Hola, he aqui otro encuentro un poco diferente. Este encuentro tendrá dos partes
Encuentro 5.1: Rescatada
Pareja: Bella/Charlie
Resumen:
Bella es rescatada por Charlie. Él nunca imaginó que ella quería ser suya... Algunos capítulos llenos de trama y obscenidad. Final feliz (SIN INCESTO)
Capítulo 1:
Ella llevaba casi un año viviendo en mi casa, la encontré una noche en la calle, había una tormenta. Estaba acurrucada contra sí misma, cubierta por un abrigo fino y acurrucada contra una bolsa de lona gastada. Le pregunté su nombre y dijo que era Isabella Doe ya que no sabían de dónde venía. La llevé a casa siendo jefe de policía, era mi deber ayudarla, se secó y le preparé una sopa enlatada. Comió en silencio, cuando terminó de comer me contó por qué estaba en la calle.
Ella había viajado desde Seattle donde había estado viviendo en un orfanato pero que la habían dejado ir porque no tenían más fondos y tuvieron que cerrar, los niños pequeños y preadolescentes fueron reubicados, pero no había ningún lugar donde ella pudiera ir. Porque solo le faltaban unas semanas para cumplir los dieciocho años y no había nada que pudieran hacer. Le preparé mi habitación libre y le dije que se quedara a pasar la noche, ella estaba agradecida.
Después de que ella se sintió cómoda estando conmigo, me dio su expediente y yo usé todos mis recursos como jefe de policía para buscar algún familiar y ver si había algún refugio o casa hogar que la acogiera, pero no encontré nada. ¡Fue frustrante! Todos los hogares estaban llenos y como tenía casi dieciocho años, ninguno quería acogerla.
Busqué familiares, pero fue como si se hubiesen desaparecido de la faz de la tierra, se llamaba Isabella porque ese era el nombre en el bolso de bebé que la habían encontrado en la puerta de la casa del orfanato hace dieciocho años. Le pusieron el apellido Doe porque primero no sabían nada de ella y segundo por sus ojos, eran definidos pero expresivos como los ojos de un ciervo. Luego quedó bajo tutela del estado y entró en el sistema para ser adoptada, pero por alguna cruel razón nunca fue adoptada.
Pasaron los días y me di cuenta de que no podía dejarla ir, así que después de comunicarme con el estado para informarles que la había encontrado y que vivía conmigo (en caso de que alguien realmente la estuviera buscando) la inscribí en la Academia Forks, el único colegio privado que tenía el pueblo. Isabella también encontró un trabajo a tiempo parcial en el restaurante del pueblo, trabaja algunas tardes, noches y fines de semana.
Ella se sentía cómoda conmigo, yo me sentía cómodo teniéndola cerca, no tenía ataduras, ni esposa ni hijos. Renée me había dejado antes de que pudiéramos tener uno, y ahora está casada con otro hombre y tiene cuatro hijos, uno de ellos en la cárcel por robar. Recuerdo cuando ella vino a pedirme ayuda, pero yo no podía ayudar a su hijo Carlos. El chico estaba demasiado metido en los cargos de robo que tenía en su contra y además, yo era policía, no abogado. Lo sentenciaron a diez años, pero sólo cumplió dos, por algún milagro quedó libre por buena conducta. Ha estado fuera durante ocho años, enderezó su camino y está felizmente casado y tiene dos hijos, Emma y Emmett.
Isabella había desarrollado el hábito de llamarme papá o simplemente Charlie, pero me sorprendió la primera vez que me llamó así, luego se sonrojó y me explicó que yo había sido como un padre para ella, acogiéndola y haciéndole la vida cómoda con solo una cantidad mínima de tareas y reglas. No se permitían chicos en su habitación, no podía llegar tarde en las noches de escuela, y el toque de queda los fines de semana era la una de la madrugada. En la escuela al menos tenía que mantener una B o una C alta en sus clases y mantenerme informado sobre adónde iba y cosas así.
En los últimos meses he notado que ella se ha estado rebelando o ha tenido episodios de rebelión, llegó a casa borracha una noche, reprobó dos exámenes, se peleó en la escuela con Lauren Mallory, me maldijo y me faltó el respeto, y había salido usando la ropa equivocada, etcétera, etcétera.
Le permití que vinieran "amigos" a la casa, pero solo podían estar en la sala de estar, la pillé besándose y siendo manoseada demasiadas veces, no había dicho nada y simplemente me fui a mi habitación y cerré la puerta. Lo que me molestaba eran sus sonidos, no los podía sacar de mi cabeza. Algunas noches he soñado con ella, he tenido sueños eróticos que me han dejado sudando y con ganas de más. No he tenido un sueño húmedo desde que era adolescente y eso fue hace mucho tiempo, aunque no aparento mi edad porque de vez en cuando me afeito el bigote, mi peinado es moderno y hago ejercicio tres veces por semana. Sé que está mal pensar en ella de esa manera, pero técnicamente ella no es nada mío.
Recientemente la escuché correrse en su habitación demasiadas noches a la semana, ¿Lo hacía para molestarme? No lo sabía. Necesitaba sacarla de mi cabeza, pero ella lo estaba haciendo imposible, algo pasa por la forma en que a veces me habla, sus bromas tienen doble sentido y ha tirado demasiadas insinuaciones a la mesa. También la pillé mirándome. ¿Me está tomando el pelo? Si es así, ¿por qué lo estaba haciendo? También hubo un momento en que ella estaba en el baño y la puerta estaba entreabierta, Isabella se estaba vistiendo después de una ducha, pasé y eché un vistazo a su cuerpo. No sabía que ella notó que yo estaba allí, pero cuando lo hizo, nuestras miradas se cruzaron, se sonrojó, pero me guiñó un ojo al mismo tiempo.
~R~
Estaba en mi cama tratando de conciliar el sueño cuando escuché a Isabella gritar, salí corriendo de la cama, me puse una camiseta y corrí por el pasillo hacia su habitación, abrí la puerta pero nada parecía fuera de lo común solo Isabella, ella Estaba retorciéndose en su cama, una pizca de sudor cubría su rostro, murmuraba en sueños, pidiendo ayuda. Me subí a la cama a su lado y la abracé; Quité los pelos sueltos de su cara y la arrullé.
"Shh, no te preocupes estoy aquí" dije mientras dibujaba círculos en su espalda, ella gimió, pero no despertó.
"Papá" dijo abrazándose a mí.
"Por favor, nunca me dejes, no me dejes ir" dijo.
"¿Por qué iba a hacerlo, cariño? Nunca te dejaré ir. Estás a salvo aquí conmigo" Dije sinceramente.
Ella se aferró a mí con la cabeza apoyada en el hueco de mi cuello; Besé su frente hasta que dejó de temblar. Ella me miró con esos cálidos ojos del tono miel que combinaban con sus largos cabellos.
"Hazme olvidar mi pesadilla, por favor" dijo.
Me reí entre dientes, "¿y cómo he de hacer eso?" Pregunté.
"No lo sé" afirmó.
Me di cuenta de lo cerca que estaba de mí y de lo que llevaba puesto, una camisola negra que apenas cubría su cuerpo. Después de eso hubo silencio hasta que Isabella lo rompió.
"No sabes cuánto tiempo he esperado para estar contigo así" dijo.
"¿De qué estás hablando?" Dije mirándola a la cara.
"Eres tan obtuso Charlie Swan" me dijo.
"Todas las cosas que he hecho, la forma en que me he comportado en los últimos meses, ¿no te has dado cuenta?" dijo como si fuera obvio.
"Sé lo que has hecho; has sido castigada por cada uno de ellos" respondí.
"No todos" dijo.
La miré interrogante.
"No por ese día que me viste en el baño." Dijo como si estuviera hablando del clima.
"¿Tu lo hiciste a propósito?" Dije atónito, más o menos lo intuía, pero escucharlo de ella me sorprendió.
"Sí" dijo con aire de suficiencia.
"Te quiero como nunca he querido nada más en mi vida" declaró.
Mi corazón comenzó a latir más rápido ante su confesión. "Isabella, esto está mal, no va contra la ley, pero sí está mal" dije.
"No me importa, Charlie" dijo levantándose.
"Créeme, puede parecer que tengo problemas psicológicos o un complejo de Edipo, pero no pienso en ti de esa manera. No me importa de dónde vengo; solo sé que no habría sido nada sin ti, si no me hubieses rescatado esa noche, no quiero saber qué hubiera sido de mí." Isabella dijo mirándome directamente a los ojos.
"Solo sientes gratitud hacia mí, Isabella, eso es todo" Dije, aunque mis palabras eran una lanza a mi corazón.
"¡No! ¡Mis sentimientos son claros, Charlie! ¡He visto la forma en que me miras, no soy estúpida!" Ella afirmó.
"Sé que no eres estúpida pequeña, es solo que…" dije.
"¡Qué! ¿qué? No te quedes callado" ella me suplicó.
"No creo que pueda luchar más contra esto" susurré.
"Entonces no lo hagas" dijo Isabella agarrándome la cara.
"Hazme olvidar mi pesadilla, fue muy mala Charlie, estaba muy asustada. No podía encontrarte por ningún lado, estaba sola y perdida sin ti" Ella gimió.
"Oye, oye, estoy aquí" dije besando su frente, Isabella se acercó a mí y después de una rápida mirada a mis labios se inclinó y presionó sus suaves labios contra mis ásperos labios y mi mundo desapareció. La agarré por la cintura y aplasté su cuerpo contra el mío; Envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y su mitad inferior entró en contacto con mi erección por primera vez.
La recosté en la cama sin romper el beso, ella se desenredó de mí, tomé sus manos y las levanté por encima de su cabeza, luego empujé las copas de su camisola hacia abajo y miré sus pechos color marfil, me sabía de memoria su tamaño de ropa. Agarré un seno con la palma de la mano, sintiendo su pezón de color rubor que se endurecía ante mi toque. Lo masajeé; Isabella echó la cabeza hacia atrás y suspiró cuando mis labios entraron en contacto con su pecho derecho. Ella gimió mientras yo, lo mordisqueé y lo chupé ligeramente. Isabella arqueó la espalda pidiendo más. Detuve mis movimientos y me acerqué para mirarla mientras le masajeaba las tetas con mis manos.
"Mmm, papi" susurró mirándome.
Sonreí y besé el valle entre sus pechos; Le subí la camisola y exploré su tonificado abdomen, besando cada centímetro hasta su ombligo, donde comenzaba la parte superior de sus bragas. Isabella gimió, subí nuevamente hasta llegar a sus labios, rodeó mi cuello con sus brazos y me acercó a ella. Encajé entre sus piernas. Sus manos descendieron hasta el dobladillo de mi camisa, la ayudé a quitármela del cuerpo, ella me miró tímidamente y pasó un dedo por mi estómago haciéndome estremecer y ponerme aún más duro para ella. Ella se quitó la camisola, la aparté y mi bóxer corrió la misma suerte. Me tomé un momento para mirar su cuerpo solo cubierto por un par de bragas atrevidas que no había visto antes, exquisita.
Me sumergí en sus pechos nuevamente, por un momento, mis manos recorrieron el sur hasta que encontré su clítoris cubierto de tela y comencé a frotarlo, haciendo que Isabella gimiera y se retorciera buscando más fricción. Nos besamos y sus manos recorrieron mi cuerpo, ella se estaba familiarizando con él. Dejé que sus manos exploraran, yo había hecho lo mismo.
Ella me recostó en la cama y se acostó a mi lado, continuó besándome, pero al mismo tiempo tocó mi erección, luego de eso comenzó a bombearla lentamente, mis manos acariciaron su espalda y conocieron sus nalgas, suaves, redondas y flexibles, eran perfectas. Su lengua le pidió permiso a mi boca, la dejé entrar y fue una batalla de voluntades, la dejé dominar el beso entregándome a su boca.
Isabella me bombeó un poco más firme mientras mordisqueaba y besaba mi pecho haciéndome estremecer, sus labios se movieron hacia abajo hasta llegar a mi polla, comenzó a lamerla y jugar con ella hasta que sus labios se envolvieron alrededor de ella y me dio la mejor mamada que he recibido en mi vida, no quería saber dónde aprendió a hacer eso. Ella me chupó hasta que me corrí, agarró un pañuelo y recogió toda mi semilla, la miré con una sonrisa de satisfacción mientras ella trepaba y apoyaba su cabeza en mi hombro, tomé su cara, me incliné y la besé.
Ella tomó mi posición en la cama, yo estaba sobre ella, le masajeé las tetas nuevamente y las seguí hasta sus bragas, que quité con un movimiento rápido.
"Ohm... papi" susurró Isabella de nuevo mirándome con lujuria. No sé por qué escucharla llamarme así hizo que me pusiera más duro para ella.
La miré por un segundo y luego me sumergí en su carne expuesta, sus labios estaban depilados, pero su vello púbico estaba recortado en el área pélvica. Vi las estrellas el momento en que mis labios entraron en contacto con su carne. Tenía un sabor delicado y dulce, como el néctar de la mejor fruta, tan embriagador. Jugué con su coño, también chupé su clítoris y su carne hasta que ella no pudo resistirse y comenzó a frotar su coño contra mi boca.
"Más papi, por favor" dijo tirando de mi cabello.
Chupé con ansias hasta que se deshizo y se corrió duro, bebí todo lo que tenía para darme. Lamí mis labios y subí hacia su pecho, tomé un pezón en mi boca y chupe bruscamente su capullo rosado hasta que Isabella gimió y echó la cabeza hacia atrás.
"Ay papi, qué rico" exclamó ella con placer.
Dejé que sus senos enrojecidos de tanto chuparlas. Capturé sus labios con los míos en un beso áspero, luego la recosté completamente en la cama y ella se acomodó entre mis piernas. Con una sonrisa pícara abrió sus piernas para mí, pude ver que ella estaba muy mojada y lista, la miré para asegurarme antes de continuar.
"¡Por favor papi, hazme tuya! Te quiero solo a ti, papi por favor" me animó con una mirada inocente y el labio inferior entre los dientes.
"Necesito un condón" dije.
"No, no es necesario estoy tomando anticonceptivos" afirmó. Mis ojos brillaban como platos, no lo sabía.
"Pero soy virgen" murmuró, eso me sorprendió aún más.
Suspiré aliviado, "Sólo quiero ser tuya, papi" afirmó.
Suspiré de nuevo y me preparé para entrar en ella, jugué con mi punta en sus pliegues durante unos minutos provocándola, ella se agarró sus sábanas de tanto placer y gimió con cada movimiento. Entré en ella lentamente solo para darme cuenta de que no había ninguna barrera, la miré inquisitivamente.
"Me caí de un árbol y rompí mi himen cuando tenía quince años" fue todo lo que dijo, asentí y me moví aún más profundo, aunque lento, porque barrera o no iba a dolerle como quiera.
Finalmente llegué lo más profundo de ella, me quedé quieto durante unos segundos y luego salí y volví a entrar. Hice esto durante unos minutos esperando a que ella se adaptara a mí, cuando lo hizo, desarrollé un ritmo. Abrí sus piernas un poco más y observé mientras entraba y salía de ella, ahondando en los gemidos y gritos de placer de Isabella que solo me estimulaban más. Mis testículos golpeaban la parte posterior de sus nalgas; El sonido de carne contra carne era alentador.
"Oh, sí papi, qué bien ung, oh, papi tan grande, estoy tan llena, ung, ung, ung" Isabella gimió.
"¡Papi, papi, sí!" ella gritó mientras yo bombeaba más fuerte.
"Más, papi por favor" me rogó; Agarré su cadera y la taladré con fuerza.
"Sí, sí, sí papi. ¡Oh, oh, qué rico papi!" Isabella me animó.
Me acosté en la cama y ella se subió a mí y me montó; Podía ver los músculos de su espalda flexionándose mientras se movía hacia arriba y hacia abajo sobre mi polla llenándose hasta el fondo. Fue mi turno de gruñir y gemir por ella, fue exquisito. Ella usó mis rodillas como palanca para sostenerse y poder empalarse más fuerte en mi pene, me montó así durante lo que parecieron horas hasta que cambió de posición, me enfrentó y volvió a caer sobre mí, sus tetas rebotaban mientras se movía.
La ayudé empujando hacia arriba, tomé sus caderas y la penetré con fuerza bombeándola tan fuerte como ella me estaba bombeando a mí. El sonido de nuestros gemidos y bofetadas de piel, era el único sonido en la habitación. Colocó sus pies sobre mi pecho y movió su cuerpo hacia arriba y hacia abajo apoderándose de mi polla moviéndose sobre ella tan rápido como podía, estaba feliz.
Ella me dio la espalda nuevamente y la empujé para estar a cuatro patas, mi pecho estaba hacia su espalda mientras empalaba su coño por detrás, llenándola por completo, Podía sentir el final de su cuello uterino en esta posición, tuve que tomar un respiro para no correrme allí mismo.
"Ung Charlie" dijo mientras la taladraba fuerte y rápido, no podía hablar, solo gritaba y gemía por el placer que le estaba dando.
"Oh pequeña, te sientes tan bien así" dije Isabella se estremeció y gimió fuerte.
Tenía buena resistencia, así que la taladré y empalé fuerte por un tiempo, luego reduje la velocidad para sentirla a mi alrededor, está tan apretada.
"Papi duro, lo quiero duro papi, por favor" gimió Isabella, obedecí martillando mi polla dentro de ella, mi sudor cayendo en la raja de su trasero.
La recosté completamente sobre la cama y la acerqué a mí mientras me movía firme pero lánguidamente dentro de ella.
"Creo que..." Isabella trato de decir, pero no terminó porque paso justo lo que temía, su orgasmo la atravesó y se corrió con un gemido ahogado, yo la seguí poco después. Ambos nos quedamos quietos hasta que nos calmamos y luego la acuné contra mí y besé sus labios suavemente.
"Soy tuya ahora papi" Isabella susurró.
"Eso parece pequeña" respondí.
Tomé unas toallitas de su tocador y nos limpié, las tiré a la basura y volví a la cama.
"Gracias por rescatarme" Dijo antes de quedarse dormida su cuerpo entrelazado con el mío. Me quedé despierto un rato más solo mirándola.
"Es un placer" dije besando su frente y cubriendo nuestros cuerpos con la sábana.
~EER~
"No te arrepientes de lo que pasó entre nosotros, ¿verdad?" Preguntó Isabella a la mañana siguiente.
"Por supuesto que no, me alivia que tengamos la misma mentalidad en este momento" Respondí besando su hombro, abrí el agua de la ducha y puse los cabezales en diferentes posiciones, entré mientras Isabella se cepillaba los dientes. Suspire mientras dejaba que el agua corriera por mi cuerpo con los ojos cerrados cuando sentí sus manos en mi espalda. Me di la vuelta y le sonreí mientras ella me abrazaba a ella.
Tome sus tetas en mis manos y empiece a masajearlas, mi mano se sumergió en sus pliegues; ella estaba mojada.
"Pequeña, ¿te duele?" pregunté.
"Nada que el agua caliente no pueda arreglar, estoy bien" respondió.
"¿Estás segura de que no te lastimé?" Yo pregunté.
"Sí, papi, no me lastimaste" dijo colocando su mano sobre la mía y apretándola contra su coño.
Inserté dos dedos y lentamente bombeé dentro y fuera de ella, Isabella se meció contra mi mano, el dorso de mis nudillos rozando su clítoris hinchado. Cuando Isabella se corrió, saqué los dedos y luego extendí su humedad sobre sus pezones y jugué con ellos hasta que los picos rosados estuvieron listos para mi lengua. Los moví lentamente alternando entre eso y chuparlos suavemente, no había necesidad de apresurar nada.
Isabella gimió de placer dejando caer su cabeza hacia atrás, nos senté en el banco de ducha que había construido cuando remodelé el baño. Se sentó sobre mis muslos mientras me deleitaba con sus senos, la sostuve con una mano en su cadera mientras la otra vagaba entre sus pliegues nuevamente, la toqué lentamente prestando atención a su clítoris, Isabella se meció entre mis dedos; pequeños gritos y gemidos escapan de sus labios.
Isabella agarró mi polla y la bombeó haciendo presión en la punta, siseé.
"¿Ponla dentro de mí?" susurró con ojos suplicantes.
La agarré por el culo y la levanté un poco, ella posicionó mi polla en su entrada y lentamente la dejé caer sobre ella, ambos gemimos cuando nuestra piel hizo contacto. Ella se abrazó a mí mientras yo la mecía suavemente. Isabella besó y mordisqueó mi cuello mientras yo inhalaba su aroma, el vapor de la ducha lo realzaba. El agua cayó en cascada sobre nosotros mientras hacía el amor con Isabella una vez más, anoche había sido increíble, pero esto de aquí era más íntimo y cercano.
Apresuré un poco el paso mientras Isabella echaba su cabeza hacia atrás y yo hundía mi rostro en sus tetas, jugué con ellas hasta que Isabella gimió fuerte en mi oído y ambos nos corrimos con fuerza. Ella enterró su cabeza en mi cuello mientras bajábamos de nuestro orgasmo. Después de eso nos lavamos lánguidamente y salimos de la ducha para continuar con nuestro día.
Han pasado algunas semanas desde que Isabella y yo hicimos nuestras confesiones de amor, las cosas iban bien entre nosotros, nada había cambiado hasta que estabamos a puertas cerradas donde nos comiamos casi todas las noches.
Estaba de camino a casa después de un viaje al condado de Mason, le había dicho a Isabella que se quedara con su amiga Rosalie, se suponía que se quedaría con ella todo el fin de semana, pero sabía que ella había quedado con ella anoche. Estar lejos de mí la ponía ansiosa.
Ella me estaba esperando en la casa esta noche. Me estacioné y entré tomando todas mis maletas conmigo. Entré y la llamé, ella respondió desde mi habitación, subí los escalones de dos en dos hasta llegar al rellano y luego a mi habitación, Isabella tenía la opción de dormir conmigo o en su habitación, de hecho, dormíamos en donde fuera, pues es nuestra casa.
La puerta de mi habitación estaba entreabierta, no esperaba lo que tenía ante mí, las cobijas principales de la cama estaban echadas hacia atrás; Isabella estaba acostada en el medio de la cama, apoyada sobre unas almohadas, vestida con una de mis camisas de franela y un par de bragas tipo bikini blancas. Dejé caer todo lo que tenía en las manos al verla.
"Hola Charlie, bienvenido a casa" sonrió.
"Hola Pequeña, ¿estas cómoda?" Dije mientras comenzaba a quitarme el uniforme.
"Mucho" susurró ella.
Una vez que ya solo estaba en camiseta y bóxer, me acerqué a ella y la besé apasionadamente.
"Te extrañé, papi" dijo.
"Yo también te extrañé, cariño" Respondí sin aliento.
"¿Fuiste y te quedaste con Rosalie como te pedí?" Le pregunté en tono severo.
"Lo hice anoche" respondió haciendo pucheros.
"Se suponía que te quedarías todo el fin de semana, Isabella" le dije.
Se mordió el labio mirándome tímidamente.
Le di la vuelta en la cama, le bajé las bragas y le di unas palmaditas en los glúteos.
"No, no papi, me duele" lloro.
"Me harás caso para la próxima vez?" Pregunte.
"Si papi, perdón," respondió en voz baja pero firme.
Acaricie sus nalgas tranquilizadoramente, luego la coloque sobre su espalda nuevamente. Mis manos y labios fueron a su pecho, sus pezones asomandose por la camisa ya que estaba desabrochada, tomé sus amplios pechos en mi boca y les presté atención sabiendo que esa era una de las cosas que hacía que Isabella se empapara entre sus piernas. Le encantaba que le chuparan las tetas. Luego me quitó la camisa y yo le quité las bragas, ahora solo llevaba mi camisa. Besé sus labios y luego besé su cuerpo hasta llegar a sus pliegues, abrí sus piernas y besé y mordisqueé su hueso pélvico provocándola, mi lengua apenas rozaba su clítoris. Lamí su raja y ella gimió haciéndome temblar con su súplica, golpeé su clítoris de vez en cuando dándole la cantidad adecuada de presión y fricción.
"Ung Charlie" dijo.
"Qué rico papi. Así, si, así oh, papi" Dijo arqueando la espalda del colchón.
La posicioné boca abajo, su trasero en el aire y entre en ella con un movimiento rápido; Comencé a moverme a un ritmo constante, ambas piernas abiertas para profundizar mis embestidas a su coño.
"Oh, oh, ung, oh", gimió Isabella mientras la empalaba.
Le di empujones profundos y agudos, la hice agarrar las sábanas para sostenerse para no caerse por la fuerza de mis embestidas. El único sonido en la habitación eran sus gemidos y súplicas por más. Subí más arriba sobre su espalda y uní una de mis manos con la de ella, ella giró la cabeza y nos besamos sin romper la conexión, estaba tan profundamente dentro de ella, su cuerpo me consumía con cada empujón que le daba a su coño.
Continué empalándola hasta que no pude resistir más y me corrí con fuerza, bañando sus entrañas con mi semilla. Nos desplomamos en la cama, aunque sabía que Isabella no se había corrido, la noche aún no había terminado, la haría correrse, siempre lo hacía.
La coloqué boca arriba y entré nuevamente dentro de ella; Isabella me rodeó con sus piernas mientras la taladraba con firmeza, pero dulcemente al mismo tiempo. Se pasó el brazo por encima de la cabeza y gimió.
"Ung papi, así, justo así, ung, eso es mmm tan profundo" Ella dijo.
"¿Te gusta eso pequeña? ¿Te gusta que te llene hasta el fondo con mi polla?" dije.
"¡Oh, sí! ¡Papi, por favor!" ella gritó.
Mi ritmo se hizo más fuerte, sus tetas rebotaban con cada embestida, me cautivaba su cuerpo ágil y le daba placer mientras recibía lo que tenía para darme. Coloqué su cuerpo de lado y me moví más rápido en su coño. El cuerpo de Isabella se retorcía y se agitaba en la cama, sabía que estaba cerca. Incliné la cabeza y tomé su pezón en mi boca y lo chupé y mordisqueé, la espalda de Isabella se levantó de la cama mientras su orgasmo la recorría.
Besé sus labios y su cara, pero no salí de ella hasta que superó su orgasmo y sus paredes ordeñaron mi polla. Ella me sonrió perezosamente; Le di un beso en los labios mientras iba a acostarme a su lado. Tomé unas toallitas de la mesa de noche y nos limpié, abotoné dos de los botones de la camisa de Isabella y nos eché las mantas encima después de ponerme mi bóxer, y ambos nos quedamos dormidos en completa y absoluta felicidad.
~EER~
Isabella había estado trabajando duro en un trabajo de investigación para la clase de historia, valía la mitad de la calificación para este trimestre, lo entregó el martes y se suponía que recibiría los comentarios del maestro hoy. Estaba esperando ansiosamente a que llegara y me contara cómo le había ido. Llegó a casa y supe que algo andaba mal; Me di cuenta por la forma en que colgaba la cabeza.
Dejó sus cosas junto a la puerta y fue a la sala, "¿cómo te fue?" Le pregunté.
"¡Obtuve una B- después de todo el trabajo que puse en ese estúpido informe!" Isabella exclamó con toda razón.
"Lo sé cariño, lo siento" dije.
"Supongo que está bien. Eso es mejor que una D como en el último trabajo" suspiró derrotada.
"La próxima vez será mejor, te lo puedo asegurar cariño, obtendrás esa A" le dije.
"Estoy bastante segura de que el señor Whitlock me odia" se quejó.
"¿Quieres que vaya a hablar con él?" Le pregunte, Bella negó con la cabeza mientras se sentaba en mi gran sillón reclinable.
"Estoy tan cansada" dijo echando la cabeza hacia atrás, noté lo que llevaba puesto, un lindo top azul largo y suelto y un par de calzas y unas sandalias de plataforma. Hoy era un día informal en la escuela, me puse detrás de la silla y acaricié sus hombros, besando su cabello.
"Te haré sentir mejor, pequeña; te lo mereces después de todo lo que trabajaste en la tarea. No me importa que no obtuviste una buena calificación, sé con certeza que diste un esfuerzo extra, Isabella. " Dije mientras ella asentía con la cabeza y los ojos cerrados.
Le masajeé los hombros hasta que estuvo completamente relajada, tomé su boca con la mía y nos besamos lánguidamente luego mis manos se sumergieron dentro de su blusa y tomé un puñado de sus tetas y las masajeé; ella no llevaba sujetador.
Gruñí ante la idea de que alguno de esos chicos se diera cuenta de que ella no llevaba uno. Le di una palmada y chasqueé los pezones con mis dedos, Isabella suspiró y se levantó del respaldo de la silla. Me arrodillé a su lado y besé su hombro y cuello mientras jugaba con su pecho izquierdo, rocé mis labios con los de ella mientras mi mano bajaba hasta sus pliegues sobre sus calzas.
"Siempre tan calientita" susurré mientras sentía el calor entre sus piernas.
"Ung...papi" Isabella suspiró.
Todo esto se trataba de ella; Quería hacerla sentir bien; Ella se lo merecía. Mi mano se metió dentro de sus pantalones y debajo de sus bragas de encaje, entré en contacto con su carne, estaba mojada y muy cálida, deslicé mi dedo entre sus pliegues y con mi pulgar masajeé su clítoris y luego lo moví mientras miraba fijamente. Los ojos de Isabella se pusieron en blanco. Después de unos minutos se comenzó a frotar en mi dedo mientras la besaba. Luego le quité los pantalones y las bragas. Después de que me quite la camisa y mi polla estuvo libre, me aferré a su dulce carne, lo que me ganó un gemido y un tirón de mi cabello para estimularme. Moví mi lengua dentro y fuera de su entrada haciéndola retorcerse contra mi boca, estaba buscando más fricción. Me la estaba comiendo como un hombre hambriento, como si ella fuera lo único que me mantendría con vida, sus pliegues eran un manjar y yo estaba muerto de hambre.
"Por favor, fóllame papi" Isabella suplico.
Obedecí, abriendo sus piernas de par en par y entrando en su apretado calor, no importa cuántas veces estuviera dentro de ella, siempre se sentía como la primera vez. Enganché su pierna sobre mi hombro mientras bombeaba dentro y fuera de sus pliegues. Nuestra piel comenzó a golpearse y la silla raspaba el piso con cada movimiento que hacía, agarré su cabeza para hacer palanca y la follé más fuerte, sus gemidos se convirtieron en medio gritos.
"Oh... oh, ung sí" Ella dijo.
Puse mi mano sobre su boca "Shh, los vecinos te escucharán" dije.
La empale así hasta que se corrió en mi polla, todavía yo no estaba cerca del borde así que podía seguir; Le di unos segundos para que se recuperara de su orgasmo moviéndome suavemente dentro de ella. Ella se movió para estar encima de mí y le di una palmada en los pliegues con mi polla antes de empalarla nuevamente, ella frotó y masajeó sus senos mientras yo la llenaba.
Me moví constantemente dentro de ella usando su espalda y caderas como palanca para evitar que cayera hacia adelante. Luego comenzó a empujar contra mí; Dejé de moverme y la dejé hacer parte del trabajo por un rato, estaba jadeando fuerte y mi corazón galopaba dentro de mí. Ambos gemíamos y suspiramos de placer, ella se sentía tan bien envuelta alrededor de mí, su coño está tan apretado que me envuelve hasta el fondo, es maravilloso estar dentro de ella.
"¡Oh, papi, que rico te sientes! ¡Es tan jodidamente bueno! Por favor, dame más" Isabella dijo. Sus palabras fueron directo a mi polla y me hicieron temblar.
"Estas tan apretada pequeña, siempre tan apretada" Exhalé de placer.
Mantuvimos el ritmo agradable y suave, Isabella moviéndose sobre mí hasta que mi semilla se derramó profundamente dentro de ella. Mi cuerpo tembló con la fuerza de mi orgasmo; Eché la cabeza hacia atrás y gemí por las sensaciones que me atravesaban. Después de recuperarme, tomé la iniciativa nuevamente y comencé a moverme más rápido dentro de ella, mi polla fue ordeñada por mi orgasmo y el de ella, lo que hizo que deslizarme dentro de ella fuera más fácil. Estaba empalándola profundamente y estabilizando mi pelvis golpeando la parte inferior de su cuerpo, mientras los sonidos más dulces escapaban de sus labios.
"Oh papi, oh, oh...ung, oh qué rico, ¡SÍ!" exclamó con placer.
"¿Quieres más pequeña? ¿Quieres más de mi polla dentro de ti?" Jadeé.
"Sí", respondió ella en un gemido.
"¿Me necesitas muy dentro de ti, cariño? ¿Quieres que te folle tan fuerte que no puedas caminar mañana?" añadí.
"¡OH SÍ POR FAVOR PAPI! ¡DAME MÁS DE TU POLLA!" ella gritó retorciéndose contra mí mientras se corría nuevamente.
"¡Joder, los vecinos!" Dije mientras me levantaba del sillón reclinable, Isabella envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y la cargué a su habitación.
La coloqué boca arriba en la cama y entré de nuevo en ella. Ella quería más así que la folle más fuerte y más rápido que antes, la cama raspando el suelo y sus tetas rebotando con cada embestida. Tenía las piernas tan abiertas como podía; Agarré sus pechos para hacer palanca y continué empalando su coño haciéndola gritar mi nombre en éxtasis. estaba agarrando sus senos con tanta fuerza que estaba seguro de que mañana estarían magullados y tendrían las marcas de mis dedos.
"Me voy a correr papi" Isabella anuncio lo que pude sentir en sus entrañas; Yo también estaba a punto de correrme.
Isabella se frotó el clítoris mientras sus entrañas comenzaban a latir apretando el agarre que sus paredes tenían sobre mi polla, eché la cabeza hacia atrás ante la sensación, unas pocas palabras susurradas, gruñidos y gemidos después, ambos nos corrimos duro. Mis piernas temblaban, el coño de Isabella absorbió todo lo que le di. Salí de ella cuando el éxtasis del orgasmo bajo, Isabella tomó mi polla en su mano y la colocó contra su clítoris; Ella todavía tenía espasmos por su orgasmo, me froté contra ella ayudándola a calmarse. Después de eso, me cerní sobre ella y nos besamos y acariciamos, nuestros cuerpos estaban cubiertos de una ligera capa de sudor y el aire olía a sexo a nuestro alrededor.
La llevé en brazos al baño donde nos bañamos hasta casi quedarnos dormidos; Isabella se vistió con una camiseta larga y unas bragas atrevidas mientras yo pedía algo de comida italiana, nos conformamos con pasar la noche viendo una película con la cena, pero antes de acostarnos Bella me chupó la polla y yo la hice correrse simplemente frotando su clítoris y chupando sus pezones rosados.
(Conclusión la próxima semana) Les gusto?
