te sientes bien?

- Sí, me siento bien, hermana. ¿Por qué lo preguntas?

- Desde que Rin te invitó a acampar no has dejado de hablar de ella y el campamento.

Cierto. Nadeshiko se sentía extrañamente más enérgica y viva después de recibir la invitación de Rin.

- ¡Ah! Es solo que… - Nadeshiko comenzó a pensar en una excusa para Sakura. No quería que la confundieran con una loca. - Verás, no he podido acampar a solas con ella desde el año pasado, entonces…

- Estás ansiosa por algo que hace mucho que no se da. Entiendo. ¿Aún no sabes dónde van a acampar?

- Sí, lo sé. Rin-chan me mandó el lugar ayer. Dijo que me esperaría en la entrada. - Nadeshiko le pasó su celular a su hermana. - Toma.

- No queda muy lejos, pero el camino tiene muchas curvas.

Mientras revisaba una tienda local en busca de alguna cosa que le pudiera servir para el campamento, Nadeshiko tomó la extraña decisión de comprar un diario personal. Se justificó a sí misma diciendo que le ayudaría a entender mejor ese extraño sentimiento que tiene cada vez que piensa en Rin. Quizás la veterana amiga había hecho lo mismo.

- ¿Así que irás a acampar con Rin el fin de semana?

- Así es, Aki-chan. Ella me dijo que sería un buen lugar para relajarse y limpiar la mente.

- Oh, ya veo. ¡Pues buena suerte!

Chiaki le levantó el pulgar a Nadeshiko mientras le deseaba suerte. Esa noche, la pelirosa decidió comenzar su nueva rutina y probar el diario.

"Querido Diario" Comenzó.

"No, demasiado genérico"

Pensó para sí misma. Ante la falta de ideas originales, continuó sin importarle cómo iniciar su nota.

"Falta cada vez menos para mi campamento con Rin. ¡Estoy tan emocionada por saber qué haremos! No tenemos uno desde el año pasado, así que se me ha olvidado un poco cómo era acampar juntas, jeje. Sin embargo, algo raro me pasa. No puedo dejar de alegrarme más de la cuenta cuando pienso en ella. ¡Es tan bonita! Pero lo mismo puedo decir de las demás, hasta de mi hermana. Aunque pienso que Rin tiene algo especial que las demás no. No se a que se deba esta sensación, pero no quiero darle más vueltas. Aoi me dijo que el momento para explorar llegaría en algún momento, ¡pero no sé cuando! Hablando de ella, no he vuelto a hablar con Aoi desde ese día… Bueno, quizás está muy ocupada en el mundo espiritual, hablando con Aki-chan y Ena. Como sea, ¡volveré mañana a dar actualizaciones!"

Nadeshiko cerró el diario, conforme consigo misma.

—-

Tras despedirse de su familia, Nadeshiko subió al auto de su hermana. Su emoción era palpable. Había esperado este día con ansias, y finalmente ha llegado.

- ¡Rin-chaaaan!

Rin notó a la distancia a Nadeshiko, ondeando su mano y saludando a la distancia. Ella solo atinó a saludar a distancia ondeando su mano igualmente, siempre manteniendo una muy ligera sonrisa. Los últimos días, ella se había sentido extraña. Sabía que su amistad con Nadeshiko era especial, más especial de la que tenía con las demás. Sin embargo, no era algo más allá de una simple amistad. Después de hablar con Sakura, ayudó a Nadeshiko a armar su carpa. Decidieron no colocar un altar a Aoi, pues consideraban que ya había pasado el tiempo suficiente como para hacerlo, aunque sabían que ella estaría con ellas, de manera no física.

Juntas, exploraron el área de acampada, tomaron fotos para el recuerdo y recolectaron leña para la fogata, un regreso a la familiaridad de los campamentos que habían compartido antes, que nunca se extinguió pese al doloroso momento que habían pasado juntas los últimos meses.

Mientras Rin preparaba un guiso para cenar, Nadeshiko buscaba constantemente su atención.

- Estás más activa que de costumbre hoy, Nadeshiko-chan.

- Ajaja, sí. Es que no teníamos un momento como este desde hace tiempo, Rin-chan.

- Ajá.

Cuando la noche cayó, la fogata se situaba entre ambas mientras miraban al horizonte.

- Hoy no se puede ver a Fuji. Leí que iba a estar oculto por al menos una semana.

- Si, es triste. Al menos estamos juntas, ¿no es así, Rin-chan?

- Cierto.

Nadeshiko no podía evitar sonrojarse al ver a Rin en completa tranquilidad.

- Nadeshiko, ¿tienes calor?

- ¿Eh? No, de hecho tengo frío. ¿Por qué?

- Tus mejillas están sonrojadas.

La mención de Rin causó que Nadeshiko se sonrojara aún más. Pronto, un pensamiento pasó por su mente.

"Toma su mano".

Nadeshiko nuevamente se sonrojó ante ese pensamiento.

"¿Por qué habría de hacerlo?"

"Solo hazlo"

Su discusión interna provocó que Rin se sonrojara levemente. Le daba gusto ver que su amiga finalmente había recuperado esa vitalidad y energía que tanto la destacaban de las demás.

Nadeshiko cada vez se sentía más extraña. No quería dejar de lado a Rin, quería estar a su lado todo el tiempo posible. Sacudió la cabeza, como si de esa forma pudiera quitarse esa sensación tan extraña.

—-

El día había acabado para ambas. Cuando Nadeshiko se iba acostar, se percató de algo.

- ¡Rin-chan! ¡Ayuda!

- ¿Qué sucede?

Rin vio que la carpa de Nadeshiko se había roto. Una rama cayó del árbol sobre ella y había roto la delgada tela de la tienda.

- ¡¿Qué haré ahora, Rin-chan?! ¡No puedo dormir en una tienda rota, me va a dar frío!

- Mmm. La última vez que acampamos con las demás, ¿estuviste cómoda durmiendo conmigo?

- Más que cómoda.

Dijo Nadeshiko con una inocente sonrisa. Pese a que lo dijo para ser honesta, dentro de sí quería decirle que sí para pasar más tiempo al lado de Rin.

- Entiendo. Igualmente no tengo problema con ello.

La noche se había hecho más oscura. Dentro de la tienda, Rin dormía plácidamente. Nadeshiko, por su parte, seguía despierta. Sus pensamientos y emociones de aquel día le impedían conciliar el sueño. Repasaba los últimos meses de su vida, especialmente aquel campamento de primavera en Motosu después de la partida de Aoi. Ella sabía que algo cambió en ella ese día. Había sentido una genuina conexión con su amiga ese día, y desde ese momento podía seguir sintiéndola. Como si algo hubiera cambiado en su forma de verla.

Su cuerpo terminó agotando toda su energía. Esperaba poder encontrar respuesta a todas sus dudas en sus sueños, donde podría explorar más a profundidad su mente.

- Parece que finalmente has abierto el baúl, Nadeshiko-chan.

- Aoi-chan, tú que sabes tanto desde que te fuiste, ¿qué es este sentimiento tan extraño que tengo? Desde ese día del campamento de primavera noto algo extraño en mí, y cada día era más y más notorio. Incluso he llegado a ver a Rin-chan de manera distinta.

Aoi sonrió.

- Concuerda con el sentimiento más poderoso que alguien puede llegar a sentir. Creo que lo que has sentido es amor, Nadeshiko-chan.

Esa palabra resonó en lo más profundo de su ser. El misterio parecía estar resuelto, pero por cada respuesta surgen más preguntas. Meditando profundamente, se dio cuenta que podía tener sentido. Cada vez que necesitaba alguien con quien hablar, acudía a Rin. Cada vez que no podía tratar con el duelo, Rin estaba allí para apoyarla. La extraña emoción y alegría que sintió cuando Rin le extendió la invitación quizás fue su corazón actuando por ella. Quizás realmente veía a Rin de manera distinta.

- Muchas veces, el dolor nos hace ver de distinta manera a quienes nos apoyan, Nadeshiko-chan. Y sé que Rin fue un apoyo constante en tu vida, así como tu lo fuiste para ella.

Una figura apareció frente a ella. Una representación de Rin, hecha por su mente.

- Nadeshiko, puedes expresarle lo que quieras a Rin. Sé sincera contigo misma y háblale. Es la manera de saber si realmente la amas o no.

Nadeshiko miró a la figura etérea fijamente. Sintió cómo sus mejillas se sonrojaron al ver a Rin frente a ella, y una sensación de darle la mano la invadió. Sin saberlo, vio cómo besaba lentamente a la representación de su amiga, un ejemplo claro de la verdadera naturaleza de sus sentimientos por Rin.

- Rin-chan, yo te… te amo Rin-chan.

Aoi asintió en silencio. Este fue el punto clave en la mente de Nadeshiko para que pudiera comprender sus sentimientos. Observó como Nadeshiko seguía besando a la figura de Rin y le daba la mano. Pudo sentir que ese beso era una expresión de amor verdadero.

- Lo has descubierto. Tu corazón ha hablado, Nadeshiko-chan.

Dejó de besar a la figura. Una sensación de alivio la invadió. Ese beso, pese a ser solo una idea dentro de su cabeza, le quitó un peso de encima.

- Ahora entiendo, Aoi-chan.

Todos sus años de amistad, el apoyo mutuo que se brindaban la una con la otra. El espacio que Rin le dió a Nadeshiko ese día del campamento de primavera, para permitirle desahogarse. La invitación a acampar juntas. No sabía si Rin sentía lo mismo, pero sí sabía algo: estaba enamorada de Rin.

Despertando abruptamente, Nadeshiko sintió una mezcla de serenidad y determinación. Finalmente había entendido sus verdaderos sentimientos por Rin, y necesitaba un tiempo a solas para procesarlos. La oscuridad de la noche y la claridad de las estrellas le reafirmaron sus más profundos sentimientos.

Volvió a la carpa donde dormía con Rin. Un impulso irresistible surgió en ella: quería expresarle su amor como fuera, y lo más pronto posible.

Cuidadosamente, se inclinó sobre la cabeza de Rin, quien dormía plácidamente, y depositó un suave beso en su mejilla. Un gesto pequeño pero significativo que la ayudó a liberar una creciente tensión dentro de ella. Mientras se preparaba nuevamente para dormir, su mente se llenó de nuevos pensamientos e ideas. Amaba a Rin, y algún día debería hacérselo saber. Sin embargo, debía estar segura que sus sentimientos eran mutuos. La idea de un campamento de verano con sus amigas, que coincidiera con el festival de verano, comenzó a surgir en su mente. Era el momento perfecto para su confesión. Le daría el tiempo suficiente para prepararse mentalmente. Deseaba crear nuevos recuerdos felices y compartidos antes de revelar sus emociones, y podría conocer a más profundidad los verdaderos sentimientos de Rin.

Con un plan en mente y nuevamente en paz, Nadeshiko volvió a dormirse, llena de esperanza y anticipación.