THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 4. Para el lord menos, es más.

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Al final, Sasuke decidió aceptar la sugerencia de su mejor amigo e invitó al grupo pequeño de amigos que tenían a conocer su apartamento.

La reunión tendría lugar aquel día, por lo que esperaba que Sakura no fuera a ofenderse por estar siendo invitada a último minuto y aunque pensó que tendría que pasar por la enorme presión de ir a tocar a la puerta de su casa, por primera vez desde que se había mudado, la suerte le sonrió ese día y se la encontró en el vestíbulo cuando ambos parecían regresar del trabajo.

—Oh, de verdad me encantaría Sasuke-kun, pero me temo que ya tengo otros planes... — sin embargo, su fortuna no fue suficiente para hacerla aceptar acompañarlo en la velada que en realidad únicamente había organizado con el propósito de pasar un rato con ella —. Discúlpame por favor.

—No tienes nada de que disculparte, yo entiendo — Sasuke trató de no mostrarse decepcionado y, mientras ambos se adentraban en el elevador, reparó en el agradable aroma a flores que desprendía el cabello de la dama a su lado, así como en lo hermosa que se veía usando aquel ajustado vestido color avellana de mangas caídas que dejaba al descubierto sus delicados hombros.

Incluso notó como, estando parada a su lado y con ayuda de sus tacones, le llegaba un poco más arriba del hombro. Algo que le hizo preguntarse cuál sería su altura sin la ayuda de su calzado habitual.

—Entonces ¿Piensas hacerla en la terraza? — Sakura interrumpió sus cavilaciones mentales con una pregunta que él se tomó más bien como una sugerencia.

—No lo había considerado hasta ahora ¿Debería?

—Mmm, tal vez sería lo mejor Sasuke-kun, a mí no me molesta el ruido en lo absoluto, pero quizá a alguno de nuestros vecinos sí lo haga, por más mínimo que sea.

—Y eso se convertirá en un problema que van a recordarme cuando quiera hacer mi renovación de contrato ¿Verdad? — ella asintió con una sonrisa alegre y luego las puertas del ascensor se abrieron frente a ambos —. Entonces supongo que no tengo de otra más que cambiar la locación.

—¿Sabes llegar a la terraza, Sasuke-kun? — al verlo negar con la cabeza, pues solo le había sido mencionado el lugar más no mostrado, como aun seguían dentro del elevador, Sakura presionó un botón y continuó con el viaje —. Entonces permíteme mostrártelo.

La terraza era un espacio de uso común que curiosamente no estaba en lo más alto del edificio, pues ese era territorio del pent-house, sino unos cuantos pisos más abajo.

Exactamente tres debajo del apartamento estrella del edifico y tres arriba de los últimos residentes que vivían en "Konoha". Esto con el propósito de que el bullicio que pudiera producirse en ese lugar no molestara a nadie.

El espacio consistía en un largo, aunque no muy amplio, balcón desde donde era posible admirar la inmensidad de la ciudad, lo que debía ser un cuadro aún más impresionante durante la noche. A modo de muebles tenía un cuarteto de sillones bajos que parecían tener muy poco uso, un par de mesas de centro y una serie de bombillas colgando en el techo a modo de iluminación.

Era el lugar perfecto para simplemente sentarse a disfrutar de la visita a solas o para beber y pasar el rato tranquilamente con amigos, siendo esto último lo que él planeaba hacer en su reunión de más tarde.

—Normalmente solo Madara y yo venimos aquí cuando ambos tenemos tiempo y ánimo de conversar un rato — escuchar el nombre de ese dichoso vecino desconocido le produjo al Uchiha una pulsante molestia en la cabeza —. Y antes de tener a su segundo bebé, Kurenai y Asuma-san solían escaparse aquí para tener pequeñas citas.

—De manera que el consejo de ancianos de Konoha no se para en este lugar — la divertida afirmación hizo reír a Sakura por un segundo, lo que le hizo pensar a su acompañante en lo sencillo que parecía ser para él producir esas reacciones en ella. Aun cuando siempre se había considerado un tipo demasiado frío como para resultar gracioso o siquiera agradable.

—No, de manera que puede divertirse aquí todo lo quiera y nadie vendrá a molestarlo por eso — ambos se pararon detrás del cristal de seguridad que les impediría caer al vacío si se asomaban demasiado y observaron cómo, en tierra firme, Tsunade y Sarutobi parecían estar discutiendo fuertemente ya que la anciana incluso intentó golpearlo con su bastón —. Este es el único lugar seguro, allá abajo todos somos carroña para las leonas...

—Voy a tener cuidado al meter mis invitados entonces — Sasuke comentó con la voz irritada siendo precisamente eso lo que las reuniones sociales le producían. Ahora que sabía que su invitada estrella no asistiría, no le veía caso a la celebración, solo que ya era muy tarde para cancelarla.

—Si necesitas ayuda con eso, no dudes en pedírmela y si Chiyo-sama o Tsunade-sama tratan de arruinar tu fiesta de alguna manera, vendré a interceder por ti de inmediato, no lo dudes. — la dama se acomodó todo el cabello sobre un hombro para evitar el viento de las alturas la despeinara mientras un velo reflexivo ensombrecía su mirada—. Cuando uno entra en el ocupado mundo de los adultos y cada oportunidad de diversión es sagrada y debe ser respetada.

—¿De verdad no puedes venir? — esperaba que no sonara como un ruego porque esa no era su intención y se arrepintió de preguntar cuando la vio componer una expresión de pena.

—No Sasuke-kun, lo lamento, tengo varios expedientes que revisar y organizar.

—¿Eres doctora? — en su voz fue imposible disimular la sorpresa.

—Dermatóloga — la chica sonrió orgullosa y le comentó que había abierto su propio consultorio hacía no mucho, pero que estaba bien posicionada con un pequeño número de clientes que solían consultarla y recomendarla con frecuencia —. ¿Qué hay de ti? Me das toda la impresión de ser un político.

Sasuke se dio un breve vistazo a sí mismo comprobando que, a pesar de venir de una larga y cansada jornada laboral, su traje compuesto por pantalón, saco y chaleco color gris oscuro, acompañado por una corbata en color negro, seguía viéndose impecable.

Ahora que lo pensaba, gracias a su distinguido porte sí que podía pasar por un hombre del mundo de la política.

Tal vez lo único que podría parecer fuera de lugar en su apariencia sería su cabello, pero éste siempre había sido demasiado rebelde e intentar peinarlo siempre terminaba haciéndolo sentir ridículo.

—Soy un simple abogado en realidad y trabajo en la firma "Golden Law" desde hace cinco años, no es gran cosa — se encogió de hombros y luego procedió a sentarse.

—¿Cómo que no es gran cosa? Es la firma más importante en la ciudad — Sakura respondió con genuina admiración, imitando a su acompañante y tomando asiento a su lado. —. He escuchado que para trabajar ahí prácticamente necesitas ser recomendando por el mismísimo alcalde.

—No se llega a esos extremos, pero sí se necesita una insana cantidad de contactos y experiencia.

—Entonces solo personas realmente importantes van a venir aquí hoy ¿No es así? — la curiosidad de la pelirrosa era una cualidad suya que no sólo se hacía evidente en sus cuestionamientos, sino también en el escrutinio al que lo sometían sus atentos ojos verdes. Mismos que le producían a Sasuke un malestar en el pecho que solo podía controlar si no la veía directamente.

—En realidad solo seremos un grupo pequeño de amigos que conocí en la universidad y que sigo frecuentando, ni siquiera trabajamos todos juntos,

—Una fuerte y prolongada amistad, eso suena muy lindo — Sakura sonrió con dulzura para después voltear al horizonte y notar que éste comenzaba a enrojecer con el final del día acercándose, lo que la motivó a buscar su teléfono en su bolso y capturar el momento con su cámara.

—¿Tú tienes muchos amigos? — él preguntó y acto seguido, en un momento de mucha valentía que le nació de la nada, extendió la mano frente a la chica para que le diera su teléfono y lo dejara tomarle una foto.

Según la investigación que había hecho junto con Naruto en su perfil de Instagram, Sakura parecía gustar bastante de los atardeceres pues tenía una amplia colección de fotos de sí misma con ellos de fondo. Así que estaba seguro de que también querría aprovechar el que estaban presenciando en ese momento.

—No, en realidad solo tengo dos — ella respondió, aceptando tímidamente el amable gesto de su vecino y luego posando con un sencillo gesto de su mano junto a su mejilla para que él la fotografiara. No ofreció más información y luego recibió de regreso su móvil, ruborizándose ligeramente cuando le dio un vistazo a la foto que Sasuke había tomado —. Muchas gracias, ¿Te gustaría que te tome una a ti?

—Tal vez en otra ocasión, no soy bueno con estas cosas — él fue muy modesto, lo cierto era que, aunque no le gustaba que le tomaran fotos, siempre conseguía salir perfecto en ellas.

—De acuerdo, bueno, no quiero seguir atrasando tus planes, seguro que aún tienes mucho que preparar — Sakura se levantó de su asiento y comenzó a encaminarse al ascensor, siendo seguida de cerca por el Uchiha y, una vez que estuvieron de regreso en el piso donde vivían, le dedicó una última sonrisa deslumbrante antes de marcharse —. Diviértanse mucho Sasuke-kun, nos vemos después y otra vez gracias por la foto.

—Gracias a ti por mostrarme la terraza. Hablemos luego en otra ocasión — él se despidió y, satisfecho por su pequeño tiempo juntos, la miró con intensidad antes de que ella desapareciera al entrar a su propio hogar.

Un par de horas más tarde, cuando consiguió meter a su grupo de cinco invitados y llevarlos a donde pasarían la noche sin ser visto por ninguno de sus hostiles vecinos, Naruto manifestó su insatisfacción por la ausencia de Sakura.

—¡Debiste insistir más para traerla!

—Dijo que ya tenía planes, dobe ¿Qué querías que hiciera? ¿Secuestrarla? — estando al tanto de quien hablaban, puesto que el Uzumaki no se había podido contener en compartirles dicha información, Shikamaru, Karin, Chouji y Suigetsu cabecearon considerando la sugerencia, pues ellos también querían conocer a la dichosa vecina que tenía vuelto loco a Sasuke —. Además, conversamos un poco hace unas horas y la pasamos bien, con eso es suficiente por ahora.

—¡Sí claro! Yi tinía plinis... — incrédulo por la excusa que la pelirrosa había puesto, el rubio sacó su teléfono y de inmediato comenzó a husmear para comprobarlo.

Aunque, contrario a lo que esperó encontrar al revisar sus historias en Instagram, Sakura había posteado un par de fotos en la misma locación en la que se encontraban en ese momento.

Siendo una de las dos prácticamente imposible que se hubiera tomado ella sola, por lo que se volteo lentamente a ver a su amigo pelinegro con una expresión de sorpresa.

—Te lo dije... — Sasuke esbozó una orgullosa media sonrisa.

...

NOTAS FINALES:

Miren soy una adulta, no tanto como ellos, pero ya voy para allá y en mi mente es así como las relaciones modernas a esa edad comienzan: de a poco y sin presión jaja.

La verdad me tardó más editando los banners para Wattpad de cada capítulo que el texto en sí, lo cual realmente me parece muy curioso y extraño estando tan acostumbrada a escribir cosas largas. Aunque en serio este formato me está gustando mucho.

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Mil gracias a todos por su apoyo y sus buenos comentarios, me están ayudando un montón a escribir con ganas, en serio se los agradezco bastante y plis no se olviden de también dejarme saber que piensan de este capítulo.

Sin más por añadir, nos leemos luego. Bye!