Primer movimiento de la reina

«Mataré al manager» se dice mentalmente Kendo Rappa al observar a su oponente caer al suelo. Piensa que podría haberle perdonado la vida a Hermes, si esta fuera la primera pelea que terminó de un golpe. Incluso si fuera la segunda, tercera, cuarta, octava, vigésima cuarta… no es un loco asesino que lo mataría por fallar veinticuatro veces. Sabe que buscarle un digno oponente es difícil. La causa de su sentencia a muerte es por fallarle por más de diez años. Está invicto desde el comienzo de su carrera como luchador clandestino en Osaka.

Mientras el árbitro comienza el conteo hasta diez, Kendo no pudo evitar rozar las vendas que cubren sus antebrazos. Todavía conserva las cicatrices de los tajos de cuchillos causados por The Ripper. Recuerdos de la mejor pelea que tuvo desde su último enfrentamiento contra su padre. Luego de esa pelea vino el incidente que clausuró la sede de Osaka y desde ahí todo fue cuesta abajo, el nivel de los luchadores cayó estrepitosamente.

Lo que entendendido de las quejas de Hermes fue que el tipo del dinero, que financiaba casi la totalidad de la organización, cortó lazos con la Mascarada Subterránea haciendo que muchos luchadores de alto nivel, al no tener una montaña en efectivo en premio, no entren y las visitas del público cayeran en consecuencia. A la vez que menos público se traduce a menos dinero que lleva a menos luchadores. Lo poco que le enseñó su padre y que no esté relacionado a lanzar puñetazos, es que las personas no se expondrán a lastimarse gravemente sin una gran suma de dinero. All Might regresando de forma permanente a Japón este año fue el clavo final del ataúd al negocio clandestino.

—4, 5 — grita el árbitro mientras Kendo Rappa espera que termine la formalización de la pelea y finalice con este show.


Este año, Rappa solo luchó en la arena dos veces y fueron enfrentamientos rápidos. El año pasado fueron tres peleas que terminaron de la misma manera; muy pocas y nada satisfactorias. Con total confianza, se dice a sí mismo que a este paso hará algo muy estupido. No es una bestia estúpida como se presenta en el ring; sabe las leyes y lo que conlleva ser atrapado por un héroe después de matar en público. Pero cada día aumentan los temblores en sus hombros; una liberación kármica le piden, le exigen. Una que solo se obtiene en una lucha a muerte. Una lucha que nunca viene.

Pensó que hoy era el día. Cuando recibió la llamada de Hermes, hace dos horas, avisando de una pelea pactada con mucho dinero de por medio en la sede de Naruhata, Kendo dejó la cerveza sin terminar en la mesa del bar y sin pagar, dejó el lugar corriendo.

Su padre, Kondo, fue un gran luchador con los puños y desde que aprendió a caminar, no pasó ningún día en enseñar a Kendo como dar un puñetazo. El orden al cerrar los dedos al formar el puño, la posición a tomar al dar el golpe, el movimiento del hombro, la distribución del peso corporal y, lo más importante, soportar el golpe. A los tres años, no sabía hablar, pero sí lanzar y recibir un buen golpe. Otra lección recibida fue siempre hacer el mejor calentamiento. Kondo le enseñó a correr cinco kilómetros antes de cada pelea. Kendo quiso correr los trece kilómetros que los separaban del bar hasta la sede. Los trenes y taxis no son para hombres de acción, un pensamiento que sabe que su padre estaría de acuerdo.

Faltando pocos minutos para el combate, un agitado Rappa llega al punto de reunión. Hermes, como siempre, lo espera en la entrada secreta de luchadores donde pueden llegar al ring sin pasar por las gradas del público. Nota una expresión que nunca vio en la cara de su manager y su trenza siempre presente, no estaba presente. Su pelo cae libre hasta los hombros. No tarda mucho en enterarse el por qué de su apariencia. A los segundos de ingresar al edificio y comenzar a bajar las escaleras, él le habló.

—¿Estás bien… Rapper, ya calentaste? —dice Hermes. Se limpia el sudor, que le comenzó a aparecer, con su pañuelo siempre presente en el bolsillo delantero del saco. Kendo se siente insultando. Casi veinte años que se conocen y le dice algo sin sentido. Rappa no le agrada que le hagan perder el tiempo con preguntas, a sus ojos, estupidas.

—Tu preocupate de acordar combates. Es todo lo que necesito de ti, yo me encargo de luchar — le responde con frialdad —. No me olvido de la cantidad de combates que participé este año. Eres tú que debes preocuparte de hacer bien el trabajo.

El manager levanta la cabeza rápidamente y le mira perplejo, con la boca un poco abierta.

—Eh, oh, perdón por eso, pero no es mi culpa. Sabes bien que el negocio clandestino está desapareciendo. Nada que pueda arreglar realmente — Hermes deja de hablar al escuchar una explosion arriba de su cabeza. Al mirar hacia atrás, ve un agujero en la pared cerca suyo y un hilo de polvo que lo conecta al puño de su luchador. En vez de asustarse, como creyó Rappa, el manager, con treinta años de experiencia tratando con criminales rudos, mostró coraje que se reflejó en su rostro —. ¿Crees que tengo miedo de ti? Tú solo sabes partir huesos y estos se pueden curar. Tus asesinatos son rápidos, no tengo que preocuparme de sufrir. ¡Lo que ellos me harán es peor que morir! Disculpa mi preocupación de querer saber si el campeón está en condiciones de dar un buen espectáculo.

Rappa continuó el descenso luego de escuchar el sincericidio de su manager. Sabe que Hermes debe hablar diariamente con los hombres trajeados, organizaciones criminales y villanos para mantener el negocio a flote. Seguro que lamió muchas botas para seguir manteniendo las páginas web donde se transmiten los combates; sin contar los sobornos a la policía para mantener a los luchadores fuera de prisión «Culpa de Osaka» se recuerda Rapper. Está consciente de todo el trabajo de un manager, su padre también tenía uno, vio de primera mano que sus platos están llenos y ¿sabes que?. No le importa. Ya nada de este show le gusta. El es el campeón, pero se siente como un perdedor. Por eso dice lo siguiente.

—Es la última oportunidad para ti y para este lugar. Si no tengo la satisfacción de una pelea a muerte, se terminó —la cara de Hermes se contrae en enojo, pero no atacara a su luchador. Kendo lo ve con asco, una excusa de hombre a sus ojos que gastó todo su coraje en gritarle en vez de morderlo.

Al final, el manager aparta la mirada y le responde el ultimátum.

—Tendrás más oportunidad de combatir, si dejaras de ganar de un golpe. Eso no vende —ve a Rapper ponerse furioso por insinuar que no luche en serio. Una visión de su cabeza destrozada por un enorme puño pasa por su ojos y levanta las manos rápidamente —. Pero eso es el pasado. El presente es diferente. Bajando esas escaleras se encuentra un luchador que trajo mil millones de yenes para el pozo ganador y trescientos mil dólares a la organización como pago para retar al campeón y gastos de transmisión.

— Compro su lugar en la arena y me reto. Nada de lo que dijiste me interesa o me sorprende — le comenta su perspectiva a Hermes —. Dices cosas ajenas al combate y debo estar mentalizado.

—¿Mentalizado para que? — le pregunta el manager mientras lo sigue con pasos fuertes y comienza a trenzarse su cabello.

—Para mi muerte. No está escrito que este será mi último cruce de puños y si llega a pasar, es porque deje todo de mi en la pelea. Nada me distraerá en mi liberación de las cadenas — le explica The Rapper y comienza a masajear sus hombros.

—Entonces este es tu día. No me mires así. Lo que quiero hacerte entender es que alguien gaste tanto dinero, para generar un pozo en efectivo que llega hasta el techo, no traerá un luchador débil — le dice mientras termina su trenza característica. Busca algo en el saco y se lo extiende al luchador.

—Mas te vale — le contesta y agarra la máscara de la mano de Hermes. Es una bolsa que cubre la totalidad de la cabeza y posee dos agujeros en el frente a la altura de los ojos. Prosigue a colocarse sus nudilleras de acero—. Tu vida depende de esto.

El hombre de negocios se ríe de manera nerviosa sabiendo que el campeón The Rapper no sabe lo ciertas que son esas palabras. No le dijo toda la verdad. Si el campeón pierde, la organización estará en números rojos. Todo el dinero disponible fue al pozo ganador. Puede sonar un movimiento estupido, pero el campeón sigue invicto con puras victorias fáciles y como nunca acepta el dinero del premio, se lo queda la organización en su totalidad. Es una victoria asegurada para ellos, eso es lo que piensan los peces gordos. Pero este retador es desconocido, nadie sabe sus capacidades o su quirk. Sumando la gran cantidad de dinero en juego, la cabeza del manager del perdedor seguro rodará.

No tardan en llegar al final de las escaleras y a la habitación donde se realizará el combate. Es una sala enorme llena de gente y un ring en el centro. Decir ring es endulzarlo; es una jaula reforzada de metal robusto y opaco. Da la sensación de un ataúd. Muchos que entraron, no salieron respirando. Kendo Rappa al entrar siempre piensa que tal vez este sea el tiempo que el salga con los pies adelante. Un resultado que solo significaba que por fin pudo dar todo de sí. Un final que no tenía miedo que sucediese. Morir mostrando su verdadera cara y rompiendo las cadenas que lo atan; no hay un objetivo más puro en la vida para Kendo Rappa que ese. Mentalmente le pide al oponente encapuchado de pies a cabeza que tiene enfrente de él que le permita ser quien es por tercera vez en su vida.


—7, 8—exclama con todas sus fuerzas el árbitro mientras el público abuchea fuertemente.

El resultado fue el de siempre. Otra pelea, otro puñetazo, otra victoria. La misma repetición de la totalidad de la carrera como luchador clandestino de The Rapper. El hombro derecho tuvo su pequeña liberación momentánea; el cosquilleo sigue ahí y aumentando. «El izquierdo lo liberare en Hermes. Yo se lo advertí, que me de un combate a muerte. El no cumplio y soy un hombre de palabra» se dice Kendo. Con furia que se refleja en su cara oculta, gira y se dirige hacia donde está su manager en el borde de la jaula.

Cuando estuvo a un brazo de distancia para que entre a su rango de golpe y matarlo de forma rápida, The Rapper pudo ver bien sus ojos; los tenía muy abiertos. Piensa que él sabía que iba a morir por su mano en este momento, que es hombre muerto, pero Kendo descarta ese pensamiento al escucharlo gritar.

—¡Detrás de ti, imbécil! —

El campeón de la Mascarada Subterránea da media vuelta y , en completo silencio, observa a su rival. Está de pie. Su capucha había caído hacia atrás y ve un rostro femenino. La máscara negra con detalles amarillos y un flequillo rubio oculta parte de su rostro. Lo poco que se podía apreciar lo dejó sin palabras. Rasgos juveniles y finos; afilados y perfectos. Y eso estaba mal. La golpeó en la cara; un golpe limpio de su quirk y mirándole la cara, no puede encontrar ningún daño, como si se estuviera burlando de su puñetazo, retando que de un mejor golpe.

Kendo Rappa gustosamente acepta el desafío.

—Quiero dejar en claro una cosa — dice Rappa y aprieta ambos puños —. Esto no es nada personal, pero te golpeare hasta destruir esa cara. Tengo una reputación con mis puños que debo continuar.

—No te preocupes, yo no tengo problema que lo intentes. Después de todo, así es esta arena, pero me sorprende que a tu edad sigas activo — la mujer habla con tono burlón.

—Jajajaja eres fuerte, eso debo admitirlo. Nadie ha vuelto a ponerse de pie después de recibir mi golpe directo. Veamos si puedes aguantar un segundo golpe — le contesta sin agarrar el anzuelo de su provocación. Sus hombros están temblando como hace años no lo hacían.

Su rival responde al reto dando un paso y el da otro. Ambos caminan sin levantar los puños, sin defensa, como dando un mensaje "no me asustas". Caminando hasta encontrarse en el centro de la jaula. Un silencio sepulcral domina la habitación. Todos están atentos al siguiente movimiento.

Kendo lanza el primer golpe. Un golpe rápido, preciso, fuerte, poniendo todo su peso en el lanzamiento de su puño, como hizo su padre con él. A los que pestañean en ese momento, les parece que la mujer, que estaba parada mirando a The Rapper, sale volando sin causa alguna contra el borde de la jaula. Su cuerpo impacta contra los pilares metálicos de soporte haciendo que se doble por el impacto. Todos están atónitos y luego vienen los gritos.

—¡Oh, si! Para esto pago para estar aquí—

—¡The Rapper, gracias, por fin gane el pozo de "Dos Golpes Rapper"!—

—¡jajaja quien hubiera pensado que veríamos un asesinato jajaja su peleador no fue nada especial jajaja tenemos mucho dinero ahora!—

Todos están felices por una razón u otra, aunque el dinero siempre estaba involucrado de una forma u otra.

Todos excepto el supuesto ganador y su manager. Tantos años viendo sus peleas, Hermes supo leer algo del lenguaje físico de su luchador. Kendo sigue en modo combate. Esto no está acabado.

《Rematala ahora antes que se levante. Tu vida y mi vida están en juego en esta pelea. Pegarle en ese estado no es deshonroso entonces no te detengas.》Hermes quiere gritarle todo lo que piensa, pero sabe que no escuchara. Entonces se lo guarda y con el corazón en el puño, mira atento como el rival se levanta, sin dificultad visible, del pilar de metal. El impacto no sólo dobló el pilar, sino también lo hundió unos centímetros.

—¿Por qué no lo esquivaste?— pregunta Kendo cuando vio que la mujer terminó de erguirse. Su capa quedó desgarrada entre el metal de la jaula mostrando un traje de látex amarillo y negro.

—Me duele admitirlo, pero lo intente. Eres bueno golpeando mujeres— comenta la rubia mientras estira ambos brazos hacia arriba. The Rapper no responde a la clara provocación —. Ambas veces. No esperaba tal velocidad. Eres el primero que tiene esta aceleración y fuerza de golpe desde que llegué a este pequeño país— sin parar de hablar, comienza a crujir su cuello, hombros y cadera—. No me gusta que la gente me toque y realmente vine por otra cosa, pero hoy haré una excepción— sin mostrar miedo o preocupación, camina hasta estar enfrente de él. A estar igual que hace un minuto—. No me apartare de ti hasta que pueda esquivar tus puños.—

Kendo Rappa gustosamente acepta el desafío.

En el transcurso de minutos, el peleador en amarillo es impactado por cientos de golpes del campeon, tan duros como el acero. Ella no se protege de ninguno de esos. Intenta bailar a través de los puños bala sin éxito siendo impactada por todos esos.

Cae, se levanta, corre, intenta esquivar, vuela y cae. Un baile coordinado entre ellos dos se formó en el ring. Los espectadores no paran de gritar.

—Jajaja así debe ser una pelea. Nunca quise que mis oponentes me pidieran clemencia o me enfrentarán sin estar preparados. Solo que se olviden de estrategias y vengan de frente. No busco un punto débil o contrarrestar tu estilo de pelea, ese no es mi estilo. Por eso te agradezco que seas tan directa. Te pienso atacar las veces necesarias hasta que te rompas — dice Rappa con verdadera felicidad. Su cuerpo comenzaba a calentarse; hace décadas que no esforzaba su cuerpo tanto tiempo.

—Eres muy hablador para ser un adulto grandote que tiene una bolsa de basura en la cabeza. Tus gustos para la moda son terribles — comenta la luchadora rubia luego de incorporarse del suelo —. Solo cállate y golpea con todo lo que tengas. Puedo recibir todo de ti sin romperme. Yo no soy una débil mujer mimada. Nunca más.

The Rapper siente como el temblor de sus hombros ahora recorría su pecho y estómago. Piensa que su cuerpo es más ligero y más rápido por cada minuto que pasa, en vez de ralentizarse y debilitarse. Sus ojos solo pueden enfocarse en el delgado y petiso cuerpo que se acerca sin temor a él. No corre lejos de él o se queda tirado en el suelo. Su padre, The Ripper y ahora ella. No la ve de menos por ser mujer o su pequeño cuerpo parezca que se romperá como rama. Siente a través de sus nudillos la dureza, la fuerza que posee esa persona y solo puede sentir fascinación y un profundo agradecimiento por venir a buscarlo y retarlo.

«Gracias» el hombre conocido como Kendo Rappa comienza a golpear más fuerte y rápido como nunca antes.


Antes de adoptar el nombre Kendo Rappa, solo amo a una mujer en su vida. Su madre fue especial; lo aceptó tal como era, a diferencia de su padre luego de despertar su quirk. No fue su culpa por nacer así.

Su padre fue un boxeador profesional y como cualquier deporte profesional actual, los quirk están prohibidos. Kondo poseía el quirk Brazo Largo que le daba la mutación de tener brazos veinte centímetros más largos, y al ser una mutación que no le generaba una ventaja sustancial, pudo seguir una carrera en el boxeo. Como buen hijo y amante de las peleas, siguió sus pasos en contra de las negativas de su padre. Él no tiene la culpa de poseer este quirk. Le permitieron ingresar a los entrenamientos si no usaba su quirk. Le fue difícil mantener los temblores de sus hombros que le pedían liberación. Años ocultando lo que es para, por fin, poder cumplir el sueño de antaño que compartía con su padre. Su entrenador le dio la oportunidad de debutar como boxeador amateur a sus catorce años. Ahí todos descubrieron el alcance del poder que posee.

No pudo evitar lo que pasó. Cuando fluye la adrenalina en la sangre, sus hombros causan un gran dolor pidiendo a gritos liberar la fuerza acumulada. En ese momento no lo sabía, solo que sintió una libertad completa como si no tuviera máscara o restricciones que le pesen. No es su culpa la muerte de ese niño.

No lo es a los ojos de su madre.

Si lo es para su padre.

Lo siguiente que recuerda es que dejó su hogar luego de matar a su padre delante de su madre. No podía soportar más la mirada de decepción en su padre, moriría si vería esa mirada en la de su madre. Entonces huyó.

Con el cuerpo sangrando por la pelea contra su padre, Kendo camino por las calles desiertas, en medio de una tormenta hacia una vida donde pueda liberarse y ser como es. Volver a sentir ese sentimiento de vuelta.

Ser real.

Vivir sin dolor de ocultarse.

Liberado de las cadenas que restringen a sus hombros fuertes.

Libertad total es la meta que busca desde aquel día.


—Un minuto descansemos. Agh, agh, creo que ya lo estoy captando— dice entre bocanadas la mujer—. ¿Preparado para la siguiente ronda?

—Aja aja jajaja— ríe el hombre enmascarado con dificultad. Sudor cubría su cuerpo y calambres musculares en sus hombros y manos comienzan a notarse. Los nudillos metálicos de sus guantes están abollados y deformados— Impresionante. Eres verdaderamente una mujer magnífica… no importa cuántos golpes te lance, te sigues levantándote y no veo daño alguno en tu cuerpo… aunque puedo ver claramente que no estás en plena forma—

Una mueca sale de los finos labios de su rival. Sabe que fue pillada. Los golpes no le hicieron daño físico visible, pero tantos impactos contundentes, principalmente en la cabeza, la dejaron mareada y su cuerpo se siente más pesado cada vez.

—Habla todo lo que quieras. Haré lo mismo y seguiré de frente sin vacilar. Nadie más me apartara — dice la luchadora de negro y amarillo, y se lanza hacia su rival.

Kendo, entre admiración por encontrar un contrincante tan fuerte y la emoción de una lucha verdadera, se posiciona para lanzar el golpe que estuvo lanzando toda la noche. Un puñetazo recto. Cuando ella entra al rango de impacto, Rappa golpea a matar… y no siente el contacto familiar entre puño y cara.

Sus ojos se abren completamente al observar a la mujer está parada enfrente de su puño a centímetros del contacto. Ella dio un paso hacia atrás antes del choque. El juvenil rostro y sus finos rasgos comienzan a retorcerse de rabia, una fea mueca en su boca hizo que se le vieran los dientes tan blancos como el marfil.

—¿Te estás burlando de mí? ¡Maldito! ¿Qué fue ese golpe tan lento? — la rubia le recrimina furiosamente. El campeón lo comprende rápidamente. Ese golpe lanzado fue mucho más débil que el anterior. Baja el brazo extendido y un sentimiento de vergüenza le recorre el cuerpo opacando los temblores de sus hombres, pecho, estómago y muslos.

《Mierda. Mierda. Mierda. Tu no puedes terminar así. ¿Quieres parecer un idiota enfrente de ella?》se reprende en su cabeza. No puede evitar bajar la mirada. Un lamento que lo carcome en su psiquis le nubla la mente. Por fin encontró alguien que disfruta las peleas como él, alguien que puede recibir todos sus golpes, su verdadero ser y no escape o huya. Tiene miedo de no verla más luego de esta noche. Por eso quiere seguir, durar todo lo posible y si muere o vive en este lugar, que sea sin lamento. Su meta ya se ha completado. Su meta de…

—Levanta la cabeza, desgraciado, te estoy hablando — le dice su rival y Kendo levanta la mirada, ve sus ojos azules como zafiros a centímetros de él. Puede sentir el cálido aliento haciendo contacto con el sudor frío. Le pincha el pecho con su dedo cubierto de látex —. Uno: no apartes la mirada cuando YO hablo. Dos: si digo que puedo recibir todo lo que me lances, entonces es tu deber entregar todo de ti como ofrenda para mi. Eres muy rígido a la hora de atacar — palmeó los hombros. Sus pequeñas manos y finos dedos no pueden cubrir los enormes músculos deltoides de Kendo, pero por un momento se siente atrapado en una pinza hidráulica —. Estás muy estresado. Debes relajarte y liberarte. Te estás divirtiendo o me equivoco. No se quien te enseñó a golpear, pero esa manera no es para ti. Solo sé tú mismo y sabrás qué hacer. Va, comencemos de vuelta.

La mujer expone su espalda a Kendo mientras se dirige hacia el borde de la jaula, pero él no hace ningún movimiento para atacar. La visión del campeón se torna difusa y siente un rio de lagrimas recorrer sus mejillas mojando su máscara. No sabe qué es lo que está sintiendo en este momento. Nadie le dijo que podía usar su quirk contra ellos mismos, liberar todo lo que guardo en su interior y ser él mismo.

《¿Qué hago?¿Cómo debo responder a su pedido?¿Cómo puedo romper las cadenas?》esas y muchas más preguntas pasaron por la cabeza de Rappa y al ver la sonrisa burlona de ella desde el otro lado del ring, supo la respuesta. La única respuesta que llegó fue la misma de siempre, la que le enseñaron desde el primer año de vida. Golpear es la única respuesta que necesita.

No pensar, solo golpear.

No pensar en la distancia del objetivo, solo golpea tan fuerte y rápido que le llegue el puñetazo.

Verla a metros de él no ve esa distancia como un obstáculo por alguna razón que desconocía. Sabe que su golpe no fallaría. Los temblores que le cubren desde los hombros hasta los pies fueron movidos y acumulados. Primero da un paso hacia adelante, los temblores de ambos pies pasaron a las rodillas acumulandose con los temblores existentes de ahí. Segundo baja su centro de gravedad unos centímetros pasando los temblores de las rodillas a la cadera y de la cadera al pecho. Con los movimientos siguientes, Kendo Rappa tiene todos los temblores acumulados en su hombro derecho. Por el rabillo del ojo, puede ver como las arterias y venas eran desgarradas por la presión y sangre sale disparada empapando su ropa y el ring. Todo eso no es algo de importancia para Kendo. Su mente está enfocada completamente a la fuerte luchadora que tiene enfrente. Con todo su ser lanza el mejor golpe que dio en su vida. Los temblores fueron movidos bruscamente del hombro pasando por el codo hasta llegar al puño.

El público no sabe cómo reaccionar. El campeón de la Mascarada Subterránea golpea la nada que tiene delante y su retador, que está a metros de distancia, tira la cabeza para atrás impactando, con un ruido seco, su nuca contra el último pilar de acero que se mantenía firme.

—Entonces ese es el verdadero tú — cómo estuvo haciendo todo el enfrentamiento, la rubia se levanta sin problema —. Te ves mas monstruoso con esos músculos que se contraen y crecen de forma aleatoria, pero, como decir esto y no sonar rara, tus ojos se ven más hermosos.

—Deja las palabrerías, ahora el verdadero combate comienza al fin. Hare que te lamentes haberme retado. Aaah, que buena sensación que siento. Este es mi verdadero estilo y está libre al fin. El mejor boxeador está listo y está enfrente de ti. No se como voy atacar ahora jajaja no se si sigo siendo humano. Te prometo que igual que grites no me detendré. Partiré tu cuerpo con mis puños.

—Pobre hombre. Tu cuerpo pasó por una evolución de quirk o tal vez una liberación, y tu cerebro no puede reconocer todos tus nuevos sentidos y capacidades — dice la luchadora en amarillo con una sonrisa. Enfrente de ella, Kendo Rappa está sufriendo la expansión y contracción muscular aleatoria por todo su cuerpo —. Descuida. Soy una reina bondadosa y apagaré tus pensamientos de un golpe para que no tengas que pensar más el día de hoy.

Por primera vez, ambos luchadores corren para encontrarse y seguir con el raro baile.


—Querido, no es su culpa—

—¡Ha arruinado mi carrera! Nadie me contratará por tener un hijo asesino — grita Kondo mientras mira con desprecio a su hijo —. Ese niño era hijo de una estrella occidental del boxeo. La demanda que tendremos nos dejará en la quiebra. Niño estupido.

Kendo sintió como se le partió la mandíbula por el puñetazo del boxeador. Su madre lo abraza al segundo siguiente. Un abrazo reconfortante que muestra todo su amor.

—¡Espera, solo es un niño! —

—No. Ese quirk está creado para dañar a la gente. Esa cosa es un monstruo. Eso ya no es mi hijo — con esas duras palabras levanta, con un brazo, el cuerpo maltratado del niño y con el otro apoya su puño en el pecho —. Esto te lo buscaste, mocoso. No debiste seguir un camino que no eras bienvenido.

Kendo sintió en carne propia el golpe más fuerte de su padre, uno que nunca le enseñó. El golpe de una pulgada. Un golpe giratorio de máxima potencia. Salió volando contra una pared con un agujero en el pecho. Un charco de sangre comenzó a crecer debajo de él.

—¿Cómo pudiste?, es nuestro amado hijo — acusa la madre de Kendo a su marido mientras llora.

—¿Amado? eso no puede ser amado. Nadie lo aceptará ni menos lo amara con ese quirk —

—Agh, agh, tienes razón padre — dice Kendo parándose con dificultad y una mano en el agujero de su pecho —. No conozco ningún lado donde me acepten como soy, ni siquiera en mi propia casa. Pero tal vez, si hay un lugar que me quieran verdaderamente.

—Solo es un sueño absurdo, monstruo— le escupe Kondo viendo al niño medio muerto acercarse tambaleante.

—Si, un sueño, un sueño que se que no estarás ahí y eso es porque te quitaré de mi vida — comenta Kendo y apoya su puño derecho en el abdomen de Kondo —. Adiós padre. Buenas noches.


—¡Acabala, The Rapper! —

—¡Dale más duro. Demostrale que los hombres mandan!—

—¡Booo, tanto tiempo y no hay sangre. Booo!—

—¡Ya, mujer, lanza un puñetazo! No atacaste en toda la noche.—

Hermes, que estuvo todo el enfrentamiento atento al cien por ciento, reaccionó al escuchar ese abucheo, como si un rayo estuviera viajando por sus nervios. Un dolor ahogado que no salió de su garganta. La realidad lo golpeó. Esa rubia nunca atacó. Si pensamos que es absurdo que fuera débil al atacar mostrando ese nivel de resistencia, entonces está lucha está perdida. Kendo mostró una transformación desconocida y eso no evitó que esté al borde del agotamiento mientras no hay signos de desgaste del contrincante. Todo apunta a la pérdida de su luchador.

Estuvo tan metido en la pelea que se olvidó que su cabeza rodaría si perdiera The Rapper.

Al minuto siguiente, Hermes ya no se encontraba en el edificio.

Rappa no pensó en Hermes el resto de la noche ni los días siguientes y siguió lanzando golpes. La mujer que tiene delante acapara toda su atención. El rival que esperó desde los catorce años, por fin lo encontró. Sus dedos estaban rotos, sus nudillos pelados (los guantes se perdieron hace poco), sus hombros sangrando por abusar de esos y la sonrisa de mejilla a mejilla que siente en su rostro, le indican que él está feliz.

Feliz de liberar sus músculos una y otra vez.

— Jajajaja sigamos rubia, sigamos y descubramos que se rompe primero. Mis puños o tu rostro jajaja— Kendo solo se mueve para continuar con ese éxtasis que está sintiendo, como un niño que por primera vez come chocolate y no puede parar de seguir devorando, degustando ese nuevo sabor.

La mujer enmascarada está por responderle que se calle, pero un sabor metálico en su paladar la detiene. Traga rápidamente el líquido rojo antes que se derrame entre sus labios. Nunca pensó que una persona diferente a su tipo pueda lastimarla a tal punto. Sabe que estuvo tentado a la suerte al abandonar toda defensa y solo intentar esquivar sus golpes. Es una prueba de velocidad para cuando ella se enfrente a su archienemigo. Si no puede esquivar los puños de este hombre, pelear contra la mariposa sería suicidio. Entonces arriesga su hermoso rostro para esquivar esos ataques. No tiene dudas que puede detenerlo con los brazos o contraatacar con sus propios puños para romperle las manos, pero no mejoraría; debe aprender a esquivarlos. Con la nueva transformación del cabeza de basura, su entrenamiento es más difícil en comparación con el comienzo del enfrentamiento. Sus actuales golpes repercuten en su cuerpo lentamente. Debe completar su lección autoimpuesta y terminar la pelea rápidamente.

Con esa mentalidad, corre alrededor del ring e intenta acercarse de todos los ángulos, y cada vez es interrumpida con un puñetazo en la cara. Antes de cada impacto, evita sus instintos de darle un cabezazo para destrozarle su mano y en su lugar, gira su torso relajando los músculos de su cuello haciendo que el impacto posterior por fallar sea mayor que si no hubiera hecho nada.

Todo esto solo para estar preparada para ese día.

Por el rabillo del ojo, la luchadora en amarillo ve la señal y lastimosamente supo que no podía seguir con el entrenamiento. Debe seguir con el siguiente paso del plan.

—¡Oye, cabeza de bolsa de basura, quieres seguir!— grita lo suficiente para que Kendo la escuche entre los gritos y abucheos del público. Lo dijo como un hecho, no pregunto.

— Tu… tu eres realmente increíble para ser mi oponente— susurra Rappa entre inspiraciones profundas. Intenta levantar los brazos, pero los siente como rocas. Sus hombros ya no los siente y los temblores se detuvieron por todo su cuerpo. Ese sentimiento que lo acompaña desde el despertar de su quirk, ya no lo siente y eso lo altera de muchas maneras.

— Y tú eres esa piedra que me hará más fuerte — dijo su rival, como si hubiera escuchado sus palabras a pesar del ensordecedor griterío de los espectadores y le respondiera—. Tienes el respeto de la reina, pero esto debe llegar a su fin

—Si, aunque no como lo esperabas — Kendo ve la mirada extrañada de la rubia —. Ya no puedo levantar los brazos ni mover algún músculo. No puedo continuar — explica mientras diferentes explosiones retumban en la gran habitación, aunque el hombre en el ring no le presta ninguna atención —. Perdón, no pude responder a tus expectativas. De verdad perdon, ya puedes capturarme o matarme ahora.

—Eh, eres idiota o que. ¿Por qué haría eso? — pregunta la mujer enmascarada ignorando los gritos del público que escapan de los escombros que caen del techo.

—Eres un héroe encubierto o un criminal que busca el dinero de la organización. Ninguna respuesta me interesa y eso no cambia este resultado. Yo perdí y no faltara mucho para que los héroes vengan por estas explosiones que seguro son de tu grupo — la rubia arruga la nariz a las palabras acertadas de Kendo —. Incluso si escapara por alguna razón, la organización me perseguirá y matará por perder la pelea. Prefiero que me mate una persona que respeto.

La luchadora en negro y amarillo ve sinceridad en esos ojos. Al borde de la muerte, muestra felicidad en su mirada. No quiere que termine asi. Todavía no pudo esquivar ningún golpe.

Con una nueva resolución, avanza a paso seguro y se detiene a un metro del campeón caído. Extiende su brazo fluidamente y con delicadeza envuelve la mano en su muñeca; sus finos dedos no pueden rodear al completo la musculosa muñeca. Usando su otra mano, cierra los dedos hasta crear ese puño sin piel que siente que conoce bien y con una lentitud de segundero, posiciona el brazo recto con el puño apoyado en su nariz petite.

—Necesitas solo un pequeño esfuerzo de tu parte para golpearme. No tengas dudas que lo esquivare — promete la rubia a su rival.

—Por favor, quitame la mascara — la mujer cumple el pedido —. Mi nombre es The Rap-, no, mi nombre es Kendo Rappa, campeón invicto de la Mascarada Subterránea.

—Me llamo Queen Bee. El gusto es tuyo —

Luego de las presentaciones, ambos están quietos como estatuas mientras el lugar se cae a pedazos. No se ve ningún espectador en la habitación. El ruido de la destrucción es el único sonido existente.

Como en el principio de la pelea, Kendo Rappa hace el primer movimiento. El ataque más poderoso de su arsenal es liberado en la cara de Queen Bee. El brazo adormecido y su visión borrosa engaño sus sentidos. No sabe si conecto el golpe o no. El impulso del golpe es suficiente para hacer caer al campeón al piso. Unos momentos después escuchó un golpe metálico caer cerca de su rostro. Intenta enfocar la vista con mucho esfuerzo y ve algo extraño.

Una peineta dorada con temática de abeja.

Antes de poder preguntarse cómo llegó algo así ahí, ve una mano femenina de tez bronceada recogerlo y una luz brillante lo ciega temporalmente. Al recuperar la vista, observa que la luchadora en latex desapareció. En su lugar ve a una adolescente de cabellos como el oro vestida con ropas amarillas y blancas; una criatura rara vuela alrededor de ella.

—¿Era necesario todo esto? Queen Bee está fuera de servicio en medio del plan. Hay muchas maneras de que fracase la misión sin Queen Bee activa — explica la criatura voladora.

—Tu sabes que era absolutamente necesario — lo señala como si fuera un objeto, una cosa —. Años desde que no encontramos a alguien capacitado en quien pueda entrenar mis habilidades.

—¿Pero en medio de una misión? — chilla la criatura amarilla.

—Eres tú la que se quejó por años que no entrenaba nunca en la otra vida. Pues ahora me lo tomo en serio mi entrenamiento —

El volador amarillo quiere decir algo, pero cierra su pequeña boca y se queda inmovil, mirando a la niña, sin pestañear. Kendo habla con lo último de sus fuerzas.

—Entonces para ti no fue una lucha a muerte… solo un entrenamiento fui para ti jejeje —

intenta reírse, pero termina escupiendo sangre —. No me siento ofendido. El perdedor no puede criticar al ganador. ¿Puedo saber a quién tienes de objetivo que arriesgaste tu vida para entrenar?

—Mmmh, como vas a morir, puedo decirte que tengo una molestia y es más fuerte que tú. Soy excepcional en casi todo, pero esquivar no es mi estilo. Una reina no huye… pero no me hace daño practicar el esquivar los golpes. Mas si todo sale mal, All Might termina metiéndose y esquivar sus puñetazos es indispensable. Detener o contraatacar los puños del actual rey del mundo es imposible—

—All Might ¿quieres enfrentar a All Might? — incrédulo pregunta Rappa.

—Na, no quiero encontrarme con ese hombre, pero es un rey y yo una reina. Nos enfrentaremos en algún momento en mi ascenso a la cima. ¡Aaah, me irrita que no pude esquivar ninguno de tus golpes! — grita frustrada Queen Bee.

—¿Ninguno?— dice extrañado.

—Si, idiota — responde la joven y se agacha hasta estar sobre Kendo. Él la puede ver claramente estando tan cerca. Su trenza antes presente no está; un río de mechones ondulados caen alrededor de un rostro impoluto. Hasta que una gota de sangre baja del cabello pasando por la frente, ceja, mejilla y mentón hasta acabar en el suelo. Otras más le siguen —. Me despeinaste la trenza. Te odio tanto que podría matarte con mis propias man…

Queen Bee cae inerte boca abajo, con un ruido seco, al lado de Kendo.

Las explosiones cesaron, pero en un vistazo, el ex campeón se da cuenta que el techo y paredes no aguantan mucho más. Estarán sepultados antes que lleguen los héroes. Extrañamente no se preocupa por él mismo. Siente que su nuevo cuerpo puede soportar la caída de los escombros. Es por la que tiene al lado que tiene dudas. En su traje de latex negro y amarillo no derramo ninguna gota de sangre; ahora se encuentra sin el traje, desmasaya en el suelo con un charco de su propia sangre bajo su cabeza y escupiendo rojo de vez en cuando. Mira a la criatura amarilla y le pregunta con miedo:

—¿Sobrevivirá a los escombros? — habla con dificultad por la sangre que se acumula en su boca. Espera una respuesta positiva de lo que sea esa cosa que puede habla. Recibe una fría negación de su parte.

—No, no lo hará… a menos que tú tampoco puedas — Kendo la mira extrañado por sus palabras. La criatura voladora sale de su campo de visión y al segundo siguiente, siente como su cuerpo es arrastrado —. No creo que deba decírtelo, pero si haces algo gracioso con ella, la Muerte nunca vendrá para salvarte — unas palabras, más frío que el peor invierno, son susurradas en su odio. Una sensación indescriptible, inenarrable, inimaginable recorre cada molécula de su ser.

No mueve ni los músculos del rostro y deja que lo arrastre como un cadáver hasta estar cubriendo el cuerpo de Queen Bee con el suyo. Lo único que puede hacer es usar la poca fuerza que recuperó y dar un abrazo reconfortante a la delicada chica; intentando despejar el frío de su cuerpo y calentarse con contacto humano. Su mente no pudo apagarse, a pesar de los intentos, y está reviviendo los acontecimientos del día que lo llevaron ahí.

Mientras es sepultado vivo, siente una y otra vez, la fascinación, aprecio, admiración, libertad, felicidad, agradecimiento y el frío infernal. Una y otra vez, en un círculo sin final.

Una criatura amarilla vuela, alrededor de la pila de escombros, cantando felizmente.

—La La La, las cadenas ya no están La La La, las verdaderas verdades regresarán La La La, los mundos se moldearán La La La, las joyas de la corona obedecerán La La La, las cadenas ya no están La La La —


¡Hola a todos!

Estoy vivo.

Fue un año súper difícil. Trabajando en Argentina no ganas mucho, pero fue lo suficiente para poder ir a clases de escritura. Como verán, mejore. Aunque me excedí con la cantidad de palabras. Lo pensé como un capítulo de 3000 palabras y termine con casi 7000 palabras. Espero que les haya gustado la construcción de personaje. Es uno de mis favoritos de MHA.

Sobre qué haré ahora. Estoy escribiendo una novela y eso me deja con poco tiempo para los fanfic. Lo que si, me dare una semana al mes para escribir fanfic. El boceto de esta historia tiene escrito muchos arcos y no quiero dejarlo a la basura.

Seguiré escribiendo fanfic.

Sobre lo que leyeron en el capítulo, pues es mi Chloe con la personalidad establecida. El primer capítulo lo escribí sin pensar en el futuro. Al ver las ideas que tengo, esa Chloe de la serie no puede estar de manera lógica. El primer capítulo será rehecho y ahí se explicara sobre el cambio de Chloe, ese que vieron en este capítulo. Los eventos quedarán igual, no se preocupen.

Para adelantar la info y no confundirse por la actitud actual de Chloe, en el primer capítulo se explicara que Chloe tenía décadas de vida en el otro mundo. Sumando los años que vivió en este mundo, tiene otra forma de ver las cosas.

Ya no digo más.

Los estaré leyendo porque eso me incita a seguir escribiendo.

Vicav12 se despide.