Y llegó por fin el tan anhelado viernes para muchas! espero que lo disfruten mucho, al igual que este capítulo.

Les recuerdo que la historia NO es para menores de edad, espero que comprendas. Gracias por leer.

LÍNEAS DEL TIEMPO

15

LÍNEA 2

Archie permanecía dormido en el laboratorio de Stear, sentía su cuerpo relajado y totalmente fuera de estrés. Después de la culpa que había sentido por haber utilizado a Annie como fuente de su inspiración, se dio cuenta que no era la primera vez que lo había hecho, sino que muchas veces se había ayudado del recuerdo de sus hermosos ojos azules para poder estar con otra persona.

El brillo repentino de la máquina de Stear se hizo presente en aquel espacio, obligando a Archie cubrir sus ojos con el antebrazo a pesar de estar dormido.

-¡Archie! – Dijo la voz de Anthony que ya estaba frente a él. - ¡Archie! ¡Despierta! – Decía el rubio con delicadeza intentando despertar a su primo, el cual parecía no escucharlo.

-¡Anthony! – Dijo el joven asustado por la repentina interrupción de su dulce sueño.

-Tranquilo, no te asustes. – Dijo Anthony con una sonrisa muy sospechosa mirando a su primo.

-Mi tío estaba soñando con Annie. – Dijo Alexander en tono de burla, para él era muy gracioso que su tío llamara a Annie entre sueños cuando creía que tan solo la conocía por medio de las redes sociales. Archie lo miró con los ojos bien abiertos, y altamente confundido.

-La estabas mencionando. – Le dijo Anthony para que su primo comprendiera lo dicho por su hijo.

-No es cierto. – Dijo Archie ofendido por creer que lo estaban engañando. Candy asintió y Archie se hizo el desentendido. - ¿Terry? – Preguntó casi de inmediato con nerviosismo por el actor.

-Se quedó junto a Stear. – Respondió Anthony a su pregunta para tranquilizar su repentina inquietud.

-¿Con Stear? – Preguntó Archie de nuevo preocupado, no sabía si por el rebelde o por su hermano.

-Sí, no podíamos viajar más de tres en la máquina, no hay espacio. – Dijo Anthony para explicar a Archie el motivo por el cual Terry se había quedado.

-Anthony tienes que buscar lo que Stear te pidió. – Dijo Candy para recordar a su esposo el pedido de Stear.

-Es verdad. – Dijo el rubio quien se había olvidado por un segundo del encargo por quedarse a burlar un poco de su primo.

- ¿Dónde está Patty? – Preguntó Candy a Archie al no ver a su amiga por ningún lado.

-La llevé hace rato a su habitación, estaba muy cansada y tenía muchos días sin dormir adecuadamente. – Dijo sin revelar el motivo por el cual la había llevado a la habitación de su hermano.

-¿Sabes dónde está la llave del escritorio de Stear? – Preguntó Anthony a Archie.

-Sí. – Respondió el gatito dirigiéndose hasta el lugar que Alistear utilizaba para guardar copia de su llave. - ¿Para qué la quieres? – Preguntó ahora Archie para saber el motivo por el cual la necesitaba.

-Stear me pidió un kit que dice que guarda. – Respondió Anthony mientras buscaba el pequeño maletín que le había pedido su primo. – Aquí está… - Dijo sacándolo del cajón para llevarlo hasta la máquina.

-¿Y eso para qué es? – Preguntó Archie con curiosidad.

-Tu hermano que no desaprovecha la oportunidad de investigar. – Dijo Candy en respuesta a su primo.

-Mami estoy muy cansado. – Dijo Alexander por fin, quien tenía mucho sueño por primera vez desde que se habían ido a la otra línea del tiempo.

-Pensé que jamás lo dirías. – Dijo Anthony a su hijo. Alexander le sonrió con ternura al escucharlo decir aquellas palabras.

-Descansa un poco en el sofá. – Le dijo Archie seguro de que Anthony quería cerciorarse que la máquina desapareciera con el encargo de su hermano.

Candy se sentó junto a él ya que también se sentía muy cansada por el embarazo y saber que pronto debía ir a trabajar la tenía verdaderamente agotada.

-No te preocupes, podemos pedir unos días más para ti. – Le dijo Anthony con un guiño al ver el rostro agotado de su esposa.

-Tendré que convencer al dueño. – Dijo Candy con una sonrisa cómplice a su marido, quien de inmediato captó aquel convencimiento.

-Creo que lo convencerás… - Le dijo Anthony besando su mejilla, mientras Archie rodaba los ojos al verlos tan melosos entre ellos.

-Mis papás van a darme un hermanito. – Dijo Alexander antes de acomodarse entre los brazos de su madre y caer completamente dormido.

-¿De verdad? – Preguntó Archie emocionado por tener otro niño más en la mansión. Candy y Anthony asintieron. - ¡Cuanta emoción! ¡Con lo que me gustan los niños! – Decía Archie emocionado. Anthony y Candy se miraron uno al otro. - ¿Qué sucede? – Preguntó el joven al ver aquellas miradas.

-Nada. - Dijo Candy un poco inconforme con su primo.

-Esas miradas no son de nada. – Dijo Archie decidido a investigar el motivo de las miradas entre ellos.

La máquina de pronto comenzó a vibrar una vez más y de inmediato la luz característica que irradiaba al momento de estar lista para un nuevo viaje apareció y en cuestión de segundos dejó de brillar para trasladarse a la otra línea del tiempo.

-Bueno hay que ir a descansar. – Dijo Candy evitando a su primo.

-Un momento. – Dijo Archie con seriedad, actuando como lo había hecho antes cuando estaba al lado de Annie. - ¿Qué es lo que quieres decir? – Le preguntó a Candy directamente cambiando su tono de voz.

-Tranquilo Archie. – Le dijo Anthony al ver la seriedad con la que le había hablado a su esposa. Candy suspiró un tanto cansada.

-Que si tanto te gustan los niños, deberías de averiguar si el niño de Annie realmente es tú hijo. – Le dijo Candy mirándolo con dureza a los ojos. Archie abrió los ojos sorprendido por las palabras de la rubia.

-¡Sabes que es imposible! – Dijo Archie molesto por recordar como Annie había tratado de engañarlo al decirle que esperaba un hijo de él.

-¡Te acostaste con ella! ¡Y no una, sino muchas veces! – Dijo Candy levantando la voz, sin embargo su marido le señaló con la mirada que su hijo estaba en su regazo. La rubia se sintió culpable por haber alzado la voz más de la cuenta.

-¡Ella estuvo con varios después de mí! – Dijo Archie en su defensa.

-¡Eso a ti no te consta! – Dijo Candy de nuevo con insistencia.

-¡Terry la vio! – Dijo Archie seguro de las palabras del actor.

-¿Dónde? ¿En la cama? – Preguntó Candy intentando defender a su hermana tal vez a destiempo, ya que al haber también ella salido embarazada no se involucró demasiado en el asunto a pedido de Anthony, sin embargo tenía el cargo de conciencia por no haberlo hecho y el haber visto la relación tan cercana que la joven Candy tenía con Annie, le hizo recapacitar de lo que ella extrañaba en su vida, porque podría ser inmensamente feliz en el amor junto a Anthony y su hijo, pero tenía la sensación de soledad por no tener a aquella con la que había crecido en su infancia.

-Salían de un hotel. – Dijo Archie reconociendo que a pesar de que siempre había dicho que no la amaba, le lastimaba que lo hubiese "traicionado" a tan solo unas semanas de su separación.

-¡Tú la habías dejado! ¡Le dijiste que no la ambas! ¡Qué no sentías nada por ella! - Decía Candy reclamando a su primo ya sin importar que Alexander estaba dormido, sin embargo el pequeño estaba tan cansado que no escuchaba la discusión.

-Candy, tranquila no puedes alterarte. – Le decía Anthony preocupado por su esposa y el bebé en camino. Candy lo miró con culpa e intentó tranquilizarse.

-Lo intenté… de verdad lo intenté… - Dijo Archie sintiéndose culpable de no amar a Annie. Candy lo miró con verdadero coraje en sus ojos.

-No me molesta que no la hayas amado. – Dijo Candy ya más tranquila. – Lo que me molesta es que la hayas hecho perder tanto tiempo y cuando ella comenzó a buscar su propia felicidad se dio cuenta que estaba esperando un hijo tuyo. – Dijo Candy como un dardo para el corazón de Archie.

-Que no es mi hijo. – Dijo el joven de nuevo, apuñando sus manos, seguro de que no era el padre del pequeño que Annie había tenido cinco años atrás, siendo unos días menor que Alexander.

-¿Te harías una prueba de ADN? – Preguntó Anthony a su primo, quien lo miró extrañado por su pregunta. Archie asintió no muy convencido, de pronto el que aquel test resultara positivo lo hizo sentir culpable. – Bien, con eso se resolverían sus dudas. – Dijo de nuevo el rubio.

-No creo que Annie acepte hacerlo. – Dijo Archie dejándose caer al sillón.

-Yo me encargo de ello. – Dijo Candy ya más tranquila por averiguar la verdad en torno al hijo de Annie, y no porque se fueran a arreglar las cosas con su primo, porque él decía que era feliz con su actual pareja, aunque el llamado que hacía a Annie en sueños no era como si fuese un reclamo el que vivían en su mente.

Anthony también observaba a Archie, quien siempre había dicho que era feliz con su pareja, sin embargo lo que él había visto al llegar al laboratorio no era algo como que su hijo o su esposa pudieran apreciar, es por ello que había despertado a su primo, quien entre sueños llamaba de manera sugestiva a Annie y se advertía bajo su pantalón que estaba listo para la batalla.

La luz de la máquina nuevamente volvió a hacerse presente en el laboratorio y tanto Candy como Anthony se sorprendieron porque eso pasara. Los tres esperaron para ver quien venía de regreso.

-¡Terry! – Dijo Archie más sorprendido que emocionado de ver al actor llegar.

-¡Vaya! Parece que no te da gusto verme. – Dijo el actor de mala manera al ver que Archie se había incomodado de que estuviera de regreso.

-No es eso. – Dijo Archie a modo de disculpa mirando a Candy y a Anthony, quienes sabían muy bien el motivo de su incomodidad.

-Nosotros nos retiramos. – Dijo Anthony para después tomar a su hijo en brazos para llevarlo a su habitación y que pudiera descansar mejor. Candy no dijo nada simplemente se levantó del sofá y miró a Archie con resentimiento. Archie bajó la mirada.

-¿Qué sucede? – Preguntó Terry no muy de ánimo de empezar una pelea, venía de discutir con Stear y no tenía ganas de continuar, ya que lo que deseaba era tener un baño normal y no uno donde tenía que echarse el agua a jicarazo limpio porque no era seguro que el agua saliera por la tubería.

-Candy quiere que me haga una prueba de ADN. – Dijo el diseñador mirando a Terry con culpa. Terry abrió los ojos con furia, sabía a qué se refería.

-¿Quieres saber después de tanto tiempo? – Preguntó Terry molesto porque podía ver en los ojos de Archie que estaba dispuesto a hacerlo.

-Es una duda que siempre he tenido. – Respondió Archie con culpa. Terry lo miró fijamente.

-Sabes que ella estuvo con otros después de ti. – Dijo de nuevo el actor.

-Yo también estuve con otras personas. – Dijo Archie como excusando el comportamiento de la ojiazul. - ¡Es la verdad! – Dijo Archie de nuevo al ver que Terry lo miraba con enojo.

-Pero tú no le andabas achacando un hijo de otro. - Dijo Terry justificando su actitud.

-¿Y si no es de otro? – Preguntó Archie con la duda clavada dentro de él.

-¿Qué vas a hacer? – Preguntó Terry incómodo, no le agradaba la idea que después de tantos años Archie decidiera investigar.

-Quiero saber. – Dijo Archie seguro de ello. Terry asintió y le dio la espalda.

-¿No estás de acuerdo? – Preguntó para saber la opinión del rebelde.

-Es tú problema, no el mío. – Dijo Terry saliendo del laboratorio de Stear, dejando a Archie con más dudas que certezas, con el temor de descubrir que si realmente él era el padre de aquel pequeño que jamás había visto en su vida, tendría un fuerte cargo de conciencia por no haberlo reconocido antes.

Candy caminaba junto a Anthony hasta su habitación, habían dejado a Alexander en la suya y ahora se dirigían en silencio hasta su espacio privado.

-¿Crees que hice mal? – Preguntó Candy a su esposo, ya que hasta ese momento pensaba que tal vez no debía inmiscuirse en sus asuntos si antes no lo había hecho.

-No lo creo amor. – Le dijo Anthony a su esposa. – Yo debí de haberte apoyado antes cuando tenías interés en averiguarlo. – Le dijo sintiéndose un tanto culpable por no haberla apoyado.

-Tenías tus motivos. - Dijo Candy con una sonrisa de lado al recordar que ella no se encontraba muy bien en sus primeros meses de embarazo.

-Mi motivo siempre fuiste tú… y Alexander. – Dijo Anthony con una sonrisa tierna dirigida a su esposa. Candy sonrió y besó sus labios con un rápido beso.

-Lo sé amor, pero no puedo evitar pensar que Annie tuvo un hijo de Archie y al ver la relación de Candy y Annie, sentí la necesidad de saber de ella nuevamente. – Dijo la rubia con ansiedad.

-Lo sé amor, pero no quiero que esa ansiedad afecte a nuestro hijo, sabes que debes cuidarte por lo menos los primeros meses. – Dijo Anthony seguro de que su esposa debía mantener su calma para no afectar a su hijo.

-Tal vez precisamente por eso estoy tan ansiosa por saber de Annie. – Dijo Candy con una sonrisa a su esposo, reconociendo que a pesar de que ella intentó buscar a Annie después del nacimiento de su hijo, ella simplemente se alejó en silencio, sin un reclamo, sin un aviso que le dijera lo que sentía en esos momentos de soledad, hasta que repentinamente apareció en las redes sociales con un canal de cocina, algo en lo que su amiga era muy buena.

-Bien, ahora es momento de que descases. – Le dijo Anthony llevándola hasta la cama para que se relajara. Sabía que iba a ser imposible para su esposa, pero esperaba que el cansancio y la cama la convencieran de dormir un rato. Candy le sonrió estando de acuerdo con su esposo.

-Tienes razón, me siento muy cansada. – Dijo Candy recostándose mientras Anthony quitaba sus zapatos para darle un suave masaje. - ¿Crees que las cosas entre Candy y Anthony funcionen? – Preguntó Candy mientras veía como su esposo masajeaba sus pies. Anthony sonrió recordando la manera en la que los rubios se veían.

-Creo que sí. – Respondió sin dejar su cometido. – Creo que ambos estarán bien, pero también creo que se la llevaran con tiento. – Dijo el rubio a su esposa. Candy lo miró sin comprender el motivo, ya que ella también podía percibir que ambos jóvenes tenían entre sí una atracción muy fuerte.

-¿Por qué lo dices? – Preguntó Candy interesada en el punto de vista de su esposo.

-Lo que pasa que ambos están lastimados por la pérdida de su alma gemela. – Dijo Anthony suspirando, mirando a su esposa con un amor tan intenso y un temor muy grande de pensar tan solo siquiera en llegar a perderla. – Y a pesar de que son Anthony y Candy, ellos tienen claro que son de otras líneas del tiempo y eso puede ser clave para que tomen las cosas con calma. – Dijo seguro que eso podría pasar entre los jóvenes, se había dado cuenta que a pesar de la corta edad que tenían ambos eran muy maduros para su edad, ya que en esos tiempos un joven de dieciocho años era considerado ya un adulto, muy lejos de lo que sucedía en su época a pesar de que él a los diecinueve había decidido responsabilizarse del hijo que había procreado con la pecosa y le había propuesto matrimonio a pesar de los pronósticos negativos que había a su alrededor.

-Ojalá todo salga bien entre ellos. – Dijo Candy suspirando. – Me gustaría que los dos encontraran la felicidad que tú y yo pudimos encontrar. – Dijo de nuevo extendiendo la mano para que Anthony la tomara y se acercara a ella.

-Ojalá que sí pecosa. – Le dijo Anthony con una sonrisa, acercándose a ella para besar sus labios con ternura. - ¿Cómo te sientes? – Preguntó el rubio con necesidad de ella.

-Ya no estoy tan cansada. – Le respondió Candy con una sonrisa traviesa. Anthony le correspondió de la misma manera y se acercó más a su cuerpo.

-Me alegra escuchar eso. – Dijo Anthony realmente complacido. Tenía muchas ganas de estar con su esposa y se había contenido mucho para estar con ella.

La mirada de Candy se encendió de inmediato al ver la disposición de su marido, ella también lo necesitaba y deseaba estar con él. Bastó ese pequeño gesto entre ellos para saber que aquella noche compartirían mucho más que la cama.

-¡Anthony! – Gimió Candy al sentirlo dentro de ella, su cuerpo lo recibía impaciente de más, necesitaba descargar el deseo contenido de tantos días en espera. Anthony la miró a los ojos y le sonrió enamorado.

-Te amo… - Le decía entre besos tiernos mientras el lento y suave vaivén de su cuerpo le proporcionaba infinitas sensaciones que la llenaban una y otra vez.

-Te amo… - Le decía Candy totalmente eclipsada por sus movimientos, cautivada por la manera en la que la amaba y le demostraba cuanto le importaba su bienestar y el de su hijo.

Sus cuerpos se habían vuelto a fundir en uno solo, de su piel comenzaba a emanar un frío sudor que intentaba regular la temperatura de sus cuerpos mientras continuaban amándose. Candy gimió de manera sensual y se liberó intensamente, logrando que segundos después Anthony la siguiera, llenando su cuerpo a su totalidad.

-Te amo pecosa… te amo… - Le decía entre besos tiernos en su rostro, entre caricias y palabras suaves. – Los amo… - Le dijo nuevamente provocando una sonrisa que irradiaba felicidad en el rostro de la rubia.

-También te amamos. – Le respondió Candy con una sonrisa repleta de felicidad, segura de que su amor era correspondido por completo.

Anthony se acomodó a su lado y la atrajo a su cuerpo para mantenerla ahí junto a él. Acarició su vientre y besó su mejilla delicadamente.

-Ahora sí descansa. – Le dijo suavemente en su oído para ahora sí permitir su descanso. Candy sonrió únicamente y cerró sus ojos para dejarse vencer por el cansancio que nuevamente la asaltaba.


En el laboratorio de Stear, Archie se mantenía en silencio, la máquina de su hermano se había regresado y él quedaba a solas preocupado por lo que Candy le había dicho, quería salir de la duda, pero también tenía miedo de poder descubrir que se había equivocado.

Caminó hasta la mansión, sabía que Terry se había retirado hacia varios minutos y que no estaría dispuesto a seguir con la discusión, así que se dirigió hasta su habitación y decidió que la noche enfriara sus pensamientos.

La entrada de varios mensajes a su celular fue el motivo por el cual se despertó Anthony. Tomó el aparato y observó que tenía varias llamadas perdidas y varios mensajes. Se levantó con cuidado para decidir cuáles eran realmente importantes.

-¿Bueno? – Respondió a la llamada entrante cuando sintió el teléfono vibrar en su mano. – Buenos días tía abuela. – Saludó a la matriarca con un poco de pena. – Lo sé… - Le decía simplemente al no tener una excusa válida para su desaparición tan repentina, pero cómo decirle que había viajado a otra línea del tiempo y que además esa línea del tiempo representaba de una u otra forma un pasado que jamás vivió. – Está dormida. – Le respondía a las preguntas que le había. – Muy bien, te esperamos… - Dijo de nuevo para después colgar su celular.

-¿Qué sucede? – Preguntó Candy con pereza al escuchar a su esposo intentar hablar sin molestarla.

-Lo siento amor. – Le dijo Anthony a la rubia al percatarse que la había despertado.

-No te preocupes, casi no he podido dormir. – Dijo Candy revelando los motivos para madrugar. - ¿Era la tía abuela? – Preguntó la rubia segura que la vieja Elroy estaría inquieta por no poder comunicarse con ellos. Anthony asintió a su pregunta.

-Llegará para el desayuno. – Dijo el rubio acercándose a su esposa para darle el primer beso de la mañana. - ¿Por qué no pudiste dormir? – Preguntó Anthony ahora con preocupación a su esposa.

-Por lo de Annie. – Le dijo la rubia en respuesta. Anthony le sonrió con ternura.

– Jamás dejarás de preocuparte por los demás. – Le dijo Anthony seguro que así era.

-No puedo evitarlo. – Dijo Candy inquieta, desde que había perdido contacto con Annie había estado inquieta por saber de ella, sin embargo su trabajo y su familia la fue postergando aunado a que Annie ya ni siquiera respondía sus llamadas.

-Te entiendo. – Le dijo Anthony a su esposa, sabía que aquella preocupación era parte de su naturaleza y era uno de las virtudes que tanto admiraba en ella. – Mañana mismo vamos a buscarla. – Le dijo para poder trasladarse hasta Chicago.

-Me gustaría ir sola. – Le dijo Candy segura de que así debía ser, temía que Annie la echara de su casa con justa razón. Anthony la miró no muy convencido de dejarla ir sola, no sabía qué podría pasar en aquella visita. Candy lo miró intentándolo convencer de que así fuera.

-Está bien. – Le dijo Anthony suspirando derrotado, comprendiendo que por más que insistiera su esposa terminaría haciendo su deseo. Candy le sonrió feliz y le dio un beso en los labios.

-La tía abuela tardará en llegar… - Le dijo con picardía. Candy lo miró traviesa y lo atrajo hacia ella para comenzar su mañana.

La tía abuela llegaba a la mansión de Lakewood con el paso apresurado que la caracterizaba, siempre movida, altiva, sin detenerse un momento para pensar.

-Bienvenida tía abuela. – Dijo Archie recibiendo con un beso en el dorso de su mano, siempre tan elegante, siempre tan gentil y buen anfitrión.

-Gracias Archie. – Agradeció con autosuficiencia su bienvenida, dando por hecho que hacía un favor a los que estaban ocupándola en esos momentos. - ¿Dónde está Anthony y Candy? – Preguntó sin más.

-Aquí estamos tía abuela. – Dijo Anthony mientras bajaba de la mano de Candy, cuidando cada paso que daba la rubia. La tía abuela volteó a verlos y sintió una especie de alivio al ver que sus dos nietos estaban en perfectas condiciones.

-¿Les parece correcto irse de vacaciones sin siquiera avisarme y sin responder a una sola de mis llamadas? – Preguntó la matriarca con cierta molestia en su voz.

-Lo sentimos tía abuela, no fue nuestra intención preocuparla de más. – Le respondió Anthony una vez que llegaron hasta ella, para después besar su mano con respeto y abrazarla para calmar los nervios que evidentemente la estaban consumiendo en esos momentos.

Candy se acercó a la mayor y la saludó con una sonrisa que fue correspondida con gusto. Elroy estimaba mucho a Candy y estaba segura que Anthony estaba bien a su lado, sabía del amor y la protección que ella siempre había tenido con su nieto y por ese lado estaba tranquila, sin embargo los rumores de secuestro aumentaban a su alrededor y a pesar de que no tenía ningún indicio de que así había ocurrido no podía evitar sentirse preocupada por ellos.

-Me tenían muy preocupada. – Dijo soltando todo su pesar en el hombro de Candy, quien la abrazó reconfortándola y sintiéndose culpable por su desaparición.

-Lo sentimos mucho tía abuela. – Dijo Candy realmente apenada por haberla preocupado, ella sabía que a pesar de parecer fuerte, aquella dama era realmente frágil en su sentir.

-Bueno, lo importante es que ya están aquí. – Dijo Elroy respirando mucho más tranquila. - ¿Dónde está Stear y Patricia? – Preguntó por el par de prometidos que pronto debían ir al altar. Elroy tenía un presentimiento y era algo que no había pasado desapercibido para ella, ella fue la primera en darse cuenta de los síntomas que presentaba Patricia.

-Patricia se sentía cansada. – Respondió Archie a la pregunta de la mayor. – Y Stear ya sabes, está en su laboratorio. – Dijo de nuevo para excusar a su hermano. Anthony lo miró un poco inquieto porque no había pensado en cómo cubrir a su primo, agradeció a Archie con la mirada y este asintió tomando la responsabilidad de manejar las respuestas hacia la mayor, ya que venía haciéndolo los últimos días.

-¿Cansada? ¿Se siente bien? – Preguntó la vieja Elroy mientras se dirigía hasta el comedor, siendo seguida de cerca por los demás.

-Es normal tía abuela. – Respondió Archie seguro de que aquella dama sabía muy bien del padecimiento de la joven prometida de su hermano. Elroy lo miró a los ojos y asintió con su respuesta.

Se sentaron a la mesa en silencio, cuando en lo alto de la escalera apareció la figura de Terry listo para bajar a compartir la mesa con la familia Andrew.

-¿Qué hace este señor aquí? – Preguntó la matriarca desaprobando la presencia de Terry.

-Por favor tía abuela, él no sabía que estarías presente. – Dijo Archie incómodo porque sabía bien que su tía abuela no soportaba la presencia de Terry.

-Pues ya lo sabe. – Dijo la mayor sin preocupación alguna. Archie asintió y se levantó de su lugar para interceptar al rebelde y avisarle que no podría desayunar en el comedor junto a los demás.

-¿Qué sucede? – Preguntó Terry al ver que Archie salía a su encuentro.

-La tía abuela está aquí. – Dijo Archie haciéndole señas de que debía darse la vuelta y volver a su habitación. Terry lo miró con cierto fastidio, sabía lo que significaba para él la presencia de la mayor del clan.

-Entiendo. – Dijo sin buscar hacer un escándalo, se sentía tan cansado que prefería tomar su desayuno en la habitación. – Me iré a mi habitación. – Dijo para informar al gatito de lo que haría para evitar a la conservadora mujer. Archie le agradeció con una sonrisa forzada, sabía bien que no estaba de acuerdo con la expulsión que le daba pero tenía que comprender que la tía abuela estaba en todo su derecho de permanecer a gusto en su casa.

-Gracias. – Le dijo con una sonrisa forzada. Terry no respondió y se retiró de inmediato.

-¿Qué sucede con Patricia? – Preguntó Candy con cierta preocupación en su voz.

-Últimamente no se ha sentido muy bien que digamos. – Dijo la tía abuela en respuesta a la rubia. – Y me parece inconcebible que Stear no se haya dado cuenta de lo que está sucediendo con su prometida. – Dijo realmente molesta por la falta de atención de su nieto. – No sé qué es lo que está sucediendo con ustedes últimamente. - Dijo la matriarca con molestia en su voz, poniendo su mirada fijamente en Anthony y Archie una vez que se sentó en el comedor.

-Stear ha estado muy ocupado con una investigación…

-¡Al diablo con sus investigaciones! – Dijo la matriarca levantando su voz. - ¡Lo primero es Patricia y ese niño que viene en camino! – Dijo revelando de pronto la situación de la joven y el motivo de su preocupación. Candy y Anthony abrieron los ojos sorprendidos por aquella revelación, mirándose uno al otro confundidos porque estaban seguros que tampoco Stear tenía conocimiento alguno de lo que estaba pasando su prometida.

-¿Patty está embarazada? – Preguntó Candy sorprendida porque al igual que ella, Patty también esperaba un hijo.

-¡Vaya! – Dijo la matriarca como si hasta ese momento todos lo hubieran descubierto. - ¡Hasta que puedo hablar con libertad! – Dijo sintiendo un profundo alivio porque había a pesar de haber sido imprudente tenía muchos días que se había contenido de decirlo en voz alta.

-¡La mansión pronto se llenará de niños una vez más! – Dijo Archie aplaudiendo y expresando su felicidad con verdadero entusiasmo. Elroy lo miró como si no comprendiera porque se refería en plural en su expresión.

-Nosotros también tendremos otro hijo tía abuela... Candy está embarazada... – Dijo un sonriente Anthony a la matriarca quien lo miró con los ojos acuosos por la emoción.

-¿De verdad? – Preguntó emocionada. Candy y Anthony asintieron con una sonrisa a su pregunta, sabían que detrás de aquella máscara que siempre usaba frente a todos existía una persona noble y buena que estaba dispuesta siempre a dar todo por el bienestar de su familia. – Alexander pronto tendrá con quien jugar. – Dijo de nuevo con emoción, intentando contener sus lágrimas para volver a su actitud original. - ¿Por cierto dónde está? – Preguntó a sus padres por el pequeño Alexander.

-De seguro continúa dormido. – Dijo Anthony en respuesta.

-Se cansó mucho en sus vacaciones. – Dijo Candy con una sonrisa para disimular un poco los verdaderos motivos de su ausencia.

-Está bien. – Dijo la matriarca dando un sorbo a su café. – Lo tolero nada más porque es el primer día. – Dijo dando la orden con una mirada de servir el desayuno. Archie ordenó discretamente que le fuera llevado el desayuno tanto a Terry como a Patty. - ¿Y tú Archie? – Preguntó de nuevo la mujer, mirando su desayuno mientras comenzaba a alimentarse. Archie sudó frío al saber que la atención estaba ahora sobre él.

-¿Yo qué tía abuela? – Preguntó con cierto nerviosismo, pensaba que lo había descubierto ordenando el desayuno del actor.

-¿Cuándo me darás la sorpresa de que seré bisabuela? – Preguntó nuevamente levantando la vista mientras se enfocaba en él. Archie la miró con nerviosismo no sabía qué decir, no tenía planes a futuro todavía, no tenía la intención de casarse mucho menos de tener un hijo.

-Aún no lo sé tía abuela. – Respondió bajando la mirada para ver su plato. La mayor guardó silencio y continuó con su desayuno.

-Será mejor que te apures, tú primo y tú hermano te llevan ventaja, y puedo asegurarte que cada día que pasa no te haces más joven. – Le dijo una vez más, dándole en la llaga porque sabía bien que el menor de los Cornwell se negaba a envejecer.

-Sí tía abuela. – Dijo respondiendo con desgano, mientras Candy lo miraba como diciéndole que le dijera de lo que creían que había sucedido con Annie, pero Archie negaba tajante para evitar que la vieja Elroy se enterara de ese "detalle" en su vida.

-¿Qué sucede? – Preguntó la mayor al percatarse de las miradas que se dirigían Candy y Archie.

-Nada… - Respondió Archie de inmediato al ver que la mayor los había visto.

-Candy… - Dijo la vieja Elroy para que la rubia le dijera lo que sucedía, sin embargo la rubia era amenazada con la mirada por el joven y elegante Archivald Cornwell. Elroy soltó los cubiertos y puso las manos sobre la mesa para hacerles ver que no estaba jugando. – No dejé a Peter solo en la mansión de Chicago para venir a verlos a ustedes y descubrir que me están ocultando algo. – Dijo a modo de queja por haber dejado a su tercer marido a solas en la mansión de Chicago. Su dura mirada se posó de nuevo en Candy y después en Archie.

-Lo que sucede es que Candy quiere hacerle una prueba de ADN al hijo de Annie. – Dijo Anthony al ver que ninguno de los dos hablaría, y no quería que su esposa tuviera esa presión sobre ella. Archie lo miró con molestia y Anthony le sostuvo la mirada. Archie asintió y guardó silencio.

-¿Annie Britter? ¿Qué sucede con ella? – Preguntó de inmediato a Archie. - ¡Archie te lo ordeno! – Le dijo ya con la voz exasperada. Archie torció los ojos sin más opción que responder a la matriarca.

-Annie dice que tuvo un hijo mío. – Dijo Archie intentando de nuevo evadir ese hecho.

-¿Un hijo? ¿Cuándo? Si más no recuerdo la señorita Britter hace más de cinco años rompió la relación contigo. – Dijo Elroy segura de que Annie había sido la que había puesto un punto final a la relación con su nieto, o eso era lo que le habían dicho.

-Cuando Annie y yo terminamos nuestra relación, unos meses después vino a mí para decirme que estaba embarazada. – Dijo Archie con cierta pena. Elroy lo miraba confundida, intentando recordar algo que le dijera que ya estaba enterada de esa situación.

-¿Y por qué yo no recuerdo nada de eso? – Preguntó la mayor intrigada al darse cuenta que no había sido informada de ello.

-No te lo dije… - Dijo Archie a sabiendas que se metía en problemas con ella una vez más, problemas que habían comenzado cuando Terry entró en su vida.

-¡Habla! – Dijo Elroy una vez más golpeando la mesa. Archie brincó asustado por la reacción de la matriarca. - ¡Estás hablando de un hijo, no de una mascota! ¿No te aseguraste que realmente fuera un Andrew? – Preguntó comenzando a sentir que la presión le subía hasta las nubes.

-Tranquila tía abuela, no es bueno para tú salud que te alteres. – Le dijo Anthony levantándose de su lugar para acercarse a ella y cerciorarse de que se tranquilizara. Elroy lo miró a los ojos intentando serenarse, sabía bien que no le convenía ponerse mal en esos momentos, eran muchos problemas lo que se desatarían por culpa de sus nietos.

-Estoy bien. – Dijo respirando profundamente para intentar calmar su presión. – Cuando Candy resultó embarazada, Anthony de inmediato se casó con ella acallando la mayoría de las murmuraciones. – Dijo respirando lentamente una y otra vez para lograr calmarse. – No puedo creer que tú hayas estado en una posición similar y me hayas excluido de ello. – Dijo mirando a Archie quien se sentía fatal por esa situación, no culpaba a Candy, sino que se culpaba a él mismo por su comportamiento en el pasado. Ahora sabía que había sido un tonto por no investigar si realmente aquel pequeño era o no su hijo.

-Tía abuela, en ese tiempo yo era muy joven. – Dijo Archie intentando justificar sus errores.

-Anthony también lo era… - Dijo la matriarca con entereza. – Y Candy lo era aún más… y sin embargo juntos afrontaron la situación. – Dijo utilizando a los jóvenes médicos como ejemplo. – Archivald Cornwell. – Dijo mirando a su nieto con firmeza. – Estos últimos años he permitido que vivas tu vida de la manera que crees es mejor para ti… me has dicho que así eres feliz e intenté respetarlo… - Le dijo evidenciando que le estaba costando trabajo contenerse. – Sin embargo aquí hablamos de una persona… de un niño que tal vez es mi bisnieto y al cual ni siquiera conozco. – Dijo con verdadera emoción. – Y eso es algo que no puedo permitirte. – Le dijo nuevamente para hacerle ver una vez más que reprobaba la manera en la que había dirigido su vida.

-Te aseguro que nunca fue mi intención decepcionarte. – Le dijo Archie verdaderamente apenado con ella.

-No es decepción lo que siento hacia ti Archie… - Le dijo mirándolo fijamente. Archie guardó silencio y bajó su mirada. - Anthony, ¿Tú sabes cómo es este niño? – Preguntó la matriarca a su nieto.

-Lo único que sé tía abuela es que nació unas semanas después de que nació Alexander. – Dijo Anthony a la tía abuela. La emoción de la vieja Elroy estaba en la expresión de su rostro.

-A mí me gustaría ir a buscarla. – Dijo Candy con un poco de temor por interrumpir a la mayor. Elroy la miró agradecida.

-¿Podrías hacer eso por mí? – Preguntó Elroy agradecida. Candy asintió con una sonrisa de empatía por la mayor.

-Tía abuela, también está la posibilidad de que ese niño no sea hijo de Archie. – Dijo Anthony para evitar que la tía abuela se llevara una decepción si la dichosa prueba resultaba negativa, o si Annie se negaba a hacerle esa prueba ofendiendo su palabra.

-No importa… - Dijo Elroy con dignidad. – Ahora que lo sé, no puedo vivir sin saber la verdad… - Dijo levantándose de su lugar para dirigirse a paso lento hasta su habitación. Archie sintió una punzada en su corazón al escuchar lo último que había dicho la mayor.

-Lo siento Archie. – Dijo Candy apenada a su primo, ahora se sentía nuevamente una entrometida, no quería haber involucrado a la tía abuela en el asunto, sin embargo sabía bien que aquel niño no tenía culpa de nada de lo que había sucedido entre sus padres.

-No te preocupes Candy, tarde o temprano esto se sabría. – Dijo Archie disculpándose con los dos rubios para abandonar el comedor.

-¿De qué me perdí? – Preguntó Patty, quien bajaba apenas al comedor. Candy le sonrió con simpatía extendiendo sus brazos para felicitarla por la noticia de su embarazo.

-No te preocupes Patty. – Le dijo Candy abrazándola con fuerza.

Archie caminó hasta su habitación y se encerró con llave para evitar ser interrumpido, no tenía ganas de ver a nadie, quería pensar y pensar muy bien en lo que se había convertido su vida en los últimos cinco años.

Continuará…

Y llegamos hasta el final de este capítulo, espero que haya sido de su agrado.

TeamColombia:

Hola hermosas, espero que estén muy bien. Albert para mí también es solo el tutor de Candy, pero en esta historia se enamoró de ella y ante la ausencia de Anthony, Archie creía que era la mejor opción para la pecosa, sin embargo con la llegada de Anthony no piensa lo mismo, es por ello que el gatito se siente mal porque sabe que sería inútil convencerla para que acepte a su tío. Muchas gracias por leer hermosas y por comentar sobre todo. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

Julie-Andley-00:

Hola hermosa! me alegra que te haya gustado el capítulo anterior, espero este también. Es verdad, creo que la química que existía entre ellos traspasaría muchas líneas del tiempo. Gracias por leer amiga, te mando un fuerte abrazo.

Rose1404:

Hola hermosa! ¿Quién como tú que tienes una excelente compañía al lado? Hermoso debe de ser tu pequeño Anthony, si hasta el nombre tiene hermoso. Creo que Elisa jamás sería una persona bella y no precisamente por su físico. Albert de la línea 3 ya no va a aparecer y el de la línea 2 tampoco aparece, solo el original pero todavía no se sabe nada de él. Los rubios creo que saben que se aman, pero no quieren lanzarse al ruedo y equivocase, es válido que evalúen sus sentimientos una vez más. Hermosa, mil gracias por leer y comentar, te mando un fuerte abrazo y te deseo y excelente fin de semana.

lemh2001:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? No sabes cuánto extrañaba tus análisis detallados, me hacían falta la verdad jajajajaja, así te puedo poner un exámen y creo que lo pasas con honores jajajaja. A pesar de que son los mismos personajes tienen algo que los diferencía, ya que son personas totalmente individuales y se quiera o no mentes aparte, me alegra que seas capaz de advertir esa sutileza entre ellos. Ese detalle se les pasó por alto, llevaron al rubio a recibir a la dama y no se pusieron a pensar que nadie los había visto, hasta yo misma les jalé las orejas por despreocupados. Yo puesta para el dibujo, ya sabes que siempre que sea de esta pareja yo lo guardo en mi Pinterest jijijiijij. Archie se queja porque interrumpen a Anthony y Candy y él interrumpió su momento romántico con su prometida por estar de chismoso con los rubios jajajaja. Muchas gracias por comentar amiga, te mando un fuerte abrazo.

Mayely León:

Hola hermosa, cómo estás? Espero que muy bien, gracias por tú comentario. Creo que Archie ya se dio cuenta que no debe de estarse inmiscuyendo en la vida de los demás y no por que Annie se lo haya dicho, sino porque se dio cuenta que Candy está enamorada de Anthony, así que por ese lado no te preocupes Archie ya comprendió. Muchas gracias hermosa por leer, te mando un fuerte abrazo y como siempre espero tú comentario.

Daila Netrebko:

Hola hermosa! gracias por dejarme tus comentarios, me alegra que te haya gustado el fan fic y espero continúes con la lectura. No eres la única que se derrite con los ojazos de Anthony, ¿Quién no querría perderse en unos así? hay! yo si! jajajaja. Muchas gracias por leer hermosa, te mando un fuerte abrazo y espero continúes la lectura y comentando.

Mía Brower Graham de Andrew:

Hola mi hermosa amiga! Mi más fiel lectora de Anthony y todos los galanes. ¿Cómo estás hermosa? Me alegra que estés comentando de vuelta, pero me alegra más saber que has leído cada capítulo, entiendo que a veces las ocupaciones no nos dejan comentar, no te preocupes, sé que en el momento oportuno te harás presente y como siempre me dejarás un mensaje. Gracias por leer amiga hermosa, te mando un fuerte abrazo y mi más profundo agradecimiento por tus lindas palabras.

Guest:

Hola hermosa, cómo estás? Creo que te referías a Archie de la línea 2, porque el de la línea 3 es el que perdió la vida en la Guerra, en este capítulo les di un avance, espero haya sido de tú agrado.

Mitsuki Leafa:

Hola hermosa, no te preocupes por qué decir, lo que escribas se agradece el comentario. Muchas gracias por leer y estar al pendiente de la historia. Te mando un fuerte abrazo amiga, saludos y bendiciones.

Silandrew:

Hola hermosa, para cuando puedas leer, sé que lo harás y sé que a pesar de que no puedas comentar lo haces con el corazón. Te mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos para ti hoy y siempre. Dios te bendiga hermosa.

Muchas gracias a todas y cada una de las lectoras que se toman la molestia de leer y estar al pendiente de cada actualización. Muchas gracias por estar ahí y permitirme entrar en su espacio. Dios las bendiga a todas.

GeoMtzR

25/08/2023.