Como parte del Festival del hilo rojo del destino 2023, el equipo Damas Ardlay presentamos este mini fanfic denominado.
"Sentimientos y recuerdos en el corazón"
Alguien me preguntó por mi hermanita durante la práctica de Polo
¿Quién?
¡No adivinas!
El insoportable de Henry, quien más.
Si te mueres por él Pauna
Claro que no Anthony
Yo como tú hermano mayor tengo que cuidar de ti y sé que es un buen chico
Qué se oculta de mí y sólo a ti te pregunta sobre mí, además no soy tu hermanita solo eres mayor que yo por solo 1 minuto.
Vez hasta tu reconoces que soy mayor, Sabes que no es del agrado de William, nuestro hermano mayor siempre te está sobreprotegiendo por ello no se atreve a acercarse a ti, pero sabes que te mueres por él, como dicen las chicas te derrites de amor
¡Hola ¿Quién se derrite de amor y por quién?
Abuela, Pauna se derrite de amor por Henry
Por supuesto que no Tony, Henry es un chico bastante escurridizo y misterioso, no me molestes con tus burlas
Porque dices eso mi amor, preguntó Candy a su hermosa nieta Pauna.
Es un chico muy misterioso, siempre está en las sombras, es amigo de Tony, sin embargo, ni él lo conoce a fondo.
Vaya yo conocía a un chico misterioso una vez
Tan misterioso que cuando lo conocí no supe ni su nombre, después con el tiempo lo volví a encontrar y se convirtió en mi mejor amigo, así que no pienses que el ser misterioso no es una cualidad.
Alguna vez fueron más que amigos
Así es
¿Es nuestro abuelo?, preguntó Tony
¿Quieren escuchar la historia de este chico misterioso?
Sí, gritaron al unísono los mellizos de 18 años.
En ese momento entra un apuesto joven de 22 años, copia exacta de su abuelo William Albert Ardlay, están tramando algo sin considerarme
La abuela nos contará la historia de un chico misterioso de su juventud
Aún soy joven, pero sí les contaré la historia del príncipe de la colina. Sonrío la madura mujer, muy bien conservada para sus quinta década de vida.
Esa historia ya la conozco abuela
Pero esta versión es más interesante, no solo es del príncipe de la colina, es del chico misterioso, quédate con nosotros, ordenaré el té y empezaré por el principio…
Era una hermosa mañana cuando conocí a ese apuesto chico, había pasado por un mal momento me encontraba llorando en la cima de la colina de Pony, yo era muy pequeña y lloraba con tanto sentimiento, cuando de pronto escuche un sonido muy extraño, nunca había escuchado algo así, levanté mi rostro y miré a un muchacho alto de cabellos rubios ataviado en un traje muy elegante, con boina, capa y una falda,
-Guapo como yo
-No interrumpas Will, dijo Pauna evidentemente interesada en el relato de la rubia mujer
-Prosigo, dijo Candy volteando a ver a su nieto mayor, ya que él sí conocía esa parte de la historia, - le pregunté y tú ¿quién eres?
- ¿Quién crees que soy?
-Pareces un caballero
- ¿Un Caballero?
-Eres varón pero usas pollera y tienes una pipa con un estómago
-Pollera esto es un Kilt la vestimenta típica de Escocia y esto es una gaita nuestro instrumento musical, tocando de pronto una melodía para Candy.
-Se escucha como si un montón de caracoles se arrastran
-A lo que el joven me respondió con una carcajada, caracoles has dichos caracoles,
-recuerdo muy claro que sus carcajadas me contagiaron y de pronto escuche
-Eres mucho más linda cuando ríes que cuando lloras
-Me sorprendí y espontáneamente volteé a ver sus ojos y le dije me observabas mientras lloraba, de repente le di la espalda al guapo joven, ya que salió volando la carta que llevaba en mi mano.
Espera grité mientras salía tras mi carta al atraparla giré y le dije al joven quiero oír el sonido de los caracoles, pero él ya no estaba ahí y pensé, estaría soñando era igualito al príncipe de los cuentos, de pronto miré brillar algo en el suelo y lo tomé era un broche con un águila y una letra A.
-Era el abuelo, dijo Pauna
Candy sonrió a sus nietos, con una mirada cómplice hacia Will que ya conocía de memoria esa historia, -No ese era solo el príncipe de la colina.
-No entiendo mamá Candy a que tiene que ver un príncipe con el chico misterioso
-A el príncipe le perdí la pista por muchos años, misteriosamente desapareció aparentemente de mi vida.
-Dejaste de verlo abuela, preguntó Tony
-Sí, pero en mi vida entró un misterioso Joven, cuando yo tenía 12 años, pensé que era un hombre mayor, pero solo era un joven, muy inteligente, amable, generoso con todos los seres vivos, un gran amigo en momentos difíciles y un gran apoyo.
-Momentos difíciles, preguntó William, al ser el mayor le intrigó esa frase de la historia que narraba su abuela, nunca había escuchado que su madre hubiera vivido momentos difíciles, - a que te refieres abuela.
-Ponganme mucha atención, mi amigo llegó a mi vida en el momento preciso en que más lo necesitaba, me acompañó, compartió su vida y me hizo sentir apreciada, querida, apoyada desde que era una niña, me salvó mi vida en más de una ocasión.
-Estuviste en peligro, ¿cómo? Preguntó Tony
-Era una pequeña muy inquieta y me metía en muchos problemas, un día me quede dormida en un bote el cual se fue flotando por el río hasta caer por una cascada, mi mejor amigo estaba ahí y él salvó mi vida
-Mencionaste que en más de una ocasión qué más pasó, puntualizó William
Candy suspiró profundamente, sus nietos ya no eran unos niños y tenía que hacer un resumen de esta historia, -sufrí una gran decepción de amor, por un chico al que quise mucho, él rompió mi corazón.
Sus ojos se empañaron de una sombra gris, al recordar todo ese dolor que se presentó en ese momento de su vida, mientras continuaba con su relato.
-Salí de su vida una noche triste de invierno, los copos de nieve caían sobre mí cuerpo y el viento frío calaba mis huesos, fue en New York, me encontraba de viaje y por descuido o por el dolor que reinaba en todo mi ser en ese momento, no me abrigue correctamente, como consecuencia enferme en el tren que me traía de regreso a Chicago.
Un brillo se presentó en su semblante
-Y mi mejor amigo me salvó de nuevo.
- ¿Qué te hizo ese joven en New York? Y ¿de qué manera, él era doctor?, indicó la dulce Pauna, volteando a ver a su abuela con sus hermosos ojos azules.
-El escogió compartir su vida con alguien más, por honor, por deber, por lo que haya sido, no fui yo la elegida y no mi amor, mi amigo no era doctor, pero él me curó el cuerpo con sus cuidados y también mi corazón.
-Y como se hace eso, cuestionó la joven,
Ya que ella tenía una gran atracción por Henry, pero él no era claro sobre sus sentimientos con la bella Pauna y ella sentía que su corazón vivía al filo de sufrir un desgarre muy doloroso.
-Favoreciendo mi vida con todo el amor que él tenía, compartiendo su vida, con paciencia, cuidados, detalles, comida sabrosa, sonrió la rubia de mirada verde esmeralda.
-Así se cura el corazón mamá Candy, afirmó William
Quien también tenía sus dudas de abrir su corazón con Emma, la bella joven que le hacía perder la cabeza.
-En parte sí, la otra parte consiste en abrir tu corazón y dejarte sorprender por el misterio que puede encerrar una mirada, una sonrisa, un abrazo.
-No entiendo abuela, como se puede curar un corazón así, replicó Pauna.
-Continuo con la historia, mi amigo también sufrió físicamente y en su corazón, él tuvo un accidente donde perdió la memoria y al no saber quién era, nadie le brindaba ayuda.
-Excepto tú
Se escuchó una grave y dulce voz que llenó el salón de té de la mansión Ardlay
-Mi amor, llegaste,
poniéndose de pie y abrazando y besando a su esposo en señal de saludo
-Abuelo, la abuela nos está contando la historia de un joven misterioso de su juventud, señalaron los mellizos.
Manifestando su emoción por la historia que estaba narrando su bella abuela.
-Con que sí hermosa, de que joven misterioso hablas.
-Toma asiento por favor y te enterarás de quién hablo.
-Si está a tu lado por supuesto mi amor.
Después de décadas juntos, siempre disfrutaban de compartir la tarde con su amada esposa.
-Mi amigo y yo vivimos juntos
-Los chicos fingieron escandalizarse, abuela dijo Pauna
-Como hermanos, no sean malpensados.
Albero sonrió -nunca hubiera permitido lo contrario
-Así que no eras tú abuelo
-le preguntó Anthony
-Deja que tú abuela continúe la historia, no voy a revelar nada.
-Mi amigo, no recordaba nada de su pasado, por lo que no dejaba que yo lo ayudará, él creía que era un espía o un delincuente y se rehusaba a recibir ayuda, en ese tiempo yo era estudiante de enfermería en el hospital Santa Juana, acudía cada receso que tenía o al finalizar mis clases.
-Cómo llego ahí abuela, preguntó curioso Tony
-Viajaba en un tren cuando su mascota saltó y él fue tras ella, esa generosidad con los animales fue lo que le salvó la vida, aún cuando quedó herido.
-Y cómo fue que se fueron a vivir juntos, explícame eso abuela
Pauna querida, estoy en eso, un día llegue a su habitación y ya no estaba, por lo que me asuste, donde estaría mi amigo, solo sin memoria y una gran ciudad, me calmé un poco y me puse a pensar una persona cómo él buscaría un lugar rodeado de naturaleza de seguro eso le daría paz.
-También lo conocías abuela
-En ese momento no era consciente de la manera en la que lo conocía, pero su lado misterioso el cual guardaba nunca me generó algún temor. Así que con la confianza ciega que tenía depositada en él nos mudamos a un pequeño castillo en las afueras de la ciudad.
-Qué romántica abuela, dijo Pauna.
Candy sonrió
-En ese lugar viví unos de los primeros días maravillosos que han formado mi vida y los últimos dolorosos.
-Explícate mamá Candy, pidió el mayor de sus nietos.
-Además de cuidar de mi salud, él me ayudó a tener más confianza en mí misma, en creer en mí, en mirar hacia adelante sin voltear atrás, a pesar de las vicisitudes de la vida, con sus pequeños detalles me inspiró a labrarme un mañana y sonreír siempre. Hasta de un León me salvo.
-¿Cómo fue eso posible?, preguntó Tony
Caminaba por el parque y en el mismo se encontraba un circo, no tengo certeza de cómo fue, pero lo que sí recuerdo es que el León se presentó delante de mí totalmente confundido y con una actitud de que se encontraba listo para atacar.
De repente mi amigo se colocó entre el León y yo y lo tranquilizó, sin embargo, durante el proceso alcanzó a herirlo con un zarpazo en su pecho.
-Que valiente abuela, debiste estar muy orgullosa de él.
-¡Claro que sí!, una vez más me salvaba y se reafirmaba que él era mi héroe, hasta el día de hoy estoy muy orgullosa de él.
-Así que continúas en contacto con él, dijo inocentemente Pauna.
-Aún no llegó al tiempo actual de la historia, continuó, por lo que hace a los momentos dolorosos, gracias al cielo él recuperó la memoria, sin decirme nada, por lo que empezó a trabajar y llegaba muy tarde en coches sospechosos, lo que puso nerviosos a los vecinos, quienes iniciaron a ver de muy mala manera nuestra convivencia y prácticamente me dieron un ultimátum o se iba él o nos íbamos los dos, él se enteró y tomó la decisión de alejarse temporalmente de mí lado.
-Vaya sí que era misterioso ese amigo.
-Esa mañana que desperté y él no estaba en el departamento, sentí un vacío en todo mi ser, mi amigo me había dejado al despedirse con una carta, jamás me había sentido tan vacía, tan lejana a la vida, a esa paz que había construido a su lado
Albert intervino
-Él se sintió impotente por un lado quería seguir protegiendo a Candy al estar compartiendo su hogar, pero por otro estaba atado de manos tenía un gran peso sobre sus hombres, secretos de los cuales no le pertenecían aun cuando lo afectan directamente a él, por lo que no tuvo más opción que dejar a su abuela sola, sin ser saber qué con ello le generaría el mayor dolor que su abuela haya vivido.
Albert tomó la mano de su esposa y la apretó suavemente, queriendo transmitir una disculpa aún con el pasar de los años, quería borrar ese dolor cada día de su vida como lo venía haciendo desde que abrió su corazón y confesó su amor por ella.
Continuará…
