Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del libro "Desaparición para expertos" de Holly Jackson, yo solo busco entretener y que más personas conozcan este libro.
Capítulo 11
Sonó la campana sobre la puerta de la cafetería, repiqueteando en su cabeza más tiempo del que habría debido. Un eco desagradable se entrometió entre el resto de sus pensamientos, pero no podía ir a trabajar a casa, así que tendría que aguantarse. Seguramente sus padres ya habrían visto los carteles colgados por el pueblo. En cuanto Bella entrase por la puerta, tendrían «La conversación», y ahora mismo no tenía tiempo para eso. O no estaba preparada.
Había recibido más emails con fotos del homenaje, y las notificaciones en los anuncios de la nueva temporada habían alcanzado varios miles. Bella las había silenciado porque los troles ya la habían encontrado. «He matado a Jamie Potter», dijo una de las fotos de perfil grises. Otra: «¿Quién te buscará cuando seas tú la desaparecida?».
La campana volvió a sonar, pero esta vez iba acompañada de la voz de Tori.
—Hola —dijo retirando la silla frente a Bella—. Edward me ha dicho que estabas aquí. Me he cruzado con él en Chalk Road.
—¿Te has quedado sin carteles? —preguntó ella.
—Sí. Pero no he venido a hablarte de eso. —Tori bajó la voz con aire conspirativo.
—¿Qué pasa? —susurró Bella, haciendo lo mismo.
—Mientras colocaba los carteles, me puse a mirar la cara de Jamie, y cuando leí la descripción de la ropa que llevaba… No sé. —Tori se inclinó hacia delante—. Soy consciente de que estaba muy borracha y no recuerdo gran cosa de aquella noche, pero tengo la sensación de que… Es que creo que Jamie estaba allí.
—¿Qué dices? —siseó Bella—. ¿En la fiesta destroyer?
Tori asintió, inclinándose tanto que tuvo que levantarse de la silla.
—No tengo un recuerdo claro. Es más como un déjà vu. Pero al imaginármelo con esa ropa, juraría que pasó por mi lado en la fiesta. Estaba borracha, así que probablemente en ese momento no le di importancia, o simplemente no me di cuenta, pero… Oye, ¡no me mires así! Estoy segura de que quizá es probable que lo viera allí.
—¿Segura de que quizá es probable que lo vieras? —repitió Bella.
—Vale, no estoy segura. —Tori frunció el ceño—. Pero creo que sí.
Se echó de nuevo hacia atrás mirando a Bella con los ojos muy abiertos, invitándola a hablar.
Esta cerró la tapa de su ordenador.
—Está bien. Digamos que viste a Jamie en la fiesta. ¿Qué narices hacía en una casa llena de críos de dieciocho años? Tiene veinticuatro y probablemente las únicas personas que conozca de nuestra edad seamos nosotros, los amigos de Harry.
—Yo qué sé.
—¿Lo viste hablar con alguien? —preguntó Bella.
—No-lo-sé —dijo Tori apretándose la sien—. Creo que solo recuerdo verlo pasar por mi lado en algún momento.
—Pero si estaba allí… —comenzó Bella, desanimándose a medida que sus pensamientos iban perdiendo forma.
—Es muy extraño —terminó Tori por ella.
—Muy extraño.
Tori hizo una pausa para tomar un sorbo del café de su amiga.
—¿Qué hacemos?
—Bueno, afortunadamente hay un montón de testigos de la fiesta que quizá puedan corroborar lo que crees que viste. Y, si lo confirman, pues ya sabríamos dónde fue Jamie después del homenaje.
Bella envió un mensaje a Sam y a Leah primero, preguntándoles si habían visto a Jamie en la fiesta. Sam respondió a los dos minutos. Estaban juntos, evidentemente, porque respondió por los dos:
Sam:
Nah, no lo vimos. Tampoco estuvimos
mucho tiempo.
¿Por qué iba a estar Jamie allí? Bs.
—Sam y Leah no le prestaron atención a nadie más que a ellos mismos. Qué raro —dijo Tori con sarcasmo.
Bella respondió:
Tienes el teléfono de Stephen Thompson,
¿verdad?
Dámelo, por favor, es urgente.
Sin beso.
La fiesta fue en casa de Stephen y, aunque a Bella seguía sin caerle bien —de cuando fue de incógnito a una fiesta destroyer el año pasado para recabar información sobre el camello Howie Bowers y Stephen intentó forzarla a que lo besara—, tenía que dejar de lado ese sentimiento.
Cuando Sam le envió por fin el número de Stephen, Bella se bebió de un trago lo que le quedaba de café y lo llamó, haciéndole un gesto a Tori para que se callara. Esta se pasó los dedos por los labios, como si cerrara una cremallera, pero se acercó a Bella para escuchar.
Stephen descolgó al cuarto tono con un «¿Sí?» un tanto confuso.
—Hola, Stephen —dijo Bella—. Soy Bella. Swan-Black.
—Ah, hola —respondió Stephen cambiando el tono a uno más suave y profundo.
Bella puso los ojos en blanco mirando a Tori.
—¿En qué te puedo ayudar? —preguntó él.
—No sé si has visto los carteles que hay por el pueblo…
—Precisamente mi madre los acaba de mencionar. Se ha quejado porque son «antiestéticos». —Hizo un sonido que Bella solo podía describir como una carcajada—. ¿Tú tienes algo que ver?
—Sí —dijo con el tono de voz más alegre que pudo—. ¿Conoces a Harry Potter? Va a nuestro curso. Pues su hermano mayor, Jamie, desapareció el viernes por la noche y todos están muy preocupados.
—Joder —dijo Stephen.
—Organizaste una fiesta destroyer el viernes en tu casa, ¿verdad?
—¿Estuviste? —preguntó Stephen.
—Por desgracia, no —dijo Bella. Bueno, estuvo fuera, cuando fue a recoger a Tori, la borracha llorona—. Pero hay rumores de que Jamie Potter sí, y quería saber si recuerdas verlo por allí o escuchar a alguien decir que lo vio.
—¿Estás haciendo otra investigación? —preguntó.
Bella ignoró la pregunta.
—Jamie tiene veinticuatro años, mide aproximadamente 1,75, tiene el pelo castaño oscuro; y los ojos azules. Llevaba…
—Sí —Stephen la interrumpió—. Creo que lo vi por allí. Recuerdo cruzarme en el salón con un tío al que no conocía. Parecía un poco más mayor, di por hecho que iba con alguna de las chicas. Llevaba una camisa. De color rojo oscuro.
—Sí —dijo Bella estirándose en la silla y asintiéndole a Tori—. Coincide con la descripción de Jamie. Te voy a enviar una foto, ¿podrías confirmarme si es la persona a la que viste? —Bella bajó el teléfono para buscar la imagen del cartel y enviársela a Stephen.
—Sí, es él. —La voz de Stephen sonó algo distante cuando alejó el teléfono para mirar la pantalla.
—¿Recuerdas a qué hora lo viste?
—Qué va —dijo—. Pero creo que era temprano, puede que sobre las nueve o las diez. No estoy seguro. Solo lo vi esa vez.
—¿Y qué estaba haciendo? —preguntó Bella—. ¿Estaba hablando con alguien? ¿Bebiendo?
—No, no me pareció que hablara con nadie. Y creo que tampoco sujetaba ninguna bebida. Estaba de pie sin más, mirando. Daba un poco de mal rollo, ahora que lo pienso.
A Bella le dieron ganas de recordarle a Stephen que no era el más indicado para hablar de dar mal rollo. Pero se contuvo.
—¿A qué hora empezó a llegar la gente a tu casa? El homenaje terminó sobre las ocho y media, ¿se fue todo el mundo directo a la fiesta?
—Sí. Vivo a menos de diez minutos del parque, así que la mayoría de la gente vino andando. Entonces ¿estás investigando otra vez? ¿Es para tu pódcast? Porque —Stephen bajó la voz hasta que no fue más que un susurro—, bueno, mi madre no sabe que organicé una fiesta. Estaba de fin de semana en un spa. Le eché la culpa de los jarrones rotos y las manchas de bebida al perro. Y vino la policía a eso de la una; llamaría un vecino quejándose del ruido. Pero no quiero que mi madre se entere de lo de la fiesta, así que si pudieras no…
—¿Cómo se llamaba el agente de policía que vino a desalojar? — interrumpió Bella.
—El Parkinson ese. Le dijo a todo el mundo que se fuera a casa. No vas a mencionar la fiesta, ¿verdad? En tu pódcast, digo.
—Ah, no, claro —mintió Bella. Por supuesto que iba a mencionarla, aunque pudiera meter en líos a Stephen Asqueroso Thompson. Le dio las gracias y colgó —. Tenías razón —le dijo a Tori soltando el teléfono.
—¿Sí? ¿Jamie estuvo en la fiesta? ¿He ayudado?
—Estuvo, y sí. —Bella le sonrió—. Ya tenemos testimonios de dos testigos. Ninguno con una hora exacta, pero creo que podemos estar bastante seguras de que Jamie fue a casa de Stephen después del homenaje. Ahora solo tengo que encontrar evidencias gráficas y establecer las horas. ¿Cómo puedo enviar un mensaje a todos los que fueron a la fiesta destroyer?
—¿Escribiendo a los que estén en el grupo de Facebook de nuestro curso? — Tori se encogió de hombros.
—Buena idea. —Bella volvió a abrir el ordenador—. Debería decírselo primero a Harry. ¿Qué hacía Jamie allí?
La computadora revivió y apareció en la pantalla la cara de Jamie en el documento del cartel de «Se busca», con la mirada pálida conectada directamente a la de Bella y provocándole un escalofrío que le bajaba por la coronilla. Lo conocía; era Jamie. Jamie. Pero ¿cómo de bien se puede conocer a una persona? Bella miró los ojos en la foto, intentando averiguar los secretos que se escondían detrás de aquella mirada. «¿Dónde estás?», le preguntó en silencio, cara a cara.
Hola a todos:
Como ya habrán visto en los carteles que hay por todo el pueblo, Jamie Potter (el hermano mayor de Harry) desapareció el viernes por la noche después del homenaje.
Me han informado de que vieron a Jamie en la fiesta destroyer de Stephen Thompson, en Highmoor. Hago un llamamiento urgente a cualquiera que estuviera allí para que, por favor, me manden todas las fotos y vídeos que hicieran en la fiesta (prometo que ninguna llegará a padres / policía en ningún momento). Esto incluye también vídeos de Snapchat/Instagram stories si los tienen guardados. Por favor, enviádmelos cuanto antes al correo electrónico mencionado arriba. Voy a dejarles aquí debajo la foto de Jamie. Si alguien recuerda haberlo visto en la fiesta o tiene algún tipo de información sobre su paradero o sus movimientos del viernes, agradecería que se pusiera en contacto conmigo a través del email o de mi número de teléfono, también indicado arriba.
Gracias,
Bella.
Nombre del archivo:
Asesinato para principiantes. TEMPORADA 2:
Entrevista telefónica con George Weasley.
Bella: George, George, acabo de darle a grabar. Mañana en el instituto te daré una autorización para que la firmes, pero, de momento, ¿me das tu consentimiento para que grabe y publique tu voz en un pódcast?
George: Sí, no pasa nada.
Bella: De acuerdo. Me he ido al fondo de la cafetería, ¿me escuchas mejor?
George: Mucho mejor, sí.
Bella: Vale. Me has dicho que has visto mi mensaje en Facebook. Volvamos a lo que me estabas contando. ¿Puedes empezar desde el principio?
George: Sí, lo vi…
Bella: Perdona, antes de eso. El viernes por la noche, ¿dónde estuviste?
George: Ah, claro. El viernes, después del homenaje, fui a la fiesta destroyer en casa de Stephen Thompson. No bebí mucho porque tenemos un partido de fútbol importante la semana que viene, seguramente Sam ya te lo habrá comentado. Así que recuerdo bien toda la noche. Y lo vi, vi a Jamie Potter en el salón. Estaba de pie, apoyado en la pared, sin hablar con nadie. Recuerdo que pensé que no lo conocía y, como normalmente solemos ir siempre los mismos a las fiestas destroyer, me llamó la atención. Aunque no hablé nada con él.
Bella: Muy bien. Ahora vuelve a contarme dónde lo viste después.
George: Sí. Un poco más tarde, salí al porche a fumarme un cigarro. Había poca gente fuera, Jas y Katie M. estaban hablando y esta estaba llorando por algo. Y Jamie Potter también estaba fuera. Lo recuerdo muy bien. Estaba caminando de un lado a otro de la acera delante de la casa, hablando por teléfono.
Bella: ¿Podrías describir su comportamiento durante esa llamada?
George: Sí, bueno, parecía un poco… agitado. Como si estuviera enfadado, pero no mucho. ¿Asustado, quizá? Le temblaba un poco la voz.
Bella: ¿Y escuchaste algo de lo que decía?
George: Solo un poco. Mientras me encendía el cigarro, recuerdo que le escuché decir: «No, no puedo hacerlo». O algo por el estilo. Y lo repitió un par de veces, en plan: «No puedo hacerlo, no puedo». Para entonces ya me había llamado la atención, así que me quedé escuchando, haciendo como que estaba mirando algo en mi celular. Después de un rato, Jamie empezó a sacudir la cabeza diciendo algo así como: «Ya sé que no he dicho nada, pero…» y dejó de hablar.
Bella: ¿Se dio cuenta de que estabas allí? ¿De qué lo estabas escuchando?
George: No lo creo. No me pareció que estuviera muy pendiente de nada que no fuera lo que pasaba al otro lado del teléfono. Se tapaba el otro oído para escuchar mejor. Estuvo un rato en silencio, como si estuviera escuchando, y no dejó de andar. Y luego dijo: «Podría llamar a la policía» o algo así. Recuerdo perfectamente que nombró a la pasma.
Bella: ¿Y lo dijo de forma violenta o como si intentara ayudar?
George: No lo sé, es complicado saberlo. Luego volvió a callarse de nuevo, a escuchar, y parecía aún más agitado. Dijo algo sobre un niño.
Bella: ¿Un niño? ¿El niño de quién?
George: No lo sé, solo escuché esa palabra. Después Jamie levantó la cabeza y nos miramos sin querer, así que se debió de dar cuenta de que estaba poniendo la oreja. Empezó a alejarse de la casa, todavía al teléfono, y lo último que le escuché decir fue: «No creo que pueda hacerlo».
Bella: ¿En qué dirección iba?
George: Hacia la derecha, en dirección a High Street.
Bella: ¿Y no lo viste volver a la casa?
George: No. Estuve fuera como otros cinco minutos más. Desapareció.
Bella: ¿Y tienes idea de sobre qué hora ocurrió todo esto?
George: Lo sé exactamente, porque justo después de que se fuera Jamie, unos treinta segundos más tarde, le envié un mensaje a una chica del instituto Chesham con la que llevo un tiempo hablando. Le envié un meme de Bob Esponja…, bueno, eso da igual. El caso es que eso sucedió a las 22.32 y fue, literalmente, justo después de que Jamie se marchara.
Bella: ¿22.32? George, esta información es genial. Muchísimas gracias. ¿Escuchaste alguna pista sobre la persona con la que estaba hablando Jamie? ¿Sabes si era un hombre o una mujer?
George: No. No me enteré de mucho más, aparte de que a Jamie no le gustaba demasiado lo que estaba escuchando. ¿Crees…? ¿Crees que el hermano de Harry está bien? ¿Debería haberle dicho a alguien antes que lo había visto? A lo mejor escribirle a Harry aquella noche…
Bella: No pasa nada, no sabías que Jamie había desaparecido hasta hace una hora. Y tú información me ha ayudado mucho. Harry te va a estar muy agradecido.
