Hola a todos, este es el capitulo que remoto despues de una larga, larga, larga, larguisima espera, igual inmediatamente trabajaré en el siguiente, realmente ahora mi vida ha cambiado mucho y despues de todo lo que ha sucedido, espero continuar con estas historias, disfruten.
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Un adiós

Spike se encontraba alterado, no entendía que ocurría - ¡¿Estas bien?! ¡¿que ocurre?!- preguntaba al sujeto a travéz del teléfono, - No tengo mucho tiempo, ven al callejón cerca al puente de Brooklyn, ahora...- fue lo último que escuchó el peli verde de su amigo de la infancia.

En ese momento de tensión es muy dificil pensar y más para alguien tan jóven, pero no tenía otra opción, abrió la ventana junto a su cama y decidió escaparse por las escaleras de emergencia al costado del edificio, bajando con grán agilidad, sabiendo que su amigo podría dejar este mundo en cualquier momento, inmediatamente urgo en sus pantalones por algúnos dolares que tuvese, silvó con fuerza para detener un taxi e inmediatamente subió, - Al puente de Brooklyn, pronto – ordenó con fuerza al chofer, este alistó su auto y emprendió viaje.

Al llegar, era audible las sirenas y jutno con disparos, Spike decidió bajar del coche, no sin antes pagarle al taxista, este al decender unos cuantos metros del lugar, pudo observar a su padre, el teniente Spiegel, junto con su compañero Jet, era obvio que Vicious estaba en un predicamento, a parte que era un momento crítico para ambos. Con mucha astucia pudo sobrepasar a los oficiales e ingresar al costado exterior del edificio, no podía observar a su amigo de pelo canoso, entre los tiros, los vidrios rotos y los cadaveres, era muy complicado si quiera ver que ocurría, y más cuando el muchacho caminaba agachado junto a las ventanas del exterior de dicho edificio, justo al llegar a la puerta trasera del primer piso, fue que observo como su joven amigo salía, herido y algo cansado, - ¡Vicious!- grito al avalanzarse sobre él mientras lo revisaba, esperando que no estuviera gravemente lesionado por una bala, - Spike, que bueno verte, creo que ví a tu padre – decía con una sonrisa algo burlona, el peliverde no prestó cuidado a dicho comentario y solo se llevó al muchacho lo mejor que pudo, le alzó de un lado para que no se viese afectado y fuese más facil, mientras los dos jovenes se iban y ya estaba cerca de un lugar seguro,- ¡Alto! - se escuchó, era el oficial Spiegel, quien había encontrado a los jóvenes, - Dije alto – gritaba el hombre mientras apuntaba a los jóvenes, sin embargo en ese descuido, el oficial recibió un balazo cerca al corazón de otro matón a lo lejos, Spike alcanzó a ver todo, - ¡No! - gritaba con fuerza, su padre había sido herido de gravedad, pero ahora debia descidir si auxiliar a su padre o llevarse a su mejor amigo, por desgracia, quedarse era más grave que irse.

Mientras cogeaban por las calles, el joven peliverde no pudo evitar llorar, soltando lágrimas a su paso mientras llegaban al hospital más cercano, quería perdonarse por abandonar a su padre, pero tampoco quería correr con el peso de ver como su mejor amigo moría en sus brazos. Al llegar al hospital, Spike gritó por ayuda, varios paramedicos auxiliaron a ambos chicos, al peliverde solo le curaron algunas heridas producto de las raspaduras al llevar a su amigo, mientras que el de cabello cano si fue llevado a urgencias inmediatamente.

Esa noche, Spike no pudo pegar el ojo, sobre todo por su amigo y su padre, que quien sabe si sobreviviese a todo lo que ocurría, se sentía una basura completa, - Disculpa, ¿quieres ver a tu amigo? - dijo una enfermera, el joven de inmediato se puso de pie y siguió a la enfermera, al llegar a la habitación de Vicious, la residente invitó al chico a pasar, explicaba en su charla que el canoso estaba dormido, había perdido bastante sangre pero se encontraba estable, solo necesitaba reposo y recuperación.

Spike caminaba a las afueras del hospital con un rostro demacrado, no quería ver a nadie, ni su madre, ni su amigo, a quien dejó tranquilo, había llamado a sus padres antes de salir, para que estos viniesen y pudieran auxiliarlo, el muchacho estaba debastado y no necesitaba saber ni las malas nuevas, solo había alguien quien quería ver, e iba rumbo a su casa.

El peliverde estaba en el portico donde vivía Faye, su novia, tomando valor alzó su brazo e iba a tocar la puerta, sin embargo esta se abrió como presajiando la presencia del delgado muchacho, allí al abrir se encontraban la rubia y la pelinegra, listas a partir, - ¿Que ocurre? - preguntaba el peliverde, Faye volteó al verlo con ojos de rabia, - ¿Acaso eres tan cara dura de venir? - realizaba la pregunta amenazante al muchacho, - ¿Que ocurre Faye? ¿Estas bien? - duditativo volvía a interrogar a la peli negra mientras una de sus manos se dirigía ante el hombro de la muchacha, esta interceptó la mano al darle una palmada.
Spike estaba sumamente mientras sus dudas se volvían mas grandes,- Me dijiste que me amarías, e intentaste acosar a mi compañera de piso – afirmó casi entre lágrimas la jovencita, - ¡¿Qué?!- sorprendido soltó el peli verde mientras tal acusación fue dada, - Me mentiste – sentenció la chica – Pero, Faye, yo..- iba a replicar el muchacho antes de recibir una cachetada, la chica no quería escucharle y ella junto con su amiga descidieron salir de ahí, no sin que esta ultima lanzara un beso de burla al muchacho, sólo se quedo allí, sin nada que luchar, sin nadie a quien acudir, destrozado por dentro y por fuera.

Spike terminó su relato, su rostro estaba pálido y lleno de lágrimas, aún con todo el tiempo que ha pasado, las cicatricez duelen bastante, Jet sentado del otro extremo no podía decir palabra alguna, - ¿Y Vicious? - fue lo único que salio de la boca del calvo, - Despues de ese día, no lo volví a ver, dejó la ciudad por presión de sus padres – fue la respuesta, el peliverde se encontraba sumergido en su depresión, era una persona distinta al relajado y eficiente sujeto de toda la vida.

Jet se levantó del asiento en frente a Spike, se dirigió a la cocina y como pudo calentó dos téz para su amigo y para si mismo, junto con las tazas se acerco al peliverde quien se encontraba con las manos en el rostro, acachado, duditativo, - Se que lo que hiciste fue una estupidez, sientes culpa y remordimientos, y aunque te diga que no busques a esa chica, no me harás caso, lo mejor es que te calmes, recuperes fuerzas y cierres ese ciclo – decía Jet mientras acercaba la taza de té a su joven amigo, este último solo alzaba la cabeza mientras veía a su calvo compañero a la cara, tenía razón, debía cerrar su mierda antes que esta contagiara al resto, su hermana, su amigo e incluso su carrera.

La mañana siguiente, el joven peliverde se alistaría para impartir clases en su trabajo habituál, sin embargo decidió llamar a la facultad y el decano, reportarse enfermo para acudir en busqueda de quien le atormentaba, preparó su desayuno, alistó a su hermanita y se preparó para todo, esa tarde tenía su clásico traje azul oscuro y sus botas chatas, las cuales eran su marca registrada.

Spike había decidido rondar la zona en que vió a Faye, si algo le había enseñado su mejor amigo, era hacer labor detectivezca, preguntó en quiscos y algunas tiendas, sin respuesta alguna, casi en el medio día, cansado y con hambre, fue que la vio pasar en frente de la acera, se dirigía a casa, él la siguió con cautela hasta unos edificios a unas cuantas manzanas de donde vivía él, era curioso que nunca se la había encontrado hasta ahora, ella ingreso al edificio y subió las escaleras, el la imitó a una cierta distancia, al llegar sobre el cuarto piso, la chica abrió una puerta con su llave, e ingresó, el número del apartamento era "402", él se encontraba frente a la puerta, esperando golpear, pero ¿que le diría?, ¿que le preguntaría?, las dudas asaltaban a su mente y juzgando su rostro, sudaba por el nerviosismo a tal grado que su camisa verde quedaría empapada en poco tiempo.

Spike levantó su mano y solo procedió a tocar la puerta, esperado ver que podría suceder, toc toc.