Hola, he vuelto, disculpa la tardanza. Ya saben pendientes, trabajo, bloqueos creativos bla, bla, bla. Lo importante es que he podido actualizar.
Disfruten del capitulo :)
Capitulo 10- Responsabilidad repartida
Un nuevo día había llegado, y ese día era muy importante, porque no solo estaba en juego la popularidad de la tienda de Felicia sino también su reputación. Albus Duckweed, el famoso critico de Wartwood, vendrá a juzgar la calidad del té de la señora Sundew. A pesar que era un sujeto exigente y soberbio, sus criticas eran muy valoradas por el pueblo, lo que significaba que si su reseña era buena, incitaría a las demás ranas a visitar la tienda. No obstante, si su reseña fuera mala, el trabajo de Felicia se vería comprometido.
Dwayne y Ivy estaban firmemente parados en el comedor mientras que Felicia preparaba una pizarra.
"Presten atención niños", hablo firmemente la mujer rana, "hoy viene Albus Duckweed a nuestra tienda", señalo un dibujo del tritón verde en la pizarra, "es un crítico muy importante y la calificación que nos dé dependerá de nosotros, ¿cuento con ustedes?"
"Claro mama", respondió Ivy con determinación.
"¡Por supuesto señora Sundew!", contesto Dwayne con todo entusiasmo.
"Muy bien, él te que preparare para él será el antiguo té verde de loto", hablo mientras señalaba un dibujo de una taza con un pequeño loto dentro.
"¿De verdad?", pregunto sorprendida Ivy, "pero es una receta muy vieja, ¿crees que a Albus le gustara?"
"Lo hará, es él te más exquisito y único de toda Anfibia", contesto con una sonrisa de orgullo, "si este te no le gusta, nada lo hará"
De repente, los tres escucharon lentos aplausos de algún lado, voltearon para ver que provenía de una rana vieja quien estaba sentado en una mesa, era un cliente quien había llegado bastante temprano para el desayuno.
"Mama ¿quién es ese?", pregunto curiosa Ivy.
"Un cliente cualquiera que llego para el desayuno...y no sé qué está haciendo", respondió desconcertada por los extraños aplausos del anciano.
"Oh pero yo no soy un cliente cualquiera", hablo la rana, tomo una cremallera que tenía encima de su cabeza y lo bajo hasta revelar quién era realmente, era Albus Duckweed.
"¡Guau! ¿Albus también es un cambia formas?", pregunto sorprendido Dwayne.
"No, me disfrace de cliente común para que sea tratado como tal y no por quien soy", respondió con incredulidad.
"Oh si tiene sentido", dijo Ivy
"Si, ingenioso la verdad", agrego Felicia.
"Hablando de tratos, este desayuno me ha parecido totalmente...regular", critico Albus con una sonrisa de suficiencia.
"¿Disculpa?", contesto ofendida Felicia.
"Mi te de jengibre no está a 85 grados de temperatura como cualquier te debe estar", explico con un termómetro en la mano que marcaba 79 grados, "y se supone que las galletas deben ser nutritivas, pero hay pocos huevos de insecto que son indispensables en cualquier desayuno nutritivo", declaro de una manera engreída, "me llama la atención que tenga estos defectos tratándose de una "profesional", dijo haciendo comillas con los dedos.
Felicia tarareo molesta, definitivamente esos diminutos errores que resalto el tritón la fastidiaba bastante. Prácticamente estaba insultando y cuestionando su trabajo, dudando de su habilidad del cual ha perfeccionado por años.
"Señor Duckweed, seguro sabe que cualquier profesional puede cometer errores minúsculos pero que no definen la calidad de mi trabajo", respondió con tranquilidad.
"Si, quizás tenga razón...sin embargo alguien debe remarcar esos errores para ser más decente", respondió firmemente, "por cierto ya que me preparara un té especial, también probare todo su catálogo"
"¿Todo?", pregunto sorprendida.
"Así es, no juzgare todo un restaurante por solo un plato, sino todo lo que tiene para ofrecer"
"Ja veras que tu mandíbula quedara caída luego de probar tantos sabores", Dijo Ivy sonriendo.
"Si, te hará escupir por la nariz", hablo Dwayne, los demás reaccionaron confundidos por su comentario, "quiero decir en el buen sentido porque...será tan rico que tus papilas gustativas no podrán procesarlo"
"Veo que el personal también es regular ja ja", se burló el tritón, "bueno volveré para la merienda, ese será el momento en que daré mi calificación final", hablo mientras abría la puerta, "ayer fui a tres restaurantes y todos me decepcionaron ¿adivinen cómo están ahora?"
"¿en bancarrota?", pregunto Dwayne.
"No pero están en eso, así que no me decepcionen", les advirtió antes de irse.
Felicia lo miro disgustada mientras se marchaba, "mmh ¿quién se cree que es?, busca la perfección en todo"
"Pero ¿de verdad es importante conseguir una buena reseña de el?", pregunto el chico.
"No me importa lo que el opine, lo que me importa es mi trabajo, quiero que la gente experimente el té que puedo ofrecer", contesto con honestidad la mujer, "desgraciadamente si su reseña es mala la gente no vendrá"
"¿en qué podemos ayudar? Mama", pregunto Ivy.
"Necesito que limpies y ordenes todo, que la tienda quede como nueva", respondió Felicia antes de darle una escoba a su hija, "y tu Dwayne necesito que prepares tu poción de sabor, quiero darle un toque mágico al te de loto"
"Entendido señora Sundew, será una poción tan mágica que Albus quedara perplejo, estará tan rico que su sentido del gusto explotara", hablo entusiasmado.
"Dwayne"
"Estará tan satisfecho que te dará más de cinco estrellas"
"Dwayne"
"Y su reseña dirá que tu restaurante es la mejor de toda anfibia"
"¡DWAYNE!", exclamo Felicia, volviendo la atención del chico, "necesito que te tomes esto enserio"
"Vamos señora Sundew, sabe que me tomo las cosas enserio", respondió con una sonrisa de confianza.
Tanto Felicia como Ivy reaccionaron con una mirada de incredulidad.
"Enserio de verdad lo hago", insistió el chico.
Las ranas solo respondieron con la misma mirada.
"Dwayne, esto es muy importante para mí", explico seriamente la mujer, "tú le darás el ultimo ingrediente a mi te de loto, del cual dependerá si mi tienda será popular o no, necesito que elabores bien tu poción y que seas responsable", denoto eso último.
"Entiendo, no te preocupes soy muy responsable", respondió aun confiado.
Felicia dudo si realmente comprendió lo importante que era esta situación, pero encogió los hombros y decidió confiar en su respuesta, "de acuerdo, yo iré a buscar los ingredientes para él te de loto", hablo mientras tomaba un bolso antes de ir a la puerta, "quiero que todo el lugar quede impecable y que tengas lista tu pócima Dwayne"
"Entendido mama", contesto Ivy.
"Delo por hecho, señora Sundew", respondió Dwayne.
"Sean responsables", dijo seriamente Felicia antes de salir, luego asomo su cabeza por la puerta, "responsables", repitió la palabra antes de irse finalmente.
"¿Que fue eso?", pregunto desconcertado Dwayne por esa repetición que hizo Felicia.
"Creo que es una de esas tácticas psicológicas que aprendió de un libro", respondió Ivy.
"Bien iré a mi habitación, tengo que hacer algo", hablo el chico mientras subía las escaleras.
"¿Que no tienes que hacer el saborizante", pregunto Ivy.
"Ahora no luego, además es fácil elaborarlo y solo toma una hora hacerlo", contesto despreocupado.
"Dwayne esto es muy importante para mi madre, ya lo habíamos hablado", dijo seriamente la niña.
"Lo se lo sé, solo tengo que revisar algo por un momento y bajo a hacer la poción"
"Más te vale, es tu responsabilidad como guardián y como inquilino"
"Que yo sepa los inquilinos no ayudan al anfitrión con el hotel"
"¡Dwayne!"
"Si si tranquila volveré en breve", contesto el joven antes de ir a su habitación, Ivy solo hizo los ojos en blanco.
Dwayne no estaba preocupado por la tienda de Felicia porque no le importara, al contrario el comprendía lo mucho que significaba para los Sundew, sino que no veía razón alguna de por qué fallarían. El chico tenía mucha experiencia en elaborar pociones así que estaba seguro que su pócima de sabor seria perfecta, y conocía bastante bien a Felicia para saber que era toda una experta en preparar te, no había forma alguna de que obtuvieran una mala reseña.
Lo único que le preocupaba ahora era otro pendiente que tenía, el cual era investigar a fondo la caja que le presto Anne, ella iría a buscarla mañana, por lo tanto quería aprovechar este pequeño tiempo libre antes de hacer la poción.
Dwayne entro a su cuarto y vio la caja de música en su escritorio con varios libros a su alrededor. Desafortunadamente los libros que ha leído hasta ahora no relataban ningún artefacto que coincidiera con el instrumento, sin embargo aún le quedaba inspeccionarla para ver si encontraba algo.
"Mmhh a ver caja mágica interdimensional ¿cómo funcionas?", pregunto mientras la miraba muy de cerca, vio las brillantes gemas grises que tenía incrustadas, trato de sacarlas pero estaban firmemente adheridas al cofre, "parece que esas gemas no irán a ningún lado"
Después observo detenidamente cada lado de la caja, contemplando los ornamentos e ilustraciones doradas que tenía, creía que encontraría alguna pista o lenguaje del cual descifrar pero parece que simplemente eran de decoración, "almenos sé que los fabricantes de esta caja se lucieron con la estética", comento decepcionado.
Procedió a abrirla para inspeccionar su interior, toco y presiono cada lado o esquina por si tenía algún compartimento o botón escondido dentro, sin embargo tampoco hallo nada, frustrando aún más al mago, "vamos no puede ser que solo funciones una vez...quizá se activa por voz", dijo Dwayne con una mano en la barbilla, "a ver llévame a un mundo lleno de misterios", abrió la caja rápidamente pero no sucedió nada, "¿no? Llévame a un mundo lleno de brujas", otra vez la abrió y como era de esperarse no pasó nada, "ya se llévame a un mundo lleno de anfibios...ah espera"
Dwayne volvió a leer los libros, buscando y revisando si había alguna respuesta, información o dato útil que haya omitido. Reviso la caja varias veces, prácticamente no había ningún centímetro del que no haya examinado antes. Sin embargo, todo eso no le dio ninguna pista, este resultado de no haber encontrado nada era muy frustrante para Dwayne, tratándose de alguien curioso e interesado que busca respuestas.
"Como es posible que no hagas nada", pregunto el chico, ya harto de seguir observando la caja, "una caja no teletransporta a personas y luego se convierte en una caja de música común así como si nada"
El chico, irritado e inquieto, tocaba aleatoriamente todas las partes de la caja mientras la abría una y otra vez sin parar, "¡por que las cosas mágicas deben ser enigmáticas!", exclamo molesto.
De repente, al tocar tres mosaicos del cofre en una combinación al azar, sonó una melodía al mismo tiempo que las gemas del cofre se desplegaban de la tapa hacia arriba mediante un mecanismo. Sin embargo, Dwayne no era consciente de esto hasta que oyó la melodía.
"¿Que es ese sonido?...", pregunto mientras accidentalmente lanzaba las gemas al abrir el cofre con fuerza, las piedras salieron volando por la ventana, "¿pero qué...", cerro la caja y vio que las gemas ya no estaban, "ay no", de inmediato se dirigió hacia la ventana y para su horror vio las gemas caer hacia una lona de una tienda ambulante, "¡LAS GEMAS!", grito aterrado.
Las piedras rebotaron en la lona y volaron hacia todas partes.
Una cayo en el sombrero de Wally, quien estaba tocando el acordeón para ganar dinero, la rana tuerta miro la brillante piedra que cayó en su sombrero y se emocionó de inmediato, "¡Yeeey! ¡Gracias Dios rana!", agradeció mirando al cielo antes de irse.
Otra cayo en el lomo de Archie, la araña de la señora croaker, "vamos Archie, hora de jugar en el parque", le hablo su dueña.
Una piedra aterrizo en la obesa nuca del sapo Toadstool, quien estaba con Toadie promocionando su candidatura con volantes, "augh", aulló mientras se sobaba el cuello.
"¿Que sucede? señor", pregunto Toadie.
"Creo que me dio un estirón, nada que un buen masaje no pueda arreglar"
"Claro señor", ambos anfibios se fueron al ayuntamiento.
Mientras que el paradero del resto de las gemas era desconocido.
El chico estaba totalmente horrorizado, no sabía con exactitud que función cumplían las gemas pero era muy probable que fuera importante. La caja era el único modo de que Anne pudiera volver a su mundo y ella le dio la responsabilidad de cuidarla.
"Responsables", recordó esa palabra que repitió Felicia, "¡oh no! Su táctica psicológica está haciendo efecto", pensó preocupado Dwayne.
El joven envolvió la caja en una tela y la escondió bajo su cama, tomo su báculo y salió corriendo de su habitación.
Mientras tanto, Ivy estaba terminando de limpiar las mesas y ordenar el comedor.
"¡IVY!", le grito Dwayne saliendo de la nada y asustando a la niña.
"¡Dwayne! ¿Qué pasa?", pregunto sorprendida por su repentina aparición.
"Ivy tengo un problema acabo de perder...", se detuvo por un momento al recordar que la caja de Anne era un secreto, debido a que no quería que muchos supieran de ella por si alguien quisiera robarla, "yo ehh...Anne me pidió que cuidara una cosa importante de su hogar y acabo de perderla, necesito encontrarla antes de que ella venga a buscarla mañana"
"¿No puedes buscarla luego de que Albus nos de su calificación?", pregunto la niña
"Es que es muy urgente, lo perdí afuera y necesito buscarla ahora", respondió inquieto.
Ivy reacciono decepcionada de que el chico haya extraviado algo tan importante, "ay Dwayne eso es irresponsable"
"Lo se lo sé pero lo arreglare"
"Pero debes preparar el saborizante"
"Es fácil yo te enseño, ven", llevo a Ivy hasta la cocina.
Ambos se acercaron a un caldero con ingredientes y una caja de pociones de distintos colores.
"Primero tienes que verter esta poción de color rojo", le enseño el mago.
"Bien"
"Y luego derramas este de color verde, la mitad de este naranja, un cuarto de este azul, echas tres tallos de lavanda, le agregas jugo de escarabajo, lo revuelves durante 5 minutos después añades un poco de polvo de semillas, vuelves a revolver hasta los 10 minutos...", le explico tan rápido el proceso haciéndolo imposible de seguir.
"Espera espera vas muy rápido", dijo Ivy
"Y por último un poco de tierra abundante, ¿entendiste?", le pregunto a la niña quien se había perdido por completo en su explicación.
"Eehhh...cual era?..."
"Entendiste, perfecto volveré lo antes posible",
Dwayne estaba a punto de salir de la cocina, pero Ivy la detuvo.
"Espera ¿qué pasa si mi mama vuelve antes que tú?"
El mago respondió de inmediato creando una ilusión de el mismo sonriendo, "si pregunta por qué sonrió dile que estoy contento de que ella haya vuelto", le indico antes de salir corriendo por la puerta.
Ivy suspiro decepcionada, tenía un presentimiento de que todo terminaría terriblemente mal.
Dwayne corrió hasta la estatua de la plaza y trato de recordar a las ranas quienes se llevaron las gemas sin saber lo que eran, "a ver, una gema había caído en...¡el cuello de Toadstool!", chasqueo los dedos al recordarlo, fue directamente al ayuntamiento.
El alcalde sapo estaba acostado en una cama boca abajo, su ayudante Toadie le estaba masajeando la espalda pisándolo con sus pequeños pies.
"¿Justo ahí señor?", pregunto la pequeña rana, buscando la fuente del dolor.
"No Toadie ese es mi riñón, y deja de pisarlo o vas hacer que mi vejiga se llene", le respondió molesto el sapo.
De pronto, las puertas de su oficina se abrieron de golpe por Dwayne.
"¡ALCALDE!", grito inquieto, asustando a Toadstool y a Toadie quien se cayó de cabeza.
"¡demonios chico! ¿Ahora qué quieres?", pregunto enojado por su brusca llegada, "¿que no ves que estoy ocupado?"
"¿Ocupado?", contesto Dwayne arqueando una ceja.
"Si, cuando eres la columna central del pueblo también tienes que mantener la tuya, literalmente", hablo con firmeza, "¿que no tienes ranas que ayudar?"
"Bueno si...pero pensé por que no ayudar a la persona más importante de este pueblo quien es usted", mintió el chico, sabía que Toadstool era bastante orgulloso de sí mismo como para caer en su halago.
Toadstool sonrió con soberbia al escuchar su declaración, "acertaste en dos cosas niño, uno que soy el más importante aquí, obvio y dos que necesito tu ayuda", hablo con una mano en la barbilla, "tengo un dolor extraño y creo que tus grandes manos me servirán mas de ayuda que los diminutos pies de Toadie", señalo con el pulgar a la rana.
"¡lo intento señor!", exclamo frustrado Toadie.
"Intentar no es esforzarse Toadie", lo regaño el sapo, "¿sabes hacer masajes chico?"
"Oh claro, más bien sé de donde viene su molestia así que baje la cabeza y quédese quieto", le indico Dwayne mientras se acercaba a la cama.
"Bien pero cuidado con mi cabeza, la necesito para manejar este loco pueblo"
El chico miro detenidamente su hinchada nuca, percibió un pequeño brillo en el centro. Con cuidado y asqueado separo los pliegues de piel que obstruían lo que buscaba, "es como si su cuello no tuviera fondo", pensó Dwayne, después de mover toda esa masa finalmente encontró la gema, "¡bingo!...wuagh sudor", agito la piedra para quitar los líquidos corporales del que estaba empapado.
"Chico ¿vas a masajearme o no?, porque aún me duele"
El chico reacciono confundido, supuestamente la gema era lo que molestaba su cuello, "¿qué? Pero creí que la gem..."
"No te quedes parado y usa tus manos", demando exigentemente.
Dwayne hundió sus manos en la nuca otra vez hasta agarrar algo viscoso, lentamente lo saco revelando que era una mariposa muerta de color rojo y puntos dorados, "weeghh", se asqueo el humano.
"Aaahh mucho mejor", dijo aliviado el sapo.
"Debería dibujarlo en mi cuaderno pero...bueno ya que", dibujo a la pobre mariposa en su catálogo.
"Gracias chico, ahora quita la mucosidad entre los dedos de mis pies"
"Uh eh... ¿escuchan eso? Alguien más importante pide mi ayuda, tengo que irme ¡adiós!", se fue corriendo de la oficina.
Toadstool solo encogió los hombros antes de mirar a Toadie quien sabía qué hacer para limpiar sus pies.
"Aggh traeré la sierra", hablo Toadie con desanimo.
"Bien, uno menos, estoy traumado pero ya tengo uno", hablo Dwayne mientras caminaba por un parque, para su suerte vio a la señora Croaker jugando con su mascota, "cierto, Croaker tiene la segunda", dijo sonriendo antes de correr hacia la anciana.
La rana le lanzo algo brillante a su pequeña araña, al igual que un perro, la atrapo con su boca.
"Bien hecho Archie", felicito con cariño a su mascota.
"¡SEÑORA CROAKER!", le grito Dwayne detrás suya, casi dándole un infarto a la vieja rana.
"Cielos jovencito, no me grites así", respondió asustada.
"Perdón es que estoy muy apurado hoy y debo preguntarle algo"
"¿Si?"
"¿De casualidad no encontró una piedra brillante y que parece un diamante pero no tiene nada de valor si es que quiere venderla?"
"Oh si encontré una, Archie y yo la usamos para jugar, la tiene el ¿ves?", señalo a la araña quien tenía la gema en su boca.
Dwayne apretó los dientes y se agarró el cabello al verlo, preocupado por el estado de la gema, si se llegara a romper era muy probable que la caja no funcionaría sin ella y Anne lo notaria.
"Señora Croaker lo siento pero esa piedra me pertenece, es que la perdí hace poco, ¿podría devolvérmela? Por favor", le suplico a la señora.
"Oh por supuesto", acepto amablemente.
"¿De verdad?"
"Claro guardián, solo debes darle un beso a Archie y soltara la piedra"
"¿Archie?", pregunto con los ojos bien abiertos antes de ver a la araña, el insecto chillo hostilmente mientras veía al chico.
"¿No hay otra manera de que lo suelte?...es que no le agrado mucho"
"Tonterías claro que le gustas, solo bésalo y te dará la piedra"
"¿Y si le hago cosquillas? Quizás..."
"¡bésalo!", exigió severamente la anciana.
Dwayne suspiro y se acercó al arácnido, levanto lentamente a la araña quien chillaba de una forma agresiva, "hola Archie...¿qué tal?", pregunto nervioso al insecto.
Archie respondió con un chillido escalofriante.
"Me alegra, quieres un beso a cambio de la piedra ¿verdad?, solo no me muerdas", sudando y temblando de miedo, acerco lentamente sus labios y beso la frente del bicho. Sorprendentemente la araña reacciono soltando la gema, Dwayne la atrapo de inmediato, "guau...funciono creí que...", de pronto, Archie le mordió el brazo, "¡augh!..Bueno almenos no tiene veneno"
"Oh no si tiene", hablo la señora Croaker, "yo vacío sus sacos de veneno cada mes y se me olvido hacerlo"
"Hijo de..."
Dwayne caminaba enfermo y con el brazo inflamado, por suerte había bebido una poción de curación que llevaba para estas circunstancias, no obstante los efectos del veneno tardarían en disolverse.
El chico se apoyó con un brazo en la pared de un edificio, "dos menos quedan uwggh..." puso una mano en su boca para no vomitar, "cuatro, el tercero había terminado en...el sombrero de Wally", recordó por completo.
De pronto, como si fuera buena suerte...o mala, Wally venia caminando con la piedra en su mano, observándola con avaricia antes de entrar al edificio de donde estaba apoyado Dwayne, era una taberna de aspecto para nada agradable.
El chico respiro profundamente, preparándose para entrar, "se responsable Dwayne", dijo con determinación antes de meterse a la taberna.
Mientras tanto, en la tienda de té, en la cocina, Ivy trataba de recordar el procedimiento de fabricar el saborizante que Dwayne le había explicado.
Miro desconcertada cada poción de la caja, la única que conocía era la de humo, el resto era un enigma, "veamos...dijo que derrame primero la poción verde", vertió todo el recipiente, al hacerlo el caldero reacciono violentamente con una pequeña explosión, salpicando gotas corrosivas, "¡¿eso es normal?!", exclamo preocupada, "mmhh luego pongo...¿la mitad de este naranja?", se preguntó insegura antes de vertirlo, una calavera de humo rojo se elevó antes de desvanecerse, "bien...comienzo a pensar que esto no es un saborizante", hablo nerviosa antes de vertir la pócima azul, el caldero burbujeo bastante hasta liberar burbujas brillantes de color azul.
"Que lindas", hablo encantada por las burbujas, estaba a punto de tocar una pero, de repente, unas púas afiladas les salieron y se lanzaron a la niña, "¡aahh!", grito antes de agacharse a tiempo, evadiendo las burbujas que se incrustaron en la pared.
"¡¿cómo sobrevives a esto Dwayne?!", pregunto exaltada Ivy.
"Oh no, se me olvido decirle a Ivy que pusiera un poco de sal para que el caldero no sea muy volátil", penso Dwayne, "eeh estara bien"
El chico buscaba a Wally en la taberna, un lugar lleno de ranas intimidantes y hostiles, todas llevaban una mirada fría y nada amigable. Era como si hubiera mucha tensión en el aire.
El joven se acercó al tabernero quien estaba limpiando una taza, "disculpa ¿ha visto una rana rara que actúa extraño y dice cosas sin sentido todo el tiempo?", pregunto con detalle.
"No lo sé, se mas especifico", contesto el anfibio.
"Bueno él es tuerto y..."
"Oh si ese es Wally", lo interrumpió la rana al saber en un instante de quien se trataba, "siempre viene apostar aquí, hasta me aposto su hígado, que será mío cuando muera"
"¿En dónde está?"
"Está en la mesa de allá", señalo la mesa en donde se encontraba, "parece que encontró una gema con que apostar"
"Oh ranas", susurro preocupado Dwayne.
El mago se sentó en la mesa al lado de Wally, quien estaba jugando a las cartas con alegría.
"Oh ¿qué tal guardián?, viniste a apostar ¿eh?", le dio un codazo divertido al humano.
"No Wally escucha", respondió con total seriedad, "esa gema que encontraste es mía y realmente la necesito", hablo preocupado, "por favor dime que no la apostate aun"
"Sip"
"¡no puede ser!", exclamo angustiado el humano mientras tiraba su cabello.
"No hay de qué preocuparse guardián, casi nunca pierdo en las cartas", hablo relajado Wally.
"Le debes tu hígado al tabernero", respondió con el ceño fruncido.
"Oh pero eso fue cuando era un novato, ahora soy todo un experto"
"Ya lo veremos Wally", le hablo una rana fornida e intimidante acompañada por otras dos igual de temibles, estaban sentados en el otro extremo de la mesa, "ya era hora de que apostaras algo decente, no como tu ojo que apenas valía algo"
"Ja ja pronto tu serás quien apueste su ojo luego de que te gane varias veces Gunther", contesto Wally seguro de sí mismo.
"Lo dudo, nadie me ha ganado en el Frogker", contesto Gunther con soberbia.
Dwayne miro que la gema estaba en el medio de la mesa junto con monedas de cobre y objetos valiosos. Acerco lentamente su mano hacia la piedra pero de repente, una navaja se interpuso en el medio casi lastimando sus dedos.
"¿Qué haces niño? ¡¿Tratas de robarnos?!", pregunto furioso Gunther.
"¿Q-que? No...Solo quería...ver que apostaron por que yo también jugare", respondió Dwayne inseguro de jugar.
"¿Así? ¿Qué apostaras?"
"Apuesto un par de gem...diez monedas de cobre", puso una pequeña bolsa en la mesa.
"Mientras más mejor", respondió la rana encogiendo los hombros.
Le dieron cinco cartas al humano, las tomo para verlas y para su mala suerte tenía una combinación débil. Dwayne suspiro decepcionado, sin embargo en una mesa cercana noto que un jugador tenia cartas muy buenas.
El chico sonrió y golpeo bajo la mesa con su pierna derramando la cerveza de Gunther y sus amigos, "ups lo siento es que tengo piernas largas", mintió fingiendo torpeza.
"Solo fíjate de no mover la mesa", dijo molesto Gunther antes de inclinarse para levantar su bebida.
Dwayne aprovecho ese momento de distracción para mover sus cartas haciéndolas levitar e intercambiándolas por la del jugador de la otra mesa, por suerte estaba distraído conversando con sus amigos.
"Barry es tu turno", le hablo una rana al jugador.
"Ja miren y lloren", respondió entusiasta antes de revelar sus cartas a todos.
Sus oponentes lo miraron con incredulidad y confusión.
"¿No sabes jugar verdad?"
"Ja ja parece que gano esta ronda muchachos", hablo Gunther muy confiado de sus cartas, "apuesto 15 monedas de cobre más", deslizo las monedas al centro, esto provoco inseguridad a los demás de si arriesgarse o no.
"Me retiro", contesto su compañero.
"Yo también", dijo su otro amigo.
"No tan rápido Gunther, ¡poker!", exclamo alegre Wally mientras revelaba sus cartas, eran cuatro cartas iguales de F y una reina.
"Je je nada mal Wally", dijo Gunther admirando las cartas del tuerto.
"¿Lo ves guardián? Soy todo un experto", dijo orgulloso Wally, acercando su mano a la gema.
"¡pero vuelves a perder!", espeto la gran rana antes de mostrar sus cartas, "¡escalera de color!", eran cinco cartas consecutivas del 4 al 8 y del mismo color, "como era de esperarse vuelvo a ganar", Gunther se acercó al botín pero Dwayne lo detuvo.
"Oh no ganaste porque yo tengo ¡escalera de color real!", el humano golpeo sus cartas contra la mesa revelando su combinación, era un 10, una J, un nenúfar, una reina tritón y un rey tritón que se parecía bastante a Andrias.
Todos jadearon de asombro y aplaudieron por su jugada.
"Gracias gracias ahora me llevare esto", Dwayne acerco su mano hacia la gema otra vez.
"Buena jugada guardián", lo felicito Wally.
"Si si gracias Wally"
"Inteligente estrategia la tuya de intercambiar cartas con el tipo de esa mesa", comento el tuerto, inconsciente de que eso era trampa y que lo expuso ante todos.
"¡Wally!", exclamo molesto Dwayne.
"¿Intercambiar? ¡¿Hiciste trampa niño?!", pregunto furioso Gunther mientras el y sus amigos se levantaban de la mesa y se acercaban hostilmente, "¿te atreves a engañarnos?", pregunto con un gruñido.
"N-no yo yo no...", tartamudeo el chico.
"Hey ¿es verdad lo que dijo ese loco?", pregunto Barry, quien le había robado sus cartas, "¿te robaste mi jugada?", pregunto enojado antes de acercarse también al humano.
Dwayne se encontraba ahora mismo en un aprieto, las ranas furiosas y agresivas lo miraban con el ceño fruncido, esperando una respuesta del chico, "es que yo eeh...", se detuvo al ver a un camarero llevando una bandeja de cervezas, de inmediato se le ocurrió una idea, "¡PELEA EN EL BAR!", grito antes de golpear al camarero.
En lugar de una respuesta violenta todos jadearon de sorpresa al ver esto, muchos lo miraron con decepción y vergüenza por lo que había hecho.
"Oye chico no toleramos los abusivos aquí", hablo el tabernero señalando un cartel que decía "nada de abusivos", "¡FUERA DE MI BAR!".
Dwayne y Wally fueron lanzados y echados del lugar.
"No aceptaremos el dinero de unos tramposos matones", hablo disgustado Gunther antes de tirarle la bolsa de monedas y la gema.
Dwayne solo quedo desconcertado por este inesperado resultado, "mmh que raro"
"¿Quieres que apostemos en otro lado?", le pregunto Wally con un guiño, recogiendo la gema del suelo.
"¡NO!", contesto molesto el humano antes de arrebatarle la piedra.
De nuevo en la tienda de té, Ivy terminaba de preparar el saborizante luego de haber pasado por todos los peligros químicos en el proceso. Solo quedaba agregarle un poco de tierra abundante al caldero.
"Lo último era...tierra abundante", dijo Ivy antes de mirar un soporte de tubos transparentes que contenían distintos ingredientes cada uno, miro detenidamente los tubos debido a que no sabía cuál era el que tenía la tierra, "¿cuál será?, ¿tú sabes cuál?", le pregunto a la ilusión de Dwayne que sonría, obviamente no respondió.
"Niños ya volví", dijo Felicia desde el comedor, quien acaba de volver con los elementos para preparar su te de loto.
Ivy abrió los ojos de sorpresa, su madre volvió antes de lo esperado, sin tiempo para pensar tomo cualquier tubo y echo su contenido al caldero, inconsciente de que era el ingrediente equivocado.
"Hola hija", saludo su madre entrando a la cocina, "gran trabajo al limpiar la tienda"
"No hay de que mama", respondió nerviosa Ivy, sonriendo forzadamente.
Felicia dirigió su mirada a Dwayne, "y supongo que terminaste el saborizante Dwayne", le hablo a la ilusión, la mujer se desconcertó por su sonrisa y por su silencio, "¿Dwayne? ¿Por qué sonríes?"
"Es que esta alegre de que hayas vuelto", contesto Ivy.
"¿Enserio? ¿Incluso antes de que llegara?", pregunto Felicia arqueando una ceja.
"Es que ya presentía que estabas viniendo por su...magia, ya sabes esas cosas místicas", mintió la niña.
"¿Pero por qué esta tan callado?", pregunto mirando a "Dwayne" con los ojos entrecerrados.
"Dwayne ya termino la poción de sabor mira", llamo la atención de su madre evitando que descubra la ilusión.
"Oh perfecto", dijo contenta, aunque no podía evitar notar que el líquido se veía bastante extraño y burbujeaba demasiado, "¿es normal que se vea así?"
"Súper normal...si", contesto insegura la niña, dudando si elaboro correctamente la poción, "¿verdad Dwayne?", le pregunto a la ilusión que no respondió, "dijo que si"
"Pues yo no escuche que haya dicho al..."
"Mama ¿por qué no me muestras como se hace el té de loto?", la interrumpió Ivy.
"¡Oh hija! ¿Estas interesada en el té?", dijo emocionada su madre.
"Jeje me atrapaste ma", mintió con el sudor en la frente, "pero por que no me lo muestras en mi habitación para que sea más personal, entre madre e hija y especialmente lejos de Dwayne"
"Claro querida", acepto encantada su madre, "veras él te de loto lo inventaron tritones de tierras orientales, experimentaban con plantas y cultivos para buscar un nuevo sabor", le conto la historia con deleite mientras subían por las escaleras.
Ivy suspiro aliviada de poder distraerla un poco más, cubriendo la ausencia de Dwayne quien aún no había vuelto, "apresúrate Dwayne", susurro la niña.
Mientras iban a la habitación, el caldero burbujeaba y temblaba sin parar, entre las burbujas, dos ojos brillantes de color verde se manifestaron de repente.
Dwayne caminaba por el pueblo buscando las gemas que les faltaba, "ok ya tengo tres solo me falta la mitad, pero ¿dónde estarán?", se preguntó con una mano en la barbilla.
De pronto, recibió un leve golpe en la cabeza por el extremo de una tabla de madera cargada por Loggle, "ups lo siento guardián, no es fácil de llevar esto"
"Si no hay problema Leopol...", se detuvo al ver una gema colgando del cuello del ajolote, resulta que lo tenía como un collar.
"Nos vemos guardián", se despidió el anfibio antes de entrar a la carpintería.
"No sé si llamarlo buena suerte o maldición", comento Dwayne, debido a que encontraba las gemas pero no en circunstancias simples.
Dwayne entro al lugar y lo primero que vio fue a Loggle cortando la tabla de madera con un hacha en su mesa de trabajo.
"Hey Loggle", le hablo Dwayne.
"Hola guardián, ¿hay algo que pueda hacer por ti?", pregunto amablemente.
"En realidad si, esa gema que tienes en tu collar...es mía lo había perdido hace un momento", le explico al ajolote, "y de verdad la necesito porque es importante para mí, ¿podrías devolvérmela? Por favor", pregunto cordialmente.
"Por supuesto que..."
Dwayne sonrió al creer que el anfibio aceptaría, acerco lentamente su mano a la piedra.
"No", término su oración el ajolote antes de ensartar bruscamente un hacha en la mesa, interponiéndose entre su collar y la mano de Dwayne.
"Ah ¿qué? ¿Por qué?", pregunto desilusionado el mago.
"Por qué dejo de ser tuya cuando la perdiste y ahora es mía al encontrarla", explico Leopoldo mientras sacaba un viejo libro de leyes de Wartwood, "es la ley número 16 de nuestro pueblo"
"¿Que? Déjame ver", el chico tomo el libro y leyó la regla mencionada, decía "cualquier objeto perteneciente a un dueño dejara de ser suyo al ser extraviado, y la persona quien lo encuentre primero pasara automáticamente a ser suyo",
Dwayne frunció el ceño por lo absurdo que era la regla, "esto es ridículo", cerro el libro y noto en la tapa que esas leyes fueron hechas hace un siglo, "además estas leyes son de hace un siglo, fueron cambiadas hace dos décadas"
"Lo siento guardián pero yo seguí esas leyes desde que nací y será así hasta el fin de mis días", hablo firmemente.
El mago hizo los ojos en blanco y suspiro, "bien pagare por la gema, toma", le ofreció una bolsa de monedas y otra vez extendió su mano hacia la piedra.
Sin embargo, Leopoldo se interpuso con su hacha de nuevo, "no, lo siento no está a la venta"
"¿QUE?", grito preocupado, "Leopoldo por favor de verdad la necesito de vuelta", le suplico el humano, "no hay una manera de que me la devuelvas"
"Claro que...si"
"Diablos pensé que ibas a decir que no", dijo aliviado Dwayne mientras se quitaba el sudor de la frente.
"Y la única manera es..."
"¡Ganándome en cortar la mayor cantidad de troncos!", dijo entusiasta el ajolote, él y Dwayne estaban en el bosque con una pila de troncos para cada uno, Leopoldo coloco tres troncos, uno encima del otro, en la base cortada de un árbol.
"¿En realidad es necesario esto?", pregunto inseguro el humano, "nunca he cortado troncos y la fuerza no es mi especialidad sino la de Brennet", le mostro sus delgados brazos al anfibio.
"Es esto o no hay gema guardián"
"¿Almenos puedo usar magia?"
"Por supuesto que...no"
"Ya sabía que dirías no antes de terminar", dijo decepcionado el chico.
"Yo comienzo", Loggle giro varias veces su hacha y dio un gran salto, levanto su hacha hasta encima de su cabeza y en un solo aterrizaje corto los tres troncos a la vez como si fueran papel, "Ja ja tu turno guardián"
Dwayne se quedó mirando con la boca y los ojos bien abiertos, definitivamente no sería fácil ganarle, "estoy frito", susurro con una voz quebrada.
"¿Cuantos troncos quieres? ¿Tres o cuatro?", Pregunto cortésmente el ajolote, aunque parecía que se burlaba del humano.
"Mejor solo uno"
"Muy bien"
"Está bien, tu puedes Dwayne", se motivó a si mismo mientras tomaba el hacha, "¡prepárate para ser cortado tronco!", hablo con energía, alzo su hacha, con sus dos manos, la puso en posición de ataque y con toda su fuerza y la gravedad de su lado descargo un fuerte hachazo.
Sin embargo, todo ese esfuerzo fue en vano debido a que solo hizo un decepcionante corte de poca profundidad, ni siquiera llegaba a la mitad. El silencio incomodo abundo en ese momento.
"He visto muchos cortes vergonzosos pero este es deprimente", comento con neutralidad Leopoldo.
"Espera espera solo estoy calentando", el chico agarro el mango del hacha, para su sorpresa había quedado atascada en el tronco, la jalo varias veces con fuerza pero fue inútil, "vamos despégate", dijo molesto mientras tiraba con fuerza el hacha. Involuntariamente, logro separar el hacha del tronco, pero al haberla forzado hacia arriba, arrojo muy alto el tronco y cayó encima de la cabeza de Leopoldo.
"¡AUGHH!", grito de dolor antes de quedar inconsciente.
Una vez más el silencio invadió el momento con Dwayne mirando al inconsciente ajolote.
"Eehh...supongo que ¿gano?", pregunto mientras le quitaba la gema al anfibio, "¡lo siento!", exclamo antes de irse corriendo.
Otra vez en la tienda, Ivy y Felicia bajaban de las escaleras con él te de loto en una bandeja de metal, "fue lindo haber compartido este momento de madre e hija Ivy", dijo emocionada Felicia, "pero Albus llegara dentro de poco así que hay que prepararnos", llevo la bandeja dirigiéndose a la cocina.
La niña se alarmo de inmediato y se metió en medio de su camino, "espera mama ¿por qué...no me cuentas más historias sobre él te?", pregunto con una curiosidad disimulada, buscando distraerla.
"Ivy me encanta que estés realmente interesada por él te como yo pero hay que trabajar", movió a su hija del camino y entro a la cocina, puso la bandeja con él te en la mesada, muy cerca del caldero.
El ser de ojos verdes dentro del caldero, miraba y oía a la mujer sin que ella se diera cuenta.
"Luego de que el arrogante Albus pruebe todo nuestro repertorio, quedara con la boca cerrada cuando beba nuestro te especial, el quejumbroso no tendrá nada malo que decir, ja", hablo orgullosa y confiada Felicia.
El ente abrió los ojos por completo al escuchar eso, como si hubiera tomado esa declaración como algo de suma importancia.
"Dwayne ¿quieres hacer el honor de añadir el saborizante al te?", pregunto sonriendo al chico, pero de nuevo no recibió ni una respuesta por parte de él.
"Eh...Dwayne dijo que quiere que lo hagas tu", respondió Ivy.
"¿Por qué hablas por el?", pregunto su madre, comenzando a sospechar, "¿y si hablo entonces porque sus labios no se movieron?"
"Por qué...su especie es capaz de hablar sin mover los labios", le contesto con otra mentira.
A Felicia no le convencía esa respuesta, ya era sospechoso que Dwayne no haya movido ni un musculo desde que ella llego y que no emitiera ni un sonido era bastante extraño.
La mujer se acercó a la ilusión y la miro detenidamente, "Dwayne ¿vas a ayudar o no?", acerco su mano al rostro del falso Dwayne, al apenas tocarlo se hizo humo por completo.
Felicia frunció el ceño al enterarse del engaño, miro a su hija en busca de una respuesta, "¿Ivy hay algo que debas decirme?", pregunto severamente con los brazos cruzados.
"Eeh...¿Dwayne era un producto de nuestra imaginación todo este tiempo?", respondió con otra mentira improvisada, como un último intento para engañarla.
Obviamente su madre no le creyó y frunció aún más el ceño.
De vuelta con Dwayne, el chico volvió al pueblo luego de "ganarle" a Leopoldo en el bosque y conseguir la cuarta gema.
Aunque ya había conseguido más de la mitad de las piedras, el tiempo no le favorecía debido a que estaba atardeciendo y la hora de la merienda se acercaba, lo que significaba que Albus vendría a la tienda dentro de poco.
"Quedan dos gemas pero debo apresurarme", dijo preocupado Dwayne, camino con apuro por todo el pueblo buscando las gemas faltantes, "¿dónde están?"
Detuvo su caminata al ver a Maddie trabajando con su caldero al lado de la panadería de su padre. Dwayne confiaba lo suficiente en ella como para contarle su situación y pedir su ayuda.
El chico se acercó a la niña, "Maddie necesito tu ayuda", le hablo siendo directo.
"Un hola vendría bien primero", contesto con neutralidad la rana.
"Ah perdón, hola"
"Hola"
"¡necesito tu ayuda!", exclamo exaltado el humano.
"¿Qué es lo que sucede?"
"Anne me encargo de cuidar un objeto muy valioso para ella, y ese objeto tenía unas gemas", le conto el joven, "el problema es que..."
"Las perdiste por todo el pueblo ¿verdad?", lo interrumpió adivinando su problema.
"Exacto...espera ¿cómo sabes que las perdí por todo el pueblo?"
"Por qué encontré una hace poco"
"¿Enserio? ¿Y La tienes ahora mismo?"
"Ese es el problema no sabía que era, así que se las di...aghh a mis hermanas", dijo con disgusto.
"¿Tienes hermanas?", pregunto sorprendido el chico.
"Nos conocemos hace dos meses ¿y no lo sabias?"
"Creí que eras hija única... y siendo sincero también huérfana antes de conocer a tu padre", respondió con honestidad.
Maddie solo hizo los ojos en blanco, "vamos a hablar con mis hermanas"
Dwayne y Maddie se encontraban en la puerta de la habitación de sus hermanas.
"Escucha, Rosemary, lavanda y Ginger son hiperactivas, les encanta jugar y han jugado con tu gema un buen rato", le conto Maddie.
"¿A que jugaron?", pregunto curioso y preocupado a la vez.
"Ya verás", respondió Maddie antes de abrir la puerta.
Al abrirla lo primero que vieron fue a tres renacuajos pasándose la gema entre sí como si fuera un balón.
"Atrápala Ginger", dijo una antes de arrojarla a su hermana.
"La tengo", la atrapo Ginger, "tu turno rose", se lo lanzo a su tercera hermana.
Rosemary la agarro con sus dientes, "atrapado"
"¡eso es!"
"¡Buena atrapada!"
Vitorearon los renacuajos, todo esto mientras Dwayne observaba con los ojos bien abiertos, preocupado por la integridad de la gema
"Miren es Maddie", dijo Rosemary.
Las hermanas se acercaron a su hermana mayor, "¿vienes a jugar con nosotros?", pregunto alegre Ginger
"No, él es Dwayne y esa gema que tienen es de él, la perdió por ser irresponsable y la necesita urgentemente", les explico la situación la niña.
"Oye ahora estoy siendo responsable en arreglar mi error", dijo Dwayne tratando de justificarse.
"¿Te refieres a esta piedra?", pregunto Rosemary antes de escupir la gema.
"Si esa, y les agradecería que me la devolvieran", contesto Dwayne.
"Mmmhhh", tarareo el trio de renacuajos, se juntaron para conversar en privado.
"¿Que están haciendo?", pregunto el chico a Maddie.
"Prepárate, seguramente están pensando en algún tonto juego", respondió Maddie, conocía bien a sus hermanas como para saber que estaban planeando.
Las hermanas se separaron y miraron al humano con una sonrisa, "puedes quedarte con la gema", dijo Ginger.
"Oh gracias niñas yo..."
"Pero...", interrumpió Rosemary, "solo si juegas con nosotras..."
"¡A las escondidas!", espeto Lavanda.
"Oh bueno...no tengo tiempo para jugar", contesto con sinceridad Dwayne, "¿y si me dan la gema ahora y juego con ustedes mañana?"
"No", contesto Ginger
"¿Qué tal unos dulces a cambio..."
"No", negó Rosemary.
"Y si tal vez podamos..."
"No", dijo Lavanda.
"Ni siquiera saben lo que estaba a punto de..."
"¡no!", exclamaron las tres.
"Está bien jugaremos", acepto el chico a regañadientes.
"¡yeeey!", exclamaron contentas antes de salir de la habitación saltando con alegría.
"¿Algún consejo para encontrarlas?", preguntó Dwayne a Maddie.
"Si, les encanta esconderse en lugares peligrosos", respondió con descontento, "buena suerte"
Dwayne estaba apoyado de cara en la estatua del pueblo, las hermanas habían elegido jugar en el centro del pueblo.
"28,29 y 30 listo o no aquí voy", dijo Dwayne antes de darse vuelta, miro por todos lados por si veía un rastro de ellas, "sé que esto es trampa pero no tengo tiempo", el chico saco una pequeña bolsa que tenía un polvo brillante de color amarillo, tomo una pizca y lo lanzo al suelo. El polvo se dispersó en humo y revelo las huellas de las hermanas, aunque solo eran manchas redondas debido a que no tenían pies. Las huellas encaminaban a distintas direcciones, Dwayne eligió el de la izquierda.
Siguió las manchas hasta la entrada del granero de arañas, lugar donde, los delincuentes o deudores pagan sus crímenes recolectando huevos de los arácnidos, "tienes que estar bromeando", dijo asustado Dwayne.
Entro lentamente al oscuro granero, pisando suavemente el suelo de madera, por suerte las arañas estaban dormidas así que no notarían su presencia.
Siguió con cuidado las huellas hasta que terminaron en una pila de heno. Al principio Dwayne se desconcertó, pero luego movió todo el heno hasta finalmente encontrar a la primera hermana quien era Ginger.
"Ja te encontré", susurro el chico.
"¡felicidades!", exclamo en voz alta la renacuajo, despertando a las arañas.
"Diablos", dijo Dwayne con los ojos bien abiertos mientras veía como las arañas se acercaban.
Un minuto después, el humano logro salir del granero con Ginger entre sus manos, el joven estaba lastimado y adolorido.
"¿Tú tienes la gema?", pregunto a Ginger.
Ella respondió escupiéndole en la cara, significando que no tenía la gema en su boca.
"Un no hubiera estado bien", respondió disgustado el chico.
Luego siguió las huellas de la segunda hermana, el rastro lo llevo hasta la valla de madera de un corral de vacas gusanos, las manchas atravesaban la valla así que no tenía otra opción que meterse al corral.
Las vacas gusanos no eran agresivas a no ser que las provocara, así que no había problema caminar entre ellas.
"Vamos, ¿dónde estás?", dijo Dwayne mientras seguía las manchas antes de que acabaran al lado de un gusano toro que dormía plácidamente.
"Oh no me digas que te comió un gusano toro", hablo preocupado el humano mientras buscaba al renacuajo por todo el cuerpo del animal.
Abrió lentamente la boca del gusano y al fin encontró a quien buscaba, era Rosemary.
"¡Estupendo! me encontraste", dijo alegre antes de saltar a las manos del humano, sin embargo Dwayne tuvo que reaccionar rápido para atrapar a la niña y soltar rápidamente la boca del gusano toro, provocando que se cerrara fuerte y despertara al gusano. El animal gruño ferozmente antes de levantarse.
"Lindo gusano, yo solo...me iré por allá", señalo con el pulgar Dwayne antes de empezar a correr.
El gusano procedió a avanzar a toda velocidad hacia el humano, inclino su cabeza con los cuernos al frente, buscando ensartarlo.
Dwayne de inmediato trepo la valla, con Rosemary encima de su cabeza, y de inmediato salto antes de que el gusano chocara contra la cerca e incrustara sus cuernos en ella.
El chico respiro intensamente de miedo, por poco era agujereado por ese violento animal.
"por favor, dime que tú tienes la gema", le hablo a Rosemary.
Ella también lo escupió en la cara como respuesta a su pregunta. El chico solo suspiro decepcionado.
El chico continúo su búsqueda siguiendo el rastro de la última hermana. Para su sorpresa, las huellas lo llevaron hasta una cubeta de madera con agua.
Dwayne metió su mano ahí y saco al último renacuajo quien era Lavanda.
"Jajaja me encontraste", hablo divertida.
"Si, yo gano ¿tienes la gema?", pregunto Dwayne.
Lavanda respondió escupiendo la gema, el chico la atrapo al instante.
"¡perfecto!", dijo el chico, "aunque es raro que esta vez te hayas escondido en un lugar no tan peligroso..."
"¡OIGAN!", grito alguien. Lavanda y Dwayne desviaron su mirada hacia donde provenía el grito.
Resulta que era Polly, "¡APARTENSE DE MI CUBETA USURPADORES!", grito enojada mientras sacaba un palo para amasar.
"¡AAAHHH!", gritaron ambos antes de huir por sus vidas.
Aunque fue peligroso y nada fácil, por fin consiguió la quinta gema. Ahora solo quedaba encontrar la última, razón por la que volvió a buscar por todo el pueblo.
Camino con toda prisa con la esperanza de encontrar la piedra lo antes posible, sin embargo, se detuvo de repente al ver a un tritón verde caminando hacia una dirección. Ese tritón era Albus y se dirigía directo a la tienda de té.
"Hola señor Duckweed", lo saludo una rana morada
"Hola", respondió con seriedad.
"he oído que ira a la tienda de la señora Sundew para juzgar su te"
"Así es, justo iba para allá"
"Ay no", dijo preocupado Dwayne quien estaba observando la conversación a lo lejos.
"Esperare con ansias su reseña", hablo contento la rana, "nunca estuve seguro de visitar ese lugar"
"No tenga expectativas de ahí, yo ya fui a la mañana y su desempeño fue decepcionante", hablo con desagrado.
Dwayne frunció el ceño al escuchar ese comentario negativo, denigrando el trabajo de Felicia.
"Confiare en mi piedra de la suerte en que mis expectativas estén equivocadas", dijo mientras sacaba de su bolsillo la última gema que Dwayne buscaba.
El chico abrió los ojos por completo, definitivamente esto se había complicado aún más.
Albus le dio un beso a la gema antes de guardarla, lo llevaba como si fuera un amuleto, "nos vemos", despidió a la rana morada antes de caminar hacia a la tienda.
"Si, esto es una maldición", comento angustiado Dwayne.
El tritón entro a la tienda, lo primero que noto fue lo limpio e impecable que estaba la tienda gracias a Ivy.
"Hola Albus", lo saludo Felicia, erguida y con los brazos detrás de su espalda, "por favor siéntese", dijo cordialmente.
"Muy bien, ¿tiene todo preparado?", pregunto mientras tronaba sus dedos.
"Si, y empezaremos con él te de jengibre", coloco él te en su mesa.
"Aahh entiendo, enmendando su gran error", se burló el tritón antes ponerle azúcar a su taza.
Felicia solo hizo los ojos en blanco, aguantando los comentarios del crítico, "volveré con todo el menú"
"Como sea", respondió desinteresado.
Una vez que Felicia se fue a la cocina, Albus tomo la taza apunto de beberla, pero de golpe, alguien abrió bruscamente la puerta asustando a Albus quien casi derrama su taza.
Ese alguien era Dwayne, "hola señor Duckweed", saludo rápidamente el muchacho.
"Ah eres tú", respondió el tritón, "¿no se supone que deberías estar trabajando con Felicia?",
Pregunto curioso.
"Si y...es que parte de mi trabajo es hacer que se sienta cómodo", mintió el chico antes de agarrar la silla de Albus, "déjeme acomodar su silla", acerco al tritón a la mesa mientras discretamente metía su mano a uno de los bolsillos de su abrigo, por desgracia ese bolsillo no tenía la gema.
"Si si que amable", hablo sarcásticamente el anfibio antes de sujetar su taza para beberla.
Pero Dwayne se le acerco repentinamente a él, "oiga eh... ¿por qué no cuido su abrigo?", tiro de su abrigo con la intención de quitársela y revisar sus bolsillos. No obstante, Albus lo aparto de inmediato.
"No toques mi ropa fue hecha por la única sastrería de este pueblo...y la cual está en bancarrota por mi mala reseña", comento con honestidad.
"Si pero él te está caliente y con ese abrigo tendrá calor", respondió el chico antes de jalar la manga de su chaqueta.
"Tengo sangre fría niño", contesto molesto mientras luchaba por impedir que el humano le quitara su abrigo, "¡déjame en paz!"
"Yo cuido su abrigo, insisto", dijo el chico, jalando con fuerza.
"¡DWAYNE!", se detuvo el chico al escuchar su nombre, miro a la persona quien lo habia llamado.
Era Felicia, quien estaba completamente enojada y miraba al niño con el ceño fruncido. A su lado estaba Ivy, avergonzada y mirando hacia abajo.
El silencio incomodo invadió a todos en ese momento. Albus ladeo con los ojos entre el chico y sus amigas, "¿tensión que genera incomodidad en los clientes?...eso ira a mi reseña", comento antes de escribir en su hoja.
"Lo lamento señor Duckweed", se disculpó cortésmente Felicia, "es que Dwayne aún no sabe interactuar adecuadamente con los clientes", miro con desaprobación al joven, coloco una bandeja con el resto de tés en la mesa, "aquí esta todos los tipos de té, llámenos si nos necesita", agarro el brazo de Dwayne y lo llevo a la cocina.
El tritón verde solo encogió los hombros y procedió a beber su te.
En la cocina, Felicia miraba decepcionada al joven, "no puedo creer lo que has hecho Dwayne", hablo severamente, "te pedí que seas responsable en cumplir tu tarea y te vas así nada más"
"Lo siento señora Sundew yo..."
"Aún no he terminado", lo interrumpió la mujer, "lo peor es que metiste a Ivy en esto y la obligaste hacer el saborizante y a mentirme por ti", señalo a su hija, "creí que habías entendido lo importante que era esto para mí, pero parece que...simplemente no te importa", hablo dolida.
Dwayne estaba apenado por todo lo que había dicho Felicia, lo menos que quería era perjudicar a los Sundew, eran como su familia y haberlas abandonado en el momento que más lo necesitaban era injusto y desagradecido.
"Lo siento señora Sundew", contesto arrepentido el chico, "es que yo..."
El ruido del caldero temblando descontroladamente lo interrumpió, no paraba de burbujear y escupir humo. Todos miraron sorprendidos al recipiente metálico tambaleando sin parar, hasta que la sustancia dentro del caldero emergió tomando la forma de un torso delgado con brazos largos y una cabeza sin cuello, sus ojos verdes se encendieron. Su cuerpo era líquido transparente de color marrón y salpicaba gotas sin parar.
Los Sundew al igual que Dwayne se estremecieron ante esto.
"Ivy...¿qué le pusiste al caldero?", pregunto preocupado Dwayne.
"Las pociones y los ingredientes que me dijiste...creo", respondió desconcertada por lo que estaba viendo.
"¡Oigan! ya termine de probar todo el repertorio", dijo Albus desde el comedor, "estoy esperando su te especial"
El ser ladeo un poco su cabeza para ver al tritón sentado en la mesa.
"Albuuuuus", hablo el ente, su voz era grave y el modo de hablar era como el de un zombi, desvió su mirada hacia él te de loto y metió su mano en la taza.
"¡mi te especial!", exclamo Felicia.
La mano del ser absorbió el té por completo, todo su brazo se tornó de color verde al hacerlo parte de él. Miro hacia al grifo del lavaplatos y se metió sin problemas gracias a su cuerpo acuoso.
"¿A dónde fue?", pregunto Ivy.
Su pregunta fue respondida por los fuertes sonidos metálicos de las cañerías en las paredes.
Mientras tanto, Albus esperaba impacientemente golpeando su dedo contra la mesa. De repente, levanto la cabeza y miro hacia arriba al escuchar intensos ruidos de algo rompiéndose en el techo. Una tubería rota se desprendió de arriba.
"Esta tienda se cae a pedazos", comento con disgusto Albus, por curiosidad decidió acercarse a ver detenidamente el caño roto. Pero de pronto, de ese mismo caño, un potente chorro de líquido marrón lo golpeo y rodeo todo su cuerpo inmovilizándolo por completo, por suerte su ropa lo protegía de quemarse del agua hirviendo del que estaba hecho el ente.
El ser se reformo en frente de Albus y levanto su brazo verde, "bebeeeee", dijo mientras arrimaba su brazo hacia el tritón.
"Felicia tiene empleados muy extraños", dijo asustado y critico a la vez antes de que él te del brazo se derramara en su boca, quemando su paladar.
"Tiene a Albus y lo está obligando a beber mi te", dijo preocupada Felicia, mirando como el crítico era sometido por ese ente.
"Pero ¿por qué el?", pregunto la niña rana.
Dwayne reviso el soporte de tubos de ingredientes y noto que uno estaba vacío, leyó la etiqueta que decía "tierra viviente", "¡Ivy era tierra abundante no tierra viviente!", exclamo exaltado, "esta tierra se usa para hacer golems y se les da una orden después de crearlos"
Felicia jadeo al escuchar eso, recordó lo que había dicho antes sobre que Albus bebiera su te de loto, "hace poco dije que Albus quedaría con la boca cerrada al probar mi te especial"
"Pues parece que el golem escucho eso y lo tomo...muy literal", comento el chico mientras veía al pobre tritón quemarse la boca por el té caliente, "es una especie de...golem de té"
"¿quién crees que tiene la culpa?", le pregunto Felicia con el ceño fruncido, sabiendo muy bien cuál era la respuesta.
"¿ivy?", respondió el chico.
"¡Dwayne!", espeto molesta su amiga.
"Está bien es mi culpa", el chico suspiro apenado, "yo me fui porque debía examinar algo que es valioso para Anne y lo perdí", hablo avergonzado, "creí que podia encontrarlo antes y luego ayudarte con la tienda, pensé que podía resolver las dos cosas a la vez pero...no, fui irresponsable", dijo con la cabeza abajo.
"Si eso fue irresponsable", dijo la mujer con una mirada comprensiva, "si quieres ser responsable debes ordenar tus prioridades primero, para así ayudar"
"Lo lamento, lo arruine todo ¿no es así?"
"No del todo, aún estamos a tiempo para salvar a Duckweed y detener a esa cosa", hablo con determinación la rana, "dime ¿quieres ser responsable en arreglar tu error?"
"Lo seré", respondió el chico, completamente decidido a solucionar el problema.
"Muy bien", dijo Felicia, "puedo tolerar las irritantes criticas de Duckweed, pero lo que no puedo tolerar es que alguien se meta con mis clientes en mi tienda", hablo con firmeza, "niños, acabemos con esa cosa"
"Claro que sí", respondió Ivy con una sonrisa, chocando su puño contra su mano.
"¡A la carga!", exclamo entusiasta el mago antes de tomar su báculo.
Duckweed sufría al sentir su lengua quemarse por el agua hirviendo del te, debido a que el golem no paraba de derramarla sobre su boca. Hasta que Albus le hizo un gesto de que parara.
"¿Podrías...ponerle...azúcar?", le pregunto adolorido.
El golem se encogió de hombros y absorbió los cubos de azúcar de la mesa con su brazo.
"Gracias", agradeció Albus antes de que otra vez le sirviera el agua sobre su boca.
"¡Oye Golem!", lo llamo Felicia.
El golem se detuvo y desvió su mirada hacia la mujer rana.
"Te ordeno que te detengas y liberes a Albus", demando Felicia.
"Ordeeeeen inacabadaaaa", respondió el golem antes de apuntar con su otro brazo a Felicia y a los niños, disparo un potente chorro de agua hirviendo.
"¡cubranse!", les dijo Felicia a los niños, los tres saltaron hacia un lado y voltearon una mesa para cubrirse del fuego, "Dwayne ¿por qué no me hizo caso?"
"Por qué los golem no se detienen hasta que terminen su tarea", explico el mago, "no se detendrá hasta que su brazo de té se acabe"
"Debemos apartarlo de Albus", dijo la mujer, observando al golem desde la mesa mientras pensaba en un plan.
Ivy abrió sus ojos por completo cuando se le vino una idea, "ya sé, Dwayne podría arrojarme hacia Albus y así separarlo del golem"
"¿Pero no te quemarías con el agua?", le pregunto su madre.
Ivy tomo el mantel de la mesa y la envolvió alrededor de su cuerpo, "esto me protegerá",
Felicia asintió de acuerdo, "yo llamare su atención, a mi señal", tomo una bandeja redonda del suelo.
"Oye Ivy", susurro Dwayne, "Albus tiene una gema en uno de sus bolsillos, esa es la cosa que perdí necesito que se la quites"
"Entendido", contesto la rana.
"¡ahora!", dijo Felicia antes de alejarse de la mesa y colocarse enfrente del golem, "hey por aquí".
El golem disparo de nuevo pero Felicia se escudó con la bandeja, protegiéndose del agua hirviendo. Como el golem estaba distraído, Dwayne aprovecho para pararse detrás de la mesa con Ivy entre sus manos, "¿lista?", le pregunto a su amiga.
"Lista", respondió con determinación.
"¡allá va!", exclamo el chico antes de arrojar a Ivy con todas sus fuerzas.
Ivy fue arrojada directamente hacia Albus, el lanzamiento fue lo suficientemente fuerte como para atravesar todo el cumulo de agua que tenía aprisionado a Albus, atrapando y separando al tritón del golem. Ambos chocaron contra la pared pero estaban bien.
"Eeeeeehhh?", reacciono confundido el golem al percatarse que su objetivo estaba lejos de él.
Felicia tomo ventaja de su distracción y lanzo con rapidez la bandeja hacia su brazo de té, cortando limpiamente su extremidad.
Dwayne no dudo en reaccionar y con su báculo disparo una ráfaga de hielo al monstruo, congelándolo de abajo hacia arriba, solo su cabeza estaba libre, "¡ahora señora Sundew!"
La mujer asintió y dio un gran salto antes de dar una patada al cuerpo congelado del golem, destrozando por completo el hielo.
La cabeza acuosa del golem cayó al suelo, "fataaaaal", fue su última palabra antes de que su rostro se disolviera.
"¡Wooow! increíble patada señora Sundew", dijo impresionado Dwayne.
"No soy sola una experta en te, Dwayne", contesto la mujer con una sonrisa de orgullo.
Ambos escucharon el gemido de dolor de Albus y fueron a ayudarlo, Ivy lo ayudo a levantarse.
"Señor Duckweed, por favor perdóneme", se disculpó Felicia, "tuvimos un problema que se salió de control y usted fue perjudicado, comprenderé su enojo y la mala reseña que vaya a escribir", hablo apenada.
"¡no! ", espeto Dwayne, "señor Duckweed todo esto fue mi culpa, tenía que hacer mi trabajo y no lo hice...fui irresponsable y por eso fue sometido por ese golem", confeso arrepentido el joven, "por favor no juzgue a Felicia y a su tienda sino a mí por ser un mal empleado", le suplico al crítico.
Sin embargo, Albus reacciono con una ceja arqueada, "¿de qué están hablando?...eso fue ¡extraordinario!", exclamo alegre.
"¿QUE?", preguntaron los tres al unísono.
"¿golems que interactúan contigo y te sirven el té a la boca?, eso es innovador y fascinante...aunque si fue un poco brusco la verdad", dijo con honestidad, "pero el sabor de ese te especial tuyo Felicia fue una caricia al paladar, casi ignore el dolor de ser quemado por el agua caliente", hablo satisfecho, "también su repertorio fue excelente, sin duda tendrán una buena reseña"
"¿De verdad?", pregunto contenta Felicia.
"Claro...pero solo tendrán cuatro estrellas porque su amigo no dejaba de tocar mi abrigo", dijo resentido antes de irse de la tienda.
"¡lo hicimos!", exclamo alegre Ivy.
"Así es niños", dijo emocionada Felicia, su tienda que ama y adora se vería beneficiado y seguiría en pie por un buen tiempo.
"Si, lo logramos", dijo sonriendo el chico, "pero...yo lo siento por casi arruinar tu tienda", se disculpó el humano, "de verdad me importa su trabajo señora Sundew y jamás querría perjudicarla es solo que..."
"Hey está bien te creo", lo interrumpió la mujer, "te fuiste por un momento y no estuvo bien, pero nos ayudaste a detener a ese golem y salvar a Duckweed, fuiste responsable en esa parte", hablo con una sonrisa alentadora.
El chico sonrió por su respuesta, aunque estuvo mal haber dejado a sus amigas a su suerte, el volvió completamente dispuesto a enmendar su error porque realmente les importaba ellas y a la tienda.
"Gracias señora Sundew"
"De nada...pero no te libraras tan fácil", dijo severamente la mujer, "vas a limpiar y arreglar todo este desastre", hizo un gesto hacia todo el comedor, "y tu Ivy, por mentirme vas a leer tres libros completos sobre la historia del té".
"Eh me lo merezco", respondió el chico encogiendo los hombros.
"¡NOOOOO!", grito frustrada Ivy.
Felicia solo hizo los ojos en blanco por esa exagerada reacción de su hija.
Dwayen miro hacia el charco sin vida que quedo del golem y sonrió cuando una idea se le vino a la cabeza, "sabes señora Sundew, todo este asunto del golem me dio una idea"
"¿Enserio?", pregunto curiosa, "¿cuál es?"
Al día siguiente, la tienda de té estaba más lleno que nunca gracias a la crítica positiva por parte de Albus.
Wally y Leopoldo se encontraban sentados en la misma mesa, el ajolote se sobaba el bulto morado en su cabeza por el golpe que recibió del tronco que le cayó encima.
"Entonces Leopoldo, ¿cómo te golpeaste la cabeza?", le pregunto Wally.
"No lo sé...no lo recuerdo", respondió confundido.
"Quizás no haya sido nada importante"
"Creo que tienes razón"
"Aquí tienen dos especiales, caballeros", dijo cortésmente Felicia mientras colocaba dos tazas de té en la mesa.
"Gracias", agradeció Wally, la rana noto una cara sonriente de ojos verdes en su taza, "oye tiene cara"
"Te quierooooo", hablo cariñosamente el ser. Resulta que Dwayne y Felicia elaboraron un nuevo tipo de té con un golem más amistoso, amable y agradablemente interactivo con los clientes.
"Oh que ternura", dijo Wally antes de beber su taza, el golem se reía mientras era bebido.
"Cosquillaaaas",
"Qué maravilla", comento fascinado Leopoldo.
La campana de la puerta sonó al ser abierta por una niña humana, esa era Anne. Vino a buscar la caja de música que le encargo a Dwayne de investigar.
Fue directo hacia Felicia, "hola señora Sundew"
"Oh hola Anne", saludo la mujer, "¿vienes a hablar con Dwayne?"
"Si, ¿esta aquí?"
"Si, está en su habitación, arriba, primera puerta a la izquierda"
"Gracias", agradeció la chica antes de subir por las escaleras.
Dwayne estaba concentrado en colocar cuidadosamente la última gema en la parte superior de la caja. Ivy había conseguido quitarle la gema a Albus cuando lo salvo del golem, así que el chico ya tenía todas las piedras para unirlas de nuevo con la caja. Con unas pinzas puso la última en su lugar, la piedra se adhirió de inmediato al orificio que faltaba llenar.
"Y listo", dijo aliviado Dwayne mientras se limpiaba el sudor en su frente, la caja ya estaba completa.
"TOC TOC"
Alguien toco la puerta de su habitación, "debe ser Anne", dijo en voz baja, fue a abrirla con la caja en sus manos.
"Hola Dwayne", saludo Anne a su amigo.
"Hola Anne"
"¿Hallaste una pista o algo sobre la caja?", pregunto la chica, ansiosa por saber si
Descubrió algo.
"Bueno...sinceramente no encontré mucho", respondió con honestidad el mago.
Anne reacciono desilusionada.
"Sin embargo, descubrí algo interesante"
"¿Qué es?"
"Observa", el chico volvió a tocar el mismo patrón de mosaicos que había tocado por accidente, la melodía de la caja volvió a sonar y las gemas se desplegaron hacia arriba por los soportes de los que estaban adheridos.
"Guau", se sorprendió Anne por este hallazgo, "pero...¿qué significa?"
"No estoy seguro, pero creo que esto deja claro que la caja no está rota y las gemas son muy importantes para que funcione"
"Quizás funcionan como...baterías"
"Exacto", contesto de acuerdo el joven, envolvió la caja en la tela y se la entregó a Anne.
"Bueno, almenos sabemos que la caja aun sirve, gracias Dwayne", hablo agradecida la chica, "te sonara ridículo, pero por un momento creí que la ibas a perder jeje"
"Eh jeje si...ridículo", dijo el chico con una sonrisa forzada y su rostro sudando sin parar, "¿qué harás con la caja?", pregunto curioso.
"Lo guardare por ahora, pero Hop Pop dice que tiene unos contactos que podrían ayudarnos"
"Espero que sí"
"Yo también", de repente, Anne arqueo una ceja al oler un aroma particular, "Dwayne ¿porque la caja huele a te?", pregunto extrañada.
Dwayne solo contesto con una mirada en blanco antes de cerrarle lentamente la puerta.
Ese fue el capitulo 10, me gusto hacer este capitulo por que me sirvio como practica para la comedia. Dato curioso, tuve que ver tutoriales de como se juega al poker para escribir la escena de la taberna.
Otra cosa es que estoy decidiendo si adaptar un episodio mas antes de llegar al episodio del impuesto de sapos o lo adapto directamente. Ya lo decidire.
Gracias por leer, que tengan un buen dia y que Dios los bendiga.
