Descargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon.
Aclaratoria: Lo que está dentro de un guion es diálogo y lo que está dentro de comillas es un pensamiento o similar.
Capítulo 1, Todo Fluye.
¿?
Suspiré y me bajé del autobús, me encontraba actualmente Cardiff, capital de Gales, había estado viajando en un autobús casi vacío durante poco más de cinco horas.
«Finalmente… bueno, asunto resuelto… o al menos, parcialmente, ¿Cuál es la probabilidad de que todas las versiones de Logos React comenzasen a funcionar mal una detrás de otra? Actualmente es inútil calcularla, pero, por sentido común, no debería de ser tan alta, aunque, como mínimo, siempre habrá un tercio a favor… ¿qué planeaba mi ancestro cuando creó esta versión genérica? Desgraciadamente, tal vez nunca pueda averiguarlo, según Sialim, muchos datos se perdieron durante el ataque de la Moon Cell».
—Gracias… —expresé al conductor, el cual me contestó con una sonrisa cortés.
«Bien… en el Cementerio Blackmore, la comunicación era prácticamente imposible debido a su ubicación; sin embargo, aquí debería de ser sencillo contactarme de nuevo con el instituto». Luego de escoger mi objetivo, me dispuse a seguir el camino más cercano para cumplirlo.
«Primero, un hotel». No había estado en Cardiff más allá de un par de veces, y nunca me quedé a dormir, así que no conocía mucho sobre la organización de la ciudad, por lo que, necesitaba averiguar la ubicación del hotel más cercano, para ello, el método más directo, sería el preguntar; sin embargo, gracias al rápido desarrollo del internet, y, por consiguiente, de las computadoras y de los celulares, el método más efectivo era utilizar el celular que cargaba conmigo.
«Necesito que sea un hotel con conexión a internet, de ser posible, con buen ancho de banda…». Abrí el navegador e hice las preguntas pertinentes y, después de un par de minutos, había ubicado que mi mejor opción se encontraba a unas cinco cuadras. Suspiré, generalmente, no me resultaría atractivo caminar esta distancia, pero, dentro de todo lo negativo, siempre se podía sacar algo positivo, y una de las pocas cosas positivas que podía sacar de la mayor equivocación que había cometido en mi vida, era el que mis capacidades físicas habían aumentado vastamente; sin embargo… alcé ligeramente mi mirada, gracias a mi capucha, la luz del Sol no me tocaba, pero cuando alcé mi cabeza, golpeó rápidamente mi rostro e, instantáneamente, bajé mi mirada.
Suspiré, «De todas formas, no puedo montarme en un autobús que esté lleno de personas, caminar es la opción más razonable…».
Sí, caminar era la mejor opción, y si podía caminar a través de callejones oscuros, mejor aún. Cuando tomé mi primer autobús hacia el Cementerio Blackmore, me vi en la dichosa situación de que, debido a la ubicación del cementerio, eran pocos los autobuses que se encargaban de transitar en su ruta; pero mucho menos eran quienes los abordaban, así que el contener mis impulsos era mucho más sencillo. Pero en Cardiff la situación era distinta, a fin de cuentas, estaba en una capital, lo cual era símil de autobuses llenos, y no quería correr el riesgo de perder el control.
De este modo comencé mi camino, utilizando siempre las rutas menos transitadas y menos calurosas. Y mientras caminaba, una vez más, repasé de nuevo mi situación, lo cual me parecía una tontería, pues ya había repasado esta misma información cientos de veces, y no había descubierto nada nuevo desde la última vez, por lo que, no había necesidad de hacerlo; no obstante, no pude evitarlo.
El mayor error que había cometido en mi vida había ocurrido hace poco más de un año, en ese entonces, la Santa Iglesia había detectado la aparición del treceavo de los Veintisiete Ancestros de los Apóstoles Muertos en un pequeño pueblo de montaña en Italia y, si bien ellos tienen mucha mayor experiencia a la hora de tratar con apóstoles muertos que nosotros, decidieron pedirnos ayuda al tomar en consideración nuestra relación con el treceavo.
El treceavo, Noche de Valaquia, originalmente conocido como Zepia Eltnam Oberon, era uno de los 27, un apóstol muerto milenario y, a la vez, mi ancestro. Pero Zepia era más que solo mi ancestro, era la mayor deshonra que había sufrido mi familia, la mayor mancha en nuestro historial, y la razón por la cual éramos considerados como una casa noble caída en la ruina, a pesar de ser una de las Seis Fuentes, las seis familias fundadoras del Instituto Atlas.
Todo esto debido a lo que había hecho Zepia, cuando, hace quinientos años, se convirtió en el treceavo. Realmente, Zepia ya era un apóstol muerto antes de tomar el puesto de treceavo y, supongo que encontró una forma de no ser un peligro para los demás a pesar de su condición, más aún, porque hacía mucho que había obtenido el puesto de director, así que su condición no fue lo que nos deshonró, y en cierto sentido, tampoco fue su ascensión dentro de los 27, sino la forma en la que lo hizo. Zepia no tenía forma de derrotar al anterior treceavo, así que, para hacerlo, rompió la regla más importante del Instituto Atlas: Todo lo creado en Atlas, debe permanecer dentro de Atlas. Mi ancestro huyo después de haber robado del instituto una serie de armas y artefactos, todo con el objetivo de usarlos para derrotar al anterior treceavo, y, después de haber llevado a cabo su plan con éxito, se reunió con una de las dos Princesas con el título de Brunestud, con la cual firmó un contrato, el cual le permitió convertirse en el fenómeno conocido como Tatari.
Su ruptura de la regla más importante de Atlas fue lo que nos condenó a la ruina y, a su vez, la razón por la que mi hermana y yo crecimos aisladas del resto de alquimistas, debido a la reputación de nuestra familia como una casa noble deshonrada. Pero sus insultos a su propio linaje no acabaron allí, pues, ingenuamente, creí que sería capaz de borrar la mancha que había representado las acciones mi ancestro, por lo que, acepté ayudar a la Santa Iglesia con su eliminación; sin embargo, mi ancestro superó mis expectativas, mis predicciones, ya que todos los que estaban acompañándome, salvo mi persona, fueron asesinados, y yo tampoco salí impune, ya que, como si quisiera burlarse de mí, me convirtió en su hija, me convirtió en un apóstol muerto.
Después de eso, tuve que huir, no podía volver a Atlas, no, mejor dicho, no me atrevía a volver a Atlas, pues si bien el ser un apóstol muerto no era exactamente motivo de expulsión, no tenía forma de garantizar que no me convertiría en un peligro para todos y, además, si antes había sido repudiada por pertenecer al mismo linaje que Zepia, ahora que había sido marcada directamente como su descendiente, no quería ni imaginarme como serían las miradas y los juicios que se harían sobre mí.
Suspiré, cuando me fui, era la vicedirectora de Atlas, un título que solo se le daba al futuro director del instituto; sin embargo, actualmente, había perdido ese título. El anterior director se había suicidado durante el año en el que había estado fuera y, mediante un consejo entre las Seis Fuentes, o, mejor dicho, lo que quedaba de las Seis Fuentes, se dictaminó que mi hermana menor sería quien tomaría el puesto de directora.
Yo, por mi parte, me mantenía huyendo. Actualmente estaba siendo perseguida por la Asociación de Magos, esta, si bien no tenía un deber particular para con la caza de apóstoles (Más allá de cazarlos si ponían en peligro el secreto del Mundo de la Hechicería), ya que incluso habían llegado a trabajar con dos de los veintisiete, Blackmore y Zelretch; no obstante, la vicedirectora de la Torre del Reloj tenía una… particular devoción por la caza de apóstoles, y más si esta era una hija de alto rango de uno de los veintisiete, y además pertenecía a una casa noble caída en desgracia.
Por otro lado, estaba la Santa Iglesia, ellos eran diferentes, pues la caza y destrucción de los apóstoles muertos era específicamente uno de sus trabajos, y, al enterarse de que la operación para destruir a la Noche de Valaquia había sido un fracaso, se dieron a la tarea de investigar qué era lo que había ocurrido y, a pesar de mis esfuerzos, lograron darse cuenta de que me encontraba con vida, y me persiguieron con el objetivo de sacarme información. Obviamente, hui, pues a los ejecutores les bastaría con un solo encuentro para notar mi transformación, y lo harían con mucha mayor facilidad ya que no contaba con métodos de ocultamiento, a diferencia del resto de apóstoles, principalmente por falta de tiempo y por mi poca experiencia a la hora de usar mis nuevas capacidades.
Y tal y como preví, solo pude retrasar el descubrimiento de mi secreto durante un corto periodo de tiempo, luego de eso, el secreto dejó de serlo, y comencé a ser perseguida por ambas organizaciones.
Además, mi situación era más precaria de lo que la mayoría sabía o creía, pues, debido a la singular condición de mi ancestro, mi situación era… particular. Para empezar, todavía no me había convertido completamente en un apóstol muerto, pero la maldición se encontraba corrompiéndome lentamente, según mis cálculos, en media década me habré convertido completamente en un apóstol… salvo, que la Noche de Valaquia reaparezca antes de que ese intervalo se cumpla, pues de ser ese el caso, la maldición se fortalecería y me consumiría en cuestión de minutos.
Por otro lado, en cuestión de habilidades, ahora podía sentir el éter corriendo por mis venas, en mi sangre. Debido a que había sido convertida por uno de los veintisiete, debería de estar en el rango VI; sin embargo, debido a que todavía no me había convertido totalmente, sufría de cierta desventaja que los de mi rango ya no deberían de sufrir: la luz solar. Además de eso, mis estadísticas fundamentales parecían ser ligeramente inferiores a los de un miembro de mi rango, al menos según los comentarios que había oído de los ejecutores que me perseguían. Y, sin embargo, estaba equivocada, y me di cuenta de esto cuando me encontré a un apóstol muerto en el cementerio Blackmore, un hijo de Blackmore, quien fue absorbido por el último accidente que me vi en la obligación de arreglar, y este me informó de que los apóstoles muertos pueden sentir la "profundidad" de las maldiciones de los otros, de esta forma, me informó que mi rango no era el de VI, sino el de VII, un Apóstol Muerto Superior, a su vez, también me dijo que dicho rango generalmente se le otorgaba a aquellos reconocidos por el apóstol, y que, por la situación precaria que sufrían los veintisiete apóstoles muertos como organización, solía otorgárseles al que, en un futuro, sería su sucesor.
Dicha información me hizo cuestionarme varios asuntos, ¿el que estuviese involucrada en dicho acontecimiento fue una simple casualidad? ¿o acaso fue obra de la Noche de Valaquia? Un plan para poder marcar a quien consideraría como su futura sucesora. Obviamente, no pensaba que la Iglesia estuviese confabulando con Valaquia, pero tal vez ambos habíamos caído en sus garras, al haber sido el ataque precisamente en Italia, y habernos dejado llevar por la impulsividad. Sea como fuese, mi ancestro no solo se había burlado de mí, planeaba que cargase con su deshonroso legado, algo que no estaba dispuesta a permitir.
Estaba casi totalmente sola, sin prácticamente aliados, salvo una, la única persona que había estado siempre para mí desde mi juventud, mi hermana menor, Sialim. Y ahora me estaba dirigiendo a un hotel para ponerme en contacto con ella.
Mientras repasaba mi situación actual y otros asuntos una vez más, llegué rápidamente delante del hotel. Entré, pedí una habitación, pagué, y me dirigí a esta, entre, cerré con seguro, y dejé mi bolsa sobre la mesa, luego la abrí, y saqué mi Logos React Genérico, una copia experimental y menos poderosa del verdadero Logos React, la cual fue creada por mi ancestro durante sus tiempos como director del instituto.
Desconocía cuales eran las intenciones de mi ancestro a la hora de su creación; sin embargo, considerando que había resultado en un generador de simulación de singularidades, infería que había sido un fallo. Aun así, como una copia del Logos React, era una computadora de pseudo-Spiritron, y una mucho más poderosa que la mayoría de las computadoras de la actualidad, capaz de registrar y recrear mentes, y a través de su capacidad de cálculo, podía calcular múltiples posibilidades para crear innumerables mundos virtuales dentro de sí mismo (Aunque todas resultaban en singularidades). Aun así, a pesar de que su capacidad para recrear singularidades era, en gran medida, inútil para mí, su capacidad computacional y sus funciones como computadora no lo eran.
Encendí mi Logos React Genérico y me conecté a la red del hotel, a pesar de todos los problemas que había causado, entre las pocas cosas que se podían agradecer del descubrimiento de la Moon Cell, era el aceleramiento en este tipo de tecnologías para el resto de la sociedad común. Luego de que estuve conectada, abrí aquella aplicación de comunicación exclusiva que mi hermana y yo habíamos creado, una que no podía ser rastreada utilizando métodos convencionales, porque, en esencia, la aplicación estaba "parcialmente" incompleta, es decir, podías "contactarte" con otras personas en cualquier parte del mundo, siempre y cuando estuviesen en línea, pero la aplicación no tenía un cuadro de texto, opción a llamada, o videollamada, simplemente podías conectarte con esa persona o personas, pero no podías comunicarte, o al menos así lo verían los hackers comunes, pero yo no era una de ellos.
Tomé mi Etherlite, un código místico desarrollado por mi familia, el cual era un sistema nervioso artificial construido de éter en forma de un filamento a nano escala de una micra de espesor, y el cual se encontraba conectado a mi persona a través de una pulsera, y lo conecté al Logos React Genérico. Y entonces, me proyecté en el mundo virtual.
Debido a nuestro Etherlite, el apellido Eltnam, mi apellido, era sinónimo directo de un Hacker Espiritual, los cuales utilizábamos un estilo de hechicería relativamente poco practicado comúnmente por los magi de la actualidad, aunque, con la creación de una organización de magi en Estados Unidos, y con la creación de una nueva clase de ejecutores por parte de la Torre del Reloj, fue que el Hackeo Mágico empezó a ser mucho más utilizado, aunque, en comparación, la mayoría estaban en pañales en comparándolos con mi familia.
Actualmente estaba realizando una digitalización de la percepción visual y táctil, la cual era considerada como tecnología de la más alta gama en la actualidad, la cual todavía estaba en desarrollo y no estaba disponible para la mayoría del publico, pero para mí, era extremadamente básica. La digitalización de la percepción visual y táctil me permitía proyectar los componentes básicos de mi ser en la red, dándome una capacidad de entrada y salida más potentes. Pero al ser una proyección muy simple, era incapaz de mostrar una forma humana en el mundo cibernético.
Y, con esa proyección, me "sumergí" en el mundo virtual, en una habitación que era una copia idéntica de la oficina que se suponía, en un futuro, yo ocuparía, allí se encontraba Sialim, la cual, a diferencia de mí, no era una simple proyección, ella había digitalizado y espiritualizado su conciencia y cuerpo físico, creando una copia exacta de sí misma dentro de este mundo cibernético.
—La conexión de Reino Unido se encuentra en la mitad de la tabla en cuanto a banda ancha, y el poder computacional de tu Logos React Genérico es más que suficiente para usarlo como una puerta de entrada, ¿por qué no realizaste una digitalización completa, Sion? —me preguntó Sialim, y pude ver la curiosidad en su rostro.
—Ya lo hemos hablado otras veces, Sialim, una proyección no me expulsa del mundo material, lo cual hace que sea mucho más sencillo desconectarme y volver afuera. Considerando que estoy siendo perseguida, no quiero aventurarme a realizar una digitalización completa y arriesgarme a que, mientras estoy aquí, alguien intenté asesinarme afuera.
Sialim asintió—. Lo sé, pero, reconsiderando tu situación, acabas de hospedarte en el Cementerio Blackmore, su ubicación no es muy conocida por las personas de nuestro mundo, a pesar de su fama.
—Y, aun así, la Iglesia tiene presencia en el pueblo —contraargumenté.
—Cierto, pero debido a que son un pueblo muy aislado, este estuvo completamente incomunicado durante varios meses, y a eso tienes que sumarle el tiempo que te tomó detener a Logos React, y, aun así, la Iglesia no sospechó nada.
Ladeé mi cabeza, era cierto. Unos pocos meses después de mi conversión, mientras huía, recibí una petición de Sialim, al parecer, el pueblo donde se encontraba una de nuestras siete superarmas, el verdadero Logos React, no se había comunicado periódicamente, como siempre lo hacían. Considerando que poseían a una de nuestras armas más poderosas, los monitoreábamos constantemente, por lo que, el que no se comunicasen, encendió nuestras alarmas. Debido a esto, Sialim me contactó, pues era su mejor opción, ya que, a pesar de mi situación problemática, era una de las dos hermanas genio que habían nacido dentro de la familia Eltnam, o al menos así nos llamaban antes, y, además, había heredado una versión genérica del Logos React, a la cual había estado investigando desde que era muy joven, así que no había nadie mejor que yo.
Dicho esto, me dirigí al Cementerio Blackmore, el cual era un pequeño pueblo-cementerio, y cuando llegué, me temí lo peor, pues el pueblo parecía estar abandonado; sin embargo, y para mi suerte, las cosas no eran exactamente como parecían, pues, después de investigar un poco, me di cuenta de que todos "estaban" allí, o, mejor dicho, estaban parcialmente allí, pues habían sido absorbidos por el Logos React en una simulación virtual, un lugar formado por Pesudo-Spiritrons donde los seres basados en datos y los seres orgánicos podían interactuar.
Después de un día de investigación, entendí el porqué del mal funcionamiento del Logos: Este se había encontrado con una paradoja debido a un ritual que había salido mal, lo cual causó que este comenzase a funcionar mal, hasta el punto en el que absorbió a todos los residentes del pueblo dentro de una simulación del pasado.
Me llevó un tiempo, pero logré detener al Logos React descontrolado, y al hacerlo, todos los absorbidos volvieron al mundo físico. Y fue allí donde conocí a un miembro de la familia Blackmore, el cual logró descubrir mi condición debido a la intervención del hijo de Blackmore; pero como muestra de agradecimiento por salvar al pueblo, en vez de entregarme, me permitió resguardarme durante un tiempo en el cementerio y me comentó sobre la situación del pueblo, así como de la presencia de los miembros de la Iglesia dentro de este y de su objetivo: detener el ritual que hizo que Logos React funcionase mal.
En cuanto a la relación de la Iglesia con los Blackmore, Gransurg Blackmore había roto relaciones con su estirpe después de haberse convertido en apóstol, y los Blackmore eran un linaje ermitaño que se dedicaba exclusivamente al cuidado de su territorio, así que tenían sus "riñas" y "diferencias" pero, ya que era un linaje humano, tenían una especie de tregua de alto al fuego, siempre y cuando, ninguno se interpusiese en los asuntos del otro, por lo que, los miembros de la Iglesia no entraban en el cementerio, el cual era una red de túneles subterráneos.
Durante mi estadía en el pueblo, me mantuve alejada de ellos tanto como me fue posible, aunque, al parecer, tal vez porque el pueblo estaba tan desconectado del resto del mundo, o por alguna otra razón externa que yo desconocía, que los miembros de la Iglesia no sabían quién era, solo sabían que era una enviada de Atlas, e invitada de Blackmore. Esto lo pude averiguar cuando Fernando Crozze, el Padre de la Iglesia, después de recuperarse de sus heridas, se acercó a agradecerme por los servicios prestados, cosa que, para mi sorpresa y sospecha, Blackmore permitió, y por lo que pude deducir, él no estaba informado sobre quien era, y más allá de conocer la existencia de nuestro mundo, no estaba relacionado con este. Esa fue la razón por la que Blackmore permitió que me conociese; pero me advirtió que la Hermana de la Iglesia era todo lo contrario, por ende, la evité como a la peste, de hecho, nunca me reuní con ella.
Intenté, fútilmente, recuperar a Logos React cuando Blackmore me informó de que el ritual de la "Abuela", cabecilla de una de las dos facciones que existían en el pueblo, había sido un completo fracaso y que, su única esperanza de éxito, estaba muerta… O al menos eso me dijo durante mi primera estadía. Finalmente, temiendo que en algún momento la Hermana buscase reunirse conmigo y, por ende, de que estuviese en peligro de que descubriese mi identidad, terminé por dejar el pueblo.
Durante ese tiempo la Iglesia me perdió la pista, al menos durante un tiempo…
—Pero esta vez me quedé mucho menos, así que es menos probable que me hayan perdido la pista, debo tomar todas las precauciones posibles —contesté.
Sialim suspiró, rompiendo su expresión seria por unos instantes—. Solo… no te dejes consumir por el estrés, Sion, sé que casi no has descansado en todo el año, y si bien tu cuerpo puedo soportarlo, eso no significa que tu mente…
Sonreí—. Gracias, pero soy una alquimista de Altas, si no pudiese manejar todos los problemas por los que estoy pasando, entonces nunca fui digna de ser la siguiente directora, incluso si ya no soy acta para el puesto.
Al oírme, Sialim asintió y volvió a retomar su actitud habitual—. Bien, en ese caso, dime, ¿por qué Blackmore te llamó una vez más a su cementerio? ¿Tiene que ver con Logos React?
Ladeé mi cabeza—. Más o menos, no con el verdadero Logos React, como te informé la última vez, Logos estará inoperativo en un estado de reparación durante, al menos, un año.
—¿Entonces?
—Fue porque le llegó una carta…
—¿Una carta? ¿Tiene que ver con nosotras?
—Con el instituto, más específicamente, con la segunda réplica del Logos React, parece que está funcionando mal.
—¿Lo reparaste?
Entrecerré mis ojos—. Entonces, ¿sabías que existía?
Sialim asintió—. Sí, pero solo después de que me dieron el puesto de directora. Una vez obtuve el puesto, pude acceder a los archivos de los antiguos directores, fue así como me enteré de que Morgan Le Fay utilizó uno de los Contratos de Atlas para que le ayudásemos a crear un sello para Rhongomyniad, la lanza del Rey de los Caballeros, de esa forma le ayudamos a crear un Código Místico que sellase la lanza utilizando una réplica de Logos React.
—Hmm… comprendo, en todo caso, la réplica de Logos React ha comenzado a funcionar mal y por eso la familia Blackmore me contactó.
—¿Y lo reparaste?
—No, mejor te envió toda la información directamente.
En el estado en el que nos encontrábamos, podíamos mandarnos la información directamente al cerebro, lo que era mucho más eficiente que explicarle todo.
…
—Comprendo… entonces, la portadora de la réplica no estaba en el pueblo, por lo que, no pudiste repararla, eso es problemático… —expresó Sialim—. Si bien es cierto que la réplica ya no es propiamente hablando Logos React, eso no quita que siga siendo en cierto sentido un arma de Atlas, por lo que, no podemos dejarla sin supervisión, más aún si está funcionando mal.
—¿Hmm? ¿En qué estás pensando? ¿Hay algo que te preocupa? —pregunté, podía discernir la mayoría de los pequeños cambios de expresión en el rostro de mi hermana.
—La mayor parte del poder computacional de la réplica de Logos React está siendo utilizada para sellar a Rhongomyniad, así que, en cuanto a peligrosidad por la propia Logos, no debería de haber mucha; pero si alguien intentase romper el sello y utilizar su poder computacional para otros motivos… por lógica, debería de haber un sistema de seguridad que lo impida o que destruya a la réplica si se intenta; sin embargo, no tengo certeza de que esto sea verdad debido a lo que ocurrió con nuestros registros. Lo que quiero decir es que me gustaría asegurarme de que esto sea así.
Asentí—. Pues tienes suerte, porque de todas formas estamos obligados a ayudarlos.
Sialim entrecerró sus ojos—. ¿El contrato? —Asentí—. Demonios, ¿en qué estaba pensando el director que creó los contratos? ¿Acaso era idiota? Si no existiesen no tendríamos que preocuparnos de estas cosas.
—También tengo que informarte que confabulé con los Blackmore, ya que solo ellos saben que la portadora de la réplica sigue viva, para el resto, está muerta, y a los ojos del pueblo, ellos tienen el Código Místico. Así que, con su ayuda, le mentí a la abuela para que realizásemos un viaje a Atlas.
Esto pareció sorprender mucho a Sialim, quien me preguntó—. ¿Por qué?
—Porque es una situación ideal para recuperar uno de los Contratos de Atlas y, de ser posible, también a Logos React.
—¿A qué te refieres?
—Los Blackmore lograron convencer a la Abuela de utilizar el Contrato de Atlas con el objetivo de evitar perder una de las más importantes reliquias del Rey de los Caballeros. Así que le mentí a la Abuela, diciéndole que me era imposible reparar a la réplica sin llevarla de vuelta a Atlas, por lo que, planeamos realizar un viaje en un par de meses, donde uno de los miembros de los Blackmore nos acompañará "portando" el código místico junto con un miembro de la facción de la Abuela que portará el contrato y, a su vez, nos reuniremos con la portadora de la réplica fuera del pueblo y "viajaremos" en conjunto a Atlas.
Sialim alzó una ceja—. ¿Y? Deberías de saber que no podemos tomar los contratos por la fuerza, si ese fuese el caso, ya lo hubiésemos hecho.
—Sí, lo sé, un alquimista de Atlas no puede tomar por la fuerza los contratos, pero… yo ya no soy parte de Atlas.
Esto pareció sorprender enormemente a mí hermana—. ¡Sion, aun no has sido expulsada de Atlas!
No pude evitar esbozar una sonrisa resignada—. Pues probablemente no sea por las Seis Fuentes o por los demás alquimistas veteranos, me arriesgo a creer que tal vez se deba a la oposición de la directora, ¿estoy en lo cierto? —Sialim me contestó con una mueca—. Me lo imaginé. No te preocupes, no planeaba regresar de todas formas.
—¿Qué? —Asentí—. ¡Sion, sé que estás en una situación precaria pero no tomes decisiones apresuradas! Ahora que obtuve la posición de directora, pude acceder a los archivos clasificados de Zepia cuando fue director, busqué algo que pudiese explicar cómo se mantuvo estable y no sucumbió a sus impulsos, y encontré una investigación titulada: "Sangre Sintética", en esta Zepia explicaba el cómo buscaba crear una sustancia que reemplazase a la verdadera sangre que tenía que tomar para mantenerse con vida.
Esto llamó mi atención—. ¿Lo logró?
Vi a mi hermana ladear su cabeza—. No exactamente. Verás, no hay datos sobre en qué momento Zepia se transformó en un apóstol, lo único que tengo por seguro es que, para el siglo 14, obtuvo el puesto de director, y mantuvo dicha posición durante un siglo, pues, en el siglo 15, obtuvo el puesto de treceavo y, poco después, se convirtió en Tatari.
—Eso significa que Zepia debía de tener al menos mil años para el siglo 15, de otra manera, hubiese sido destruido por la maldición del treceavo —complementé.
Sialim asintió—. Sí, al menos que haya encontrado una forma de resistir la maldición, de modo que no lo abrumase, ese debe de ser el caso. El que haya encontrado un método no es una hipótesis que podamos descartar, aunque las probabilidades no sean muy altas. No obstante, si tomamos el caso más común, el que para aquel entonces ya tuviese un milenio, no podemos saber con exactitud en qué momento se transformó.
Asentí, ambas sabíamos que, en el Mundo de la Hechicería, había más de una forma de ralentizar el envejecimiento, de hecho, tenía entendido que el Departamento de Botánica de la Torre del Reloj vendía una poción con dicho efecto, e incluso había formas de conseguir una inmortalidad parcial, y si bien acceder a cualquiera de estos métodos era todo menos sencillo, de hecho, generalmente era todo lo contrario, tampoco era imposible, y, mucho menos en el siglo catorce, cuando el misterio era más fuerte… siglo 14…
Eso me llamó la atención—. ¿No hay datos sobre cuando fue el nacimiento de Zepia en su información como director? Como miembro de las Seis Fuentes, esta información debería de ser fácil de conseguir —Antes de volverse directora y después de mi fracaso, Sialim había buscado datos de Zepia; pero, para nuestra desgracia, sus datos eran información a la cual no teníamos acceso; pero ahora que Sialim era directora…
Para mi desgracia, mi hermana negó con su cabeza—. Parece que antes de huir de Atlas, Zepia borró gran parte de su información e investigaciones, sus datos están incompletos. —Fruncí el ceño—. Sin embargo, por lo que pude extraer de lo que dejó, Zepia ya se había transformado en apóstol antes de conseguir la posición de director, lo cual significa que estuvo durante, al menos, un siglo como apóstol dentro de Atlas, y la información sobre la investigación de la Sangre Sintética también es de por aquellos años.
—¿Tal vez se sintió con mayor responsabilidad después de obtener la posición de director? —pregunté—. La última vez que nos reunimos, me dijiste que Zepia prefería viajar antes que ser un ermitaño, pero que después de obtener el cargo de director, no abandonó Atlas hasta su traición.
Mi hermana ladeó su cabeza—. Puede ser…
—Y, ¿sobre la Sangre Sintética?
—Como dije, no completó la investigación, pues al parecer estaba obsesionado con otra investigación, una conocida como la Sexta Ley, sea lo que sea que esto fuese, porque lo único que tenemos sobre dicha investigación es el nombre. En cuanto a la investigación sobre la Sangre Sintética, parece que Zepia la fue dejando de lado con el paso del tiempo, pero solo la abandonó por completo después de que logró crear una versión imperfecta o incompleta de la misma, por lo que leí, fue lo suficientemente buena para él, y la utilizó para mantenerse estable y dedicarse enteramente a la Sexta Ley.
—Comprendo.
—Puede que no sea perfecta, pero podemos trabajar para perfeccionarla, y como mínimo te ayudará a calmar tus impulsos. Te enviaré la información —me contestó Sialim.
—Gracias… —suspiré—. Sin embargo, Sialim, incluso si la perfeccionamos, solo es una solución a medias, lo que quiero es una cura para el vampirismo, antes de que me convierta completamente en una, o, en el peor de los casos, una manera de revertirlo, quiero volver a ser humana, por eso ya me he mentalizado, no volveré a Atlas, no hasta que vuelva a ser humana al menos.
Realmente se veía extraña al mostrar una expresión preocupada en su rostro, pero era la expresión que tenía mi hermana en este momento—. ¿Sigues dispuesta a llevar a cabo esos planes? ¿A pesar de las posibles consecuencias?
Asentí—. Puede que nosotras no conozcamos una cura para el vampirismo; sin embargo, puede que ese no sea el caso de la Moon Cell, si hay un lugar donde tengo posibilidad de encontrar la cura, es allí.
—Entonces, ¿estás decidida a participar en la Guerra del Santo Grial?
—Sí, puede que sea algo que no está completamente bajo mi poder, pero haré lo que tenga que hacer para poder participar, si no soy elegida como Maestra por la Moon Cell, entonces no me quedará de otra que robarle los Hechizos de Comando a alguien que si haya sido elegido. —Como la conversación se estaba tornando demasiado sombría para mi gusto, decidí darle un pequeño giro—. Tú también vas a participar, ¿no es así?
Observé extrañada como mi hermana ladeaba su cabeza—. Sí, pero propiamente hablando, no. Puede que tu situación haya cambiado, y por eso esto ya no se aplique a ti, pero recuerda que los alquimistas no somos los más actos para las batallas, incluso con un Espíritu Heroico a nuestro lado, eso no cambiará.
—¿Entonces que harás?
—Enviaré a Rani, la creé para este trabajo. Su misión será ganar la guerra y utilizar la Moon Cell para asegurar el futuro de la humanidad.
—Imagino que eso incluye la continuación de Atlas —expresé, para luego preguntar—. ¿Cómo se están desarrollando los eventos? ¿Todo según lo previsto?
—Para nuestra desgracia, sí, todo prosigue según lo calculado.
Asentí en silencio.
Atlas se encontraba en una situación tan o más precaria que el resto del mundo. Más allá de los daños estructurales que sufrió el instituto hace treinta años, los cuales costaron una cantidad considerable de vidas, habíamos sufrido también de un grave problema de natalidad, no en el sentido del nacimiento propiamente hablando, sino en el sentido de que los niños tenían una muerte prematura antes de este. Y así, muchos de los cuales deberían de conformar a la nueva generación, habían muerto antes de nacer, y aquellos que lograron nacer, murieron poco después debido a las condiciones hostiles del medio ambiente. El Grain era un problema que no había pasado por alto a nuestro instituto, surgía de la tierra repentinamente, y para cuando su presencia era detectada, ya había intoxicado a los presentes, de esta forma, había invadido secciones del instituto y acabado con la vida de los alquimistas presentes en estas. A todo esto, también le teníamos que sumar el hecho de que, a medida que nuestras posibilidades de asegurarnos un futuro disminuían, los alquimistas veteranos comenzaron a ser presa del estrés y de la presión, entre otras cosas, las cuales, finalmente, llevaron a sucesivos suicidios. Según los cálculos que habíamos hecho, Atlas no sobreviviría más de una década antes de convertirse definitivamente en un gran mausoleo.
—Si bien no estoy de acuerdo con tu método para recuperar el contrato, no voy a negar que la recuperación de Logos React sería muy beneficiosa a la hora de sellar la caverna.
La caverna o, el pozo, eran formas de llamar al instituto, y, en cuanto a sellarle, solo yo, Sialim, y Rani, conocíamos sobre la futura Guerra del Santo Grial, por lo que, sabíamos que, en el momento el que se hiciese público el anuncio de tal evento, nuestros compañeros alquimistas seguramente quisiesen participar con el objetivo de intentar ganar, para así evitar los respectivos finales del mundo que cada uno logró prever, y, si bien no estábamos en contra de su participación, la probabilidad de que trabajásemos juntos no era muy elevada, debido a que cada uno vio un final diferente, a que solo podía haber un ganador, y también al elitismo y competitividad que había entre nosotros; sin embargo, lo más preocupante no era esto, sino que las probabilidades de que nuestros compañeros alquimistas sucumbiesen a la presión y decidiesen romper la mayor regla de Atlas, y así robar armas que jamás deberían de salir del instituto, todo con el objetivo de aumentar sus probabilidades de supervivencia durante la guerra, eran demasiado altas.
Atlas nunca había estado sobrado de personal, de hecho, cada uno estaba completamente dedicado a evitar el fin del mundo que vio, y en esta situación donde ya casi todo parecía inútil, sabíamos que la tentación sería demasiado grande. Así que, para evitar un futuro en que los alquimistas de Atlas traicionasen su máxima, Sialim y yo decidimos que sellaríamos Atlas antes del anuncio de la guerra, para que, de esta forma, nuestra tecnología no causase problemas, y Logos React era el sello perfecto.
—Los catalizadores… —expresé—. Tenemos el que logramos asegurar hace tiempo, pero ahora que seremos dos las que participaremos…
—He intentado conseguir un segundo catalizador, pero debido a las consecuencias de las Falsas Guerras del Santo Grial, incontables catalizadores se han perdido con los múltiples rituales. Además, al estar encerrada, mis posibilidades de asegurarme otro sin que nadie se entere, no son muchas… creo que tendrás que encargarte de eso por tu cuenta.
Asentí—. Bueno, a fin de cuentas, esta fue mi decisión.
—Te encargo la recuperación del contrato, una vez que lo tengas, me encargaré de recuperar a Logos React.
—Puedes confiármelo —expresé con seguridad—. Por otro lado, dime, ¿cómo va el hackeo de la Moon Cell?
—Bueno… lo completamos hace una semana… —me contestó mi hermana.
—¿¡Qué!? Pero, según nuestros cálculos, si no había imprevistos y todo seguía como hasta ahora, tomaría al menos medio año antes de que pudiésemos llegar al último nivel, ¿¡Cómo lograron que el proceso se completase tan rápido!?
—No fuimos nosotros —expresó mi hermana, preocupada—, tuvimos ayuda.
—¿Estás sugiriendo que alguien logró hackear la Moon Cell antes que nosotros?
Vi a mi hermana negar con su cabeza— No, por lo que pudimos ver, la ayuda fue interna.
—¿Interna? La Moon Cell borra cualquier rasgo de sapiencia de sí misma, por lo que, solo una de las IAs avanzadas que gestionan secciones podrían ayudarnos; sin embargo… ¿Por qué una IA de la Moon Cell aceptaría ayudarnos a ejecutar el programa de Guerra del Santo Grial?
—Ni idea, es muy poco probable que una de estas nos ayude, ya que el programa Guerra del Santo Grial afecta directamente a la observación de la humanidad, así que no tendría sentido que una nos ayudase, pero… tal vez… tal vez no sea una IA, hay alguien más con acceso a la Moon Cell que no es una IA.
—¿El escudo de la Moon Cell? ¿Pero por qué nos ayudaría?
—Tengo algunas suposiciones, pero nada más… Sin embargo, parece que nuestros planes no saldrán como queríamos.
—No saldrán… puede que, ¿Modificó el programa? —Sialim asintió—. ¿Pudiste acceder al programa modificado?
—Lamentable, no.
—¿Y has intentado ejecutar nuestro programa original?
—Sí, pero, parece que nuestra aliada era solo una aliada por conveniencia, pues, en el momento en el que lo intentamos, la Moon Cell lo identificó como un virus, borró el programa, y a nosotros nos bloqueó el acceso.
—¿No han encontrado alguna forma de recuperarlo?
—Estamos en ello, pero es probable que todo lo que avanzamos se haya ido a la basura, si tuviésemos que comenzar desde un inicio… no, es incluso peor, ahora tenemos a un enemigo consciente de nuestros objetivos, tal vez incluso más de uno, así que, no creo que logremos impedir que el programa modificado de inicio en la fecha pautada por la Moon Cell.
—¿Y esa es?
—En primavera del siguiente año, entre abril y junio.
—Demonios…
Sialim suspiró—. Haremos todo lo que esté en nuestro poder para que las cosas estén tanto como nos sea posible bajo nuestro control, pero, prepárate para cualquier cosa.
Sin más opciones, asentí.
—Por otro lado, Sion, debido a la misión que tenías, y a tu posición como vicedirectora, se te permitió tomar la réplica del Black Barrel, una vez que seas expulsada, dicho permiso queda anulado, así que no te expulsaré hasta antes de que comiences tu viaje para recuperar el contrato, una vez que lo tengas, utilízalo para poder conservar la réplica y, de ser posible, también al original.
—¿El original? ¿Lograron ubicarlo después de la muerte de Louvre?
—Así es, el sello que le impuse antes de que Louvre lo robase fue liberado hace casi dos meses. Una vez liberado el sistema de apoyo del Black Barrel envió una señal de su ubicación y, una vez que volvió a su estado inactivo, perdimos la pista hasta hace un par de semanas, donde volvió a ser utilizado.
—¿Pudiste descubrir a su portador?
Sialim asintió— Parece ser un magus de la Torre del Reloj, Muramasa-Emiya Shirou.
—¿¡Emiya Shirou!?
—¿Lo conoces?
—No personalmente, pero he estado atenta a las noticias de la Torre relacionadas con la Reina, tengo entendido que se convirtió en su ejecutor después de… —Y rápidamente me di cuenta—. Sialim, ¿el momento y lugar de la activación del Black Barrel coincide con el asesinato del séptimo de los veintisiete de los ancestros de los apóstoles muertos?
Vi a Sialim asentir—. Exactamente, el Black Barrel se activó en la misma área en la que estuvo retenido el Rail Zeppelin, además, su última activación fue en el mismo punto geográfico donde se ubica el séptimo laberinto de Caubac Alcatraz, en dicho laberinto, se estaba llevando una Falsa Guerra del Santo Grial, guerra a la que Emiya fue enviado a finalizar. Sion, tu última misión como alquimista de Atlas, es recuperar el Black Barrel.
—Derrotar al ejecutor de la Reina no será sencillo, pero me haré cargo.
—No es solo el ejecutor de la Reina.
—¿Hmm?
—Tengo entendido que Emiya es hermano de Illyasviel von Einzbern, quien tomó posesión del mando de la familia después del asesinato de la octava cabeza y, además esta viajó a Londres donde se unió oficialmente a la Torre del Reloj, se convirtió en una de los Monarcas, y fundó un treceavo departamento, el Departamento de Alquimia.
Al oír todo esto, no pude evitar mostrarme sorprendida— ¿Cuándo ocurrió todo esto?
—Se hizo oficial ayer…
—Con un Lord respaldándolo directamente… tal vez lo mejor sea negociar con él. —Y entonces una duda cruzó mi mente—. Sialim, ¿los Einzbern nos han traicionado?
—Si lo que quieres decir es que los Einzbern confabularon con Louvre a nuestras espaldas, lo dudo mucho. Según la información que reuní, Emiya participó en la operación realizada en Aylesbury hace seis meses, durante la cual asesinó a dos de los hijos de Louvre, no me sorprendería que haya logrado obtener al Black Barrel en esa operación.
—¿Has logrado averiguar algo sobre Heartless?
—Sí, a diferencia del asesinato del bosque, la información sobre Heartless fue ocultada por las autoridades de la Torre, pero logré negociar con Lord Animusphere, y ella me reveló que Heartless participó en el último viaje del Rail Zeppelin, allí, Heartless fue asesinado, y, por la descripción que me otorgo el Lord, parece ser que la enviada de la Luna finalmente le dio caza.
Eso me desanimó—. Eso es desalentador, si bien no compartíamos el mismo punto de vista sobre como debíamos de salvar el mundo, nos unía el mismo objetivo. ¿Tenemos información sobre que ocurrió con su contrato? —Sialim negó con su cabeza—. Eso es preocupante.
—Enfrentaremos ese problema cuando llegué, por ahora, lo más importante es recuperar el Black Barrel. —A lo cual asentí—. Por suerte, hemos averiguado que Emiya está de camino a Japón, si bien no está solo, es más probable que seas capaz de recuperar el rifle allí antes de que regrese a Londres. Te estoy enviando un informe con los datos que pude recopilar sobre Emiya y sus acompañantes.
—Bien, en ese caso, me dirigiré a Japón para recuperar el arma. Nos vamos, Sialim.
Mi hermana asintió—. Mantente con vida, Sion. Por favor.
Y con esto, me desconecté.
Gray
La luz golpeó fugazmente mis ojos, forzándome a abrirlos y a levantarme, ayer en la noche había despedido a Shirou y al resto, y, desde entonces, habían pasado poco más de ocho horas, lo cual implicaba que ellos todavía no deberían de haber llegado a Japón, pues, desde Londres a la prefectura de Ōita, la duración mínima era de, al menos, más de once horas.
Me dispuse a prepararme, si bien todavía era la aprendiz del profesor, él me había informado sobre que, debido a que ahora ya no vivía en el dormitorio Norwich, sino en el Taller Marbury, sería muy problemático que cumpliese con ciertas labores, como prepararle el atuendo en la mañana, etc, así que, de ahora en adelante, nos reuniríamos en el Departamento de Teorías para la Hechicería Moderna.
Suspiré, a partir de hoy, mi rutina iba a cambiar, y tenía que estar lista para afrontarla. Para empezar, no pude evitar observar con un poco de disgusto a mi celular, pues, aunque sabía que no podía evitarse, el hecho de que el chico con el cual me había comprometido hacía apenas un par de días ya no estuviese a mi lado por, al menos, un par de semanas, me molestaba. No obstante, sonreí brevemente, ya que, si bien no estaba conmigo, él había estado consciente de esta situación desde el momento en el que supo de mi decisión, así que, entre ambos, habíamos conseguido un par de maneras para poder mantenernos juntos a pesar de las distancias.
Suspiré, decidí empezar con buen pie, así que lo primero que hice fue asearme, luego de esto, me alisté y procedí a salir de mi habitación. A medida que recorría el taller, observé por algunos momentos a Add, y no pude evitar que mi rostro mostrase una expresión un poco lamentable, porque, desde hacía un tiempo, Add solo podía mantenerse despierto durante unas cuantas horas al día. Por esta razón, aunque no me entusiasmaba volver a encontrarme con los adoradores de mi pueblo, me sentía un poco desesperada por realizar el viaje a Atlas.
Suspiré, el pensar en mi pueblo me hacía pensar en el pasado, ya había pasado más de un año desde que abandoné mi pueblo, desde que abandoné mi vida como una chica de campo para convertirme en la aprendiz de un Lord de la Torre del Reloj, y, a diferencia de hace unos meses, si bien no era una magi en cuestión de mentalidad, en cuestión de habilidad y aprendizaje, ahora si podía considerarme como su aprendiz. Pero si de cambios estábamos hablando, los últimos días habían sido cruciales, porque, si alguien me dijese que las cosas avanzarían de esta forma hace un par de meses, no le hubiese creído en lo absoluto.
Hoy era mi primer día como miembro de la Facción Einzbern, con todo lo que eso implicaba, e, incluso después de haber tomado mi decisión, me sentía intranquila sobre mi futuro y sobre mi relación con Shirou, y no fue hasta que recibí el contrato que pude calmarme un poco.
Después de una reunión a la que no pude asistir debido a que, en ese entonces, todavía no era parte del harén, Altrouge había tomado la posición de Escriba del harén y redactó un Geis, un contrato en el Mundo de los Magi, en el cual se dictaban la estructura, normas, beneficios, deméritos, etc, del harén. Y, si bien no me consideraba particularmente inteligente, el contrato de la Princesa era lo suficientemente claro y conciso como para que lo pudiese entender sin ningún problema.
Gracias a este pude ver que todo tendría una estructura definida y que no se trataría de un caos total, tal y como pensaba originalmente, y si bien había puntos en los que no estaba particularmente a favor, era un contrato bastante razonable en comparación con lo que, imagino, pudo llegar a ser. Otra cosa que también me dio cierta seguridad, fue la actitud que tuvieron todos durante los días antes y después de la firma del contrato, parecía que… no, mejor dicho, me encontraba segura de que estaban acostumbrados a vivir conviviendo los uno con los otros. Y finalmente, lo última razón que me tranquilizó, fue la misma que me terminó de convencer de dar este paso: la actitud de Shirou y sus intenciones.
Llegué al comedor, donde, para mi fortuna, ya estaba servido el desayuno, en el camino me había cruzado con varios homúnculos guardianes de los Einzbern, a los cuales intenté conocer y con los que, al menos, intentaba interactuar de vez en cuando; no obstante, tal vez por la función para la cual habían sido traídos que, al igual que yo, no eran particularmente conversadores. Por otro lado, los homúnculos que estaban en el comedor eran, salvo una, muy diferentes.
—Buenos días —expresé, parecía que acaban de desayunar, aunque, según lo que tenía entendido, no lo necesitaban.
—Buenos días / Feliz mañana / Buenas… —contestaron Fillia, Sella, y Leysritt.
Sella, en su papel de sirvienta, me facilitó el desayuno, no éramos particularmente cercanas, pero siendo sincera, no lo era realmente con ninguna de ellas—. Gracias. —A lo que pude observar como ella me contestaba con un ligero asentimiento.
—¿Estás lista para lo que seguramente se vendrá de ahora en adelante? —me preguntó Fillia. A lo que, mientras desayunaba, asentí ligeramente—. ¿Tienes amigas? —Esta pregunta me tomó un poco por sorpresa, pero en sí, toda la conversación lo hizo, pues Fillia nunca se había interesado particularmente en entablar conversación conmigo, y no pude evitar malpensar sus intenciones, a fin de cuentas, si había algo que la sombra de Lady Illya había demostrado, era su ambición por conseguir aquello que se proponía sin importar los miembros.
Generalmente, simplemente asentiría y le seguiría la conversación hasta que sintiese que era necesario realmente intervenir, pero, tal vez por todo lo que había vivido durante los últimos días, que realmente no tenía ganas de lidiar con las incertidumbres—. ¿Qué quieres? —pregunté de mala gana.
—¿Hmm? ¿Qué te hace creer que quiero algo de ti?
—Bueno, hasta ahora nunca has mostrado intenciones de querer tener una conversación conmigo, o interesarte por mi situación —contesté secamente.
Fillia esbozó una ligera sonrisa que me dio mala espina—. Bueno, si bien eso es cierto, tampoco tuve muchas oportunidades para acercarme a ti en el poco tiempo que nos conocemos, más aún cuando tenía que fingir ser Lady Einzbern, pero actualmente es diferente, pues ahora vas a vivir en el taller, ¿no es así? —Asentí levemente, no me agradaba darle la razón—. Así que no creo que esa sea la razón de tu disgusto hacia mi persona, ¿no es así? —le respondí con una pequeña mueca—. Comprendo, es por nuestras posiciones dentro de la facción, ¿no es así?
Nuestras posiciones, Fillia no se refería a su posición como sombra de Lady Illya y de falso Lord, sino a nuestras posiciones dentro del… de la Facción Einzbern. Según lo que Altrouge me había comentado, Shirou pidió que no hubiese diferencia entre nosotras; sin embargo, ese era un planteamiento muy simple e inocente, uno con el que ni ella ni Sajyou estuvieron de acuerdo, razón por la que el… harén, había obtenido una estructura bien definida.
En dicha estructura había tres niveles de jerarquía, y dentro de dichos tres niveles, había sub niveles con respecto a las diferentes posiciones. Es decir, el harén estaba organizado en tres niveles, primer nivel, segundo nivel, y tercer nivel, a mayor nivel, mayor influencia y poder dentro de la organización (harén), y, a su vez, los tres niveles estaban ordenados en cuanto a importancia e influencia según las posiciones.
Si bien ambas estábamos en el primer nivel, nuestras posiciones no eran las mismas, y, por ende, nuestra jerarquía tampoco. Según el contrato, yo era… bueno, técnicamente, era una amante, al menos, por ahora.
Amante era una posición del tercer nivel, de hecho, era la única posición dentro de este, era una posición de prueba antes de ser aceptada propiamente como una Esposa de Primera Jerarquía. Según el contrato, las mujeres solo podían optar por la posición de amante al haber sido aceptadas mediante una asamblea por mayoría absoluta, o al haber forzado su inclusión de alguna manera dentro del harén. Y, en cuanto a la relación, la de amante era equivalente a una relación de noviazgo, por ende, la implicada no tenía propiamente hablando los beneficios de pertenecer a la facción, pero, a su vez, tampoco tenía porque cumplir con las reglas que las esposas de primera y segunda jerarquía debían de cumplir, salvo dos: la de no poseer una relación romántica con otro aparte de Shirou (por obvias razones), y la obligación de compartir el tiempo particular, al menos una vez, con cada una de las esposas de primer nivel (Esto con el objetivo de prepararla para poder convivir dentro de la organización y, por ende, demostrar que su relación no sería un problema).
Yo realmente no estaba en esta posición, por lo que, tenía tanto los beneficios como las responsabilidades, al ser, técnicamente, una de las fundadoras de la facción, pero la razón por la que no era una esposa de primera jerarquía, se debía a que Sajyou y Altrouge habían decidido que todas deberíamos de demostrar que podíamos convivir dentro del harén antes de alcanzar esta posición.
Dicho esto, mi verdadera posición era la de esposa de primera jerarquía, quienes eran aquellas amantes que cumplieron con los siguientes requisitos para poder unirse al harén, según el contrato:
"1) Posesión de sentimientos románticos por Muramasa Emiya Shirou de un nivel que, como mínimo, las impulsó al compromiso por voluntad propia y, dichos sentimientos, fueron efectivamente correspondidos. Dichos sentimientos deberán de ser comprobados, ya sea por la constatación de, al menos, otras dos esposas de primera jerarquía, quienes actúen como testigos, o por algún otro medio de índole mágico o tecnológico que ayude con la comprobación de la veracidad de sus sentimientos. (Las esposas de primera jerarquía fundadoras, las cuales son las mujeres mencionadas en el primer párrafo de este contrato, están exentas de cumplir este requisito).
2) Posesión de una razón, motivo, o circunstancia, que permitió, a la vista pública, la explicación del porqué de su inclusión dentro de harén y, dicha razón, motivo, o circunstancia, debe ser aprobada como plausible por mayoría absoluta en una asamblea. (Las esposas de primera jerarquía fundadoras, las cuales son las mujeres mencionadas en el primer párrafo de este contrato, están exentas de cumplir este requisito).
3) Su inclusión debe ser aceptada con una aprobación de, como mínimo, un 75% de los miembros del harén mediante una asamblea. (Las esposas de primera jerarquía fundadoras, las cuales son las mujeres mencionadas en el primer párrafo de este contrato, están exentas de cumplir este requisito).".
Dicho esto, una esposa de primera jerarquía debía de cumplir estos tres requisitos, de los cuales yo estaba exenta, más el requisito de haber estado en la posición de amante y, por ende, de haber demostrado la habilidad de poder convivir dentro de la organización, y así demostrar que su relación no será un problema.
Actualmente, todas teníamos la posición de amantes hasta que demostrásemos esta "habilidad"; sin embargo, mientras que yo, una vez demostrado esto, sería una esposa de primera jerarquía, este no era el caso de Fillia, ya que ella no cumplió con el tercer requisito, y en cambió, forzó su entrada, para ella, y para otras como ella, estaba la posición de esposa de segunda jerarquía, que, si bien esta estaba también en el primer nivel, mientras que las esposas de primera jerarquía estaban en el tercer escalón de importancia, las de segunda jerarquía se encontraban en el quinto, el último del primer nivel.
En cuanto a las esposas de segunda jerarquía, generalmente, eran aquellas que no cumplieron con alguno de los requisitos que sí cumplieron las esposas de primera jerarquía al momento de unirse al harén; pero que, por alguna razón, motivo, o circunstancia, lograron forzar su entrada en este. Y, además de estar en el quinto escalón de importancia del primer nivel, contaban con ciertos deméritos en comparación con las esposas de primera categoría, entre estos, estaba el que las de primera jerarquía tenían garantizado un "tiempo particular (Intimo)" con Shirou, y el cual se llevaría a cabo sucesivamente cada cierto periodo de tiempo, mientras que, las de segunda jerarquía, tenían la obligación de compartir dicho tiempo particular con una de las esposas de primera jerarquía.
Y seguramente era por esto que Fillia había sacado a relucir nuestras posiciones, seguramente insinuando que mi actitud hacia ella se debía a que no tenía intenciones de compartir mi tiempo particular con ella; sin embargo, este no era realmente el caso, pues si bien era uno de esos puntos con los que no estaba de acuerdo, no lo había tomado en cuenta hasta que ella había sacado a relucir nuestras posiciones.
Negué con mi cabeza—. No se trata de eso.
Esto pareció sorprender a Fillia—. ¿No? Entonces, ¿por qué me tratas con tanta frialdad?
Esto me hizo enojar, y parece que no fui capaz de ocultarlo—. ¿¡Acaso no recuerdas que fuiste tú la que me incluiste en el harén públicamente y sin consultarme!?
Y una vez más, mis palabras parecieron tomarla por sorpresa—. Creía que ya me había disculpado por eso…
—No todo se arregla con una simple disculpa —susurré, pero como había pocas personas en la habitación y nuestra distancia no era lejana, fue que Fillia escuchó claramente mis palabras.
Mis palabras parecieron hacerle recobrar la compostura, ya que volvió a mostrar su expresión ligeramente malhumorada habitual—. Comprendo… —Y para mi sorpresa, luego sonrió ligeramente—. Aunque… nunca pensé que fueses una persona que guarda rencor durante mucho tiempo, ¿sabes?
Y ante sus palabras, no pude evitar fruncir el ceño— ¿Mucho tiempo? Solo han pasado unos días…
Y una vez más, una expresión de sorpresa se reveló en su rostro—. Tú… tienes razón. —Y luego fui yo la que no pudo evitar mostrarse sorprendida, pues Fillia comenzó a sonreír extrañamente—. Sí, tienes razón. Han pasado unos cuantos días, y tú los has sentido así; pero en mi caso, lo he sentido como si se tratasen de semanas. —Después de decir estas palabras, Fillia volvió a retomar la compostura—. En ese caso, me vuelvo a disculpar; sin embargo, aunque agradecería que compartieses tu tiempo particular conmigo, no tengo forma de obligarte, por lo que, no se trata de eso.
—¿Entonces?
—Necesito que me ayudes con algo, verás, hoy tendré una reunión con la subdirectora, y me gustaría que estés presente.
—¿Con la Reina? —Fillia asintió—. ¿Y por qué quieres que esté allí?
—Porque no puedo permitirme generar más dudas en los demás, especialmente en Shirou, por lo que, necesito un testigo, y además de Sella y de Lyz, tú eres la única que está en este taller que forma parte del harén, así que no tengo otra opción.
Hice una pequeña mueca, entendía su razonamiento, aunque no me agradaba particularmente encontrarme con la Reina—. ¿A qué hora es?
—Tarde, ya deberías de haber terminado tus deberes para entonces.
Suspiré—. Bien…
—Por cierto, ¿encendiste ya tu teléfono?
—¿Eh? Ahora que lo dices, no todavía…
—Pues deberías de hacerlo, Shirou me llamó más temprano, y según lo que me dijo, te llamaría más tarde, lo cual para nosotras es ahora. Actualmente debería de ser como las dos de la tarde para ellos.
Luego de escuchar esto, encendí mi celular, y no pude evitar esbozar una sonrisa al ver que tenía una llamada perdida de él. Después de esto, decidí ser yo quien diera el primer paso, así que llamé—. ¿Hola, Shirou…?
…
…
Me encontraba actualmente en el salón El-Melloi, las clases estaban a punto de terminar, y… bueno, mi día había sido más o menos como me imaginaba que sería, así que el que el profesor me tratase como siempre, el que Caules ya no mostrase la incomodidad del otro día, y el que Flat… siguiese siendo Flat, era realmente tranquilizador.
Al principio, si bien me parecía que el Sir era un buen profesor, esto lo veían como algo irritante, más que como algo digno de admirar; sin embargo, ahora era un perfecto escape de las miradas de varios de mis compañeros. Entre estos pude ver a algunos que me miraron con desprecio, tal vez porque me consideraban ese tipo de mujer por pertenecer a un harén, pude ver a otros que me miraron con pena, tal vez creyendo que había sido engañada y había caído dentro de todo esto, e incluso había chicas que me miraban con… ¿envidia?
Las primeras miradas eran relativamente fáciles de entender, probablemente los hombres creerían que era ese tipo de mujer, mientras que las mujeres seguramente tendrían pensamientos un poco peores sobre mí, creyendo que lo hice para, básicamente, obtener la posición de noble, esto no fue algo que dilucidé por mí misma, sino algo de lo que me advirtió Sajyou. Las segundas miradas, bueno… no me consideraba como una persona muy lista, y sumado a mi desgana a la hora de interactuar con otros, tal vez eso les hizo creer que sería sencillo engañarme para quedar enredada en todo esto, pues, si bien no era una magus, seguía siendo la aprendiz del profesor, y quien generalmente peleaba sus batallas, por lo que, mi incorporación a algo como esto, estaría justificado desde ese punto de vista. Las últimas miradas fueron las que más me extrañaron, pues, si bien Sajyou también me había advertido sobre esto, no creí que llegaría a pasar realmente.
Según ella, las miradas de esta últimas, serían de quienes tendría que cuidarme más, pues eran quienes estaban dispuestas a hacer lo que fuese necesario para estar en mi posición. En cierto aspecto, fue algo extraño, pues, si bien Shirou era apuesto y tenía una personalidad servicial, nunca había visto que tuviese pretendientas, sacando las peleas entre Rin y Luvia cada vez que era mencionado para alguna tarea o similar, y de su relación con Altrouge, y eso a pesar de que ya llevaba un año y medio dentro de la Torre del Reloj. Esto según Sajyou, se debía a que Shirou, durante su primer año, era casi un don nadie, un magus con un linaje antiguo el cual no había logrado gran cosa en los últimos siglos, y cuyos circuitos mágicos estaba por debajo del promedio en calidad y solo un escalón por encima del promedio en cantidad, y, durante su segundo año, al revelarse su otro linaje, se había vuelto infame. Pero esto ahora había cambiado, con la obtención de la Cresta, su posición de ejecutor, su hermana siendo un Lord, etc, etc, que ahora era visto como un buen material de pareja, pues, las relaciones dentro de la Torre, mayoritariamente se formaban basándose en cuanto fuese el beneficio de formarlas.
Luego de que la clase terminó, venían mis clases particulares. El profesor les daba clases particulares a ciertos alumnos, como yo, Luvia que lo había contratado, o Rin que lo había ayudado durante el Rail Zeppelin. Esta vez ninguna de las dos estaba presente, pues Rin había partido a Japón y Luvia se encontraba realizando un trabajo; sin embargo, no me quedé sola, pues Flat y Caules todavía no habían abandonado el salón.
Con curiosidad me acerqué a los dos, los cuales se encontraban cerca del Sir—. ¿Sir…?
El Lord se giró hacia mí y simplemente asintió—. Estamos muy atrasados, vamos.
Asentí y luego dirigí mi mirada hacia Caules y Flat, preparándome para despedirme; sin embargo, prediciendo mis gestos, Flat negó con su cabeza—. ¡Nosotros también vamos con ustedes!
—¿Eh? ¿En serio?
Caules asintió con una sonrisa un poco incomoda, seguramente por la efusividad de Flat—. Sí, partiré en unas horas, y Flat insistió en que deberíamos de probar el código místico que Shirou y él crearon para mí antes de volar a Rumania.
—Por eso usaremos una de las salas que se utilizan para las prácticas de defensa personal, no te importa que estudiemos allí, ¿o sí? —me preguntó Flat.
Negué con mi cabeza.
—Bien, en ese caso, parta-… ¿Qué demonios haces aquí? —giré mi mirada y observé como el Sir observaba de mal humor a la persona que se encontraba bajo el marco de la puerta, su hermana: Lady Reines.
Ella contestó con una sonrisa hacia el mal humor de su hermano—. No necesitas mostrar esa expresión, querido hermano, no he venido por ti… esta vez.
—No por mí… —A lo que el Sir luego se giró hacia mí.
Un poco sorprendida, me señalé a mí misma, a lo que Reines asintió para luego decirme—. ¿Puedes acompañarme un momento, Gray?
En respuesta, dirigí mi mirada hacia el Sir, quien, después de un suspiro malhumorado, asintió—. No tardes mucho, tenemos trabajo que hacer.
Asentí, para luego ver como Caules, Flat, y el profesor, abandonaban la sala.
—Trimmau, no dejes que nadie entre en el aula —Dicho esto, vi como el código místico se colocó frente a la puerta con sus brazos de mercurio transformados en cuchillas.
—¿Ocurre algo, Lady Reines? —pregunté, no solía dirigirme hacia ella de esa forma desde hacía ya un tiempo, pero debido a mi actual situación, no estaba segura de cómo debería de hacerlo.
Pareció que mis palabras hicieron que la sonrisa de Reines decayese un poco, y que después suspirase—. Entonces… ¿quieres que las cosas sean así? —susurró ella.
—¿Hmm?
Reines negó con su cabeza—. No importa, Gray, no te preguntaré por ciertos rumores de mal gusto que circulan desde que la noticia se hizo pública, pero si quiero saber si fuiste engañada para participar en todo eso. —Observé como Reines fruncía el ceño—. No creo que Shirou se capaz de hacer algo como esto, y no es el estilo de Rouge, pero Sajyou… desde que llegó, me ha dado mala espina, y si bien es algo que suele suceder con los magi, ella es… no sabría cómo ponerlo en palabras, así que, ¿es real?
Su pregunta me hizo dudar, y por un momento bajé mi mirada, técnicamente, no me habían engañado, a quienes habían engañado era al resto de la sociedad de la Torre del Reloj, en cuanto a mí, lo que me habían hecho, era ocultarme información y tomar decisiones en mi nombre y sin mi permiso. Aunque, al final, fui yo quien decidió permanecer en todo esto.
—Comprendo, tu expresión me lo dice todo —habló Reines con mucha seriedad—. ¿Qué piensas hacer de ahora en adelante, Gray?
—N-No es como crees, y yo… he decidido permanecer…
Esto pareció sorprender a mi amiga—. ¿Por qué? —Y ante su pregunta, no pude evitar sonrojarme, a lo que ella no pudo evitar esbozar esa típica sonrisa con la que solía molestar a las personas—. Comprendo, realmente eres un libro abierto, a pesar de lo que has cambiado.
—¿He cambiado?
Reines asintió—. Por supuesto. Antes te desanimabas por una simple mirada de desprecio, y hoy has de haber recibido varios tipos de miradas de ese tipo, y no veo que te haya afectado, ¿o sí?
—Bueno… supongo que ya estaba preparada…
—Gray…
—¿Hmm?
—Recuerdas como se forman las relaciones dentro de la Torre, ¿verdad? —A lo cual yo asentí—. Pues, entonces, si necesitas algo, sabes que puedes acudir a mí, ¿no? A fin de cuentas, me he beneficiado mucho de tu amistad, por lo que, es justo que tú te beneficies de tenerme como amiga de ahora en adelante, ¿entiendes?
Ante sus palabras, no pude evitar sonreír—. Sí, entiendo.
Reines asintió y se dispuso a dejar la habitación—. Bueno, no te quito más tiempo.
…
Después de despedirme de Reines, me dirigí hacia las habitaciones utilizadas para las clases de defensa personal, y, antes de que pudiese entrar, sentí un leve temblor junto con un fuerte estruendo proveniente de la habitación, lo cual me preocupó, porque estas salas tenían ciertas barreras, como, por ejemplo: barreras para disminuir el sonido, así que, para que un leve temblor y un estruendo saliesen de estas, significaba que lo que lo hubiese provocado, no era leve.
Preocupada, me apresuré a entrar en la habitación, y una nube de polvo me dio la bienvenida, así que, con las mangas de mi chaqueta, me cubrí el rostro. Caminé hacia adelante mientras intentaba disipar el aire con un hechizo elemental básico de viento que Merlín me había enseñado.
Gracias a esto, pude ver como el Sir y Flat, se levantaban del suelo a unos metros por delante de mí, y, para mi sorpresa, luego escuché como Caules se quejaba detrás de mí, el cual parecía haberse lastimado al chocar con la pared.
Me acerqué a este último, no era buena en Hechicería Curativa, pero había aprendido lo básico, así que al menos podía ayudarlo un poco—. ¿Estás bien, Caules?
—Sí, sabíamos que habría un efecto de rebote, así que me reforcé para amortiguarlo; no obstante, no fue suficiente. Pero al menos funcionó…
—¿Lo hizo? —Caules asintió y señaló hacia una de las paredes, y después de que el polvo se disipó, pude ver un agujero de un tamaño mayor al de una pelota de tenis, pero menor al de una pelota de futbol, en la pared. Era el mismo efecto que el que tenía una bala cuando atravesaba un cristal.
—¡Funcionó! ¡Funcionó, funcionó, funcionó! —gritó Flat embargado por la felicidad—. ¡Ve profesor! ¡No era tan loco como creía!
Vi a mi maestro fruncir el ceño—. Sí, hay varios detalles en los que debemos trabajar, pero en efecto, funcionó.
—¡Caules! —gritó Flat mientras yo ayudaba a levantar a mi compañero—. ¿¡Puedo nombrarlo, puedo!?
Caules sonrió adolorido, realmente esperaba que no se hubiese roto algo. Parecía que había salido volando y terminó estrellándose contra la pared—. Bueno, ya que fue tu idea, supongo que tienes ese derecho.
Ambos observamos como Flat mostraba una expresión pensativa para luego sonreír—. Bien, se llamará: ¡Hunt, Wild Death Railgun!Y la segunda versión se llamará: ¡Hunting, directed wild death railgun!
Al oír estos nombres, pude ver a Caules avergonzado; sin embargo, no pareció negarse.
—Caules, ¿puedes disparar una vez más? —preguntó mi maestro acercándose a nosotros.
—Debería poder disparar al menos una vez más, pero no estoy seguro sobre una tercera —expresó mi compañero.
—En ese caso, es mejor que practiquen las otras funciones del paraguas antes de volver a probarlo, primero debemos averiguar cómo disminuir el retroceso del disparo y prevenir que te rompas algo —expresó mi maestro—. Los observaré y les daré mis recomendaciones mientras lo utilizan.
A lo que Flat y Caules asintieron con una sonrisa.
—¡Bien Caules, transfórmalo en forma de lanza!
—Bien, aunque no creo que lo utilice mucho en esa forma…
Y mientras mis compañeros probaban las habilidades del paraguas, mi maestro se dirigió hacia mí, y así empezamos mis lecciones. Al principio, creí que el que Merlín se convirtiese en mi maestro de hechicería molestaría al Sir; sin embargo, fue todo lo contrario, ya que, como era un ser que había estado capturado durante casi toda la Era del Hombre, fue que Merlín no era consciente de que tan efectivo, o posible, sería el uso de la Hechicería que él dominaba, mientras que, hacer más sencillo el uso de la Hechicería de las eras pasadas era el trabajo del Sir, así que ambos se combinaron perfectamente. Además, el Sir había admitido que no podía desperdiciar la oportunidad de ver la Hechicería del mago de las Flores con sus propios ojos a través de mí.
Más allá de la Hechicería de ilusiones, Merlín también me había enseñado algunos hechizos básicos elementales de viento y agua, mientras que me enseñó hechizos más complejos de tierra y fuego, el primero era el elemento con el cual tenía la mayor afinidad desde mi nacimiento, mientras que el segundo era un elemento con el que no había nacido con una gran afinidad, pero que, después de heredar el Núcleo de Dragón, mi afinidad con este había aumentado enormemente. Pero, sobre todo, me estaba enseñando un nuevo idioma que me facilitaría los hechizos, el lenguaje de los dragones, actualmente mi maestro y yo estábamos estudiando dicho lenguaje, para que no solo fuese un lenguaje que me facilitase la hechicería, sino que, además, pudiese pronunciarlo lo más rápido posible, esta era una Habilidad conocida como Encantamientos de Alta Velocidad, técnica que si bien Merlín conocía, no estaba dispuesto a enseñarme, ya que cuando lo hacía, solía morderse la lengua. Además de esto, mi maestro también me estaba entrenando en el uso más eficiente de mi energía mágica para con los Hechizos de Merlín. Todo esto sumado al conocimiento que recibía durante las clases.
…
…
Acabé con mis clases y me dirigí hacia el Departamento de Alquimia, ya conocía bien la estructura del departamento y, además, me conocían los homúnculos encargados. Sella se había dedicado a actuar como la secretaria de Fillia, así que ya sabía a qué venía y me dejó pasar, mientras que Lyz cuidaba la puerta de la oficina como una guardia.
¡Toc; toc!
Toqué suavemente la puerta, para luego oír un pase, seguido de un par de gritos.
Abrí la puerta con cierta preocupación debido a esto y, dentro de la oficina, divisé a Fillia y a un chico más joven que yo—. Disculpen… —susurré.
El chico se veía bastante molesto y me miró con una clara muestra de malhumor—. ¿Quién eres? —preguntó él.
Pero antes de que pudiese contestar, Fillia se me adelantó—. Es la aprendiz de Lord El-Melloi, me sorprende que no lo sepas.
Aunque la expresión de malhumor del chico no desapareció, al menos parecía estar contenida.
—¿Y qué hace ella aquí?
Podía notar que, aunque Fillia parecía estar calmada, estaba de un malhumor peor que el del chico—. Tengo un asunto con ella, así que la cité a esta hora.
—¡Pero no hemos terminado!
—Te equivocas, yo ya acabé.
—¡Pero-!
Y así, como un volcán, Fillia explotó y lo miró fijamente—. ¡Hemos terminado! —Y entonces una sensación ya conocida abrumó todo mi cuerpo, me encontraba completamente paralizada—. Te lo repito por última vez, Musik, no tienes el nivel para inscribirte en las clases que pediste, si quieres entrar al departamento, entonces tendrás que empezar desde abajo, ¿o acaso crees que no hemos visto el patético trabajo que tu familia ha hecho con el juguete que les dimos? ¡Qué vergüenza! ¿¡Y quieres entrar en las clases de segundo grado!? ¡Alégrate de que no rechazamos tu inscripción! Ahora, ¡Largo!
Dicho esto, Fillia le pidió a Leysritt que sacase al niño, quien se lo llevó como un costal de papas.
—¿Eso fueron Ojos Místicos Vinculantes?
«Tenía entendido que solo los ojos místicos del encanto, susurro, y sugestión podían ser adquiridos artificialmente; sin embargo, Miss Illya logró obtener ojos vinculantes a través de su hechicería, así que, tal vez por ser la sombra de ella, Fillia también puede hacerlo».
—No, te equivocas, no soy tan habilidosa como la señora, así que soy incapaz de adquirirlos mediante hechicería. Obtuve este después de vuestra aventura en el laberinto.
—¿Solo uno?
A lo que Fillia asintió—. Sí, Sajyou quería dárselos a su hermana; pero, debido a que eran ojos místicos muy poderosos, clasificados dentro de los Colores Nobles, temió que se volvieran en su contra en momentos de debilidad, ya que, en cuestión de circuitos, si bien Ayaka está dos escalones por encima del promedio en cuanto a calidad, solo está un escalón por encima del promedio en cuanto a cantidad, al menos, sin contar su cresta, y en cuanto a compatibilidad… probablemente sean de los peores ojos que ella pueda tener. Así que decidió dárselos a Sella; pero debido a que ella posee una debilidad física natural, sumado a las características de los ojos, concluyó que también podrían volverse en su contra. De las tres, yo era la más equilibrada entre el físico y los circuitos, pero debido a que mi relación con Sajyou no es la mejor, decidió solo darme uno, el otro se lo dio a Sella, ya que al poseer solo uno, no genera tanta tensión en el cerebro y en el resto del cuerpo.
—Comprendo —susurré mirando fijamente a uno de sus ojos—. No noté que era un ojo místico hasta que lo activaste y comenzó a brillar con colores dorados.
—Afortunadamente, el color de ojos de Faustus era rojo, así que no se nota a simple vista la diferencia entre nuestros ojos —explicó Fillia—. La heterocromía es sinónimo de poseer un ojo místico, así que es positivo que no tenga que ocultarlo.
Sus palabras me sorprendieron—. ¿Esos son los ojos del lamyros?
Fillia asintió—. Si bien Sajyou lo destruyó, tomó tres cosas de él, entre estas, sus ojos.
—Creía que solo el Rail Zeppelin era capaz de realizar con total seguridad la extracción e implantación de los ojos místicos.
—Y tienes razón; pero Sajyou rompe con los estándares.
—Creía que eran ojos místicos vinculantes, pero son ojos místicos de la compulsión, ¿no es así? —pregunté.
Ante mi pregunta, Fillia entrecerró sus ojos—. ¿Cómo lo descubriste?
—Me atrapaste a mí también, y yo ya he sufrido los efectos de ese tipo de ojo místico.
Fillia suspiró—. Comprendo, y sí, son ojos místicos de la compulsión. Faustus no conocía el termino exacto, así que los llamaba ojos del gobernante.
—¿Y qué otras cosas tomó del lamyros?
—No estoy segura, solo sé que los ojos eran la más especial de las tres y que las otras dos si le fueron dadas a Ayaka, pero eso no importa ahora, necesito que te escondas.
—¿Eh? ¿Por qué? —No entendía la situación.
—Para que la subdirectora no te descubra, obviamente.
—Yo… no entiendo.
Fillia suspiró—. Lo que hicimos tendrá consecuencias, no insultas a todos los nobles de la forma en la que lo hicimos y solidificas tu poder sin que haya respuestas.
—¿¡Crees que la Reina venga a atacarte!? —pregunté preocupada.
Para mi sorpresa, observé como Fillia se mostró preocupada—. No lo creo… es decir, si fuera su intención, no pediría una reunión, tal y como lo hizo, y tampoco es algo que se haga, así como así, atacarme no es diferente de atacar a mí familia, a la facción, y si bien no tenemos tanto aliados como me gustaría, seguiría siendo visto como un movimiento tonto que rompería el balance de poder dentro de la Torre de brusca y que seguramente le traería consecuencias. De hecho, si bien no he podido investigarlo, dudo que algún Lord haya sido derribado de esta forma antes, para hacerlo, y tener motivos que respalden sus acciones, necesitaría que hubiese realizado algún tipo de ataque hacia su familia o hacia su facción; sin embargo, no llevo tanto tiempo dentro de la Torre como para saber exactamente como puede llegar actuar.
—Entonces, ¿a qué crees que venga la Reina? —pregunté todavía preocupada.
Observé como ella fruncía aún más el ceño, diría que eso arruinaría su belleza natural, pero, sinceramente, lo extraño sería verla sonreír—. Creo que… viene para advertirme, o para juzgar si somos amenazas para ella y su facción, o al menos eso espero, dudo mucho que declare sernos antagónica tan rápido.
—¿Y cómo quieres que me esconda?
Ante mi pregunta, Fillia me observó extrañada—. Tenía entendido que habías comenzado a practicar las Artes de la Ilusión.
Esto me puso un poco nerviosas—. Sí, pero, apenas llevo unas semanas aprendiendo y practicando, y si bien puedo realizar ilusiones simples, dudo mucho que sean suficiente como para engañar a la Reina.
Fillia asintió con un suspiro de molestia—. Supongo que no puedo pedirle peras al olmo. Hay algunos cuartos secretos aquí, tendrás que ocultar tu firma mágica y tu presencia, de modo que no te sientan, ¿puedes hacerlo?
—Debería de poder… sin embargo, tengo una opción más segura.
Fillia me observó con la intriga reflejada en su rostro—. ¿Hmm? ¿Cual?
Y entonces, de mi abrigo, saqué una daga, la misma que me había regalado Merlín—. Su nombre es Carnwennan, a diferencia de otras de las armas del Rey de los Caballeros, se trata de un arma hecha para la ocultación.
Esto pareció alegrar a Fillia—. Si se trata de una reliquia de los tiempos artúricos, debería de ser fácil lograr esconderse de la subdirectora. No te pediré que me expliques cómo funciona, pero por favor, hazlo ya, Sella me acaba de informar que la subdirectora ya entró en los terrenos del departamento.
Asentí y, rápidamente, me coloqué sobre la sombra de Fillia, luego, la apuñalé con Carnwennan, y esta empezó a envolverme. Pude ver la expresión de Fillia completamente consternada, desde su punto de vista, debí de haber apuñalado el suelo con mi daga, y luego fui devorada por su sombra y desaparecí.
—¿Gray? —preguntó Fillia al aire.
—Todavía estoy aquí, Carnwennan no borra mi presencia, ni tampoco me hace imperceptible, en cambio, me permite volverme una con las sombras, así que me hice uno con la tuya.
—¿La reina no te detectará?
—No debería, solo me percibirá como tu sombra, ¿notas algo extraño tú?
—La verdad es que no…
«Fillia, la subdirectora casi se encuentra a tu oficina, prepárate para recibirla». Súbitamente, una voz se escuchó dentro de la cabeza de Fillia, y pude identificarla con facilidad, era Sella.
«Bien, ya que estoy lista». Contesté.
«¿Escuchaste a Sella? ¿Y puedes mandarme tus pensamientos?».
«No soy yo, cuando Carnwennan me esconde en la sombra de un ser vivo, forma una especie de conexión, puedo cortarla si quieres, pero creo que será útil».
«Comprendo, eso hará más fácil ciertas cosas de ser necesarias; pero por ahora, permanece callada por favor».
Asentí, aunque Fillia no pudo verme.
Dicho esto, observé como Sella tocaba a la puerta.
—¿Sí?
—La subdirectora ha llegado —expresó Sella.
—Permítele pasar…
Y así, la puerta se abrió y, detrás de Sella, se encontraba la reina, quien entró poco después de que la puerta se abriese. Sella dio una leve inclinación de cabeza y cerró la puerta.
—Lord Barthomeloi, ¿qué la trae al departamento de alquimia? —preguntó Fillia, dejando de atender algunos documentos, o al menos es quería que la reina creyese, y cosa que me sorprendió, pues, si bien Merlín me había comenzado a enseñar sobre política, no era una experta, pero un recibimiento tan seco me parecía un error si es que tu objetivo era no enemistarte con la mujer que tenía enfrente.
Sin embargo, y para mi sorpresa, la mujer sonrió—. ¿Acostumbrándote a tu posición, Lord Einzbern? —preguntó la subdirectora.
—Así es, el trabajo resultó ser más complejo de lo esperado, pero he planificado bien la administración, así que todo avanza sin mayores inconvenientes.
—¿El número de estudiantes es adecuado?
—Bueno, está sobre lo esperado, a penas comenzamos a trabajar, así que no esperábamos un aflujo muy elevado de estudiantes. —Luego Fillia cambió ligeramente su expresión—. ¿Esa es la razón de su visita? ¿Estar al tanto de la situación del departamento?
—En parte, es mi deber como subdirectora —respondió tranquilamente la mujer.
—Comprendo, aunque tenía entendido que dicha situación se vería reflejada en los informes trimestrales —dijo Fillia, expresando duda.
—Oh, por supuesto, pero como verá, vuestra situación es… singular, así que, para asegurarme de que todo fuese por el camino correcto, decidí hacerle esta visita. —Pude notar un ligero gesto cuando la palabra, singular, salió de sus labios.
A lo que Fillia respondió con una leve sonrisa—. Comprendo, ¿necesita de una visita guiada, por casualidad?
Esbozando el mismo tipo de sonrisa, la subdirectora negó con su cabeza—. No creo que sea necesario, ya estoy enterada de la distribución del departamento, gracias a la reunión que presentó hace unos días.
Luego Fillia se mostró un poco sorprendida, aunque dudaba que fuese el caso—. No recuerdo que haya asistido.
—No fue necesario —respondió ella con la misma sonrisa—. Y fue durante esa reunión que me enteré sobre la particular situación del departamento.
—Comprendo, en ese caso, ¿me podría decir que dudas le genera la situación del departamento? Para así poder aclarárselas —respondió Fillia con una ligera sonrisa, cosa que la hacía lucir extraña.
—Como sabe, la situación del departamento depende de la situación de la familia Einzbern, y me han informado que ha decidido rechazar la ayuda del resto de familias nobles. Un movimiento muy osado, debo decir.
—Es correcto; sin embargo, he hecho esto precisamente por el bien del departamento, a fin de cuentas, acabo de entrar en un territorio desconocido.
Sin cambiar su expresión, la mujer de cabellos castaños asintió—. Algo comprensible, más, no planea gobernar sin ayuda, ¿o sí? Eso sería una ingenuidad.
—Por supuesto que no, por eso prioricé que las alianzas de mi hermano se convirtiesen en propias.
—Eso he oído; sin embargo, las alianzas de vuestro hermano no son lo suficientemente firmes o poderosas como para solidificar su dominio, Lord.
Y ante sus palabras, Fillia nos mostró una expresión de pesar—. Lamentablemente, tiene razón, lo cual me obligó a formar la Facción Einzbern.
—Una decisión aún más osada, pues si bien algunos de nuestros símiles tienen estructuras semejantes, vuestra forma de conseguir dicha estructura es, como mínimo, particular. Algunos podrían incluso tomarlo como un insulto.
A lo que Fillia sonrió—. Se necesitan de decisiones osadas si es con el fin de recortar el largo camino que mis competidores iniciaron hace cientos de años, lo cual les ha dado una ventaja que casi podría ser considerada como insultante también.
La subdirectora asintió—. Ciertamente, pero… tanta osadía podría convertirse en imprudencia. Pues es una ventaja que han creado con los años y con el trabajo duro, que alguien intente acortar el esfuerzo de generaciones, también podría ser considerado como insultante, ¿no lo cree?
—Si se tratase de linaje, sin duda alguna; sin embargo, este no es el caso, pues en cuestión de linaje, no temo medirme ante ninguno de nuestros semejantes —respondió Fillia sin demostrar ningún tipo de preocupaciones—. Solo se trata de alianzas —complementó con una sonrisa—. Espero que sean comprensivos en este aspecto, pues si bien he sido osada, también he sido precavida, no creo tener que necesitar recordarle a nadie que nunca pedí este puesto, y si bien lo acepté debido al honor que representa, nunca fue mi intención incursionar en la política de la Torre, razón por la cual elegí pertenecer a la Facción Neutral.
A lo que Lorelei asintió—. Y sobre esta forma de ganar aliados, imagino que fue idea de vuestro hermano, pues no creo que le agrade la idea de ensuciar su excelente linaje.
A lo que Fillia lo desestimó con una mano—. ¿Ensuciarlo? Eso está directamente bajo mi decisión, le aseguró que no aceptaría este método sino hubiera ciertos estándares que cumplir.
A lo que la subdirectora también sonrió—. Eso es tranquilizador, aunque es una lástima que solo pueda obtener a magi de segunda categoría, porque dudo que alguna familia noble decida bailar en la palma de su mano.
Ante esto, Fillia apoyó su cabeza sobre una de sus manos—. Magi de segunda categoría… sinceramente, no sabría si certificar dicha afirmación, pues, excluyéndome a mí, todas las que he reunido hasta ahora, tienen algo importante que aportar: La aprendiz de mi hermano, si bien no posee un linaje de renombre, tiene conexión con un elemento importante, con el cual podríamos afianzar relación a través de ella, estoy segura que conoce a quien me refiero, ¿no es así? —Y entonces, por primera vez, observé como Lord Barthomeloi exponía una expresión de molestia en su rostro, pero asintió silenciosamente—. Por otro lado, no creo que deba decir mucho sobre Sajyou, tengo entendido que incluso varias familias nobles le han hecho ciertas propuestas, a pesar de su linaje no particularmente especial.
—¿Y la aprendiz de El-Melloi? Tengo entendido que ni siquiera es una magus. —preguntó la mujer con una sonrisa que, por alguna razón, me irritaba.
—Hasta ahora, Lord, hasta ahora. Tengo entendido que ha comenzado recientemente sus estudios formalmente como una magus.
—¿No crees que tomar a una novata deja el listón muy bajo?
—No lo creo, pues si bien es una novata, es una novata con un talento esplendido, sino ha querido demostrarlo, solo ha sido por decisión propia, estoy segura de que cumplirá con nuestras expectativas.
—Bueno, al menos puedo decir que su esfuerzo por dirigir su propia orquesta es admirable —expresó la Reina, cambiando de tema.
A lo que Fillia simplemente sonrió—. Lord Barthomeloi, permítame preguntarle, ¿es cierto que el jefe de vuestra familia no aparece en público hasta que se perfecciona como un mago de acuerdo a vuestros estándares?
—Es correcto, ¿por qué lo pregunta?
—Curiosamente, yo viví algo parecido; sin embargo, mientras que a usted le prometieron dirigir la orquesta cuando estuviese lista, a mí me utilizaron como bailarina, y me pusieron a bailar una melodía sin ningún sentido ni significado, más allá de dejar en claro mi existencia. Y, durante una década, bailé esa absurda melodía sin ningún deseo ni control sobre mí propio ser, más allá de cumplir con las absurdas ordenes de la cabeza de mi familia, al menos, hasta que dicha cabeza de orquesta cayó al suelo por obra de la espada de mi hermano, y finalmente, esa absurda música dejó de sonar. Luego de eso me prometí algo a mí misma: no volvería a bailar obligada bajo la sinfonía de nadie más —explicó Fillia—. Y dejaría que mi amado hermano se encargase de cualquiera que intentase forzarme otra vez.
Esto hizo que la reina sonriese, y no podía decir que fuese una sonrisa amistosa, al mismo tiempo que clavaba fijamente su mirada en Fillia—. Oh, esa es una historia de hermandad conmovedora, Lord Einzbern, pero permítame preguntarle: si fuese yo quien, como dirigente de orquesta, tocase la sinfonía, ¿se opondría a bailarla para mí?
A lo cual Fillia sonrió de la misma forma—. Lo haría, aunque solo si la sinfonía que produjese fuese paupérrima y no de mi agrado.
—Yo no me preocuparía por eso, Lord Einzbern, los Barthomeloi somos perfectos en todo aquello que hacemos —contestó la mujer con una sonrisa confiada.
—En ese caso creo que no debería de importarle si decido o no bailarla, ¿no cree? —preguntó Fillia en un tono que no sabría decir si era amistoso—. Sin embargo, le agradecería que me avisase con previa antelación, pues, como he dicho, la pista de baile conocida como: política de la Torre del Reloj, no es de mi particular interés.
—Comprendo, lo tendré en cuenta —dijo la mujer antes de levantarse de su asiento—. Creo que lo tiene todo controlado, Lord Einzbern, así que no le quitaré más de su tiempo.
—Fue un placer, Lord Barthomeloi.
Y dicho esto, observé como la subdirectora abandonó la habitación. Y, después de unos minutos…
—Eso fue rápido —susurré desconcertada.
—No es el tipo de mujer que le guste malgastar el tiempo —expresó Fillia—. Bueno… eso salió mejor de lo que esperaba.
Salí de mi escondite y suspiré—. Sinceramente, no quiero saber cómo esperabas que sucediese.
A lo que Fillia sonrió extrañamente—. Pues no pareces muy afectada a pesar de todo.
—Bueno, supongo que, después de lo que viví en el laberinto, es difícil asustarme.
—Comprendo, supongo que estamos en las mismas —expresó ella, cosa que yo no entendí—. ¿Vas a volver ya? —A lo que asentí—. Bien, en ese caso, nos vemos para la cena, yo todavía tengo cosas que atender.
Esto me sorprendió un poco, ya que no era precisamente temprano, pero comprendía que el papel de Lord administrando un nuevo departamento no era sencillo.
Y así, silenciosamente, abandoné el departamento…
…
Eran cerca de las ocho de la noche, pero mí día estaba lejos de acabar. Tomé a Add en la palma de mi mano, este se había despertado durante mis lecciones de hechicería y había bromeado alegremente con Flat, pero, una vez más, se encontraba actualmente dormido.
—Logos React Replica —susurré mientras vertía mi energía mágica en Add, produciendo que este se iluminase—. Código de apertura: LR-Release.
Dicho esto, Add comenzó a brillar y su forma comenzó a cambiar, tal y como lo hacía cuando se transformaba en diferentes armas; sin embargo, esta vez no cambió mucho su forma, solo se expandió hasta el punto de volverse un gran estuche. Tragué saliva y lo toqué, y con solo mi toque, este brilló y se abrió, lo que estaba dentro, era la lanza del Rey de los caballeros, Rhongomyniad.
Mis manos temblaron un poco, pero respiré profundamente para recomponerme y así poder tomar la lanza, la cual era más pesada de lo que imaginaba.
—Bien, es hora de comenzar…
Shirou
Diez horas, diez horas habían pasado desde que abandonamos Londres, recientemente había hablado con Gray y, para ella, estaba amaneciendo, pero para nosotros, ya había entrado la tarde, y calculaba que llegaríamos cuando se hiciese de noche.
Durante este tiempo, dormimos durante unas horas, afortunadamente, no había una habitación dentro del avión, por lo que, no tuve que lidiar con ciertos problemas. Luego, despertamos para planificar nuestra llegada a territorio asiático, a mi hogar, nunca pensé que me sentiría tan nostálgico.
Y actualmente, estaba a punto de sufrir un ritual, una posesión. Mana quería aumentar la velocidad de la maldición que me permitía heredar ciertos rasgos de mi ancestro a través de una posesión directa, algo que, si bien nos habíamos planteado antes, era demasiado riesgoso. Sin embargo, luego de lo ocurrido durante el Grand Roll, ahora era posible sin correr tantos riesgos.
—¿Estás listo, Shi-kun? —Escuché la voz de mi amiga, quien se encontraba a unos pocos metros distancia de mí y de la katana que tenía en frente de mí. Ambos nos encontrábamos sobre un círculo mágico.
—Sí… —contesté sin mucho ánimo, haciendo lo posible por ocultar mi tristeza, sabía que era lo mejor de acuerdo a mí situación, pero aun así…
—Entonces, comencemos…
Aun así, eso no cambiaba que esto, por palabras de mi ancestro, sería el comienzo del fin de nuestro tiempo juntos.
Notas de autor:
Bien, segundo capítulo. Estoy cada vez más metido con este arco. Aunque, como siempre, mientras escribo hasta yo me encuentro con sorpresas. Realmente no tengo mucho que decir, pues las cosas apenas van comenzando, pero espero que haya más de que hablar a medida que las cosas se desarrollen.
Sobre las preguntas:
AxlrexKingu: Bueno, las dudas sobre Shirou se irán contestando con el paso del tiempo.
orocontra2012: Bueno, a todas tus preguntas solo les puedo dar una respuesta: se revelará exactamente con el paso del tiempo. Perdón, pero justamente preguntaste sobre cosas que son spoilers.
camilo navas: Bueno, sobre Solomon, es complicado, o, mejor dicho, creo que Nasu no se lo pensó bien cuando hizo lo de borrarlo del trono, porque, básicamente, al hacerlo, Salomon estaría creando un montón de paradojas a lo lardo del multiverso (para que lo entiendas fácilmente, ya que Solomon borró su información, ni siquiera debió de haber sido invocado en primer lugar, cosa que sí pasó). En retrospectiva, no sé si Nasu algún día nos explicará las consecuencias, si por haberlo hecho dentro del espacio de números algo cambió, o si se sacará una carta debajo de la manga, pero en caso de que no lo haga, técnicamente si se podría invocar en el pasado, aunque después la historia se corregiría para que no hubiese sido invocado, pero que aun así sus acciones se mantengan, o algo así. De nuevo, lo de Solomon probablemente sea un agujero de guion.
Sobre la longitud de los caps, la verdad es que me sorprendió que me lo dijeses, porque planeé que en esta parte los capítulos sean más cortos que en la primera, así que nunca sobrepasarán las 15.999 palabras, sin contar las notas, claro está, porque en la primera parte había capítulos de más de 25 mil palabras.
PD: Me alegro que a todos les haya gustado Sakura B.
Sin más que decir, agradezco a todos los lectores, a los mecenas para los que los capítulos están listos una semana antes, o incluso antes y por partes, y a todos los que comentan en cada capítulo, no vemos en el siguiente cap.
