Estas últimas no tardaron en cambiar a los comentaristas, dando sus respectivas opiniones sobre las expectativas de ambos equipos, palabras casi en su totalidad le eran irrelevantes hasta que ambos enfocaron la atención en la estrella del equipo campeón
- "La onceava jugadora y joven promesa de Royal Woods continua impresionándonos, con esta victoria su carrera se mantiene en lo alto"
- "Muchos aseguran que seguirá los pasos de su madre entrando en el mismo equipo en la liga profesional, otros apuestan que buscara forjar su propio camino, incluso hay rumores que varios países la quieren fichar y nacionalizar para anticiparse a los mundiales"
- "Sin duda alguna esto es solo el inicio de una Era para L..."
La pantalla se apagó interrumpiendo abruptamente aquel mensaje, su mano derecha bajo lentamente, había presionado el botón con tanta fuerza y rapidez que hasta la misma Marla se sorprendió, más aun cuando este control no termino rompiéndose como los anteriores.
Tras un fuerte y amargo suspiro el objeto fue depositado en una mesa cercana, al lado de un sobre abierto con algunas hojas encima del mismo, varios años habían transcurrido pero aún no se sentía capaz de tan siquiera escuchar su nombre, no sin que la cólera la dominase, y lo peor de todo es que ni en ese entonces ni ahora encontraba una excusa decente para sentir odio hacia otra persona más que así misma.
"De ahora en adelante me voy a esforzar, te lo prometo, lo haré por ambas!"
Esas palabras, su rostro cubierto de lágrimas y una forzada sonrisa optimista fueron lo último que vio de ella, lo último que le permito decir antes de abofetearla y sacarla a gritos del cuarto en aquel hospital, a quien fue su amiga y después su rival, Lacy Loud.
Se miró las manos y ambas ya habían comenzado a temblar, en el fondo aun le comía la culpa por sus acciones, y al sentir como los recuerdos regresaban a su mente lanzo una sonora maldición que fue ahogada por el vacío de su hogar, una vez que empezaban no era capaz de detenerlos hasta que hubieran terminado.
Desde que tuvo uso de razón la vida las había amoldado a enfrentarse, crecieron juntas, amaban los mismos deportes y eran muy buenas en ello, inclusive sus madres fueron rivales durante años hasta que ambas tomaron una ruta distinta en el deporte profesional, pero su destino fue sellado cuando las 2 eligieron ser madres al mismo tiempo, la misma noche... y con la misma persona.
Si, Lacy de hecho era su media hermana, y haber cortado lazos con ella le dolía más de lo que su orgullo le permitía admitir, esa rivalidad que tanto presumía fue algo que eligió para motivarse a sí misma, tener a alguien de su mismo nivel como un reto para mejorar.
Aquel método era muy efectivo, incluso cuando cambio de deportes tras descubrir la asquerosa y toxica actitud de su tía, a quien solía admirar con pasión, la sensación de tener una rival a superar incluso si era en deportes diferentes la empujaba a ser mejor cada día. Ahora incluso podía reprocharle sin enojo que ella debía tomarse las cosas con más seriedad para lograr un futuro brillante, anteriormente lo hacía con ira al ser igualada, y en ocasiones hasta derrotada, ante una persona que no parecía esforzarse y todo lo tomaba como un juego.
Pero todo termino esa tarde, aquel maldito día en que un imbécil eligió conducir un camión estando ebrio, el mismo día en que un grupo de niños la invitaron a jugar Futbol con ella, a pesar de que ya había renunciado a ese deporte no fue capaz de negar la petición de esos pequeños, menos cuando su propia hermanita estaba entre ellos.
Un balón pateado con más fuerza de la necesaria la obligo a buscarlo porque no iba a permitir que unos niños cruzaran la calle sin supervisión por su propia seguridad, y como si se tratase de un chiste de mal gusto contado por su demente tía Luan resulto tener toda la razón, apenas tomo el balón en sus manos vio al camión acercarse, el mundo se distorsiono para Marla quien vivió aquella escena en cámara lenta más aun con eso su cuerpo no respondió con la suficiente rapidez.
El daño tanto a sus piernas como sus costillas había sido bastante grave y los doctores poco pudieron hacer, recibió una alternativa pero ni su madre ni mucho menos ella se fiaban del tratamiento experimental que ofrecía otra de sus tías del lado paterno, había escuchado historias de los experimentos realizados por esa mujer e incluso en el pasado vio con sus propios ojos a una bebe realizar actos que eran biológicamente imposibles, así que declinaron la oferta y no hubo más por hacer, para poder salir adelante tuvieron que amputarle las piernas y operarla, más aun con eso su vientre quedo demasiado afectado, eliminado desde joven toda posibilidad para ella de ser madre.
Ese día había significado el final de todo para Marla, años de esfuerzo y trabajo físico completamente perdidos, ya no podía aspirar a una vida profesional en el deporte que había ambicionado, ni ser un correcto modelo a seguir para su propia hermana menor, evitando que sufriera el mismo disgusto suyo, y aún menos hacerle frente a los idiotas que se pasaban de listos con su novio al superarlo en cantidad o en fuerza, lo mismo para quienes buscaban aprovecharse de la inocencia en su mejor amiga. Ni siquiera podía darse el lujo de al menos vivir con tranquilidad cuidando de una hija nacida de su vientre.
Ambos la visitaron todos los días, la acompañaron y le cedieron un hombro para que pudiera desahogarse, no quería mostrarse débil ante su madre ni con sus amigos, ni ante nadie a decir verdad, pero esos 2 habían visto todo de ella, en más de un sentido, por lo que fueron de gran ayuda para afrontar esa situación, se sentía rota por dentro pero con ellos a su lado aún no había colapsado
Al menos hasta que Lacy llego a su cuarto de hospital, era la primera vez que no veía esa torpe sonrisa en su rostro así como tampoco el brillo en sus ojos, Lyle y Gloom, su novio y amiga respectivamente, a pesar de que habían mostrado tristeza y compasión los 3 compartieron demasiadas experiencias como para que esa tristeza la hiciera sentir vulnerable.
Sin embargo, con Lacy las cosas eran diferentes, haber elegido convertirla en su rival y ser la hija de la mujer a la que ahora despreciaba provoco que Marla formara un muro que le impedía aceptarla como alguien cercana. Es por ello que su rostro cubierto de lágrimas forzando una sonrisa junto esas palabras de ánimo con un tono de tristeza provocaron que empezara a quebrarse, inicio apretando sus puños y cerrando su boca forzándose a no callarla cuando ella dijo que lamentaba su situación, sus ojos se humedecieron al escucharla mencionar sobre deportes alternativos, no vio en qué momento se le había acercado para tomarle las manos y emitir esa promesa "en su nombre".
Lacy siempre fue alguien torpe que actuaba por instinto, pero ella era noble de corazón y sabía que no había malas intenciones en sus palabras, aun así no pudo sentir otra cosa más que rabia cuando la chica a la que consideraba su rival de vida le dio esa mirada de lastima, acompañado de una promesa absurda.
La saco a gritos de aquel cuarto tras haberla abofeteado y la expulso por completo de su vida, no permitiendo que se le acercara de ninguna forma ya sea por ella misma o con alguno de sus innumerables medio hermanos, desperdigados por toda la ciudad
Lyle intentó mediar las cosas pero no llego a juzgarla o a forzarla de ninguna manera, Gloom se mantuvo al margen y así pasó el resto de su estadía en aquel hospital.
Cruzo sus brazos alrededor del vientre conteniendo los sollozos producto del dolor que ese maldito recuerdo le causaba mientras se esforzaba por contener sus lágrimas, sentía una gran ira más consigo misma que con Lacy por nunca intentar aclarar las cosas debido a su orgullo, y bien sabía que ella jamás dejo de lado aquella promesa auto-impuesta. No necesito hacer ninguna pregunta, le basto con prestar atención a las noticias deportivas que hablaban sobre como la nueva promesa Loud repentinamente empezó a destacar en varios de ellos hasta elegir el Futbol como su carrera, publicaciones en redes admirando su tenacidad comentando que no importaba si era una práctica o un partido real ella siempre daba el 100% y mucho más.
Claro, todo eso podría tener otra explicación pero cualquier duda quedaba eliminada cada que alguien hacia la acotación que en entrevistas Lacy nunca respondía directamente cuál era su motivación, solo negaba cuando alguien preguntaba si seguía el legado de su madre y se limitaba a decir que era algo que ella debía hacer.
Como es que aún seguía con eso tras todos estos años era algo que Marla seguía sin entender, varias veces se dijo así misma que debían hablar pero siempre se frenaba bajo la excusa de que necesitaba algo, algo para demostrar que pudo sobresalir aun si no era en deportes y paso varios años posponiendo ese reencuentro para poder enfocarse en sus estudios pese a no ser muy buena en esto
Aun entre sollozos desvió la mirada hacia la mesa donde antes había dejado aquel control remoto, enfocándose esta vez en aquellos papeles apilados, con resultados a varias pruebas de admisión a universidades que ella realizo hace algunas semanas pero no había logrado pasar ninguna, sintiendo la decepción y frustración invadir su menta intento distraerse mirando la televisión, sintonizando aquel partido que había disparado esa oleada de recuerdos.
Se sentía una fracasada total y hoy no estaban presentes las 2 personas que solían ayudarle a salir de la depresión, Gloom tenía días sintiéndose mal y hoy había acudido al médico junto con Lyle. Respiro con profundidad y lentitud, intentando reducir las lágrimas hasta que el sonido de su celular la alerto, avanzando con su silla de ruedas llego al lugar donde su móvil se encontraba ubicado y miro con interés que había recibido un mensaje de Gloom.
El medico despejo sus inquietudes sobre ese malestar que había estado sintiendo y la razón de ello no era otra que haber quedado embarazada, ella incluso envió una pequeña foto de una prueba casera que hicieron en caso de que el medico hubiera cometido un error. Otro mensaje llegó ahora de parte de Lyle, este decía que llegarían un poco tarde ya que Gloom había insistido en empezar con los planes para el bebe, así que harían un recorrido por varios puntos de la ciudad donde próximamente comprarían todo lo necesario.
Una sensación amarga invadió su cuerpo, estaba muy feliz por su amiga pero el padre de ese bebe solo podía ser Lyle debido a que ellos tenían una relación compartida, nunca le llego a molestar ni a provocar celos, al menos hasta que esa noticia le hizo recordar que ella jamás podría ser madre, nunca podría compartir esa alegría y sensación que Gloom estaría sintiendo en ese momento.
Su respiración comenzó a volverse agitada, una oleada de pensamientos conflictivos la invadió de pronto mientras sus manos dejaron caer el móvil cuya pantalla se destruyó al impactar contra el suelo sin haber podido responder a alguno de los 2 ninguno de los mensajes
"No quiero esto" – emitió en un tono suave y unas pocas lágrimas empezaron a caer desde sus ojos
"No está pasando" – Se dijo ahogando estas palabras en un sollozo frustrado, abrazándose así misma con toda la fuerza que residía en sus brazos
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"No lo acepto!" Grito con fuerza inclinando su cuerpo hacia adelante, con una respiración agitada y el cuerpo temblando, la sabana deslizándose sobre su piel fue lo primero que alcanzo a sentir y estando desorientada miro hacia al frente, no tardo en notar que se encontraba en su cuarto, sentada en su propia cama producto del abrupto movimiento y completamente agitada
Su primera reacción fue mover la sabana que la cubría desde la cintura mostrando su trabajado abdomen y desnudos senos, al removerla suspiro aliviada de ver sus propias piernas, encontrándose tan descubiertas como el resto de su cuerpo, no notando que sus piernas no eran las únicas en ese lado de la cama, o lo que había ocasionado con su movimiento tan abrupto, centrada en si misma movió sus piernas al borde de la cama para sentir el suelo con la planta de sus pies
Se llevó una mano a la cabeza confundida y frustrada de haber tenido ese sueño tan extraño, le había parecido tan real que aún le dolía el pecho y tenía una sensación de vació por dentro, intento recordar que había ocurrido la noche anterior como para provocarle algo así pero aun no lograba calmarse como para enfocar sus pensamientos.
Repentinamente sintió un brazo rodear su cintura desde atrás y con un leve tirón su espalda se había apoyado en un pecho masculino, la mano libre del brazo restante brazo se pozo sobre su cabeza acariciándole suavemente el cabello, una leve sensación de paz comenzaba a rodearla y en un principio pensó que se trataba de Lyle pero solo basto con bajar la mirada y hacer una rápida comparación para notar que ese brazo no le pertenecía a su novio.
Con ello finalmente su cerebro termino de conectar los cables restantes y las memorias regresaron a ella de golpe, la noche anterior había cedido ante las insistencias de su madre para darle al hombre que despreciaba una oportunidad de ser más unidos, algo que venía arrastrando desde que le pidió consejos para mejorar con sus besos y a ella se le ocurrió la brillante idea de que practicara con ese hombre, con el maldito tacaño que nunca supo lo que era un preservativo y había regado su semilla por doquier, teniendo tantos hijos que nunca pudo ser un padre a tiempo completo para ninguno, que era una de las razones, entre otras tantas, por las que lo tenía en tan mala estima.
En un inicio le pareció absurdo, llegando incluso a maldecirla varias veces por sugerirlo, pero al final termino accediendo y no resulto ser tan malo, todo lo contrario, el bastardo era muy bueno en eso, y más le valía con la dichosa reputación que tenía entre algunas de las mujeres en la ciudad, incluidas su propia madre. Pero una cosa no compensaba la otra, sobre todo por las mentiras que dijo a todos en la ciudad, ni justificaba todas las cosas que había hecho con sus hermanas y varias de sus hijas.
Su madre continúo presionando, animándola a dejarle llegar más lejos hasta que fue y directamente le ofreció sexo a ese hombre, quien no tardo ni dos segundos en aceptar como si nada, como si le estuviera pidiendo un helado tras salir a un paseo por el parque.
La naturalidad de su respuesta la hizo enfurecer pero aun así ella no se tiraría para atrás, ese era el camino de los cobardes y la gente sin orgullo, y Marla Roberts no era ninguna de las dos cosas, además que ella no era una novata en el sexo así que no pensaba que fuese la gran cosa. Y se había equivocado, maldita sea sí que lo había hecho, lo tacho de débil al no ser alguien atlético como ella, sobre-estimo su propio libido por tantas actividades que hacia al día y aun con eso no le pudo llevar el ritmo, el bastardo la hizo sentir placer con una intensidad mayor al que su novio le provocaba.
Cuando terminaron estaba enojada, muy satisfecha en lo sexual pero frustrada consigo misma a nivel personal por haber cedido y perdido, esperaba no empezar a comparar entre ambos cuando estuviera de nuevo en la cama con él porque sabía que esto solo había sido provocado por la diferencia de experiencia, eventualmente su novio mejoraría y la llevaría al mismo nivel. Y si no llegaba a ocurrir entonces lamentaría de por vida esta experiencia, llegándose a preguntar si existía algo peor que sentir más placer de un despreciable hombre que de su propio y amoroso novio.
Sobra decir que su propio subconsciente la había traicionado y maquino un escenario muy cruel durante la noche para demostrarle que si había destinos mucho peores del que ella había puesto sobre sí misma para proteger la integridad de su relación y su orgullo como mujer, un orgullo que durante el sueño le costó demasiado.
Marla cerró sus ojos alejando todo pensamiento relacionado a ese sueño y enfocándose en las caricias que recibía en su cabello, las cuales habían logrado calmarla bastante rápido, expandiendo por todo su cuerpo esa sensación de paz y calidez. Lincoln no era tan malo cuando se lo proponía, casi era una lástima que para llegar a recibir su atención tuvieras primero que entregarle tu cuerpo, o eso quería pensar para evitar sentir tristeza y celos de la atención que le daba al resto de sus hijas, sobre todo a aquellas que venían fruto de sus hermanas.
- "Te sientes mejor?" - Lo escucho decir, con un tono bastante calmado y genuinamente preocupado, lo que le hizo preguntarse qué tanto de su ataque de ansiedad habría visto él antes de intervenir, si aquel grito no lo despertó de seguro lo hizo al moverse.
- "Si, gracias por eso bast... padre"
Ladeo la cabeza por haber dudado en insultarlo como siempre hacia, incluso llegando a hacerlo la noche anterior entre gemidos, solo que justo ahora no sentía necesidad de ello, al menos hasta que sus acciones la hicieran enojar de nuevo.
Escucho una pequeña risa ronca provenir de él, se mordió el labio por haber hecho notar un poco de debilidad pero no quería romper esa posición donde sentía paz, al menos no todavía.
- "Descuida, estaré aquí para lo que necesites hija"
Su voz mantuvo aquella calma aunque percibía cierto toque de felicidad en su tono, en verdad le alegraba mucho ser llamado padre?, con tantas hijas regadas ella pensaba que no le importaría s llegaban a despreciarlo, pero este hombre a veces era un completo misterio, aunque esta vez se daría el lujo de no juzgar y disfrutar sus acciones. Además que sus palabras le habían dado una idea que, a diferencia de la noche anterior, ya no le generaba una sensación de asco e ira.
- "Para lo que sea?" - Pregunto con una sonrisa llena de picardía escondiendo su rostro gracias a la posición en la que ambos se encontraban, ocultando que las pupilas de sus ojos poco a poco comenzaban a expandirse verticalmente y contraerse horizontalmente, un pequeño efecto heredado de su madre que le daba un toque felino cuando ella comenzaba a excitarse.
Las caricias no se detuvieron aunque si sintió como el brazo que rodeaba su cintura se había tensado ligeramente, tal vez pese a no poder verla algo su propia voz lo había alertado
- "Claro, para lo que sea"
Esa respuesta era todo cuando necesitaba en lo que respectaba a un permiso, una mera formalidad que poco importaba ya que no iba a detenerla pero si facilitada las cosas al tener su completa voluntad y cooperación.
Marla no llego a emitir palabra alguna y empujo su cuerpo hacia atrás, obligando a romper ese abrazo que era sostenido por uno de sus brazos y, para ausencia de su comodidad, también deteniendo las caricias en su cabello debido a que el impulso lo obligo para que se volviera a acostar.
La atlética joven giro su cuerpo y en la mirada Lincoln confirmo sus sospechas con ese ligero cambio de su voz, además que ella emanaba una sensación muy diferente a la de hace unos instantes, le sorprendía lo mucho que ella se parecía a Margo en la rapidez con la que podían cambiar de estado de ánimo y en esa aura de depredadora que emitía con las expresiones de su cuerpo, más aun cuando Marla se colocó encima suyo con ambas piernas a los costados de su cintura, apresándole
- "Acabo de pasar por un mal sueño y necesito tu ayuda para liberar estrés, que suerte que tengo todo el día libre"
Ella empezó a mover sus caderas frotando su trasero con la entrepierna del hombre al que apenas si distinguía de una presa.
Lincoln emitió una ligera sonrisa, si hacia memoria de experiencias anteriores y muy similares entonces Marla iba enserio con lo de tomarse el día entero, no importándole si él ya tenía otros planes, y de hecho así era, por suerte su auto-proclamado título como hombre del plan no era en vano, tenía varias excusas preparadas y un par de planes de contingencia para escenarios como este.
Sin mayores preocupaciones en su mente Lincoln se dejó llevar, extendiendo uno de sus brazos para rodear la cintura de Marla y obligarla a descender permitiéndole alcanzar sus labios en un suave pero extendido beso a la par que le acariciaba el área del abdomen, sintiendo con cierto toque de orgullo lo bien entrenada que estaba su hija.
Luego preguntaría de qué se trataba ese sueño para haber alterado de aquel modo a una mujer de actitud tan rígida y fuerte como ella por ahora solo había una cosa por hacer y con algo suerte esto reduciría un poco más el odio que le tenía en su contra desde hacía varios años.
