Capítulo 24 - Malicia: Segunda parte
Jiang Cheng añadió —Préstame tu perro.
Jin Ling se despertó del aturdimiento en el que estaba. Vaciló por un momento y solo silbó después de que Jiang Cheng le diera una mirada que parecía lanzar rayos por los ojos. El perro llegó hasta él en unos cuantos saltos. En tanto, el cuerpo de Wei Wuxian estaba tan tenso como una plancha de hierro, por lo que solo podía arrastrar sus pies para avanzar, caminaba dando un paso a la vez.
Jiang Cheng encontró una habitación vacía y arrojó dentro a Wei Wuxian. Luego, cerró la puerta detrás de él. El perro los había seguido y ahora estaba sentado cerca de la puerta. Wei Wuxian tenía los ojos firmemente puestos en él; temía que le fuera a saltar encima en cualquier momento. Unos segundos después, saliendo un poco de su estado algo afectado, recordó en ese instante cómo fue que habían logrado controlarlo en tan poco tiempo; Wei Wuxian se quejó en su corazón. Jiang Cheng en verdad sabía cuál era la mejor forma de lidiar con su persona.
Mientras tanto, Jiang Cheng lentamente tomó asiento cerca de la mesa y se sirvió una taza de té.
Por unos momentos, no dijo ni una sola palabra. De la taza de té, aún salía vapor. Y sin haber probado ni un trago, la lanzó al suelo.
En el rostro de Jiang Cheng una sonrisa cortante apareció —...¿No tienes nada que decirme?
Mientras crecían, Jiang Cheng había tenido la oportunidad de ver incontables veces el terrible estado en que quedaba Wei Wuxian cuando este huía de los perros. Otros le hubieran creído si lo negaba pero, en frente de alguien que lo conocía tan profundamente, era imposible. Este era un obstáculo aún más difícil de superar que Zidian.
Con un tono sincero, Wei Wuxian respondió —No sé qué decirte.
Jiang Cheng susurró —Tú en verdad nunca aprendes, ¿Verdad?
Desde mucho tiempo ya que sus conversaciones estaban llenas de réplicas que iban y venían así como también de discusiones. Wei Wuxian espetó sin pensarlo antes —Tú tampoco has hecho ni un progreso...
Jiang Cheng se rió de la ira que tenía —Claro. Entonces veamos cuál de los dos es quien no ha hecho ni un progreso.
Aún estando sentado junto a la mesa, pegó un gritó llenó de autoridad.
¡El perro se levantó en seguida!
El estar en la misma habitación que él ya lo hacía bañarse en inquietud. Pero al ver al enorme y gruñente perro acercarse a él en menos de un segundo, sus oídos pronto se llenaron de sus bajos aullidos y su cuerpo se entumeció. Había olvidado muchos de aquellos tempranos años de su niñez en que vagabundeaba por las calles. Las únicas cosas que aún guardaba en su mente era el terror que sentía cuando era perseguido por los perros y el cortante dolor de garras y dientes clavándose en sus carnes. El miedo había sido plantado en lo profundo de su corazón, era por eso que no podía superarlo o suavizarlo, sin importar cuán duro tratara.
De repente, Jiang Cheng lo miró brevemente desde un lado —¿A quién acabas de llamar?
Wei Wuxian se encontraba en un estado de extrema angustia, por lo que no podía recordar si había llamado el nombre de alguien o no. Solo pudo recuperarse un poco cuando Jiang Cheng le ordenó al perro que retrocediera. Después de vacilar por unos momentos, giró abruptamente su cabeza hacia un lado. Por su parte, Jiang Cheng abandonó su silla, había un látigo enganchado en su cintura. Llevó una mano hacia él y se inclinó para mirar el rostro de Wei Wuxian. Después de una pausa, se enderezó y preguntó — A todo esto, ¿Desde cuando que eres tan cercano a Lan Wangji?
En ese instante, Wei Wuxian en seguida supo cuál era el nombre que había dicho inconscientemente.
Jiang Cheng sonrió amenazante —Es realmente curioso a los extremos que llegó para protegerte en la montaña Dafan.
Un momento después, corrigió sus palabras —No. No eras necesariamente tú a quién Lan Wangji estaba protegiendo. Después de todo, la secta Gusu Lan no puede haber olvidado lo que hiciste con ese perro(1) leal tuyo. ¿Cómo alguien tan celebrado por su rectitud podría tolerar a alguien como tú? Es más probable que quizás sea familiar con este cuerpo que te robaste.
Sus palabras eran crueles y siniestras. Cada oración, en la superficie, parecía bien intencionada, sin embargo, en realidad eran completamente despectivas. Wei Wuxian no pudo aguantar más el ser tratado así —Cuida tus palabras.
Jiang Cheng respondió —Nunca me han importado esas cosas, ¿No lo recuerdas?
Wei Wuxian se rió con desdeña —Ah, cierto.
Jiang Cheng bufó —Así que, tú piensas que estás calificado para decirme que cuide mi lenguaje. ¿Entonces ya lo olvidaste? La vez pasada, en la montaña Dafan, ¿Acaso cuidaste tu lenguaje cuando hablaste con Jin Ling?
El rostro de Wei Wuxian se puso rígido.
Habiendo recuperado el control de la conversación, Jiang Cheng mostró una expresión satisfecha. Bufó —"Supongo que no tuviste una madre que te enseñara". Vaya, realmente sabes pegar donde más duele, ¿no? La persona que causó que Jin Ling tuviera que soportar esos comentarios a sus espaldas no fue nadie más que tú. Eres un hombre bastante olvidadizo, ¿Eh? ¿Acaso ya olvidaste las cosas que dijiste y las promesas que hiciste? ¡¿Aún recuerdas cómo fue que murieron sus padres?!
Wei Wuxian inmediatamente levantó su cabeza —¡No me he olvidado! Es solo que...
Sin embargo, no pudo hallar las palabras correctas para excusarse.
Jiang Cheng interrumpió —¿"Es solo" qué? ¿No puedes decirlo? No te preocupes, cuando volvamos al Embarcadero del Loto podrás dar todas tus excusas mientras te arrodillas frente a la tumba de sus padres.
Wei Wuxian se calmó e intentó buscar una forma de salir de la situación actual. Si bien era su sueño volver al Embarcadero del Loto una vez más, ¡No quería volver al arruinado Embarcadero del Loto de estos días!
De repente, una serie de apresurados pasos empezaron a acercarse y la puerta fue golpeada con fuerza. Jin Ling gritó desde afuera —¡Tío!
Jiang Cheng elevó su voz —¿No te dije que te quedaras en tu lugar? ¿Por qué viniste?
Jin Ling —Tío, tengo algo muy importante que decirte.
Jiang Cheng —Si es algo tan importante, ¿Por qué no lo dijiste cuando te estaba regañando?
—¡No quise decirlo ahí justamente porque no parabas de regañarme! ¿Vas a escucharme o no? Si no, ¡Entonces no lo diré! — Jin Ling le respondió con una voz enojada.
Jiang Cheng abrió la puerta con una mirada que echaba rayos por los ojos —¡Dime y luego lárgate!
Tan pronto como la puerta de madera se abrió, Jin Ling dió unos pasos dentro. Ya había cambiado sus ropas y llevaba un nuevo juego de su uniforme blanco —En verdad, hoy sí encontré algo problemático. ¡Creo que me encontré con Wen Ning!
La ceja de Jiang Cheng palpitó. Con una expresión hostil, puso su mano sobre su espada en un santiamén —¿Dónde? ¡¿Cuándo?!
Jin Ling continuó —Esta tarde. Encontré una casa en ruinas a unas docenas de millas al sur de este lugar. Fui a ver porque escuché que un suceso extraño había ocurrido ahí pero quien se iba a imaginar que adentro iba a estar escondiéndose un cadáver salvaje.
Las palabras de Jin Ling sonaban bastante creíbles. Sin embargo, en los oídos de Wei Wuxian todas las frases eran igual a sinsentidos. Él sabía exactamente dónde había estado Jin Ling esta tarde. Y más importante aún, si Wen Ning se había escondido, a menos que él mismo lo hubiera invocado, sería imposible para el joven haberlo encontrado tan fácilmente.
Jiang Cheng —¡¿Por qué no dijiste eso antes?!
Jin Ling, —No estaba seguro. El cadáver se movía a una velocidad muy alta y huyó tan pronto como entré; solo vi una figura borrosa. Pero escuché los mismos ruidos de la cadena que en la montaña Dafan, es por eso que sospeché que era él. Si no me hubieras regañado de esa manera, te pude haber dicho en el mismo momento en que había regresado. Si no lo puedes atrapar y si él logra huir va a ser solo por tu mal temperamento, no por mi culpa — Aún quería echar un breve vistazo dentro de la habitación, pero Jiang Cheng estaba tan enfurecido que azotó la puerta enfrente de su cara. A través de la cerrada puerta, Jiang Cheng gritó —Ya lidiaré contigo después. ¡Piérdete!
Jin Ling respondió con un "oh" y sus pasos desaparecieron en la distancia. Al ver que Jiang Cheng se dió la vuelta, Wei Wuxian de inmediato hizo una expresión que mezclaba los sentimientos de "oh, estoy impactado", "mi secreto ha sido descubierto" y "¿Qué hago ahora que Wen Ning ha sido descubierto?". En realidad, Jin Ling era bastante astuto. Sabiendo que Jiang Cheng odiaba a Wen Ning más que nada en el mundo, inventó esa mentira a partir del conocimiento previo que tenía. Jiang Cheng, además, sabía que el Patriarca Yiling y el General Fantasma usualmente aparecían juntos, por lo que de por sí ya sospechaba que Wen Ning podría estar en el área. Después de haber escuchado las palabras de Jin Ling, ahora estaba prácticamente convencido, y la expresión actual de Wei Wuxian solo reafirmó su creencia. Además de todo eso, Jiang Cheng explotaba en ira cada vez que escuchaba el nombre de Wen Ning ser mencionado, así que, con su visión nublada por la cólera ¿Cómo sería posible que aún siguiera dudando? La hostilidad que se había formado en su pecho estaba apunto de estallar. Hizo sonar su látigo, dando un golpe en el suelo al lado de donde se encontraba Wei Wuxian y habló entre dientes —Tú realmente traes a ese perro obediente a donde sea que vayas, ¡¿eh?!
Wei Wuxian habló —Él ha estado muerto por mucho tiempo y yo mismo ya morí una vez ¡¿Qué más quieres?!
Jiang Cheng le apuntó con el látigo —¿Y qué? ¡Mi odio permanecerá aún si muere miles de veces! Si no pereció en esos años, ¡Bien entonces! Deberé destruirlo hoy con mis propias manos. Lo quemaré y esparciré sus cenizas en frente de tus ojos.
Azotó la puerta detrás de él y se encaminó hacia el hall principal, le ordenó a Jin Ling —¡Mantén tus ojos puestos sobre él! ¡No escuches ni creas nada de lo que dice! No dejes que haga ni un sonido. Si se atreve a silbar o a tocar su flauta, lo primero que debes hacer es tapar su boca. Si eso no resulta, solo cortale la mano o la lengua.
Wei Wuxian sabía que Jiang Cheng había dicho esas cosas con la intención de que él las escuchara, era una forma de amenazarle para que no hiciera nada. La razón por la cual Jiang Cheng no se lo llevó consigo fue para no darle oportunidad de controlar a Wen Ning. Jin Ling respondió con un tono despreocupado —Lo sé. Por supuesto que soy capaz de vigilarlo. Tío, ¿Por qué te encerraste con ese maldito manga cortada? ¿Qué hizo esta vez?
Jiang Cheng respondió —Esta no es una pregunta que debas hacer. Si regreso y me encuentro con que él ha desaparecido, ¡Ten por seguro que te voy a quebrar la pierna! —Después de hacerle unas cuantas preguntas más acerca de la localización del lugar, se fue con la mitad de los discípulos y fue a perseguir al inexistente Wen Ning.
Después de esperar por un rato, la arrogante voz de Jin Ling se escuchó desde la puerta —Tú, ve y párate allá. Tú, ve a esperar a ese lado. Todos ustedes vayan a ponerse enfrente de la entrada principal. Voy a entrar.
Ninguno de los discípulos se atrevió a desobedecer. Después de un breve lapso, la puerta se volvió a abrir y Jin Ling asomó su cabeza, sus ojos inspeccionaron la habitación. Wei Wuxian se levantó y sentó derecho. Jin Ling llevó uno de sus dedos a sus labios y caminó en silencio. Luego, puso su mano sobre Zidian y susurró algo.
Zidian solo podía hacerse funcionar si esta reconocía a su dueño. Era probable que Jiang Cheng haya permitido que el arma reconociera a Jin Ling. La corriente eléctrica desapareció y se transformó en un anillo de plata con incrustaciones de cristales púrpuras. El objeto yacía en las blancas palmas de Jin Ling.
Jin Ling dijo en una voz baja —Vámonos.
Después de aquellas órdenes sin sentido, los discípulos de la secta Yunmeng Jiang estaban dispersos por todo el lugar. Los dos sigilosamente se escabulleron por la venta y luego por las paredes. Una vez abandonaron la tienda, corrieron a toda velocidad sin hacer ruido. Cuando estaban entrando al bosque, Wei Wuxian escuchó un extraño sonido proveniente de sus espaldas. Al girarse, casi se muere del susto —¡¿Por qué él también viene con nosotros?! ¡Dile que se vaya!
Jin Ling silbó dos veces y el perro sacó su larga lengua. Llorando suavemente, sus puntiagudas orejas dieron unos tics nerviosos y se fue corriendo descorazonado. Jin Ling se burló con notorio desprecio—Qué perdedor eres. Fairy(2) nunca muerde, solo se ve temible. Es un perro espiritual entrenado para morder solo a seres malignos. ¿Realmente pensaste que era un perro común y corriente?
Wei Wuxian —Espera. ¿Cómo fue que lo llamaste?
Jin Ling —Fairy. Es su nombre.
Wei Wuxian —¡¿Le pusiste a tu perro un nombre como ese?!
Jing Ling respondió con confianza —¿Qué tiene de malo su nombre? Cuando era más joven, se llamaba Pequeño Fairy y, ahora que creció, no podía seguir llamándolo así.
Wei Wuxian negaba —No. No. No. ¡El punto de esto no es si el perro es pequeño o no!... ¡¿Quién diablos te enseñó esa forma de poner nombres?! —Sin duda alguna, debió haber sido su tío. En el pasado, Jiang Cheng también había tenido algunos cachorros. Los nombres que escogía para ellos eran cosas como "Jazmín", "Princesa", "Amor" y demases. Todos ellos sonaban como nombres de mujeres costosas de burdel. Jin Ling continuó —A los hombres de verdad no les importan esas pequeñeces. Además, ¿Por qué insistes tanto en esos detalles? ¡Ok! Basta. Como ofendiste a mi tío, ya eres hombre medio muerto, así que ahora te voy a dejar ir. De esta forma, vamos a estar a mano.
Wei Wuxian preguntó —¿Sabes la razón por la que tu tío está interesado en mi?
Jin Ling —Ajá. Él cree que eres Wei Wuxian.
Wei Wuxian pensó Solo que esta vez, no es realmente una "sospecha" vacía. Ahora atrapó a la persona correcta. Volvió a preguntar —Entonces, ¿Qué hay de tí? ¿Acaso no sospechas de mi?
Jin Ling —No es la primera vez que mi tío hace algo así. Él nunca ha dejado ir a nadie, aún cuando era posible que haya capturado a los hombres equivocados. Pero, si Zidian no pudo sacar tu espíritu, entonces voy a creer que no lo eres. Además, él no era un manga cortada, pero tú incluso te atreviste a acosar a...
Con una mirada llena de disgusto, paró antes de mencionar a quién había acosado Wei Wuxian e hizo un gesto con su mano, agitándola como si estuviera espantando moscas —De todas formas, ¡de ahora en adelante, ya no tienes ninguna relación con la secta Lanling Jin!¡Si vas a seguir haciendo eso, no busques a nadie de mi secta! ¡Sino, no te voy a dejar ir la próxima vez!
Cuando terminaron de hablar, Jin Ling se giró para retirarse. Después de haber dado unos cuantos pasos, se volteó hacia Wei Wuxian — ¿Qué haces ahí parado todavía? Ve. ¿Acaso estás esperando a que mi tío regrese y te atrape? Déjame decirte, no creas que voy a estarte agradecido solo porque me salvaste. Tampoco esperes que te diga algo vergonzoso para agradecerte.
Wei Wuxian puso sus manos detrás de su espalda y caminó hacia él —Joven, en la vida hay dos vergonzosas frases que deben ser dichas sin importar qué.
Jin Ling preguntó —¿Cuáles dos?
Wei Wuxian respondió —"Gracias" y "Lo siento"
Jin Ling se burló —¿Qué pueden hacerme si es que no las digo?
Wei Wuxian —Algún día, vas a decir esas palabras con lágrimas en tus ojos.
Jin Ling hizo un sonido como si fuera a escupir. Justo, en ese momento, Wei Wuxian lo interrumpió —Lo siento.
Jin Ling pausó —¿Qué?
Wei Wuxian —Siento mucho las palabras que dije en la montaña Dafan.
No era la primera vez que alguien le decía a Jin Ling que "no había tenido una madre que le enseñe"; pero sí era la primera vez que alguien se había disculpado con él de una forma tan seria. Con un "lo siento" restregado en frente de su rostro, no supo el por qué, pero repentinamente se sintió un poco incómodo.
Agitó sus brazos con fuerza —No es nada. No eres la primera persona en decirme eso de todos modos. Es verdad que no tuve una madre que me enseñara. Sin embargo, ¡No soy inferior a nadie solo por eso! De hecho, ¡haré que todos abran bien sus ojos para que vean que soy mucho más fuerte que todos ustedes!
Wei Wuxian sonrió. Cuando estaba a punto de hablar, su expresión cambió repentinamente —¿Jiang Cheng? ¡Tú!
Jin Ling ya se sentía culpable por haber robado a Zidian y haber liberado a Wei Wuxian. Por lo que, al escuchar el nombre, se giró para echar un vistazo. Aprovechándose de la situación, Wei Wuxian puso su mano tiesa como una espada y golpeó el cuello de Jin Ling. Luego, recostó al caído en el suelo, arremangó la parte inferior de sus pantalones y examinó la marca de maldición en su pierna. Intentó algunos cuantos métodos pero ninguno hizo que la marca se esfumara. Así que, después de unos momentos, suspiró. Sabía que iba a ser difícil.
Si bien habían algunas marcas de maldición que él era incapaz de remover, bien podía transferirlas a su propio cuerpo.
Jin Ling se levantó lentamente después de un rato. Llevando sus manos al cuello, aún podía sentir algo del dolor. Estaba tan molesto que saltó y desenvainó su espada en un santiamén —¡Te atreviste a golpearme! ¡Ni siquiera mi tío me ha golpeado antes!
Wei Wuxian exclamó —¿En serio? ¿Acaso no anda diciendo siempre que te va a romper las piernas?
Jin Ling echaba humo de la rabia —¡Él solo lo decía porque sí! Tú, maldito manga cortada, ¡¿Qué diablos quieres?! Yo...
Wei Wuxian cubrió su rostro y gritó hacia el espacio que estaba atrás de la espalda de Jin Ling —¡Ah! ¡Hanguang-jun!
Jin Ling le tenía más miedo a Lan Wangji que a su propio tío. Después de todo, este último era de su propio clan, pero Hanguang-jun no. Aterrado, abandonó el lugar en seguida y gritó mientras corría
—¡Maldito manga cortada! ¡Maniaco repugnante! ¡No olvidaré esto! ¡Esto no termina aquí!
A sus espaldas, Wei Wuxian se rió tan fuerte que casi no podía respirar. Después de que Jin Ling desapareció en la distancia, su pecho le picaba ante la falta de aire. Finalmente, fue capaz de parar su risa después de haber tosido por un largo rato. Y recién ahí, tuvo tiempo para recordar cosas.
Wei Wuxian había sido llevado a casa por Jiang Fengmian cuando tenía nueve. Casi todas las memorias que tenía de aquellos tiempos eran borrosas. Sin embargo, la madre de Jin Ling, Jiang Yanli, recordaba todo; incluso le había contado algunas.
Le dijo que, después de que su padre escuchó las noticias de que los padres de Wei Wuxian habían muerto en batalla, este se dedicó a encontrar a aquel niño que sus amigos habían dejado atrás. Después de buscar por un tiempo, por fin halló a aquel niño en la ciudad de Yiling. Y, en su primer encuentro, vio como Wei Wuxian estaba arrodillado en el suelo comiendo cáscaras de fruta que alguien había arrojado.
El invierno y la primavera en Yiling eran muy fríos. Sin embargo, aquel niño solo vestía delgadas capas de ropa. Sus rodillas estaban estropeadas y a sus pies los cubrían dos tipos distintos de zapatos que no eran de la talla adecuada. Cuando el niño se encontraba mirando el suelo y buscando por más cáscaras, Jiang Fengmian lo llamó. El pequeño aún recordaba que su nombre contenía un "Ying", así que levantó su cabeza. Si bien sus mejillas estaban sonrojadas y agrietadas por el frío, su rostro aún lucía una sonrisa.
Jiang Yanli contaba que había nacido con una expresión sonriente. Sin importar qué tipo de cosas desafortunadas le ocurrieran, no se aferraba a ellas. Sin importar en qué tipo de situación se encontrara, él iba a estar feliz. Y, si bien esto sonaba un poco cruel, en realidad no era tan malo.
Jiang Fengmian le dió un pedazo de melón para comer y niño dejó que este se lo llevara consigo. En ese entonces, Jiang Cheng también tenía alrededor de ocho o nueve años y tenía unos cuantos cachorros con los que jugar en el Embarcadero del Loto. Cuando Jiang Fengmian descubrió que los perros le causaban un terror extremo a Wei Wuxian, le sugirió a Jiang Cheng que los enviara lejos. Jiang Cheng estaba muy reacio a hacerlo pero, después de hacer una rabieta en donde rompió cosas, puso malas caras y lloró hasta que se le secaron los ojos, finalmente terminó enviando lejos a los perros.
Si bien, a causa de esto Jiang Cheng mantuvo hostilidad y resentimiento hacia Wei Wuxian por bastante tiempo, eventualmente los dos empezaron a familiarizarse y a hacer travesuras en conjunto. Cada vez que él se topaba con perros, Jiang Cheng siempre los ahuyentaba y luego se reía de Wei Wuxian porque se había trepado a un árbol para protegerse.
Siempre había creído que Jiang Cheng estaría de su lado mientras que Lan Wangji se opondría a él. Después de todo, nunca se imaginó que las cosas iban a dar un giro tan grande y que fueran a terminar de formas tan diferentes.
Wei Wuxian se dirigió hacia el punto de encuentro en donde se suponía que iba a encontrarse con Lan Wangji. Nadie transitaba entre las escasas luces que titilaban bajo la noche. Sin tener la necesidad de ponerse a buscar, una blanca figura estaba parada al final de la calle. Inmóvil, su cabeza estaba gacha.
Antes de que Wei Wuxian hiciera cualquier tipo de ruido, Lan Wangji elevó su vista y lo vió. Después de unos momentos de duda, caminó hacia él con una expresión sombría.
Wei Wuxian no sabía por qué, pero involuntariamente dio un paso hacia atrás.
Casi podía ver escarlatas líneas de sangre en las orillas de sus ojos. Tenía que admitirlo... Ahora mismo, el rostro de Lan Wangji lucía aterrador.
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N/T/E:
Perro(1): Unos cuantos caps atrás les dije que la palabra perro acá no solo se refiere a los perros reales, que son a los que Wei Wuxian les tiene fobia, sino que también, en otros contextos, es usada para llamar a esos lacayos leales de forma despectiva (El término perro se usa así tanto en inglés como en español...)
Fairy(2): No quise traducir "Fairy" como "hada" puesto que, de por sí, el término que a veces traducen como "fairy" en inglés, es lo que usan en el chino para referir a un tipo de criaturas en el imaginario chino y no a nuestras típicas hadas. No me quedó muy claro a cual de los significados se está refiriendo acá (No tengo el texto original como para ver y salir de dudas, buah) aunque por la reacción de Wei Wuxian, asumo que se refiere a nuestro tipo de hadas? No me quise arriesgar así que lo dejé así, tal cual.
