Lala Lulu: Hola! A ver, pasaran muchas cosas y casi todas al mismo tiempo. Imagínense un drone dando vueltas por todo el evento y el chisme jajaja. Si queda alguna duda, o si alguna escena quedó muy enredada, pues estoy abierta a sus sugerencias y preguntas, jajaja. Y bueno, *trompetas* O sea sí, hoy se come family. Así que abrocharos el cinturón ¬¬ ¡Se viene la zabrozura BardLitaaaaaaaaa!

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

"Soy ese vicio de tu piel que ya no puedes desprender

Soy lo prohibido

Soy esa fiebre de tu ser que te domina sin querer

Soy lo prohibido

Soy esa noche de placer, la que se entrega sin papel

Soy tu castigo

Porque en tu falsa intimidad, en cada abrazo que le das

Sueñas conmigo

Soy el pecado que te dio nueva ilusión en el amor

Soy lo prohibido

Soy la aventura que llegó para ayudarte a continuar

En tu camino

Soy ese beso que se da sin que se pueda comentar

Soy ese nombre que jamás, fuera de aquí, pronunciarás

Soy ese amor que negarás para salvar tu dignidad

Soy lo prohibido…" Soy lo Prohibido, Canción de Luis Miguel.

Capítulo 16

Un par de Banners promocionales, con los slogans del Gran Premio del Pacífico e imágenes. Dos sillones individuales y una mesita en el centro. Una jarra de agua y los dos vasos servidos. Se saludaban entre los entrevistadores antes de sentarse y encender las cámaras.

— ¿Dónde está Kakarotto? —Dieciocho gruñe, teclea enojada un texto a ése tonto.

— ¡Aquí, aquí! —Kakarotto entra, entre carcajadas, muy natural.

—Lo siento, nos entretuvimos hablando. —Milk explica también con una sonrisa. — ¿Puedo quedarme? Nunca vi detrás de escena. —Presta atención cómo preparan a Vegeta.

—Sí, por supuesto. —Serena lo dice con una sonrisa, pero con la mirada llena de disgusto al notar la manera que Milk observa a Vegeta. Se da una cachetada mental y se concentra.

—Oh, así que luego de él ¿Vas a dejar que te maquillen? —Milk bromea con Kakarotto en voz baja.

—Ella parece que sabe lo que hace. —Señala a la maquillista que simplemente quita el brillo del rostro a Vegeta con un disco de algodón. —A diferencia de ti. —Kakarotto responde y la pica con un dedo de lado. Recuerda cuando eran niños y ella lo peinaba y maquillaba como una muñeca de juguete.

—Jajaja. No puedo creer que recuerdes eso. —Milk sigue murmurando, mientras ven todo tomar lugar.

—Pues mi madre me sacó un par de fotos ¿Recuerdas que era tu cumpleaños? —Kakarotto se inclina un poco a ella. —Mi padre las usa para mantenerme humilde. —Se doblan tratando de contener las carcajadas. Se escucha un Sshhh, de parte de todos. La entrevista comienza.

—Buenas noches, estamos aquí, en la Inauguración del Gran Premio del Pacífico de éste año. —Con una enorme sonrisa, la entrevistadora habla. —Aquí con el conocido "Chico Malo de Las carreras", Vegeta Príncipe. —Da un salto cuando ésos ojos negros parecen tenerla clavada contra la pared. Traga duro y mira sus notas. —Ah, bu-bueno como decía. Ajem ¿Có-Cómo la está pasando? Es la primera vez que asiste a los eventos Inaugurales o que da entrevistas siquiera.

Serena está cruzada de brazos, muy atenta viendo a Vegeta sentado con su actitud arrogante de siempre. Su talón sobre su rodilla y un codo en el apoyabrazos, tan relajado. —"Pero Jodidamente arrogante ¡Ayyy!"—Con rabia grita en su mente, trata de ir a la línea visual de Vegeta, para hacerle señas de que relaje un poco el ambiente.

Vegeta exhala, dibuja una especie de sonrisa relajada que dura unos segundos, le desagradó que ésta mujer lo llame así. Logra relajar su actitud e intenta no verla tan fijamente. —Un placer, por lo general no asisto a tantos eventos sociales. Soy más un hombre de la Pista, de la Competencia. —Su voz es grave, firme. —Glamour, fama… Me parecen pérdidas de tiempo. Prefiero usar mi tiempo para entrenar.

—Bueno, se lo ha visto en discotecas en otros años y bien acompañado. Además, estas últimas dos semanas estuvo en lo más buscado en noticias. Además de haber dado turnos y estar dispuesto a participar en las conferencias de prensa antes y después de cada carrera. Supongo que es para convencer a las Marcas y que la Empresa Cápsula se salve.

Vegeta roza la línea de su mandíbula con la yema de su índice. Asiente con disgusto. —Digamos, que estoy tratando de recuperar una materia que nunca pude sacar en el Colegio Militar.

— ¿Cuál?

—Preguntar antes de disparar… —Vegeta se ríe, trata de hacerlo suave y sutil.

La entrevistadora comparte las carcajadas, pero son algo temblorosas por sus nervios. —Mmh, bien…—Va a alcanzar el vaso de agua, pero el Corredor Príncipe se lo alcanza en la mano sin tocarla.

Mientras la ve aclarar de nuevo su garganta, Vegeta toma la delantera. —Los Patrocinadores y Marcas son necesarios, no se vive del aire. Y nuestra Representante y Publicista han hecho un trabajo titánico en estas semanas. Tampoco está en mi carácter arruinar el esfuerzo de otros.

—Ah, no, no. Yo no. —La entrevistadora siente que la regaña, sacude las manos.

—Sé que no lo dijo con ésa intención, sólo le explico. Si debo hacer un esfuerzo lo haré. No voy a dejar que la empresa quiebre, significa mucho para mí. —Vegeta habla muy en serio, baja la mirada. Antes que cualquier cosa, cambia de tema. —Y a lo primero, fueron ustedes quienes nos empezaron a seguir y sacar fotos… En lugares y momentos donde nadie los invitó. —Afila la mirada.

Serena presiona los labios, le hace un gesto de disgusto en ésos segundos. Como recordándole que no se desquite con un entrevistador por lo que otros han hecho. Niega suave con la cabeza.

Maldición, si los ojos de Serena dispararan, Vegeta ya estaría en el suelo, con el cuerpo mutilado. Él le asiente un poco para calmarla.

La Entrevistadora desvía un poco la vista de lado. —Oh, pero veo que la Mujer Misteriosa está aquí. Jajaja. —La mujer de cabello dorado le sonríe enorme y amigable.

—Pero está aquí como mi Publicista, las entrevistas son conmigo. —Vegeta la vio asustarse un poco y avergonzada. —Y mis relaciones me gustan privadas. —Él protegerá a Serena de cualquier hiena.

De nuevo ése tono duro que la regaña, la entrevistadora siente que debe inclinarse y pedir piedad a su ejecutor. —Es que eso es lo que pudo haber sido la novedad. —Da sus argumentos. — Nunca se lo vio con una mujer, más allá de algunos de los pocos Cócteles. Y siempre eran modelos, o miembros del Jet set conocido. —Mira sus notas. —Como por ejemplo, la última vez que fue noticia de primera plana, fue el par de veces que se lo vio con Bulma Briefs.

Crack… El sonido de un lápiz partiéndose en la mano de Dieciocho se hacía presente. Le hacía señas con la vista a los demás, como si hubiera que sacarlo. Serena queda confundida, pero sin preguntar acepta las señas no verbales y está lista para ayudar.

—Sí, un evento de Caridad y en su fiesta de cumpleaños. —Vegeta responde sin mirar alrededor, concentrado, manteniendo el volante. —Por éso no me gustan éstos eventos, no importa que se diga algo o no. De todas formas se malinterpreta para vender, con una foto fuera de contexto. —Vegeta se toma su vaso de agua.

La mujer toma aire y agua de nuevo. —Bueno, en ése momento Bulma Briefs y su prometido, todo lo referido a ellos era lo más buscado. Pero creo que nunca lo hemos visto tan cercano como con ésta mujer. Serena Tsukino, qu-qué mujer afortunada. —Sonríe intentado relajar el aire.

Quiere dejar una declaración bien patente y final. —Bulma Briefs era una valiosa Ingeniera y Científica. Una niña prodigio y una mujer brillante. —Habla sin dudas. —Quiero que se la recuerde por eso, no por las habladurías baratas y escándalos. El Equipo de Carreras era su sueño, no voy a dejar que desaparezca.

Serena presiona la mano en su pecho, el metal del collar roza su piel. Lo toma un poco entre sus manos, para canalizar ésta emoción que la chocó como una ola inesperada, al escuchar a Vegeta decir eso de la Científica Briefs. No es nada de otro mundo, es lo que él ya le había contado pero ¿Qué es lo que le eriza la piel? Sus defensas le advierten con sospecha, sus banderas rojas reaparecen.

Kakarotto también escucha eso, se siente descolocado, se rasca la nuca y exhala. Recuerdos del momento que recibían la noticia fatal de Bulma, y Vegeta ahí, diciendo la verdad cuando ya era demasiado tarde.

— ¿Todo bien? —Susurra Milk, frunce el ceño con algo de tristeza, por la aflicción en Kakarotto. Ella también recuerda, aquella pelea entre Vegeta y Kakarotto, donde ya nada fue igual.

—Sí Milk. —Kakarotto forma su sonrisa falsa para calmarla, pasa un brazo por su hombro y la aprieta un poco. Los dos se sonríen.

—Pero no crea que menosprecio a la nueva Ingeniera, Gure, es digna de seguir con los proyectos que dejó la Señorita Briefs. —Vegeta le da un guiño burlón a su hermanito para irritarlo.

— Oh, sí, rodeados de grandes profesionales ¿Y Serena Tsukino?

Vegeta trata de reprimir la sonrisa natural que casi se le sale, mira un poco de lado. Ahí está Serena, enrojecida por su atención. —Pues Serena Tsukino, es una gran profesional, nos vino como caída del cielo. —Al fin empiezan las preguntas técnicas y sobre entrenamiento. Se distiende el aire y hasta se ríe.

Serena sabe que ahora Vegeta está apurando el trámite y darle un cierre sin dilemas. Sonrisas cuadradas y carcajadas falsas lo empiezan a tensar. —"Me pregunto si con Setsuna habrá sido igual. Haaa… Amiga, perdóname si te hice pasar por esto."

Vegeta se levantaba, dejaba el lugar libre para Kakarotto o Broly. No habían establecido un orden en realidad. Kakarotto lo detiene del hombro cuando se cruzan. Nappa queda en expectativa.

Cruza su mirada con Vegeta. —Nunca me dijiste algo así… Había cosas… —Presiona su mano sobre el hombro de Vegeta, no va a negar que un atisbo de emoción lo cruzó al escucharlo hablar así de Bulma.

Vegeta sabe a qué se refiere, le sostiene una mirada igualmente amenazante. —Lo sé. Pero al igual que tú, no creo que haya hecho una diferencia ¿Verdad? —Sabe que "lindas palabras", no le hubieran devuelto la vida a Bulma.

Lo suelta, inhala fuerte, al exhalar sonríe con la primera entrevistadora. —Jajaja, hola. Espero no le haya causado dolores de cabeza. —Señala con el pulgar a Vegeta atrás. Muy pícaro se sienta, la maquilladora retoca superficialmente su cara. Mira a Milk, le abre grande la mirada, como si compartieran un chiste interno. Contiene sus carcajadas. Cuando inician las cámaras, todo parece una charla entre amigos, muy relajada. Casi que borra a Vegeta del mapa con su simpatía.

—Ah, tiene habilidad. —Serena le da el OK con el pulgar a Kakarotto. Él le regala un guiño, Serena rechista suave. — ¿No se toma nada en serio?

—Jamás. Imagínalo en la pista. —Vegeta frota su sien, recordando sólo migrañas.

—Ay por favor, que no haga tu santa voluntad no es lo que corresponde. —Dieciocho lo baja a tierra. —Él es el Líder, te la aguantas…

—"Por ahora…"—Vegeta vuelve a estar concentrado, mira a un punto en la pared. Ahí está, el final de la pista, la meta, la bandera que ondea…

—…Jajaja, parece muy amistoso, simpático. En verdad te has hecho fama verdadera entre las mujeres. —La entrevistadora se cruza de piernas, está muy a gusto.

Kakarotto reconoce ése brillo en los ojos de la mujer. —No sé qué decir, sólo me gusta hacer amigos. Llevarme bien con todo el mundo.

—Oh, pero… Eso es imposible. —La mujer aprovecha a tirar la pregunta de fuego. Cree haberle bajado sus defensas. —Todo el mundo sabe de la enemistad entre tú y Vegeta Príncipe. La pelea que se filtró… —La mujer saca su teléfono.

Kakarotto abre grande sus ojos, no sabía, de hecho nadie sabía que había un video. Frunce el ceño con disgusto. Se ve algo borroso, es la parte de los gritos desaforados, después de golpear a Vegeta.

Serena y Dieciocho se sienten emboscadas, están por dar un paso y detener esto. Claro, con Vegeta no hubiera funcionado esto, Broly no tiene nada que ver y Raditz está de auxiliar.

Kakarotto detiene el video, pone una mano a quienes lo rodean, él puede manejar esto. —Como verá, es difícil. Cuando se está bajo presión, mucha gente teniendo que trabajar de manera sincronizada todo el tiempo. No solo trabajo, sino vidas están en acción en la pista. —Le devuelve el teléfono. —No es imposible, pero es muy, pero muy difícil. Yo respondo por mis actos y me hago cargo, di el primer golpe y estuvo mal.

Vegeta se sorprende, ve a Raditz entrar junto a su padre, también escucharon lo que dijo Kakarotto.

La mujer abre y cierra la boca, busca en sus notas. —Eh, yo… La fuente confirmó que fue por una enemistad que tienen desde que a Bulma Briefs, que se la vio con ustedes y se sospechó—

— ¿Qué? ¿Porque la acompañábamos a bares y discotecas para que no estuviera sola? —Kakarotto habla retóricamente. —Ella era una amiga, jamás me escucharán decir nada que dañe su memoria. Vegeta es mi rival en el Entrenamiento, pero no es un enemigo. No espero que lo entienda. —Sonríe enorme, muy seguro que nada le afecta. — Haaa… Así que pueden seguir inventado lo que quieran.

Esquivado perfectamente, pero lo que ahora no podrían esquivar es a Tarble y Dieciocho encargándose de ése video y dándole a entender que no podrían usarlo sin su permiso. Fue grabado en instalaciones de la Empresa Cápsula y sin permiso. Tan solo permitirían ése fragmento de audio que se grabó y nada más. Las reglas son las reglas.

A Raditz le hicieron preguntas cortas, en específico por su salud y vida personal. Cómo fue su recuperación y algunos detalles del accidente. —… Usted afirma que no fue una falla en los Pits, ni la mecánica, ni una especie de intriga por riñas personales…

—Sostener el volante, ésas milésimas, es sumamente desgastante. —Raditz se explica se recuesta contra el sillón. —Y encima, fallar. —Se muerde el labio inferior y rechista con rabia.

—Primero es la salud ¿No?

—No sólo la física, entendí que también la mental. —Raditz contesta con madurez, tanto es así que hasta siente la mirada de orgullo de su padre.

— ¿Y es por eso que su "vida social" se ve reducida?

Raditz sonríe, no es que se redujo, sino que decidió monopolizar su vida social con Rei. —Quiero concentrar toda mi energía y mi mente en recuperarme, estar al 100%. Ésta temporada es importante, es la primera vez que vamos a estar en Categoría de equipos. No me hubiera perdonado si por mí, su clasificación se viera comprometida. —Raditz puede sentirlo, ésa inseguridad, ése 5% o 10% que todavía le falta recuperar. El valor de ver sus límites y empujarlos para superarse. —Por eso avalo la elección de Broly, lo he visto correr, merece ésta oportunidad.

—Usted hablaba de que la mente también es importante ¿Cree que él pueda hacerlo? Se conoce que el Apto Psicológico siempre fue su punto débil.

Todos fruncen el ceño, pero se distraen con una risa. — ¡Jajaja! —Raditz tira la cabeza hacia atrás. —Él ha aprobado perfectamente las Pruebas, decir eso es dudar de los médicos de la Asociación de Carreras Deportivas. —Le da un susto al Entrevistador, se acerca a verlo fijo. —No es nada personal, pero no lograran que hable mal de ningún miembro del Equipo.

Los intentos frustrados de cada entrevistador y periodista los hacía sentir triunfal. Pero Dieciocho, Tarble y Serena estaban cruzados de brazos, reprimían su sonrisa, saben que esto no se termina hasta que se termina. En guardia nuevamente, la jarra de agua se vuelve a llenar. El último, pero no menos importante, el Nuevo Corredor de la Empresa Cápsula se prepara para su primera entrevista.

— ¿Quieres las notas? —Mina le susurra, lo ve repasando una y otra vez.

—Si me permite, puedo hacer que su cicatriz se vea más pequeña. —La maquillista se acerca.

Broly abre los ojos, está por dar un paso atrás. Mina la bloquea. —No, no, no. No se preocupe, muchas gracias, yo soy su… Aaah… Su estilista, yo me encargo.

—Gracias. —Broly le habla a Mina, acomoda su saco, tira un poco su corbata para volver a ajustarla. Muerde un poco el interior de su mejilla, el escenario le recuerda a ésos miles de terapeutas con los que se ha tenido que tratar. Dónde la única solución ha sido mantener distancia con su entorno. Mira hacia atrás y le hace señas a Vegeta y Nappa.

Nappa y Vegeta levantan su pulgar en afirmación. Serena se acerca. — ¿Qué fue eso?

—Significa que entra a matar o morir. —Nappa le responde.

Serena y Mina se disgustan con eso. Se miran de lado y quedan atentas.

Para la suerte de Broly, las preguntas eran técnicas. Sobre sus primeras carreras, cómo rompió records a nivel nacional y un par a nivel internacional. Pero que no tuvieron validez por ser de tercera y segunda división.

—Imagino que eso lo frustró bastante. —Quien es ahora un Entrevistador, le habla a Broly y anota. —Dos récords de Primera División rotos por un Corredor en sus inicios, sus ganas de una revancha deben impulsarlo.

Broly piensa unos segundos. —No es tan así. En el momento sí, me frustré, junto a quien era mi Director de Equipo nos enojamos. Pero, las reglas son las reglas. Los autos no tienen los mismos parámetros ni el mismo motor que en Primera. Las pistas y duración de las carreras también son diferentes.

—Bueno, ahora con un auto de Primera, no le voy a mentir, las apuestas y expectativas son altas.

—Estoy consciente de eso. —Broly responde tranquilo. —Pero no soy sólo yo en la pista, voy a estar con oponentes que corren fuerte, con técnicas de manejo que han refinado por años en ésta Categoría. —Broly levanta la frente. —Y está mi Equipo. En Grupos, sólo espero que los tres crucemos la pista sin inconvenientes.

El Entrevistador, se inclina en respeto y da por terminado todo. —Muchas gracias Señor Densetsu y—

— ¿No va a hacer la pregunta? —Broly levanta el tono, deja a todos confundidos.

— ¿Eh? —El Entrevistador no comprende, se vuelve a sentar.

Broly frunce el ceño, muy enojado le exige. —Hágame la pregunta difícil. —Golpea su puño cerrado en el apoyabrazos.

Todos se azotan la cara con la palma completa, no pueden creerlo. El barco ya estaba en buen puerto y ya podían terminar con todo esto.

—Mmm… De acuerdo… —Con la voz temblorosa, busca la pregunta que él y sus colegas tuvieron miedo de hacerle. — ¿Cree que sus ataques de pánico afecten su rendimiento?

Broly entrelaza sus dedos, mueve sus labios fruncidos de un lado al otro. —Estoy completamente al tanto de que ha sido un obstáculo, no solo aquí, también para ascender en el Ejército. En la Armada de Kioto también hubo marcas que establecí, pero nunca me dieron un ascenso. —Hace una pausa, trata de no hablar en círculos. —Pero por fin pude pasar las Pruebas Psicológicas, quiero creer que es una mejora. Los profesionales que me han atendido, me dijeron que mi mejoría era grande. Nunca se termina algo así, sólo me queda aprender a vivir con esto. Sé que puedo ser más fuerte… —Mira sus dedos entrelazados, se pone un poco nervioso. —Y si hay alguien ahí, que le pase lo mismo, quiero que sepa que se puede. Es jodidamente difícil, pero se puede. —Mira a Raditz a un lado, sabe por lo que ha pasado. —Para mí es un honor representar a mi predecesor, Raditz Son. —Sonríe a su Equipo, los ve relajarse visiblemente.

—Bien esquivado. —Tarble resopla hacia arriba. —Dieciocho, ya hay que irnos. —Le señala la hora.

—Ustedes vayan, nosotros haremos un poco más de sociales y seguiremos invitando. —Serena les sonríe, su ojos se van a Vegeta, con ése gesto tan pervertido en su rostro. Ella le niega con la cabeza.

Vegeta contaba las salidas y todas las oportunidades que pudiera tomar para llevarse a Serena a un cuarto y descubrir su cuerpo de ésa tela. Que solo brille su piel desnuda y sudada y el collar de Luna creciente que le regaló.

No obstante, Serena es un poco más lista. Se cruza de brazos, camina junto a Vegeta sin tocarlo directamente. Sonríe enorme, para canalizar ésta energía que Vegeta usa en su contra para seducirla. Sus miradas, el tono de su voz y hasta las risas falsas parecen armas de seducción.

—… Los Three Lights también nos están ofreciendo, bebidas y mujeres. —El corredor de Inglaterra les habla, bajándose un gin.

—Oh, bueno… —Serena toma una copa de Señorita Rosa, le da curiosidad porqué Vegeta se pide lo mismo y no el típico Whisky o Ginebra. —No podemos competir contra eso, lo nuestro es más una reunión amistosa. Habrá música, pero nada de ruido que rompe el techo o descontrol estilo adolescente. —Agita un poco sus pestañas. Vegeta observa ése gesto de seducción de Serena, simplemente asiente de acuerdo con ella.

—Pues… Sí, algo más tranquilo. El viaje, la preparación fue larga. —El Corredor asiente y les asegura que ahí estará.

—Si es algo tranquilo, cuenten conmigo también. —El Corredor Alemán brinda con ellos. —Vine con mi esposa. —La presenta a todos. — Podemos aprovechar y hacerlo una cita. —Toma la mano de su mujer y le deja un beso, junto a una mirada brillante.

Serena pone la mano en su pecho por tanta dulzura, los felicita por ser tan linda pareja. Vegeta presta atención, mira la mano de Serena, quiere tomarla, besarla. Cree que el impulso es mera abstinencia, ignora la calidez que le da en su pecho, cuando también los felicitan a ellos. Se pone serio junto a Serena, no admiten ni niegan nada, sólo aclaran que recién se están conociendo.

Salían un rato al balcón a tomar aire, varias personas fumaban cigarros y habanos. Eso lo molesta, pone cara de asco. Vegeta siente a Serena alejarse varios pasos de él y la ve apoyada en el barandal.

Serena lo acusa con la vista, se termina su trago. —Es el último de la noche. —Aclara, ya que siente el cuerpo un poco flojo por el alcohol. Lo sigue acusando con la mirada.

— ¿Qué? —Vegeta pregunta con una sonrisa ladina, la encierra un poco entre sus brazos.

—Ya sabes qué. Deja de hacerlo. —Serena reclama, se recuesta un poco contra sus brazos.

— ¿Qué, abrigarte? La noche está fresca. —Vegeta la aferra un poco más, se siente acogedor. Despacio la lleva a un rincón. —Aquí, ya no huele a humo. —Inhala fuerte limpiando sus pulmones.

— ¿Por qué te molesta tanto el cigarro?

—Es un hábito dañino, horrible y asqueroso. —Vegeta termina su copa y la deja a un mozo que pasaba con una bandeja.

Tuerce los labios y se cruza de brazos. —Ajá. Sabes, bebiendo así, no creo que seas el indicado para criticar. —Observa a Vegeta torcer un poco el cuello y acercarse a ella con una sonrisita traviesa. —Te he visto bajarte una botella de Whisky como si fuera agua.

Vegeta abre la boca y resuena su lengua contra el paladar. —Se puede llamar una "recaída". Pero te juro que no tengo adicción al alcohol. —Mira a los lados, el lugar se despeja. Toma los brazos de Serena, para desarmarlos y envolverlos a su alrededor.

—Hmmm... —A Serena le tiembla la pierna. — ¿Y al sexo? —Pregunta casi inaudible.

Vegeta frunce un poco los labios, la apoya un poco contra el balcón y se inclina. — ¿Lo dices porque quiero contigo todo el tiempo, todo el día? —Susurra en voz baja, la siente desarmarse en sus brazos. La sostiene para que nadie lo note. — ¿No te haría adicta a ti también?

Serena sube sus manos por el pecho de Vegeta, enreda sus brazos a su cuello. —Evadiendo, como siempre. —Entrecierra sus ojos y se acerca a besarlo. Su calor, su aroma masculino la enciende. Y sentir en vivo y en directo su erección despertarse contra su muslo, hace que su centro responda con palpitaciones. Vegeta le da un mínimo empujón con su mano en el cuello, sus labios acoplados, una pequeña succión los separa. —Jaja, tu beso, se siente dulce, como cerezas… —Serena muerde el labio inferior de Vegeta.

—Aaah… —Vegeta cierra los ojos, saborea la mordida. El suave aroma floral de Serena lo deja sedado. —Por eso bebí lo mismo que tú, para no opacar tu sabor. —Arrebata la boca de Serena, la levanta un poco del muslo y se la lleva a un rincón cercano.

Serena se exalta por el movimiento brusco y el apretón tan atrevido, pero ése beso le quita la razón. Solo por unos momentos continúa el beso, la falta le aire y los murmullos cercanos le advierten. —Veg-Vegeta. No, ya Mmh… — Trata de hablar, se aferra a la ropa de Vegeta, lo tironea, intenta sacudirlo.

Vegeta baja un poco por su cuello, el pecho de Serena sube y baja con desesperación, la misma que él siente por ella. Ahí sacude la cabeza, cuenta hasta tres recostado en la zona de su clavícula. Presiona su puño contra la pared detrás de ella, exhala hacia arriba. —Ya… Ya me detuve… —Mira alrededor, por suerte no parece haber testigos. Una capa fina de sudor lo cruza. —"¡¿Qué haces?! ¡Imprudente de mierda! ¡Está lleno de insectos molestos aquí!"

Serena frunce el ceño, acomoda su vestido mientras Vegeta la cubre con su cuerpo. Busca un pañuelo para secar el sudor de su frente y retocarse el maquillaje. Observa como Vegeta se voltea, todavía cubriéndola y pide agua muy discreto a un mozo que está a lo lejos. —"Hm, qué considerado. Si no fuera tan impulsivo ¿Y yo? Acusándolo de adicto al sexo y casi me abro de piernas aquí nada más."—Se da cachetadas mentales.

— ¿Vamos al After? —Vegeta le ofrece su brazo. —Aún no te he invitado a bailar y ésta música… —Niega con algo de disgusto.

— ¡¿Dónde se metieron?! —El inoportuno de Kakarotto aparece entre ellos, larga unas risas. —Vamos rápido, invité a varias chicas para que me muestren sus pasos prohibidos en el After.

—Milk, la verdad, todavía no entiendo cómo eres amiga de ésta… Cosa. —Vegeta dice con una sonrisa, pero con cierto desprecio en la mirada.

—Jajaja, ya sabes Vegeta, él no sería nada sin mí. —Milk da un par de pasos y le sonríe a Kakarotto por encima del hombro. —Yo también hice varios contactos. —Muestra varias servilletas con números de teléfonos y se las guarda en la cartera. —Vamos al After…

Vegeta se inclina a Serena. —Parece que su compañero de fiesta la abandonó ¿Me permites? —Serena asiente muy tímidamente, da su aprobación. —Ven conmigo Milk.

A Milk le tiembla un poco el cuerpo, el escalofrío casi la desmaya. Vegeta le está ofreciendo su brazo para acompañarla, puede notar que Kakarotto está disgustado. —Oh, de acuerdo, él ya tiene a las otras… —Las señala detrás, como un cardumen siguiéndolo.

Kakarotto recoge el guante. —Ay Milk, no seas celosa. —Sonríe por segundos, no puede ocultar el coraje que le provoca verla del brazo de Vegeta y para colmo, en su otro brazo está Serena.

Serena conecta la mirada de Milk por unos instantes, después mira adelante. En su intento de parecer superada y madura, ha olvidado que los celos son todo lo contrario y que ella no ha aprendido a manejarlos bien, ni siquiera cuando Darien vivía.

Mina observa todo el cuadro, se acerca con Broly, se cruza de brazos y niega con la cabeza. —Mmm… Me pregunto cuándo dejarán ése juego de niños, también me pregunto ¿Quién de los dos fue el primero? —Sí saca un poco el pecho en orgullo por Serena, ahí con la postura derecha en el brazo de Vegeta. Milk parece una acompañante, pero su amiga parece una Reina. Le da un Ok con los dedos, felicitándola.

¡Y qué bueno que alguien la felicita! Porque Serena se da cuenta que está dando una lucha mortal contra el monstruo de los celos que habita dentro de ella. Quiere empujar a Milk y establecer su territorio arrastrándola por el suelo.

Cuando están en el estacionamiento, los conductores designados toman el volante. Vegeta abre la puerta a Serena primero, debe soltar de su brazo a Milk.

— ¡Milk! —Kakarotto la toma del brazo. —Ya no estés enojada, era broma.

—Jajaja, aquí parece que el único que se enojó fuiste tú. —Milk lo pica en el pecho y le da una palmadita. —Anda, sé caballero y ábreme la puerta.

Serena se cruza piernas, no entiende porqué Vegeta sigue tanto a Milk con la mirada. Dudas como agujas calientes le atraviesan el pecho y la cabeza por igual. —"¡Todo estaba yendo tan bien!"—Cierra los ojos y llora un poco por dentro. El toque de Vegeta la hace abrir la vista, ahí está él, abrochándole el cinturón.

— ¿Todo bien? —Vegeta pregunta, su tono es tranquilo. —Perdóname, fue solo una tontería para tirar de las bolas al idiota.

—Idiota tú también. —Serena dibuja una sonrisita, lo pellizca un poco del abdomen. Se ríen como niños en una travesura. Porque después de todo fue eso, una travesura ¿Verdad?

En la Empresa Cápsula, Rei daba vueltas en círculos. Tenía a la pobre Ami ahí secuestrada en la entrada. —… Es sólo presentarte a su padre. No comprendo tu miedo o tus dudas.

Rei frota sus manos, plancha su vestido con las manos. Es un vestido negro, con tiras, largo por debajo de las rodillas, tacones rojos y un chal del mismo color. —N-No, no lo sé. Tengo tantos nervios ¿Y si nos estamos apurando? Mejor dicho ¿Por qué tenemos tanta Prisa?

—Debiste decirle que aún no estabas preparada. —Ami se voltea y se está por ir.

— ¡No, quédate! —Rei le ruega casi de rodillas. —No quiero estar sola, todavía no entra nadie conocido y Lita está ocupadísima.

—Bien puedes entrar y ayudarme. —Lita aparece en la entrada. — ¿La novia está por huir?

—Aquí la ves. —Ami niega al cielo. —Está que tiembla como una hoja, pero apenas se empiece a poblar, yo me largo.

— ¿Te vas Ami? ¿En serio? —Lita pone las manos en su cintura.

—Mira cómo estoy vestida, es más ni maquillaje me puse. —Ami estira su camisa, y pasa la mano por sus jeans. —La idea era dejarla e irme, pero aquí me ves a mí también.

Rei trata de respirar, el aire fresco no parece suficiente. —Lo siento chicas. Es que, no sé porqué tengo un mal presentimiento, como que algo va a salir mal.

Lita le da un pequeño abrazo. —Es pura ansiedad. Es normal, mira yo… Te juro que le vas a agradar a su papá, no es para tanto. Es serio, pero es buena persona.

Rei frunce el ceño, hace un puchero. —Tú dijiste que era un ogro horrible y sangrón.

Lita pone los ojos en blanco, presiona la mandíbula. —Ah, p-pues, no… No lo veas así, fue la primera impresión. —Habla con algo de temblor, hasta siente una fina capa de sudor sobre toda su espalda. —Además estaba con Mina en ése momento, ya sabes lo terrible que es ella.

—Jaja, tranquila tú. —Ami le sopla un poco el rostro. —Ves Rei, ya le estás contagiando tus nervios.

— ¡Chicas! —Dieciocho se baja al trote, sus tacos resuenan en toda la acera. Reconoce a Lita, junto a un par de mujeres que nunca vio. Una supone es una modelo, la otra qué importa, ella va a usarla para hacer bulto. — ¿Qué hacen aquí adentro? ¿Sucedió algo? ¡Vamos, vamos! ¡La gente no tarda en llegar!

— ¡Ay, pero! ¡Yo ya!—Ami es arrastrada con Rei adentro. Les verifican las pulseras, y la invitación digital en el teléfono. —Pero yo ya me iba. —Ami se cruza de brazos resignada.

—Sí, qué pena, mi amiga es efusiva. —Tarble le habla y le ofrece de beber. —Disculpe, siento que la conozco de algún lugar…

—Sí, la cruzamos en la Tienda de Mina. —Gure le recuerda y la saluda. — ¿Doctora verdad?

—Oh, sí. Mucho gusto de nuevo. —Ami se inclina con respeto. —Solo vine a acompañar una amiga y ya me voy. —Señala atrás a Rei que se sirve algo de valor líquido. — Jaja, hasta me siento mal de haber usado una invitación. —Rasca su nuca y como si su inseguridad por su atuendo la hacía sentirse pequeña, ahí empezaba a entrar el Equipo de Carreras, seguido de varios Empresarios, hombres altos y pulidos, con sus mujeres fatales del brazo. —"Hmp, tal vez me quede a servir tragos y recibir propinas…"—Ami se cruza de brazos.

—Chicas… ¿Me acompañan al baño? —Lita le consulta a Ami y a Rei.

En el baño, la ayudaban a cambiarse. —A propósito… —Ami atrapa la ropa de Lita del otro lado de la puerta. —Viniste con un peinado muy bonito y creo que hace tiempo no te veía con las manos tan arregladas.

—Estas semanas fueron de puro estrés y aquí con puro millonario extranjero, pues, tenía que lucirme. —Lita repite la coartada que practicó millones de veces frente al espejo. Sale del baño.

— ¡Wooaaw! Amiga… —Rei se sostiene el pecho para no caer ante tanta belleza.

— ¿Les gusta? —Lita se mira en el espejo, se pone de puntitas para intentar verse completa. Era un vestido de seda negra, con tiras que se atan en el cuello, largo hasta el suelo. Un escote de corazón. La seda brilla por sí sola, y como si la altura de Lita no fuera suficiente para lucir el corte en la pierna derecha, sus tacones altos la dejaban imponente.

— ¡¿Es un intento de robarme a Raditz?! ¡Te advierto que para mí, en el amor y en la guerra! —Rei se tira contra ella, pero Ami hace de barrera.

—Pues ladrón que roba a ladrón. —Lita pone las manos en su cintura, se menea en burla. —Jajaja, es broma. —Se voltea al espejo y se repasa las pestañas y los labios. —No voy a quedarme a llorar por los rincones por Raditz, les deseo lo mejor. Te fui sincera. —Se acomoda el pecho. —Veré si yo puedo atrapar algún buen prospecto.

—Bien, así como están, yo me mezclaré con los mozos y me haré algo de propina. —Ami resopla. —Están muy bonitas de verdad, no tienen nada que envidiarles a ésas modelos que entraron por la puerta. —Toma su teléfono y saca una foto a cada una y otra las tres juntas. — ¿No les sobró algún pedazo de tela o ropa que pueda usar?

—Jajaja, no de tu talla. —Lita bromea. —Anda sírvete algo y luego te pagamos el uber a casa.

Rei toma de un brazo a Lita y del otro a Ami. —Podemos decir que somos princesas y ella una esclava.

—Grrr… ¿Se te pasó el miedo Reiiii? —Ami le pellizca el brazo. Sí, tal vez comer algo no le vendría mal.

En el salón más grande, donde se verifica la carrocería, ahí se armaron algunas mesas largas y mesas pequeñas para quienes quieran armar grupos de conversación. Todo estaba ambientado para salir al patio, con la vista a la pista de entrenamiento. Una acertada decisión de Serena y Dieciocho, al haber un pronóstico del clima tan favorable. Música adentro y afuera, nada de láseres o luces que parpadeen. Sí unas bolas de espejos y luces de colores.

Lita técnicamente se esconde, apenas vio a Bardock a lo lejos, toda ésa seguridad se hizo de arena. Se pone de espaldas y se sirve de comer, también algo de ponche para refrescarse.

— ¡Hola! —Launch muy efusiva se acerca al grupo de la Empresa Cápsula. — ¡Parece que todo les está saliendo bien! —Sonríe tan grande que no le entra en la cara. — ¡Serena felicidades! —Le aplaude, los demás parecen acompañarla.

—No por favor, no sólo fui yo —Serena enrojece y sacude las manos. —Di-Dieciocho, Tarble y—

—Y tus amigas. —Launch declara. —Gracias al cielo vino tu amiga la castaña, a ayudar con todo ¡Uff! Fue de enorme ayuda.

Raditz se pone el alerta, empieza a mirar a los lados, ve varias parejas e invitados esparcirse. Busca a Rei con la mirada.

Bardock cree que su hijo busca a Lita, baja la vista porque si él la encuentra primero, no sabría cómo actuar. Nappa le pasa el brazo por encima del hombro.

—Vamos, sé que ya estás harto, pero yo ya tengo hambre. —Nappa lo lleva a la mesa de comidas.

—Bueno, nosotros nos iremos por aquí. —Gure les llama la atención al grupo que se quedaba con ella, eran en su mayoría otros corredores y empresarios. —Aquí, con mi esposo. —Se toma contenta de su brazo y van al auto cubierto con una tela. Busca un control y presiona el botón. La tela se eleva y todos aplauden maravillados.

— ¡Hermoso Querida! ¡Te ha quedado maravilloso! —Tarble aplaude, reparte champaña a todos.

Entre aplausos y jolgorio, la música subía un poco y varios se iban a bailar. Lita se movía un poco con la música. —Y traten de dejar un balde con la champaña en cada mesa circular donde se reúnan, así se sirven solos a gusto… —Daba instrucciones a alguno de sus mozos, le asentía con una sonrisa. —Gracias.

— ¡Qué rico! ¡Y bien picante! —La voz de Nappa resuena alegre.

Lita atrapa el halago en el aire. —Oh, gracias ¿Eh? —Lo mira un poco, el hombre está muy elegante, frunce la vista haciendo memoria. — ¿Nappa? ¿Verdad? —Le ofrece la mano, y su sonrisa brillante se derrite en el segundo que ése enorme torso se mueve un poco y deja ver a Bardock.

¡Maldita sea! ¡Su puta Mierda! Bardock intenta dejar de maldecir en su cabeza y empezar a rezar, a encomendarse a quien sea. Le ruega al espíritu de Gine hacerse presente y no perder el control ante Lita. Si con ropa sencilla, de ejercicio o de trabajo ella se veía fresca y hermosa, así de elegante, con su cabello rizado cayendo como cascadas, con un broche de lado, parece una fantasía hecha realidad. Sigue la línea de su cuello, un colgante sencillo parece guiarlo a su escote. En ésos momentos, en el que el tiempo y el corazón se le detuvieron, mira al piso. Una táctica de su instinto de conservación, que fracasa inútilmente; porque choca contra los pies de Lita, sus zapatos decorando divinamente sus pies, la abertura de su falda lo hace seguir la línea de su pierna descubierta. Presiona la copa en la mano y se la baja sin respirar. —Hola. —Saluda a secas, se sirve más ponche, pero en verdad le gustaría meter la cabeza en el líquido helado y morir.

Lita saca el pecho, no pasó desapercibido el escaneo de Bardock. Un punto para su vanidad. —Bueno, estoy aquí también con mis amigas. Ésta hermosa morena es Rei Hino…

—Ho-Hola… Yo… Eh… —Sólo asiente con temblores y se hace invisible detrás de su copa, no sabe si es apropiado presentarse como novia de Raditz. —"No, no. Espera que él venga, él te dijo que su papá no sabía nada."—Voy un segundo al baño, permiso…

A Ami se le paran los pelos como a un gato, ha escuchado la voz de Nappa. —"No, no… No quiero que me vean así ¿Qué pensará de mí? O-O-O sea ¿Qué pensarán de Serena con una amiga mal vestida como yo?" —Trata de justificarse. Se hace pequeña, intentando escapar debajo de la mesa.

Nappa iba a comentar algo sobre Rei Hino, que era un gusto conocer a la sacerdotisa con la que suele hablar Raditz. Pero sus ojos se van a una pequeña y adorable figura de cabellos azules. — ¡Doctora!—Grita con una sonrisa, pero con la boca llena, se cubre la boca. —"¡¿Por qué?! ¡¿Por qué la saludé así otra vez?! ¡Y con la boca llena como un grosero!"—Gruñe para sus adentros.

Ami se estremece ¿La vio? ¿En verdad la vio entre éste par de mujeres súper modelos? ¿Y por qué le preocupa o le importa tanto? —"Es un Señor considerado Ami ¿Qué estás pensando?"—Se endereza y sonríe, porque lo ve tratando de tragar el enorme bocado. —Hola Nappa, llámame Ami.

—Hm, Ami ¿Cómo anda? Qué raro verla. —Nappa acomoda su corbata, se sirve ponche, lo bebe y se sirve de nuevo.

Ami niega con la cabeza, mira a sus pies porque él insiste en tratarla tan formal. Luego su vista se eleva, los zapatos de Nappa brillan, las mangas de su pantalón están impecables y ni hablar de la línea de su saco, lo deja tan esbelto y elegante. Y su corbata roja resalta en su pecho, las mangas de su camisa perfectamente pulidas. —"Ay Mina, qué buen gusto tienes, no lo podemos negar."—Presiona sus labios con una sonrisa, de pronto siente hambre, mucha hambre. —Mmm, los empanizados de mi amiga son los mejores, los de cerdo lo vuelven adicto. —Abre grande la mirada cuando el aroma de la comida entra a su nariz, seguido de saborear el bocado. —Vine un rato, a acompañar a mis amigas. Ya me voy. —Se mira de pies a cabeza. —No estoy vestida para la ocasión ¡Ay no! —Golpea su frente y mira a los lados. — ¡¿Y si mi ex aparece?! —Deja todo y quiere volver a escapar.

— ¿Su ex se dedica a las Carreras? —Nappa mira a los lados, da un paso hacia ella, dispuesto a cuidarla.

—Es… Taiki Kou, de los Three Lights. —Ami nunca creyó decir el nombre del hombre al que amó, con tanta pena, en especial al ser el primero con el que se fue a vivir bajo el mismo techo.

Nappa se aleja, levanta las cejas. —Ah, no se preocupe. Ellos estaban promocionando su propio After Party, no aceptaron nuestras invitaciones, así que no podrán entrar. —En el minuto que le aclara ése detalle, recuerda en detalle a ése joven. Alto, cabello oscuro, de los tres hermanos se ve el más serio, por lo menos el menos mujeriego. Una imagen pasajera de Serena charlando con Taiki pasa por su mente. —"Quizás es sólo un malentendido. Hacen buena pareja, me pregunto qué los hizo separarse."—Plantea una estrategia para preguntar sin parecer un chismoso.

Raditz miraba su reflejo en el auto, está reluciente y todos se sacan fotos con ellos junto al coche. Siente la mano de Vegeta en su hombro.

—Gracias. —Vegeta le señala de reojo a Kakarotto. —Sé que es tu hermano…

—Ah, siendo sinceros. También estaba cansado de verme como zanahoria. —Raditz da unas carcajadas con Vegeta.

— ¡Oigan! ¡¿Están hablando de mí?! —Kakarotto aparece entre ellos.

Raditz y Vegeta se miran y estallan de la risa. A veces sienten que nada ha cambiado, Kakarotto sigue siendo un mocoso y ellos… Bueno, un par de mocosos buscapleitos.

Rei había salido del baño, bordeaba a la gente, aceptaba un par de cumplidos de unos hombres, pero ella repetía que ya tenía acompañante. Estiraba el cuello, ahí estaba Raditz sacándose fotos, rogaba al cielo porque se apareciera junto a ella. Un par de veces quiso acercarse, pero qué pena le daba.

— ¡Rei! —La voz de Serena la hace saltar del susto. —Ay amiga, tranquila… Pero mira qué hermosa.

—Oh, Serena, tú también. Y parece que te está yendo muy bien también. —Rei la felicita.

—Jeje, sí. Te aviso que si quieres conocer a algún pez gordo, yo podría ser tu guía. —Serena hace el chiste y le da un par de codazos. La ve apuntar su vista a Raditz, con el ceño fruncido. Justo iba a comentar algo y alguien le toca el hombro. — ¡Oh Setsuna! ¡Viniste! —Se abraza.

—No me iba a perder por nada tu gran evento. —Setsuna la abraza y saluda de lejos a Rei.

Rei se decide, va a ir junto a Raditz, con tanta gente y flashes seguro no la encuentra.

Raditz ya quiere irse de una vez, busca a Rei con la vista y ya le incomoda tener que hacer una foto una por una, como si fuera un cumpleaños infantil. —Bueno chicas, ya basta. —Aleja un poco a una rubia que se colgaba de su cuello para una foto.

—Ay Raditz, qué malo te has vuelto. —La rubia hace un puchero y apoya sus senos contra él. —No nos vas a acompañar, no vas a salir de fiesta con nosotras, ya no nos invitas a bailar ¿Y ahora ni siquiera una foto? —Lo presiona de las mejillas. —Dime el nombre de ésa que te ha embrujado. —Todas se ríen de su chiste.

Raditz la aleja. — ¿Y si fui yo quien la embrujó a ella? —Hace lo que mejor le sale, usar su galantería y seducción para sacárselas de encima. Saca su sonrisa más simpática. —Vengan todas, así no se ponen celosas. Una foto grupal.

—Mmm… Me trae recuerdos. —Una de las modelos le guiña un ojo y le recuerda una noche llena de perversión grupal.

—Pórtate bien… —Raditz le advierte con un dedo, la mujer se lo lame delante de todos, las mujeres se enciman sobre él para la foto y un par le dan un beso en cada mejilla. Y como si eso no fuera poco, entre el olor a alcohol y perfumes asquerosamente dulces, se siente ahogado.

Ahí estaba, como dice Serena, la enorme bandera roja. De hecho varias, si se pone a contar las uñas rojas como garras y labios rojos brillantes que lo rodeaban. Y a medida que se acercaba, los comentarios venenosos alrededor tampoco ayudaban.

—… Raditz Son, Jajaja, un tigre no cambia sus manchas. —Comenta una mujer con su copa en la mano. —Creo que los recuerdos más ardientes los tengo con él, Jajaja.

—Yo también. —Declara su acompañante. —Dicen que anda muy misterioso con una mujer, que ha rechazado un par de invitaciones pervertidas. Así que debe tener una adquisición bastante interesante, ya sabes… Los niños y sus juguetes nuevos.

—Sí, él es como Vegeta y Kakarotto, cambian de pareja casi tanto como cambian el especial de una heladería ¿Quién será el sabor del Mes? —Las dos largan carcajadas hacia arriba.

Raditz las empuja. — ¡Les dije basta! —Grita y se compone, está muy serio, tanto que asusta a las mujeres alrededor. Camina dominante hacia la que sacó la foto. —Jamás las he obligado a hacer nada y si por ser caballeroso, peco de idiota. Entonces voy a olvidarme de ser caballeroso con ustedes. Si me disculpan… —Las mujeres le dan lugar, jamás lo vieron hablar tan jodidamente en serio.

Lita y Bardock no se alejaban, pero tampoco se acercaban. Quedó cada quien en su trinchera, fingiendo que no existen.

— ¡Raditz! —Lita salta alegre, le hace señas con una sonrisa y eso, del lado de Bardock es un puñal frío en su pecho.

Raditz se acerca al trote. —Hola. —Se inclina para hablarle al oído. — ¿Rei está contigo?

Lita le niega con la cabeza. —Fue a buscarte después del baño. —Le susurra algo confundida, mira a los lados.

Raditz intenta actuar natural, pasa sus dedos por cabellera. —Bien, eh papá. Ustedes quédense aquí ¿De acuerdo? —Le pide a Lita con los ojos que mantenga a su padre aquí, mientras él ubica a Rei para presentarla.

Lita entra en desesperación. —Ay, Raditz. No, no lo sé. —Mira de lado.

—Aquí te esperamos hijo. —Bardock levanta su copa, saca el pecho, como si estuviera condenado al fusilamiento.

Lita suspira con resignación, lo espía de lado. —Je ¿No tienes otra cara? Parece que estás en un velorio. —Sisea con mala cara.

—Lo siento, mi cara no es tan dura como la tuya. —Bardock habla con rabia, busca un trago más fuerte y mete una mano en su bolsillo. El alcohol quema su garganta, necesita esto.

Lita pone una mano en la cintura, levanta una ceja. — ¿Disculpa? ¿Me acusas de algo? —Exhala ofendida, una piedra se le forma en la garganta. —Te recuerdo que fuiste tú quien me atacó. — ¡Auch! Hasta a ella le dolió ésa mentira.

—En verdad que tienes la cara muy dura. —Bardock levanta el tono, se voltea a ella. —Admite que respondiste, que también me… —Mira a los lados, en tanto se da cuenta que asumió en voz alta parte de su culpa. Nappa está entretenido con la peli azul y ésa mujer que la acompañaba se fue. Baja la voz. —Me besaste.

Lita no sabe qué hacer, ahora es un nudo de nervios y temblores. Quiere tomar valor líquido, pero teme bajarse su copa de champaña y volcarse. Ésos ojos negros la esperan, hay desesperación pura en la mirada de Bardock y eso la afecta. —N-No tuve tiempo a nada. Ni a pensar, ni… —Pasa sus dedos por la frente, está sudando por los nervios. —"Ay, hay tanta gente y esto es tan incómodo".

—Te dio tiempo a escapar. —Bardock exhala a un lado. —Luego vienes aquí, sigues rondando a mi hijo. —Sus celos han tomado la palabra, lo ha reprimido, pero solo parece envenenarse solo. —Lo único que me das a pensar es que eres una cualquiera, que quiere jugar con un padre y un hijo. —Lo dice sin pensar.

— ¡Jajaja! —Lita se dobla de las risas histéricas, ése golpe bajo le saldrá caro. Bebe de su copa, muy altanera, como si tomara un elixir del infierno. —Por favor… —Lo mira de pies a cabeza, da un par de pasos hacia él. — ¿Y qué tengo que pensar de ti? Que eres un viejo desesperado que anda seduciendo jovencitas. Que alimentas tu frágil autoestima, traicionando a tu hijo. —Saca el pecho. — Se nota que Raditz no se parece en nada a ti, es él quien debería enseñarte a ser un hombre. —Lo mira abajo, en la zona de su entrepierna. Después vuelve su vista a los ojos; gran error, error mortal.

Ésos ojos verdes, ésas palabras que lo hieren sin piedad. Nunca tuvo tantas ganas de tomar una mujer ahí, frente a todos, para demostrar su hombría a los demás y a ella misma. Están frente a frente, no parpadean y sus respiraciones se empiezan a agitar en el silencio. La boca de Lita queda un poco entreabierta, ve sus mejillas enrojecer y sus ojos verdes resaltan todavía más. Inhala fuerte y otra vez ése olor femenino, le gustaría tenerla más de cerca y catar su perfume. Detiene su inhalación a propósito, da un paso atrás. —Yo no necesito andar detrás de ninguna "noviecita" de mi hijo, puedo tener a la mujer que yo quiera. Ahora, si me disculpas SE-ÑO-RI-TA. —Muy sarcástico se voltea.

Lita iba a decir algo, de pronto recuerda que Raditz le pidió mantener a su padre en un lugar. —Ya está, que se vaya al diablo. —Le da una última vista y ya no puede quitar la vista. Bardock se fue directo a una jauría de hienas hambrientas y bastante alcoholizadas. La mira de lado y se le ríe en la cara. Lita toma un vaso, pero de vodka puro para calmar su rabia.

Entre la gente, Bardock va rodeando a las mujeres, les dice un halago o dos. —…Por favor chicas, nunca he estado en eventos así, con tantas mujeres a disposición. —Se toca el pecho emocionado. —Tendrán que guiarme, porque no sé qué hacer.

—Oh, ya sabemos de dónde sacaron los hermanitos Son tanta coquetería. —Una de las modelos comenta. —Hijo de Tigre, dicen… —Se apoyan un poco sobre el hombre.

—Me honran, espero que ellos hayan sido caballeros ¿Todavía se invita a una mujer un trago? —Su sonrisa es maliciosa. Espía entre la multitud y la mirada esmeralda de Lita resalta fácilmente. No deja de rodearlo, como si él fuera una presa. Pero está equivocada, es Bardock quien la está atrayendo a la trampa.

La desafía ¡Carajo la desafía y le gusta! Está ahí, arrogante como nunca lo ha visto, al menos no rodeado de un montón de bellezas. Pero ella se mira en el reflejo de un vidrio, acomoda su cabello. No tiene nada que envidiarles a ellas. Toma una copa de champaña, la levanta hacia él y le da la espalda. La mirada de Bardock es tan intensa que la siente sobre su cuerpo. Se acerca a un hombre con esmoquin, alto y de cabello rojizo. Muy seductora lo toca del hombro y le sonríe risueña, le da un toque a su moño. —Gracias por asistir. —Dice en voz baja y se va por el pasillo.

Bardock desarma su sonrisa, su mirada se afila con instinto asesino. La vio acercarse a un tipo, darle un par de toques y susurrarle algo. Bardock le hace señas a un par de mozos. —Ya empieza el baile, sírvanse otra ronda a mi cargo. —Las empuja a la pista y ellas se ríen y lo aplauden. Cuando empiezan a bailar, él toma su salida…

"Mami no sabe que papi se está calentando

En el taller de autos, haciendo algo profano

Una chica afortunada, afortunada

Ella se casó con un chico como tú

Ella te echaría si alguna vez supiera

Sobre todo la *** que me dices que haces…" Unholy, Canción de Sam Smith, feat. Kim Petras.

La música, llena de bajos resuena a lo lejos. Es el sonido de sus tacones, que se hacen cada vez más lentos al sentir la presencia de Bardock por detrás, caminando sin acelerar un paso. Bebe su copa de champaña, la deja abajo, jugueteando con ella de un lado al otro. Las luces entran por algunas ventanas, el baile ha comenzado. Busca un lugar sin testigos.

Se acerca a ella, los dos caminan cada vez más despacio, la ve meterse al taller mecánico, su mirada se ennegrece todavía más. Entra y cierra la puerta. Por la diferencia de altura, los pasos de Bardock son más largos. Se encuentra con el cuerpo de Lita contra él en unos segundos. Se limita a tener su espalda femenina contra su pecho. —Qué mujer tan engreída y soberbia. —Gruñe como un felino contra su oído. Por fin puede sentir el olor de su cabello castaño, es como jazmines y hierba fresca. Mira su cuello, quiere saborear su piel.

Toma aire para recuperar su orgullo, pero el aroma masculino de Bardock es mortal, le recuerda a mantequilla de cacao, puede degustar bien los tintes almendrados ¿Su perfume? ¿Su shampoo? ¿Su colonia? Los ojos de Lita se ponen en blanco y tira la cabeza hacia atrás, dejándose caer a sus brazos. El aliento caliente de Bardock choca contra su oreja y baja por su cuello, el primer beso contra su piel la eriza completamente. —Bardock… —Jadea y apoya su trasero, descubre feliz su erección. — ¿Tanto me deseas?

La voltea un poco, busca su boca. Un par de besos superficiales sobre sus labios, mete una mano por encima de su escote y le aprieta un seno. —Tu pregunta es demasiado jactanciosa. Y creo que estás muy equivocada si crees que en mi territorio, vas a venir a hacer lo que quieras. —Camina lentamente con ella. —Aquí en mi maldito lugar de trabajo, sin importarte una mierda, me faltaste el respeto. — Imágenes del primer beso salvaje cruzan por sus mentes. Bardock baja con besos por su cuello, sus manos bajan desde sus hombros a sus muñecas. —Manos arriba, donde pueda verlas. —Ordena y ella obedece.

Cruza sus muñecas por encima de su cabeza. La voltea y están de frente, las puntas de sus narices unidas. El cuerpo de Lita está encendido, una vez más Bardock degusta sus curvas por sus costados, sus manos gruesas acarician la tela. Finas descargas de placer eléctrico la excitan. Por arriba de la seda, sus pechos son apretados y sus pezones estirados con un par de pellizcos rudos. Su vista se agranda y su respiración se agita al ver a Bardock quitando su cinturón.

— ¿Tanto lo deseas Lita? —Bardock muy dominante, se quita el cinturón y hace resonar el cuero entre sus manos. Con su sonrisa ladina, brillando en la media luz del taller, Bardock le levanta el rostro a Lita. Sus ojos verdes están irritados de deseo, sus labios inflamados, tan tentadores. —Pídemelo. Dime que lo deseas, que me deseas a mí y a nadie más. —Su ceño se frunce, él necesita escuchar ésa afirmación para entregarse a sus más bajos deseos.

—Te deseo Bardock. —Admite, casi con la voz quebrada. —Te deseo a ti y a nadie más. —Saca su lengua para alcanzar su boca, se entrega a sus deseos más secretos. Tanto, que Bardock ata sus muñecas y no se queja, se entrega a la lujuria. Escucha su bragueta bajar y su clítoris salta como chispa eléctrica. Y ni siquiera la ha tocado directamente ahí abajo, pero se siente mojada, quiere que la penetre de inmediato. En cambio Bardock le señala abajo con la mirada, sin chistar se pone de rodillas. —"¡¿Cómo es posible?! ¡¿Tengo tantas ganas de hacerle una mamada?!"—Lita se desconoce completamente.

Muy conservadoramente, Bardock libera su miembro, no quiere asustarla. No es de los que presume el largo de su polla, prefiere hacer sentir cómoda a una mujer.

Lo tiene de frente, su glande en la media luz se ve grueso, el olor a mantequilla de cacao emana, así que supone que es el aroma de su jabón de baño. Todavía puede notar que guarda más del bulto en sus pantalones. Se relame ansiosa, será la habilidad de Lita la que lo sacará completo. Empieza a devorarlo, a degustar su textura caliente y de terciopelo. Un par de finos vellos acarician su paladar, eso la calienta más.

— ¡Ah! ¡Li…Lita… —Bardock reprime su gemido alto, presiona los labios. Se apoya en el borde de su mesa de trabajo. Ahí donde se arrebataron con un beso, ahora Lita le practicaba sexo oral. Creyó que empezaría despacio, sin embargo ella lo engulle casi hasta la mitad en su boca.

Lita da embestidas constantes con la cabeza, acumula saliva, lo siente casi en el límite de su garganta y todavía no ha llegado la base. Levanta la vista, sus ojos negros quedan conectados a sus ojos verdes. Se miran de forma intensa, en tanto ella respira más y más profundo. Con una mano Bardock peina un poco sus rizos, los sostiene con un agarre suave. Con la otra sostiene el cinturón que tiene sus muñecas atadas. Su agarre es firme, posesivo, pero nada doloroso. Lita succiona más fuerte.

Los sonidos húmedos resuenan, junto a sus respiraciones. Bardock siente que su cuerpo se va hacia adelante por la tensión. —Lita, ya ¡Nnh! Me vengo. —Ella acelera, lo mete más y más adentro. — Lita, aléjate. —El aire deja sus pulmones, junto a sus fuerzas para alejarla.

El sonido más placentero, Bardock gimiendo sin control ante el placer que su boca le ha dado. Su boca resuena mientras traga, era mucho, demasiado, eso la sorprende. Se pregunta si tiene que ver con su tamaño. No deja caer una gota, cierra la mirada para degustar su semen y un par de lágrimas caen. Abre de nuevo los ojos, ahí está completo. El enorme miembro de Bardock en su cara, tan venoso y su punta tan gruesa. Se siente triunfal por haber hecho tan buen trabajo. Su quijada está agotada, así que lo relame desde la base, dejándolo bien limpio. Lita empieza a gemir, su centro tiembla al ver que se le pone duro de nuevo.

Bardock la levanta con rudeza, la besa con la boca abierta, degusta de ésos labios tan pecaminosos. Ya han mandado todo al carajo, van a entregarse por una noche a su pasión prohibida.

Muuuaaajajajaja y lo que nos falta mis cielas ¡Aaaaah! ¡Hasta el próximo viernes!

Saluditos…

Nita-chan84: Jajaja todas ojeandole el paque-tote al vergeta, psss, jajaja. Ay es que aquí siempre tenemos a la versión demoniaca y angelical de Mina que nos tienta a la perversidad :v Pues aquí Vegeta no puede darse el lujo de derramar ni una gota de sopa, sabe que el terreno es peligroso. Nappa es el verdadero camino del bien, ahí un gran mentor guiando, oremos porque nos ilumine y nos haga una limpia con sus huev-digo, con huevo de gallina XD En ésta fiesta pistas GoChi se irán tirando, de un lado y del otro. Ufff, Broly esquivando misiles, una estrellita para él. Y un beso... Ahí... A #ReiDitz parece que le aguaron la fiesta, esperemos puedan arreglarse y se queden para la Piñata XD ¬¬ Y aquí #BardLita, benditos nuestros ojos y que Dios nos perdone por anticipado, porque todavía falta más. La nossshe es joven así que veremos cómo siguen las apuestas, si nos toca resaca o lujuria :v Pues la Dieciocho se antoja siempre que no, me pone bi-dudosa jajajaja. Gracias por tu rw ¡Un beso grande!

OhaioIzumikun: Pues qué bueno que te gustó. Pobre Broly y sí, jajaja ya vendrá, ya la Ami está mirando alrededor, así que nos frotamos las manos ésos dos *une_sus_índices* Jajajaj Todo el evento fue puro chismecito caliente que aaahhh! Y el Seiya ahí le hicieron brutality a lo bestia, muaaajajaja, que no quede huella que no y que no. Y aquí Raditz tiene un desafío entre manos y si bien parece que Bardock y Lita pasaron directo a la accion, pues hay que ver las consecuencias, ya se entregaron a lo prohibido, khe rricoooo XD Gracias por tu tiempo.