Nápoles.
Salí huyendo de aquel lugar; y mi viaje me lleva a la hermosa ciudad de Nápoles. Un lugar cerca de la serenidad del mar. Es en este lugar donde la belleza arquitectónica despierta cierta inquietud en mí.
Pronto mi mente comienza a imaginar formas. ¡Algo magnifico!, una oda al arte...Como un palacio; una edificación tan magnánima que perdure a través del tiempo.
Un palacio de ensueño construido en el corazón de alguna ciudad.
(...)
Un par de años bastaron para que pudiera aprender todo lo que hay que saber sobre edificaciones. Así que decido regresar a donde todo esto comenzó: Directo a Paris.
